¿Os imagináis ‘La transición española: El peliculón’?

Debo admitir que, en ocasiones, voy más perdido en historia sobre España que en historia sobre Estados Unidos. Al final si uno consume inevitablemente producto audiovisual constantemente de procedencia americana, acaba por saber quién es George Washington, qué sucedió en la Guerra de la Independencia o dónde mataron a Abraham Lincoln. Una pena que la historia de España en el cine se haya encasillado tanto en la Guerra Civil, y más triste aun que se siga debatiendo qué fue verdad y que no lo fue, pero vamos con lo que nos atañe:

¿George Washington (Channing Tatum) con moto sierras? ¿Benedict Arnold (Andy Samberg) es un hombre lobo? ¿Qué hace Samuel Adams (Jason Mantzoukas) con un barril de cerveza en un campus universitario? Todo esto y mucho mas es: “Estados Unidos: el peliculón”, donde se nos contara de una forma un tanto distinta, los acontecimientos históricos relacionados con la guerra por la independencia del país de las barras y estrellas y su fundación.

A veces las mejores ideas surgen de las chorradas más grandes, y esto es lo que es: un autentica gilipollez tras otra, donde se nos narran momentos clave de la historia americana pero con un matiz anacrónico, satírico e irreverente de los personajes que lograron la independencia. La idea es dejarte llevar como quien se cuela en una comunión y finge conocer al chaval, es simplemente un viaje alocado y absurdo donde los chistes referenciales a la cultura pop están a la orden del día y donde de vez en cuando, se mete de forma menos sutil alguna critica muy acertada al pueblo americano. Con una animación bastante pulida y fluida, siendo por el estilo de dibujo casi una cinta clásica Disney, hasta que ves a Martha Washington (Judy Greer) con un escote enorme y ya no lo es tanto y con unas escenas de acción que no tienen nada que envidiar a una cinta de acción actual.

Quizás su mayor defecto es que esta muy hecho para quien conozca a todos los implicados en ese periodo histórico y a veces es fácil perderse o complicado pillar las coñas. La cantidad de personajes que van apareciendo a veces es abrumadora y cuesta pillar quien fue Gerónimo (Raoul Max Trujillo) o Blacksmith (Killer Mike) y la película tampoco se molesta en ponerte en contexto. Por otro lado, es verdad que el nivel de gags a veces es flojo, quedándose atascada en algún que otro chiste y siendo en ocasiones excesivamente burra, lo que puede sacar a más de uno.

Un servidor no puede mas que rezarle a Netflix para que haga franquicia y tengamos la versión española de este producto: con un Francisco Franco resucitado con horrocruxes escondidos en distintos pantanos, una cruz del Valle de los Caídos que es un Transformer gigante y un 23F con francotiradores y agentes encubiertos. Decidme que no estáis abriendo ya un change.org por Dios bendito.

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