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Frónesis

versión impresa ISSN 1315-6268

Frónesis v.13 n.2 Caracas ago. 2006

 

India: El nacimiento de una potencia moderna

Pasquale Sofía

Centro de Investigaciones de Trabajo Social Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad del Zulia psofia@libero.it

Resumen

Cuando se habla del actual desarrollo económico y social de Oriente, no se puede dejar de mencionar y analizar un país como la India, el cual, junto a la China, representan las nuevas naciones que participan a plenitud en el nuevo escenario internacional, influenciándolo económicamente y políticamente. Muchas veces India ha sido vista y descrita de manera muy sumaria y estereotipada: antiguos templos, el país de las castas sociales, de muchas divinidades, de grandes diferencias sociales, de la vaca sagrada, del yoga y del misticismo, de poca higiene, entre otros aspectos, olvidando su aporte a la historia humana universal, pasada y presente. A partir de un recorrido histórico-sociológico y una metodología basada sobre datos económicos reales sobre este país, se pretende explicar algunos factores que han incidido en el paso de una sociedad predominantemente agrícola y subdesarrollada, muy dividida socialmente, hacia una sociedad moderna constituida en potencia económica mundial y organizada post-colonialmente sobre fundamentos  igualitarios y democráticos.

Palabras clave: Asia, India, historia, economía, política, industria, cultura, país emergente, geopolítica.

India: Birth of a Modern Power

Abstract

When the present economic and social development of the East is mentioned, it is impossible to avoid mention and analysis of a country like India, which next to China, represents the new nations that participate fully on the new international scene, influencing it economically and politically. Often, India has been seen and described in a very summary and stereotyped way as a country of old temples, social castes, many divinities, great social differences, the sacred cow, yoga and mysticism and little hygiene, among other aspects, forgetting its contribution to universal human history, past and present. Starting from a historical-sociological review and using a methodology based on real economic data about this country, the present work tries to explain some factors that have affected the passage of a predominantly agricultural, underdeveloped and very socially divided society toward a modern society transformed into a world economic power and organized post-colonially on egalitarian and democratic foundations.

Key words: Asia, India, history, economic, politic, industry, culture, country, emergent, geopolitics.

Recibido: 17-04-2006 · Aceptado: 20-06-2006

Introducción

En el imaginario colectivo de Occidente, India es la tierra del misticismo, de ricos maharajas (título atribuido a los príncipes de origen hindúes), de templos muy antiguos y majestuosos y de masas caracterizadas por una extrema pobreza. Como todas las ideas preconcebidas, esta no es la fotografía exhaustiva de la realidad de este inmenso y complejo país asiático. La imagen actual de la India es sin duda otra: la más grande democracia del mundo (en número de electores, alrededor de 600 millones) y según algunas proyecciones estadísticas, la cuarta economía mundial antes del 2020 y el segundo mercado de consumo más grande del mundo después de China. En 1997, el foro mundial económico realizado en Davos, Suiza, ha colocado a la India en el tercer lugar mundial después de EE.UU. y China, entre los países con el mayor potencial de crecimiento del sector del mercado accionario (ver anuario: Global Competitiviness Report). Además, según el Banco Mundial, India tiene un gran desarrollo en la industria  siderúrgica y textilera, junto a un fuerte impulso en el sector del automóvil y farmacéutico. En los últimos años el país ha conseguido superar posiciones en el sector industrial de alta tecnología como en la aeronáutica, la electrónica, la informática y en el sector de servicios como banca y seguros.

La india, también llamada subcontinente, territorio en el cual se han cruzado, convivido y mezclado desde milenios culturas diferentes, ha obtenido en sus 50 años de independencia de Inglaterra, significativos éxitos y sensibles mejoras en todas las áreas con respecto a la situación de su historia precedente, caracterizada por una gran explotación por parte de las potencias coloniales que la dominaron por siglos. Por ejemplo, según los informes de la FAO (1996) después del período post-colonial, la producción alimenticia, por medio de la famosa “Revolución Verde”, entre los años 1951 y 1995, se ha multiplicado 4 veces y el grave problema del hambre ha sido eliminado; en cuanto al sector de la educación, según el Ministerio de la Educación, entre los años 1961 y 1991 el nivel de alfabetización se ha casi duplicado; en cuanto a la salud pública, según el Informe Anual del Banco Mundial sobre la India  2005, con respecto a los primeros años 60’, la expectativa de vida se ha duplicado y la mortalidad infantil se ha reducido a la mitad según los últimos datos del Ministerio del Desarrollo Humano de la India.

Con respecto a la situación de las mujeres, se ha tenido un gran resultado llevando la condición de éstas a tener iguales derechos (por lo menos formales) y condiciones de trabajo y de sueldo básico, casi parecido al de los hombres; además, según el último Informe sobre la India del Banco Mundial, el porcentaje de la población que vive en condición de pobreza está lentamente reduciéndose, todavía con fuertes diferencias entre ciudades y áreas rurales. Sin embargo, los observadores internacionales concuerdan que, lamentablemente, la diferencia económica entre áreas rurales y urbanas, es un elemento común a todos los países de reciente industrialización.

