El peso del humo

  • Título: El peso del humo
  • Autora: Tannia R. Tamayo
  • Editorial: Alberto Santos
  • Formato: rústica con solapas
  • Nº de páginas: 248
  • Diseño de cubierta: Carlos L. García-Aranda
  • Fecha de publicación: junio de 2022
  • Fecha de lectura: enero de 2023
  • Enlace de compra: web de la editorial

Hoy quiero llamar tu atención sobre esta interesantísima novela de ciencia ficción escrita por una autora que, hasta ahora, era una desconocida para mí: Tannia R. Tamayo. Tiene tantas cosas que destacar, que no sé bien por dónde empezar. Probablemente, lo mejor sea que te cuente el punto de arranque de la novela y, a partir de ahí, espero que los numerosos temas que se tratan en ella vayan saliendo de forma natural.

El peso del humo está ambientada en Ezali, un planeta anclado a una enana roja, colonizado por los humanos hace exactamente 703 años. La civilización que se ha desarrollado allí, a partir de los tripulantes de la nave generacional Clío, tiene tintes utópico-distópicos que recuerdan clásicos como Un mundo feliz, de Huxley. Los ezalitas cuentan con una Inteligencia Artificial, Hache, con la que interactúan a través de sus «ayudantes» de pulsera, que les son implantados al nacer. Estos ayudantes se ocupan de todos los aspectos prácticos de la vida: desde diagnósticos y tratamiento médico a la elaboración de alimentos o la realización de cualquier tipo de tarea que implique trabajo físico. Liberados así de la esclavitud de la materia, los ezalitas pueden dedicarse exclusivamente a ser felices, a través de las experiencias sélficas –algo así como viajes lisérgicos, a veces autoinducidos y a veces con apoyo de «fármacos» y gurús especializados.

Solo unos pocos ezalitas utilizan sus capacidades intelectuales para dedicarse a la investigación científica: los llamados «razonadores». Sin embargo, cualquier interacción con la materia está prohibida por el Canon Máximo: la norma de normas que rige la sociedad en este planeta, y que se repite como un mantra a lo largo de la novela:

La salud de nuestro humo es Canon Máximo, las fases de la vida deben ser respetadas, el proceso de metamorfosis debe ser preservado y protegido.

Precisamente ese proceso de metamorfosis al que alude el Canon es lo más llamativo de la sociedad ezalita: al llegar a la edad de cincuenta años, aproximadamente, los ezalitas sufren un cambio de sexo espontáneo. Por eso dividen su ciclo vital en dos partes: son protos, antes de la metamorfosis, y deuteros, después. La mayoría mueren tras una larga vida con cuerpos mantenidos en forma y conservados por los ayudantes. Solo una pequeña proporción es elegida para envejecer de forma natural y optar así a una tercera fase de la vida, convirtiéndose en Núminos, una especie de oráculo formado por una conciencia colectiva de sabios ancianos.

La protagonista de la novela es Tyra, una razonadora que ha trabajado en el desarrollo de un programa de investigación sobre materia viva, algo totalmente nuevo y que los Núminos han autorizado por primera vez en sus 703 años de historia, solo para verse excluida de forma inexplicable en el último momento. Esto se convierte para ella en motivo de una gran frustración, por lo que recurrirá a su progenitor –y antigua progenitora–, en busca de respuestas. Su investigación la llevará a hacer descubrimientos totalmente inesperados, algunos relacionados con su familia y otros, con el mismo origen y condición de los ezalitas.

El fondo

El peso del humo es una de esas novelas que conviene leer con calma. Contiene claves que abren el espacio para la reflexión sobre más de un tema peliagudo, de los que no tienen una respuesta sencilla ni, muchas veces, única.

Probablemente, en la mente de la autora, el principal de esos temas y el que le sugirió la idea de que sus personajes tuvieran que cambiar de sexo hacia la mitad de sus vidas, sea el de la violencia machista. Al terminar la novela, soy capaz de imaginarme a una escritora reflexionando sobre las razones que pueden llevar a algunos seres humanos –varones– a cometer actos inhumanos contra sus semejantes –mujeres– y llegando a la conclusión de que, seguramente, la falta de empatía sea algo determinante en el proceso. El paso siguiente, en buena lógica, es pensar en alguna forma de conseguir esa empatía. Y, para ello, no hay nada mejor que ponerse, literalmente, en la piel del otro. Si los hombres supieran que van a terminar sus vidas siendo mujeres y viceversa, probablemente no se comportarían igual que cuando dan por hecha e inmutable su condición.

No comentaré la forma en que la sociedad ezalita persigue esta vía de terminar con la violencia de género, porque sería un enorme spoiler, pero creo que no estropeo la experiencia lectora de nadie si apunto que, a veces, las mejores ideas tienen los peores resultados. De ahí mi comentario inicial sobre utopías, distopías y Huxley.

Pero aún hay muchos más elementos interesantes en El peso del humo. ¿Te imaginas un mundo en el que no tuvieras que trabajar para vivir? ¿Uno en el que pudieras dedicarte en exclusiva, literalmente, a «ser feliz»? ¿En qué consistiría esa felicidad? ¿Serías capaz de ser feliz constantemente?

