¿Qué es la capacidad de autofinanciación de una empresa?

Tiempo de lectura: 12 min.

La capacidad de autofinanciación (o CAF) de una empresa es un indicador clave para evaluar sus resultados. La CAF se refiere al excedente de tesorería que resulta de la actividad de una empresa y que le permite financiar su desarrollo. Sin embargo, también puede servir para otros fines y su cálculo se utiliza como herramienta de medición en varias perspectivas importantes. Entonces ¿qué es la capacidad de autofinanciación de una empresa? ¿Cómo se calcula? Y, sobre todo, ¿cómo debe interpretarse y utilizarse?

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Capacidad de autofinanciación (CAF): definición

La capacidad de autofinanciación es un indicador que se centra en la actividad de la empresa: compara los ingresos recibidos con los gastos generados.

Su objetivo es determinar si la empresa ha conseguido generar más dinero del que ha gastado a través de su actividad y, por lo tanto, saber si su modelo de negocio es rentable.

La CAF de una empresa se refiere, en consecuencia, a todos los recursos brutos que le quedan al final de un ejercicio y que puede utilizar. En otras palabras, indica la capacidad de la compañía de convertir las ventas en liquidez, así como de alcanzar una situación de equilibrio y mantenerlo.

Objetivo de la capacidad de autofinanciación

La capacidad de autofinanciación de una empresa es un indicador que compara los cobros y los pagos de tesorería. Por lo tanto, este indicador sirve para varios propósitos:

Evaluar la solidez financiera de la empresa a través de su Capacidad de autofinanciación

Cuando una empresa tiene una CAF positiva, significa que consigue ganar más dinero del que gasta y, por tanto, genera un excedente de tesorería que podrá volver a utilizar más adelante. En otras palabras, la CAF permite saber concretamente si la actividad de la empresa le permite ganar dinero y, por tanto, si su modelo económico es sólido.

Cuanto más rentable sea una empresa, mayor será su capacidad de autofinanciación.

Financiación de las inversiones de la empresa a través de su CAF

El cálculo de la CAF permite que la empresa estime su capacidad de inversión y sus posibles necesidades de préstamos. Si la capacidad de autofinanciación es positiva, la empresa podrá prever las inversiones necesarias para su desarrollo sin depender de financiaciones externas.

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Reembolsar los préstamos con la capacidad de autofinanciación de la empresa

Si la empresa quiere solicitar un préstamo, la capacidad de autofinanciación será un indicador fundamental. En efecto, la capacidad de autofinanciación de una empresa determina su capacidad de pago. Por lo tanto, antes de contraer una deuda, es fundamental que una empresa evalúe su CAF, de lo contrario, se arriesga a no poder reembolsarla.

Evaluar el importe de los dividendos a pagar a los socios utilizando la CAF

Es preciso distinguir entre capacidad de autofinanciación (CAF) y autofinanciación (AF). La AF representa lo que queda de la CAF, una vez que se han pagado los dividendos distribuidos a los accionistas. Por lo tanto, la AF representa las sumas "reales" que la empresa puede utilizar para invertir o reembolsar sus préstamos.

Los socios e inversores pueden tener un peso importante a la hora de decidir el importe de los dividendos que se distribuyen cada año. Por lo tanto, hay que prestar especial atención a esta información: cuanto más altos sean los dividendos pagados, menor será la autofinanciación real de la empresa.

¿Por qué calcular la capacidad de autofinanciación (CAF)?

La CAF de una empresa le permite anticipar sus necesidades y acciones futuras como aportaciones, préstamos, desarrollos, etc. Estas decisiones pueden tener graves consecuencias si se toman sin conocer la capacidad real de autofinanciación de la empresa.

Un cálculo erróneo o una visión fragmentada de la CAF puede llevar a una empresa a, por ejemplo:

  • solicitar un préstamo que no podrá reembolsar si ha sobrestimado su CAF;
  • o bien, a perder una oportunidad de inversión o desarrollo si ha subestimado su CAF.

Por esta razón, el cálculo de la CAF es muy importante para los directivos de una empresa: proporciona una imagen completa de cuánto puede pagar la empresa a sus accionistas en dividendos, cuánto puede reinvertir en su desarrollo y cuánto puede utilizar para solicitar un préstamo.

Cálculo de la capacidad de autofinanciación (CAF)

En términos sencillos, la fórmula para calcular la CAF es la siguiente: CAF = Flujo de caja - dividendos

ES CAF Formula

Donde flujo de caja está compuesto por la sumatoria del beneficio neto, amortizaciones y provisiones.

En concreto, existen dos formas básicas de calcular la capacidad de autofinanciación de una empresa para llegar al mismo resultado.

Calcular la capacidad de autofinanciación de las operaciones (CAF) a partir del resultado neto

Capacidad de autofinanciación (CAF) = Resultado neto - ingresos calculados e ingresos de cesiones + cargas calculadas y valores contables de los elementos de activos cedidos

Esta fórmula, conocida como método aditivo, es la más rápida y la más utilizada. Parte del resultado neto contable.

