Pingüino de Magallanes/Magellanic Penguin/Spheniscus magellanicus

Foto: Nick Athanas

Nombre en español: Pingüino de Magallanes

Nombre en inglés: Magellanic Penguin

Nombre científico: Spheniscus magellanicus

Familia: Spheniscidae

Categorías: Errática / Amenazada / Casi Amenazada NT

Canto: Gabriel Leite

El pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), denominado también pingüino patagónico, es una especie de ave de la familia de los pingüinos (Spheniscidae), que nidifica en las islas Malvinas y en las costas e islas de la Patagonia de la Argentina y Chile, migrando hacia el norte en el invierno, alcanzando las aguas del Uruguay y el sudeste del Brasil con temperaturas más templadas, siendo una especie vagante en Australia, el Perú, Colombia​, y otras islas del Atlántico Sur.5​ Es el más numeroso del género Spheniscus. Las otras especies de este género son el pingüino de El Cabo, el pingüino de Humboldt y el pingüino de Galápagos.

Esta especie cuenta con muy pocos registros en el país y ha sido observada en la isla Gorgona. Actualmente se encuentra en estado de Casi Amenazada. Su nombre Spheniscus es un diminutivo del término griego sphen que hace referencia a sus aletas en forma de cuña. El epíteto magellanicus hace referencia al estrecho de Magallanes. 

Descubrimiento

Aunque los indígenas ya conocían a los pingüinos, fue el 27 de enero de 1520 cuando se produjo posiblemente la primera visión y descripción detallada de los pingüinos por Antonio Pigafetta, tripulante de la expedición de Fernando de Magallanes. Describió a unos «extraños gansos» nadando al costado de su nave. Francisco Balbo, otro miembro de la tripulación, añadió abundante información geográfica como para determinar que se hallaban en las zonas cercanas a Punta Tombo. Esta región de la Patagonia, en la provincia del Chubut, es el habitual refugio de miles de Pingüinos de Magallanes que se reúnen para procrear.

Durante el segundo viaje de James Cook que comenzó en 1772, Johann Reinhold Forster describió en los «Commentarii Götiengensis» (1781) y en las «Philosophical Transactions» (1772), entre diversas especies el Pingüino de Magallanes. Pingüinos en Punta TomboPingüino en Punta TomboPingüino de Magallanes en el Zoo de Berlín

Nombres vulgares

En español se lo conoce también con el nombre de “pingüino del Sur”, “pingüino magallánico”, «pachanca» o «patranca», además del uso de los término genéricos «pingüino», «pájaro bobo» y «pájaro niño».

Características

Apariencia

Los pingüinos de Magallanes son de tamaño medio, con ejemplares de entre 35 y 45 centímetros de altura (3 Kg de peso). La cabeza es negra con una franja blanca que parte del ojo, rodea los oídos y la barbilla, para juntarse en la garganta. Presentan plumaje negro grisáceo en el dorso y blanco en la parte delantera, con dos bandas negras entre cabeza y torso, la inferior en forma de herradura invertida. Estas dos bandas lo distinguen, por ejemplo, del Pingüino de Humboldt, que sólo presenta una.9

Los colores de su plumaje representan una adaptación evolutiva mediante la que el animal puede obtener un mimetismo eficiente en el medio marino, ya que cuando nada sumergido, su dorso oscuro pasa desapercibido para quien observa desde arriba, al confundirse con los tonos oscuros de las profundidades marinas, y -a la inversa – su torso blanco se mezcla con la luminosidad de la superficie para quien observa desde una profundidad mayor.

Conservación del calor

Como otros animales de climas fríos, el pingüino de Magallanes presenta una morfología apta para minimizar la pérdida del calor corporal. Su cuerpo compacto, y la gruesa capa de grasa que lo envuelve más el plumaje muy compacto colaboran para conservarlo. El animal tiene además una glándula uropigia en la base de la cola, que segrega un aceite impermeable con la que lubrica las plumas mediante el pico. Adicionalmente la distribución de los vasos sanguíneos permite una regulación muy precisa del calor, minimizando el gasto energético del cuerpo.

Locomoción

El diseño morfológico del pingüino optimiza la locomoción en el mar, mediante:

Foto: Cesar Chillón
  • Cuerpo de formas hidrodinámicas.
  • Alas cortas y fuertes, inútiles para volar, pero que actúan como aletas propulsoras, permitiéndole alcanzar velocidades de hasta 45 kilómetros por hora.
  • Esternón macizo y fuertes músculos pectorales, que le permiten mantener un ritmo rápido y sostenido de natación y además resistir las zambullidas que frecuentemente efectúa desde alturas considerables.
  • Patas con dedos unidos por membranas interdigitales, fuertemente adaptadas al medio acuático, que actúan como timones para los desplazamientos verticales en el agua.

