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Estamos de acuerdo que la Universidad Peruana, no es una

unidad compacta ni homognea; no es suma de realidades; es


conjunto de realidades con caractersticas propias, por ello debe
asumir responsabilidades en concordancia con su mbito, razn por
la que cada universidad, debe acentuar sus diferencias regionales en
funcin al desarrollo de su entorno, logrando que la ciencia no se
quede solo en la creacin cientfica ni en la profesionalizacin, sino
que se comunique con la vida, por ser esta, una institucin que forja y
entrega conocimientos para que el hombre salga de su miseria
moral y material, por ello, su accin acadmica debe diversificarse y
concebirse para construir la nacin peruana, como alguna vez
seal Jos Uriel Garca, acentuando sus diferencias regionales.
A la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco le es
inherente el peso histrico de la antigua capital del Tahuantinsuyo, y
lo asume respetando la pluralidad y la diversidad existente, esto,
dentro de los desafos de la ecumnica modernidad y obviamente,
ha desterrado, dando la mejor de las bienvenidas al avance
cientfico y tecnolgico, los errados conceptos que historia y
tradicin son lastres para la modernidad.
Conviene desde todo punto de vista acentuar la identidad
institucional, porque en el Per y en muchos pases, existen otros
tipos de enseanza superior. Unos dedicados a seleccionar a los
mejores, otros slo para impartir una formacin profesional concreta
y de calidad. Esta diversidad es fruto de la necesidad de la poca
vertiginosa de cambios acelerados. No es correcto aferrarse a una
forma se ser y de entender las cosas, cuando estas van mutando
permanentemente, estar presente en el momento oportuno y saber
qu decir, qu hacer y no quedarse atrs. Por eso, El Antoniano,
como corresponde a toda publicacin universitaria, a partir de esta
edicin 118 cuenta con el ISSN 22233067 versin
impresa y ISSN 22238662 versin en linea otorgado por el
ISSN Internacional Centre, Paris Francia.
Agradecimiento muy especial al Arq. Mario Castillo por las
fotografas que ilustran este Antoniano dedicado a la ciudad del
Cusco.
El Director

CONTENIDO
VALCRCEL Y MACHUPIQCHU .................................5

LA RUTA DE LA LANA ............................................161

Jorge Flores Ochoa

Diana Castillo Cerf

MACHUPICCHU ....................................................10

POLTICAS DE SALUD BUCAL Y


LA CALIDAD DE SERVICIO.....................................169

Rafael Aguilar Pez

HIRAM BINGHAM,
EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU ........................19

Oscar Valiente Castillo, Deyvi Cabrera Arredondo

Enrique Portugal

ESTADIOS DE MADURACIN SEA Y


SU RELACIN CON LA EDAD CRONOLGICA .....174

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO ......29

Gina Maritza Laquihuanaco Coarita, Yuri Velsquez Zegarra,


Felipe Laquihuanaco Loza.

Hermann Trimborn

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA........53


Mario R. Castillo Centeno, Roberto Samanez Argumedo,
Julio Rojas Bravo, Vctor Carlotto Caillaux

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO ............81


Adolfo Saloma Gonzlez

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS


DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO ...................94
Elias Carreo Peralta

REVALORACIN DEL
PARQUE ARQUEOLGICO DE SACSAYWAMAN ....114
Juan Antonio Silva Del Carpio

IDEOLOGA Y TECNOLOGA EN
LA CONSTRUCCIN DE
LA VIVIENDA MATCHIGUENGA .............................121
Leandro Sanz Candia

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER:


AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL ..127
Gustavo Valdivia Rivera, Sandra Valdivia Acurio

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA Y


EL PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR......145

ADICIONES A LA FLORA DEL SUR DEL PER ...........178


Washington H. Galiano Snchez y Mario P. Nuez Vargas

DIVERSIDAD Y
COMPOSICIN FLORSTICA DE RBOLES
A TRAVS DE UNA GRADIENTE ALTITUDINAL..........184
Hugo Dueas Linares, Joel Pea Valdeiglesias, Carlos Nieto
Ramos, Ronald Rojas Villalobos y Lizardo Carrin Cunyas

DIVERSIDAD DE ESPECIES HERBCEAS Y LEOSAS


ENTRE SALAPUNKU Y PACAYMAYO .......................191
Yovanna Cano Crdova y Percy Yanque Yucra

MARCO JURDICO QUE REGULA


LAS COMUNICACIONES EN EL PER ....................199
Urbano Lpez Romero

SISTEMAS DE INFORMACIN ...............................206


Lizeth Molina Martnez

SERN LOS WEBLOGS


UNA NUEVA FORMA DE PERIODISMO DIGITAL?....210
Justina Mayorga Contreras

PRRAFOS CONTESTATARIOS III............................213


Amrico del Campo

ESTOS CLAUSTROS ..............................................218

Rina Cornejo Muoz

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS EN
EL CONTEXTO PERUANO .....................................152

ngel Avendao

Mario Morvel Salas

El Antoniano
Tomo 21 N 118 2 trimestre Ao 2011
ISSN 22233067 versin impresa
ISSN 22238662 versin en linea

Director de El Antoniano: Hugo Bonet Rodrguez


Jefa de Redaccin: Guadalupe Angulo Saldivar
Maquetado y Grafismo: Fernando Oviedo Hinojosa

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco


Av. De la Cultura 733 ciudad del Cusco

Apoyo tcnico: Dario Dueas Bustinza, Aguedo Huamani Huayhua,


Kelvin Jack Huaman Apaza, Moiss Loaiza Cereceda

Email: elantoniano@unsaac.edu.pe
Ilustraciones: Cortesa del arquitecto Mario R. Castillo
Rector: Dr. Vctor Ral Aguilar Callo
Vice rector Acadmico: M.Sc. Lauro Enciso Rodas

Impresin: jEditores Tel. 974795791 Cusco Per

Vice rector Administrativo (e): Mgt. Guillermo Ugarte Berrio


Director del Consejo de Proyeccin Social: Mgt. Eleazar Crucinta Ugarte

LOS ARTCULOS SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SU(S) AUTOR(ES).

VALCRCEL Y MACHUPIQCHU

VALCRCEL Y MACHUPIQCHU
MACHUPIQCHU Y VALCRCEL1

l Fondo de Cultura Econmica concede la oportunidad de


con tar con nue va edi cin de
MACHU PICCHU. El ms famoso
monumento arqueolgico del Per, libro del Dr. Luis E. Valcrcel,
publicado originalmente en Buenos Aires en 1964. De aqu en
adelante, aclaro que respeto la
forma de escribir las palabras
quechuas y el nombre del monu-

mento arqueolgico, conforme lo


hizo el Dr. Valcrcel.
El libro posee la virtud de ser
uno de los primeros que se ocuparon de esta llaqta pueblo con
autora, perspectiva y planteamientos andinos, despus del publicado
por el Dr. Hiram Bingham en
1930, sin considerar el informe de
1912, presentado a la American
Geographical Society. A partir de

Jorge Flores Ochoa

este hito, Machu Picchu es permanente inspiracin para ediciones


de variada calidad, algunos muy
valiosos tratando aspectos concretos como la ingeniera hidrulica,
las caractersticas de sus habitantes, los alimentos consumidos. En
la mayor parte, se trata del hallazgo de nuevas evidencias que confirman las propuestas de Luis E. Valcr cel. Antes de seguir, creo

1 Prlogo escrito para la segunda edicin de MACHU PICCHU, del Dr. Luis E. Valcrcel, publicado por el Fondo de Cultura Econmica el
2009 en Lima. La primera edicin, fue hecha por la Biblioteca de Amrica. Libros del Tiempo Nuevo. EUDEBA en Buenos Aires, 1964..
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Jorge Flores

conveniente presentar algunas


referencias sobre la persona del
autor.
Luis E. Valcrcel es el cuzqueo
del siglo XX, desde su llegada a
muy temprana infancia, hasta que
dej la ciudad para residir en Lima
a convocatoria del gobierno que requera de un intelectual dedicado
a estudios antropolgicos y arqueolgicos. Esta ausencia no signific
que dejara de pensar y tener presente la ciudad que lo cobij, donde aprendi las primeras letras, curs estudios universitarios y se gradu de doctor. Al transitar sus callejuelas mitad inca mitad espaola,
recibi mensaje de siglos. Del glorioso pasado inca, civilizacin a la
que dedic sus primeros afanes
cientficos, los que cultiv hasta el
final de sus das.
Es inevitable morar en el centro
del universo andino, sin dejar de
sentir el mensaje de los muros ptreos, puesto que las piedras hablan a espritus sensibles. Entendiendo ese lenguaje, se adentr en
el espritu del Tahuantinsuyu. Su tesis para optar al Grado de Bachiller en Jurisprudencia en 1919, fue
publicada en 1925 con el ttulo de
Del Ayllu al Imperio. Evolucin poltico social en el antiguo Per. El
mismo ao circula su segundo libro: De la Vida Inkaika. Algunas
captaciones del espritu que la anim. La tapa e ilustraciones interiores del segundo, son obra de Jos
Sabogal, con quien mantuvo larga
amistad. Es el inicio de la
produccin cientfica de Luis E.
Valcrcel.
Las dos obras se caracterizan
por su originalidad y precisin, convirtindose en referencia obligada
para acceder a la temtica investigada por Luis E. Valcrcel. Digno
de valoracin, porque se plasmaron en una ciudad provinciana, alejada de grandes archivos y bibliotecas. Sus libros posteriores continan los iniciales y tambin son
anunci del ltimo: Machu Picchu. El ms Famoso Monumento
Arqueolgico del Per, que sale
por decisin del Fondo de Cultura
Econmica.
6

Otro de los mensajes que recibi durante su juventud cuzquea


fue la oportunidad de conocer la
realidad social de las grandes diferencias sociales, con valiosa cultura quechua, que segua viva en comunidades y en la misma ciudad,
conservando tradiciones rurales.
Sus recorridos visitando haciendas,
poblaciones pequeas y comunidades, le sirvieron para conocer la desigualdad, marginacin y explotacin de los quechuas. Siente y comparte sentimientos y angustias que
se cristaliza en Tempestad en los
Andes, publicado en 1927. Con
precisin cientfica y elegancia literaria de prrafos contundentes y

Es inevitable
morar en el
centro del
universo andino,
sin dejar de sentir
el mensaje de los
muros ptreos,
puesto que las
piedras hablan a
espritus
sensibles

frases certeras, concreta pensamientos profundos. La premonicin de multitudes descendiendo


de los Andes, se ha cumplido. No
son hordas tamerlnicas, sino migracin pacfica, que gota a gota
colma la capital virreinal, transformndola en un nuevo centro andino capaz de resumir al pas entero.
Ha logrado cambios en la gran
urbe, que escapan a los ms
alucinantes sueos que se
pudieron tener en la segunda
mitad del siglo pasado.
Su sensibilidad unida a la metodologa cientfica que le brind la
etnologa, confirman su identifica-

cin con la cultura quechua. El resultado es su adhesin a la antropologa prctica, que confirmar
cuando cambi residencia a Lima, donde gracias al contacto
personal con investigadores extranjeros que visitaban el pas,
unos para estudiar arqueologa y
otros para conocer a quechuas
de
c o m u ni d a d e s
contemporneas, confirmaron su
vocacin por la antropologa.
En setiembre de 1930 dej el
Cuzco de su infancia y juventud.
Acept la invitacin del gobierno
que cancel el oncenio de Legua. Residi en Lima hasta su
muerte, luego de una fructfera vida dedicada al quehacer cientfico con originalidad y compromiso permanente con la cultura andina. Fue nombrado Director del
Museo Bolivariano, luego se le encomend la direccin del Museo
Arqueolgico en reemplazo de Julio C. Tello, la otra cumbre de la
antropologa y arqueologa
peruana.
Con el tiempo, gracias a sus
contactos con misiones e investigadores extranjeros que visitaban
el pas, propuso la creacin del
Instituto de Etnologa en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Consideraba que el pas
deba preparar especialistas en
esa ciencia, la que combinada
con la arqueologa estaba destinada a contribuir al esclarecimiento del pasado remoto del
pas y a sentar las bases para estudiar, comprender y alentar el desarrollo de la poblacin aborigen. Este proyecto se manifest
desde sus trabajos inciales de investigacin de los primeros decenios del siglo veinte, cuando como estudiante de la Universidad
Nacional de San Antonio Abad
del Cuzco, dio inicio a sus
estudios de sitios arqueolgicos y
de la civilizacin inca.
Su vocacin lo condujo a la etnohistoria, tcnica creada para
estudiar culturas del pasado, que
no dejaron testimonios escritos
propios, que fue la situacin del
antiguo Per, que desde sus orgeEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

VALCRCEL Y MACHUPIQCHU

nes hasta la aparicin de los incas, no poseyeron escritura alfabtica. Pero a manera de compensacin, se cuenta con registros histricos escritos por cronistas de
los siglos XVI y XVII, a la que se
aade la voluminosa produccin
de la burocracia colonial. Estos
documentos ledos antropolgicamente, como indicaba John V.
Murra, otro de los etnohistoriadores de los incas, le permitieron se
aproximara al pasado peruano
con precisin.
Como resultado del uso sistemtico de esta nueva tctica public Etnohistoria del Per Antiguo en 1959. Posiblemente es la
primera vez que se utiliza el trmino etnohistoria en nuestro pas,
para estudiar a los incas. Adems, lo trabajara de manera sistemtica para seguir con sus anlisis de los incas. El libro tuvo singular impacto, motivando su reedicin casi inmediata. As comenz una nueva etapa en sus estudios del Tahuantinsuyu. Fue fructfero estableciendo las instituciones socioculturales, mediante el
enfoque etnolgico, ya no como
r e p e t i c i n d e d i n a s t a s d e
soberanos o de las guerras de
conquista.
Jugando con el tiempo, me permito volver al Cuzco de los aos
treinta del siglo pasado, para ocuparme de otra actividad de Luis E.
Valcrcel. En 1934 se cumplan
cuatrocientos aos de la fundacin espaola del Cuzco. Fundacin formal, porque la ciudad naci con los siglos, siguiendo un
proceso autnomo. Los espaoles en acto simblico cumplieron
con una fundacin al estilo de la
poca, confirmando su posesin
de la ciudad que ogao fuera
centro del universo andino.
Para conmemorar esta fundacin, el Parlamento promulg
una ley creando la Comisin del
IV Centenario de la Fundacin
Espaola del Cuzco. La Presidencia fue encomendada al Dr. Luis
E. Valcrcel. Fue oportunidad
para que se reencontrara con la
ciudad de su infancia y juvenEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

tud, que siempre estuvo en su


mente.
El programa de celebraciones
incluy la creacin de un Instituto
de Arqueologa en el Cuzco. Fue
la primera vez que cuzqueos comenzaron a investigar el pasado
inca, con excavaciones que pusieron en valor sitios arqueolgicos.
As contribuy a la creacin de la
tradicin de estudios arqueolgicos de campo.
Concentr la atencin en el sitio arqueolgico de Sacsahuaman. Su proyecto fue limpiar todo
el conjunto, para permitir se pudiera apreciar su extraordinaria
monumentalidad. Tarea que no
la pudo culminar por la dimensin de esta parte del Cuzco de
Arriba o Hanan Cozco. Es una tarea pendiente que est obligada
realizar la arqueologa cuzquea.
Valcrcel narra en sus Memorias, la emocin que le produjo
trabajar en Sacsahuaman, aunque estuvo convencido que faltaba an mucho ms por hacer.
Consider evidente que el sitio
haba sido cubierto por los
espaoles para ocultar su
importancia
La limpieza, que nunca se haba hecho antes, se ampli a
otros sitios arqueolgicos de las
inmediaciones del Cuzco. Dirigi
tra ba jos en Ken ko, Tam bo machay, Lan la ku yuj, Sa pan tia na,
Chokechaca. Prosigui con sitios
algo alejados de la ciudad como
Ollantaytambo, Pisac, Tarawasi,
Rumikollka, Rajchi, incluyendo el
templo de Wiracocha y tambin
Machu Picchu, donde dispuso su
limpieza, puesto que la vegetacin propia de esta zona, cubran
gran parte de la llaqta, as como
la conservacin y consolidacin
de es truc turas, ade ms de la
construccin del camino de
ascenso, por el lado donde est
la actual carretera.
Son valiosas sus opiniones respecto a Machu Picchu, puesto
que lo conoca desde la llegada
de Hiram Bingham al Cuzco. Adems saba la informacin que obtuvo de su existencia, gracias a la
7

Jorge Flores

comunicacin que le proporcion el Dr. Albert Giesecke, lograda en conversaciones con los estudian tes de la uni ver si dad e
informes de hacendados de la
regin.
Tambin dio tratamiento de
conservacin en la ciudad del
Cuzco, en monumentos como el
Ajllawasi y el Intiwasi. Reorganiz
la coleccin de objetos arqueolgicos que posea la Universidad
Nacional de San Antonio Abad
del Cus co y cre el Insti tu to
Arqueolgico que se inaugur el
30 de agosto de 1934. Segn Valcrcel fue el sueo que tuvo desde 1924, cuando viva en el Cuzco. Sus actividades realizadas
muestran un permanente inters
por la ciudad donde pas su infancia, niez y juventud,
honrndola con decisiones
propias de su espritu cientfico.
El terremoto del Cuzco el 21
de mayo de 1950, hizo que Luis
E. Valcrcel regresara a su ciudad, presidiendo la Comisin
que el gobierno central nombr
para evaluar los daos de la ciudad y propusiera la tarea de reconstruccin para que la ciudad
recobre su carcter. Enfrent problemas ocasionados por propuestas de equivocado modernismo,
de urbanistas, arquitectos y profesionales similares, que proponan
edificar un Cuzco nuevo, de grandes avenidas, parques pblicos,
calles anchas sin antigedades,
para lo que se requera destruir lo
antiguo. Valcrcel escribi una
carta pblica condenando severamente estas pretensiones, proponiendo la recuperacin de la ciudad y la conservacin de lo que
no fue destruido. El respeto que
se le tena y su voz autorizada,
impidieron que la accin humana
causara ms dao que el
terremoto.
Despus de esta rpida referencia a la persona y su obra, es evidente comprender su preocupacin cientfica y la tarea de escribir el libro que mostrara una de
las obras maestras de la arquitectura inca. En 1964, sali Machu
8

Picchu en Buenos Aires. Han pasado 44 aos sin nuevas ediciones, pese al creciente inters por
esta ciudad inca declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, a ms de otros ttulos que reconocen las caractersticas singulares, que sin lugar a dudas, posee co mo obra humana, por
estar edificada en un espacio
especial del bosque de neblina.
La valoracin mundial de Machu Picchu justifica plenamente el
subttulo de su libro, calificando a
Machu Picchu como El ms famoso monumento arqueolgico
del Per. Es igualmente simblico que el libro, que casi cierra el
ciclo de sus trabajos sobre el antiguo Per, est dedicado a Machu
Picchu.
Libro breve aunque de gran significado, profundidad y certeza interpretativa, a la par de estilo preciso de sobria elegancia. Las primeras lneas de su Introduccin
nos conducen al pasado lejano.
Luego, a travs de la cronologa
propuesta por la arqueologa moderna, nos lleva a los incas que
han edificado en sus palabras: El
ms famoso monumento arqueolgico del Per. Descendemos
por el valle del Urubamba, transformado en can, por el trabajo
infatigable del ro Vilcanota que
discurre entre elevadas montaas, para descender rpidamente
hacia la amazona. En una de las
cimas que vigilan este can, se
encuentra Machu Picchu, la
ciudad de ensueo.
Son certeras sus referencias al
origen inca del lugar, de las sucesivas ocupaciones y el conocimiento cientfico de Machu Picchu hasta el momento. Las referencias documentales de 1597
van siendo confirmadas por estudios posteriores, evidenciando
que fue conocido desde siempre
por los pocos residentes de la zona, como por cuzqueos, puesto
que varios estudiantes de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cuzco, saban del lugar por ser hijos de hacendados,
propietarios de tierras en las mrEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

VALCRCEL Y MACHUPIQCHU

genes derecha e izquierda del ro


Vilcanota. Anoticiaron su existencia al rector de la universidad Dr.
Alberto Giesecke, quien por su esp ri tu an sio so de conocer la
regin, solicitaba a los
estudiantes noticias de sitios
arqueolgicos
y
otras
curiosidades.
Adelantndose a modernas interrelaciones de la ciudad inca,
muestra la relacin funcional de la
arquitectura con el clima templado
de la regin, diferente a las alturas
serranas del Cuzco y valora la exquisitez del sistema de canales y
fuentes, resultado del gran conocimiento hidrulico de los constructores, anticipndose en casi medio siglo a la reciente nominacin de
Machu Picchu de Obra Maestra
de la Hidrulica Mundial, otorgado por la Asociacin de Ingenieros
Civiles de los Estados Unidos el
ao 2008.
El libro est pleno de descripciones de los edificios y sus caractersticas tcnicas de construccin, uso y simbolismo. Establece
la relacin de Machu Picchu con
otros centros de la regin, verificando que fue centro de una constelacin de poblaciones que cumplieron diferentes funciones. Confirma la relacin funcional que tienen con el espacio geogrfico.
En base a estas observaciones, establece la relacin con el refugio
inca de Vilcabamba, la historia
de Manco Inca y los sucesos que
ocurrieron, contribuyendo a incremen tar co no ci mien tos, para
comprender el destino final de
Machu Picchu, luego del ocaso
del estado inca.
Machu Picchu no ha estado ajeno a una variedad de interpretaciones y explicaciones. Desde las
ms serias, meditadas, producto
de prolongados estudios, hasta
las que lindan con la fantasa y la
imaginacin, que confunden a visitantes no bien informados. En
este aspecto es de valor especial,
el captulo que Luis E. Valcrcel
de dica a mostrar que Machu
Picchu fue obra de Pachakuti. En
sus palabras:
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Fue, pues el gran Inca restaurador de la metrpoli, el rey de las


construcciones, l mismo un gran
arqui tecto, quien seguramente
proyect toda la edificacin que
debi realizarse en el valle de
Tambo, que se lo haba adjudicado, pasando a formar parte de su
recmara.
Es versin que estudios recientes confirman, como el de John
H. Rowe, que considera a Machu
Picchu fue hacienda real de Pa-

El libro est
pleno de
descripciones de
los edificios y sus
caractersticas
tcnicas de
construccin, uso
y simbolismo.
Establece la
relacin de
Machu Picchu con
otros centros de la
regin, verificando
que fue centro de
una constelacin
de poblaciones
que cumplieron
diferentes
funciones

chakuti. No hay duda que dirigi


la construccin de esta llaqta, como centro dedicado a la meditacin y contemplacin religiosa,
como fue el espritu selecto del noveno inca de la dinasta real del
Cuzco. Talvez, incluso, pudo estar destinada a ser morada eterna
del gobernante inca, interrumpida y perturbada por la presencia
de quienes no llegaron a comprender la visin andina del trnsito a otra dimensin. Recordemos

al inca Atahualpa, eligiendo la pena del garrote, para evitar que su


cuerpo sea consumido por el fuego. Para los incas la continuidad
de la existencia en otra dimensin
demandaba la conservacin de
los restos materiales. Fue Machu
Picchu la morada eterna de Pachakuti? Se cumpli su deseo de
eternidad?
Machu Picchu fue abandonado cuando llegaron los zunqha zapas barbudos. Poco a poco
fueron partiendo sus habitantes,
unos para retornar a sus lugares
de origen, otros porque se derrumb el estado que posibilito su
construccin. Peones de hacienda, conocidos como arrendiris
ocuparon algunas viviendas, cultivando andenes para subsistir, recibiendo ocasionales visitas de los
hacendados de la regin. Su tranquila vida fue interrumpida el 24
de julio de 1911, con el arribo
del historiador norteamericano
Dr. Hiram Bingham, guiado por
gente del lugar.
Luis E. Valcrcel en sus Memorias, concede a Bingham el mrito de difundir la existencia de Machu Picchu y dirigir las primeras investigaciones cientficas. Logro
obtenido con el concurso de los
especialistas que integraban su
equipo. A partir de este momento
se inicia la transformacin de la
obra de Pachakuti, hasta convertirse en smbolo mundial de la
capacidad humana para crear
obras excepcionales.
Este libro Machu Picchu es
valiosa contribucin de Luis E. Valcrcel, porque permite conocer
Machu Picchu, accediendo a su
valor, significado y rol que tuvo en
la estructura social y cultural del
Tahuantinsuyu. Su cierta brevedad, es sin embargo excelente referente luego de trascurrido casi
medio siglo de la Primera Edicin. Debemos congratular al
Fon do de Cul tu ra Eco n mi ca,
por la publicacin que alcanza al
gran pblico los conocimientos
de un estudioso serio de los incas. to Purs
9

Rafael Aguilar

MACHUPICCHU1
P

ublicamos la interesante conferencia del doctor Rafael Aguilar


Pez en la cual entre otros datos
importantsimos para el esclarecimiento de nuestra historia se seala que mucho antes que Bingham
tuviera noticias de Machupicchu,
ya en 1876, vecinos del Valle de
Santa Ana (Convencin), precisan a un gegrafo francs la ubica cin de Ma chu pic chu y de
Huayna Picchu, y que en 1902,
diez aos antes de la primera ex-

pedicin del aventurero norteamericano, don Enrique Palma deca co no cer Ma chu pi c chu,
asercin que pudieron comprobar escrita en uno de los muros
de la Ciudadela, en el que los
nombres de Enrique Palma y de
otras tres personas, subseguidas
del ao 1902", tambin estaban
escritos. Dada la autoridad del
doctor Aguilar Pez, su honradez
intelectual, as como su profundo
sentimiento de cuzqueo y su con-

Rafael Aguilar Pez

dicin privilegiada de testigo ocular de los hechos, son indudables


sus afirmaciones. Por la actualidad que tiene estas revelaciones,
nosotros, cindonos siempre al
principio irrebatible de que nuestra historia debe ser nuevamente
escrita, publicamos este trabajo,
a fin de que los historiadores jvenes tengan mejores y ms firmes
cimientos objetivos para rescatar
la verdad de nuestra historia, tan
falsificada y adulterada como en

1 Transcripcin del articulo publicado en la Revista TAREAS. Ao II N 6. Lima 1961.

10

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MACHUPICCHU

el caso del descubrimiento"


yanqui de una de las maravillas
del mundo, ignorada por los
propios peruanos.
Machupicchu es un llamamiento resurgente e insurgente de americanismo. Proclama con la armona, belleza y fuerza de su pequeo
ncleo urbano las excelencias a
que en todos los aspectos de la vida lleg aquella Civilizacin o Cultura Andina, una de las seis fundamentales de los orgenes histricos
del hombre en el mundo, segn
Toynbee, eminente historiador
ingls contemporneo.
Antes de alcanzar los estadios
de su decadencia ni menos demostrar los signos de una cercana desaparicin por agotamiento de sus
posibilidades creadoras, las dos
culturas de Amrica, la Mexicana y
la Andina, han sido sojuzgadas por
otra cultura occidental que las circunstancias histricas quisieron
que fuese la espaola. Los fenmenos de la transculturacin, aculturacin o interculturacin han asumido el habitual carcter de violencia
y crueldad que la historia conoce
en las Civilizaciones Occidentales,
paralizadoras de todas las manifestaciones de las culturas autctonas
vencidas. La conciencia de la rapacidad e inhumanidad con que han
sido tratados no ha desaparecido
an en los pueblos nativos y los descendientes de ellos, as sea bajo el
rubro de mestizos, no pueden
dejar de expresar esa realidad
cuando interpretan el sentir y el
pensar aborgenes.
Si la civilizacin occidental puede mostrarse orgullosa de haber
impuesto por el hierro y por el fuego, por el ajusticiamiento y por el
exterminio o por la pacificacin o
la amenaza de una ultratumba de
expiaciones eternas, las sublimes
verdades del Evangelio, las autnticas conciencias cristianas estn
muy lejos de pensar que el estado
de miseria, paralizacin de todas
sus capacidades y despojo de todos sus medios y fuentes de trabajo
con el menosprecio altanero de
los que se creen superiores, pueda
ser el remedio ni la solucin de la
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

bo chor no sa realidad que


significan nuestras masas de
pobladores de ascendencia
autctona.
En medio de todo esto la incorporacin a los objetivos de la curiosidad de la cultura del mundo de
una poblacin que se ha mantenido intacta exceptuando sus techos es una voz, un grito y una
demostracin de que los sucesores
de quienes hicieron tales ostentaciones de una altsima cultura, al
no estar por culpa suya sino ajena
en la inopia en la que viven, los
convierte en sacrlegos y blasfemos
a quienes alzando en vano el nom-

