©℗®™ 7 Junio 2015


¿Es un guepardo?

Entender las Altas Capacidades

Autora: Stephanie S. Tolan

Es un momento difícil para criar, enseñar o ser un niño con altas capacidades. Dado que el término “altamente dotado” y la capacidad intelectual a la que hace referencia se está convirtiendo en algo cada vez más políticamente incorrecto, el sistema educativo va modificando la terminología que a ello se refiere y en consecuencia su enfoque sobre el mismo.

Giftedness», como un concepto global e integrador de la capacidad mental, tiende a ser reemplazado o desestimado por conceptos fragmentandos, que resultan menos complejos para la actuación académica. En lugar de ser concebido como una realidad en el desarrollo interno e intelectual del niño, cada vez se limita más al rendimiento académico.

El niño que va bien en el colegio, saca buenas notas, gana premios y progresa por encima de lo “normal” para su edad, se considera «capaz» o de alta capacidad. El niño que no se ajusta a ese perfil, con independencia de su potencial intelectual innato y su nivel de desarrollo, tiene cada vez menos probabilidades de ser identificado y atendido como tal.

¿Es un Guepardo?

La metáfora del guepardo puede ayudarnos a aproximarnos al problema. El guepardo es el animal más veloz de la tierra. Cuando pensamos en los guepardos lo primero que nos viene a la cabeza como un flash, es su velocidad. Es impresionante. Es única. Y nos permite realizar su identificación muy rápidamente. Puesto que los guepardos son los únicos animales que pueden correr a 110 km/h, si ves a un animal corriendo a esa velocidad, sabes que…¡ES UN GUEPARDO!

Pero los guepardos <u>no siempre están corriendo</u>. De hecho, sólo son capaces de mantener esa velocidad punta por un tiempo limitado, después del cual necesitan un largo período de descanso.

Sin embargo, no es difícil identificarlos cuando no corren gracias al resto de sus características. El guepardo es dorado con manchas negras, como el leopardo, aunque posee unas marcas únicas en su rostro que salen de sus ojos hacia abajo (marcas de lágrima). Su cabeza es pequeña, su cuerpo flaco, sus patas anormalmente largas. Posee características muy críticas para ser un corredor. Es el único miembro de la familia felina que carece de garras retráctiles. El resto de felinos cuidan y afilan sus garras retráctiles para mantenerlas en buen estado, como si fueran cuchillas envueltas en una vaina.

En cambio, las garras del guepardo no están diseñadas para cortar, sino para procurarse tracción y darse impulso. Es un animal biológicamente diseñado para correr.

Su principal alimento es el antílope, un corredor prodigioso. El antílope no es grande ni pesado, así que el guepardo no necesita ni fuerza ni corpulencia para atraparlo, sólo velocidad. Lo atrapa en carrera sometiéndolo hacia abajo. Además de ser práctico, el diseño natural del guepardo le proporciona una energía interna muy poderosa. <u>El guepardo necesita correr.

A pesar de su diseño, además se necesitan ciertas condiciones para que el guepardo alcance su famosa velocidad punta de 110 km/h. Tiene que estar bien desarrollado, en buenas condiciones de salud, en buena forma y bien descansado. Por supuesto, el guepardo debe tener muchísimo espacio para correr.

Por supuesto, estará más y mejor motivado para correr cuando esté hambriento y haya antílopes que cazar.

¿Seguirá siendo un Guepardo?

Si un guepardo está encerrado en una celda de 10×12 pies, aunque le veamos arrojarse plácidamente contra los barrotes, se encontrará inmerso en una frustración sin fin y no podrá correr a 110 km/h.

Si un guepardo solo tiene que correr a 20 km/h para perseguir conejos para comer, no correrá 110 km/h. Si lo hiciera, adelantaría a su presa como un rayo y ¡seguiría hambriento! Por mucho que debiera correr para mantenerse en forma y desarrollar sus potencialidades innatas, si solo se le facilitan conejos, el guepardo solo correrá lo suficiente como para cazar conejos. ¿Seguirá siendo un Guepardo?

Si el guepardo es alimentado con comida en un zoo, no correrá para nada ¿Seguirá siendo un Guepardo?

Si el guepardo está enfermo o tiene sus patas rotas, no correrá nunca más. ¿Seguirá siendo un Guepardo?

Si un guepardo solo tiene seis semanas de edad, todavía no podrá correr a 110 km/h. Pero entonces, ¿SEGUIRÁ SIENDO GUEPARDO AUNQUE SOLO SEA EN POTENCIA?

