Una característica que nos permite trabajar y utilizar discos abrasivos, es la velocidad variable. La velocidad angular determina, de acuerdo al diámetro del disco, la velocidad lineal en la superficie o borde.

Todos los discos abrasivos del mercado, ya sean de corte, desbaste, láminas, entre otros, indican en su etiquetado e información técnica, la velocidad máxima a la que pueden trabajar dentro de los márgenes de seguridad; hoy en día, esta velocidad está expresada en su RPM, siglas de revoluciones por minuto. La velocidad variable en una amoladora permite trabajar con distintos discos abrasivos o de pulido con seguridad y sin cambiar de máquina ni utilizar costosos choppers o variadores externos.

¿Sirve la velocidad variable en la amoladora?

Las amoladoras económicas suelen tener una o dos velocidades fijas; así, sólo se pueden utilizar con ciertos discos abrasivos, aquellos cuya velocidad lineal máxima es superior a la que ofrece la amoladora, por lo que, en este sentido, son máquinas con limitaciones.

La velocidad variable en una amoladora permite utilizar distintos discos, con sus correspondientes usos, lo que hace de esta máquina una herramienta mucho más versátil, por lo que si requieres esta característica, una amoladora con velocidad variable sería adecuada para ti. Por lo general, las velocidades varían entre 900 RPM y 12,000 RPM; rango suficiente para abarcar la gran mayoría de los discos abrasivos y de pulido que existen en el mercado.

¿Es necesario variar la velocidad de los discos?

No todas las superficies admiten la misma velocidad de abrasión. Existen herramientas o discos que no son abrasivos, como los cepillos, estopas y otros, los cuales sirven para pulir y abrillantar; su velocidad máxima debe ser reducida para no quemarlos o romperlos.

Los discos expresan su velocidad máxima en revoluciones por minuto. Por lo general esa velocidad máxima está en relación al diámetro original del disco; a medida que se desgasta, la velocidad tangencial (o lineal), a la misma RPM, disminuye, con lo que nunca habrá riesgos de operación.

Regulando la velocidad

En la mayoría de las amoladoras o esmeriles, el control de velocidad es un dial ubicado en la parte trasera de la herramienta; al girarla es posible seleccionar distintas posiciones, que corresponden a velocidades pre-establecidas. Estas pueden ser cuatro, cinco o seis; todas ellas incorporan en el manual del usuario una tabla en donde es posible consultar esas velocidades de operación.

La velocidad se puede variar mientras la máquina está girando, y esto es útil cuando el disco tiene una aplicación que permite utilizarlo a velocidad baja o media, como es el caso de algunos cepillos de pulido. En otras ocasiones convendrá seleccionar la velocidad antes de encender el motor, para evitar desgastes por velocidad insuficiente, o accidentes debidos a una velocidad excesiva.