1. India: descubriendo su historia

India ha sido por milenios una puerta entre Occidente y Oriente,  geográficamente difícil de atravesar, dada la enorme cadena montañosa del Hindú Kush y del Himalaya (Afganistán y Pakistán), que ha hecho del  país una casi impenetrable barrera natural para muchos pueblos o tribus que han intentado conquistarla, sobre todo, por los que llegaban desde el noroeste  (Stierlin, 1999: 8-12). Los historiadores dividen su amplio pasado en dos grandes períodos; el primer período definido como el de la “Civilización del Valle del Indo” (del cual son representativas las ciudades de Mohenjo-Daro y Arappa, descubiertas por los arqueólogos en 1921-1922), va desde el IV milenio a.C. hasta el II siglo, considerado todavía lo más desconocido de la historia hindú. El segundo período llamado “Clásico”, va desde la mitad del siglo VII a.C. hasta la llamada “segunda urbanización de la India”, 650 a.C., que se desarrolló alrededor del río Ganges. Entre estos dos largos períodos, cerca del 1.400 a.C., se realizó la invasión Aria, la cual desplazó hacia el sur a los habitantes autóctonos (Totti, 2000: XXII + 839). Los Arios condicionaron en alto grado la historia de la India posicionándose estratégicamente entre las tierras del centro norte, entre el golfo del Bengala y el golfo arábico.  Introdujeron su idioma -el sánscrito-, una lengua hermana del iraní, parientes del griego y del latín, de las lenguas alemanas y céltica, que constituyen la llamada comunidad lingüística indoeuropea, el cual fue asumido por los habitantes locales; llevaron consigo, además, su panteón de dioses indoeuropeos y su idioma dio contenido a los ritos religiosos y a las obras literarias (1).

La única fuente actualmente utilizada para reconstruir una cierta cronología de los eventos históricos transcurrido en la India, son los libros llamados Veda, “Los Libros del Conocimiento” producidos por la religión aria, trasmitidos oralmente hasta el 600 a.C. cuando fueron transcritos en idioma sánscrito. A los Vedas se añadieron los Rig-Veda, himnos religiosos, los cantos mágicos de los Atharva-Veda y las fórmulas sacrifícales de los Yajur-Veda, a los cuales siguen los Brahamana, textos que se ocupan del sagrado conocimiento y las Upanishad, los textos científicos, o sea lo que ciñan el paso del mito a la filosofía (así como en Grecia fue por la filosofía “presocrática”), los cuales investigan y evalúan el sentido de la existencia humana. Todas las reflexiones y la experiencia existencial, sobre aquella contenida en las Upanishad confluirán, mas adelante, en textos épicos importantes como el Mahabarata, en los Purânâ y otras obras menores y más populares.

Casi contemporáneamente a este florecer de actividades espirituales y sapienciales, alrededor del siglo VI a.C., nacieron, en el contexto del río Ganges, dos nuevas religiones que se organizaron monásticamente, las cuales predicaban la no violencia y el desprendimiento de los bienes materiales: el Jainismo y el Budismo (Tucci, 1996: 43-66). Se recuerda que sobre todo este último ha llegado hasta nuestros días con su propuesta mística fundada en la no violencia y en la reflexión profunda sobre la característica del alma humana, acercando muchos discípulos a su propuesta también en el occidente secularizado.

Este riquísimo patrimonio cultural y espiritual producido en la India, debe señalarse que desde hace sólo 150 años el mundo académico occidental se está ocupando científicamente de estudiarlo. También, se debe indicar que los griegos fueron los primeros occidentales en tener contactos, por medio de las conquistas de Alejandro Magno en el 322 a.C., con este mundo. Antes de Alejandro, en el 484 a.C., los primeros escritos sobre la India fueron de Erodoto de Alicarnasso. Sin embargo, la fuente principal de la cual el mundo antiguo extrajo informaciones sobre esta tierra, fueron los 4 libros de Megastene intitulados “Historia de India” escritos en el siglo III a.C., de los cuales se han quedado sólo pocos fragmentos. El escritor había vivido en este territorio entre el 302 y el 291 a.C. a la corte del rey Chandragupta, fundador del famoso e importante imperio Maurya que unificó la India, después de la conquista de Alejandro Magno, y dio paso a los intercambio entre India y el Occidente. El rey Chandragupta, durante su reino,  se rodeó del grande estratega y hombre político Kautilya (321-296 a.C.), autor de la famosa obra de política Arthasástra (2), “Tratado sobre la Política”, en la cual describe la vigilancia sobre el Estado y de cómo se mantiene el poder político.

Todavía es con el príncipe Ashoka (269-232) cuando India llega a su máximo esplendor: entre otras cosas, vigiló la administración pública, se concibió la importancia de obras públicas como las construcciones de carreteras y representó para el Budismo lo que fue el emperador Constantino para el Cristianismo en Occidente, o sea su defensor y promotor en todo su reino.

Importantes contactos comerciales, con la creación de pequeños pueblos en la costa del Malabar (ubicados en el sur de la India), fueron establecidos también con los Romanos, de donde importaban especias, cosméticos, textiles y oro (Von Glasenapp, 1996: 17-19).

