Cuando la felicidad es tildar objetivos de una lista ...
En la era de la exigencia, declaro que adaptarnos al cambio viviendo a mil por hora, es imposible.

Cuando la felicidad es tildar objetivos de una lista ...

Si bien no estudie psicología y estoy totalmente enfocada en la comunicación hace unos años comencé a entender lo interesante de no encasillar nuestros pensamientos y conectarse con el ahora, es decir una vida con menos desafíos a largo plazo.

Ya la frase menos desafíos suena mal ¿no? pero cuanto nos dañamos a nosotros mismos cuando ponemos tantas expectativas en el futuro como si la felicidad fuese algo a lo que llegar. ¿Y el proceso? Pase años de mi vida anotando en un cuaderno los objetivos del año, poniéndome la enorme exigencia de tener el control de todo, cuando solamente soy un punto en el universo rodeada de contextos, relaciones, situaciones y principalmente aprendizajes que puede hacer que cambie mis planes constantemente.

Nací en un mundo donde generaciones anteriores ganaron muchas batallas que hoy me permiten pensar de una forma más libre y poder elegir o tener derechos que en otro momento no se tenían. Pero también admito que nacimos en una generación que se llena de tantos desafíos que se aleja del disfrute, del ahora y que las metas nunca se toman vacaciones. ¿Por qué si nos vamos de vaciones también hacemos listas

Almuerzos respondiendo mails, cenas publicando cosas, agendas con 8 mil reuniones por día, ¿realmente tenemos el tiempo para procesar todo lo que hacemos?. Considero que es URGENTE ir más despacio, que es URGENTE conectarnos con las pequeñas cosas y saber disfrutarlas sin que tengan una meta o un resultado alcanzar.

Creo que el gran desafío de esta generación esta en aceptarnos quietos, sin grandes logros, con algunas malas decisiones, con defectos, inseguridades y principalmente entender que muchas veces el mayor logro de nuestra vida lo hallemos en lo que no estuvo obsesivamente planificado.

No dudo que está reflexión es parte de 100 días de cuarentena, pero también es fruto de ver la necesidad de movernos más allá de las necesidades de cada uno, ¿Cuánto nos cuesta disfrutar de preparar un almuerzo, de jugar un juego de mesa, de leer un libro?.

El mayor logro de la comunidad estará cuando aceptamos que hay tantas formas de buscar el equilibrio y la felicidad como personas en el mundo.

By Nayla Jazgevicius



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