En contraste, la locomoción terrestre es lenta e incómoda. Cuando deben correr suelen deslizarse de panza ayudándose con las alas para la impulsión.

Visión

La visión del pingüino está también adaptada al medio acuático, por lo que en tierra sus ojos resultan hipermétropes

Alimentación

Los pingüinos de Magallanes se alimentan en el agua, a costa de especies como sardina, pejerrey , anchoíta, calamar, krill y otros crustáceos. El cambio climático y el impacto de la industria pesquera en su hábitat, son dos de sus grandes problemas.​ Beben agua de mar, que filtran mediante sus glándulas excretoras de sal, ubicadas en el ángulo anterior de la cavidad orbitaria. Su funcionamiento es complementario al de los riñones. Esta adaptación es común a otras aves marinas.

Reproducción

Características cuevas de nidada en las costas patagónicas.Nido y huevo.

Anidan en colonias en sitios determinados de la costa, seleccionando a tal fin suelos blandos donde puedan cavar sus nidos, aunque también pueden anidar bajo arbustos u otras protecciones. Los apostaderos son utilizados año tras año, y los animales al llegar eligen y reacondicionan las cuevas pre existentes para la nueva puesta. Si bien prefieren terrenos aptos cercanos al mar, se han encontrado nidos hasta a un kilómetro de la costa.

La llegada de las aves se produce en septiembre, para preparar los nidos y realizar el apareamiento.La puesta se efectúa en el mes de octubre y es usualmente de dos huevos. La gestación dura cuarenta y dos días, durante los que ambos padres se turnan para empollar e ir a alimentarse al mar. Los pichones presentan un plumón uniforme de color gris sucio, y para el mes de febrero ya son prácticamente autosuficientes.

En abril se inicia la migración a los mares brasileños, de donde retornarán a los seis meses para recomenzar el ciclo.

Depredadores y otras causas de muerte

Los depredadores más importantes del Pingüino de Magallanes son la foca leopardo, el petrel gigante y la orca. Huevos y pichones son depredados por varias especies de aves, como la gaviota parda o skúa, la gaviota cocinera, la gaviota austral y la paloma antártica. También animales terrestres como el zorro colorado, el armadillo y el zorrino aprovechan la distracción de los padres para hacerse de huevos o crías indefensas.

Antes de establecerse su carácter de fauna protegida, los pingüinos eran fácil presa para los cazadores de aceite y grasa animal, si bien su tamaño comparativamente reducido lo hacía menos atractivo que otra fauna marina austral igualmente desguarnecida en tierra, tal como los lobos marinos. Igualmente se los sacrificó masivamente hasta bien entrado el Siglo XX, incluso para fines tan poco razonables como servir de combustible en las calderas de los barcos a vapor.

La actividad humana igualmente produce en forma indirecta la muerte anual de muchos pingüinos, ya sea por la pesca excesiva de especies con que se alimenta, y los derrames de petróleo que lo afectan mortalmente junto al resto de la avifauna.

Según algunos estudios científicos, como una obra publicado en Environmental Applications enero de 2019, la proporción de masculinos y femeninas en los pingüinos magallánicos ha sesgado peligrosamente a los varones. Esto significa que los modelos de población diseñados para uso con aves con relaciones de sexo más uniformes pueden subestimar el peligro que enfrenta la población de pingüinos magallánicos. Los investigadores atribuyen esta diferencia a la mayor tasa de mortalidad de los pingüinos hembra juveniles y adultos (pero no de los polluelos). De esto, los científicos concluyen que es importante proteger a los pingüinos en sus sitios de alimentación y no solo en los sitios de anidación.

Principales apostaderos de cría

Vista de un par de pichones en Cabo Guardián.

Las principales colonias se encuentran en la costa de la Patagonia Argentina, bañadas por las aguas del Atlántico Sur. Según cada provincia, ellas son:Santa CruzPuerto Deseado, Parque Nacional Monte León, Cabo Vírgenes, Cabo Guardián y Puerto San Julián,ChubutPunta Tombo, Península Valdés y Cabo Dos Bahías.

La colonia de Punta Tombo es la más investigada de esta especie, concluyendo que la misma era el mayor apostadero continental de cualquier especie de pingüino del mundo, con poblaciones que superan el millón de ejemplares en la primavera austral.

En Chile anidan en algunas islas y caletas de la recortada costa del Pacífico Sur, destacando especialmente la colonia de la isla Magdalena con 60 000 ejemplares, en medio del estrecho de Magallanes.