En la práctica:

Capacidad de autofinanciación (CAF) = Resultado neto

  • otros ingresos no cobrables (recuperaciones de explotación, financieras y excepcionales)
  • ingresos por la cesión de elementos de activo
  • la cuota de las subvenciones de inversión transferida al resultado del ejercicio
  • otros gastos no desembolsables (dotaciones de explotación, financieras y excepcionales)
  • el valor neto contable de los elementos de activos cedidos

Calcular la capacidad de autofinanciación del Excedente Bruto de Explotación

Capacidad de autofinanciación (CAF) = EBE - otras cargas (correspondientes a desembolsos, excepto las cargas calculadas (dotaciones) y los valores contables de los inmovilizados cedidos) + otros ingresos (correspondientes a los cobros, excepto los ingresos calculados y los ingresos por la cesión de inmovilizados

Esta fórmula, que se conoce como método sustractivo, parte del EBE. El EBE (Excedente Bruto de Explotación) indica los recursos de explotación de la empresa en un período determinado, después de pagar los gastos de personal y antes de las dotaciones para amortizaciones.

En la práctica:

Capacidad de autofinanciación (CAF) = EBE - otros gastos de explotación (excepto las dotaciones) - gastos financieros - gastos extraordinarios (excepto las dotaciones y los costes del inmovilizado cedido) - participación de los empleados - impuesto sobre los beneficios (ISB) + otros ingresos de explotación (excepto las recuperaciones) + ingresos financieros (excepto las recuperaciones) + ingresos extraordinarios (excepto las recuperaciones y las cesiones de inmovilizado) + transferencias de cargas +/- Resultados de operaciones en común

Calcular la capacidad de autofinanciación neta de la empresa

Tal cual, el cálculo de la CAF no incluye el posible reembolso del capital de un préstamo para el período en cuestión. Por lo tanto, puede ser adecuado calcular la "CAF neta", que corresponde a la capacidad de autofinanciación después de pagar el capital del préstamo.

En consecuencia, la fórmula de la CAF neta es: Capacidad de autofinanciación neta = CAF - reembolso del capital del préstamo en el período en cuestión

Ratios relacionados con la capacidad de autofinanciación (CAF)

A menudo, la CAF se utiliza como indicador para los bancos, directivos e inversores. Es por ello que se calculan regularmente ratios que comparan la CAF con otros datos.

El ratio deudas financieras/CAF

Para los bancos, la capacidad de autofinanciación de una empresa es interesante porque les permite calcular las modalidades de reembolso de una deuda contraída por la empresa. El ratio utilizado es deudas financieras/CAF.

Por ejemplo, una empresa con deudas de 100.000 € y una CAF de 20.000 € (en un ejercicio) se evaluará con un ratio de 100.000 / 20.000 = 5. Con su actual capacidad de autofinanciación, esta empresa podrá pagar su deuda en un mínimo de 5 años.

La relación CAF/volumen de negocios

En el caso de las empresas, la comparación de la CAF con las ventas muestra qué parte de los recursos internos utiliza la empresa para financiarse.

Si una empresa hace este cálculo y obtiene el 10%, significa que por 100.000€ de volumen de negocio efectuado, se habrán utilizado 10.000€ (el 10%) de recursos internos para financiar las inversiones de la empresa en su desarrollo.

Diferencia entre la capacidad de autofinanciación y flujo de caja

La CAF se diferencia del flujo de caja porque no tiene en cuenta las entradas y salidas de caja del período. De este modo, una empresa puede obtener resultados completamente diferentes según busque calcular su flujo de caja, o cash flow, o su CAF.

Tomemos el ejemplo de una empresa cuyo volumen de negocios es de 100.000 € al mes y que paga 55.000 euros en concepto de cargas. Su volumen de negocios es de 45.000 € en cobros pendientes y ha contraído 20.000 € en deudas con proveedores. En este ejemplo, solo el flujo de caja tendrá en cuenta los cobros pendientes y solo la CAF tendrá en cuenta las deudas con proveedores. De esta manera: el flujo de caja inmediato de la empresa será de 0 €: 100.000 - 55.000 - 45.000 €, la CAF de la empresa será de 25.000 €: 100.000 - 55.000 - 20.000

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Diferencia entre capacidad de autofinanciación y resultados de la empresa

Principalmente, el resultado de la empresa es un parámetro fiscal. Para su cálculo se tienen en cuenta las salidas deducibles, que no son necesariamente flujos financieros probados (por ejemplo, la dotación de amortización). Además, no tiene en cuenta otros flujos financieros, que son reales, como el reembolso del capital de un préstamo. Al contrario, la CAF muestra la riqueza creada por la empresa, es decir, su rentabilidad real.