Al descubrirse
este conjunto
alzado como
flotante entre cielo
y tierra con tan
expectante
ubicacin cimera
y con tantos
enigmas
entraados

bre de un Dios de misericordia,


bon dad y jus ti cia se ti tu lan
desvergonzada y cnicamente
mantenedores de una civilizacin
cristiana.
Entre tanto digamos algo en relacin a Machupicchu, sus antecedentes, gestacin, nacimiento y
vida que lleva.
LAS LEYENDAS
Repentinamente puesta en contacto con el mundo por todas las
formas de la propaganda, esta pequea ciudadela de imponentes y
grandiosos edificios de enormes
masas lticas de varias toneladas
de peso y en contraste con ellas en
las dimensiones, pero no en el labrado ni el pulimiento que son

iguales, un nutrido sector urbano


de calles encerradas dentro de muros de piedras grandes en sus bases y pequeas desde la altura o
porte de un hombre y alcanzando
hasta edificios de tres pisos de altura rodeados en conjunto por construcciones de un estilo menos fino y
pulimentado y que han debido de
ser de clases populares. Todo este
maravilloso conjunto de sectores
construidos en diferentes niveles de
terreno los cuales estn unidos por
infinidad de escalinatas de piedra
notndose descender una de estas
por un lado hacia el ro sobre el
que la ciudad se encuentra a ms
de quinientos metros de altura. Al
descubrirse este conjunto alzado
como flotante entre cielo y tierra
con tan expectante ubicacin cimera y con tantos enigmas entraados, constituye desde la primera dcada de este siglo motivo de cita
ininterrumpida para los hombres
de cultura de todas las comarcas y
an para los simples trotamundos
que le tratan de encontrar
vacaciones a su alma de la
contextura de un mundo
estrepitoso y aburrido y a sus
cuerpos y nervios de la incesante
trepidacin de las maquinarias del
orbe civilizado.
Ante Machupicchu, se renuevan
entonces las interrogantes de las leyendas del origen: de qu tipo de
facultad creadora del hombre proviene y quines, cundo, y para
qu y cmo la han construido y la
han podido construir en las caractersticas que ostenta? Y pasan las leyendas en agolpada procesin de
fantasas: acaso una privilegiada
unidad de la Lemuria sumergida
salvada en el brocal de altura de
sus orillas cuando la clera del
Ocano la enguill en un espasmo: quien sabe, parecidas circunstancias, una suprstite de la Atlntida remota de Platn y Tolomeo o
quin sabe! un ejemplar todava
raro en el camino de nuevos descubrimientos de una constelacin de
ciudades rupestres y emboscadas
que en repentino ataque de decadencia o de agresiones climticas
u otras determinantes, vieron pere11

Rafael Aguilar

cer sus pobladores privados de elementos esenciales de la vida ante


la exhuberancia triunfadora de la
flora o de la fauna. Como en toda
fantasa, a Machupicchu puede
acomodrsele cualquiera; pero,
an en ese aspecto, la ciudad perdida de los Incas como se le ha llamado y felizmente no hallada por
los espaoles, agregamos nosotros, es con toda su magnificencia
de formas y de circunstancias una
apremiante sugerencia de poesa,
de investigacin y superacin
espiritual de los hombres con alma
que reciben su indesatendible
mensaje.
LAS TRADICIONES
A la violenta introduccin de la
Civilizacin Occidental (que nosotros los americanos deberamos llamar lgicamente Oriental, por la
razn de que por el camino de
Oriente estamos ms cerca de Europa) los dos ncleos culturales,
los mejicanos al Norte y los andinos al Sur, brind a los agresores,
dotados de una superior tcnica en
el arte de exterminar a sus adversarios, todo cuanto en su frentica expansin al Occidente pudo haber
soado: tierras feraces, esclavos
gratuitos y humillados, mujeres tomadas como botn de guerra y
mantenidas de siervas o concubinas en la generalidad de los casos,
mentalidades sencillas prestas a recibir dioses extraos en lugar de los
suyos, oro, podero, riqueza Si
las nuevas tierras proporcionaban
todo esto, por el ejercicio de la violencia armada, cmo no ser amada la guerra y reverenciada como
la principal de sus divinidades, por
los europeos!. Pero como la ambicin humana no reconoce lmites y
la riqueza y el poder son como el
agua salada que cuanto ms se toman ms sed producen, los Conquistadores se dieron a recoger y
los conquistados a difundir sus tradiciones, muchas de ellas inventadas por la generacin de entonces
para librarse de sus dominadores,
acerca de la existencia, ms all en
cualesquier caminos de la Rosa de
los Vientos, nuevas tierras mejor do12

tadas, ms oro, mujeres hermosas


y ms infieles desesperados de ser
fieles a sus nuevos amos y a sus mitos y sus dogmas As nacieron Cibola y Las Siete Ciudades, el Dorado, el Gran Paytiti y tantas otras en
las que, Machupicchu, prevista o intuida en la ensoacin de los
nativos
y
acaso,
por
verdaderamente conocida y
existente guardada y callada con
celo a la codicia de los extranjeros,
posiblemente ya llevada su vida de
misteriosa ciudad amparada por la
maraa de los bosques milenarios.
Pero el misterio de la ciudad escondida no pudo ser absolutamente guardado. Entre los habitantes
de la regin haban seguramente
quienes la conocan y, como manifest el doctor Alberto A. Giesecke
exRector de la Universidad del
Cusco y uno de los personajes que
ha desempeado papel coadyuvante a lo que Machupicchu actualmente es, ganaderos que iban en
busca de sus acmilas o reses extraviadas, agricultores que cultivaban
terrenos incluidos dentro del permetro de la propia poblacin y acaso perseguidos polticos que en esa
provincia Convencin por su
naturaleza montuosa y de vecindad de haciendas y campesinos
hospitalarios llegaron a ella, sin importarles mayormente la presencia
de ruinas incaicas que tan
extraordinaria abundancia tienen
en la zona de Cusco y
circunvecinas.
LA HISTORIA
Todo lo anteriormente expuesto
tiene, en relacin a Machupicchu,
solo el valor de las fantasas de la
leyenda que pudieran o no incluirla en su contenido y las meras suposiciones de su conocimiento por
elementos que ninguna importancia pudieron haberle atribuido a su
descubrimiento ni ninguna utilidad
pudieron sacar, en ningn sentido,
de conocerla.
El primer dato histrico, ignorado seguramente por el doctor Hiram Bingham que nada dice de l
y por el doctor Jos Gabriel Cosio
que expresa tal desconocimiento

en su informe elevado ante el Supremo Gobierno con fecha 21 de


diciembre de 1912, publicado la
Revista Universitaria del Cusco, correspondiente al mes de junio de
1913, en su carcter de Delegada
Oficial nombrado para inspeccionar los trabajos de los miembros
de la Universidad de Yale presidios
por el doctor Bingham, en 1912 y
al expresar que ninguna noticia se
ha tenido de Machupicchu por los
Cronistas de la Conquista ni por
historiadores o escritores contemporneos descartan la posibilidad
de que alguno de ellos, doctores
Bingham y Cosio, hubieran tenido
conocimiento de hallarse consignados Machupicchu y Huayna Picchu, con esos nombres que tambin los ignoraban, por el viajero
francs Charles Wiener de quien
tantas y precisas notas biogrficas
consigna la monumental obra de
Ral Porras Barrenechea, Fuentes
Histricas Peruanas, de la edicin
de 1954, en Lima, asegurando
que se hallan consignados en el
mapa del Valle de Santa Ana de
aquel autor y que se encuentran en
su obra: Per y Bolivia, Relato de
via jes se gui do de estudios
Arqueolgicos y Etnogrficos y de
Notas sobre la escritura de las
Lenguas de las Poblaciones
Indgenas, con 27 cartas y 18
planos. (En francs) (Pars,
Hachette, 1880).
Wiener seala que en 1876 los
vecinos de la regin del valle de
Santa Ana fueron los que le dieron
las referencias precisas que l, seguramente, utiliz como punto a
consignar en el mapa en el que Machupicchu y Huayna Picchu se
hallan consignados.
Acaso hay otra referencia histrica, pero sujeta a estudio y prueba y
es la que cualquier estudioso de
cuestiones arqueolgicas lo puede
verificar posiblemente en el Archivo Histrico de la Universidad de
Cusco o en poder de los propietarios de la Hacienda Cutija de las
cabeceras del valle de la Convencin y de la circunscripcin de la
provincia de Urubamba a donde la
citada hacienda pertenece, acerca
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MACHUPICCHU

de linderos y dominios de ella datos entre los que se encuentran segu ra men te los nombres y
descripcin de los lugares
denominados Machupicchu y
Huayna Picchu.
Podemos ahora sobre el dato
histrico de Wiener, continuar con
las referencias histricas ya ms
cercanas a nuestra edad y antes
que por el transcurso del tiempo y
desaparicin de personas y escasa
importancia que se atribuya a los
hechos, desaparezcan del todo, si
acaso en forma alguna han sido
consignados.
Procuremos hacer una cronologa ordenada de los antecedentes
y circunstancias que precedieron y
formaron parte del descubrimiento
de Machupicchu para el turismo y
la cultura.
APARECE EL DOCTOR
BINGHAM
El doctor Hiram Bingham que fue
graduado en Humanidades en la
Universidad de Yale de que fue estudiante mostrando particular inters
por las cuestiones histricas de la
Amrica del Sur, tuvo siempre desde
su vida estudiantil el deseo de visitar
estos pases y en especial los que decan tener relaciones con la vida y hechos del Libertador Simn Bolvar y
con los del Imperio de los Incas, sugestionndole fuertemente la idea
de verificar o identificar y descubrir la
poblacin de Vitcos la capital del
Imperio de los Incas de la Cristiandad a partir de Manco II que se deca perdida. Nacido el 19 de noviembre de 1885, a los 24 aos de
edad, viaj a Venezuela en donde, a
lomo caballar, recorri los caminos
del Libertador, a principios del ao
de 1909 en que, forma bastante silenciosa y como annima, tambin
estuvo en Cusco en donde, posiblemente, comenz a verificar o identificar Vitcos la capital de Manco II al retirarse despus del fracaso de su intento de tomar el Cusco y es probable que simplemente como visitar, en
ese entonces, visitara, sin mayor detalle, el valle de Urubamba penetrando al interior por el can de este
nombre. Fue entonces que retorn a
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Lima, a mula, pasando por Abancay


y en donde tuvo oportunidad de
visitar el clebre lugar de ruinas
incaicas de Choque Kirau en la
cuenca del Apurmac.
AO DE 1910
En este ao se hizo cargo del Rectorado de la Universidad Nacional
de San Antonio Abad del Cusco el
doctor Alberto A. Giesecke de nacionalidad norteamericana que ejerci
el cargo durante catorce aos e implant un rgimen de inusitada animacin al conocimiento directo de
cuanto de imponente y digno de ser
conocido guarda el Cusco en todo
lo referente a la arqueologa al mismo tiempo que su administracin significaba un verdadero nuevo orden
respecto a celeridad de trmites, promocin del progreso de la Universidad como del Cusco en general y
que habiendo contrado matrimonio
con una distinguida dama cusquea, la seora Esther Matto son con
ella tronco de numerosa familia muchos de cuyos miembros continan
la tra di cin de ac ti vi dad,
honorabilidad, competencia y amor
a Cusco que es, en ltimo resultado,
el ms acendrado amor a la
nacionalidad y a la patria.
En enero de 1911, el acaudalado propietario de la hacienda Echarati del Valle de la Convencin seor Braulio Polo y La Borda invit al
doctor Giesecke a conocer aquella
importantsima regin del Departamento y en la permanencia de
unas semanas del Rector en su
compaa le refiri, pues era notorio que don Braulio posea una nutrida cultura sobre cuestiones humansticas y, particular histricas y
arqueolgicas, que era notorio la
versin de encontrarse toda la regin numerosa de aquella tropical
regin sembrada de ruinas incaicas y de entre ellas deca destacarse la ciudad de Machupicchu de la
que poda tomarse datos de un
guardin de esos lugares en los sitios denominados de Mandor o
San Miguel. El doctor Giesecke
que era ya amigo del doctor Bingham, escribi de la referencia importante que recibi del seor Polo
13

Rafael Aguilar

y que lo ratific con el guardin


que le indic en esos lugares y al
que se ha referido el doctor Giesecke como de persona de quien recibi, a su regreso de la hacienda
Echarati, la confirmacin de cuanto el propietario de ella le refiriera
sin que sea aventurado suponer
que si no conoca el seor Polo y La
Borda el texto de Wiener, era seguro que tiene referencias de aquellas personas a las que cita el autor
francs como de perfectamente conocedoras de la ubicacin y condiciones de Machupicchu y Huayna
Picchu. Sea de esto lo que se quiera el caso es que el doctor Bingham que ya conoca el Cusco desde 1909 y posiblemente, si no la
capital de Manco II que era su mayor preocupacin, ya verific y conoci el valle y can del Urubamba todava sin noticia alguna
de la existencia de la alucinante y
misteriosa ciudad de las alturas de
San Miguel y Mandor. Con referencias ya tan acentuadas del doctor
Giesecke, y ste a base de lo que
le manifest don Braulio Polo, el
doctor Bingham no haba estado
ocioso y haba obtenido la venida
de una comisin de cientficos de
la Universidad de Yale con los que
estuvo en el Cusco, antes de Julio
de 1911. Desplegada aquella comisin en diferentes puntos del Cusco y cuyo estudio de especialidades traa, en julio de ese ao el doctor Bingham al viajar hacia Vilcabamba, valle ramal del de la Convencin y en donde se situaba la
an no identificada, hasta entonces, capital de los Incas de la Cristiandad, pudo entrevistarse en la
playa de Mandor con uno de los
regncolas de aquel lugar y guardin de tierras, parece que Ortega
o Arriaga, de esos indgenas o peones agrcolas de aquella provincia
tropical y que distan ya de llevar las
tpicas vestimentas de indios genuinos de otros lugares y diferencindose igualmente de la gran masa
de indgenas autctonos en su relativa inteligencia y uso del idioma
castellano en el que le fue fcil entenderse con l al doctor Bingham
ya que era idioma que le hablaba.
14

Previo el regateo del salario que exigir el guardin y que no lleg parece a una suma mayor de cuatro
o cinco soles, como muy sencilla y
llanamente lo refiri el doctor
Bingham en algunos de sus
relatos, el Guardin lo llev hasta
la ciudad despus de una fatigosa
y peligrosa ascensin tanto por las
dificultades que opona el terreno
accidentado mismo cuanto de la
abundancia extraordinaria de
vboras venenosas que existan en
la travesa y que por el gua acaso
era todava acrecentadas en el
peligro inminente que ofrecan.
Llegado al propio lugar el doctor
Bingham, no pudo darse idea exacta de lo que se trataba pues una tupida maraa de bosque cubra totalmente la poblacin: slo intuy ms
aproximadamente de lo que aquello
era, cuando machete en mano y ayudado por su gua pudo descubrir algunos fragmentos de muros que le
hicieron pensar que aquella era la
capital de Manco II, idea en que persisti hasta algn tiempo despus en
que a Machupicchu la identific con
Paqarijtampo, la posada del amanecer de donde los hermanos Ayar
emprendieron desde el SOL, su marcha sobre el Cusco. Este primer contacto del doctor Hiram Bingham con
Machupicchu, se realiz el da 24 de
julio de 1911 y esa fecha es la que
en este ao se trata de celebrar a cincuenta aos o medio siglo de transcurrido del acontecimiento de haberse puesto en comunicacin la maravillosa ciudadela con todo el mundo
culto por la meritoria labor de propaganda, bajo los auspicios de la Universidad de Yale, la Sociedad Geogrfica de Washington y diversas instituciones culturales de la Repblica
de Estados Unidos que contribuyeron a su logro y a todo cuanto, bajo
ese aspecto, ha sido y ha vivido Machupicchu desde entonces, con el esfuer zo y la voluntariedad
incuestionables encaminadas al fin
de su difusin por el mundo que hay
que reconocer y rememorar, junto
con ella, en la persona del profesor
norteamericano.
Luego de haber hecho aquella visita y quedar probablemente maravi-

llado de su resultado el doctor Bingham indica que imparti de inmediato las instrucciones conducentes a
dos de los topgrafos que trabajan
con l a que procediesen al levantamiento del plano respectivo y se dirigi de inmediato a Estados Unidos y,
al pasar por esta capital, sustent
una conferencia en la Sociedad Geogrfica de Lima con las sensacionales revelaciones de su reciente descubrimiento. Posiblemente fue entonces que se entrevist tambin con el
doctor Giesecke Rector de la Universidad del Cusco que, con motivo de
hacer gestiones de provecho para la
Universidad de su cargo se encontraba igualmente en esta capital en el
mes de octubre de 1912, refirindole los detalles alucinantes de la
ciudad que iba a ser develada ante
la curiosidad cientfica y artstica del
mundo.
El doctor Giesecke comunic la
noticia al doctor Jos Gabriel Cosio,
Secretario de la Universidad del Cusco y Catedrtico de la Facultad de
Letras acerca de las interesantsimas
noticias recibidas del doctor Bingham y sugirindole organizar una expedicin comprobatoria del descubrimiento de la misteriosa ciudadela.
El doctor Cosio que sola pasar sus
vacaciones en la ciudad de Urubamba a donde ordinariamente acuda,
entusiasmado por la importancia
que de las noticias trascenda, prepar dicha expedicin despus de ponerse de acuerdo, en primer lugar,
con don Enrique Palma que deca conocer Machupicchu por haberla visitado diez aos antes, los hermanos
Justo y Luis Ochoa y el doctor Alberto Lpez, General de Sanidad y
exministro de Estado que contaba
entonces doce aos de edad quienes encabezados por el doctor Cosio salieron de Urubamba con direccin a la hacienda Qollpani, de que
eran copropietarios, los doctores
Ochoa y en dicha hacienda de que
era arrendatario otro hermano, el seor Jos Mara Ochoa, se les uni
ste con quien despus de pernoctar
el 18 de enero de 1912, ascendieron todos desde la playa de San Miguel hacia Machupicchu, en medio
de una copiossima lluvia que ces
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MACHUPICCHU

ms tarde cuando de diez a once de


la maana, despus de ms de tres
horas de temerosa y fatigosa ascensin, por las vboras y el terreno, llegaron hasta la propia ciudadela. A
travs de la frondosa vegetacin que
cubra los muros pudieron comprobar en uno de ellos ser verdad la
asercin de Enrique Palma de haberla visitado diez aos antes, pues, pudieron leer inscrito en uno de esos
muros, los nombres de Enrique Palma y de otras tres personas, subseguidas del ao 1902 que tambin
estaba inscrito adems de haberse
des cu bier to all vi drios ro tos
provenientes de botellas y latas
vacas de conservas que siendo
made in en alguna nacin
extranjera fueron las primeras representantes de sus nacionalidades
que, en compaa de urubambinos
que lo eran todos, visitaban por
primera vez la maravillosa
ciudadela.
All fue que refiri Palma que encontraron a un arrendatario de las
tierras o chacras de Machupicchu,
un regncola apellidado Meza y les
inform pagar doce soles mensuales al propietario de la hacienda
Cutija: diez aos trascurridos, los
arrendatarios de esos mismos terrenos eran dos, Arteaga, Lizrraga y
Ortega (dos apellidos se confunden) uno de los que condujo al doctor Bingham desde la playa de San
Miguel hasta el propio
Machupicchu, seis meses antes.
La descripcin e itinerarios de esta excursin lo hizo el doctor Cosio
con acopio de datos y el ameno encanto que sola comunicar a sus relatos y letras el eminente y recordado maestro doctor Cosio fallecido
recientemente. (Noviembre de
1960).

de Yale, de la Sociedad Geogrfica


de Washington y de numerosas instituciones de cultura norteamericana
que colaboran en diferentes formas
a la realizacin de los fines de aquella Comisin que permanece por
ms de tres meses llevando a cabo
una multifactico tarea y cuyos resultados han sido traducidos en poca
escala de sus textos originales de ingls al castellano y an de stos poco conocidos entre nosotros debindose dejar constancia del lamentable testimonio de inspirar ms inters, cuanto concierne a Machupicchu en el extranjero que en el pas. El
dinamismo de Bingham es imponente: explora, se traslada de un lugar a
otro incesantemente, siendo su ruta
de ida y vuelta ms frecuentada la
que lo lleva al valle de Vilcabamba
desde las alturas de Machupicchu; a
todo esto, indaga, averigua, lee y,
finalmente, traslada al texto sus
impresiones, sus opiniones, sus
apuntes tomados en el apresurado
vaivn de sus rpidas excursiones e
incursiones.
Decimos que en 1911, a raz de
su rpido recorrido por Cusco y, probablemente, por el cann del Urubamba, orillas del Ro Sagrado Willkamayu o Vilcanota, Willkaunuta,
Agua Sagrada, en 1909, logr para
este ao, bajo auspicios de Yale,
comprometer una Comisin de
Cientficos con quienes vino en
1911 de tal manera que cuando l,
el doctor Bingham, descubri Machupicchu y lo conoci para hacerla
conocer del mundo culto como
otros muchos la conocieron para su
capote, imparti instrucciones a los
ingenieros topgrafos Tucker y Lanius para que levantasen el plano de
Machupicchu con todos los detalles
lo que sirvi de fundamento para tratar de una excursin a ella y una CoEL GRAN AO DE
misin sobre ella, ya como de cosas
ciertas y geogrficas y matemticaMACHUPICCHU
Este, de 1912, podemos calificar mente situadas sobre la tierra y no
como del gran ao de Machupic- como simples referencias con ignochu. Efectivamente se abre con esta rancia de datos sin los cuales la ciensignificativa excursin presidida por cia, a pesar de su reconocido desinel maestro cusqueo, se contina ters, no se podra interesar concretacon la presencia de una bien dotada mente. Fue el detalle determinante
y bien dirigida Comisin Cientfica de la Comisin del ao de 1912 en
bajo los auspicios de la Universidad que una docena de sabios, especialiEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

zados en diferentes ramos, hicieron


trabajos de inspeccin, introspeccin, comprobacin, excavacin y
traslacin de cuyos materiales
existen unos cuarenta cajones
devueltos de Estados Unidos
conteniendo interesantsimo material
para la antropologa de inclasificado
osamenta humana, en el Museo de
la Magdalena.
Estando en plena labor la citada
Comisin, coordinando nuestros
das feriados patrios con los horarios
de nuestra Universidad, se concert
una excursin a Machupicchu, a fines del mes de julio de 1912. Una
veintena de universitarios bajo la direccin de los doctores Alberto A.
Giesecke, Rector y Romualdo Aguilar, Catedrtico de Derecho Procesal, emprendimos aquella quinta memorable excursin a la ciudad de
Machupicchu, quinta en el orden de
los ya comprobados visitantes de
ella de 1902, la primera; de 1911,
la primera del doctor Bingham; la de
enero de 1912, la primera del doctor Cosio y la de este ao igualmente, la segunda del doctor Bingham y
la primera de los doctores Giesecke
y Aguilar. Sea por el singular impacto causado en nuestras almas, sea
por las circunstancias especialsimas
en que fue verificada y ser quien tom parte en ella quien trasunta sus
impresiones, el recuerdo de aquella
excursin ha permanecido inolvidable y nica guardado en los recintos
ms ntimos del recuerdo y del
orgullo de haber recibido el mensaje
an primerizo entonces de la
mgica visin.
De entonces se han multiplicado,
en medio siglo, las visitas de las gentes con destacada acentuacin humana de cultura, o simplemente de
manitico turismo o curiosidad intrascendente. Salvando las categoras y
las clases, las diversidades geogrficas y de razas, han desfilado ante
Machupicchu cientficos y artistas, polticos y socilogos, religiosos y laicos, herejes y creyentes, pensadores
y filsofos, financistas, banqueros o
mercaderes: sobre la diversidad de
sus apariencias, la multiplicidad de
sus idiomas o la contradictoria orientacin de todo aspecto de sus estruc15

Rafael Aguilar

turas, unnime ha sido el pasmo y el


asom bro, el en ter ne ci mien to
espiritual y el culto de una
ecumnica simpata por la pequea,
incomparable y nica ciudad del
mundo.
Resumamos, en una cronologa
sintetizada, su historia:
1876. Vecinos del Valle de Santa
Ana (Convencin), refieren y le precisan a Charles Wiener, viajero y gegrafo, la ubicacin de Machupicchu
y de Haynapicchu.
1888. Charles Wiener publica en
uno de los mapas de su libro Peru y
Bolivia Machupicchu y Wayna
Picchu.
1909. Despus de haber recorrido los caminos del Libertador, en Venezuela, Hiram Bingham, flamante
graduado en Humanidades, de la
Universidad de Yale (EE.UU.) que ha
tenido la obsesiva preocupacin de
verificar o identificar la capital del
Imperio de los Incas llamados de la
Cristiandad, a partir de Manco II, llega al Cus co ha cien do una
prospeccin, probablemente, del
valle del Vilcanota.
1910. Se hace cargo del Rectorado de la Universidad del Cusco, despus de una huelga de alumnos, el
Dr. Alberto Giesecke que promueve
una corriente de conocimiento afanoso de las fuentes histricas monumentales que tiene el Cusco. Hace
excursiones en y fuera del Departamento del Cusco y entusiasma a sus
alumnos, catedrticos y pblico en
general.
1911. En enero de este ao el Dr.
Giesecke es invitado por el dueo
de Echarati, hacienda de la Convencin y el propietario de ella don Braulio Polo y La Borda, refiere al doctor
Giesecke que hay muchas poblaciones cubiertas por la maraa del bosque y que en las alturas de San Miguel y Mandor existe una ciudad incaica en la que inclusive revolucionarios perseguidos de la revolucin de
don David Samanez Ocampo, en
1910, la han visitado y que los guardianes de esos lugares conocen detalles. El doctor Giesecke, confirma las
referencias del seor Polo y La Borda
al hablar con un guardin de esos lugares, a su regreso de Echarati a
16

Cusco. Comunica la referencia al


doctor Bingham que prepara en Estados Unidos la Comisin que debe estudiar las regiones del valle del Vilcanota y ste al venir, con los datos suministrados, entable conversacin
con uno de dichos guardianes que
le conduce a Machupicchu. Con el
resultado el doctor Bingham viaja a
Estados Unidos y en su paso por
Lima, comunica lo interesante de sus
descubrimientos.
1912. A indicacin del doctor
Giesecke el doctor Jos Gabriel Cosio excursiona a Machupicchu a donde llega el 19 de enero. El doctor
Bingham que ha organizado, obte-

pudieron leer
inscrito en uno de
esos muros, los
nombres de
Enrique Palma y
de otras tres
personas,
subseguidas del
ao 1902

niendo los ms eficaces auspicios de


la Universidad de Yale y de la Sociedad Geogrfica de Washington y
otras instituciones culturales, la Comisin encargada de toda clase de investigaciones y trabajos en Machupicchu y en algunas provincias del
Cusco, particularmente La Convencin, se constituye en dichas regiones llevando a cabo sus designios en
una permanencia de ms de tres meses. En plena labor de desenmaraamiento del bosque, excavacin y clasificacin de especies de la Comisin Norteamericana llegan a fines
de julio el Rector de la Universidad
de Cusco doctor Alberto Giesecke y
Catedrtico de Derecho de ella doctor Romualdo Aguilar con la primera
excursin universitaria de cerca de
veinte alumnos que gozan de la visin y presencia incomparable de la

ciudad aparecida. De entonces el


flujo del turismo nacional e internacional ha sido ininterrumpido e indetenible. Cabe agregar que respondiendo al clamor pblico de llevarse
a cabo las labores de aquella nutrida y competente Misin o Comisin
Norteamericana en localidad nacional de la importancia de Machupicchu y sin ninguna intervencin de ninguna persona de representacin oficial o siquiera de atisbos cientficos o
histricos en ella, el Gobierno nombra Delegado para esa finalidad al
doctor Jos Gabriel Cosio por Resolucin Suprema de 18 de agosto de
1912 y que oficialmente comunicada un mes despus al doctor Cosio
determin el que viajara a Machupicchu el da 27 de dicho mes y, al incorporarse a la Comisin, estuviese
quince das en los que finaliz la
labor de la Comisin. El Informe del
doctor Cosio hace honor muy
merecido a la labor del doctor
Bingham y de la Comisin y deja
constancia de lo que personalmente
ha constatado acerca de la
competencia y espritu de
investigacin histrica ha realizado.
A la insigne proyeccin de celebridad que la conexin de Machupicchu con la cultura del mundo significa hay que agregar en Hiram Bingham el otro aspecto que le duplic
merecidamente esa celebridad, aunque esto ha sido opacado por el resplandor del nombre de Machupicchu: constat que la capital del Imperio de los Incas de la Cristiandad y a
donde se retir Manco II fracasada
su intentona de tomar el Cusco, la
inubi ca da Vit cos, era y es la
poblacin de Rosaspata en el valle
de Vilcabamba.
As se cierra esta pequea cronologa y los datos que la integran a
manera de breve exordio, dejando
planteados mltiples aspectos de la
privilegiada ciudadela que atrae la
atencin cultural y turstica del mundo. Esperamos ofrecer nueva oportunidad para esos planeamientos, de
la vida de Machupicchu, cuya partida de nacimiento, guardan y acaso
seguirn guardando siempre el
misterio y la poesa.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

HIRAM BINGHAM, EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU

HIRAM BINGHAM,
EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU1
Enrique Portugal

nrique Portugal, el escritor y


laureado periodista arequipeo
que vivi muchos aos en Argentina denuncia, tras varios lustros
de investigacin, el despojo incalificable que sufri la Ciudad perdida. Portugal aclar que el diario
limeo La Prensa solicit estos artculos hace varios aos, cuando
an viva Bingham poco antes

haban aparecido en Buenos Aires, y luego de retenerlos por un


lapso de cuatro meses, decidi no
publicarlos, negndose a devolverle sus trabajos. Nosotros volvemos
a publicar estos artculos, que no
han podido ser refutados hasta
hoy, y que constituyen un valioso
documento para esclarecer la
verdad de nuestra historia.