Conservación

La especie se encuentra protegida en reservas naturales por los estados provinciales de Argentina y en las regiones australes chilenas. En las colonias más importantes, el avistaje turístico es regulado mediante controles de acceso, recorridos sobre andariveles para evitar el deterioro de los nidos, y apoyo y control de guardafaunas.

Diversas instituciones científicas de la Patagonia estudian constantemente el comportamiento y evolución de la especie, y en numerosas ciudades costeras funcionan en forma permanente establecimientos de recuperación de animales «empetrolados».

En Chile

La isla Magdalena vista desde un avión con destino Punta Arenas.

En Chile la colonia de pingüino de Magallanes más grande se encuentra en el Monumento natural Los Pingüinos, ubicado en Isla Magdalena (Magallanes). Esta isla fue declarada en agosto de 1966 Parque Nacional y en 1982 clasificada como Monumento Natural. En ella se alberga la colonia de pingüinos de Magallanes más grande del Chile continental, y una de las mayores reservas en el mundo, alojando a más de 60 000 parejas de pingüinos de Magallanes (más de 150 000 ejemplares adultos y crías). Ubicada en el Estrecho de Magallanes, se accede a ella por vía marítima desde Punta Arenas.

Se está llevando un estudio para la protección de estos animales a cabo en Isla Magdalena (Magallanes) y las Islas Malvinas. En la isla Magdalena, se ha delimitado una zona no apta para la pesca, con el fin de proteger la cacería natural de los pingüinos. Esta zona de protección, junto a otras medidas, ha determinado un crecimiento sostenido de la colonia, a diferencia de las Islas Malvinas, en que la no existencia de este perímetro ha resultado en el deterioro de las colonias de pingüinos.

En Perú

En Perú el pingüino de Magallanes es solo una especie vagante, pues sus aguas se encuentran bastante alejadas de las colonias chilenas más septentrionales. Ha sido detectado en las islas Ballestas, en la Reserva nacional de Paracas, en punta San Juan y en punta Coles. Tal vez los escasos ejemplares que intentan conquistar las costas del sur del Perú sean genéticamente absorbidos al terminar hibridando con ejemplares de la enorme población de su pariente más próximo: el pingüino de Humboldt.

Se encuentra en la costa sur de Suramérica desde el centro de Chile y Argentina hasta Cabo de Hornos e islas Malvinas. En Colombia ha sido registrada en la isla Gorgona.

Foto: Nick Athanas

Magellanic penguin

The Magellanic penguin (Spheniscus magellanicus) is a South American penguin, breeding in coastal Patagonia, including Argentina, Chile and the Falkland Islands, with some migrating to Brazil where they are occasionally seen as far north as Espirito Santo. It is the most numerous of the Spheniscus penguins. Its nearest relatives are the African penguin, the Humboldt penguin, and the Galápagos penguins. The Magellanic penguin was named after Portuguese explorer Ferdinand Magellan, who spotted the birds in 1520. The species is listed as Near Threatened by the IUCN.

Description

Magellanic penguin on Argentina’s coastSwimming underwater at Berlin Zoo, GermanySkeleton of a magellanic penguin

Magellanic penguins are medium-sized penguins which grow to be 61–76 cm (24–30 in) tall and weigh between 2.7 and 6.5 kg (6.0 and 14.3 lb). The males are larger than the females, and the weight of both drops while the parents nurture their young.

Adults have black backs and white abdomens. There are two black bands between the head and the breast, with the lower band shaped in an inverted horseshoe. The head is black with a broad white border that runs from behind the eye, around the black ear-coverts and chin, and joins at the throat. Chicks and younger penguins have grey-blue backs, with a more faded grey-blue colour on their chest. Magellanic penguins can live up to 25 years in the wild, but as much as 30 years in captivity.

Young birds usually have a blotched pattern on their feet, which fades as they grow up into adulthood. By the time these birds reach about ten years of age, their feet usually become all black.

Like other species of penguins, the Magellanic penguin has very rigid wings used to swim under water.

Diet

Magellanic penguins feed in the water, preying on cuttlefish, squid, krill, and other crustaceans, and ingest sea water with their prey. Their salt-excreting gland rids the salt from their bodies. Adult penguins can regularly dive to depths of between 20m to 50m deep in order to forage for prey. During the breeding season males and females have similar foraging and diving patterns as well as diet composition, however bone tissue analysis suggests that diets diverge post-season when limitations imposed by chick rearing are removed.

Magellanic penguins do not experience a severe shortage of food like the Galapagos penguins, because they have a consistent food supply being located on the Atlantic coast of South America. The presence of the large continental shelf in the Atlantic Ocean lets Magellanic penguins forage far from their breeding colony.

