El órgano del olfato es la nariz y el principal órgano del sistema respiratorio. Realiza la función más importante para que podamos respirar.
Gracias al olfato podemos percibir distintos olores y diferenciarlos.
El receptor que capta los estímulos que recibimos a través del sentido del olfato es la pituitaria amarilla, la cual manda la información que recibe a través de los nervios olfativos hasta el cerebro.
Todos los olores que captamos del medio son pequeñas partículas que se desprenden de todos los seres vivos y objetos que nos rodean. Viajan por el aire, hasta llegar a nuestras fosas nasales.
La nariz tiene la función de humedecer y calentar el aire que llega a los pulmones y filtrar ese aire de impurezas.
La nariz y la boca se comunican entre ellas a través de la laringe y la faringe.
En el interior de la nariz podemos diferenciar las siguientes partes:
- Fosa nasal: son dos cavidades que se encuentran sobre la boca.
- Orificio nasal: formada por huesos del cráneo y está colocado encima del paladar.
- Tabique nasal: divide a la nariz en dos partes.
- Pituitaria amarilla: es una membrana de color amarillento encargada de recepcionar los estímulos olfativos que recibimos.
- Nervio olfativo: se encarga de trasmitir los estímulos olfativos recibidos hasta el cerebro.
A continuación, puedes ver una imagen de las partes de la nariz.
Para cuidar nuestro sentido del olfato debemos:
- Mantener la nariz limpia.
- Evitar olores muy fuertes o desagradables.
- No introducir nada en los orificios de la nariz.
- En la nariz tenemos 10 millones de tipos diferentes de receptores olfativos, pero sólo 1.000 captan el mal olor.
- Cada persona desprende un olor diferente al resto, esto es debido a los genes, que determinan el tejido de nuestro cuerpo y, por tanto, el olor que desprendemos.
- Cada persona percibe los olores de manera diferente.
- Durante el final de la adolescencia (18-19 años), el sentido del olfato está en su mejor momento; después este va disminuyendo.
- En primavera y verano, es más fácil captar los olores gracias a la humedad existente en el aire.
- Una mujer embarazada tiene un sentido del olfato intensificado e hipersensible.
- Los olores que percibimos los recordamos mucho más tiempo que aquellos estímulos que recibimos a través de la vista, el oído, el gusto o el tacto.