I. CON AYUDA DE UNOS Y


LA IGNORANCIA DE OTROS,
EL AUDAZ AVENTURERO
ESCALADOR DE
MONTAAS, SAQUE LA
CIUDADELA, LLEVNDOSE
REQUISIMOS
CARGAMENTOS DE OBJETOS
DE ORO Y OBRAS DE ARTE
QUE HOY SE HALLAN EN

1 Transcripcin del articulo publicado en la Revista TAREAS. Ao II N 6. Lima 1961.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

19

Enrique Portugal

DIVERSOS MUSEOS DE
NORTEAMRICA. AMAS
FABULOSA FORTUNA.
Yo acuso directamente a Hiram Bing ham y por extensin
a todos sus cmplices silenciadores peruanos como el ms peligroso y directo pirata que holl
Machupicchu.
La in ves ti ga cin que sin te ti za es ta lar ga se rie de ar tcu los
pe rio ds ti cos da ta de va rias d ca das, y en tal ca rc ter, al en con trar por fin un pe ri di co
que los in ser te, la en tre g pa ra
su ma yor di fu sin en el Pe r. El
p bli co ar gen ti no ya es t per fec ta men te en te ra do de es ta
de nun cia, y ha ce aos, cuan do
la di fun di da re vis ta Esto Es la
pu bli c con gran des plie gue
de es pa cio y pre sen ta cin, pro vo c un mo vi mien to rio pla ten se de am plia so li da ri dad y a la
vez de indignacin contra
quien se ha ba me ti do a sa co
en Ma chu pic chu, so pre tex to
de des cu brir los.
Pero, comencemos por partes
Preo cu pa cin fun da men tal
desde mis tiempos de estudiante
fue saber, con autntica certeza,
dn de fue ron a pa rar to dos
aquellos fabulosos objetos de
oro y plata que desde haca cuatro siglos haban quedado en
aquella maravillosa ciudad incaica, o sea la antigua y sagrada ciudad de Vitkos o Vitikos o
tambin Vilcapampa. Tan obsesio nan te preo cu pa cin ha bame llevado varias veces a la ciudad imperial del Cuzco primero,
y luego a Machupicchu, para recorrer con mi propio plano en
manos los lugares por donde ascen di Hi ram Bing ham y despus por los lugares que descendi sigilosamente todos los objetos valiosos que encontr, natural men te ayu da do por re cios
mocetones de confianza que le
enviara el cnsul estadounidense en Lima, y, desde luego, con
la complicidad del silencio, o la
ignorancia total, de las autoridades lo ca les y na cio na les de
aquella poca.
20

Portada de la revista Tareas, dirigida por el escritor y periodista Alejandro Romualdo.

NADA MAS QUE UN


AVENTURERO
Condensemos, en apretadsima
sntesis, la historia de esta legendaria ciudad descubierta por el entonces joven aventurero y simple escalador de montaas Hiram Bingham, y aos despus, llevado por
el reflejo de su hazaa en el Per,
al sital de Gobernador de poderoso Estado de Connecticut, su suelo
natal.
Apenas haba alcanzado, en
1912, la mayora de edad, el fuerte escalador descubri que en
Amrica del Sur, principalmente en
el Per, existan picos tan altos como el Coropuna (a ms de 7,000
metros), y por eso emprendi viaje

al Per ayudado econmicamente


por el Club de Exploradores con
sede en Nueva Cork.
El inquieto y aventurero Hiram,
al enterarse, una vez en el Per, primero por boca de los nativos y luego por referencias precisas de varios antiguos cronistas entre ellos
por Calancha, Cieza de Len, Rodrguez de Figueroa, el capitn
Garca y otros, que exista esa fabulosa ciudad en las cercanas de la
ciudad imperial, se decidi a buscarla, recibiendo para ello eficaz y
valiosa ayuda material de las autoridades locales y, principalmente
de antiguos pobladores indgenas
y hasta de un nio a quien el ingrato Bingham, ni siquiera menciona por su nombre, todo lo cual
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

21

Enrique Portugal

como por caso un artstico cuchillo de bronce slo confiesa un


cuchillo con las figuras de un
muchacho pescador y su presa,
que se encuentra actualmente en
dicho Museo.
Pero Bingham, mentiroso poco
hbil, a menudo se pisa sus propios talones. En el libro mencionado encontramos varios pasajes
muy parecidos a ste, que a la letra dice: Mientras el camino se
haca transitable para nuestros
animales, segu adelante con Ricardo Charaja y tuve el deleite de
descubrir que a medida que la
senda avanzaba, se diriga ms y
ms en direccin a Machupicchu.
Siguiendo luego en la esperanza
de obtener pronto una vista de la
montaa de Macchupicchu, descubr un grupo de ruinas llamado
Corihuayrachina, esto es, el sitio
en que se cierne o lava oro". Vale
decir, un lavadero de oro.
EL REY DE LOS CUENTEROS
Este rey de los cuenteros sostiene que incluso hall un lavadero de oro, pe ro ningn objeto, y nada ms que el lavadero.
Cabe admitir que Bingham no
hubiera encontrado un solo alfiler de oro, y, en cambio, muchsimos de bronce y otros confeccionados con simples espinas silvestres?
A pro p si to, ca rac te rs ti cas
principal que distingui a la nobleza incaria, y hasta al ms humilde de los pobladores incaicos,
fue el hecho de que, segn su jerarqua, disfrutaban de oro y plata tanto o ms que el barro o la arcilla, utilizando dichos metales
con mayor facilidad y esfuerzo para sus menajes, adornos y revestimientos interiores y exteriores.
Este ignorantn escalador de
montaas adolescente an,
encuentra hasta el famoso Intihuatana lugar mximo donde los
incas amarraban el Sol, pero
en l, ni en ningn otro templo,
halla una sola vasija o alfiler de
oro.
Pero an hay ms.
22

II. COMO ROB LOS


TESOROS DE
MACHUPICCHU, BINGHAM
EL BOTN INCAICO FUE
SACADO POR MOLLENDO Y
BOLIVIA
Confieso con orgullo que carezco de espritu patriotero porque
todo lo estrecha, empequeece y limita el espritu universal, pero jams me sent tan hondamente preocupado, o mejor terriblemente indignado, cuando al recorrer la vieja ciudad, bajo la lluvia y en medio
de un calor ciertamente sofocante
a pesar de la enorme altura, comprob que lo nico que Hiram Bingham no se haba llevado eran los
aposentos reales de pesados muros, las bien delineadas plazas y anfiteatros, las finas y pulidas piedras
de las tumbas reales y de la nobleza, los altivos y fuertes torreones,
los bellos y hoy descuidados jardines colgantes, el Intihuatana, el famoso Templo de las Tres Ventanas,
la Plaza Sagrada, el hermoso Templo Semicircular, las mansiones reales, el regio santuario. En fin, las
propias ciudades de Machupicchu
y Huaynapichu, la ms seria comprobacin de que en ella hubo, indudablemente, los ms primorosos
objetos de oro y plata, tesoros y
ornamentos sagrados y reales, y no
sola y nicamente piedras y
aposentos.
Recorriendo primero Machupicchu, trozo a trozo, y luego el gran
valle del Urubamba, de Psac, de
Huambuto, de Andahuaylillas,
San Jernimo, Ollantaitambo, San
Sebastin Oquendo y de la propia
ciudad del Cuzco nos preguntamos: fue realmente Hiram Bingham el primer hombre blanco que,
casi despus de cuatro siglos, lleg
a la ciudad perdida de los incas?
O antes que l la saquearon y la
profanaron los propios indgenas
cuzqueos?
Me respondo y me responden
mis interrogados, entre los que figuran alcaldes indios, regidores indgenas, pobladores mestizos, estudiantes cuzqueos, profesores de

la Capital Arqueolgica de Amrica y hasta los propios, pesados, turistas norteamericanos: Bingham
afirma que fue el primero, y an
asegura, con persistente vanidad
de descubridor, que hall fastuosas tumbas, entre ellas una sepultura intacta ubicada en el ms sorprendente cementerio de Machupicchu, pero sostiene que no encontr un solo artculo de oro.
Adems, ningn indgena nicas
gentes que podran haber conocido hubiera sido capaz de profanar tumba alguna, pues todos, absolutamente todos, tienen terror
pnico a esta clase de sacrilegios,
cuyo temor les viene por ancestro y
fatalismo.
Entonces, si Bingham fue el primero en llegar, fue tambin el primero en apoderarse de todo cuanto all encontr.
Pero, calmada la natural indignacin, veamos algo que podra
darnos una pauta ms certera.
POR DNDE SAC EL BOTN
Soy hombre libre, ciudadano peruano y periodista, y no puedo callar lo que como hombre, como peruano y como representante periodstico debo decir. Ya, en su oportunidad, fue ampliamente denunciado todo esto en la Argentina y en el
Uruguay, en una serie de artculos
que llevan mi firma y que tuvieron
la fuerza suficiente como para conmover a la opinin del Plata, aunque desde entonces, pese a mis extraor di na rios esfuerzos, jams
logr que la prensa peruana las
insertase.
VUELVO A MACHUPICCHU
Durante mis investigaciones, observ a lo lejos, con verdadero inters, un angostsimo como peligroso camino que, serpenteante, desciende en picada, por donde el audaz Bingham, con tropas de mulas,
sacaba durante las noches de luna
cuanto haba en Machupicchu.
Este angosto camino puede divisarse perfectamente 10 minutos durante el ascenso en el pequeo autocarril, y luego tambin desde el

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

HIRAM BINGHAM, EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU

torren circular de la propia


ciudad de Machupicchu.
El intrpido Bingham, alpinista,
explorador, escalador de difciles
pasos de montaa en Europa,
quien apenas haba alcanzado la
mayora de edad en la poca en
que descubri Machupicchu, eligi
este difcil paso para sacar, por dos
rutas diferentes, la del lago Titicaca
y la del are qui pe o puer to
martimo de Mollendo, los tesoros
ya encontrados.
Desde el Cuzco existe an una
cmoda lnea ferroviaria que, al llegar a Juliaca, se bifurca en horqueta. Uno de los ramales sale directamente por el lago Titicaca a Bolivia
y Argentina, y el otro, desemboca
en Arequipa y luego Mollendo.
Desde nio o hablar a gentes altivas de mi recia Arequipa que, en
una oportunidad el constante y subrepticio envo de cajones hacia los
Estados Unidos, rotulados cacharros de barro y momias incaicas, despert la sospecha de un
empleado aduanero en la regin
de la frontera con Bolivia, pero que
al exteriorizar ste su protesta, que
confirmaba sus sospechas, fue silenciado por la presin de sus superiores y el dinero de los compinches de Bingham. Se trataba entonces del quinto voluminoso despacho de cajones bajo la fuerte custodia de ciudadanos norteamericanos expresamente llamados por
Bingham. A esta altura del relato,
debo advertir que Bingham escal
Machupicchu acompaado por
varios fuertes mocetones y
profesores yanquis.
El otro camino, elegido por el
audaz explorador, fue Mollendo,
historia cierta y an viven pobladores que tomaron parte en el alzamiento. A fin de otorgar mayor
seriedad a mi denuncia, quiero
dejar esta vez la palabra a una
distinguida como culta dama argentina, la seora Ana S. de Cabrera, prestigiosa folklorista de fama continental y muy querida en
el Per por sus valiosos aportes a
la cultura musical verncula la
seora de Cabrera estuvo en esa
poca en el Per y tambin en
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

otras oportunidades quien desde el suplemento dominical del


diario bonaerense La Nacin,
de fecha 30 de enero de 1938, alzaba su protesta denunciatoria y
condenatoria en los siguientes textuales trminos: Por desgracia,
la expedicin Bingham sac del
pas gran nmero de fardos y cajones, llevndose con ellos un trozo de la historia de Amrica. Y
cuando en Mollendo, el puerto
peruano, se preparaba el cargamento de tan rico botn, la poblacin de este puerto, en motn que
lleg hasta los preliminares de la
violencia declarada, quera impedir a todo trance que este precioso material, documento y leccin
de historia de la humanidad y parte integrante de su propia vida nacional, saliera del pas. Mas no
hubo otra solucin que la de cumplir la palabra empeada. Y as,
pueblos que carecen de una historia tan rica en sugestiones, adornan y valorizan sus museos con el
arte de otros pueblos de tradicin
milenaria.
Como se comprueba, se trata
de un claro y preciso testimonio de
una afamada personalidad intelectual como es la seora de Cabrera, que es una terrible acusacin.
LOS INDIOS
NO PROFANAN TUMBAS
Por qu el alpinista Bingham
pudo sacar, por Bolivia y Mollendo, los tesoros hallados en Machupicchu? Cul la explicacin del silencio de los expertos guas Arteaga, Richarte, lvarez, Charaja y el
ni o in d ge na a quien Hiram
Bingham no menciona?
Todo tiene su explicacin, y vamos hacia ella.
Pero aceptemos antes la propia
creencia de Bingham, quien al cotejar el Templo Sagrado de Machupicchu con el Templo Sagrado del
Sol, del Cuzco, observa parado en
el interior del santuario recin descubierto, que la gran imagen de
oro del sol, que ha sido uno de los
principales ornamentos del templo
del Cuzco, era probablemente
guardada aqu, en Machupicchu,
23

Enrique Portugal

despus que Manco Inca escap


de aquella ciudad".
Era dice, y no da ms detalles.
Todo o parte de esta imagen,
al igual que los tesoros y ornamentos reales, fueron encontrados y llevados a los Estados Unidos, en fardos y cajones, por el arriesgado escalador Bingham y sus connacionales acompaantes? Atando cabos,
todo contribuye a tal aseveracin.
Digamos, primero, sin reserva alguna y de acuerdo con nuestra propia investigacin, que hubo increble desidia por parte del gobierno
del dictador Augusto Legua quien,
ocupado entonces con serios problemas polticos, no se enter de la
magnitud del descubrimiento hasta
mucho tiempo despus. En aquella
poca, 1911 y 1912, no existan lneas areas, y el viaje de Lima al
Cuzco se haca en penosos das.
Luego, por propio ocultamiento de
Bingham, quien comunic inmediatamente todo cuanto tena entre
manos slo probablemente a los representantes consulares y diplomticos de la Unin en Lima, y quizs
despus al propio Gobierno de los
Estados Unidos. No otra cosa surge del sugestivo hecho de que, casi
en seguida, a los numerosos acompaantes excavadores que vinieron con Bingham, se hicieron presen tes en el Cuz co y en los
alrededores del Urubamba, una
verdadera legin de ciudadanos
norteamericanos asistentes de la
expedicin Bingham.
Justamente, con la ayuda de stos y la dejadez de algunas autoridades locales, el mocetn Bingham pudo sacar tesoros, como
queda bien fundamentado al darse
cuenta los pobladores de la frontera peruanoboliviana y los altivos
porteos de Mollendo, que inclusive se alzaron en motn, es decir se
amotinaron, como dice la seora
Ana S. de Cabrera, no quedando
otra alternativa a las autoridades
que cumplir la palabra empeada por el Gobierno de Legua para dejar salir impunemente lo que
la Expedicin Bingham hallara en
Machupicchu.
24

LA CNICA
AUTOCONFESIN
El Gobierno nombr una tarda comisin, que adems qued
abajo, en el valle, aguardando
los informes que suministraba el
propio Bingham y sus expertos excavadores.
Y los guas?
La explicacin an es ms clara. El diligente Melchor Arteaga,
Richarte, lvarez, Mogrovejo, Cobinas, etc., a pesar de sus apellidos espaoles, eran absolutamente indgenas, es decir, creyentes fanticos del fatalismo, que les impide violar las tumbas incaicas y
por tanto, fcil fue a Bingham y
sus acompaantes de aventura pizarresca mantenerlos lejos de las
excavaciones a la hora fina, teniendo buen cuidado de suministrarle alimentos, ropas y sobre todo bebidas alcohlicas.
En cuanto a Condore, Charaja, Cusipi y los restantes de apellidos y descendencia totalmente incaria, ni que hablar. Todos tenan
terror pnico al sacrificio de la
profanacin de tumbas, como
Bingham reiteradamente lo asegurara en su libro Lost City of the
Incas, en el captulo titulado El
descubrimiento. Bingham apunta textualmente, poniendo sus ya
sabidas toneladas de cinismo y estultez: Por lo dems, teman que
cierta dosis de mala suerte cayera
sobre sus cosechas si profanaban
los huesos de los antiguos seres
sepultados en la vecindad. Y en
otra parte afirma: Haban tenido
dudas sobre el objeto de nuestra
expedicin hasta este momento,
pero ahora las vacilaciones se
desvanecan y decidieron que habamos venido a ponernos en comunicacin con los espritus de
los incas difuntos.
Al siguiente da, narra el cnico
Bingham, Richarte y sus guas de
expedicin le informaron del descubrimiento de ocho cuevas sepulcrales, pero ninguno se anim
a profanarlas, dejando esta tarea
a la mal llamada Expedicin Bingham, delegada oficial de la Universidad de Yale y de la National

Geographic Society, bajo la direccin de expertos excavadores como Elwood C. Erdis y su pandilla.
La Expedicin Bingham, pues, se
encarg de meter la mano.
III. HIRAM BINGHAM,
DESCUBRIDOR O SIMPLE
PIRATA?
LOS TESOROS INCAICOS
ROBADOS SE HALLAN EN
MUSEOS DE EUROPA Y
ESTADOS UNIDOS DE
AMRICA
Por infortunio, este riqusimo
pas en historia y tesoros incaicos
que se llama Per, carece totalmente de fortuna moral para retener en su seno los tesoros materiales de su antiqusima como legendaria civilizacin.
Los mejores cuyo valor intrnseco y moral son ciertamente incalculables, o sea los que no se
llevaron o destruyeron los conquistadores de Pizarro y Valverde,
estn en el famoso Museo de Berln. Otra parte se exhibe, diseminada, en no menos de una docena de museos particulares y pblicos de los Estados Unidos, Europa y Suramrica.
Y ahora, el ms impresionante,
es decir el ms fiel testimonio fsico de lo que significaron las portentosas y fastuosas ciudades de
Ma chu pic chu y Huay na pic chu
descubiertas por el explorador
Hiram Bingham, yacen semiocultas, aunque bien cuidadas, en
el Museo de Yale, en la National
Geographic Society y en las lujosas mansiones particulares del
propio Bingham, o mejor, de sus
herederos.
ALGUNOS DE LOS
AYUDANTES
Los tcnicos y expertos excavadores, y hasta gegrafos, que
componan la denominada Expedicin Bingham llegaron a Machupicchu en 1911, para retornar an ms tarde provista y decidi da men te en 1912, 1914 y
1915, y muchas veces despus el
propio Bingham.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

HIRAM BINGHAM, EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU

Elwood C. Erdis tuvo a su cargo


la direccin de las excavaciones de
Machupicchu, y los ayudantes Paul
La nius, Geof frey W. Mork hill,
Osgoos Ard, Paul Beston y Joseph
Little, para no citar sino a los ms
activos, quiero decir de mayor accin fsica, se dieron de manos con
la ciudad perdida de los incas, llevados por los sacrificados guas indgenas y mestizos, a los que slo
retribuyeron con la nfima y ridcula
suma de un sol.
Tambin de propsito he callado hasta ahora los nombres
del doctor George F. Eaton, autor de The Collection of Osteol o g i c a l M a t e r i a l f r o m M achuPicchu; de Edmund Heller,
naturalista que se llev a los
Estados Unidos varios centenares de pjaros machupicchianos
y tambin mamferos de la cor dillera de Vilcabamba; de William
G. Irving, Luther T. Nelson y David E. Ford, que vinieron como
cirujanos de la expedicin; de
los topgrafos Albert H. Bumstead, Clarence F. Maynard, H. L.
Tucker, Robert Stevenson, E. L.
Anderson y J. J. Hasbrouck, que
trazaron planos, mapas y datos
geogrficos y arqueolgicos de
la regin, todos los cuales ayudaron muy eficazmente en las
reiteradas incursiones de Bingham.
UN SOL POR
DESCUBRIMIENTO
El audaz Bingham lo remarca
a cada instante luego de sugerir dejadez de sus guas, pag apenas
un sol a Melchor Arteaga, el experto y sacrificado gua que lo puso
frente a las dos ciudades arqueolgi cas ms importantes del
continente.
Veamos cmo describe su generoso ofrecimiento, y cmo insina des con si de ra da men te de
Arteaga: El amanecer del 24 de
julio fue de una helada llovizna.
Arteaga tiritaba y se mostraba inclinado a permanecer en su choza. Le ofrec remunerarle bien si
me mostraba las ruinas, a lo cual
objet que era muy pesado el traEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

yecto ascendente en un da tan hmedo. Pero cuando descubri


que yo estaba dispuesto a pagarle un sol, consinti finalmente en
ir. Cuando le preguntamos dnde
estaban las ruinas, seal directamente hacia lo alto de la
montaa.
Para ello, el sacrificado y bien
pagado Arteaga arriesgaba su vida a cada instante. Bingham lo reconoce a menudo, con imprudente franqueza: Arteaga y el sargento dice se sacaron los zapatos y se arrastraron cautelosamente empleando los dedos, hasta

Dbamos a los
indios pequeos
regalos el da de
pago, el sbado,
que consistan en
cuentecillas,
espejos, y otras
naderas que
habamos
escogido
cuidadosamente
en un almacn
adecuado de New
Haven

cierto punto prensibles, para evitar resbalarse. Nadie sobrevivira


un instante en la glida corriente,
ya que se habra despedazado inmediatamente contra las rocas.
Esta escena, por cuyo trabajo el
seor Bingham remuner muy generosamente a Arteaga, se repite
a cada instante y durante das.
Pero la confesin de parte alcanza su grado mximo cuando ya en
la parte central de la ciudad, cubiertas por espesuras de bambes
y lianas enredadas, el intrpido
Bingham narra que sus temores se
vieron justificados ya que se atrapa-

ron ocho reptiles venenosos en los


siguientes diez das, incluyendo entre ellos varios ejemplares de la
mortal vbora de los matorrales".
GUAS LLEVADOS A LTIGO
Bingham procur para el xito
de su empresa, muy comercial, asegurarse la colaboracin de guas
indgenas, manejndolos enrgicamente con el concurso de mercenarios uniformados, naturalmente
con complacencia de las autoridades peruanas, como excelente
gendarme Toms Cobinas, enrgico y joven mestizo afirma Bingham que nos fue asignado por
el Prefecto y que poda encargarse
de que los indios se mantuvieran
en constante trabajo.
A ltigo, quiere decir acaso?
Eso es, quiz a ltigo!
Asimismo, utilizando tpicos sistemas de engao dbamos a los
indios pequeos regalos el da de
pago, el sbado, que consistan
en cuentecillas, espejos, y otras
naderas que habamos escogido
cuidadosamente en un almacn
adecuado de New Haven (trados cuando pidi ayuda a los
Estados Unidos). Y prosigue muy
cnicamente: Los espejos eran
muy codiciados y parecan proporcionar la mayor satisfaccin.
Sin embargo, slo unos cuantos
voluntarios regresaban a trabajar
semana tras semana, pues la
mayora trabajaba slo cuando
el Gobernador lo impona. A veces tenamos cuarenta o ms;
otras, una docena. El teniente
Sotomayor se hizo cargo personalmente de los indios encargados de cortar la selva, quitando y
quemando los rastrojos. Nadie
pudo haber sido ms eficaz y
persistente.
Obsrvese que Hiram Bingham
habla desfachatadamente del da
de pago, y al llegar este da, el sbado, les entregaba solamente
cuentas de vidrio, espejitos, etc., ignorando por ignorancia absoluta, que en el incanato los indios
jams trabajaron por la paga, sino
por el propio amor al trabajo y al
progreso colectivo.
25

Enrique Portugal

BINGHAM ANTE EL
MAUSOLEO REAL
Un da, estos nuevos Pizarros
norteamericanos, atentos al temor
que demostraban los guas adultos
por la cercana profanacin de las
tumbas incsicas, se aseguran la
colaboracin de un inocente nio
(qu maestra de conquistadores y
aventureros!), quien inconscientemente, y gil como un junco, conduce a Bingham y a sus hombres
hasta el mismsimo corazn de
Mac chu pic chu. Oigmosle a
Bigham cmo describe este
momento:
De pronto me encontr ante los
muros en ruinas construidos con el
trabajo de piedra ms fino que hicieron los incas. Nos arrastramos a travs de la espesura trepando las paredes de las terrazas y
rompiendo los velos de los bambes, en lo que nuestro gua se desempeaba ms fcilmente que
yo. De repente, sin ninguna advertencia bajo una enorme saliente
colgante, el muchacho me mostr
una cueva forrada con la ms fina
piedra, que sin duda habra sido
un mausoleo real.
INDUDABLEMENTE, LO ERA.
PERO AN HAY MS.
Luego el nio me urgi a trepar
por una abrupta colina contina
Bingham, sobre la cual pareca
haber una escalera de piedra. Una
sorpresa segua a la otra en aplastante panorama. De pronto nos encontramos frente a las ruinas de dos
de las ms hermosas e interesantes
estructuras de la antigua Amrica.
Hechas de granito blanco, las paredes presentaban bloques de tamao
ciclpeo, ms altos que un hombre.
La vista de aquello me dej hechizado. Y agrega: Ofuscado todava,
comenc a darme cuenta de que este muro y el templo semicircular adyacente sobre la cueva eran tan finos
como los ms finos trabajos en piedra que se conocen en el mundo.
Hiram Bingham lo describe todo, con detalles extremos, menos los interiores y lo que hall
en ellos. Y cuando lo hace superficialmente, pues se cuida en salud
26

muy temerosamente, afirma que


hall solamente muchos objetos
de bronce, de espinas, de barro,
pero ni un msero vaso o cntaro
de oro y plata.
EL MAUSOLEO DE LAS
VRGENES DEL SOL
Pero dejemos el mausoleo real
para visitar con Bingham el Cementerio N 1, como l lo llama,
dado que encontr varios. Se trata del mausoleo de las Vrgenes
del Sol. Leamos su relato: Luego
dimos con los restos de unos cin-

Ofuscado
todava, comenc
a darme cuenta
de que este muro
y el templo
semicircular
adyacente sobre
la cueva eran tan
finos como los
ms finos trabajos
en piedra que se
conocen en el
mundo.

cuenta, casi todos ellos, segn determin nuestro ostelogo, el doctor Eaton, eran esqueletos de mujeres, y slo cuatro mostraban claramente ser de varones. Este constitua un descubrimiento notable y
significativo. Al parecer, los ltimos habitantes de Machupicchu
eran mujeres escogidas, las Vrgenes del Sol asociadas a los santuarios en que era adorado el astro.
Bingham sigue encontrando tumbas pero ningn objeto valioso.
Siempre guiado por el nio, dice: Un da hallamos la sepultura
de la Suprema Sacerdotisa o Mamacuna", priora del convento, la
persona responsable de la ense-

anza de las mujeres escogidas".


Y, no obstante haber encontrado
esta sepultura intacta (sic) Bingham no halla sino un espejo cncavo de bronce, dos grandes alfileres de chal en bronce, pinzas
del mismo metal, dos agujas hechas con espinas de plantas.
Excepto la cuenta de cristal verde, ninguna de las cuevas sepulcrales vecinas a la ciudad, o en
los cementerios N 1 y 2, contenan el menor testimonio de que
las personas enterradas hubiesen
tenido contacto alguno con los
conquistadores espaoles. Parece razonable deducir, por esto,
que los ltimos ocupantes de la
ciudad perecieron sin haber sido
visitados por ningn europeo. Hiram Bingham encuentra todo, menos los utensilios con que servan.
TESOROS QUE DEBEN
RECUPERARSE
Perdneseme el tono empleado en el curso de esta serie de artculos y la insistencia de transcripciones textuales, pero se me haca necesario para dar el exacto
clima de tales recursos irrefutables, para situar a Hiram Bingham y a sus muchachos en la
cabal medida de sus ambiciones
y ocultamientos.
En mi triple condicin de hombre libre, de peruano y de periodista, no poda decir menos que lo
consignado. Probado est, por propia confesin de parte, que Bingham y su pandilla oculta la verdad
fundamental. Visiblemente, hemos
demostrado hasta ahora:
1. Que el alpinista y escalador
Bingham lleg nicamente entusiasmado para escalar montaas;
2. Que la casualidad de encontrarse con el Prefecto de Apurmac, J. J. Nez, le descubri
un mundo totalmente desconocido para l;
3. Que llevado por expertos
guas indgenas y por un nio indio, a quienes apenas pag con
naderas y un sol, lo puso de cara
y manos con las ciudades arqueolgicas ms importantes de nuestro
continente, y
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

HIRAM BINGHAM, EL TRAFICANTE DE MACHUPICCHU

4. Que existen los indicios ms


evidentes de que Hiram Bingham y
sus muchachos se llevaron incalculables tesoros hallados en Machupicchu y Huaynapicchu y, principalmente, en las tumbas reales y de
las Vrgenes del Sol.
Por todo ello, desde esta prestigiosa publicacin peruana, propiciamos la devolucin al Per a sus
museos e historia viviente, de todo
cuanto la Expedicin Bingham y,
personalmente, su propio empresario, se llevaron de las fastuosas ciudades imperiales de Machupicchu
y Huaynapicchu, donde, justamente, podran constituirse museos y
llevar a ellos todos esos tesoros.
Slo as la memoria de Bingham, la Universidad de Yale y la
National Geographic Society podrn contar con el agradecimiento
del Per entero, de su glorioso pasado y de sus intelectuales jvenes
y altivos.
Pero todava hay ms.
IV. EL GOBIERNO PERUANO
DEBE RESCATAR TESORO DE
MACHUPICCHU
Evi den te, ms ter Bing ham
precedido de un gran empeo
como descubridor de la Ciudad
Perdida de los Incas constituye
un personaje que habr de perpetuarse en la galera fsica de los
hombres ms recordados que vinieron a nuestra Amrica. Pero,
cun amplsima dimensin de respeto y agradecimiento hubiese logrado si, al descubrir Machu y
HuaynaPicchu, todo lo hubiese
despejado y expuesto a luz pblica de la investigacin, como el
ms fiel testimonio de aquel
paseo esplendoroso.
Si verdad es que Bingham alberga enormes y envidiables quilates
de espritu buceador y aventurero,
no menos cierto es, que, ante la
magnitud de su descubrimiento debi meditar muy serenamente, sin
dejarse cegar por todo cuanto descubri. Habra reivindicado as su
nombre como uno de los hombres
privilegiados a quien la casualidad
puso frente al mejor aporte de cultura en la hasta entonces obscura
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

historia incaica, convirtiendo adems su enorme triunfo en un triple


sentido admirativo, es decir,
deportivo, investigador y
reconstructor.
Hiram Bingham, casado con una
mujer millonaria o multimillonaria
no supo estar a la altura de los acontecimientos. En vez de dejar bien sentado un nombre, hasta entonces desapercibido y obscuro, prefiri dejar
un horripilante mal recuerdo y, a partir de ese momento, el comienzo de
una campaa tendiente a obligar a
los poderes pblicos peruanos y a la
ciudadana toda a rescatarlos a
cualquier costo.
VENIA A ESCALAR EL
COROPUNA
En el captulo que Bingham titula
Al encuentro de Vitcos en su libro Lost City of the Incas, he encontrado esta sincera autoconfesin
que ayuda a comprender cmo es y
de qu estaba hecho el barro humano de Hiram Bingham. Mi padre
me ense a amar el alpinismo, llevndome a las primeras excursiones
cuando apenas tena cuatro aos.
Despus trepamos juntos varias montaas en las afueras de Honolulu.
Conoca, pues, el encuentro de ese
grande y azaroso deporte.
En una de sus notas, sealaba, al
pasar, que crea probable que el
Coropuna, en la cadena de la costa
peruana, cerca de Arequipa fuera
el punto ms culminante del continente. Y, alentado por esta idea seductora, Bingham march al Per,
exclusivamente para escalar el Coropuna. Luego, como se ha explicado
anteriormente, la fortuna lo enfrent
al descubrimiento de MachuPicchu. Algn conocimiento general tuvo Bingham, y todava mayor inquietud como escalador y alpinista, cuando antes de tomar parte en la ascensin al Coropuna hubo de integrar
una delegacin de los Estados
Unidos a la I Conferencia Cientfica
Panamericana, celebrada en
Santiago de Chile, en 1908.
Ms tarde, tal vez su actividad y vida trotamundos, de explorador, de
escritor luego, de profesor universitario tiempo despus, y sobre todo au27

Enrique Portugal

reolado con el brillante y casi legendario descubrimiento, le dieron tanta


fama, digo, que le valieron los mritos para ser puesto en el sitial espectacular de nada menos que Gobernador y Senador por el Estado norteamericano de Connecticut. Tambin, luego de graduarse en Yale y
de haber concurrido a Harvard, tres
de las cinco expediciones que efectu desde 1906 estuvieron auspiciadas por la Universidad de Yale y por
la National Geographic Society, justamente donde creo que se guardan, semiocultos aunque bien cuidados, muchos de los ricos objetos
que Bingham hall en las dos ciudades incaicas.

En su Lost City of the Incas, parte final, Bingham confiesa que casi
todo el material arqueolgico se encuentra en el Museo de la Universidad de Yale, excepto el que obtuvimos en las excavaciones de 1914 y
1915, que fue en tre ga do al
gobierno peruano.
Y el hallado en 1911 y 1912,
que es el principal, el ms rico y el
ms importante? Ese, indudablemente, est en Yale y en las lujossimas y
privadas residencias del descubridor.
Y hasta all iremos a buscarlos, si
fuera preciso!
Y LOS TESOROS DEL
TEMPLO DE LAS VRGENES?
En un gesto de franco reconocimiento, no exento de emocin, Bingham finaliza su autoconfesin de esta manera: Aqu en MachuPicchu, escondidas en un can de
extraordinaria majestad, protegidas
por la naturaleza y por la mano del
hombre, las Vrgenes del Sol se extinguieron una a una en lo alto de esta
bella montaa, sin dejar descendiente que quisieran revelar la importancia o explicar el significado de las
ruinas que coronan los rspidos
precipicios de MachuPicchu.
Y nosotros preguntamos: Nada dejaron esas cuatrocientas Vrgenes del Sol que desde muy nias
lucan primorosos adornos y riquezas? No dejaron absolutamente
nada los miembros de la nobleza
incaria, los severos Amautas, los
generales que acompaaron y custodiaron el cerrado bastin de Machu y Huayna Picchu y los sucesivos incas menores que gobernaron
tales reductos hasta que todos se
extinguieron, tras varias centurias o
quiz siglos, sin contaminarse con
los blancos que apenas a 120 kilmetros, campeaban en la ciudad
del Cuzco? Fue Hiram Bingham,
como l sostiene, el primer hombre
en llegar all, o antes que l los
indgenas nicas personas
capaces de tal proeza la
descubrieron y la profanaron?

UN LLAMADO DE BUENA
VOLUNTAD
Habrse comprendido que, en
ningn momento hemos tratado de
restar importancia al empuje y a la
personalidad del alpinista, sino simplemente narrar, mediante una serie
de hechos y confesiones deductivas
unas y probatorias otras, lo que habra ocurrido una vez que el osado
alpinista lleg a Machupicchu.
Ahora que desde el Per es nuevamente lanzada la denuncia, y batida
la bandera de angustia espera por
la devolucin de los trofeos de la
conquista del descubrimiento de MachuPicchu que yo firmo con ambas manos y rubrico con indignacin de peruano y de hombre libre, todos aguardamos a la comprensin de los herederos de Hiram
Bingham, as como de la Universidad de Yale, de su museo, de la National Geographic Society de los
aposentos privados de Bingham que
an se conservan intactos, el reintegro al Per de todo cuanto se llev.
Todo ello debe ser inmediatamente
entregado al Museo Antropolgico y
al Museo Nacional de la Repblica
del Per, en tanto pueda formarse el
autntico Museo Incaico en la
propia ciudad de Machu Picchu.
Desoladora por dems resulta
una visita a estos tres museos de Lima, as como al del Cuzco, donde
prcticamente no existe nada referen- EL PER DEBE RECLAMAR
A estas dos nicas y terminantes
te a las ciudades descubiertas por
pre
guntas a que se reduce el apaHiram Bingham.
28

rente misterio hemos dado precisa


respuesta. Primero, si Bingham fue
el primero, entonces naturalmente
hall cuantiosas riquezas en oro y
plata, adems de otros objetos de
arte. Si no lleg a constituirse en el
primero, y los indios lo fueron antes suposicin harto difcil puesto
que los indgenas no profanan tumbas, por lo menos en la tumba
real y de las princesas, que Bingham afirma hall intactas, encontr justamente todo aquello que los
incas ponan para enterrar a sus
queridos muertos. O dice la
verdad o es un estulto embustero.
Quiz un tanto fatigoso ha resultado sobrecargar de evidencias, de
pruebas, deducciones y lgicas suposiciones, los largos meses, durante los aos de 1911 y 1912 en
que Hiram Bingham y sus numerosos muchachos metieron mano
tanto pronto como descubrieron
las fastuosas ciudades. Era necesario insistir, sobre la base de la propia y hasta pavoneada autoconfesin consignada en Lost City of
the Incas, para obtener inmejorables conclusiones. Por otra parte, el
motn popular armado en el puerto
de Mollendo al que en su oportunidad se refiri la bien documentada y prestigiosa folklorista argentina seora Ana S. de Cabrera para impedir que Bingham y sus ayudantes continuaran embarcando
con destino a los Estados Unidos el
botn del descubrimiento, y todas
las evidencias surgidas de mis reiteradas visitas a toda la regin aludida de Ma chu Pic chu, del
Urubamba y el Cuzco, no dejan
nada bien parado a Hiram
Bingham ni a la propia
Universidad de Yale o la National
Geographic Society.
Por ello, y por todo lo que trasunta de ello, es que los herederos de
Hiram Bingham deben, estn obligados, a devolver al Per, a la civilizacin incaica y a nuestra Amrica
toda, los tesoros arqueolgicos y
artsticos que encontr en la Ciudad Perdida de los Incas. Y al gobier no y pue blo peruanos a
rescatarlos sin tardanza.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO1


Hermann Trimborn

INTRODUCCIN

a divisin horizontal de la sociedad peruana se ofrece uniformemente como un mosaico de


clases locales, mientras que la estratificacin vertical de la poblacin revela una gran variedad. En
ningn momento se ha pasado
por alto el hecho manifiesto de
que el imperio de los incas fue un
Estado integrado por clases con
muy resaltantes diferencias econ-

micas y sociales, en el cual lo ms


notorio era la distincin entre una
capa de seores y otra de siervos.
Sin embargo, algunos grupos sociales han sido delimitados hasta
ahora con muy poca exactitud.
Me refiero a los siervos, los mitimaccuna y las acllacuna, cuyas distintas caractersticas de
condicin social se destacaban
con poca claridad. Mientras que
las clases superiores despertaron
en los investigadores un gran inte-

rs, la gran masa de la poblacin


de los campesinos comunes ha
quedado en la penumbra.
Se emprender en seguida una
investigacin de las clases en el antiguo Per, que aspire a explicar el
origen de las clases sociales y exponer las caractersticas de los grupos, esto es, especialmente sus rasgos de ndole econmica, poltica
y jurdica.
Para captar genticamente la
graduacin de la diferencia social,

1 Transcripcin del articulo publicado en la Revista TAREAS. Ao II N 6. Lima 1961.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

29

Hermann Trimborn

debemos situar el punto de partida


de nuestro estudio en los tiempos
de la autonoma de las tribus peruanas, a fin de eliminar previamente
la participacin del rgimen incaico en la diferenciacin de las clases. Por consiguiente, el primer captulo de este trabajo est dedicado a la sociedad preincaica. En sta se presenta an muy simple la diferencia social, pues no se puede
distinguir sino dos clases importantes: la gran masa de la poblacin
de campesinos comunes y los jefes
de su organizacin de clan, los
curacas de aldea y de tribu.
Mucho ms complicado se ofrece la divisin social en el Estado incaico, pero no solamente conserv
la divisin tradicional en miembros
comunes (llactarunacuna) y curacas (curacacuna), sino que coloc una nueva capa, la de la nobleza superior, compuesta por los que
los espaoles llamaron orejones,
sobre los jefes sometidos, quienes
fueron considerados desde entonces como una especie de nobleza
inferior. Se debe comprender a los
orejones como los anteriores miembros comunes de la tribu victoriosa
de los incas, dentro de la cual haba existido naturalmente tambin
una diferencia entre miembros comunes y jefes; pero con la caracterstica de que los jefes incaicos se
fusionaron lentamente con los
miembros comunes incaicos, formando una capa homognea de
nobles, que fue superada nicamente por la cspide monrquica
del imperio, lo cual representa un
proceso parcial de nivelacin frente a la diferenciacin social que, en
general, comenz entonces a producirse. Desde luego, no trataremos en las pginas siguientes del
Inca mismo, porque la exposicin
de sus poderes y ttulos pertenecen
ms bien al dominio de la
constitucin y organizacin del
poder pblico.
Sin embargo, el Estado incaico
tan frtil en diferencias sociales, no
se agot con la superposicin relatada. Adems de las modificaciones que las clases existentes las
de los miembros comunes, curacas
30

y orejones experimentaron en s,
tuvo lugar la separacin de algunos grupos especiales; fue as como los colonos y vrgenes del sol salieron de la capa de los miembros
comunes de la tribu y el sacerdocio
de la clase de los orejones, mostrando estas nuevas agrupaciones
caractersticas especiales dentro de
los lmites de su clase. Al fin, la escala social experiment una ampliacin hacia abajo, con el establecimiento de los yanacuna; estos sier vos sub or di na dos
expresamente a la autoridad
incaica no han sido hasta ahora
objeto de investigacin suficiente.
Al tratar de las distintas clases sociales prescindimos de la exposicin de casos especiales de poca
importancia, para hacer resaltar
con ms claridad, mediante tipos
ideales, las diversas capas sociales
del imperio de los incas.
CAPITULO I: LA DIVISIN
SOCIAL DE LA SOCIEDAD
PREINCAICA
1.LOS MIEMBROS COMUNES
DEL CLAN
La gran masa de la poblacin
andina form en la poca de la autonoma de las tribus, como tambin posteriormente, en los tiempos incaicos, una capa de pequeos campesinos con rasgos tpicos.
Las condiciones de la economa y
el orden de su vida familiar, revelan
de manera clara su situacin
social.
I.
a) La posterior administracin incaica escogi para designar esta
clase el nombre Llactarunacuna
(gente del campo), trmino que caracteriza la predominante forma de
poblacin de la masa peruana. En
efecto encontramos a todos los nativos de la cultura andina viviendo
en aldeas. Es verdad, que existieron complejos urbanos; pero los
unos fueron creaciones recientes
de la organizacin militar y administrativa de los incas, mientras los
otros, como fue el caso de las grandes poblaciones de la costa, que re-

montaban a tiempos preincaicos,


no representaron sino aldeas grandes que debido a la escasez del terreno, se concentraron en reducido
espacio sin que su situacin social
y actividades econmicas difieran
de aquellas que dan fisonoma a la
vida aldeana. Donde no existi un
cuadro de colonizacin de orden
geomtrico como, por ejemplo, en
la escasa tierra de cultivo de la costa, las poblaciones de los clanes peruanos estuvieron constituidas por
un conjunto de casas construido
sin orden ni plan. El nmero de los
aldeanos vari naturalmente segn la capacidad de la tierra. Por
regla general, un plan local ocupaba una aldea, ascendiendo el mximum de familias a 100 aproximadamente. Sin embargo, conocemos tambin casos en los cuales
varios clanes se agrupaban (pero
conservando una separacin estricta entre s, lo que se nota precisamente en las ciudades de la costa);
y, por otra parte, la ganadera en
las alturas de la puna origin una
manera muy dispersa de poblar, pero tambin aqu con estricta conservacin de la unidad de los caseros
constituida por cada clan. Las casas de la poblacin campesina
eran construidas en su mayora de
adobes y cubiertas con paja; se
componan, por regla general, de
una sola vivienda. Alrededor del
reducido espacio, ocupado por el
pueblo, se extendieron los campos
de cultivo, los pastos y bosques. El
terreno total de cada clan local
estaba delimitado por hitos.
b) Respecto a la propiedad dentro de la marca aldeana, podemos
decir lo siguiente: Todo el terreno
del clan era propiedad colectiva
as pues, constituan propiedad colectiva el campo de cultivo, los pastos, bosques y eriales. Unicamente
la casa era propiedad de cada
miembro de clan. Por lo dems, su
derecho de propiedad no abarcaba sino bienes muebles: vestiduras,
armas y adornos, utensilios de la
casa y herramientas, ganado menor, provisiones de productos industriales y vveres. No podemos decir
nada definitivo respecto a la propieEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

dad colectiva o privada de los


ejemplares de llamas, en la zona
agrcola, donde su nmero por regla general era muy reducido; en
cambio podemos afirmar, que all
don de la ga na de ra ocupaba
amplio espacio, especialmente en
la puna, los respectivos rebaos de
llamas eran de propiedad
colectiva.
Mientras que el aprovechamiento del ganado estuvo organizado
en forma colectiva, de manera que
toda la comunidad se ocupaba de
su cuidado y de la esquila, distribuyndose el esquilmo entre todos
los comuneros, dbese distinguir
en la agricultura dos categoras:
Una parte pequea de la tierra
constitua propiedad comn indivisa y era trabajada colectivamente,
sirviendo sus frutos a la manutencin de los enfermos e invlidos,
para los cuales quedaban asimismo reservadas partes del esquilmo; pero la parte principal de los
campos de cultivo se distribua
anualmente entre las distintas
familias.
c) As pues, tuvo lugar tambin
un aprovechamiento privado en estas parcelas especiales, de manera
que los miembros de cada familia,
por regla general un matrimonio
con sus hijos solteros, las administraban por propia cuenta. Incidentalmente, en casos de necesidad,
se efectuaba un "cultivo colectivo
de auxilio"; as tambin la construccin de la casa que superaba las
fuerzas del individuo se realizaba
por "rogacin".
En cambio, los campos de cultivo indivisos eran laborados colectivamente. Los miembros del clan se
organizaban con este fin en grupos
de a diez, cuadrillas de trabajo, bajo la direccin de un "chuncacamayoc", quien tambin participaba en
las labores. (Esta institucin existi
con toda seguridad en el Chinchaysu yu y posteriormente fue
mantenida por los incas).
Los hombres realizaban, con
muy pocas excepciones, las tareas
agrcolas pesadas. Las mujeres y
los nios ayudaban principalmente
en la cosecha; pero tambin desEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

menuzaban con palos los trozos de


tierra que los hombres ya haban
volteado.
d) He esbozado ya en otra ocasin la situacin jurdica del miembro del clan en la economa de la
comunidad de aldea (ver "colectivismo"); segn ello, sus derechos
eran:
1) Una porcin de la tierra de
cultivo (chacra), repartida peridicamente, en proporcin al nmero
de los miembros de su familia;
2) Derecho libre de cortar lea
en los bosques, de caza y pesca;
3) Participacin en el rendimiento de la ganadera;
4) Utilizacin de aguas y caminos;
5) Terreno para la construccin
de la casa, con ocasin del matrimonio. A falta de estos derechos,
cada miembro de la comunidad
poda pedir manutencin en caso
de invalidez.
De otro lado estaban los deberes: comprendan stos el respetar
los linderos de las chacras, el participar en el cultivo de los campos
destinados a la manutencin de los
invlidos y otras tareas colectivas
(construccin de terrazas, caminos
y acequias).
e) Dentro del marco de esta economa colectiva tena tambin la vida exterior de la poblacin aldeana la caracterstica de la ms grande sencillez y uniformidad. Las vestiduras de los miembros comunes
del clan eran hechas siempre de lana de llama hilada por las mujeres
de la parte que les tocaba en el esquilmo colectivo; sus alimentos
consistan en el maz, diversas tuberosas (papa, quinua) y peces de los
ros; raramente se coma carne
que, en este caso, la mayor parte
de las veces, provena de la caza,
porque las llamas eran criadas principalmente para utilizar su lana y
leche, sus excrementos (abono) y
para el carguo.
f) As se nos ofrece el cuadro de
una "economa de casa cerrada" reposando sobre los dos polos del
clan local agrcola y de la familia
particular; economa que provey
a las necesidades de la familia casi
31

Hermann Trimborn

exclusivamente con los medios de


la familia misma. Las industrias especializadas eran muy pocas: solamente hubo artesanos dedicados a
la fabricacin de objetos de bronce, oro y plata as como tambin a
la de cermica y tejidos finos. Igualmente era insignificante el comercio de las diversas comunidades:
adems de los objetos de las industrias mencionadas y de los productos propios de un lugar (sal, pieles
y metales), consisti esencialmente
en el intercambio vertical entre los
cereales de la yunga y la lana de la
puna. No se conoci sino el
equivalente natural en todas las
transacciones de ese intercambio.
II.
Asimismo se realizaba la compra de las mujeres a base del equivalente en especie; la compra de la
novia era la forma predominante,
en todas partes, del enlace matrimonial. La monogamia general de
la masa de los campesinos pequeos estaba quiz en relacin con la
dificultad de obtener el precio correspondiente a la novia. De esta
suerte encontramos el clan local
subdividido en un gran nmero de
familias pequeas compuestas regularmente de un hombre, una esposa y sus hijos solteros, formando
en cada caso una unidad econmica. Exista un mnimum de edad para el matrimonio de los hijos, que
era distinto en las diversas regiones
y cu yo ori gen d be se bus car
probablemente en la divisin de
los clanes en un nmero dado de
agrupamientos segn la edad de
las personas.
Pero el matrimonio estaba sujeto tambin a limitaciones personales, pues en los tiempos preincaicos, se buscaba la novia siempre
en otra comunidad de aldea, de
manera que regan la exogamia local y la exogamia de clan, que vena a significar la misma cosa debido a la identidad especial de aldea
y clan. As como se evitaba el matrimonio entre los miembros del mismo clan totmico, se castigaba
muy severamente el trato sexual
32

con personas de parentesco


cercano.
Sin embargo, se comprenda de
manera distinta el crculo de personas consideradas como parientes,
lo cual desempeaba importancia
especial en el derecho hereditario,
incluyendo en l ora los sujetos emparentados por medio del padre,
ora nicamente aqullos que lo estaban por medio de la madre. Ya
no se puede establecerse exactamente el grado de influencia del derecho patrilineal y del matrilinear,
porque las normas propias del rgimen incaico borraron las antiguas
formas familiares de las tribus autctonas. En todo caso, es cierto
que las formas patrilineales predominaron en el sur y en la puna, y
las matrilineales en el norte (lo que
es notorio en el imperio de los chibchas) y en la regin costanera. La
diferencia de ambas formas de parentesco fue de importancia tambin respecto a la divisin de trabajo entre los dos sexos. Apartndose
del caso normal que hemos descrito, encontramos en las regiones caracterizadas por el matriarcado
trabajo del campo ejecutado por
las mujeres, si bien es cierto que la
actividad principal de la mujer se
encontraba en el trabajo
domstico.
Los nios, crindose en el seno
de la familia pequea, se familiarizaban, sin instruccin especial, con
toda clase de los trabajos necesarios; no nos extraa, por consiguiente, que el padre transmitiese
su oficio a sus hijos.
g) EN CONFORMIDAD CON
EL ORDEN QUE REGA RESPECTO A LA PROPIEDAD y que acabamos de describir, la sucesin hereditaria slo se ejercitaba en relacin
con los bienes muebles, mujeres,
la casa y sus accesorios.
Por lo dems se refleja en el derecho hereditario una mezcla del
orden social patrilineal y matrilineal resultando en consecuencia el
heredero ora un hijo, ora un hermano y en casos muy raros una
mujer.
Las mujeres y los menores de
edad no heredaban por regla gene-

ral, lo que da al derecho hereditario peruano su significacin caracterstica: no se agota ste en el rol
social de la conservacin de los valores econmicos, sino que abarca
varias instituciones jurdicas que conocemos como instituciones especiales: el derecho a la manutencin entre los parientes y la tutela.
El clan local del antiguo Per mantena de este modo a las viudas y
hurfanos, de manera que ligaba
con la herencia como derecho objetivo del heredero una obligacin
de manutencin respecto a la mujer y los hijos menores de edad del
difunto, pero tambin una "patria
potestad" sobre ellos en virtud de la
cual poda utilizar sus brazos para
su economa; el clan local se interesaba por la suerte de los invlidos
sin familia y de familias enteras,
concediendo un subsidio temporal
o permanente tomado de los
recursos de la comunidad.
LAS CLASES SOCIALES EN EL
IMPERIO INCAICO
As como las reglas descritas de
la vida econmica y familiar tambin todos los otros rdenes jurdicos de los antiguos peruanos consistieron en normas consuetudinarias que la tradicin transmiti de
generacin en generacin. En oposicin al posterior derecho imperial
de los incas, debemos presuponer
aqu un gran nmero de diferencias regionales; la coincidencia en
los rasgos fundamentales no se basaba en una fuente jurdica comn,
sino en el fundamento cultural
efectivamente comn a todas las
tribus.
La responsabilidad colectiva de
la comunidad del clan es lo que distingua esencialmente al orden jurdico, y con ello la situacin del individuo en la vida jurdica, frente a la
poca posterior; el derecho incaico hizo valer, en oposicin a ella,
el carcter estrictamente individual
de la responsabilidad por infraccin de la ley. Sin embargo, el hecho de que el mismo Estado incaico absoluto haya aceptado esta
responsabilidad colectiva, por lo
menos en algunos casos, como
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

prueba la fuerza con que arraigaba esta regla jurdica en la sociedad preincaica. En una infraccin
de la ley por parte de un individuo
responda as pues, toda su familia, y todo su clan en el caso de que
la infraccin se hubiese dirigido
contra el miembro de otro clan, de
manera que el daado poda pedir
reparacin de cualquier miembro
de tales crculos de personas.
Se desconoci la distincin entre derecho civil y derecho penal.
Todas las infracciones contra el derecho consuetudinario "intergentiles" o de los distintos clanes entre s
eran castigadas desde el mismo
punto de vista, esto es, del dao
causa do, que determinaba el
grado de la culpa.
El derecho a la venganza particular era conocido solamente en la
relacin de clanes distintos, pero
estuvo limitado tambin en este caso, ampliamente, por la formacin
de una organizacin de las tribus.
La intervencin organizada tena lugar ante todo dentro del clan; en todas partes la direccin poltica del
clan estaba provista de facultades
jurdicas exclusivas; probablemente los comuneros participaban en
el proceso y elaboracin de la sentencia. Desconocemos en particular el pro ce di mien to mis mo,
sabemos nicamente que era
interrogacin mgica a la "huaca"
(ttem) desempeaba cierto papel.
Ante todo se distingui el sistema penal segn la organizacin
poltica. Bajo condiciones autocrticas se aplicaban seguramente castigos rigurosos, mientras que, por
lo dems, las tradiciones relatan
amonestaciones y castigos corporales moderados. El hecho de que
sea casi imposible eliminar la participacin del derecho incaico dificulta el comprobar los actos que
fueron considerados punibles. Adems de las normas econmicas y
familiares, descritas en el transcurso de nuestra exposicin, remontan probablemente en la poca
preincaica los hechos siguientes:
Desobediencia contra los jefes, desercin, pereza (en las obras colecti vas), ase si na to, desfloracin,
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

violacin, rapto de mujeres;


incendio, robo, hurto, delitos de
caza.
Estas pocas notas referentes al
sistema jurdico de los antiguos peruanos eran necesarias, porque las
diferencias esenciales de las clases
sociales se basaron precisamente
sobre las distintas condiciones jurdicas, lo que demostraremos en el
curso de nuestro ensayo.
Una diferenciacin pronunciaba era imposible dentro de la capa
de los miembros comunes debido
a la propiedad colectiva del terreno; los nicos que acaso podan
obtener un mayor ingreso fueron
los artesanos especializados. De esta suerte encontramos la gran masa de la poblacin viviendo absolutamente bajo las mismas condiciones: igualdad en los ingresos, en el
trabajo cotidiano y en la manera
de vivir, igualdad ante todo "frente
a la ley". En efecto, la masa de la
poblacin peruana ofreci tambin en el tiempo de la conquista
un cuadro esencialmente indiferenciado a base de un nivel igual de
campesinos pequeos dentro del
marco de una organizacin econmica, en la cual, es verdad, cada
uno era protegido contra el hambre, ya sea por la ndole del derecho hereditario o sea por la proteccin colectiva de su comunidad,
pero, por otra parte, no tena
esperanza ninguna de elevar su
posicin econmica y social
gracias a la inteligencia o el
trabajo.
2. LOS JEFES
Los jefes fueron los nicos que
se destacaron en los tiempos preincaicos del marco de las condiciones anteriormente descritas. Por
ms diversos que hayan sido sus
poderes y posesiones materiales,
debemos suponer en todo caso,
que las organizaciones de los clanes colectivos tuvieron sus jefes.
No es solamente que sepamos con
toda seguridad, que hubo jefes nativos a la cabeza de los clanes y tribus en el tiempo incaico, sino que
hay tambin acuerdo en las fuentes
espaolas respecto a la existencia

de una institucin remota aceptada en todas partes por el rgimen


incaico. As, pues existieron jefes locales en todas partes los jefes de
los clanes de aldea, y, por encima
de stos, los curacas de las tribus, si bien es cierto que constituyeron una nobleza inferior y que como clase social tuvieron una importancia numrica muy reducida. Sin
embargo, esta clase merece nuestro inters, porque representa la
nica variacin social que podemos comprobar en el Per preincaico, alterando la uniformidad de las
condiciones econmicas y jurdicas
que hemos constatado, como
regla general, entre los miembros
comunes de las tribus y clanes.
I.
a) Mientras no se puede comprobar la existencia de funciones econmicas propias del jefe de tribu
ante todo, seguramente, porque la
tribu perdi casi toda importancia
econmica a consecuencia de la
reparticin completa de sus tierras
entre los clanes, encontramos la entera direccin de la economa aldeana concentrada en manos del
jefe de clan. Era ste quien realizaba la distribucin de las porciones
de tierras y del esquilmo as como
la reparticin de bienes destinados
a los invlidos; era l quien ordenaba el cultivo colectivo de las tierras
para los invlidos y necesitados
(as como tambin ms tarde, el de
las tierras reservadas para el Inca),
cuidaba de que se respetara los linderos e intervena en los desacuerdos entre los miembros del clan.
No queremos decir con esto, que
el jefe de aldea estuviera autorizado para modificar de manera autnoma la organizacin econmica
y de trabajo de las marcas, estableciendo nuevas leyes; pero en todo
caso, la ejecucin y el cumplimiento del derecho consuetudinario de
las marcas colectivas eran de su
atribucin, y su autoridad decida
en los desacuerdos e infracciones
contra el derecho de la marca.
Esta posicin privilegiada del jefe del clan tena como consecuencia su extensin del conjunto de tra33

Hermann Trimborn

bajos de los comunes, a diferencia


de los jefes de los grupos de a diez
rganos de su poder que estaban involucrados absolutamente
en la gran masa de los trabajadores. Los jefes de clan estaban eximidos de la colaboracin personal
en el campo reglamentacin impuesta en la mayora de los casos
por la avanzada edad del curaca,
pues muy a menudo era ste el
ms viejo del clan (curaj: viejo).
Por el contrario, la mayor participacin del curaca en el usufructo de
la tierra colectiva, haca necesario
que los miembros de su clan cultivasen tambin sus campos (comp.
Cobo XII, 27): "Toda la aldea
concurra al cultivo de sus campos,
a la construccin de sus casas y al
cuidado de su ganado".
Su condicin de autoridad dentro de la economa concedi a los
jefes de clan una posicin especial
que se destac an ms vivamente
frente a los campesinos comunes
debido a su privilegiada participacin en los bienes y productos de la
economa aldeana. Se ha comprobado unvocamente, que los jefes
de clan (tanto como los jefes de tribus, que siempre encabezaban simultneamente uno de los clanes
componentes de la tribu) disfrutaban de porciones ms grandes de
las tierras repartidas; la tradicin
no nos ha revelado el grado de este privilegio que, seguramente, fue
distinto en las diversas marcas. Sin
embargo hay duda de que los curacas hayan tenido propiedad de tierras antes del rgimen incaico. En
general debemos negarla; pero no
es posible que all donde el desarrollo autctono haba conducido
ya a la formacin de gobiernos autocrticos, los privilegios de los jefes dieron lugar a una reservacin
permanente de las mejores tierras
y, al fin, a condiciones jurdicas semejantes a la propiedad privada.
Este problema puede ser decidido
con ms precisin respecto al ganado, pues podemos suponer una
propiedad colectiva del ganado solamente en la puna, propicia a la
ganadera, mientras que en las zonas donde predominaba la agricul34

tura, cada familia poda disponer


de 1 a 3 llamas. Hubo as
naturalmente la posibilidad de que
se acumulase un ganado
numeroso en manos de los
curacas, y con ello una fuente de
riqueza, aunque limitada.
II.
Los relatos referentes a la institucin del matrimonio por medio de
la compra de la mujer, en los cuales se presupone una propiedad privada de ganado de los curacas,
comprueban la opinin anterior;
sabemos por ellos que los curacas
realizaban la compra de la novia
pagando regularmente con ganado, mientras que los aldeanos comunes se limitaban a dar en pago
objetos de la industria casera y
productos agrcolas.
La mayor participacin en las tierras de la comunidad, y, ante todo,
la posibilidad de poseer un mayor
nmero de ganado proporcionaban a los jefes mayores entradas,
que a su vez constituan la presuposicin para el mantenimiento de varias mujeres. An cuando su nmero no haya pasado de 2 a 3, en los
tiempos preincaicos, las condiciones econmicas especiales de los
curacas conducan a una particularidad de la familia: la poligamia
preincaica que, aunque numricamente muy insignificante, era un
privilegio efectivo de los jefes de
aldea y tribu.
b) Asimismo la sucesin hereditaria de los jefes en el poder poltico ocupaba a consecuencia de la
condicin poltica de stos, una situacin especial, que, a pesar de
no haber sido establecida jurdicamente, no dejaba de ser un hecho,
porque las normas consuetudinarias respecto a la sucesin, vlidas
en general, experimentaban una
doble influencia. La sucesin hereditaria poda ser modificada ya por
designacin colectiva de orden democrtico, al contrario, por determinacin dinstica libre con el fin
de confiar el poder a la persona
ms capacitada para la conservacin de ste dentro de la familia. El
primer caso tena lugar, cuando

exista un rgimen de paz y el poder de los jefes estaba limitado por


el conjunto de los miembros de la
comunidad o tribu o por un consejo de los ancianos; mientras que el
segundo ocurra de preferencia,
cuando a las aldeas y a las tribus
se les go ber na ba por un
despotismo autocrtico. Pero en
ambos casos se respetaba lo ms
posible la sucesin hereditaria
establecida por el derecho
consuetudinario.
La influencia democrtica de la
sucesin se manifest en los jefes
de tribu de la manera siguiente:
aunque el jefe de tribu era siempre
jefe de uno de los clanes perteneciente a sta, la influencia del consejo de la tribu poda manifestarse,
de modo que la direccin de la tribu se turnase entre todos los clanes, o, por lo menos, pudiera cambiarse en un caso particular; entonces el heredero por nacimiento reciba los bienes particulares, que quedaban de este modo siempre en
manos de los parientes (e igualmente del clan respectivo) y nunca
se trasmitan a miembros de otro
clan.
III.
Tambin en la esfera de la autoridad poltica de los jefes reinaba
una gran variedad de tipos, que
Las Casas consider, al hacer resaltar las distintas maneras de gobernar de los curacas nativos. As como variaba la sucesin de los jefes
de aldea y de tribu dentro de los lmites indicados, oscilaba tambin
su autoridad en tiempos de paz y
de guerra, con mltiples variaciones, entre los dos polos de un "reino de paz" o un "ducado" guerrero.
De estas condiciones variables dependa tambin el papel de las dems organizaciones dentro de la organizacin de la comunidad de
clan, as por ejemplo, la cuestin
del cogobierno de los guerreros y
de los ancianos de la aldea, cuya
existencia como cuerpo poltico
nos es trasmitida con frecuencia
con el nombre de "principales" y
del consejo de la tribu, compuesto
de los jefes de los distintos clanes.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

Mientras la organizacin poltica se agot por regla general con


la autonoma de las diversas tribus,
no faltaron, sin embargo, antes del
rgimen incaico concentraciones
territoriales que unieron los dominios de algunas tribus bajo un rgimen autocrtico. Semejantes formaciones vigorosas preparaban el
terreno para el surgimiento de una
forma de gobierno que, aunque hubiese podido robustecer la importancia de los guerreros, favoreca
principalmente slo a los jefes -con
la eliminacin de las instituciones
del derecho de paz-, transformando luego las condiciones patriarcales de la familia en la organizacin
del clan, relatadas por Las Casas,
en el ms pequeo despotismo de
aldea y de tribu.
Por variados que haya ido el alcance del poder de los jefes, en todo caso, el curaca era simultneamente juez con la particularidad,
de que su autoridad jurdica se limitaba, bajo condiciones normales,
a sentencias basadas en el antiguo
derecho cosuetudinario. Solamente en casos muy raros habr sido
posible al curaca, ni an bajo un
gobierno desptico, establecer de
modo autoritario un derecho nuevo. La autoridad jurdica del jefe de
aldea se restringa naturalmente a
las infracciones de la ley dentro del
clan. Si la infraccin era cometida
por miembros de varios clanes, se
decida el caso, o, ante el consejo
de la tribu como tribunal de tribu o
se produca el estado de hostilidad
debido al principio mencionado de
la responsabilidad colectiva del
clan; esto ltimo suceda en el caso
de que una organizacin de tribu
se hubiese desarrollado slo
dbilmente o cuando se tratara de
clanes pertenecientes a distintas
tribus.
Resulta entonces que dentro de
la capa superior de los jefes existieron varias graduaciones econmicas y polticas. Si, a pesar de esto,
la sociedad preincaica muestra en
conjunto una igualdad y nivelacin
amplias, ello se debi a que los jefes de las aldeas y tribus haban sido no solamente de poca importanEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

cia numrica, sino tambin a que,


respecto a sus condiciones, existi
un factor que les impidi el distanciarse an ms de la masa de la
poblacin: la exclusin de las
tierras de la propiedad privada.
CAPITULO II: LA
DIFERENCIACION SOCIAL EN
EL IMPERIO INCAICO
Para esfozar la situacin de la
gran masa en el imperio incaico es
necesario partir de las condiciones
preincaicas descritas en el captulo
anterior. La influencia del imperio
incaico se limit a unas pocas aunque profundas modificaciones, de
modo que ilustramos convenientemente la participacin de la administracin incaica en las condiciones sociales posteriores de la gente
comn, demostrando las innovaciones que sta experiment. Podemos prescindir aqu de una exposicin total de las condiciones econmicas, familiares y jurdicas, porque los incas no slo mantuvieron
ampliamente el antiguo orden sino
que hasta lo incluyeron parcialmente en el sistema incaico; advirtese
aqu que los incas adaptaron la
organizacin de los clanes y la
divisin de las fratras a su
organizacin administrativa, militar
y tributaria.
Pero entre los cambios histricos
comprobables, realizados en tiempos incaicos, consideraremos aqu
solamente aquellos que eran de importancia para la situacin social
de la poblacin, pasando por alto
otros que por ms grande que
sea su importancia general no
afectaron la diferenciacin de las
clases, como por ejemplo, la tendencia a la popularizacin del
idioma quechua y el culto del Sol.
A.
A continuacin investigaremos
en primer lugar las condiciones de
todo el conjunto de la gente comn, para considerar luego dos
formaciones especiales que surgieron de este conjunto, constituyendo grupos de una cierta independencia como clases sociales: me refiero a las vrgenes del Sol y a los
35

Hermann Trimborn

colonos (acllacuna y mitimaccu- labores campestres. Los curacas,


na).
bajo la supervigilancia de
funcionarios centrales, respondan
I.
por la ejecucin reglamentaria de
Correspondiendo al carcter estas prestaciones.
esencial de la conquista incaica,
Adems pasaron sin distincin a
las modificaciones ms penetran- ser propiedad de los conquistadotes en las condiciones de vida de res: todos los campos de coca y tolos sometidos, se realizaron en el dos los yacimientos de metales
campo de la economa. Tenemos finos!
que distinguir entre las transformab) Pero con todo esto no terminaciones de la antigua reglamenta- ron an los sacrificios econmicos
cin de la pro pie dad y las de los sometidos, sino que adems
intervenciones en la organizacin se exigi tributos, cuyo monto no
del trabajo.
se limitaba formalmente, y servia) Los incas no se contentaban cios personales de la siguiente
con la prestacin de servicios y el ndole:
cobro de tributos, sino que asegu1) Al usufructo de las tierras exraban el ingreso de los tributos por propiadas y al ganado entregado
medio de la expropiacin efectiva (lo que no constitua entonces un
de las tierras correspondientes. A verdadero tributo, sino ms bien
causa de no haber existido anterior- una servidumbre personal sobre
mente propiedad privada alguna propiedad ajena) se agregaron tride tierra perteneciente al dominio butos peridicamente fijados en
de una marca, tena que realizarse productos naturales (por ejemplo:
este arreglo con la comunidad al- peces, piedras preciosas, plantas
deana como tal, separndose de medicinales y en productos induscada marca una porcin de tierra triales, ya provenientes de la induspara el conquistador. Esta porcin tria casera (por ejemplo, vestidos
se divida en la tierra del gobierno y para los guerreros), prestacin
la de la administracin del culto, impuesta tambin a la comunidad
cuyo cultivo se efectuaba estricta- aldeana como tal o provenienmente, separado; de esta suerte se tes de los artesanos especializados
puede hablar de una triparticin de (por ejemplo, objetos de la
toda tierra en el antiguo Per. En el orfebrera cermica y tejidos finos).
captulo III de mi "Colectivismo" he
2) Tambin la mayora de los serexpuesto que dicha triparticin no vicios personales se realizaba por
se efectuaba en proporciones estric- grupos organizados segn los distamente iguales y cul ha sido el cri- tintos ayllus. Deben haber alcanzaterio que determinaba la dimen- do grandes proporciones, pues se
sin de las diversas partes. Aqu exiga los servicios personales de
basta la constatacin de que la los subyugados, por ejemplo, para
fuerza central expropiaba partes de trans por te, las cons truc cio nes
los campos de cultivo y de los pas- (acueductos, caminos, templos, patos (as como un cierto nmero de lacios, fortalezas), la minera, el coganado). Estos campos expropia- rreo y ante todo para el servicio midos eran cultivados por todos los litar. Mientras que la carga de los
miembros de la comunidad y, a tributos en objetos naturales y de la
saber, del mismo modo colectivo industria casera exigidos del clan,
como lo haban hecho en tiempos afectaba en su mayora a la poblaanteriores respecto a las tierras de- cin femenina, los servicios persosignadas para los menesterosos y nales pesaron sobre la poblacin
los jefes, y sus productos ingresa- masculina de 25 a 50 aos de
ban a los almacenes que la admi- edad que era precisamente la ms
nistracin incaica haba construido capacitada para el trabajo.
sistemticamente. Con el cultivo de
3) Otro aminoramiento de su calas tierras expropiadas comenzaba pacidad econmica sufriendo las
cada ao el ciclo general de las clanes peruanos por el hecho de
36

que la administracin incaica dispona de sus miembros en forma


doble: primero, por la obligacin
de proporcionar un nmero indefinido de individuos destinados al
servicio real, o al culto, como vrgenes del Sol, y segundo, por la transplantacin de aldeas enteras o de
partes de aldeas, como colonos;
las personas empleadas en dichos
servicios fueron eximidas permanentemente de las obligaciones de
su clan y consideradas como ya
desligadas de l. No nos detenemos ms aqu, porque la creacin
de estos grupos condujo a la formacin de nuevas capas con carcter
de clase, surgidas de la gran masa
de la poblacin subyugada, que
describiremos separadamente, a
continuacin.
Al representarse la totalidad de
las cargas impuestas a los subyugados por el rgimen incaico, se comprende fcilmente, que esto condujo necesariamente a un aminoramiento intensivo de la energa econmica de las marcas; pues se sustraa toda clase de elementos econmicos al aprovechamiento de
las comunidades de aldea: tierras y
ganado, cocales, minas de oro y
plata, por el procedimiento de la
expropiacin, energa humana,
tanto de mujeres como de hombres por servicios personales ilimitados; y la naturaleza de dichos servicios requera precisamente el empleo del material humano ms capaz! La explotacin de los sbditos
encontraba su lmite tan slo all
donde el inters de los
conquistadores mismos estaban
frente a la necesidad de conservar
sus tributarios.
Las obras positivas que realiz el
rgimen incaico para aumentar la
capacidad econmica del pas
grandes obras de irrigacin y colonizaciones no parecen suficientes en proporcin con lo que se exiga de la economa de las marcas
para compensar el dficit de la economa de clan. Teniendo en cuenta, adems, que la agricultura peruana haba alcanzado esencialmente el grado de su intensidad
posterior, ya en tiempos preincaiEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

cos, que no se debe perfeccionamientos preeminentes de la tcnica


agrcola el rgimen incaico, parece evidente el enorme empeoramiento que la gran masa de la gente comn experiment en las condiciones de su vida. Las necesidades
exteriores, pues, aumentaron de
manera desproporcionada, mientras que la demanda interior no experimentaba disminucin alguna,
sino que, al contrario, tomaba an
mayores dimensiones debido a las
subidas exigencias de los curacas.
Tampoco la extraccin de brazos
de trabajo de la marca significaba
un alivio; pues no se liberaba la
economa del clan en ningn caso
de elementos "onerosos" sino al
contrario precisamente de las
personas ms capacitadas, as que
la sustraccin de los yanacuna no
hizo
sino
aumentar
la
desproporcin.
La economa de los antiguos peruanos se caracteriz ya en los tiempos preincaicos por su gran uniformidad, a base de pequeos campesinos cuyas actividades correspondan esencialmente a la autarqua de la pequea familia, desarrollndose dentro de un sistema
colectivo. La influencia que el rgimen incaico ejerci sobre su economa, culmin no solamente en su
amplia sustitucin del poder pblico organizado predominantemente en forma colectiva, por el poder
seorial, sino tambin en una reduc cin efec ti va de sus
condiciones de satisfacer todas las
necesidades o en un necesario
aumento del trabajo.
II.
a) No hubiese sido necesario el
establecimiento jurdico de la monogamia entre los miembros comunes a consecuencia de aquella modificacin econmica. El rgimen
incaico, al formular, a pesar de esto, expresamente esta disposicin,
no quera sino hacer resaltar concientemente el carcter de clase de
un Estado, apoyado, en oposicin
a la monogamia de la gente comn, la poligamia de los curacas.
Pero, mientras que esta medida
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

sancionaba slo condiciones existentes, podemos constatar otras


dos modificaciones que afectaban
mucho ms la vida familiar de los
miembros comunes del clan.
b) Hallamos, en primer lugar, la
tendencia de los conquistadores a
eliminar la exogamia, enlazada en
la esfera totemstica y matriarcalexogmica que era incomprensible a su modo de pensar, y que intentaba reemplazar por la endogamia del clan local, con ayuda de la
autoridad. El efecto tcnicoadministrativo de esta poltica lo encontramos en los enlaces matrimoniales oficiales, descritos en algunos
autores, que aunque en principio
no incluyeron la endogamia, actuaba, sin embargo, en el sentido de
la disolucin del remoto derecho
consuetudinario que, en tiempos
de la conquista, no aparece superado de modo alguno, por lo menos
en las provincias subyugadas por
los incas durante los ltimos
tiempos.
La segunda intervencin importante en la vida familiar consisti
en su transformacin patrilineal
que corresponda al nuevo orden
patriarcal libre de la tribu incaica
conquistadora. Tambin esta tendencia no se haba realizado completamente hasta la conquista de
los espaoles. Aunque debemos suponer, que la proporcin de las formas de parentesco patrilineal y matrilineal se haya distinguido en el
tiempo preincaico de las condiciones en el tiempo de la conquista
por la difusin mucho mayor del
matriarcado, el sistema patriarcal libre de los incas no poda apartar
sin embargo, ni la exogamia ni la
sucesin matrilineal del parentesco
de sus centros principales, el
Chinchasuyo y los valles de la
costa.
Esta tendencia a la eliminacin
de la exogamia era de importancia
no solamente para la sucesin hereditaria sino ms an en relacin
con la segunda tendencia, la transformacin de la familia en sentido
patriarcal libre, porque se resolva
ahora el problema de los matrimonios entre parientes sanguneos,

que se present despus de la aboli cin de la exo ga mia, con


preferencia en el sentido del
parentesco patrilineal.
III.
a) Tenemos que ocuparnos ahora de la situacin jurdica modificada del individuo, para poder apreciar completamente los caminos
que las condiciones de los miembros experimentaron con el advenimiento del rgimen incaico. Constatamos en el orden poltico, que
bajo el rgimen incaico todos los
asuntos pblicos estaban sujetos
slo a la instancia gubernativa,
mientras que antes haba predominado la forma colectiva del poder
pblico. Es verdad, que esta diferencia se hizo menos sensible en
aquellos dominios en los cuales ya
anteriormente se haba introducido
una organizacin autocrtica, a la
cual el individuo estaba sometido
como sbdito. Pero la ms de las
veces, los miembros comunes haban participado en cierto modo en
los negocios de las corporaciones
colectivas de los clanes, y en todo
ca so fue, que perdieron este
derecho bajo el dominio incaico,
porque ste dot de poderes
administrativos autocrticos
tambin a los jefes inferiores
Por lo dems, cada individuo se
transform en instrumento desprovisto de voluntad propia de un
gran organismo central, sin tener
la posibilidad de poder ejercer cualquiera influencia sobre esta voluntad de Estado, voluntad cuya comprensin ni siquiera estaba a su alcance. Mientras que la vida entera
de la gente comn se desarrollaba
antes dentro del pequeo crculo
de su aldea, fue trasladada ahora
en un mundo de muy distintas dimensiones; pero simultneamente
cogi ahora a estos pequeos aldeanos el vigor de una voluntad
central superior y tena que transformar la conciencia de una existencia segura de su terruo, aunque limitado, en el triste sentimiento del
esclavo, sin que despertara como
compensacin la conciencia de
una patria grande y comn.
37

Hermann Trimborn

b) El rgimen incaico continu en


cierto modo la tendencia a uniformar la poblacin subyugada, estableciendo un sistema de normas abstractas que crearon, en oposicin a
las reglamentaciones consuetudinarias, muy variadas segn las diversas
regiones, un derecho imperial, "de jure" comn y actuaron en el sentido
de una simplificacin de las condiciones de vida, en todas las regiones de
su aplicacin.
c) Por lo dems, una serie de modificaciones especficamente jurdicas afect la situacin jurdica de
cada individuo.
1) El rgimen incaico fue el que
estableci por primera vez una distincin entre la responsabilidad civil y penal, introduciendo un sistema de castigos de intimidacin; pero adems poda coexistir la responsabilidad del clan respecto a
cada uno de sus miembros. De ah
result la posibilidad de una doble
ejecucin jurdica, o sea pues, por
la antigua unidad jurdica y la soberana del Estado, que comienza a
imponerse; fenmeno tpico, observado con frecuencia all donde (como en el Afganistn actual) una
idea de Estado en expansin entra
en competencia con la jurisdiccin
de entidades sociales, ya sean del
tipo de clan, de gran familia o de
comunidad de marca, con el fin de
absorberla por completo.
2) El nuevo orden jurdico correspondi tambin a las caractersticas que encontramos por regla general en los estados sometidos a
conquista, en cuanto la situacin jurdica de cada individuo empeoraba debido al rigor de las nuevas leyes. Este rasgo riguroso del rgimen incaico se manifest tanto en
la medida de la pena pues an
las ms insignificantes infracciones
fueron castigadas severamente
como en la introduccin de nuevas
penas: la de crcel y pecuniaria, y
los mltiples matices de la pena capital. No se debe olvidar tampoco
en esta relacin una nueva regla
procesal, el tormento.
3) La determinacin individual del
infractor, implantada por la mentalidad patriarcal libre ofreci una cierta
38

compensacin de este empeoramiento jurdico. Frente al derecho


consuetudinario de los clanes, que,
desde un punto de vista objetivo, tendi ante todo a la reparacin de los
daos causados, la justicia incaica
medit por primera vez sobre las circunstancias psicolgicas de la conciencia del infractor. De ah result la
apreciacin de la conciencia de la
ilegalidad, premeditacin, reincidencia y arrepentimiento positivo, concepto expuesto por m ya en otro lugar. Vemos aqu, pues, un enorme
progreso, que hizo pasar la responsabilidad jurdica del punto de vista
unilateral de las causas objetivas del

Desgraciadamente
la conquista
espaola impidi
que visemos el
espectculo
interesantsimo de
la
individualizacin
progresiva a la
cual tendi la
sociedad
patriarcal libre.

dao al criterio purificado de la consideracin de la culpa subjetiva; pero esto signific tambin una individualizacin del derecho que derrumb trozo por trozo el antiguo edificio
jurdico de la responsabilidad colectiva de los miembros de clan, del
cual, en el tiempo de la conquista espaola, supervivan solamente algunos fragmentos aislados que aparecan inorgnicamente dentro de los
marcos del derecho nuevo.
B.
Desgraciadamente, la conquista espaola impidi que visemos
el espectculo interesantsimo de

la individualizacin progresiva a la
cual tendi la sociedad patriarcal libre. Aunque constatamos todava
instituciones sociales de antiguos
crculos de cultura, las vemos con
frecuencia privadas de su significacin orgnica (por ejemplo, las fratras) y dotadas de cualquier sentido nuevo correspondiendo a un orden nuevo. No puede caber duda
de que el imperio incaico tendi a
la larga a la atomizacin de la sociedad peruana, a la disolucin de
las colectividades a favor del
estado unitario central.
Ya los autores del tiempo de la
conquista espaola consideraban
a los colonos forzados, los mitimaccuna, como un grupo social
independiente. En realidad no se
caracterizaron como unidad con
rasgos de clase tan marcados que
justificasen su consideracin como
clase propia; ms bien, estos colonos no representan sino un subgrupo de la gran clase de los miembros comunes de los clanes que se
destac de sta por ciertas
propiedades especiales.
a) Este grupo arraigado completamente en la administracin poltica de los incas debe su origen a un
doble fin dentro del plan general.
1) Por un lado los mitimaccuna
("mitimaes") eran transplantados regularmente de regiones ya mucho
tiempo sometidas a las provincias
recientemente conquistadas, para
meter una cua en la poblacin
an no asimilada y prevenir sublevaciones contra el rgimen incaico
(comp. Cieza II, 22 y Cobo XII, 23).
Este procedimiento condicion naturalmente un intercambio de elementos extraos que tuvieron que
establecer a su vez en medio del antiguo dominio imperial, quedando
aislados de este modo y aparatados de una base de operacin muy
peligrosa. La mayora de los mitimaccuna transplantados a las
nuevas provincias del imperio perteneca a cualquiera de las tribus
del pueblo quechua (Acosta VI,
12); Markham nos ofrece una lista
de valles de la costa que, en el tiempo de la conquista, estaban colonizados exclusivamente por colonos
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

quechuas. Pero esta transplantacin de poblaciones tuvo lugar asimismo dentro de los lmites de las
antiguas zonas del imperio; de esta
suerte se aseguraba la capital por
medio de establecimiento de tales
elementos que, como por ejemplo,
los caaris se mostraron
especialmente dignos de
confianza.
Pero, en cuanto Cieza (II, 22) y
Ondegardo (Report) quieren que
se comprenda bajo mitimaccuna
igualmente las guarniciones establecidas en la frontera oriental, nos
oponemos a esta inclusin, pues
en este caso tratbase slo de estaciones militares, que, sin tener caractersticas de clase, deben ser
apreciadas solamente desde el
punto de vista militar.
2) Otra clase de mitimaccuna
sirvi a un fin meramente econmicopoltico: la traslacin de mtodos agrcolas intensos a tierras
aprovechadas deficientemente hasta entonces, especialmente, a las
zonas de la alta sierra, un tanto
adecuadas para el cultivo (Cieza II,
21 y 22; Ondegardo, Relacin).
Debemos buscar el motivo de tales
medidas en la densidad relativamente grande de la poblacin del
imperio incaico que hizo provechosa la inclusin progresiva en la economa agraria tambin de aquellas
tierras que requeran un mayor nmero de brazos y un capital ms importante (gastos que eventualmente se hacan necesarios slo al comienzo). La indicacin de Ondegardo de que estos colonos no posean ganado alguno comprueba
que el gobierno intentaba especialmen te la im plan ta cin de la
agricultura, preferida como forma
ms intensa de aprovechamiento
de la tierra frente a la extensa
ganadera de la puna.
3) Se efectu asimismo una traslacin individual, por ejemplo, de
artesanos especializados (Cieza II,
37) adems de la transplantacin
de grandes masas de gente, motivada, como hemos dicho, por la
poltica de seguridad del Estado y
de la productivilidad. Tal es el caso
de la traslacin de orfebres y plateEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ros del imperio de los chim a las


ciudades
de
la
sierra,
especialmente al Cuzco.
b) Pero, con excepcin de aquel
caso, la transplantacin de partes
de la poblacin se realizaba con el
fin mencionado en primer lugar en
grandes grupos, que alcanzaban a
menudo de 6 a 7,000 familias (Cobo XII, 23). Cieza (II, 50) y Cobo
(XII, 23) relatan, que en estas colonizaciones se mantena la divisin
en clanes, y que la traslacin se
efectuaba con estricta conservacin de las organizaciones colectivas de los clanes. Es verdad, que se
agregaba tambin a estos mitimaccuna miembros de la tribu de
los incas como funcionarios superiores encargados de la supervigilancia, y en este caso en mayor
grado todava que en otras
ocasiones (Cobo XII, 23: "entre
muchos orejones").
c) Benchat (pg. 602) desconoce completamente la particularidad social de este grupo enteramente a merced del mecanismo estatal incaico: "Audessus de ces sortes d'esclaves (mitimaes) mens durement et qu ne pouvaint rien possder venait la masse du peuple".
Que se trata aqu de una confusin
con la capa sierva de los yanacuna, lo comprueba la documentacin clara de Cieza (II, 22): "Mitimaes se llaman aquellos que han
sido transplantados de una regin
a otra. Los gobernantes incas les
apreciaron y les concedieron privilegios, y a ellos correspondi el rango subsiguiente despus de los orejones". Pero tambin esta ltima
afirmacin est muy lejos de la realidad. En verdad, no se puede comprobar sino muy pocas especialidades basadas en la naturaleza de
las condiciones de colonos que
distinguen a los mitimaccuna del
resto de la gente comn.
1) Los clanes transplantados estaban sustrados naturalmente a la jurisdiccin de los jefes de la Tribu, y,
en cuanto no se trataba de la trasplantacin de un ayllu compacto,
tambin el jefe del respectivo clan,
(Cobo XII, 23, Ondegardo. Rel.).
Aunque mantenan los trajes y signos
39

Hermann Trimborn

de su tribu para distinguirse de los


grupos de otras tribus (Cobo XII, 23),
la ruptura de la organizacin tradicional del clan era ms intensiva que en
otras ocasiones, pues los colonos dependieron inmediatamente de los
funcionarios incaicos; esto significaba que la anteriormente mencionada tendencia a la sustitucin de las
organizaciones colectivas de los clanes por una individualizacin atomizante, que estableci una relacin
de sbdito, ejerci ya sus efectos sobre ellos.
2) Todas las dems particularidades se derivaron necesariamente
de su situacin econmica. La necesidad de crear primero sobre un
terreno desfavorable las condiciones de una produccin provechosa
y apta para rendir tributos oblig a
la administracin incaica a proveer
a dichos colonos de tierras y vveres y eximirlos adems por largo
tiempo de los tributos. Y el hecho
de que se les proporcionaba mujeres y coca, lo que, generalmente,
era el privilegio de la nobleza, sirvi para atenuarles el destino de la
nueva patria y el aumento de las
cargas necesarias.
Es verdad, el gobierno central favoreci a los colonos, ya sea porque
se trataba de los sbditos ms dignos de confianza, o sea porque aumentaron de manera ejemplar los
rendimientos de la economa y los ingresos tributarios de todo el Estado.
Sin embargo, no es posible delimitar
an ms vivamente sus particularidades como clase propia. En general
los colonos se destacaron solamente
muy poco de la gran masa de los
miembros comunes de las tribus.
Especialmente, la apreciacin de cada individuo no experiment una notable graduacin, y en todo caso fue
menor que la correspondiente a las
acclacuna o "vrgenes del Sol" que
podemos comprobar en el segundo
caso de la formacin de grupo, realizada dentro de la masa de los miembros comunes, bajo el rgimen
incaico.
C.
a) Ya al describir las cargas que
el poder central impuso a las tribus
40

subyugadas hemos considerado la


obligacin de entregar muchachas
selectas. Los relatos de numerosos
autores coinciden en que los incas
impusieron a sus sbditos este tributo en todas partes, y que, por tanto,
las recluidas en las "acllahuasi" se
compusieron esencialmente de
miembros de la masa subyugada.
La suposicin de Middendorf de
que las vrgenes del Sol hayan sido
solamente de sangre real, resulta
equvoca, pues confunde indebidamente un plantel de educacin
para la nobleza unido a esta
institucin con la institucin misma.
b) Existen los siguientes relatos
respecto al procedimiento en la seleccin de las acllacuna:

Esta dependencia
revela una
rivalidad entre
poder espiritual y
profano, de la
cual, en el curso
de la historia,
sali ganando el
segundo

Cobo (XII, 34) y Ondegardo (Report) cuentan, que existan empleados especiales "apupanaca" con jurisdiccin sobre una
tribu y competencia para todos
los asuntos referentes a las acllacuna, inclusive para su seleccin.
Estos funcionarios especiales visitaban las distintas poblaciones
de su zona y ordenaban comparecer en su presencia a todas las
muchachas. Pero no se escogan
sino muchachas entre 8 y 9 aos
(Ondegardo, Rep.) para poder
apreciar con mayor seguridad
su desarrollo corporal.
3) Segn el relato del Annimo
se preguntaba entonces a aquellas
muchachas que al apupanaca ha-

ban gustado, si queran entrar voluntariamente a los servicios del


"templo", y agrega que accedan
siempre con gran prontitud a esta
invitacin por pasar de este modo
a una clase elevada.
4) Sin embargo, la seleccin realizada por el apupanaca necesitaba todava la confirmacin suprema, debiendo ser presentadas al
Inca to das las mu cha chas
escogidas, con dicho fin.
c)
1) Aceptadas por el Inca, las acllacuna eran internadas en una acllahuasi, de las cuales, segn Castro, se construa una en cada provincia conquistada.
2) Las jvenes se encontraban
en estos "conventos" bajo el cuidado de mujeres de edad "mamacuna" que les enseaban en
to das las la bo res fe me ni les
(Ondegardo, Rep.).
3) La organizacin de estas acllahuasi era de modo que cada
diez acllacuna estaban subordinadas a una mamacuna. (Estamos entonces tambin aqu frente a un caso que comprueba que la administracin incaica empleaba fuera de
la divisin en cuatro unidades tambin el sistema decimal y centesimal; recurdese el chuncacamayoc de la organizacin del trabajo). Estas mamacuna a su vez obedecan a una superiora que responda inmediatamente al supremo
sacerdote por la disciplina del
convento y el desarrollo de sus
pupilas Annimo).
4) La supervigilancia del convento, y especialmente la direccin
econmica, estaba en manos del
apupanaca, quien a su vez era controlado por comisarios incaicos
(Cobo XII, 34). No se puede comprobar una influencia del gobierno
central sobre el funcionamiento interior de los conventos; en cambio,
respecto al apupanaca y los comisarios especiales parece haber existido una dependencia comn de la
direccin superior espiritual y profana. Esta dependencia revela una rivalidad entre poder espiritual y profano, de la cual, en el curso de la
historia, sali ganando el segundo,
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

as como se puede comprobar en


general que el poder del Inca
aument, desplazando al fin al
supremo
sacerdote
que
anteriormente haba tenido la
supremaca.
b) Es verdad que esta competencia se explica solamente por el hecho de que podemos distinguir dos
clases completamente distintas de
acllacuna, una con caractersticas
predominantemente profanas y
otra de carcter espiritual.
Salcamaygua habla hasta de
cuatro clases, designndolas del
modo siguiente: Yuracaclla, pacoaclla, vayrinaclla y yanaaclla. En efecto, basndose en algunas otras tradiciones, pudense
comprobar cuatro clases de jvenes asiladas en los conventos; sin
embargo es muy dudoso que dichas clases se correspondan con
las designaciones de Salcamaygua, excepto la ltima clase que
era destinada para los trabajos.
1) Las acllacuna, despus de
terminar su instruccin, eran destinadas, en parte, a ser concubinas
del Inca (Cieza II, 62); pero ste sola utilizar un gran nmero de estas
muchachas como regalos: para distinguir funcionarios y jefes militares
de mrito, para los jefes de las tribus na ti vas y has ta pa ra el
personal sujeto al servicio
corporal.
2) En viva oposicin a este modo de empleo, otra parte de las acllacuna estaba destinada a la cantidad perpetua, y terminada su instruccin en el convento, servan en
los distintos santuarios (Garcilaso
II, 9 y Cieza II, 62).
3) Ondegardo (Relacin) sostiene, que algunas de la ltima categora eran inmoladas al realizarse
ciertos sacrificios.
4) En conexin meramente exterior con dichas dos clases de acllacuna estaba otro grupo ms pequeo de muchachas asiladas en
los conventos, las hijas de sangre
real o noble, que eran tambin educadas en estas casas y cuidadas
hasta su matrimonio. En el drama
Ollanta, vemos esta institucin en
el ejemplo de la princesa incaica
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Cusicoyllur. Estas damas jvenes


no pertenecan naturalmente a la
capa social de las acllacuna, pero es posible que su existencia all
haya inducido a Middendorf a
considerar las acllacuna como
una institucin puramente
aristocrtica.
Dbese distinguir por tanto dos
clases principales de acllacuna,
de las cuales la una estaba integrada por las concubinas, y la otra,
por las jvenes consagradas al culto. He all un contraste, cuya causa
puede residir meramente en el culto y explicarse en vista de la deificacin del Inca, fenmeno tpico de
las culturas patriarcales libres; de
all se explica tambin, en parte, la
amplia influencia del sacerdocio
sobre todas las acllacuna.
La dependencia de las acllacuna de la administracin del culto est revelado por el hecho de que el
mantenimiento de las inquilinas de
los conventos estaba considerado
en el "presupuesto" de dicha administracin. Al salir de la acllahuasi, en uno de los casos, corran entonces a cargo del Inca o de la persona que las haba recibido como
regalo, y, en el otro caso, del santuario respectivo (Cieza II, 28: "A
cada templo pertenecan tierras,
esclavos, ganado, doncellas y
sacerdotes".)
Sabemos que los ingresos de la
administracin del culto eran distribuidos, de manera que cada templo y cada convento reciba su parte ("renta") determinada segn el
nmero de las personas mantenidas en ellos. El apupanaca, que tena a su cargo la administracin
econmica del convento (Cobo XII,
34), dispona entonces de un cierto
fondo del cual corresponda una
cuota determinada ("renta") a cada
aclla.
f) En el rgimen incaico, las acllacuna adquirieron ms remarcadamente que los colonos las caractersticas de una clase especial.
Econmicamente distinguise esta
clase frente a la masa de los pequeos campesinos, de la cual provenan sus miembros por un ingreso
en forma de renta, obtenido sin

pres ta cin de tra ba jo al gu no,


hecho completamente extrao a la
sociedad preincaica.
Asimismo, en lo que concierne a
la familia se distingui la suerte de
las acllacuna de la de sus antiguas compaeras: en un caso, por
el hecho de ser utilizadas como
concubinas, entraban en la esfera
de la poligamia, y, en el otro, estaban excluidas del matrimonio
oficial, obligatorio por los dems.
Adems, las acllacuna ocupaban en el sistema jurdico incaico
una posicin especial: formalmente, porque las infracciones cometidas contra ellas y por ellas caan
bajo la jurisdiccin del supremo
sacerdote, y, materialmente, por la
existencia de una legislacin especial, aplicada solamente a un nmero reducido de sbditos; pinsese, por ejemplo en la prohibicin
de relaciones sexuales, que afect
nicamente a las acllacuna.
Tambin la apreciacin personal de cada una haba experimentado un profundo cambio debido a
esta situacin especial mltiple respecto a su ocupacin, mantenimiento, estado de familia y relacin jurdica. Cualquiera que fuese
la suerte de una aclla en todo caso, su mera eleccin relevaba el hecho de que haba obtenido una
preferencia frente a las compaeras de su clase. Este acceso a
una clase superior tena que ser
permanente, porque todos los
vnculos con su clan se disolvan y
ella misma era recibida en la sociedad de la clase superior y dominante. En esta nueva situacin, las acllacuna podan desempear un
rol privilegiado que les permita llevar una existencia esclarecidamente espiritual y extraa al modo de vivir del comn de las gentes, o que
a menudo poda darles ocasin de
ejercer una prudente influencia en
los asuntos de la alta poltica. Esta
ltima caracterstica asemeja una
parte de dicha clase con los miembros de otra clase, los yana-cuna,
que tambin lograban a menudo
elevarse de la ms baja esfera de
servidumbre obligatoria a las ms
altas escalas del imperio personal.
41

Hermann Trimborn

3. LA NOBLEZA INFERIOR:
LOS JEFES (CURACAS)
I.
Al final del primer captulo, dedicado a las condiciones sociales de
la sociedad preincaica, hemos dicho, que una diferenciacin notable entre los miembros comunes y
los jefes ha sido posible tan slo bajo el rgimen incaico. No neutraliz ste las tensiones sociales existentes, al contrario aprovech de
la oposicin entre los curacas y los
miembros comunes de la tribu, utilizndola como instrumento de su
poltica interior, e intentando en todas partes alterar el frente nico de
la gente subyugada mediante favores mltiples concedidos a los curacas y el ascenso de stos a una clase privilegiada. De esta suerte constatamos en el imperio incaico una
copa de nobleza inferior, representada por los caciques sometidos, a
quienes los incas no pudieron
eliminar o intentaron vincularlos
con su rgimen, concedindoles
favores que en otras circunstancias
acaso no hubiesen conseguido.
La posicin poltica, ante todo,
de los curacas sufri un cambio, en
cuanto que, aunque resultaron sometidos a la voluntad autocrtica
del gobierno central, ganaron, por
otra parte, completa independencia de las instituciones democrticas o aristocrticas y del derecho
de intervencin de los clanes. Llegaron a ser un miembro del poder pblico, aunque solamente como servidores, pero de la infinita gracia divina del rey Sol cay tambin sobre
ellos un rayo del esplendor de
aquel poder perfecto que hizo cambiar su posicin dentro de la
organizacin aldeana y de tribu,
transformndolos en pequeos
seores.
El rgimen incaico instituy a los
curacas como funcionarios de
su administracin, esto es, les
confi la ltima ejecucin de las
mltiples tareas estatales; o se
debe olvidar aqu, que la especializacin de las autoridades haba alcanzado tan slo un desarrollo muy incompleto. Especial42

mente sirvieron para recabar los


impuestos, siendo responsables
de la entrega puntual y correcta
de los tributos y la prestacin de
los servicios corporales.
Habiendo conservado el rgimen incaico la antigua organizacin de grupos de a cien (organizacin de clan) y de las tribus, sta sirvi tambin como base para la organizacin militar. De tal
suerte, los curacas ocuparon
tambin puestos inferiores de jefatura militar; desde luego, los
car gos superiores estaban
reservados a los orejones.
Era importante, adems, el reconocimiento de su jurisdiccin local. La influencia ejercida sobre
la funcin jurdica de los curacas
por el rgimen incaico la he expuesto ampliamente en otro lugar; aqu basta, por consiguiente, dar un corto resumen de
aquellas extensas constataciones que indican un debilitamiento pe que o y un aumento
notable de la autoridad de los
jefes.
1. Era limitada la autoridad jurdica de los curacas, en tanto que:
Las infracciones "graves" correspondan a la jurisdiccin del tucuiricuc incaico; probablemente
cuando se trataba slo de graves infracciones contra la legislacin incaica, y
Se privaba a los jefes de clan del
derecho de castigar con la pena
capital, concedindolo nicamente a los jefes de tribu.
1. Esta pequea reduccin de
poder que en el ltimo caso no
significa sino un desplazamiento
de la autoridad dentro de los jefes
subyugados mismos fue compensada ventajosamente por un amplio ro bus te ci mien to de la
situacin jurdica de los curacas.
a) Mientras que en los tiempos
preincaicos las diferencias de ndole jurdico entre varios clanes, inclusive en el caso de que pertenecieran a la misma tribu, causaban
muy a menudo hostilidad abierta,
lo que significa que la suprema autoridad jurdica de la tribu, no poda intervenir siempre eficazmente,
en el imperio incaico, las controver-

sias entre los distintos clanes eran


dirimidas por la sentencia del jefe
de la respectiva tribu (as como tambin las infracciones cometidas
contra el miembro de otro clan de
la misma tribu).
b) Adems de su autoridad, hasta entonces de ndole objetiva, se
confiaba a los jefes nativos la aplicacin del nuevo derecho imperial
incaico, por lo menos, en los casos
menos "graves".
c) Ya hemos dicho, que los curacas estuvieron completamente ajenos a todo control colectivo, porque el rgimen incaico se pronunci decididamente a favor de una
"autoridad" jurdica individual".
d) Los curacas fueron eximidos
de la jurisdiccin de su tribu, estando sometidos nicamente a la autoridad central, medida que tendi
asimismo a desvincularlos de su
comunidad.
e) La reglamentacin no solamente protega a los curacas de posibles actos de venganza de parte
de sus sbditos, disfrazados en formas legales, sino que su dependencia de la jurisdiccin central le propor cio na ba adems ventajas
inmediatas:
Se impona principalmente a la
nobleza, y tambin a la nobleza
nativa, penas ms moderadas
que al resto de la poblacin, y
Se reemplazaba con frecuencia
la pena capital por la de prisin,
reservada para la nobleza, o en
el caso de que hubiera sido pronunciada la pena de muerte, se
la ejecutaba por medio de la decapitacin, que constitua una
forma de castigo tambin tpica
para la nobleza.
II.
En el captulo anterior hemos esbozado ampliamente la situacin
jurdica alterada de los curacas para hacer comprender en qu grado
los jefes haban sido transformados
en un instrumento dcil del poder
central; se les dio participacin en
los privilegios de la clase dominante. Hubo otras dos instituciones
que igualmente sirvieron para distanciar interior, o sea psicolgicaEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

mente, a los curacas de la gran masa de los miembros comunes de


las tribus: La educacin de los hijos
de los curacas en la corte y la
dotacin de bienes especiales a los
curacas.
Mujeres y esclavos, cermica y
tejidos finos, armas y adornos preciosos, pero ante todo tierra de cultivo, pastos y ganado fueron posiblemente los objetos que sirvieron
de regalos como una recompensa
por el cumplimiento fiel de las funciones pblicas y el apoyo militar.
El laboreo de los bienes agrcolas
especiales se realizaba de dos modos: Al no ser muy extensos eran
cultivados por los "tributarios" lo
que se acostumbraba hacer tambin ya en los tiempos preincaicos
con las porciones mayores de tierra de los jefes; pero muy a menudo se ligaba con la dotacin de tierras la de esclavos, y entonces la
economa de los curacas adquiri
la forma feudal de la economa de
los orejones. Adems es importante constatar, que se consideraba a
los curacas y la nobleza incaica de
modo igual tambin en el campo
econmico. No hubo nada ms
adecuado para fomentar la diferenciacin social entre los jefes y la masa sin propiedad y atenida a sus
porciones de tierra, que meter la
cua de la propiedad privada
agrcola en la economa de las
marcas, dando con ello el ms
fuerte empuje a la desigualdad en
propiedad, en los ingresos y el
modo de vivir.

como a la totalidad de la poblacin; sin embargo sta se manifiesta de manera clara y marcada tratndose de los curacas, lo
ms expuestos a la influencia incaica. Es verdad que la conocemos como resultado final histrico del desarrollo incaico, pero
en ninguna otra parte se muestra tan unvocamente en forma
de una medida singular que revela claramente su intencin:
pues sabemos, que el gobierno
central se reservaba el derecho
de confirmar a todos los curacas
nuevos, demandando, si es posible la sucesin del hijo mayor.
Claramente se revela el significado de la institucin poligmica,
mencionada en primer lugar, para
la diferenciacin de las clases. En
lo concerniente a nuestra segunda
observacin, podemos decir, que
su valor consiste en la comprobacin de que la transformacin de la
sociedad peruana pareca producirse en el sentido patriarcal libre
por medio de los curacas, alejndolos de sus condiciones sociales
tradicionales e incorporndoles jurdica y tambin psicolgicamente al
nuevo orden social; acentuaron los
incas con este fin inteligentemente
la tencin que comenzaba a
sentirse ya entre las clases.

4. LA NOBLEZA SUPERIOR:
LOS OREJONES
Adems de la nobleza nativa de
los curacas dbese distinguir una
capa de nobleza superior, compuesta por todos los miembros de
aquella tribu cuyos jefes fueron los
III.
En el dominio del derecho de la representantes del gobierno incaifamilia podemos comprobar dos co. Acosta (VI, 17), Cieza (II, 30),
cambios respecto a la situacin de Cobo (XII, 23) y Garcilaso (1,
22/23) delimitan unvocamente en
los jefes:
La ya mencionada dotacin de este sentido el crculo de los "orejoacllacuna a los curacas fieles, nes". Tampoco hay dudas respecto
cuyo mantenimiento fue hecho a esta situacin de los orejones; soposible por el regalo simultneo lamente Middendorf parece haber
de bienes especiales; tambin incurrido en un error, confundienesto corrobor en alto grado a do a los orejones de alto rango
vincular a los jefes con el rgi- con la clase sierva de los yanacuna, pues dice: "Los servicios inferiomen incaico.
El fomento del parentesco patrili- res en los templones fueron prestaneal fue entonces una alteracin dos por los descendientes de
que afect tanto a los jefes aquellos vasallos a quienes el Inca
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

43

Hermann Trimborn

Manco Capac haba otorgado el


derecho de llamarse Incas".
Dbese considerar aqu la singular hiptesis histrica de Garcilaso
y otros autores de que Incas anteriores hubiesen ascendido a los vasallos fieles al rango de "Incas titulares", pensamiento que intenta interpretar el desarrollo de la nomenclatura Inca. Pero en realidad, la naturaleza de dicho desarrollo debe haber sido, de manera que Inca constituy en el principio la dominacin
de una tribu, de modo que el
crculo de los incas coincidi con el
de los llamados ms tarde orejones pero limitndose esta dominacin posteriormente a la cumbre
monrquica de esta tribu (en la manera como se habla, por ejemplo,
de Napolen sencillamente como
el Corso), y por otro lado, experimen tan do una ampliacin,
expresada en designaciones,
como las de "cultura incaica",
"imperio incaico", etc.
Debemos presuponer originariamente en la tribu de los orejones la
misma divisin en miembros comunes y jefes de clan como en todas
las dems tribus. Hubo tres causas
que en el transcurso del tiempo produjeron una nivelacin de esta diferencia, de tal manera que en el
tiempo de la conquista, ya no es
posible comprobar diferencia social alguna dentro de la clase de
los orejones. La importancia preeminente de los jefes de la tribu de
los incas que llegaron a un poder
casi ilimitado y divino, debido a un
desarrollo guerrero, acompaado
de cambios en el poder ocurridos
dentro de la tribu, bastaba para
que los vasallos del imperio considerasen como insignificante la diferencia entre los miembros comunes y los jefes de clan de dicha tribu. A este factor se agreg precisamente con respecto a la naturaleza
militar de la tribu como otra razn,
la importancia que tena cada hombre como guerrero, y que deba aumentar en la medida de que la proporcin numrica entre vencedores y subyugados se desplaz continuamente a favor de los ltimos.
Esta proporcin desfavorable obli44

g a confiar tambin a los miembros comunes de la tribu incaica


los altos puestos en la administracin! Vemos pues, que la extensin
del rgimen incaico tendi necesariamente a aumentar de continuo
el valor de cada regin originariamente miembro ordinario de la
tribu tendencia que condujo a
fin a una efectiva nivelacin social
dentro de la clase de los orejones.
I.
a) La condicin de los orejones
como representantes de la tribu dominante tena varios efectos respecto a su situacin econmica. Una
consecuencia necesaria de su acti-

Los yanacuna,
creacin del
Estado incaico
igual que los
colonos y vrgenes
del Sol,
representaron a
semejanza de
stos una clase de
la poblacin que
pas a una
relacin inmediata
con las capas
dominantes.

vidad como empleados y jefes militares, alejados casi todo el tiempo


en las provincias, fue su salida del
proceso de la produccin agrcola;
particularidad que compartieron
con ellos los curacas, tambin eximidos del trabajo personal. Tampoco estaban sujetos a ninguna clase
de tributos (Cobo XII, 27), pues, al
contrario, disfrutaban de los
servicios de los subyugados.
b) As como su campo de accin, se caracterizaban tambin de

modo especial la naturaleza y el


monto de sus ingresos. Mientras
que los ingresos de la masa de los
miembros comunes, que apenas
bastaron para llenar las necesidades mnimas de la vida, no eran sino la retribucin correspondientes
a su trabajo, es de constatar entre
los orejones un concepto muy complejo respecto a los ingresos. A su
derecho sobre la tierra de la tribu
incaica y a sus propiedades especiales en las provincias se agregaba una participacin en los tributos
y prestaciones corporales de los
subyugados, lo que significaba
una renta ms, obtenida sin
ejecucin alguna de trabajo.
1. Como todos los miembros de
un clan en el Per, tambin los de
los ayllus incaicos podan reclamar
una porcin de la tierra de su clan.
Este derecho no resultaba afectado
naturalmente, cuando un miembro
prestaba servicios militares o administrativos fuera del dominio de su
clan; de esta suerte, Cieza (II, 20),
aseguraba: "Todos orejones tenan
sus chcaras, que son heredadas,
en la comarca del Cuzco, y sus casas y parientes". No sabemos, si,
en tiempos posteriores, sigui existiendo la antigua regla de la reparacin anual de las tierras de cultivo y limitndose la propiedad privada a los terrenos ocupados por las
casas, o si el seoro feudal incaico
que rega en las provincias tuvo
por consecuencia la introduccin
de la propiedad privada de la tierra en el ayllu, o si significaba a este respecto un punto de partida. Es
posible en todo caso, que el absolutismo feudal haya podido transformar la organizacin agraria tradicional, en el sentido de que la
gracia real concediese a un crculo
(creciente) de privilegios el derecho
a la propiedad privada sobre la
tierra. Desde luego, este proceso
debiera haber conducido
necesariamente a la reparticin
completa de los bienes colectivos.
Sabemos con toda seguridad
que las familias aristocrticas no
cultivaron personalmente sus tierras, sino que fueron siervos, obtenidos por el favor del Inca, quienes
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

realizaban el cultivo. Es verdad que


la porcin de tierra del clan no era
suficiente para la manutencin de
este personal de esclavos, muy nume ro so a me nu do, que se
encargaba tambin de los servicios
domsticos.
2. Contribuan a cubrir los gastos de la economa de los orejones
la porcin que stos perciban en
los tributos que prestaban los subyugados. As como muchos de los
trabajos forzados no servan propiamente para el provecho personal del Inca, sino que eran exigidos
en el sentido de una idea de Estado, tal como la comprende un pueblo conquistador (por ejemplo,
construcciones de caminos, puentes y fortalezas), la nobleza superior no solamente se beneficiaba
con la entrega de siervos y vrgenes
del Sol, sino que participaba tambin del contenido de los almacenes del Estado, que los pueblos
subyugados llenaban con largueza
con toda clase de bienes desde los
productos ms ordinarios de la
agricultura hasta los objetos ms
selectos de la naturaleza o de su habilidad artstica. Cobo (XII, 27) dice
a este respecto: "Tiraban gajes de
su Rey y eran sustentados con el
tributo
de
los
pueblos
subyugados".
3. Ya hemos considerado en
otro lugar un privilegio econmico
an ms amplio de los orejones: la
concesin de bienes especiales en
el sitio de su actividad las provincias que obtenan tambin los curacas merecedores, (cuya condicin econmica se distingui de la
de los orejones solamente en la
proporcin, pero en la naturaleza
de los privilegios).
a) Las ocasiones y los objetos de
estas dotaciones lo hemos expuesto ya en las descripciones de la nobleza inferior. Aqu nos cabe constatar slo una diferencia: mientras la
dotacin a los curacas era muy frecuente, sin que constituyese de modo alguno una prctica basada en
el derecho consuetudinario, parece que todos los orejones poseyeron propiedades especiales provenientes de la tierra de la corona.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Ganamos absolutamente la impresin de que esta dotacin debi representar una retribucin por su actividad de funcionarios de naturaleza especficamente feudal y estrechamente vinculada con sus cargos, (mientras que su participacin
en las prestaciones tributarias se
bas solamente en su condicin de
miembros del pueblo victorioso).
b) Las tierras constituyeron para
ambas clases, tanto la de los curacas como de los orejones, el objeto
econmicamente ms importante y
jurdicamente ms interesante de
dichas dotaciones; no solamente,
porque se nos ofrece aqu una categora expresa de la propiedad privada de tierra, sino tambin, porque esta propiedad especial represent un novum histrico cultural
en relacin con la organizacin de
la economa y el trabajo. He tratado de este punto con ms amplitud
en "Colectivismo" (cap. II) y me remito a este ensayo respecto a todos los datos econmicos. Para resumir los resultados de mi investigacin, advierto, que tambin esta
propiedad especial no poda ser
administrada, por regla general,
por el dueo mismo, quien en todo
caso ejerca la supervigilancia,
mientras que, por lo dems, la administracin estaba en manos de
un mayordomo de una posicin social elevada, pero siervo. Tambin
el cultivo en sentido propio era realizado por siervos, sin los cuales la
propiedad careca de valor, porque formaba un conjunto econmico solamente en relacin con la servidumbre. Estos siervos a su vez podan ser sustentados con los productos de la propiedad indivisa, esto es en forma de una retribucin
de su trabajo, o se les entregaba
parcelas para el cultivo, de manera
que los derechos del seor se
componan de una suma de
rentas. Vemos, pues que la
propiedad especial tpicamente
patriarcal libre de la nobleza,
basada sobre la dacin Real,
tendi a una forma econmica
feudal.
c) Era caracterstica tambin la
condicin misma de propiedad,

pues trtase aqu del caso interesante de que la propiedad no perteneca al clan, y tampoco a una familia particular, sino a una gran familia cuyo origen remontaba al primer propietario. Todos los descendientes de ste del que fue dotado
con los bienes, posean la propiedad sin poder dividirla, gozando
de su rendimiento segn su nmero, mientras que los sucesivos administradores no eran sino representantes de la comunidad. Estas condiciones jurdicas merecen nuestro
inters, ante todo, porque aparece
con ellos por primera vez en la historia peruana el principio de la
gran familia, cuya limitacin desde
el punto de vista de clase, comprueba su origen en una cultura
patriarcal libre y en ltimo trmino
en el crculo de la cultura de los
pastores nmadas.
d) Si resumimos las distintas clases de ingresos de los orejones,
nos damos cuenta de su complejidad. La gran masa de la poblacin
no tuvo ms ingreso que el fruto de
su trabajo; solamente, tratndose
de artesanos especializados, era
posible la distinta calidad de las tierras, nivelndose en la reparticin
de las porciones. Por el contrario,
los ingresos de los orejones fueron
mltiples y se dividieron esencialmente en dos clases: una como retribucin por su actividad de funcionarios y otra como renta. Esta renta
puede ofrecer parcialmente un carcter de monopolio (debido a la
condicin de los orejones de pueblo victorioso) y de otro lado un carcter de renta sobre las tierras sobrantes del rgimen feudal, desde
lue go, si no que se ha ya
manifestado claramente esta
divisin en cada una de dicha
clase de ingresos y sin basarse en
un plan conciente.
e) Pero la voluntad del pueblo
victorioso tendi sobre todo el dominio y la exportacin, con el fin de
mejorar las condiciones de su propia vida. En todo caso se puede explicar este mejoramiento de las
condiciones de vida como resultado de su situacin particular como
clase y en el campo econmico.
45

