Cuáles son los tipos de fracturas y cómo tratarlo

    Conocer la forma de actuar ante una fractura o hueso roto es importante para que la persona lesionada no corra peligro o su herida se agrave. Para ello, lo primero es conocer los tipos de fracturas.

    Ocurre cuando un hueso se rompe total o parcialmente. Puede causarla una caída, un golpe fuerte y, a veces un movimiento de torsión (contracción violenta de un músculo). La mayoría de las veces se requiere una fuerza considerable para que un hueso se rompa, pero en niños y ancianos los huesos son más frágiles, razón por la cual son más frecuentes las fracturas en estas personas.

    Estas lesiones solamente pueden poner la vida en peligro si van acompañadas de hemorragia arterial o si comprometen el sistema nervioso, produciendo parálisis, como en las fracturas de la columna vertebral.

    Fracturas Expuestas o Abiertas

    Cuando la piel que recubre el lugar de la fractura también ha sido lesionada y podemos ver tejidos interiores y en ocasiones hasta el mismo hueso fracturado, comúnmente esta fractura está acompañada por una hemorragia externa y obviamente por una herida abierta.

    Fracturas Cerradas

    En este tipo de fractura no existe lesión en la piel que recubre la zona de la fractura, por lo tanto no existe hemorragia externa y tampoco existe herida abierta, sin embargo, no debemos descartar una hemorragia interna ni tampoco una herida interna en tejidos blandos, mismas que pudieran ser causadas en el interior por el hueso roto.

    Así mismo los diferentes tipos de fractura cuentan con tres clasificaciones que son:

    • Fractura Oblicua o Fractura Simple. Cuando el hueso roto permanece en su posición sin desplazarse ni causar mayor lesión.
    • Fractura Conminuta. En éste tipo de fractura cuando el hueso se rompe genera pequeños fragmentos de hueso que se desprenden.
    • Fractura en Espiral o Compuesta. En estas fracturas encontramos que un hueso se ha roto en dos o más grandes partes, no son fragmentos pequeños.

    Fractura Cerrada

    Atención General para una fractura de hueso:

    INMOVILICE (entablille), la parte lesionada, mientras la víctima es trasladada a un centro asistencial.

    Para realizar la inmovilización del área lesionada, es necesario que usted tenga lo siguiente:

    • Férulas Rígidas: Tablas, Cartón;

    • Férulas Blandas: Manta doblada, almohada;

    • Vendas triangulares, o elementos para amarrar o sostener como: tiras de tela, corbatas, pañuelos, pañoletas.

    • CABESTRILLO: Es un elemento fundamental para la inmovilización de los miembros superiores cuando existe fractura, luxación o esguince. Además de inmovilizar, es muy útil para elevar la zona lesionada disminuyendo la inflamación y el dolor. Generalmente se elaboran con tela.

    • Si no se dispone de vendas triangulares, se pueden improvisar cabestrillos diversos para sostener una extremidad.

    • Doble el extremo inferior de la chaqueta o camisa del accidentado y sujételo a la tela con un gancho.

    • Sujete la manga de la extremidad lesionada a la camisa.

    • Utilice una bufanda, correa o corbata para sostener la extremidad.

    Recomendaciones para el Tratamiento

    Al INMOVILIZAR cualquier tipo de lesión que comprometa hueso, articulación o músculo, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

    • Retire la víctima del lugar del accidente, si hay peligro.
    • Realice una valoración primaria de la víctima identificando si está consciente o inconsciente, si esta respirando y tiene pulso o está sangrando abundantemente. Estas lesiones generalmente ocasionan shock, como consecuencia del dolor y de la hemorragia que las acompaña.
    • Realice la valoración secundaria e identifique el tipo de lesión para hacer la inmovilización.
    • Verifique si hay sensibilidad en el miembro lesionado, temperatura y coloración de la piel. Si el calzado le impide revisar la temperatura y el color de la piel, limítese a comprobar la sensibilidad.
    • Evite retirarle el calzado, al tratar de hacerlo se producen movimientos innecesarios que pueden ocasionar más daño.
    • Si hay fractura abierta controle la hemorragia, cubra la herida sin hacer presión sobre ella, luego inmovilice y eleve el área lesionada. Si los métodos anteriores no logran controlar la hemorragia, haga presión sobre la arteria braquial, ubicada en la cara interna en el tercio medio del brazo o en la arteria femoral, en la ingle, según se trate de hemorragia en brazo, antebrazo, mano o hemorragia en el muslo, pierna o pie.
    • Controle la hemorragia ejerciendo presión a lo largo del hueso.
    • Coloque cuidadosamente un trozo de gasa sobre el hueso y sosténgala mediante una almohadilla circular elaborada con una venda.
    • Fije la gasa con un vendaje sin hacer presión.
    • Inmovilice y eleve el área lesionada.
    • Si la lesión está acompañada de otras más graves, como dificultad respiratoria, quemaduras, atiéndalas antes de inmovilizar.
    • Acolchone el material rígido, utilizando toallas, algodón o espuma, para evitar lesiones en las articulaciones. Así mismo se deben proteger las prominencias óseas de rodillas, tobillos, codos y las áreas expuestas a presión como la axila, el pliegue del codo y la región genital.
    • Al inmovilizar, sostengan el área lesionada por ambos lados del sitio de la lesión. No trate de colocar el hueso en la posición original, evite retirar el calzado; al tratar de hacerlo se produce movimientos innecesarios que pueden ocasionar más daño.

    ¡Esperamos que esta información te haya resultado útil!