Los problemas de la función sexual, como la epididimitis, pueden afectar significativamente su vida cotidiana, y puede resultar incómodo hablar con el proveedor. En Advocate Health Care, abordamos los trastornos urológicos y sexuales con empatía y compasión para facilitar el tratamiento.
La epididimitis es la inflamación del epidídimo, un pequeño tubo enrollado responsable de almacenar y transportar los espermatozoides. Esta afección inflamatoria puede causar orquitis, que es la inflamación de uno o ambos testículos.
Situado en la parte posterior del testículo en hombres o personas asignadas como varones al nacer, el epidídimo es susceptible de inflamación en hombres de todos los grupos etarios. Sin embargo, es más común en hombres de 19 a 35 años.
Hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la epididimitis, como infecciones bacterianas, infecciones de transmisión sexual (ITS) o infecciones de las vías urinarias (IVU).
El tratamiento generalmente incluye antibióticos y analgésicos para aliviar las molestias asociadas con la inflamación y los síntomas de la epididimitis.
La epididimitis aguda suele ser causada por una infección bacteriana o una ITS, y normalmente desaparece con el tratamiento. La epididimitis crónica dura más de seis semanas y sigue reapareciendo, incluso después del tratamiento. Los síntomas se desarrollan lentamente en pacientes con epididimitis crónica y pueden tardar más en observarse.
La epididimitis puede deberse a diversas causas. Sin embargo, la propagación de una infección bacteriana es la causa más común de la epididimitis. Las infecciones de transmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea, suelen ser la causa de epididimitis en los hombres más jóvenes.
Otras causas de la epididimitis incluyen:
La epididimitis se puede transmitir por contacto sexual. Sin embargo, usted puede contraer epididimitis a través de la propagación de otras infecciones, como una IVU o una infección de la vejiga.
Reconocer los síntomas de la epididimitis es fundamental para una detección temprana y un tratamiento eficaz. Los síntomas comunes de la epididimitis incluyen:
Los síntomas menos comunes de la epididimitis son:
Comuníquese con el urólogo para programar una cita si experimenta algún síntoma de epididimitis.
Los síntomas de la epididimitis son similares a los de la torsión testicular, una afección de emergencia en la que se interrumpe la circulación sanguínea al testículo debido a la torsión del cordón espermático. La torsión testicular requiere cirugía para salvar el testículo.
Si observa sangre en el semen o experimenta náuseas y vómitos acompañados de hinchazón en un lado del escroto, busque atención de emergencia.
El proveedor le hará un examen físico para determinar un diagnóstico de epididimitis. Revisará su historia clínica y le examinará el escroto para detectar sensibilidad o bultos. También puede hacerle un examen rectal para detectar el agrandamiento de la glándula prostática.
Otras pruebas que el proveedor puede utilizar para un diagnóstico de epididimitis:
El tratamiento para la epididimitis a menudo incluye el uso de antibióticos. Si la epididimitis es causada por una ITS, sus parejas sexuales también deben recibir tratamiento.
El proveedor también puede recetarle analgésicos o recomendarle medicamentos antiinflamatorios de venta libre, como ibuprofeno o naproxeno.
Otras medidas que puede tomar para el autocuidado de la epididimitis incluyen:
Para reducir el riesgo de epididimitis, puede desarrollar hábitos saludables y practicar sexo seguro. Las mejores prácticas incluyen:
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