Tannia R. Tamayo

Supongamos que la respuesta a todas esas preguntas fuese afirmativa –es mucho suponer–. ¿Qué tipo de gobierno o gobernante podría proporcionarnos esa felicidad eterna? ¿Uno incorruptible, desinteresado, racional, lógico y omnisciente? ¿Algo así como una Inteligencia Artificial? Y ese gobernante ideal y bienintencionado ¿estaría dispuesto a proporcionarte toda la información que posee? Si sospecharas que, por muy feliz que puedas ser, tu gobierno te oculta datos importantes ¿te convertirías en disidente? ¿O aceptarías de buen grado a ese dictador benevolente?

Por otro lado, se nota que en la escritura de El peso del humo la autora se ha documentado muy extensamente tanto en temas de genética como de psicología. Otra de las reflexiones importantes que contiene el libro se centra en el funcionamiento del cerebro y la psique humanos: no solo en la dicotomía entre emociones y raciocinio, como ya sugerí al principio, sino algo a mi entender más profundo: la diferencia entre la creatividad como simple expresión de emociones y el arte como medio de comunicación y transmisión –incluye alusiones sutiles al arte moderno que me arrancaron alguna sonrisa–.

Como ves, solo la nube de ideas interesantes que incluye la novela ya hace que merezca la pena para cualquier persona interesada en la ficción más especulativa. Pero, además de contener ideas llamativas y potentes, una buena novela, para resultar interesante y enganchar al lector, tiene que estar bien contada. Y de eso te hablo a continuación.

La forma

Aunque esta sea la primera novela de la autora, Tannia R. Tamayo demuestra un savoir faire narrativo que consigue captar el interés desde el primer momento. La acción comienza pronto en la novela –tras un críptico primer capítulo que encuentra su aclaración al final– pero, sobre todo, destacaría que la lectura de El peso del humo constituye una experiencia inmersiva: todo lo que ocurre es narrado por la protagonista, en primera persona. Tyra describe sus experiencias desde el punto de vista de una ezalita, por lo que no se distrae con explicaciones innecesarias. A pesar de ello, cualquier lector terrestre podrá ir recopilando y uniendo las piezas precisas para componer una visión completa de Ezali, su sociedad y las razones por la que esta llegó a su forma final. Todas están en la novela, aunque las más importantes no llegarán hasta prácticamente el mismo final del libro.

En este sentido, resultan especialmente útiles las «citas» que abren la mayoría de los capítulos: algunas son emisiones de noticiarios ezalitas, otras «resgistros históricos» de la nave generacional y, las más interesantes, salidas de alguna interface o grabación interna de Hache, la IA que, de alguna forma –y parte del interés de la novela consiste en averiguar cuánto– rige los destinos de los colonos que salieron de la Tierra hace siete siglos y sus descendientes en Ezali.

Por otro lado, a pesar de ser una novela que trata muchos y muy variados temas, si no todos con la misma profundidad, al menos sí planteando siempre las preguntas adecuadas, El peso del humo resulta en una lectura entretenida y que logra mantener el interés incluso en la simple trama. Y esto es otro mérito que hay que reconocerle a la autora: temas complejos como la genética o la psicología que, a juzgar por la biografía que aparece en la solapa del libro, son ajenos a su formación, aparecen explicados en el libro con claridad y de forma que son perfectamente asequibles para lectoras profanas en la materia, como yo.

Por último, no me resisto a comentar la evidente labor de creación de lenguaje de la autora. No es raro encontrar en novelas de ciencia ficción nombres extraños e imaginativos para especies alienígenas, planetas y demás. El peso del humo está lleno de palabras con significados que no apuntan a nada que conozcamos en nuestra realidad, pero aún así, no son del todo desconocidas para el lector hispanohablante e, incluso, sugieren en sí mismas lo que la autora ha querido designar con ellas. Sirvan a modo de ejemplo dos que ya he mencionado: «proto», que en griego significa «el primero» para referirse a un individuo que aún está en su primera manifestación sexual, y «deutero», el segundo, para aquellos que ya han sufrido la metamorfosis. O, para el tercer estadio, «Númino», que en seguida nos lleva a lo numinoso.

Aunque hay más ejemplos de lenguaje específico, creo que estos son suficientes para alegar que este neolenguaje no supone un problema para la comprensión de la novela. El simple contexto o el bagaje cultural dan las suficientes pistas para comprender los términos –casi– desde la primera página. Además, me dan pie para un último comentario, y es que El peso del humo, a pesar de tratarse de una novela de ciencia ficción, me ha traído muchos ecos de la cultura y los mitos greco-romanos –ya mencioné los oráculos un poco más arriba–, probablemente inducidos por esta elección de las palabras novedosas.

En definitiva, una novela de ciencia ficción con mucha especulación sobre genética, transhumanismo y las implicaciones sociopolíticas del desarrollo de la IA, con un trasfondo reflexivo sobre la violencia de género, sus causas y consecuencias, además de una lectura entretenida, innovadora en el lenguaje y altamente disfrutable.

Un comentario

Deja una respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.