DEL CONSUMO ENAJENANTE Y LA NARCOTIZACIÓN DE LA CONCIENCIA.

El gran riesgo de este tiempo, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es la tristeza individualista, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales y de la narcotización de la conciencia.

Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses y la búsqueda vana del placer, ya no hay espacio para los demás, ya no entra el Otro, ya no hay goce, ni alegría, ni entusiasmo. Cada uno de nosotros corremos ese riesgo, cierto y permanente de la vida enajenada.

Hay un sistema perverso que nos empuja a la soledad del individualismo y el consumo y nos convierten en seres vacios, resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, esa es vida enajenada.

Invito a cada uno, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con el Otro y consigo mismo - o al menos - a romper el individualismo y tomar la decisión de dejarse encontrar.

José GONZÁLEZ COSIMINI Psicólogo, Facultad de Psicología, Udelar. 24096235 / 094558177