La India, en su amplio recorrido histórico, no siempre ha sido dominada por otros pueblos. Al  contrario, al mismo tiempo, ha irradiado e influenciado con su arte, sus arquitecturas, sus obras literarias, sus religiones y su estilo de vida en general, gran parte del continente asiático y no solamente asiático. Dicha cultura ha sido aceptada e integrada por las demás culturas sin oposiciones clamorosas, sino muy apreciada por sus contenidos humanos, introspectivos, espirituales y de no violencia.

Otra gran civilización que siempre ha tenido contacto con el mundo hindú desde la antigüedad, por fines comerciales, fueron también los árabes, los cuales en el tiempo trasformaron las actividades comerciales en ocupación militar del subcontinente, sobre todo a partir de la India del sur.

Al finalizar el siglo X, con la conquista del Panjab (región de la India del noreste) por parte del turco Mahumud (1206-1290) que duró hasta el 1300, se hizo más poderosa la presencia musulmana. En 1526, con el rey afgano Babur se instauró el imperio Mogul, el cual duró hasta el 1857. Todavía, entre los más importantes reyes de la dinastía Mogol,  para recordar es Akbar (1556-1605), el cual conquistó toda la India del norte, e intentó establecer una base política para crear una nacionalidad hindú, mezclando elementos de ambas culturas. El imperio musulmán duró hasta la mitad del siglo XIX. Contemporáneamente a la ocupación mogul de la India, se inicia la europea.

Ya en el año de 1600, Inglaterra estaba presente con la compañía comercial East India Company, con centro en la ciudad de Calcuta. Después, en el siglo XVIII, la Compañía estableció su dominio uniendo a las normales actividades comerciales, la recaudación directa de los impuestos por cuenta del gobierno británico. Esta última actividad implicaba ocupar y gobernar políticamente el país. Luego de largas luchas la India pasó a la directa dependencia de la Corona británica en 1858 y fue  anexada al imperio británico en 1876.

La dominación inglesa duró, como se sabe, hasta la independencia lograda en 1947, a través del gran trabajo político realizado por la elite hindú encabezada por Mahatma Gandhi y sus colaboradores, formados en gran parte en las Universidades ingleses.

2. India contemporánea

Al igual que China, la India es un país importante en el panorama de Oriente y ahora también internacional, no sólo por el gran patrimonio  cultural y espiritual que representa en el mundo, sino también por lo que significa en el actual panorama económico, político y militar a nivel global. Para comprender su desarrollo, se suministran algunos datos sobre su realidad económica y social actual.

Buena parte de su trayectoria histórica, política y económica ha sido  conocida de manera equivocada. Es el país más recordado que otros por sus situaciones extremas: el  país del hambre o de las grandes epidemias o carestías; de graves enfermedades como la fiebre amarilla o como la lepra, de una gran pobreza evidente en cualquier ciudad que se visite, de marcadas diferencias entre ricos y pobres, de un país hiperpoblado con calles inundadas por millares de personas que se mueven cotidianamente: que toman buses, trenes, carros, aviones, barcos, desbordantes de gente. Además, por la presencia de contrastes y contradicciones evidentes de religiones que mezclan lo sagrado con lo profano; con un tráfico masivo y  contaminante que desafiaría cualquier ciudad europea; por la basura presente en las calles sin ser recolectada generando así, contaminación ambiental y problemas de salubridad.

Todavía, si algunas cosas corresponden a verdades, esta imagen de la India paupérrima es retazo de un pasado, ciertamente no muy lejano, pero ya no totalmente correspondiente a la nueva realidad de este importante país, que está haciendo un camino rodeado de muchos obstáculos desde años, con el fin de asegurar una mejor condición de vida para sus ciudadanos.

Se debe reconocer que poco se conoce sobre la India moderna y el desarrollo tecnológico y social que ha conseguido en las últimas décadas. Todos los medios especializados en economía y los expertos afirman que la India es el segundo mercado más grande del mundo con casi 250/300 millones de potenciales consumidores, el mismo nivel económico (ganancia, ahorro e inversión) de la clase media europea, lo que genera un crecimiento anual constante del casi 6% en los productos y en los servicios. Al final de los años 80’, el reporte anual del Banco Mundial del 1990, ha calculado un total (basándose en los datos suministrados por el Ministerio de los Recursos Humanos Hindú) de casi 180 millones entre profesionales, comerciantes y hombres de negocios. En el mismo período, como ejemplo de la expansión económica de este país, se logró la convertibilidad de la rupia, la moneda nacional, en los mercados internacionales.  Estos importantes elementos, (claramente juntos a otros más, ha permitido un cambio sensible en el estilo de vida de los ciudadanos hindúes, debido a una mayor circulación de dinero, a un mayor contacto con el exterior del país y a la expansión de los medios de comunicación.

