Aquel Del Rivero protegido de ZP

El quilombón panameño de Sacyr hunde sus raíces en un tal Luis Fernando del Rivero Asensio (Murcia, 1950) ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.

El expresidente de la constructora que durante años fue el perejil de todas las salsas todavía no ha abierto la boca a propósito del lio panameño que ha dejado la “Marca España” al mismo nivel que cuando José Luis Rodríguez Zapatero decía que mandaba en este país.

No hay que olvidar que Del Rivero, el hombre al que más desayunos gratis asiste en España siempre que sea convocado por algún ministro con capacidad de adjudicar, era el jefe de la compañía de infraestructuras cuando ganó el concurso –o lo que fuere- para construir la nueva esclusa del Canal, sobre el que los norteamericanos tienen puesta siempre su vista y sus intereses.

Del Rivero quiso ser presidente del BBVA con el apoyo del entonces jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Miguel Sebastián, al que todo venía bien con tal de echar a Francisco González su exjefe que no soportaba utilizara los Informes del Servicio de Estudios del banco para hacer política. Fracasó.

Luego quiso ser presidente de Repsol, complotando con los mexicanos de Pemex. Fracasó aunque se hizo todavía más rico tras vender sus acciones en YPF y en guerra con sus declarados enemigos Antonio Bufrau e Isidre Fainé.

Es decir, lo que se conoce como un artista de la pista.

Algo perpetra ahora que es todavía más asiduo visitante del poder popular. Pero está más visto que el tomate en bote.

Pero debería echar una mano al que lo fue suya, Manuel Manrique, que ahora tendrá que verse las caras como el poder soberano –o lo que sea- panameño y de paso mirarle a los ojos al presidente Rajoy, que no se deja fácilmente, por el monumental lío perpetrado por un quítame 1.600 millones de dólares.

Bueno, pues lo dicho. Me ha dicho un amigo de Instituciones Penitenciarias, que en las cárceles españolas hay sujetos por haber levantado al prójimo 5.000 euros.