Fibrinógeno alto

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Nuestro organismo es como una máquina formada por miles de piezas y engranajes que deben funcionar perfectamente. Si alguno falta, se produce un error general. Esas piezas, en nuestro cuerpo real, serían las proteínas que necesitamos para mantener la homeostasis. Una de ellas es el fibrinógeno, proteína poco conocida pero de indispensable valor para nuestro organismo. 

Hoy explicaremos qué es exactamente y qué puede causar tener el fibrinógeno alto, además de sus consecuencias y si existe tratamiento para este problema.

¿Qué es el fibrinógeno?

El fibrinógeno es una proteína que regula la coagulación de la sangre, un proceso corporal normal y fundamental si sufrimos algún corte en la piel. Se encarga de detener el sangrado y participa en el proceso de hemostasia del cuerpo. Sin embargo, un nivel de fibrinógeno alto en sangre puede causar trastornos de coagulación que pueden derivar en enfermedades graves.

Esta proteína se sintetiza en el hígado y se transporta hasta el plasma sanguíneo para cumplir con su misión. Intervienen también en la coagulación otras proteínas, como la protrombina, el calcio, el factor tisular, etc. Durante la hemostasia la trombina convierte al fibrinógeno en fibrina, capaz de crear una ‘pared’ y ‘tapar’ la herida para que no sangre. Después, las plaquetas también se suman y producen un coágulo que, finalmente, tapona la herida.

El fibrinógeno también puede pasar por el proceso opuesto: la fibrinólisis, en la que la fibrina activa la plasman para degradar los coágulos. Acto seguido, el fibrinógeno la inhibe. Es la forma que tiene el cuerpo de asegurar que los coágulos se descompongan cuando ya no se necesiten y no se formen innecesariamente.

Si un médico solicita una prueba de los niveles de fibrinógeno en sangre, la causa suele ser conocer cómo funciona el proceso de coagulación en un paciente. La prueba en sí es muy sencilla: se necesita una muestra de sangre desde la vena, preferiblemente extraída del paciente en ayuno de hasta 12 horas. Es posible que, si la persona está tomando algún medicamento, el médico recomiende suspender su ingesta (sobre todo si son anticoagulantes).

Para obtener resultados, a la muestra recogida se le debe añadir una cantidad estándar de trombina para medir el tiempo que tarda en coagular y formarse fibrina. Con esta prueba se puede saber la cantidad de fibrinógeno en sangre. Cuanto más tarde en formarse el coágulo, menos fibrinógeno en sangre habrá. Veamos cuáles son los valores normales:

De 200 a 400 mg/dl en adultos.

De 160 a 400 mg/dl en niños menores de 5 años.

De 80-90 hasta 375-385 mg/dl en bebés de menos de 1 año.

 

Si los resultados obtenidos no están dentro de este rango, se pueden considerar altos o bajos, cada uno de ellos con distintos rangos. Los altos son los siguientes:

  • 400 – 600 mg/dl (poco alto). Como puede ser algo puntual, seguramente se volverá a realizar un análisis para ver si los valores son estables. 

 

  • 600 – 700 mg (moderadamente alto). La preocupación aumenta, ya que si la tensión también está elevada, aumenta el riesgo de sufrir un posible accidente cardiovascular.

 

  • Más de 700 mg/dl (excesivamente alto). Las probabilidades de que se formen coágulos que dañen el corazón o el cerebro son muy altas.

 

Respecto a los niveles bajos, existen 3 tipos de deficiencia:

  • Afibrinogenemia. Es la ausencia completa de fibrinógeno en sangre. Es extremadamente inusual y, aunque no tiene porqué causar sangrado, es muy grave sufrirla.

 

  • Hipofibrinogenemia. Son niveles bajos de la proteína (menos de 200 mg/dl). Puede deberse a una hemorragia leve.

 

  • Disfibrinogenemia. Aunque los niveles de la proteína son normales, el fibrinógeno no funciona de forma normal. Debe estudiarse si este mal funcionamiento es congénito o adquirido, y puede causar trombosis o sangrados.

 

¿Por qué se altera el valor del fibrinógeno?

Como hemos comentado, el fibrinógeno se puede alterar de forma temporal y volver a su valor normal solo. Estos casos pueden estar relacionados con el embarazo, la menstruación, las hemorragias, una transfusión de sangre o reacciones a medicamentos. Algunos de los que pueden alteran los niveles de esta proteína pueden ser:

  • Anticonceptivos orales.
  • Estrógenos.
  • Esteroides.
  • Antituberculosos.
  • Antiandrógenos.
  • Aspirina.
  • Warfarina.
  • Medicamentos para disminuir el colesterol.

 

Si se observa un nivel bajo de fibrinógeno, además de por los factores que hemos comentado, también puede deberse al consumo de tabaco o a afecciones (hereditarias o no) como:

  • Tumores.
  • Desnutrición severa.
  • Síndrome nefrótico.
  • Trastornos inflamatorios (artritis reumatoide).
  • Enfermedad hepática en etapa terminal.

 

Causas del fibrinógeno alto

El médico puede pedir una prueba de fibrinógeno en sangre si ve en el paciente situaciones de sangrado o coagulación anormales, es decir, sangrados difíciles de contener que aparecen junto a hematomas y trastornos menstruales evidentes. Si hablamos del fibrinógeno alto, existen varias causas que lo pueden producir :

Estrés

Después de realizar cualquier misión o tarea que requiera mucho estrés, los niveles de fibrinógeno aumentan inmediatamente. Además, si un paciente tiene niveles elevados de cortisol, también, presentará niveles elevados de fibrinógeno. Esta relación puede deberse al aumento de la cantidad de los genes del fibrinógeno por la IL-6, una citocina que promueve la inflamación.