A nivel de infraestructura la India tiene la segunda red de ferrocarril más amplia del mundo, muy importante para el tráfico comercial (es capaz de transportar 340 millones de toneladas de mercancías al año) y en estos últimos tiempos se está trabajando para modernizarla y ampliarla sobre todo por la cantidad de usuarios diarios (casi 14 millones al día). Tiene una red de carreteras muy extensa y capilar (muchas veces con problemas de mantenimiento), 5 aeropuertos internacionales y 87 nacionales, posee 11 puertos internacionales y 140 nacionales. Está, además, conectada vía satélite con 154 países del mundo y tiene 150.000 oficinas de correo público. Por quien conoce sobretodo la reciente historia de la India, en lo que respecta al campo de la educación, este sector siempre  ha sido considerado prioritario en la política de los padres fundadores de la República (3), como elemento básico para el desarrollo futuro de ésta, evidenciándose mayormente, en la fase post-colonial un crecimiento relevante. Si, por ejemplo, en el año escolástico 1950-51 eran 360.000 los estudiantes inscritos en colegios y Universidades, en el año 1990-91 eran 4 millones y un número de Universidades de 177, de las cuales 6 para  estudiantes con coeficientes de inteligencia superior a lo estándar (en estas Universidades se seleccionan 150 mil estudiantes por año, para finalmente ingresar sólo 2500). Actualmente, la India cuenta con  229 Universidades y 5.654.000 estudiantes que terminan las carreras, 108.872.000 de alumnos que estudian en la primaria y 17.947.000 en la secundaria (Ministry of Human Resource Development, 2004-2005).

India políticamente es una república federal y se define como  una “sociedad abierta”. Una sociedad que expresa una manera de convivencia humana en la cual la tolerancia, la igualdad social (abolición de las castas) y ante la ley, el respeto a la libertad de expresión, la libertad de los individuos, la no violencia, el respeto por los seres humanos de diferentes culturas y grupos religiosos, son valores centrales (no siempre respetados) y bien señalados en la Constitución del 1950. Y ésta, es una de las  diferencias con China, por ejemplo y con otros países asiáticos como Pakistán, Nepal, Bhutan, Birmania, Indonesia, Malasia entre otros, menos abiertos culturalmente, más conservadores y más socialmente controlados por parte de los gobiernos.

India, a su vez, padeciendo de algunos problemas típicos de los países emergentes, como ciudades que son siempre más grandes y con periferias degradadas por el número enorme de personas que buscan posibilidades de supervivencia (el aumento de la población urbana, por ejemplo, ha signado un crecimiento en la última década desde 75 millones a 235 millones), la presencia de una amplia burocracia en el aparato estadal, una evidente corrupción en todos los niveles sea políticos que administrativos (que todavía según los datos está disminuyendo), una presencia de la criminalidad organizada que empieza a estar presente sobre todo en las áreas más ricas y con un acelerado desarrollo, entre otros problemas, ella, todavía, procede su marcha hacia el desarrollo con el ritmo del elefante, que simbólicamente la representa, es decir por etapas hasta llegar, majestuoso, orgulloso, consciente de su fuerza, inteligente y amigable a donde él desea llegar; estudiando con prudencia el camino que tiene que elegir. Con su fuerza, el elefante puede remover los obstáculos y con su inteligencia puede ser dinámico, capitalizar de los errores cometidos por la gran memoria que le corresponde, prever  y evitar errores fatales.

Esta visión estratégica ha permitido a la India, lograr un gran éxito en diferentes sectores.  Por ejemplo, en los productos tradicionales es suficiente nombrar el sector del “oro trabajado”, en la cual la producción y comercialización era dominada desde años, a nivel mundial, por otros países como Italia (que trabajaba el 60% del oro mundial), con una producción de 500 toneladas/año. India trabaja actualmente 800 toneladas de oro por año, además de piedras preciosas y diamantes dando ocupación a un millón de personas superando los competidores tradicionales (4). Por otra parte, meta relevante ha logrado también en el sector de la zootecnia, ubicándose en el segundo lugar, después de EE.UU.; un crecimiento relevante lo ha obtenido en la agricultura, incrementando la producción, reduciendo los costos y anulando la tasación sobre la producción agrícola; igualmente ha logrado gran éxito en el sector textil, de la mecánica, de la farmacéutica, de la química, en transporte etc. Así como se ha destacado en sectores innovadores como el de la informática, de la energía nuclear o de las energías alternativas y del entretenimiento, poniéndose hoy en día como uno de los principales, respetados y temidos competidores globales en esta área, porque está exportando sus películas en todo Oriente y también Occidente. Es interesante recordar que la industria del cine hindú, que se llama Bollywood, parafraseando el famoso Hollywood estadounidense, es la mayor industria del mundo como actividades, produciendo más de 1.000 películas por año y superando al gigante norteamericano.

Este crecimiento de la industria hindú de manera diferenciada y altamente productiva (citando sólo en este artículo sólo algunos sectores) que siempre van en la dirección de la calidad de los productos, hacen de este país el décimo más industrializado del planeta, con un crecimiento constante que prevé posicionarla, en un futuro muy próximo, si sigue a este ritmo, entre los primeros.

3. Política e industria

La India de hoy no es la que ha dejado al final de los años 40´ el Mahatma Gandhi, el “Alma Grande”, el padre espiritual de este inmenso país, después de la declaración de independencia de Gran Bretaña. Puede ser que él nunca hubiese imaginado que un día su amada tierra fuera considerada uno de los grandes países del mundo, con influencia sobre las políticas y la economía regional e internacional.

