La sociedad del Neolítico

El Neolítico es un periodo de grandes cambios, que afectaron a la forma de vida de las personas y, en consecuencia, a la sociedad, es decir, a la forma en la que se organizaban los grupos de personas internamente. A diferencia del Paleolítico, donde se distinguía entre los miembros del grupo por el conocimiento y, por tanto, era una sociedad igualitaria, en el Neolítico, la sociedad empezará a distinguir a sus miembros en función de la riqueza que poseen, del trabajo que realizan y el género. De esta forma se pasa a una sociedad jerarquizada. Esto quiere decir, que se distingue a sus miembros por aquello que poseen y la función que realizan dentro de ella. La propiedad privada va a pasar a ser un elemento muy importante. 

Por eso, a partir de esta época se suelen representar los grupos sociales con un gráfico en forma de pirámide. De esta forma, se representa la importancia que tiene cada grupo dentro de la sociedad. A la derecha, tienes una pirámide social de la organización de esta nueva sociedad que está surgiendo en el Neolítico. Como puedes ver en ella, justo en la base, se encuentran los agricultores y ganaderos, es decir, los productores de alimentos. Es decir, son el grupo más numeroso y menos valorado. Justo encima encontramos a los artesanos, oficios nuevos de esta época, más valorados y menos numerosos. Los mercaderes conectarán a través de distintas rutas de comercio los diferentes poblados. Aunque aún no usarán moneda, sino el trueque. Finalmente, en la cima de la pirámide estaría el jefe del poblado y su familia. Al comienzo, este jefe sería elegido, pero con el tiempo irá concentrando más riqueza y poder y se escogería siempre dentro de la misma familia y el cargo empezará a ser hereditario. 

¿Y qué pasa con las mujeres? Bueno, pues si al comienzo del Neolítico, las mujeres continuaron teniendo un papel importante e, incluso, muchas teorías las consideran las descubridoras de la agricultura, a medida que avancemos en el periodo, irán siendo desplazadas hacia tareas más domésticas y comenzarán a supeditarse a los varones de la familia. No obstante, también desarrollarán tareas productivas; de hecho algunos oficios se vincularán a las mujeres: como el hilado o el tejido. 

Otro dato que debes saber es que la defensa recaía sobre todos los hombres del grupo. Aunque con el tiempo y a medida que avancemos hacia la Edad de los Metales, surgirán verdaderos profesionales: los guerreros.