La causa principal del descenso de permeabilidad, viene motivado por la colmatación, sedimentación de partículas muy pequeñas del orden de micras y de partículas discretas de tamaño superior.

La velocidad de circulación del agua, influye considerablemente en la sedimentación, velocidades muy lentas producen más sedimentación, por tanto más colmatación.

Tampoco es interesante que la velocidad de circulación sea excesiva, el régimen turbulento que podría originarse daría lugar a una erosión del lecho.

En los pozos verticales existe el mismo problema, conviene que el empaque colocado como filtro esté muy bien definido granulométricamente para evitar al máximo la colmatación.

Si el agua contiene sustancias orgánicas se origina una película o film biológico que junto con la sedimentación de los finos reduce enormemente la permeabilidad.

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Para disminuir o incluso evitar la colmatación en la recarga por extensión, pueden colocarse filtros convenientes, con granulometría bien estudiada en función de la naturaleza del agua

 

La disminución de la permeabilidad en los pozos es fácilmente observable, teniendo en cuenta la lectura del manómetro instalado para la recarga, el aumento de presión es un síntoma inequívoco.

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La frecuencia de la limpieza de los filtros, dependerá de las características del agua bruta que se utilice para recargar, es frecuente realizarla al menos dos veces por período de recarga