Mahatma Gandhi, unido a los tradicionalistas hindú, creía que la India tenía que evitar la vía de la industrialización tradicional, o sea de inspiración fordista, e invertir sobre todo en la economía agrícola, integrada con las actividades artesanales. En el 1947, cuando los ingleses abandonaron definitivamente la India, la economía hindú era caracterizada por un muy bajo nivel de productividad y era un país atrasado y dividido internamente sobre todo a causa de las religiones. Después del proceso de colonización, se pasa de un país donde el 70% de la población estaba dedicado a la agricultura de subsistencia, con pocas actividades industriales caracterizadas por unidades artesanales situadas en pueblos bajo conducción familiar, donde emergían las empresas textiles, a una India que, con grandes esfuerzos y grandes visiones políticas a futuro, hace parte de los países que cumplen el segundo gran milagro económico mundial, convirtiéndose en otro gigante en constante evolución económica.

Contrariamente a Gandhi, Jawaharlal Nehru, su amigo y compañero de lucha contra el dominio británico por la independencia, había imaginado una India moderna, parecida a los países occidentales, con un amplio estándar de bienestar socioeconómico y con el deseo de dar a la naciente nación una posición respetable entre los “grandes” de la tierra, y por eso alimentó el rápido desarrollo por medio de la expansión durante su gobierno, de la gran industria, la única vía que para él estaba en condición de crear un crecimiento tan rápido en relación al crecimiento de la población, sin dejar de considerar la doctrina gandhiana del territorio y del desarrollo por etapas.

En la India postindependentista, Nehru identificó, además de la educación, dos elementos centrales para el desarrollo del país: la ciencia y la tecnología. El presentó, por medio del Congreso y los medios de información, a la naciente India ambos sectores como necesarios e importantes, definiéndolos como “instrumentos indispensables para resolver los problemas del hambre y de la pobreza” (Mohan, 1989: 10) y como las columnas centrales del progreso y del desarrollo. Estaba claro para la clase política de aquel momento, que la India debía realizar un esfuerzo gigante para llegar a la autosuficiencia. Esta meta fue totalmente compartida por los mayores exponentes del mundo científico hindú, quienes no se dejaron intimidar por las dificultades conectadas a una misión así de ardua y la fuerza en la creencia de realización de la empresa, frenaron la “fuga de cerebros” y aceptaron con orgullo el desafío. Así, con la unión entre la clase política dirigente y los científicos, el antiguo país afrontó un nuevo ciclo histórico con la energía de una joven nación. Los sectores mencionados estaban conscientes que un plan de desarrollo técnico-científico de este nivel, determinado por la dirección política, podía significar enormes dificultades para un país que debía resolver el problema de llevar una población enorme y pobre hacia un estándar medio de vida.

En tal sentido, todos al mismo tiempo, se daban cuenta de cuán importante era crear sólidos fundamentos sobre los cuales construir la empresa nacional, sin los cuales no se hubiese podido verificar el progreso económico. Se tomaron importantes y difíciles decisiones para mantener un constante equilibrio para financiar el desarrollo técnico-científico sustentable y contemporáneamente resolver las exigencias básicas de la gran masa de gente presente en el país.

Otro gran obstáculo para los planes de desarrollo elaborados por los políticos era sin duda la escasez de recursos económicos y energéticos. A pesar de estos problemas, el milagro todavía se cumplió 40 años después. Durante los años 70 y 80, aquello destinado financieramente a estos sectores varió de 1 millardo y medio de Rupias a 14 millardos de Rupias.

La estructura base para el desarrollo del país fue realizada, durante los años pasados de varios modos:

1. Bajo el control del CSIR (Council of Scientific and Industrial Research: el Consejo Nacional de la Investigación en área científico-industrial) fue creada como una organización de sostén, con  la finalidad de satisfacer las necesidades de una serie de plantas industriales diversificadas. Actualmente hay en el país 40 unidades de sostén;

2. Algunos ministerios estructurados para asumir retos bien definidos como son los de la Energía Nuclear, los de la Investigación Espacial y de la Defensa, con amplia libertad para desarrollar problemas de tecnologías de vanguardia;

3. Contemporáneamente a esto, se ha desarrollado un amplio y articulado sistema universitario. Actualmente la preparación tecnológica es asignada a las facultades de ingeniería y a los politécnicos, que cuentan con 60 mil estudiantes por año y que ofrecen también cursos de diplomado a casi 80 mil alumnos. (Se recuerda que India produce y exporta el mayor número de ingenieros del mundo). Además, casi 20.000 estudiantes frecuentan cada año las 110 facultades de medicina (Mohan, 1989: 10).

Por su parte, la ciencia y la tecnología han recibido un fuerte impulso en el marco general de los estudios universitarios, con especial relieve -por lo que respecta al desarrollo- hacia aquellas actividades de investigación “susceptibles de expansión” (experimentación adelantada) en varios sectores.

Con el transcurrir de los años estos sectores han sido incrementados y ampliados. Entre las instituciones mayormente empeñadas en los sectores de primordial importancia, en el área técnico-científica, se encuentran varias instituciones con departamentos modernos y altamente actualizados como los de fuentes de energías alternativa, del medio ambiente, de la flora, del desarrollo de los recursos marinos y de la electrónica, satelital, de las armas, de la alta cirugía, sobre todo la cardiológica, de la química farmacéutica con alta producción de fármacos genéricos; todos estos sectores están dando a la India el ingreso entre los países más adelantados tecnológicamente en los sectores de investigación más especializados.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología coordina muchas de estas áreas y contribuye a los programas de investigación en aquellos sectores no tradicionales y experimentales de vanguardia (energía atómica, electrónica, telecomunicación, espacial, agroalimentario, zootécnico, etc.). La capacidad operativa de este método es demostrada por una fuerte interacción y compenetración de los programas de trabajo. Las organizaciones han desarrollado grupos de investigación de base muy bien estructurada, que están en condición de asesorar a casi todas las empresas tecnológicas.