Hermann Trimborn

An reduciendo prudencialmente
los relatos de los autores espaoles, que en parte exageraron sus juicios desfavorables respecto a las
clases dominantes, con nimo de
justificar la conquista, dbese creer
a Pizarro, cuando dice: se entregaban mucho a la lujuria y a la embriaguez. Se puede comprobar en
todo orden de provisin de bienes
materiales los grandes privilegios
de que gozaban los orejones. Recordemos en este lugar sus grandes palacios con numerosa servidumbre, sus vestidos de los ms finos tejidos, su mesa abundante y
selecta, la amplia satisfaccin de
sus necesidades en adornos, bebidas alcohlicas y narcticos. A esta
ampliacin puramente econmica
de su vida se agreg la posibilidad
de poder satisfacer todos los impulsos de la voluntad de dominio, de
la ambicin y de una actividad vigorosa. A su elevado sentimiento de
la vida y a su preponderante
condicin econmica se agregaba
su posicin preeminente en el
derecho y en la vida poltica, y,
ante todo, su amplia poligamia en
el campo del derecho familiar.
II.
La poligamia de los orejones es,
en todo caso, un hecho bien conocido; las numerosas descripciones
de relaciones sexuales desarregladas de la nobleza peruana provienen de ella. En otro lugar ya hemos
dicho, que la poligamia era una
distincin concedida por el Inca, y
que las acllacuna proporcionaron
el elemento necesario para otorgar
este privilegio. Desde el punto de
vista econmico, el sustento de
una familia grande se ligaba naturalmente con un elevado ingreso,
cuyos detalles hemos expuesto en
el captulo anterior. De esta suerte,
la poligamia de los antiguos peruanos se pre sen ta como un
inequvoco privilegio de clase,
mantenido por las conveniencias
de un Estado absoluto.
El carcter patriarcal libre del rgimen incaico aparece todava con
ms claridad en algunas otras particularidades, que hacen resaltar la
46

oposicin existente entre la capa


dominante y la masa de los sometidos. An cuando estas caractersticas pasaron ms tarde, por lo menos, en parte, a los sometidos, dbese buscar su origen en el seno
de los conquistadores. Del mismo
modo sucedi, que tambin en la
sociedad de los orejones supervivan muchas instituciones, que remontaban a antiguos crculos de
cultura (por ejemplo, la divisin en
clases segn la edad, la iniciacin
de los jvenes con pruebas de ascetismo y virilidad, el sistema de dos
clases). Constatamos aqu ante
todo tres hechos de especial
importancia:
Ya hicimos ayer en anteriores
oportunidades, que la tendencia
patriarcal libre del rgimen incaico se expresaba en una progresiva disolucin de la antigua exogamia de clan y de fratra. Pero
el matrimonio oficial obligatorio, relacionado con dicha tendencia, no se limitaba, en las tribus sometidas, a una ruptura de
la exogamia obligatoria, esto es
a la introduccin de una endogamia facultativa, sino al fomento
de la endogamia obligatoria de
la comunidad local y de clan; en
cambio, el carcter del derecho
matrimonial de los incas libre de
cualquier vnculo con formas correspondientes a la organizacin
social del clan se revela en que
los orejones tenan plena libertad de elegir la esposa dentro de
toda la tribu. As lo atestigua
Pizarro, cuando dice: "Tenan la
libertad de elegir a su antojo".
Se puede comprobar con la misma claridad el carcter patrilineal de la sociedad incaica, cuyos efectos sobre el parentesco
de los curacas hicimos resaltar
en el lugar correspondiente. Esta
transformacin era de importancia, primero, en el derecho hereditario; segundo, respecto a la
prohibicin de los individuos culpables de incesto, porque se ha
comprobado, que, en el posterior derecho incaico, se comprenda los lmites de parentesco
vlidos para los enlaces matrimoniales y sexuales solamente

desde el punto de vista del derecho patriarcal. Adems era de


suma importancia el orden patrilineal frente a la poligamia aristocrtica por medio de las acllacuna, que provenan de tribus ajenas. Y precisamente esta
poligamia tena una importancia altamente poltica, porque el
imperio incaico estaba amenazado por el aumento de elementos
extraos. Aqu intervino entonces la sucesin patrilineal, determinando que el carcter de orejn no dependa sino del estado
del padre (comp. por ejemplo
con Betanzos). De este modo, el
elemento incaico experiment
una renovacin muy importante
desde el punto de vista poltico,
tanto respecto a la poblacin
como al dominio, porque casi
nunca habr sucedido, que las
hijas incaicas se casaban con un
hombre extrao, mientras que la
mayora de los orejones tenan
hi jos con mu je res que no
pertenecan a su tribu. Y esta
renovacin de la poblacin
incaica ayud a nivelar la
desproporcin numrica entre
los seores y sbditos, aunque
se perdi de este modo cada vez
ms la estricta pureza de la tribu
incaica.
Recordamos asimismo en esta
relacin la tendencia correspondiente a la gran familia, cuya importancia histrica cultural hice
ver en otro lugar ("Anlisis histrico cultural de la sociologa del
antiguo Per"). Representa en el
escenario de la cultura andina
algo completamente nuevo, porque en la sociedad preincaica
no se puede constatar sino pequeas familias, clanes y fratras, lo cual revela la intensa participacin de elementos venidos
de afuera en la edificacin de la
cultura superior de los pueblos
andinos.
III.
a). Las condiciones jurdicas generales de los orejones se distinguieron por muchos privilegios tambin ms all del campo limitado
del derecho familiar y hereditario.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

Ante todo se comprende fcilmente, que, como ya los curacas, mucho ms an los orejones estaban exentos de un gran
nmero de prescripciones y
prohibiciones, que no tenan
otro sentido que limitar las condiciones del hombre comn. A
esta categora perteneci el permiso para la poligamia y el uso
de la coca. De este modo tambin qued reservado a los orejones un importante derecho: el
de llevar armas (Cieza II, 7), derecho que se revela de modo indirecto, en las descripciones de
los festejos con motivo de la inicia cin, en la que estaba
comprendida el otorgamiento
de armas (por ejemplo, en
Molina).
Resulta pues, que los orejones tenan dentro de las condiciones
materiales de su vida, muchas
ventajas frente a la poblacin comn. Pero tambin en el caso de
una infraccin de la ley, los orejones eran tratados desde un punto de vista muy distinto que los
dems. Por un lado, se haba establecido para los delitos de los
orejones una competencia especial. Nadie que no fuera el Inca
los juzgaba, o su representante
en las provincias, el tucuiricu;
pero tambin en estos ltimos casos fallaba el Inca en persona, al
tratarse de un crimen que merecan la pena capital (Annima).
Esto significa, que el Inca como
jefe de tribu concentraba en sus
manos todo el procedimiento jurdico contra los orejones (como
lo haba tambin respecto de los
curacas, por razones inspiradas
en la poltica interior), lo que es
ms comprensible an, si se
piensa que se trataba
generalmente de oficiales o
funcionarios.
En el tiempo del derecho material, la justicia incaica se distingui
por sus penas mucho ms moderadas de las que eran aplicadas por
regla general a los miembros de
los pueblos sometidos. (Cobo XII,
16 y 26). Este hecho revela en qu
modo el sistema de castigos rigurosos estaba en relacin con el carcEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ter del Estado patriarcal libre, que


estableci una lista de los ms severos castigos de intimidacin para tener sujeto a los subyugados, pero
que en el seno de la propia tribu
mantuvo vigente un sistema penal
muy moderado. De esta suerte, tratndose de los nobles, se ejecutaba la pena capital en la forma ms
decorosa de la decapitacin, pero
si fue posible, era sustituida por
otros castigos, ante todo por la confiscacin de bienes particulares o
el encarcelamiento, que tambin
constitua una forma penal
especficamente incaica.
b). Ms importante an que su situacin jurdica privilegiada, parece haber sido la influencia que los
ore jo nes te nan so bre la al ta
poltica imperial.
Este rol lo deban los orejones
menos a un antiguo derecho de
voto, (arraigado en la organizacin colectiva del clan) el cual
se revela todava en el consejo
imperial de los cuatro, que, es
verdad, lleg a degradarse, no
siendo sino un instrumento del
Inca que al desarrollo militar
mismo, que, si bien por un lado
concedi a la jefatura suprema
poderes ilimitados, aument,
por otro lado, notablemente la
importancia de cada guerrero.
Cundo ms desfavorable resultaba la proporcin numrica entre
vencedores y sometidos, tanto
ms indispensable se haca
cada uno de los orejones, porque eran los nicos a quienes se
poda confiar los altos puestos
en el ejrcito y la administracin.
Esta suma necesidad creaba en
los orejones una gran conciencia de valor, que, aunque no se
basaba en instituciones jurdicas, era de enorme importancia
en el manejo prctico de los
asuntos polticos y se manifestaba en algunas ocasiones en forma de una molesta resistencia
frente al gobierno central. Pinsese, por ejemplo, en la campaa
de Huayna Cpac en Chinchasuyo, en la cual el Inca tena que asegurarse el apoyo de
los orejones por medio de promesas (segn Salcamaygua). Es
47

Hermann Trimborn

Oscar Martens quien expone


muy bien esta importancia poltica de los orejones. No es necesario ofrecer en este lugar ejemplos determinados de semejantes influencias polticas, porque
pronto tendrn ocasin de hacerlo en una monografa de la organizacin del poder pblico, en el
imperio incaico. Pero en un esbozo completo de las condiciones
sociales de los orejones, no
hemos podido dejar sin
consideracin una de sus
particularidades efectivas.
Al final de este captulo consideramos brevemente un grupo especial
dentro de la esfera de los orejones:
el sacerdocio superior, que se compona para el culto del Sol exclusivamente de miembros de la tribu incaica. La ms importante de sus particularidades era la participacin
que tenan, al igual que los funcionarios de la administracin incaica, en
el goce de los tributos y la limitacin
personal y material de su jurisdiccin. Prescindimos aqu de una descripcin penetrante y amplia de la organizacin administrativa del culto,
primero, porque no aparece una
agrupacin especial de carcter de
clase, en sentido propio, y, segundo,
porque todas aquellas cuestiones en
las cuales la organizacin del culto
se relaciona con la organizacin estatal y la administracin incaicas, sern tratadas ampliamente en otra
ocasin.
5. LA SERVIDUMBRE EN EL
IMPERIO INCAICO

ilimitada del individuo a la soberana del Estado. Creo, que es absolutamente necesario ofrecer un esbozo claro de esta clase de siervos
para caracterizar la naturaleza
patriarcal libre del rgimen
incaico.
B. La denominacin oficial para
los miembros de la capa de los siervos era "yanacuna" (significa:
"hombres negros"), denominacin
cuyo sentido probablemente nunca puede ser descubierto. Markham la explica, partiendo de un caso determinado (composicin con
anotaciones a Cieza II, 18): "Balboa dice, que 600 indios acusados
de sublevacin contra Tupac Inca

Aunque no se ha
desconocido
anteriormente el
carcter de clase
del Imperio
Incaico, no se ha
considerado
debidamente
durante mucho
tiempo el hecho
importante de la
existencia de la
esclavitud, en
sentido propio.

I.
A. Aunque no se ha desconocido anteriormente el carcter de clase del Imperio Incaico, no se ha
considerado debidamente durante
mucho tiempo el hecho importante
de la existencia de la esclavitud, en
sentido propio. Markham es el primero que describe ampliamente esta institucin, mientras que el padre Schmidt neg la existencia de
la esclavitud en el imperio de los incas, sosteniendo que se puede emplear este concepto solamente en
el sentido figurado de la sumisin
48

Yupanqui fueron reunidos en la ciudad de Yanyamman; se les perdon la vida, pero ellos y sus descendientes tenan que servir desde entonces exclusivamente a los Incas y
en los templos. Se les llamaba
Yanyamcuna, palabra que se
corrompi en yanacuna".
C. Y porque precisamente Markham sabe de la existencia de esta
clase, nos extraa la siguiente afirmacin suya (pg. 163/164): "This
institution was quite excepcional
and no part of the regular Imperial

system". En verdad, que l mismo


contradice su anterior opinin, al
indicar el nmero de los yanacuna en no menos de 46,000, en
1570 (en la introduccin de la edicin inglesa de Cieza de la Hakluyt
Society). En realidad, esta clase de
siervos era todo menos que un fenmeno inorgnico y excepcional;
al contrario, constitua una parte
esencial del sistema gubernativo
de los Incas y un elemento integrante del orden social patriarcal libre,
cuya ausencia nos hubiera debido
extraar ms que su existencia.
D. Las fuentes que suministraban nuevos elementos a la capa
de los siervos eran varias:
Una parte de los yanacuna fue
formada por prisioneros de guerra seleccionados, a quienes se
perdonaba con este fin la vida.
Tambin algunos delitos (Cieza II,
18) eran motivo de degradacin
permanente; el Annimo relata
en este sentido, que, tratndose
del asesinato de un miembro de
la casa Real o de traicin militar,
el delincuente era ejecutado,
mientras que toda su familia era
condenada a servidumbre perpetua.
Tenemos que citar como la fuente
ms comn y de carcter especficamente patriarcal libre la servidumbre la sustraccin forzada de
siervos de la capa de la gente comn, que eran eximidos para
siempre de la organizacin de su
clan y sometidos de por vida y de
modo hereditario al poder de su
nuevo seor (Cobo XII, 27; Castro; Santilln, cap. 11, 36, 83).
Por la importancia de este procedimiento, que tanto pesaba sobre la
economa de las marcas, citamos
a continuacin dos pruebas muy
caractersticas, en el texto original:
"Sacaban siempre yanacones
para el inga de aquellos que a l
mejor le parecan" y "os hombres
a quien mandaba el inga, que se
diesen, que siempre eran a yanacones del inga y a yanacones del
Sol" (Castro). "Asimismo tomaba
el inga y aplicaba para s en cada
valle o provincia yanacones el nmero que le pareca" (cap. 36) y
en otro lugar: "(yanaconas) los inEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CLASES SOCIALES EN EL IMPERIO INCAICO

cas los sacaban de las provincias


los hay de esta naturaleza en
que les pareca para su servicio"
cualquier esfera administrativa.
(Santilln cap. 38).
Un caso especial del anterior
Finalmente, la servidumbre se
era el cuidado que se confiaba a
ori gi na ba di rec ta men te por
los yanacuna de los almacenes
nacimiento.
donde se guardaba los tributos.
Hemos mencionado ya en varias ocasiones en el transcurso
II.
de nuestra exposicin, que el
Se serva de los yanacuna para
Inca sola tambin utilizar a los
muy diversos fines y en todas las rasiervos como regalos de honor.
mas de la administracin.
Estos eran destinados entonces
A. Como es de constatar a trapara servicios personales, como
vs de todo el sistema tributario la
domsticos, o para trabajos de
divisin de la administracin polticultivo en los bienes agrcolas
ca y del culto, se empleaba tamparticulares (comp. Castro y
bin siervos en el servicio de la adCobo XII, 27 y 28). Pertenecan,
ministracin del culto (comp. Anpues, a la cla se de los
nimo, Betanzos, Cieza, Ondegaryanacuna los "mayordomo" de
do, Santilln), a saber, del modo
la administracin de los bienes
siguiente:
del Inca o del culto o de los bie Los esclavos hacan los trabajos
nes seoriales, quienes apareinferiores en los templos y concen mencionados con tanta freventos.
cuencia en nuestras fuentes; s Tambin los cadveres de los
tos eran entonces siervos, que a
Incas, que reciban adoracin disu vez tenan a cargo gentes y a
vina, eran rodeados de personal
los cuales se poda confiar la
siervo, que se dedicaba permaadministracin independiente
nentemente y por sucesin hede una organizacin agrcola
reditaria al cuidado de estos
completa.
"cuer pos" (y de sus bie nes)
(comp. Cieza II, 11; Santilln, Adems, el Inca llamaba a su corte artesanos especializados, ante
cap. 29).
todo plateros y orfebres, lo que
B. Un nmero considerable de
afirman expresamente Cobo (XIV,
dichos siervos era necesitado en la
15) y Santilln (cap. 97).
economa del Inca mismo, a saber:
As, pues, hemos visto que los ya La escolta del Inca se compona
nacu
na desempeaban mltiples
de yanacuna dignos de espefun
cio
nes
en el mecanismo del Estacial confianza, y stos hacan
do
in
cai
co
y que eran escogidos anadems, ante todo.
te
to
do
pa
ra
aquellos trabajos que,
Los siervos domsticos en el palacio y en los viajes (comp. Cie- por un lado, no armonizaban con la
dignidad del orejn, pero, por otro
za II, 19; Santilln, cap. 36).
C. A ste se aada un gran n- lado, requeran una mayor inteligenmero de otras clases de empleos: cia, habilidad y a menudo tambin
Todos los cuerpos del ejrcito una mayor abnegacin personal pa(por lo menos los de los orejo- ra con su seor, con cuyo objeto el
nes) estaban acompaados de trabajo forzado ordinario no hubiera
una tropa de yanacuna, que sido suficiente.
cargaban el bagaje en las jornadas; pero ante todo eran utiliza- III.
Esta clase de servidumbre exiga
dos para construcciones y toda
clase de trabajos tcnicos secun- naturalmente, que cada yanacudarios (comp. Cieza II, 61 y 63). na no se encontrase frente a su nue Adems, el personal auxiliar de vo seor como miembro ligado a
los funcionarios de la administra- la organizacin de clan; era nececin incaica se compona de sario eximir a los yanacuna de la
yanacuna (Santilln, cap. 63), vinculacin con su clan y situarlos
a cuyo cargo estaban todos los en una relacin inmediata y puratrabajos subordinados, como
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

mente personal con su seor. Esto


afirma Santilln (cap. 36): "Les haca esemptos de los curacas, que
no tenan cuenta con ellos".
Los yanacuna, creacin del
Estado incaico igual que los colonos y vrgenes del Sol, representaron a semejanza de stos una clase
de la poblacin que pas a una relacin inmediata con las capas dominantes. As es que conocemos
en el antiguo Per tres grupos sociales que el rgimen patriarcal libre
separ de la organizacin de clan.
Al ser eximido de su clan, cada esclavo ya no perteneca a una organizacin de proteccin legal esto es,
la reparacin de infracciones cometidas contra l dependa ahora de la
voluntad de la administracin incaica as como la salida de la organizacin de marca tena como consecuencia la prdida de su parte en las
tierras de la comunidad. Slo que,
por otro lado, ya no perteneca a la
poblacin obligada a prestar tributos (Santilln, cap. 50). De ah resulta, que el siervo era puesto en manos de su seor tanto respecto a su
existencia econmica como su proteccin jurdica.
Y porque no era posible volver
al clan, la servidumbre tena que
ser de carcter permanente y hereditaria.
IV.
Tan interesante como la existencia de la esclavitud en el imperio incaico, en general, es la suerte que
la clase de los yanacuna sufri en
el transcurso del tiempo, y de lo
que he tratado ya anteriormente
(Colectivismo, cap. II). Pienso aqu
en la relajacin de la clase de los
siervos, que se produjo por la posibilidad del ascenso personal de cada uno, de modo que sta ya no es
uniforme sino que ofrece una
escala de diferencias sociales.
A. El motivo de un semejante ascenso a una clase elevada era el
vnculo personal que una al siervo
con su seor merced al ingreso en
la economa de ste; esta circunstancia ofreci al seor la posibilidad de probar las capacidades y el
carcter de su siervo y de confiarle
49

Hermann Trimborn

los ms altos cargos, pues el siervo, privado de derechos, dependa


permanentemente de su voluntad.
Punto de partida del mencionado
movimiento social era el Inca mismo, lo que afirma tambin Santilln (cap. 36); y en las casas de los
nobles y en general se produjo anlogamente el mismo proceso, aunque en menor escala.
B. El ascenso econmico y social de algunos de los yanacuna
parece haberse producido casi
en todos los casos merced a un
cambio de ocupacin, que primero mejoraba su situacin econmica, lo que, a su vez, tena por
consecuencia un mayor aprecio
personal.
As como hemos constatado,
que los siervos dentro de un feudo aristocrtico eran provistos a
menudo de tierras que cultivaban independientemente y la administracin de toda la hacienda
poda estar a cargo de un mayordomo siervo, confiri tambin el
Inca a yanacuna preferidos haciendas para su propia explotacin. Especialmente el ltimo
punto es de importancia, porque comprueba, que no se trataba de feudos sujetos al tributo,
sino de una distincin de honor
por servicios extraordinariamente meritorios (comp. Cieza II, 11
y Santilln, cap. 97 y 83: "Dbales sus chcaras en que hiciesen
sus labores por s").
Segn Santilln (cap. 94), siervos corporales a quienes el
Inca quera honrar de modo especial reciban por regalo esclavos y hasta mujeres del crculo de las acllacuna.
3) Algunos yanacuna que se
haban acreditado de modo extraordinario por su inteligencia o
abnegacin en la administracin
central, podan obtener influencia poltica, pasando por alto todos los prejuicios de clase. Esto lo
comprueba el hecho de que no raras veces se les confiaba puestos
independientes en la administracin inferior, y hasta se les nombraba como Santilln (36 y 83)
y Toledo afirman expresamente
50

curacas de marcas y provincias,


en casos de vacancia.
4) Se entiende, que yanacuna
en semejante posiciones pertenecan
a la capa ms influyente. En este sentido se expresa tambin Santilln
(83): "Era de la gente ms principal y
ms poltica que haba y mejores trabajadores". Su energa para el trabajo, con frecuencia sobresaliente, que
la esperanza de un ascenso econmico y social poda llevar al ms alto
desplegamiento en oposicin al inters acaso a menudo laxo de la nobleza saciada les proporcion
aprecio social, influencia poltica y,
en relacin con cargos de elevada
categora a veces riqueza y bienestar; a este respecto relata Santilln
(cap. 97): "A stos le deban chcaras con que estaban ricos y sobrellavados". No nos extraa por consiguiente que Bastian les haga entrar
en competencia con los orejones
mismos!
C. La clase originariamente unitaria de los yanacuna estaba disuelta
de este modo, formando una escala
de grupos de diversas categoras,
que, desde luego, se estrechaba mucho hacia arriba. No se debe olvidar
naturalmente, que dichos privilegios
slo favorecan a pocos individuos, y
que el carcter permanente y hereditario de la degradacin de esta clase
se mantuvo en general, tanto como
la privacin de derechos, como consecuencia necesaria de la excepcin
de la organizacin de clan, significaba una dependencia indefinida del
favor personal de sus seores. Pero a
aquellos pocos que lograron aprovechar de la posibilidad del ascenso,
los tendremos que ubicar, de acuerdo con su posicin, es decir, sus condiciones econmicas y su consideracin personal, paralelamente a las
correspondientes capas sociales. Repito al fin un juicio que he expresado
ya anteriormente. (Colectivismo,
pg. 1001): "Con las clases constatadas no coincida de modo alguno
un contenido de vida correspondiente e igual para cada una de ellas. La
pertenencia a una clase determinada no fijaba ni el monto de los ingresos ni su naturaleza". Fue, que el Estado de los Incas, tan productivo en

diferenciaciones sociales, culmin


en una ruptura de los lmites establecidos por las distintas clases de carcter individualista cuyo desarrollo posterior se sustrajo a nuestra
observacin debido a la conquista
espaola.
BIBLIOGRAFIA
Jos de Acosta: Historia

moral y natural de las


Indias. Sevilla 1591, Hakluyt Society, London 1880.
Relacin annima de las costumbres, etc. aprox.
1600. Tres Relaciones. Madrid 1879.
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etc." 15g1. Biblioteca hispanoultramarina, Madrid
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hubiesen ingas y despus que los hubo hasta que los
cristianos entraron en esta tierra". Valle de Chincha
1588. Coleccin de documento inditos para la historia de Espaa, Madrid 1867.
Pedro de Cieza de Len: "Crnica del Per, que trata
del seoro de los Incas Yupanquis y de sus grandes
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Polo de Ondegardo: Reprot, 1560, Hakluyt Society, London 1873.
Polo de Ondegardo: Relacin de los fundamentos
acerca del notable dao que resulta de no guarder a
los indios sus fueros. 1571. Coleccin de documentos inditos relativos al descubrimiento, conquista y
organizacin de las antiguas posesiones espaolas
de Amrica y Oceana, Madrid 1872.
Pedro Pizarro: Relacin del descubrimiento y conquista de los reinos del Per, etc.. 1571. Coleccin
de documentos inditos para la historia de Espaa.
Madrid 1844.
Joan de Santacruz Pachacuti Yanqui Salcamaygue:
Relacin de antigedades de este reino del Per,
aprox. 1600. Tres Relaciones. Madrid 1879.
Fernando de Santilln: Relacin del origen, descendencia, poltica y gobierno de los Incas, 1615 a 21
(?) Tres Relaciones, Madrid 1879.
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de T. 1570 a 72. Coleccin de libros raros o curiosos, Madrid 1882.
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Cl. R. Markham : The Incas of Per, London 1912.
O. Martens: Eins sozlalistischer Grosstaat vor 400
Jahren, Berln 1895.
F. W. Middendorf: Einheimische Sprachen Perus,
Leipzig 1890.
W. Schmidt: "Kulturkreise und Kulturschichten in Sudamerika", Zeitschrift fuer Ethnologie 1913.
H. Trimborn: Der Kolektivismus der Inkas in Peru,
Anthropos 1925.
H. Trimborn: Straftat und Suehne in AltPeru, Z. f.
Ethnologa 1926.
H. Trimborn: Familien und Erbrecht im praekolumbischen Peru, Z. f. vergleichende Rechtswissenschaft,
Band 42.
H. trimborn: Kulturhistorische Analyse der altperuanischen Soziologie. Sitzungsberichte des 22. American. Kongreses, Roma 1926.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA


Mario R. Castillo Centeno, Roberto Samanez Argumedo, Julio Rojas Bravo, Vctor Carlotto Caillaux

OTA DEL EDITOR: En 1998


la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco en convenio
con CERVESUR, promovi un concurso para la investigacin en temas re la cio na dos con el
Desarrollo Urbano del Cusco. Uno
de los trabajos ganadores fue el desarrollado por distinguidos docentes de las Fa cul ta des de
Arquitectura y Artes Plsticas, Ingeniera Civil y el Departamento Acadmico de Geologa, titulado:
Cusco en el Umbral del Milenio:
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Riesgos y Planificacin Urbana.


