La conformación de la sociedad internacional es fruto de siglos de resistencia de actores no occidentales que combatieron las estrategias de dominación

A principios del siglo XIX el no tener una expresión escrita te dejaba fuera de la historia lo que invisibilizó a quienes se manifestaban a través de la tradición oral, situación que ha cambiado aunque todavía hay vestigios del pensamiento que considera a África ahistórica, afirmò la Prof.ª Elsa Aimé González quien en la 6 ª sesión del #CIRA2021 conversó sobre el período colonial en el Continente africano.

Aimé sostuvo que en el argumentario que existe sobre la abolición de la trata hay una lógica paternalista que se vuelve a reflejar y materializar en el proyecto colonial en África a finales del siglo XIX cuando, desde Europa y también Estados Unidos, se entiende que es un deber moral contribuir a ayudar al mundo no occidental.

También explicó como el derecho internacional contribuyó a la creación de un pensamiento desigual que justificó la colonización sobre “los diferentes” considerados, además, como aquellos que no son capaces de estructurarse, ni establecer gobiernos. Lo que puso a los no occidentales es un situación muy trágica. “Es en ese contexto es que se produce el reparto de África”, aclaró la representante del #GEA-UAM.

Añadió que hay diferentes teorías que intentan explicar el imperialismo europeo a finales del siglo XIX. La económica que refleja la necesidad de los europeos de abrir nuevos mercados; las políticas, ligadas a la necesidad occidental de adquirir prestigio a través de la adquisición de colonias; la rivalidad entre las potencias europeas y la lógica que asumía al negro y el asiático como inferiores.

Entre otras reflexiones, aclaró que la Conferencia de Berlín (nov.1884-feb.1885) lo que se hizo fue reconocer determinadas fronteras y decidir lo que ocurrió en algunos lugares concretos de África. Sin embargo, fue exitosa en su objetivo de evitar que la colonización llevase a los estados europeos a la guerra.

Hubo diferentes estrategias para materializar la presencia europea en el continente africano desde la firma de tratados, cuando los africanos no percibían una amenaza, y si encontraban resistencia, la incursión militar.

Para ese entonces no había del lado africano una identidad común por lo que no presentaron un frente único al colonialismo. Aunque hubo resistencia fue fácilmente derrotada por el desequilibrio material. Además, la colonización no fue percibida inmediatamente por los africanos como tal.