Este tipo de desarrollo encuentra resultados también en el sector  agrícola, logrando en los años 70 por medio de la investigación de laboratorio, la famosa “Revolución verde”, a través de la variedad de arroz denominado “arroz enano”, de elevado rendimiento por medio del cual se superó el drama del hambre. Esto bien pronto se ha traducido en autosuficiencia alimentaria, convirtiendo a la India de país importador de mercancías alimentarías primarias, en el primer exportador del mundo de arroz y otros alimentos.

Otro punto estratégico del desarrollo logrado por la India que se debe mencionar, es el sector “espacial”. India ya colabora con Rusia y EE.UU. desde hace muchos años por medio de su centro ISRO (Organización Hindú para la Investigación Espacial), con el lanzamiento de  satélites para la observación de la tierra y para las telecomunicaciones. Se recuerda que el primer satélite enteramente proyectado y fabricado en la India fue lanzado en 1971.

Las decisiones del gobierno hindú hacia el final de los años 40, sustentadas con increíbles esfuerzos, han permitido al país tener una amplia base de especialistas en sectores muy diversificados (por ejemplo, hay una base hindú para la investigación sobre el clima en el continente antártico), lo cual ha permitido generar un capital humano capaz de obrar en cualquier sector, a cualquier nivel, incluso los más adelantados y sofisticados y que les permite trabajar en cualquier país del mundo.

Todavía, la lucha de la India para llegar al actual desarrollo, que le permite hoy sentarse a la mesa de los grandes países industriales y ser en Oriente un punto importante de equilibrio geopolítico mundial, dado su potencial atómico-militar, no ha sido lineal. Recordando que  la India de la postindependencia era predominantemente agrícola y su industria, principalmente pequeña y familiar, era dominada en un 50% por el sector textil. La necesidad de promover un desarrollo que mejorara las condiciones de vida de la población ha dividido por muchos años el Congreso hindú. Como ya se ha mencionado en párrafos anteriores los tradicionalistas, encabezados por Gandhi, sostenían que el país debía evitar la vía de la industrialización e invertir en el desarrollo de la economía agrícola de pueblo, integrada por las actividades artesanales. Asesinado éste en 1948 por un fanático hinduista, los modernizadores, encabezados por Jawaharlal Nehru, el “delfín” político del Mahatma, pensaban contrariamente, que era indispensable una rápida expansión  de la gran industria, la cual podía proporcionar, más que los sectores tradicionales, una tasa de desarrollo adecuado al rápido crecimiento de la población. Después de la muerte del Mahatma, la política económica siguiente fue un compromiso entre las dos posiciones: por un lado Nehru aplicó una fuerte intervención estadal en la economía y por otro lado reconoció una gran fuerza propulsora a la empresa privada.

Después de un período de aislamiento político, proteccionismo e  inversión en la producción industrial subordinada a las exigencias del sector agrícola, con la producción de fertilizantes químicos, maquinarias agrícolas, sistemas hidráulicos, India se abre, sobretodo en los años 80’, a la constitución de joint venture con empresas norteamericanas y europeas principalmente en el sector farmacéutico, químico, alimentario, repuestos mecánicos, tecnología en general, y con la URSS desarrolló proyectos dirigidos a la industria pesada.

También, en la política Nehru, después de la primera fase post-colonial donde asumió con Nasser (Egipto) y Tito (Yugoslavia) una posición de independencia de los bloques, pero, después de la agresión de China a India en 1962, su atención se dirigió más hacia los países occidentales y a retroceder de sus posiciones neutrales. Después de la muerte de Nehru, el Congreso eligió como Primer Ministro Lal Bahadur Shastri, una figura moderada, que todavía duró solo dos años. Sucesivamente el Congreso nombró una figura estratégica, Indira Gandhi, hija de Nehru la cual hubiera encontrado casi seguramente el consenso popular, sencillamente por ser la hija de uno de los fundadores de la nueva Patria.

En este sentido, Indira se demostró rápidamente como una mujer de carácter y con una clara visión política, contrariamente a lo que muchos de su partido político vaticinaban, de hecho Indira fue la primera mujer presidente de un Estado constitucional. En 1966, como  nuevo Primer Ministro de India, después de la partida de Lal Bahadur Shastri, fortaleció el control estatal recurriendo más de una vez a las fuerzas armadas para el control del territorio y la limitación de instancias separatistas (muy presente en algunas áreas de la India), para asegurar estabilidad al país. En la economía actuó en la nacionalización del sistema bancario (1969), de las minas de carbón y de las compañías petroleras. Además se interesó en incrementar los sectores de la aeronáutica, de la siderurgia, de la telefonía y telecomunicaciones. A pesar de algunas transformaciones, Indira Gandhi no modificó la línea económica emprendida por Nehru. Ella fue asesinada en 1984 por parte de su misma guardia de custodia. Después del asesinato de Indira Rajiv Gandhi, su hijo, fue Primer Ministro en 1984, unido a la carga también importante de Presidente del India Nacional Congress (mayor partido de la India). Todavía las elecciones del 1989 no lo confirmaron en el encargo, que fue ganado por Vishwonath Pratap Singh del partido Janata Dal, una coalición de centro izquierda. Rajiv Gandhi fue asesinado en 1991 durante la nueva campaña electoral.

