sábado, 3 de mayo de 2014

Viernes 14 de Febrero de 1958 Qué fácil callar, ser serena y objetiva con los seres que no me interesan verdaderamente, a cuyo amor o amistad no aspiro. Soy entonces calma, cautelosa, perfecta dueña de mí misma.Pero con los poquísimos seres que me interesan... Allí está la cuestión absurda: soy una convulsión, un grito, sangre aullando. De allí proviene mi imposibilidad absoluta para sustentar mi amistad con alguien mediante una comunicación profunda y armoniosa. Tanto me doy, me fatigo, me arrastro y me desgasto que no veo que instante de «liberarme» de esa prisión tan querida. Y si no llega mi propio cansancio, llega el del otro, hastiado ya de tanta exaltación y presunta genialidad, y se va en busca de alguien que sea como soy yo con la gente que no me interesa.7 de Diciembre de 1952Mi soledad maúlla. La tapo con promesas vagas. Mentir, sí. Algún día encontrarás este diario y será antiguo, algún día verán mis fotos y se reirán de la moda actual.


 El vanguardismo será clasicismo y otros jóvenes rebeldes se reirán de él. Pero... ¿es posible soportar esto? Quiero morir. Tengo miedo de entrar al pasado. Pienso en alguna mujer de mi edad de hace un siglo. ¿Qué hacía cuando estaba angustiada? ¿Qué?No es lo mismo estar en silencio que no decir nada. Puedo hablar de todo con todos. Puedo hablar de nada con nadie.¿En dónde hallar una presencia humana que me calme? Nunca nadie lo pudo; ni amigos ni amantes. Sólo cuerpos vacíos y sólo fantasmas que he amado hasta pulverizar mi conciencia y mi memoria.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario