Mi libro favorito: 'El Libro del desasosiego'

Hablar de un libro amado es intentar comunicarle a los otros una pasión intimista, sublime, que rompe las coordenadas de la costumbre para latir en el reino innombrable de la imaginación.

Confieso que la escogencia de un libro preferido me ruboriza, pues existen muchos qué podrían ocupar ese puesto. No obstante, hoy me quedo con El Libro del desasosiego de Bernardo Soares, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa...

Me conmueve su alucinada búsqueda de la identidad, o de la carencia de identidad, el monólogo interior que desata su ardorosa cavilación, la conciencia herida que le habita, y que, alternativamente, nos hace volar hasta las estrellas o nos condena al fondo del cieno terrenal, las pesquisas sobre el valor o la inutilidad del arte, y el ejercicio de auscultar la vida cómo un deporte extremo.

El libro del desasosiego siempre está a mi lado, yo creo ser una de sus lecturas predilectas. Lo leo con devoción y me parece siempre nuevo, siempre virginal y radiante.. algo hay en este fortín que inflama mi sensibilidad y abre camino a una tibia amistad con el autor. Con esta suerte de tótem voy de la lucidez a la nostalgia y de esta a la melancolía.. este conjuro verbal penetra en mí como una bocanada de maravilloso aire.

Dejé de leerlo durante años hasta que en la pandemia, como una gran sorpresa, me lo envió mi gran amigo Milcíades Arévalo, quien alimentó mi biblioteca durante esos meses duros.

Es reconfortante saber que, en alguna parte, me espera Pessoa, con su familia de personajes, para proseguir nuestra complicidad, nuestra divina inquisición.