Cada vez son más los rumores que se escuchan sobre el uso de la gasolina. Algunos son ciertos y pueden ayudarnos a ahorrar combustible o cuidar nuestro vehículo, sin embargo, hay otros que deberíamos desechar ¡En este post te los contamos!
Las leyendas urbanas alimentan falsos mitos sobre la gasolina, su ahorro o sus peligros. A continuación repasamos los 10 tópicos más frecuentes sobre este tipo de combustible, para que puedas distinguir entre cuáles tener en cuenta y cuáles descartar
La gasolina es un combustible y arde. El problema es que es muy volátil, ya que se evapora rápidamente, y su vapor sí puede generar una explosión. Es casi imposible hacer estallar un depósito lleno de gasolina. Pero si está vacío, sí puede explotar. Esto es porque contiene los gases que no pueden salir de él.
Para que un vehículo a gasolina explote, la concentración de gases de la evaporación del combustible tiene que ser enorme. Un depósito de gasolina vacío explota porque contiene los gases que no pueden salir de él, pero estos gases se dispersan rápidamente en espacios abiertos. Si tienes la desgracia de ver un accidente, no tengas miedo de acercarte a socorrer a la gente, siempre con precaución.
Si ves o hueles derrames de combustible, lleva un extintor a mano, intenta desconectar la batería y ten en claro que puede arder y propagarse rápido, pero no explotará.
Si tiras una colilla en una lata de gasolina, lo más probable es que se apague igual que si la echas al agua. La gasolina necesita un foco de ignición relativamente elevado, como una chispa fuerte o una llama viva. Y una colilla escasamente tiene la temperatura necesaria para eso.
Se ha llegado a decir que ciertos vehículos deportivos de alta gama, que traen el depósito de combustible delante del conductor, en un choque frontal pueden rociar de gasolina a los pasajeros y quemarlos entre los hierros.
Esto no es cierto. Para que un depósito se rompa en un accidente, el golpe tiene que ser tan brutal que los ocupantes del vehículo fallecerían en el acto.
Es cierto que cargar por la mañana o cuando las temperaturas son bajas, es una forma sencilla de ahorrar combustible. ¿Cómo es esto? Se debe a que a menor temperatura hay menor evaporación de la gasolina, y debemos recordar que la gasolina tiene la facilidad de evaporarse de forma rápida, y más si las temperaturas son altas.
Este es uno de los mitos sobre la gasolina más ciertos. Hay que decir que si el depósito del carburante está prácticamente vacío, pueden crearse burbujas e incluso arrastrar sedimentos.
Además, los vehículos que cuentan con inyección electrónica tienen la bomba en el depósito. Se debe tener en cuenta que esta bomba necesita estar lubricada de manera regular, para que funcione correctamente.
Hay muchos dispositivos en el mercado que se anuncian como economizadores de combustible. La excusa es la misma: “ionizamos el combustible y aumentamos su rendimiento”. Pero, en realidad, no hay ninguna prueba independiente que haya certificado tales beneficios.
Los fabricantes de automóviles invierten miles de millones de dólares en reducir el consumo y las emisiones de sus vehículos. Si con un imán en el tubo de la gasolina los carros gastaran menos, ya vendrían así de fábrica.
El consumo no depende de la velocidad sino de la manera de conducir. Se gastará mucho más si vas en tercera a 50 km/h con muchas revoluciones, que si vas en quinta a 100 km/h con pocas revoluciones.
Hacer esto es muy peligroso. Muchas personas creen que poner más aire a los neumáticos les ayudará a ahorrar en el consumo de combustible, ya que tendrán más contacto con la vía. Pero está comprobado que esto es totalmente falso.
Se deben respetar los niveles marcados por el fabricante, porque además se corre el riesgo de que explote una llanta en el primer pozo o irregularidad del camino.
Frenar es desperdiciar energía que hemos gastado previamente para alcanzar una velocidad. Cuando aceleramos, transformamos la energía térmica de la combustión en energía cinética, que depende del peso del coche y la velocidad.
Cuando frenamos, transformamos esa energía cinética en energía térmica en los frenos, que no se puede almacenar ni aprovechar. Ésta es precisamente la ventaja de los autos híbridos, ya que al frenar recargan las baterías que nos ayudarán a recuperar la velocidad después.
Este es otro mito que no es cierto. Mucha gente cree que es mejor tener las ventanas bajas para gastar menos gasolina y no usar el aire acondicionado.
Pero la verdad es que la diferencia entre una y otra cosa es prácticamente nula. Pues al bajar las ventanas aumenta la resistencia del carro y hay mayor esfuerzo para avanzar.
Ahora ya conoces la verdad sobre estos 10 mitos populares sobre la gasolina. La información es conocimiento. Y el conocimiento es poder para ti. Te recomendamos seguir estas prácticas y compartirlas con tus familiares, amigos y colegas.