El modelo autárquico y dirigista entró en crisis en los años 70‘. Realmente la primera apertura a las reformas económicas en clave liberal fue comenzada por Rajiv Gandhi en los años 80’. Esto marcó el comienzo de un cambio de ruta en la estrategia económica, acelerada consecutivamente por el Primer Ministro Narasimha Rao (el cual fue el sucesor de Rajiv Gandhi) en las elecciones de 1991-92: en primer lugar empezó a disminuir el control estatal sobre la economía, disminuyendo de tal manera, la endémica corrupción que se había instalado tradicionalmente en la administración pública; en segundo lugar la planificación económica fue reducida en favor de las reglas del mercado y del dominio de la demanda.

Igualmente, se redujeron los aranceles aduanales permitiendo el ingreso en el mercado hindú, de productos externos los cuales permitieron dar impulso a la competitividad y a la pequeña y mediana empresa. Esta nueva política de liberalización ha determinado un crecimiento desde el 3,5% de los años 60/70 a más del 5% en la década 80/90. Ha determinado un interés por parte del capital internacional hacia el mercado hindú, ha impulsado un crecimiento de las exportaciones del 20% y la capitalización de la Bolsa de Bombay del 200%. Hoy en día también las áreas rurales están disfrutando del crecimiento general. Por una parte se han beneficiado de la “Revolución Verde” y, por la otra, sus consumos absorben el 70%, por ejemplo, de radios, bicicletas, relojes, el 60% de maquinas para coser, el 30% de motocicletas y más del 20% de televisores a color.

Paralelamente a este éxito en la economía, se halla el problema de millones de personas que no participan en este progreso. En India el 20% de las familias más ricas poseen el 50% de la renta nacional, mientras el 20% de las familias más pobres participan sólo con el 5%.

India así como China, desde el momento en que ha ingresado en el mercado industrial global, se ha puesto entre los países tradicionalmente más consumidores de energías del mundo, y siempre con mayor fuerza está logrando ocupar posiciones estratégicas en el escenario internacional para favorecer sus intereses, sus productos, su finanzas y sus abastecimientos. India está explotando su posición geográfica estratégica para dominar también con la presencia de un ejército bien armado, cualquier posible competidor económico-político dentro de la misma Asia (conflicto India-Pakistán) o externo al área, con deseos de liderazgo (contra la presencia norteamericana, japonesa y europea con las cuales aún hacen acuerdos comerciales y estratégicos).

Tanto India como China han ingresado ya en la geopolítica estratégica mundial de las grandes potencias, y dividiéndose las áreas de influencia. El mundo dividido por Yalta y por las políticas de los dos bloques ha terminado definitivamente y nuevas alianzas mueven y determinan el actual escenario. Todavía en el futuro la estrategia de las alianzas será quizás empujada por factores que hasta hoy la geopolítica tradicional no contemplaba de manera prioritaria como la búsqueda de recursos energéticos o para la conquista de mercados.

Para una mayor ilustración, se presenta el siguiente cuadro estadístico:

Datos generales de la India

Superficie

3.287.263 kmq

Población

1.027.015.247

Densidad de población

312 hab/kmq

Lenguas oficiales

Hindú e Inglés (oficiales), Bengali, Tamil, Urdu

Religiones

Hinduísta (81,3%), Musulmanes Sunitas (9%) Musulmanes Chiítas (3%), Cristianos (2,3%), Sikh (1,9%), Budistas (0,8%), Jianistas (0,4%)

Capital

Nueva Delhi

Sede del gobierno

Nueva Delhi

Forma institucional

República federal de 26 Estados y 6 Territorios de la Unión

Relaciones internacionales

Miembro del Commonwealth y de las Naciones Unidas

Unidad monetaria

Rupia Hindú. Valor de cambio  internacional -1 US$ = 44.5091 –

-1 EURO = 52.9232

PIB per capita

450 US$

PIB tasa de crecimiento

5,97%

PNB

454.800 millones de US$

Gasto Público

71,293 millones de US$

Deuda Externa con
respecto al PNB

19%

Fuente: ICE de Nueva Delhi 2006.

Mapa de la India

En este breve recorrido no acabado sobre la India, es arduo analizar un mundo, por supuesto llamado subcontinente no sólo por su extensión sino también por su complejo enredo de  culturas que se han estratificados durante siglos, así como el magma de varias erupciones volcánicas se estratifica y se solidifica en una única estructura sólida. Como se ha planteado, pueblos de varias partes del mundo, con sus propias costumbres y tradiciones, han recorrido aquellos territorios afirmando la particular cultura de origen y también generando culturas nuevas. Lo mismo ha pasado con los seres humanos que han dominado el territorio y que en muchos casos, se han mezclado: dhravidos, arios, árabes, griegos, persas, creando una diversidad de rasgos y culturas que permanece todavía unidas en la diversidad. Subcontinente también porque la variedad física y cultural ha generado una constelación de contradicciones que permiten, por medio de un milagro, la convivencia entre lo viejo y lo moderno, entre la racionalidad y la irracionalidad, entre la energía atómica, los misiles y las vacas sagradas que circulan libres e intocables por las calles de algunas ciudades; que permiten la convivencia de la agenda electrónica con la presencia casi mágica y ancestral de los gurus; que permite la coexistencia de una investigación (con relativa inversiones económica) en la física, la matemática y en la medicina de altísimo nivel científico, con gente que no tiene habitaciones y tiene como techo sólo las estrellas de las magnificas noches tropicales.

