La disponibilidad, la fiabilidad y la mantenibilidad de los equipos son tres palabras que a menudo escuchamos en Mantenimiento. ¿Pero sabes cuál es la diferencia entre estos conceptos?

 

Disponibilidad

La disponibilidad es la probabilidad de que un sistema esté en funcionamiento o listo para usarse. En otras palabras, puede describirse como el período de tiempo en que el activo debe estar en funcionamiento. Para calcular la disponibilidad, hay que comparar las horas en las que el activo estuvo disponible con las horas de trabajo planificadas. Esta es la fórmula para calcular la disponibilidad:

 

Disponibilidad

 

En una situación ideal, la disponibilidad de los activos debería ser del 99.999%. En el mundo real, se debe intentar lograr una disponibilidad del 90% o más. La disponibilidad también puede corresponder a una proporción (por ejemplo, 9/10). En cualquier caso, la disponibilidad es igual a las horas de trabajo divididas por las horas planificadas.

 

Ocasionalmente, la disponibilidad se expresa en unidades de tiempo (por ejemplo, semanas o meses). Esta medida representa el tiempo que esperamos que un activo funcione durante un cierto período.

 

Hay varias medidas que los facility managers pueden adoptar para mejorar la disponibilidad. Una es programar el mantenimiento correctivo planificado o las sustituciones preventivas fuera de las horas normales de trabajo. Además, el mantenimiento predictivo detecta las alteraciones en el funcionamiento del activo antes de que se pare por completo.

 

¿Pero es así de simple? Vamos a jugar un poco con la fórmula de la disponibilidad. Si lo piensas, las horas que el equipo estuvo disponible corresponden al uptime. De la misma manera, las horas planificadas son la suma de las horas en que estuvo activo (uptime) y parado (downtime). Por lo tanto, también podemos decir que:

 

Disponibilidad

 

¿Listo para otro cambio? El tiempo en el que el equipo está activo es el tiempo que transcurre entre cada fallo, conocido como MTBF. El tiempo en el que no está disponible es el que transcurre entre el fallo y la reparación, o MTTR. Así que puedes calcular la disponibilidad en base a MTBF y MTTR:

 

Disponibilidad

 

Está claro que una disponibilidad alta depende de un downtime bajo. Sin embargo, si se utilizan datos reales para calcular el total de horas disponibles, es probable que se incluyan las horas en las que no ha estado funcionando al 100%. Si quieres saber la probabilidad de que un activo funcione correctamente, ahí estamos hablando de fiabilidad.

 

Fiabilidad

La fiabilidad es la probabilidad de que un sistema produzca los resultados esperados, que no es lo mismo que estar disponible. Imagina, por ejemplo, un coche, un avión o un helicóptero. ¿Quieres que estén disponibles para viajar en cualquier momento, o quieres que sean seguros y fiables? Obviamente, una cosa no es posible sin la otra.

 

Por lo general, cuanto mayor sea la fiabilidad, mayor será la disponibilidad. El MTBF es un buen indicador de la fiabilidad de un activo durante su ciclo de vida. Esta es una fórmula simplificada para calcular la fiabilidad:

 

Fiabilidad

 

Sin embargo, la fiabilidad a lo largo del tiempo corresponde a la función:

 

 

Mejorar la fiabilidad depende directamente de evitar averías y de detectar cualquier anomalía, algo que se conoce como mantenimiento centrado en la fiabilidad. Este tipo de estrategia para aumentar la fiabilidad requiere dos cosas: recopilación de datos y un conocimiento profundo de los modos de fallo.

 

Para dominar este último, los facility managers se basan en diagramas de bloques de fiabilidad, análisis de árbol de fallos y análisis de Markov. Para activos más críticos, un FMEA es también una alternativa. El Mantenimiento Productivo Total, a su vez, popular entre los seguidores de lean manufacturing, propone mejoras continuas para aumentar la fiabilidad.

 

Mantenibilidad

Es hora de recapitular. La disponibilidad significa que el activo está operacional. La fiabilidad es la probabilidad de funcionar correctamente. ¿Pero qué pasa cuando el activo falla?

 

Las averías deben perturbar el funcionamiento de la empresa lo menos posible. La facilidad con la que podemos reparar un activo es su mantenibilidad, o capacidad de mantenimiento. Una mantenibilidad alta se debe al bajo tiempo medio de reparación – o sea, un corto período de tiempo hasta que se reanuda el funcionamiento normal después de una avería. Puede que reconozcas aquí otro indicador de mantenimiento, el MTTR.

 

Aunque el MTTR es el principal indicador para calcular la mantenibilidad, no es el único. Repasa aquí la función de la mantenibilidad. Por ahora, lo que necesitas retener es que mejorar el MTTR mejorará la mantenibilidad.

 

Los gestores de mantenimiento pueden promover varias prácticas para acelerar las reparaciones sin poner en causa la seguridad. Una de ellas es usar un GMAO que funciona en tiempo real. Pero tal vez la más efectiva para evitar las interrupciones y los trastornos del servicio sea detectar las anomalías lo antes posible. La detección temprana de fallos se asocia con reparaciones más ágiles y económicas.

 

Cómo mejorar la disponibilidad y la eficiencia de sistemas

Ya hemos establecido cómo calcular la disponibilidad en base al MTBF y al MTTR. También hemos explicado que el MTBF está directamente relacionado con la fiabilidad, mientras que el MTTR está asociado con la mantenibilidad. Así que podemos concluir que el aumento de la fiabilidad y la facilidad de mantenimiento aumentará la disponibilidad.

 

La disponibilidad, como seguro recordarás, es uno de los tres factores que intervienen en el cálculo de la Eficacia Global del Equipo (OEE). Aumentar la disponibilidad incrementará la eficiencia del sistema, y la fiabilidad también terminará influyendo en el rendimiento. Revisemos, así, algunas medidas que puedes tomar para mejorar la disponibilidad del sistema y la OEE:

 

  • utilizar el mantenimiento predictivo para evitar paradas y detectar alteraciones en el funcionamiento;  
  • hacer una detección temprana de fallos a través del mantenimiento predictivo y preventivo;
  • programar las actividades de mantenimiento según el MTBF y el MTTR;
  • adoptar prácticas eficientes de mantenimiento preventivo, basado en los KPIs y en el análisis de métodos de fallo.