¿Qué es un abogado litigante? Descúbrelo

Un abogado litigante es un profesional del derecho que representa a sus clientes ante los tribunales de justicia.

El abogado litigante tiene las habilidades y los conocimientos necesarios para defender y/o representar a una de las partes implicadas en un procedimiento judicial. Analizará el caso para establecer un asesoramiento acorde con el proceso y concretará la estrategia que va a seguir con el cliente.

El abogado litigante tiene los conocimientos necesarios en materia jurídica y jurisprudencial para ofrecer un excelente servicio al cliente.

Por litigio entendemos los conflictos que surgen durante el juicio. El abogado litigante defiende a su cliente con los argumentos de prueba que tiene a su disposición.

Es fundamental que el abogado realice siempre un estudio detallado de todo lo que le permita defender los intereses de su cliente ante el juez o el tribunal enjuiciador. 

¿Por qué? Porque una vez iniciado el juicio ya no hay marcha atrás y este conocimiento será la base de su trabajo como abogado litigante.

¿Qué hace un buen abogado litigante?

El trabajo de un abogado litigante no es sólo defender a su cliente en el momento del juicio, sino también analizar el caso en profundidad para poder establecer la mejor estrategia durante todo el proceso.

Los abogados litigantes deben entender la ley y el problema que tiene su cliente por dentro y por fuera, para poder montar una defensa efectiva. Deben conocer sus casos al dedillo para poder representar plenamente a sus clientes y ofrecerles el mejor servicio posible.

Los abogados litigantes deben ser capaces de comunicarse con claridad con los clientes y los testigos que presentan, así como con sus oponentes en los tribunales para poder ganar los casos.

Además, suelen ser personas muy organizadas. Es una característica vital para desarrollar la planificación de las distintas fases del proceso.

Igualmente, se caracterizan por ser profesionales meticulosos y muy comprometidos con su labor. Un abogado litigante puede pasar muchas horas estudiando y revisando leyes, normas y reglamentos, así como investigando, además de revisar los hechos del caso que tiene entre manos.

El trabajo de un abogado litigante es representar los intereses de sus clientes durante todo el proceso judicial, como ya habrás visto.

Se encargan de reunir las pruebas, preparar el caso y presentar los argumentos jurídicos ante el tribunal.

Por otra parte, en la sala de juicios, suelen demostrar una gran capacidad de comunicación tanto verbal como no verbal.

Utilizan su elocuencia para presentar sus argumentos y para realizar las preguntas correctas durante los interrogatorios de los testigos.

Así pues, además de ser conocedores del derecho, son oradores de gran talento.

En este contexto, también son profesionales con un gran control de sus emociones. Esto es una característica esencial para poder ser eficaz bajo presión.

Por último, cabe señalar que un abogado litigante no sólo debe actuar en el momento del juicio, sino también redactar documentos y participar en procesos de mediación, entre otras tareas. Para ello, debe demostrar capacidad de persuasión y tener un buen nivel de redacción, así como conocimientos jurídicos.

¿Qué necesitas para ser abogado litigante?

El abogado litigante debe ser, ante todo, estudioso. Tiene que conocer la normativa y la doctrina aplicable al caso para poder argumentar su petición de forma lógica. 

De hecho, si has llevado el asunto desde el principio, tu estudio previo estará más asentado, pero si el caso proviene de otro compañero, tendrás que realizar un estudio exhaustivo antes para ir al juicio con garantías.

Organización

Es fundamental organizarse. Para preparar tu intervención, como abogado litigante debes conocer con suficiente antelación la fecha del juicio y tener un plan para organizar tu tiempo.

También debes manejar criterios de organización estableciendo hitos para preparar bien el caso. Un abogado que prepara la vista el día anterior puede convertir un juicio donde tiene claras posibilidades de ganar en un desastre. 

Claro está, siempre hay situaciones que no te van a permitir prepararte con tanta antelación, pero serán las menos (vista a una hora inesperada, sustitución de otro compañero, etc.).

Constancia y disciplina

La perseverancia te ayudará a preparar el juicio, sobre todo cuando sabes que todo lo que planeas debe estar bien pensado y que durante la preparación del caso surgirán dificultades y adversidades.