Un sistema educativo que define el talento o el potencial en términos de comportamiento, logros y rendimiento verá comprometida su capacidad para reconocer a sus alumnos altamente dotados, así como su capacidad de ofrecerles lo que necesitan, del mismo modo que un zoológico no podrá reconocer y cuidar a sus guepardos si sólo intentan identificarlos por la velocidad (en el zoológico el guepardo, obviamente, no puede demostrarla). Cuando un guepardo corre a 110 km/h no es que se muestre como un guepardo “especial”. Lo que hace es algo que ningún otro felino es capaz de hacer, pero sí lo que haría cualquier otro guepardo-

Respecto a los leones, los tigres y los leopardos (como para cualquiera de los grandes felinos), las cualidades biológicas del guepardo podrían incluso ser calificadas de “deformidades”. En vez de parecer el felino perfecto, el mejor de los felinos, se asemeja más a un gato cualquiera. Carece de envergadura suficiente para echar abajo una bestia, carece de garras retráctiles para atemorizar a una presa grande. Pero dada su tendencia a la actividad, si lo comparamos con los gatos normales, a los que les encanta dormitar al sol, el guepardo bien podría ser etiquetado de hiperactivo.

Como los guepardos, los niños altamente dotados pueden ser fácilmente identificados. Si un niño aprende por sí mismo sobre los astros a los cinco años, lee a los seis años como un niño de dos cursos por encima y hace cálculos precozmente, podemos suponer con bastante seguridad que se trata de un niño altamente dotado.

Aunque la gente pueda ver esas actividades como un logro del niño, no se trata realmente de un logro como tal, sino de algo que el niño hace con normalidad de acuerdo a su propio diseño biológico y su capacidad mental innata. Este niño ha recibido <u>espacio para correr y algo por lo que correr. Se encuentra bien, saludable, y no tiene sus capacidades “mermadas” o “lisiadas”. No se requiere un gran conocimiento sobre las características de los niños altamente dotados para reconocerlo a este tipo de niños como tal.

Cuando el aula es una jaula

Sin embargo, las escuelas son, para los niños más capaces, como los zoológicos para los guepardos. Muchas escuelas ofrecen «jaulas de 10x12pies», sin espacio suficiente para que esas mentes «más rápidas» puedan alcanzar su «velocidad» punta. Muchos niños con altas capacidades están sentados en clase igual que los grandes felinos lo hacen en sus jaulas del zoo, con ojos de aburrimiento y en silencio. Algunos de estos niños, incapaces de soportar su instinto interior incluso cuando no se les permite ejercitarlo, gruñen y arremeten contra sus cuidadores o se lanzan contra los barrotes hasta hacerse daño a sí mismos.

Incluso las escuelas abiertas y de enriquecimiento son como un medio ambiente artificial semejante al que encuentra el guepardo en zoológicos abiertos, que le permiten correr de forma moderada, pero no tanto como necesita un guepardo en crecimiento, para desarrollar la musculatura y la estamina que requiere para ser un veloz corredor que pueda alcanzar los 110km/h. Los niños enjaulados o encerrados, da igual lo brillantes que sean, no pueden mostrarse como niños altamente capacitados. Les impiden ejercitar sus mentes durante demasiado tiempo, estos niños no podrán nunca ser capaces de alcanzar el nivel de funcionamiento mental para el cual están dotados.

Un zoológico, por mucho espacio que proporcione a sus guepardos, no les permite alimentarse con antílopes, no les permite correr para cazar ni tampoco les concede sentirse hambrientos. De forma similar, las escuelas proveen muy pocas ocasiones para el desarrollo de las mentes extraordinarias.

Incluso cuando se les facilite un programa de enriquecimiento, su equivalencia intelectual para estos niños es como si al guepardo le concedieran en el zoo cazar conejos a 20km/h (…) Sin un programa educativo especial, lo que hacen las escuelas con estos niños es darles el equivalente académico al alimento del zoo, comida que no requiere ningún esfuerzo para ser conseguida. Algunos niños con altas capacidades rehúsan formar parte de esos programas de enriquecimiento por considerarlos «comida muerta y carente de interés».

Para desarrollar no solo la habilidad física sino además las estrategias para atrapar antílopes en el medio salvaje, un guepardo necesita antílopes a los que poder perseguir, espacio para perseguirlos y un modelo de guepardo del que poder aprender cómo se hace. Sin instrucción y práctica, los guepardos son incapaces de poder aprender destrezas esenciales de supervivencia.

Un reciente documental de naturaleza sobre guepardos en un país de leones mostraba una curiosa realidad salvaje. Los leones matan cachorros de guepardo. No lo hacen para comérselos, los matan sin más. Los leones llegan a trabajar muy duro para encontrarlos y matarlos (a pesar de que los guepardos no supongan para ellos ninguna amenaza a su supervivencia). ¿Se debe esto a la maldad? ¿Es puro recreo? Nadie lo sabe. Sólo se sabe que los leones lo hacen. Las madres guepardo tienen que ocultar sus guaridas y realizar enormes esfuerzos para proteger a sus crías, yendo y viniendo hacia la guarida exponiéndose a la desprotección, en medio de la noche o cuando los leones están alejados. Muchos niños con alta capacidad y sus familias a menudo se sienten como guepardos en un territorio de leones.