Diferencia entre la capacidad de autofinanciación y el margen bruto de autofinanciación (MBA)

El margen bruto de autofinanciación (o MBA) es un indicador muy semejante a la capacidad de autofinanciación (CAF). La diferencia entre estos dos términos es que el MBA incluye en su cálculo los beneficios y las pérdidas en las cesiones de inmovilizados, que son flujos monetarios reales, pero que siguen siendo excepcionales. Dependiendo del análisis que se desee, el MBA puede ser un indicador más apropiado que la CAF.

Interpretación de la capacidad de autofinanciación (CAF)

Por lo tanto, calcular la capacidad de autofinanciación (CAF) de una empresa permite determinar el importe de tesorería potencial que genera la empresa en el marco de su actividad. Tras este cálculo, son posibles dos casos:

  • sea la CAF de la empresa es positiva
  • sea es negativa

Capacidad de autofinanciación positiva

Si la capacidad de autofinanciación de una empresa es superior a 0, esto indica que la empresa es capaz de obtener beneficios de explotación y que puede convertirlos en tesorería, inversiones o dividendos. En resumen, tener una CAF positiva:

  • ayuda a la independencia de la empresa
  • asegura su capacidad de financiación
  • permite a la empresa recurrir menos a la financiación externa

Capacidad de autofinanciación negativa

Si la capacidad de autofinanciación de una empresa es inferior a 0, esto indica que la empresa no está generando suficientes recursos para cubrir su ciclo operativo. Una CAF negativa suele implicar financiación externa (préstamos, aportaciones de capital…).

Una CAF negativa no es necesariamente un indicador negativo para la empresa. Las empresas de nueva creación, por ejemplo, suelen tener una CAF negativa al principio. Sin embargo, si esta situación se prolonga o no evoluciona cuando la empresa ha alcanzado su ritmo normal de actividad, la situación será más inquietante.

¿Cuál debe ser tu nivel de capacidad de autofinanciación (CAF)?

CAF mínima desde el punto de vista de los bancos

Lo hemos mencionado anteriormente: los bancos utilizan la capacidad de autofinanciación de una empresa para determinar su capacidad de reembolso en caso de solicitar un préstamo: es la relación deudas financieras/CAF. En general, los bancos de prefieren que esta relación no sea superior a 2, o incluso 3, con el fin de elaborar préstamos más cortos.

CAF mínima para las empresas

La CAF mínima de una empresa varía en función de su estructura, su estrategia y su contexto (etapa inicial, etc.). Sin embargo, en general, se considera que la CAF mínima generada por la empresa debe ser al menos:

  • constituir el 5 % de su volumen de negocios si la empresa está sujeta al impuesto sobre sociedades
  • constituir el 15 % de su volumen de negocios si la empresa está sujeta al impuesto sobre la renta

¿Cómo puedes mejorar tu capacidad de autofinanciación (CAF)?

Existen dos medios principales para mejorar la capacidad de autofinanciación:

  • aumentar el volumen de negocios de la empresa
  • reducir los gastos de la empresa

Mejorar la CAF mediante el aumento del volumen de negocios (VN)

Un aumento del VN suele conllevar un aumento de los recursos disponibles y, en consecuencia, un aumento de la CAF. Hay múltiples maneras de aumentar el volumen de negocios de una empresa:

  • lanzamiento de un nuevo producto con mejor rentabilidad
  • aumento del volumen de ventas
  • aumento de la cesta media
  • adquisición de nuevos clientes
  • fidelización de los clientes existentes;
  • aumento del precio de venta de los productos de la empresa (procurando que este aumento no reduzca el volumen de ventas)…

Desde luego, estas soluciones deben considerarse en función del contexto, los medios y la estrategia de cada empresa. Lanzar un nuevo producto sin evaluar su pertinencia en el mercado (mix comercial) puede llevar al fracaso comercial, lo que puede reducir en lugar de aumentar la CAF de la empresa.

Mejorar la CAF reduciendo los gastos fijos y variables

Otra opción: una reducción de los gastos conlleva automáticamente un aumento de la CAF. Se recomienda empezar por reducir los gastos fijos y variables para no reducir los gastos de funcionamiento de la empresa, lo que podría conducir a un descenso de la calidad.

Para reducir sus gastos fijos y variables, una empresa puede principalmente:

  • comprar materias primas más baratas pero de buena calidad
  • reorganizar su personal
  • cambiar de local

La CAF es un indicador muy útil para evaluar la relevancia del modelo de negocio de una empresa. Los bancos y los inversores utilizan a menudo dicho indicador y actuar para tener una capacidad de autofinanciación positiva, a menudo, es fundamental para las empresas. No obstante, también pueden considerarse otros indicadores para analizar la sostenibilidad de una empresa en función del contexto, como el excedente bruto de explotación (EBE) o el margen bruto de autofinanciación (MBA). Por lo tanto, es esencial saber lo que se quiere analizar y elegir los indicadores adecuados para tomar las decisiones pertinentes.

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