Todavía, India hace honor a su símbolo, el elefante: majestuosa, prudente, inteligente, fuerte y conocedora de su propia vía y de sus limitaciones, características que por cierto la favorecerán en el trayecto hacia un desarrollo humano y económico.

Conclusiones

Una vez analizados diversos elementos sobre la historia económica y social de la India, es importante destacar lo que ha ocurrido en las últimas tres décadas. India ha identificado en la ciencia y en la tecnología, las condiciones básicas para su desarrollo futuro y para crear estabilidad económica con la finalidad de atraer capital extranjero. Con una fuerza laboral total de 450.765.040 millones de personas, que representa el 43% de la fuerza laboral total, de la cual la mayoría (67%) está todavía ocupada en la agricultura, la India debe enfrentarse con problemas de gran tamaño como la reducción de la pobreza (que según las estadísticas oficiales aloja a unos 260 a 290 millones de pobres, aproximadamente entre el 26% y el 29%) (5), si se expresa de acuerdo con la norma internacional referida a quien vive con casi 1 dólar al día.

Otro aspecto de este gran avance es que el sistema económico, según el Banco Mundial, no logra la redistribución de la riqueza nacional a los más necesitados de la población; junto a esto se asiste, siempre según el Informe Anual del Banco Mundial, a una diferencia en la renta económica  entre los estados de la India en los últimos cinco años. Además, casi un millón de trabajadores al año abandonan las actividades agrícolas con el aumento del desempleo en las grandes ciudades donde esta gran masa se dirige. Para finalizar, la competitividad hindú está amenazada por los servicios energéticos, agua, transporte, entre otros.

El reciente gran desarrollo económico de India, así como el de China y otros países emergentes en este nuevo milenio, no asegura el mejoramiento del estándar de vida de su pueblo, por lo que tiene que invertir cada vez más en recursos humanos y en políticas económicas y sociales sustentables.

Todavía, todo lo afirmado sobre el desarrollo humano, económico y social de India tiene una gran limitación  representada por la gran cantidad de habitantes que la componen (mas de mil millones); la mayoría de las cuales vive en condición de sobrevivencia y marginadas, sobre todo la del área rural que representa la más pobre y la mayoría. Ciertamente tal cantidad de personas hace muy difícil cualquier consideración o estrategia sobre un  posible desarrollo verdadero y sustentable. La magnitud de la población que ocupa un espacio determinado condiciona sin duda su desarrollo, y cualquier análisis debe tomar en cuenta este parámetro altamente condicionante en negativo y, algunas veces, en positivo. En negativo por qué es difícil controlar, ofrecer iguales posibilidades, redistribuir equitativamente la riqueza, dar seguridad, educación, sanidad, realizar una política habitacional de calidad, etc., a una masa tan grande de personas. Por otro lado, hoy en día una alta población puede asegurar consumos mayores para la industria nacional y así ayudar al desarrollo económico de un país y, por supuesto, distribuir mejor la riqueza nacional.

En conclusión, podemos afirmar que por tasa de crecimiento, por dinamismo, sistema bancario, capacidad de atracción de capitales externos y su fuerte capacidad de abrirse al mundo global, la economía hindú es la segunda al mundo, y con mayor capacidad de conducir transacciones  comerciales que China. ¿Oscurecerá India, en un futuro no lejano, a China y será el nuevo motor industrial de Asia?

Notas

1. Todavía se quedan en el Sur de la India los idiomas de origen dravidicas, o sea los idiomas originarios, sobre todo el Tamil.

2. Artasáshtra presenta una doctrina de la política, parecida a la de Maquiavelo, porque trata de argumentos del todo pragmático en la gestión del gobierno, a pesar que falta una reflexión sobre las instituciones sociales por los problemas contingentes políticos relacionados también con las divisiones en castas realizada por la religión hinduista.

3. Al contrario de Nehru, el Mahatma fue contra la educación convencional que el mismo había recibido en las escuelas tradicionales ingleses: de hecho, el creía que los niños hubieran aprendido mejor de los padres y de la sociedad.

4. Ver The Gem & Jewellery Export Promotion Council en la siguiente dirección electrónica: www.gjepc.org. Desde los años treinta hasta la actualidad, India es uno de los más importantes centros mundiales para el trabajo de los diamantes. La industria hindú cubre hoy el 55% del mercado mundial de los diamantes brillantes; el  80% por la suma de kilates y el 90% por número de unidades producidas.

5. Según  los datos del Informe del Banco Mundial (2005) referido a la India, en este país la pobreza se redujo rápidamente en el decenio de los noventa -desde más del 50% a principios de los años cincuenta a más del 25%-. Además, la esperanza de vida promedio al nacer aumentó desde 49 años hasta 63 años.

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