Embarazo

Se puede observar un nivel elevado de fibrinógeno en mujeres embarazadas, algo completamente normal y con un fin: evitar hemorragias excesivas al dar a luz. Durante el embarazo, los niveles de esta proteína pueden aumentar hasta 3 veces su rango normal. Después de unas 4-6 semanas del parto, los valores vuelven a la normalidad.

Tabaco

Tanto fumadores como y ex-fumadores tienen niveles de fibrinógeno más altos que las personas no fumadoras (un 53% y hasta un 11% más de fibrinógeno, respectivamente). Sin duda, fumar aumenta la cantidad de fibrinógeno en sangre, y sus valores normales no vuelven a recuperarse hasta 15 años después de haber dejado de fumar. Especial cuidado deben tener las personas fumadores con diabetes y/o colesterol alto, ya que la cantidad de fibrinógeno es incluso más elevada.

Píldoras anticonceptivas

Los anticonceptivos orales aumentan los niveles de fibrinógeno, sobre todo los que tienen una alta concentración de estrógenos. Estos pueden aumentar el fibrinógeno porque aumentan la expresión del gen FGG y, por lo tanto, la producción de la proteína.

Una terapia hormonal sustitutiva puede ayudar a reducir los niveles de la proteína en  mujeres postmenopáusicas, pero con resultados poco llamativos.

Mutaciones genéticas

Los genes son la causa del 34 al 46% de la variación de los niveles de fibrinógeno en las personas. Un trastorno que puede causar fibrinógeno alto es la homocistinuria. Hace que aumenten los niveles sanguíneos del aminoácido homocisteína. Este puede inhibir la descomposición del fibrinógeno, generando niveles elevados.

Edad

La edad puede ser una causa de un nivel elevado de fibrinógeno, ya que las concentraciones en personas mayores suelen aumentar alrededor de 0,1 – 0,2 g/l cada 10 años.

Temperaturas frías

Aunque pueda parecer extraño, las bajas temperaturas favorecen el aumento de los niveles de esta proteína. Durante los meses más fríos del año, por tanto, suele subir su concentración. Hay que controlar los valores ese tiempo para observar que no sean exagerados.

Dieta

El consumo de hierro (de la carne) y los alimentos con alto índice glucémico en la dieta, asociados también con las enfermedades cardíacas, pueden causar un aumento de fibrinógeno, además de con bajas concentraciones sanguíneas de minerales y vitaminas. Si seguimos una dieta rica en colesterol y ácidos grasos también estamos haciendo que nuestros niveles de fibrinógeno aumenten.

Aunque ya lo sabemos, si padecemos de fibrinógeno alto, es indispensable fomentar una dieta en la que la fruta y la verdura sean las protagonistas.

Obesidad

Las personas con sobrepeso suelen tener un fibrinógeno elevado. Sin embargo, no se ha demostrado ninguna relación causal. La grasa corporal y la inflamación crónica determinan parcialmente los niveles de fibrinógeno, por lo que, mientras se lleve una dieta sana y equilibrada se pueden combatir los niveles irregulares de fibrinógeno.

 

¿Cómo se pueden disminuir los niveles de fibrinógeno alto?

Un valor de fibrinógeno en sangre alterado siempre debe estar vigilado. El médico debe saber en todo momento los niveles y el estado del paciente, además de si ha desarrollado algún nuevo síntoma. Si hay heridas que tardan en cerrarse porque los niveles son bajos, las posibilidades de infección aumentan.

Por otro lado, si se observa una coagulación excesiva, incluso cuando no hace falta, hay probabilidades de problemas cardiovasculares. Si se llegan a formar trombos, estos pueden ocasionar en el paciente infartos o embolias.

Si la concentración de fibrinógeno está a unos niveles que requieren hospitalización, es potestad del médico elegir el tratamiento más adecuado dadas las características del paciente (sexo, edad, estado físico) para ayudar a que los niveles de la proteína vuelvan a su estado normal. Puede utilizar antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes.

Si quieres prevenir tanto un aumento como un descenso de fibrinógeno en sangre, puedes seguir estos consejos:

  • Mantener un estilo de vida sano, incluyendo una dieta equilibrada y ejercicio moderado y adecuado a cada persona.
  • Intentar realizar actividades placenteras, que reduzcan el estrés. 
  • Prevenir cualquier tipo de afección cardiovascular.
  • Dejar de fumar (si se fuma).
  • Reducir o eliminar de la dieta el consumo de alcohol.

Si necesitas un análisis para saber tus niveles de fibrinógeno en sangre, en Ambar Lab podemos ayudarte: nuestro laboratorio clínico es un apoyo al mantenimiento de la salud pública. A través de nuestro trabajo se puede llegar a confirmar o no un diagnóstico. Los técnicos y profesionales de Ambar Lab analizan muestras biológicas para estudiarlas con el fin de estudiar, prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Puedes consultar si ofrecemos la prueba que buscas en nuestro catálogo o, si tienes alguna duda en específico, puedes ponerte en contacto con nosotros.

 

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