Paco Mancebo, la estrella que pasó a ser un "apestado" en 2006 y que sigue con 45 años en su 12° equipo profesional

Hasta 2005 Francisco Mancebo era una de las grandes estrellas del ciclismo profesional. En 2004 había conseguido ser tercero en la Vuelta a España, pero la siguiente temporada, con  29 años, había llegado a su madurez profesional y esa temporada había firmado la cuarta plaza en la Vuelta a España y en el Tour de Francia.   

 

 

 

Nadie se atrevió a fichar a un presunto tramposo

 

Parecía que había logrado explotar el enorme potencial que siempre le vaticinaron cuando comenzó en 1998 en el equipo Banesto. Esa 'explosión' física le convirtió en un ciclista tentado por los grandes equipos mundiales. Decidió fichar por el entonces poderoso equipo francés Ag2r Prévoyance, pero en 2006 todo se vino abajo. Pasó de figura mundial a 'apestado' y su carrera se estrelló ante la sospecha de dopaje que le persiguió desde entonces.   

 

 

El equipo francés le despidió cuando se le señaló como uno de los ciclistas que trabajaba con el doctor Eufemiano fuentes. Nadie se atrevió a ficharle pese a que nunca fue sancionado. La mancha de la sospecha sobre sus presuntas trampas era demasiado amplia y, según sus propias palabras, se convirtió en "un apestado".   

 

 

Mancebo no se rindió, siguió buscando trabajo como ciclista profesional en equipo menores y recaló en distintos países. Tres lustros después después y con 45 años ha firmado por su duodécimo equipo profesional. El  equipo andaluz Primaflor Mondraker Genuins ha confiado en este ciclista indomable que siempre ha defendido su inocencia y ha seguido trabajando duro y buscando oportunidades por todo el mundo para seguir rodando en pruebas de elite.  

 

 

"Nunca fui sancionado pero pagué una sanción"

 

"Nunca fui sancionado pero pagué una sanción. Fui muchos años un apestado y creo que eso es bastante más que una sanción", señala el ciclista andaluz.  

 

 

Mancebo vivió una época de total impunidad en el ciclismo profesional, en la que todos se dopaban porque no se perseguían las trampas. ahora todo ha dado un giro radical: "El ciclismo actual está mucho más limpio. Habrá de todo, pero como te decía antes se nota que la mentalidad ha cambiado". 

 

 

Mancebo se siente fuerte con 45 años: "A esta edad me gusta mucho la competición. Me pongo muy nervioso, como si fuera un juvenil, pero me encanta. Me sigue gustando entrenar, a mi manera. Disfruto mucho de un calendario exótico y me gusta viajar. Llevo desde los ocho años en esto y sigo teniendo motivación. El nivel de estrés no es como en el WorldTour y eso me permite afrontarlo de otra manera. Cuando gano algo lo celebro como si fuera un oro olímpico. Es una manera más sana de disfrutar del deporte, siendo profesional, pero disfrutando más de cada momento y dándote los caprichos cuando te apetece.     

 

 

En sus 24 años de carrera el ciclismo profesional ha experimentado un enorme cambio: "Ha cambiado muchísimo. El método de entrenamiento y la alimentación están mucho más controlados y medidos. La diferencia entre los equipos ha aumentado mucho y las diferencias competitivas son abismales. En carrera hay muchísimo más estrés. Todos los equipos quieren ir todos juntos y delante. Por eso hay muchas más caídas y problemas. Lo veo todo demasiado matemático. Antes ya empezaba a medirse el pulso y a controlarse algunos datos, pero atacabas cuando te sentías bien. Ahora todo se mide y se calcula y cada vez hay menos espacio para las sensaciones o la inspiración".