La disciplina es clave en la preparación de un juicio, sobre todo cuando, como habrás visto, es imprescindible un estudio y una preparación del caso detallado. Durante su preparación, sin duda te enfrentarás a imprevistos y a la acumulación de trabajo de otros casos.

Puede ser difícil mantenerse motivado, pero puedes superarlo si te mantienes centrado en tus objetivos, te fijas recordatorios diarios y te recompensas cuando los alcanzas.

Preparación

Un abogado litigante siempre planifica todo con detalle. Todo caso que pueda llegar a juicio requiere una estrategia clara a seguir. 

Es imprescindible que prepares bien los interrogatorios e informes, tanto de tus testigos como de los de la otra parte. Y por supuesto, no olvidar nunca preparar bien la presentación de las pruebas. 

Todo debe estar medido y planificado. A ser posible, debe haber pocas sorpresas, deben ser las justas.

Concentración

La capacidad de concentración del abogado en estrados es importante. Vamos, que durante el juicio debes estar solo focalizado en lo que pasa en la sala de vistas.

El abogado debe ser capaz de concentrarse en la sala y sus detalles, sin perder de vista ninguno de los que puedan ayudar a tu trabajo. 

El abogado debe tener una mente imaginativa, ingeniosa y ser capaz de reaccionar rápidamente durante el juicio. Es clave la velocidad a la que reacciones y cómo lo hagas. Muchas veces, puedes perder un juicio por un detalle que no deberías haber pasado por alto.

Actuar en el juicio oral

En la sala de vistas, si quieres ser un buen abogado litigante debes destacar en la comunicación: tienes que ser elocuente, imaginativo e ingenioso. 

Esto es esencial porque hay muchas situaciones en las que los abogados deben comunicarse eficazmente: interrogatorios, contrainterrogatorios, alegatos, aclarar informes.

Por todo esto, debes aspirar a ser cada vez mejor orador. Tendrás que mejorar las técnicas y habilidades de oratoria para ser cada vez más eficaz en tus interrogatorios y alegatos.

Un abogado que presenta pruebas o realiza cualquier alegato o interrogatorio ante un tribunal debe tener aplomo y dignidad. Si el abogado parece vacilante o manso, su credibilidad se debilita. 

Igualmente debe mantenerse en una posición intermedia. El abogado nunca debe parecer que está en una situación superior a los demás, sino que solo defiende un derecho autónomo, el de su cliente.

¿Cómo deberás litigar?

Cuando intervengas en un litigio, deberás actuar según el conjunto de leyes y normas a aplicar. Estas te orientarán sobre la estrategia a seguir hasta conseguir tus objetivos en el caso que tienes entre las manos. Por supuesto, me refiero a normas procesales.

De la misma forma, no debes ser sumamente perfeccionista. Durante el proceso, te encontrarás con situaciones que no habrás podido prever con antelación, como por ejemplo:

• Discrepancias de última hora con tu cliente.
• El interrogatorio de un testigo demasiado hostil o de uno que modifica su declaración.
• Las protestas del abogado contrario en sala o impugnaciones inesperadas.
• La actitud del juez durante tu intervención mientras realizas los interrogatorios, expones la información documental o realizas tus alegatos.

Todas estas dificultades imprevistas requieren que conozcas todos los detalles de las leyes procesales. Tener grandes conocimientos procesales te permitirá salir airoso de muchas situaciones imprevistas.

Así que si no lo has hecho todavía y quieres prepararte para ejercer esta profesión no dejes de estudiar:

• Cómo preparar el acto del juicio.
• Qué técnicas de comunicación y oratoria son fundamentales en sala.
• Cuáles son las mejores técnicas de negociación durante un proceso.
• Qué técnicas has de aplicar a tus interrogatorios y contrainterrogatorios
• Cuáles son las técnicas que debes tener en cuenta durante la preparación y exposición de un alegato final en la sala de vistas.

Conclusión

En conclusión, como abogado litigante, si quieres ser eficaz en tu trabajo debes aprender las técnicas de litigación que tendrás que emplear para alcanzar tus objetivos durante un juicio. 

Conocer y llevar a la práctica todas estas habilidades elevarán tu autoestima y, sin duda, se proyectarán al exterior a través de la excelencia y la maestría que demostrarás en tu trabajo.