Jellyfish including species in the genera Chrysaora and Cyanea were found to be actively sought-out food items, while they previously had been thought to be only accidentally ingested. Similar preferences were found in the Adélie penguin, yellow-eyed penguin and little penguin.

Breeding

File:Copulation of Magellanic Penguins.ogv

A couple of penguins copulating in their nesting site in Punta TomboAdults and chicks by their burrow in Cape Virgenes, Patagonia, Argentina

Magellanic penguins travel in large flocks when hunting for food. In the breeding season, these birds gather in large nesting colonies at the coasts of Argentina, southern Chile, and the Falkland Islands, which have a density of 20 nests per 100 m2. The breeding season begins with the arrival of adult Magellanic penguins at the breeding colonies in September and extends into late February and March when the chicks are mature enough to leave the colonies. One of the largest of these colonies is located at Punta Tombo. Nests are built under bushes or in burrows. Two eggs are laid. Incubation lasts 39–42 days, a task which the parents share in 10- to 15-day shifts. The chicks are cared for by both parents for 29 days and are fed every two to three days. Normally, both are raised through adulthood, though occasionally only one chick is raised. A successful Magellanic is considered to be able to raise 0.7 chicks on average per breeding season.

Magellanic penguins lay eggs in warm places where the temperature remains over 20℃.A chick at Isla Martillo in Tierra del Fuego, Argentina

The male and female penguins take turns hatching, as they forage far away from their nests. The males return from the sea on the day the second egg is laid to take their turn incubating The second eggs are generally larger and with higher temperature than the first egg. The first one is more likely to survive, but under some conditions both chicks may be raised successfully. Male and female Magellanic penguins overlap in the at-sea areas they use whilst foraging, and show only small difference in foraging behaviours during early chick-rearing. 

Magellanic penguins mate with the same partner year after year. The male reclaims his burrow from the previous year and waits to reconnect with his female partner. The females are able to recognize their mates through their call alone.

Physiological responses

Newly hatched chicks that are visited by tourists show a stress response, with elevated levels of corticosterone in their blood. The elevated corticosterone is detrimental to the development of muscle strength, growth, and immune function.

Status in the wild

Magellanic penguins at the Patagonian coast

Millions of these penguins still live on the coasts of Argentina and Chile, but the species is classified as threatened, primarily due to the vulnerability of large breeding colonies to oil spills, which kill 20,000 adults and 22,000 juveniles every year off the coast of Argentina. To help the fight against the oil spills, zoo representatives from all over the world come and adopt the hatchlings, and breed them there. The decline of fish populations is also responsible, as well as predators such as sea lions, giant petrels, and leopard seals which prey on the chicks. The warrah, before it became extinct, also preyed on the penguin.

Climate change has displaced fish populations, so Magellanic penguins must swim an extra 40 km (25 miles) further from the nest for fish. While the penguins are swimming an extra 80 km (50 miles), their mates are sitting on a nest and starving. A colony being tracked by University of Washington professor P. Dee Boersma, about 1,600 km (1,000 miles) south of Buenos Aires, has fallen by more than 20 percent in the past 22 years, leaving 200,000 breeding pairs. Some younger penguins are now moving their breeding colonies north to be closer to fish, but, in some cases, this is putting them on private, unprotected lands. As a result of these changes, some penguins are known to have been lost or confused. At present, 12 of 17 penguin species are experiencing rapid population declines. A recent study of professor Dee Boersma showed that an increase of rainstorms caused by climate change affecting weather patterns has had a large impact in the chicks’ population. The chicks haven’t yet grown waterproof feathers so they are more likely to die of hypothermia when they get wet during big storms.

Increased frequency of extreme events, such as storms, drought, temperature extremes, and wildfires, associated with climate change, increases the reproductive failure in Magellanic penguins.

Conservation

The provincial government of Chubut is committed to the creation of a MPA in order to protect the penguins and other marine species near the largest Magellanic breeding colony. The creation of a MPA would likely improve the breeding success of the colonies as well as increase prey availability, reduce foraging distance, and increase feeding frequency.

The Magellanic Penguin is distributed along coastal areas of southern Argentina and Chile. A medium-sized penguin, it resembles the partly sympatric Humboldt Penguin (Spheniscus humboldti) but has a thick black collar, broader white eyebrow, and a smaller area of pink flesh at the bill base. Birds nest on beaches, sandy hills, on grassy slopes, or even in forest. Away from the nest they are largely pelagic, and generally migrate north from April to August. Among the threats to populations of Magellanic Penguin are hunting, egg collecting, guano mining, oil pollution, and commercial fishing.

Fuentes: Wikipedia/eBird/xeno-canto/WikiAves/Neotropical Birds

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