En algunas escuelas, a los alumnos brillantes les hacen hacer cosas para las que no fueron diseñados para hacer (del mismo modo que si al guepardo le obligas a estar atento para cazar una bestia salvaje sirviéndose solo de sus garras….. a fin de cuentas, los leones pueden hacerlo!!), mientras que los atributos que sí son un aspecto natural de su inusual capacidad mental intensidad, pasión, alta energía, independencia, razonamiento moral, curiosidad, humor, intereses inusuales y persistencia en la verdad y el rigor son considerados problemas que han de ser “enderezados o reprimidos”.

Los alumnos brillantes pueden sentirse rodeados de leones que se divierten con ellos y les evitan por sus diferencias, que pueden incluso llegar a partirles las piernas o “drogarlos” para obligarlos a ser lentos de movimientos, mientras que el resto, los leones, pacen tranquilamente. ¿No sería extraño que pudieran intentar escapar, que pudieran disfrazarse de leones sin ser descubiertos, que pudieran intentar luchar?

¿Cómo reconocerlos si no corren, y tampoco tienen sus manchas típicas?

Pero esta metáfora del guepardo, como cualquier otra, se desvanece, no sirve. Los alumnos con altas capacidades no tienen marcas en el cuerpo ni garras no retráctiles a través de las cuales ser identificados cuando no se les permite realizarse. Además, la habilidad del guepardo para alcanzar la velocidad de 110 km/h es una marca tan evidente y única que podría ser fácilmente “registrable”. Los alumnos con altas capacidades son muy diferentes entre sí. No hay una única capacidad que buscar para identificarlos cuando se están desenvolviendo y realizando tal cual son. Más aún, un alumno con altas capacidades puede estar fuera de la definición académica universal de logro y así ser totalmente irreconocible. Esta verdad puede que salve a algunos alumnos de ser matados por los leones traicioneros, pero también les aleja de ser reconocidos por lo que son- alumnos con profundas e innatas diferencias, tan evidentes como las que existen entre los guepardos y otros grandes felinos.

Que no puedan ser identificados al instante no significa que no existan medios para hacerlo. Significa que se necesitan más tiempo y esfuerzo para llevar a cabo su identificación. Los educadores pueden aprender los atributos de una inteligencia fuera de lo normal y cómo observarlos muy de cerca en casos individuales. Los educadores deben aprender a detectar que los niños de altas capacidades pueden hacer cosas que otros niños no pueden hacer, pero también que hay tareas que otros niños sí pueden hacer y los niños de altas capacidades no.

Cada organismo posee unas instrucciones internas para completar su diseño biológico. La misma verdad es aplicable a los niños inusualmente talentosos. De vez en cuando los barrotes de la jaula tienen que ser abiertos, la comida del zoológico, tan barata como es, debe dar paso, al menos alguna vez, a alguna presa que suponga un desafío mental. Pero más allá de ésto, las escuelas deben plantearse que es importante hacer el esfuerzo, que estos niños no sólo tienen las mismas necesidades de protección y cuidado que el resto de niños, sino que tienen tanto derecho como el resto a poder tener sus necesidades satisfechas.

La biodiversidad es un principio fundamental para la vida en nuestro planeta. Permite que la vida se adapte o evolucione. En nuestra cultura, los alumnos con altas capacidades, como los guepardos, se encuentran en peligro. Como los guepardos, están aquí por una razón: llenan un nicho biológico particular en el diseño de la vida. Los zoológicos, con sus limitaciones, son una forma crítica para mantener la supervivencia de los guepardos. Muchos hacen verdaderos esfuerzos, sus mejores esfuerzos, para ofrecer a sus cautivos lo que realmente necesitarían para sobrevivir en el mundo salvaje. Las escuelas pueden hacer lo mismo por sus alumnos con altas capacidades.

Hasta que no nos comprometamos con salvar a esos alumnos, continuaremos perdiéndolos y con ellos los beneficios que sólo ellos con su existencia pueden ofrecer a la especie humana, de la cual ellos son una parte esencial.

TRADUCCIÓN DEL ARTÍCULO ORIGINAL “Is it a cheetah?”, Discurso ofrecido en la Conferencia Hollingworth para las Altas Capacidades (1992), Copyright 1995, Stephanie S. Tolan. Disponible online desde Nov. 2003 en Artículos y Recursos de SENG-Supporting Emotional Needs of Gifted (Apoyo de las Necesidades Emocionales de los Superdotados), http://www.sengifted.org, por Almudena Franco Ayestarán

Autor: Paulina Bánfalvi Kam. La Rebelión del Talento @aacclarebelion @PaulinaBk

Derechos de autor:

Los textos publicados en internet están sujetos a los mismos derechos de autor que las obras impresas. Me encantará que compartas siempre que cites de forma clara y explícita al autor y añadas el enlace a la fuente (tanto si es el texto completo o partes del mismo, incluso si parafraseas el contenido), y lo hagas sin fines comerciales ni lucrativos.

Entradas relacionadas


7 respuestas a “¿Es un guepardo?”

  1. […] It a Cheetah?». Traducido y adaptado en: «¿Es un […]

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cargando…

Algo ha ido mal. Por favor, recarga la página y/o inténtalo de nuevo.

Valora el Artículo

Puntuación: 2.5 de 5.