Bajo los auspicios de la referida empresa los tres mejores trabajos fueron publicados en un libro que se
titul: Cusco: Medio Ambiente y
Desarrollo Urbano. Como parte
del trabajo de investigacin al que
nos referimos, sus autores con la
participacin del cineasta Marco
Lovatn Carbajal elaboraron un video sobre el mismo tema, que obtu vo el se gun do lu gar en un
certamen a nivel mundial, organizado por la empresa Sony Corpora-

tion, en Tokio, Japn. El trofeo de


plata al que se hicieron acreedores
fue entregado en abril de 1999 al
Rector de la casa antoniana en mrito al inters por promover la investigacin.Creemos que la reedicin
de ese importante trabajo de investigacin es imprescindible, porque
en los trece aos transcurridos sus
proyecciones y advertencias se vienen cumpliendo, sin que se tomen
las medidas que recomendaron sobre el tratamiento integral de las
cuencas hidrogrficas, la racionali53

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

zacin de la ocupacin del espacio


urbano y la descentralizacin del
sector monumental de la ciudad.
Los ltimos lustros del siglo XX
han sido testigos de las transformaciones que ha sufrido la ciudad del
Cusco, milenario asentamiento de
culturas pretritas que ha llegado
hasta nosotros como legado del pasado y mudo testigo de la capacidad
e ingenio de nuestros ancestros.
Ahora que el tercer milenio ya no
es una ficcin y lo tenemos apenas a
dos aos de distancia, se hace imperativo reflexionar sobre lo que puede
ocurrir con nuestra ciudad, vctima de
las contradicciones sociales de nuestro
subdesarrollo y por qu no decirlo, de
la desidia y la indiferencia de quienes
tuvieron en sus manos su gobierno y
la orientacin de su desarrollo.
No podemos decidir cmo ser
el transcurrir de Cusco en el siglo
XXI, pero anhelamos que su futuro
sea mejor que el presente que nos
ha tocado vivir. Es por ello que queremos aportar nuestras inquietudes y
reflexiones sobre los aspectos que sern sin duda condicionantes para el
desarrollo de la ciudad y la vida de
las prximas generaciones.
Dentro de ese orden de ideas uno
de los problemas que enfrentar la
ciudad en el futuro cercano es el relativo a su estructura funcional, a su
coherencia y equilibrio urbano. La
ciudad que imaginamos y queremos
debe ser reformulada en armona
con la naturaleza, de cara a los riesgos que por siempre han desafiado
a los hombres del ande.
El estudio de los procesos de crecimiento urbano requiere de nuevos
enfoques a la luz del conocimiento
de los riesgos que inciden en el soporte geogrfico de los asentamientos humanos. En la actualidad, se
concibe el riesgo y su mitigacin dentro de un en fo que dinmico,
integrado y multidisciplinario.
Hemos querido aplicar ese enfoque haciendo una evaluacin, conociendo el manejo y proyectando al
futuro ese riesgo que subyace en la
vida de la ciudad. El crecimiento de
la poblacin, la urbanizacin desmedida y el aumento de la complejidad
del tejido urbano incrementan la vul54

nerabilidad y hacen ms difcil lograr


respuestas ante el riesgo.
Compartimos la preocupacin
de muchos de nuestros conciudadanos que se preguntan si seremos capaces los cusqueos de salir airosos
frente a tan difcil desafo. La respuesta no se puede predecir, porque slo
con ideas y advertencias no se construye el futuro. Sern las acciones
que emprendan sus habitantes a travs de sus instituciones, las que determinarn los cambios de direccin
que esperamos. Es el hombre el que
decide su destino y es su habilidad
creadora la que puede permitir
superar sus propias limitaciones.
Convencidos de esas posibilidades y seguros de que a travs de la
Universidad podemos contribuir con
esos enfoques que permitan planificar inteligentemente nuestro desarrollo, hemos elaborado el presente trabajo de investigacin. En l se plasman nuestras experiencias de muchos aos de labor profesional y docente, conjugadas en un solo anhelo
de contribuir con el futuro del Cusco.

Cusco ocupa un lugar geogrfico predominante en la proximidad


a diversos pisos ecolgicos y es cruce de caminos, uno longitudinales
que se prolonga por el Sur a la
cuenca del lago Titicaca y por el
Norte a la costa y sierra Norte; el
otro camino cruza transversal al anterior uniendo los tres importantes
valles regionales de Paucartambo,
Vilcanota y Apurmac. Es una de
las pocas cuencas hidrogrficas
que rompen la muralla de los
Andes para discurrir en la selva tropical. Su ubicacin, que corresponde a una tpica encrucijada de contactos entre distintas regiones naturales, le permiti desde los albores
de su historia cumplir un rol hegemnico importante, que sus habitantes supieron aprovechar.
La poblacin del asentamiento urbano inicial fue variando a lo largo
de su historia. En tiempos del incanato, segn el relato de los cronistas hispanos, que tuvieron la oportunidad
de ver la capital imperial, la ciudad
alcanz los 200 mil habitantes, disminuyendo durante la colonia y la reEL ESCENARIO FSICO
pblica para incrementarse en la ltiLa ciudad del Cusco, capital del ma dcada del presente siglo.
distrito, provincia y departamento Actualmente ha superado largamendel mismo nombre se encuentra lo- te la cantidad de habitantes que tuvo
calizada al Sureste del Per, en los en los diversos perodos de su
Andes centrales. A una altitud de prolongada historia urbana.
3,399 m.s.n.m., en la zona Keswa, y
se ubica entre los 127148 de lati- GEOMORFOLOGA
tud Sur y 720049 de longitud
El Valle de Cusco se localiza en la
Oeste a partir del meridiano de unidad morfolgica regional denoGreenwich. La ciudad se levanta en minada Altiplanicie, cerca de la Corla parte ms elevada de un amplio dillera Oriental, en los Andes del Sur
valle rodeado de colinas y cerros, en- del Per. Localmente el valle o Detre los cuales discurren riachuelos co- presin de Cusco se halla limitado
mo el Wancaru, Qorimachaqway, por otras unidades locales. Al Sur esChunchulmayu, Saphi, Tullumayo, tn las serranas de Vilcaconga y al
Quencomayo y Cachimayo. La Norte la meseta de Saqsaywaman y
unin de todos esos afluentes forma las montaas de Cusco.
el ro Huatanay.
Las serranas de Vilcaconga son
La ciudad se encuentra en el eje una serie de cumbres alineadas que
que definen dos cumbres nevadas sobrepasan los 4000 m.s.n.m.,
importantes, el Salkantay y el Ausan- orientadas en direccin NOSE, que
gate. Los cerros que rodean la ciu- se ubican al sur de la Depresin de
dad se denomina Salkantay, Puca- Cusco. Estas serranas se han desamoqo, Socorro, Picol, Pachatusan, rrollado sobre las capas rojas del
Muyu Orqo, Condoroma, Choqo y Grupo San Jernimo. Las laderas baTachona; Puqun, Killke, Picchu, Sen- jas vienen siendo actualmente ocuqa, Mama Simona, Huanakauri y padas por los asentamientos humaMama Anahuarque.
nos denominados Viva el Per y GeEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

neral Ollanta, que integran la


periferia urbana de la ciudad.
La meseta de Saqsaywaman se
ha lla en tre los 3600 y 3800
m.s.n.m. y presenta afloramientos
del Grupo Yuncaypata y algunos
cuerpos intrusitos terciarios. Esta unidad limita al Norte con las montaas del Cusco mediante la falla de
Tambomachay y al Sur con la Depresin del Cusco, a travs de una ladera den sa men te ocupada por
asentamientos humanos.
Las montaas del Cusco forman
cumbres altas, como el Huaynapicol, el Sencca, etc. que sobrepasan
los 4300 m.s.n.m. y que estn constituidas por capas rojas del Grupo
San Jernimo.
La Depresin del Cusco es alargada, siguiendo la direccin NOSE,
tiene una longitud aproximada de
30 kilmetros, con un ancho que vara entre 1,5 y 3 kilmetros. Esta depresin se cierra en la localidad de
Angostura y se vuelve a ensanchar
entre Saylla y Oropesa. Su altura vara entre 3100 y 3400 m.s.n.m. El
material de relleno est conformado
por sedimentos fluviolacustres de
edad cuaternaria (PleistocenoHoloceno). Los lmites Norte, Oeste y Sur,
estn caracterizados por la presencia de laderas, las que actualmente
se hallan ocupadas por
asentamientos
humanos
marginales.
GEOMORFOLOGA LOCAL
Localmente la ciudad de Cusco
est dividida en tres unidades morfolgicas locales, las que tienen que
ver directa e indirectamente con los
fenmenos geodinmicos.
LADERAS
Se han reconocido 3 zonas de laderas:
La Ladera Norte, ubicada entre la
depresin del Cusco y la Meseta
de Saqsaywaman, presenta fuertes pendientes y est constituida
de materiales del grupo Yuncaypata y la formacin Pumamarca. En
la zona de Saqsaywaman y San
Blas aflora un cuerpo de microdioritas. En esta ladera, por las caractersticas litolgicas y la fuerte penEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

diente, se presentan una serie de


deslizamientos, como los que se
produjeron en las urbanizaciones
Ucchullo Chico y IncasPrimero
de Mayo, y el deslizamiento de
Mosocllacta producido por el sismo de 1986. Estas zonas han
sido objeto de trabajos de estabilizacin.
La Ladera Oeste, localizada en
esa misma orientacin con respecto a la Depresin de Cusco y al lmite con la prolongacin de las
Montaas de Vilcaconga. En esta
ladera se presentan unidades litolgicas del grupo Yuncaypata (Formacin Puqun), las Series Rojas
Superiores (Formaciones Killque y
Chilca) y del grupo San Jernimo.
Adems, esta ladera es cortada
por una serie de quebradas, lo
que ha permitido que se formen
taludes de altura considerable,
presentando algunas veces
paredes casi verticales.
En esta ladera, las caractersticas
morfolgicas y geolgicas determinan la evolucin geodinmica. As,
la Formacin Puqun y las Series Rojas no son buenas desde el punto de
vista del comportamiento del macizo
rocoso, ya que sobre estas unidades
se presentan deslizamientos, destacando los que se han producido en
las urbanizaciones El Bosque y Primero de Mayo, ambos en la quebrada
de Killquemayo; son notorios tambin los deslizamientos de la quebrada Sipasmayo y del sector Torrechayoc.
Ladera Sur, situada entre la Depresin del Cusco y las Serranas de Vilcaconga. En esta ladera se puede
observar afloramientos restringidos
de la Formacin San Sebastin, y
ampliamente de areniscas y lutitas
de las capas rojas del Grupo San Jernimo. Las pendientes de esta ladera son tambin pronunciadas, pero
el buen comportamiento mecnico
de las rocas del Grupo San Jernimo, las hace estables, no solamente
a los fenmenos de geodinmica externa, sino tambin ante la accin
de los sismos. En esta ladera no se
han registrado deslizamientos ni
daos importantes por efecto de los
movimientos ssmicos.
55

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

TERRAZAS
El fondo de la Depresin o Valle
del Cusco, se caracteriza por presentar una superficie relativamente plana y escalonada que corresponde a
cuatro terrazas de origen fluviolacustre (T4, T3, T2 y T1). Estas terrazas encajan sucesivamente en el valle del ro Huatanay. En general las terrazas estn compuestas de limos
arenososgravosos.
La Terraza T4 se sita entre los 30
a 45 metros encima del ro Huatanay. Est compuesta por secuencias
fluviolacustres que reposan encajadas y en discordancia sobre la Formacin San Sebastin. Las Terrazas
T1, T2 y T3 se sitan a 12 metros,
610 metros y 1520 metros, respectivamente encima del ro Huatanay. Estas se caracterizan por delgados depsitos fluviales que reposan
sobre los niveles finos lacustres de la
Formacin San Sebastin.
Estas terrazas encajadas, aparentemente tienen un comportamiento
diferente ante los movimientos ssmicos. En efecto, las edificaciones sobre la Terraza T3 y parte de la Terraza T4, han sido severamente afectadas por los sismos de 1950 y 1986.
Al norte de San Sebastin, la Terraza T4 se presenta deformada y se
ubica a mayor altitud, formando
prcticamente una pequea meseta.
QUEBRADAS
Una serie de quebradas y riachuelos confluyen en el valle del Cusco,
formando, el ro Huatanay. Estas
quebradas tienen mrgenes generalmente empinados, muchos de los
cuales muestran evidencias de deslizamientos antiguos y recientes. Destacan las quebradas de Sacramayo,
Killquemayo, Sipaspujio, Picchu, Saphi, Choquecha ca, Kenkoma yo,
Escollo,
IncasTambillo,
Huayracpunco y Huancaro.
HIDROGRAFA
La Depresin de Cusco, constituye una cuenca hidrogrfica mayor
surcada por el ro Huatanay, colector principal de las descargas de los
acuferos y escorrenta superficial. El
ro Huatanay tiene como tributarios
a los ros Huancaro, Saphi, Kenko56

mayo, Cachimayo, Sacramayo, Killquemayo, Sipaspujio, Picchu, Choquechaca, Escollo, IncasTambillo y


Huaracpunco. Estas cuencas tributarias son de menor jerarqua o microcuencas.
ESTRATIGRAFA
Las rocas aflorantes que constituyen el basamento de la cuenca lacustre del valle del Cusco son:
EL GRUPO YUNCAYPATA
Anteriormente definida como Formacin Yuncaypata (Kalafatovich
[1957]), esta unidad aflora al Norte
y al Oeste del Valle del Cusco, en la
denominada Meseta de Saqsaywaman y en la Quebrada de Sipasmayo. El nombre deriva de la localidad
de Yuncaypata que se ubica a 5 kilmetros al Norte de Cusco.
Este grupo ha sido dividido en
cuatro formaciones: Formacin Paucarbamba, Formacin Maras, Formacin Ayavacas y Formacin Puqun. Slo las tres ltimas se pueden
reconocer en la zona de estudio.
En Saqsaywaman aflora la Formacin Maras que est constituida por
una mezcla de yesos, lutitas y escasos lentes de calizas que se presentan de manera catica. Las calizas
pertenecen a la Formacin Ayavacas o Calizas Yuncaypata, que se hacen evidentes en afloramientos aislados dentro la masa de lutitas y yesos
de la Formacin Maras. En el Sector
Oeste y al fondo del ro Saphi aflora
la Formacin Puqun, compuesta
esencialmente de lutitas negras y rojas, intercaladas con capas de yesos
y localmente por capas de areniscas
de origen fluvial. Las lutitas y yesos
son de origen lacustre o marino
poco profundo y las calizas son de
origen marino.
El espesor total de esta unidad es
difcil de calcular, pero se puede estimar entre los 400 y 600 metros. La
antigedad del Grupo Yuncaypata
se re mon ta al Cre t ci co
mediosuperior.
La gran variedad litolgica de este grupo indica rocas que poseen diferente comportamiento geotcnico,
presentando desde buena hasta mala calidad. La cartografa en detalle

muestra que las lutitas intercaladas


de yesos de la Formacin Puqun
constituyen materiales malos, puesto
que sobre estas se han producido
deslizamientos, derrumbes y hundimientos que afectan a las viviendas
o a los ta lu des na tu ra les o
artificiales, como ha sucedido en las
quebradas de Sipasmayo y Saphi.
Desde el punto de vista geotcnico, las capas de arcilla, lutitas y lentes de yeso son rocas de poca resistencia a la erosin y vulnerables a
los deslizamientos. Las calizas, por el
contrario tienen caractersticas de rocas duras, pero el alto grado de fracturamiento y karstificacin las hace
vulnerables a los deslizamientos, tal
como el caso ocurrido en Mosocllacta el 05 de abril de 1986, que afect
la va de circunvalacin, oportunidad en que los bloques cados
destruyeron varias viviendas con
lamentables prdidas humanas.
Las Masas caticas de yesos y lutitas de la Formacin Maras son susceptibles de producir deslizamientos
lentos (reptaciones), como se puede
apreciar en la quebrada de Chacan,
afluente de ro Saphi.
LAS SERIES ROJAS
SUPERIORES
Las Series Rojas Superiores, definidas por Car lot to ([1992] p.p.
2428), son capas rojas que reposan en discordancia sobre la Formacin Puqun e infrayacen al Grupo
San Jernimo. Estas series han sido
divididas en dos formaciones Killque
y Chilca de edad Paleocena.
Las secuencias de estas formaciones afloran al Oeste del valle del
Cusco y estn constituidas por lutitas, limonitas, areniscas, micro conglomerados y yesos de origen
continental.
Su comportamiento geomecnico es variado, pero en general, se
puede considerar como mediocre,
lo que aunado a las pendientes
donde afloran y a que la estratificacin se incline en el mismo sentido
de la pendiente, lazase muy peligrosa. Basta recordar los deslizamientos producidos en los asentamientos humanos el Bosque y Torrechayoc.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

EL GRUPO SAN JERNIMO


Una potente serie roja de origen
continental de ms de 6000 metros
de espesor conocida como Grupo
San Jernimo (Crdova, [1986])
aflora ampliamente en la regin de
Cusco. El Grupo San Jernimo ha sido dividido en dos formaciones: Kayra (3000 m.), Soncco (1600 m.)
(Crdova, [1986]), Carlotto, [1992])
p.p. 2728). Sobreyace en discordancia erosional a las formaciones
Chilca y Killque.
Las formaciones Kayra y Soncco
forman un conjunto que est principalmente constituido, por areniscas
feldespticas intercaladas con limonitas y algunos bancos de conglomerados, todos de origen fluvial.
Esta unidad aflora en las Serranas de Vilcaconga (Sur del Cusco) y
en las Montaas del Cusco (Norte).
El comportamiento geotcnico de
las rocas de esta unidad es bastante
buena, lo que las hace muy estables,
no solamente ante los fenmenos de
geodinmica externa, sino tambin
a los sismos. En la Ladera Sur de
Cusco no se han registrado deslizamientos ni daos ssmicos importantes. Sin embargo, las lutitas, de fcil
erosin, que se alternan con las areniscas duras, dan lugar a la formacin de surcos de escorrenta de
aguas pluviales, que en temporada
de lluvias pueden inundar las
viviendas, como ha sucedido en el
asentamiento Barrio de Dios.
LA FORMACIN
PUMAMARCA
La Formacin Pumamarca (Cabrera [1988]) p. 146) aflora en la ladera norte de la ciudad de Cusco,
entre el Valle y la Meseta de Saqsaywaman. Esta unidad est constituida
por un conjunto sedimentario catico formado por bloques de calizas,
brechas y limonitas, que provienen
de la erosin del Grupo Yuncaypata.
El espesor estimado es de 200 metros. La edad asignada para este
conjunto se remonta al Plioceno
(Terciario Superior).
Las caractersticas geotcnicas de
los sedimentos que constituyen esta
formacin son deficientes debido a
la heterogeneidad de los materiales
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

y a los diferentes grados de compactacin. Esas caractersticas han sido


comprobadas durante el sismo del 5
de abril de 1986, oportunidad en la
que la ladera Norte del valle del
Cusco fue una de las ms daadas.

tos lacustres de la Formacin San Sebastin definen el antiguo Lago Morkill.


Las secuencias descritas anteriormente caracterizan depsitos de conos aluviales, con predominancia de
gravas y arenas gruesas en una maLA FORMACIN SAN
triz limosa. Estos depsitos se sitan
en los bordes de la cuenca y particuSEBASTIN
La Formacin San Sebastin larmente en las desembocaduras de
aflora en la Depresin del Cusco y las cuencas hidrogrficas (Saphi, Picen los bordes del valle. La mayora chu, Huancaro, IncasTambillo, Cade las edificaciones de la ciudad chimayo) que alimentan el ro Huatadel Cusco han sido construidas so- nay. Antiguamente estas constituan
bre los depsitos de esta forma- los afluentes del Lago Morkill. Igualmente, estas secuencias caracterizan
cin.
depsitos fluviales de canales entrelazados, llanuras de inundacin y depsitos lacustrespalustres, representados por capas de diatomita y turba. Desde el punto de vista geotcniEn los primeros
co, estos depsitos tienen un comaos del imperio
portamiento deficiente, tanto en las
Inca el
cimentaciones como en la estabilidad de las laderas. En efecto, en la
asentamiento
ladera Norte las capas de la Formaurbano del Cusco
cin San Sebastin se inclinan en el
fue muy modesto,
sentido de la pendiente. Las diatomitas, turbas e incluso arcillas contribuy recin en la
yen a producir deslizamientos trasnasegunda mitad del
cionales, tal como ocurri en el asensiglo XV, ese
tamiento Primero de Mayo y en el
sector Norte de San Sebastin. Sin
poblado se
embargo, el comportamiento
transform en una
mecnico de las gravas es
capital
relativamente bueno para la
cimentacin de edificaciones.
planificada.

Esta unidad est caracterizada


por formar dos secuencias (Cabrera,
[1988] p. 148): la primera est constituida por secuencias de areniscas
fluviales de canales entrelazados, y
lutitas lacustres o palustres. Niveles
diatomticos y calcreos caracterizan
la parte superior. La segunda est
compuesta por conglomerados y
areniscas de conosterrazas fluviotorrenciales, que indican el cierre de la cuenca. Los sedimentos
muestran estructuras comprensivas
sinsedimentarias (Cabrera [1988]
p.p. 148149), lo que demuestra
una actividad ssmica durante el depsito de las mismas. Los sedimen-

DEPSITOS DE TERRAZAS
Como se vio anteriormente, el
fondo del valle del Cusco, se caracteriza por presentar una superficie relativamente plana y escalonada que
corresponde a cuatro terrazas de origen fluviolacustre (T4, T3, T2 y T1).
Estas terrazas estn compuestas de limos arenosogravosos, cuyo comportamiento geomecnico es relativamente malo. Sin embargo, en algunos casos, las terrazas o partes de
la terraza son del tipo erosivo y all
solamente aparecen los materiales
de la Formacin San Sebastin.
La Terraza T3 y parte de la Terraza
T4 mostraron mayores daos ssmicos, tal como se muestra en el plano
sobre los efectos de los sismos de
1950 y de 1986.
57

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

ROCAS GNEAS
En la Ladera Norte, cerca al Centro Histrico (barrio de San Blas) y el
conjunto arqueolgico de Saqsaywaman, aflora un conjunto de rocas intrusitas. Se trata de microdioritas con
augitas. Estas rocas se hallan fuertemente fracturadas y alteradas, que
condicionan su comportamiento
geotcnico. As se tienen rocas con
resistencia buena y mediocre. Sin embargo, en la zona de estudio, el comportamiento general es regular, ya
que no se presentan problemas
importantes de geodinmica
externa.
TECTNICA Y
NEOTECTNICA
Las formaciones geolgicas que
conforman los alrededores de la
Cuenca Cusco (Grupos Yuncaypata, Series Rojas Superiores, Grupo
San Jernimo) se hallan plegadas y
falladas. Las fallas ms importantes, analizadas en el presente estudio, constituyen las fallas activas,
es decir aquellas que ocasionan sismos. Se localizan a lo largo del sistema de fallas que limita las Altiplanicies de la Cordillera Oriental. Es
producido por una extensin tectnica en sentido NorteSur y est caracterizado por escarpas pleistocenas (>400 metros de altura) y por
pequeas escarpas holocenas (de
2 a 20 metros de altura) (Cabrera
[1988] p.p. 3944). La regin de
Cusco, caracterizada por una importante actividad ssmica cortical,
presenta muchos sectores de fallas
normales activas. Se considera como activa, una falla que ha experimentado una o varias reactivaciones holocenas (es decir, en los ltimos 10,000 aos).
Las fallas activas de la regin han
sido divididas en dos sectores denominados Sistema Cusco y Sistema
(Cabrera, [1986] p.p. 73 y 105).
Dentro del Sistema de Fallas Cusco
se han reconocido las fallas de Tambomachay, Tamboray, Qoricocha,
Zurite, Pachatusan y Zurite. Dentro
del Sistema de Fallas Vilcanota se tienen las fallas de Pomacanchis, Pampamarca y Bangui. Tambin se tiene
un sistema de fallas activas en la
58

zona de Ausangate en la cuenca de


Ocongate.
Las caractersticas geomorfolgicas del escenario descrito, en el cual
se emplaza la ciudad de Cusco, confirman nuestra afirmacin inicial sobre su naturaleza cargada de riesgos
y potenciales.
EL ESCENARIO CULTURAL
LA CIUDAD EN SUS INICIOS
El lugar donde se ubica la actual
ciudad del Cusco, en la parte alta
del valle interandino del mismo nombre, es el que sirvi de asiento a los
primitivos pobladores de la zona en
poca preinca, alrededor de 1400
aos antes de Cristo. As lo atestiguan las ocupaciones ms antiguas
con cermica, pertenecientes al
HorizonteTemprano.
Los agricultores aparecieron alrededor del ao 2,500 a.C. formando
grupos organizados que ocuparon
sucesivamente el territorio de Cusco.
Estos fueron los Marcavalle y Chanapata. El lugar ms antiguo en el valle
del Huatanay, donde se asienta la
ciudad del Cusco, corresponde al sitio arqueolgico de Marcavalle, que
data de 1,000 aos a.C., ubicado
en las colinas de que median entre
los ros Cachimayo y Huatanay, al
Sur Oeste de la ciudad. Su aparicin
es paralela en el tiempo a la cultura
Chavn en la sierra central, y semejante culturalmente a Qaluyo, en
Pucara, en las inmediaciones del
lago Titicaca.
El asentamiento surge aparentemente a raz de las ventajas que ofrece el ro salado para los pastores de
camlidos en la produccin de charqui (carne deshidratada y secada al
sol).
No nos quedan muchas evidencias de su arquitectura y estructura del asentamiento, sin embargo, por los resultados de las excavaciones arqueolgicas se presume que sus edificaciones fueron
semejantes a los actuales Patuco
de la cuenca del Titicaca, es decir, refugios de planta circular,
construidos con bloques de tierra
y races (champas) que se apilaban en forma cnica.

Marcavalle, el primer antecedente de un centro redistribuidor local,


muestra varias etapas o fases, que
llegan hasta el siglo sptimo antes
de la era cristiana, cuando se producen cambios que origina la cultura
bautizada como Chanapata, que no
es sino la continuidad dinmica de
la tradicin aldeana anterior, en el sitio donde posteriormente se establecera el barrio incaico de Carmenca.
Los Marcavalle y Chanapata constituyeron sociedades sedentarias dedicadas a la explotacin de recursos naturales a partir de la tecnologa del
pastoreo de camlidos y de una
agricultura incipiente.
Chanapata corresponde al horizonte temprano (ca. 400 a.C. a 100
a.C.). Se ubica en el actual barrio de
Santa Ana, al Noroeste de la ciudad, sobre una ladera que domina
el valle. Sus restos se encuentran soterrados a partir de la parte posterior
de la iglesia de Santa Ana (Rowe
[1986] p.p. 1141).
Vienen despus de estas dos tradiciones culturales descritas otras con
claras influencias extralocales. Las
primeras provienen de la zona del altiplano, inicindose as una constante vinculacin. Se identifican ntidamente las de Pucara y Tiwanacu. El
manejo de las tcnicas hidrulicas,
de la construccin de caminos, as
como las habilidades polticas,
provendrn en un segundo
momento de los Nazca.
El primer florecimiento local que
manifiesta la influencia altiplnica,
as como la WariChanca, se evidencia en Qo ta ka lli (Lum bre ras,
[1969]), que transcurre entre los siglos sexto y octavo de nuestra era. El
sitio arqueolgico se encuentra ubicado en la margen derecha del ro
Huatanay, en las laderas del cerro
del mismo nombre.
Con Qotakalli, el desarrollo urbano del antiguo Cusco o Acamada
(Rostworowski, [1988]) se va consolidando, su conformacin urbana demuestra una mayor complejidad en
la organizacin social. La arquitectura es realizada con piedras de recoleccin, roca arenisca canteada y sin
pulir, mortero de barro y paja, techos
de paja.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

La tradicin cultural conocida como Killki [ca. 800 1200 d.C.], es


la inmediata anterior a los Incas, se
la conoce tambin como Inca Inicial.
Los restos del posible ncleo de este
asentamiento estn ubicados en la
parte Norte de la ciudad del Cusco,
en las laderas del cerro Picchu.
Existen restos Killki en el rea que
delimitan los ros Tullumayo y Saphi
(desde el Qoricancha hasta San Cristbal), en los sitios de Sacsayhuamn, Wimpillay, el Valle Sagrado y
Chinchero.
La arquitectura de los Killki es ms
elaborada que las anteriores, se caracteriza por sus recintos de planta
rectangular con esquinas ovaladas,
nichos cuadrangulares, muros dispuestos con hileras sucesivas y la carencia de trabas entre las piezas
lticas.
La ciudad en sus formas iniciales
concentra su mayor poblacin en las
partes altas, en las laderas de las colinas que la rodean. Esta preferencia
en parte, es porque la base del valle
era terreno inundable, como todava
pudieron apreciarlo los primeros
espaoles que llegaron al Cusco.
La tradicin Killki compromete a
diversos grupos tnicos, entre los
que destacan los Ayarmacas, Alcavizas, Sahuasiras, etc. (Rostworowski,
[1983]), algunos de estos son autctonos, otros de asentamiento reciente y otros en proceso de emigracin.
Segn lo atestigua Mura, los ayllus
regionales del Cusco fueron los Laris, Poques y Wallas, tribus beligerantes de la misma raza (Rostworowski,
[1988]).
Betanzos menciona en su obra
que el actual sitio del Cusco posea
antes de la llegada de los Incas una
treintena de casas que formaban un
pequeo pueblo, cuyo jefe se llamaba Alccahuisa, que deba ser el primer jefe o Sinchi o curaca de los cusqueos. Tambin refiere que los componentes del ayllu Walla vivan en
las faldas del cerro al oriente de la
ciudad.
Entre los dos ros del valle, Saphi y
Tullumayo, se establecieron 10
Ayllus: los Wallas en la cuesat de
San Blas, los Antisuyos en las colinas
septentrionales, los Sahuasiras al laEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

do del futuro Qoricancha (actual


convento de Santo Domingo), los
Alcavizas en el lugar que hoy ocupa
el monasterio de Santa Clara, quedan do con el pre do mi nio los
Tampus que eran quechuas. (Uhle,
[1969]).
Estas diversas denominaciones corresponden a grupos tnicos distintos asentados en el rea de Cusco,
cuyas particularidades culturales estn por estudiarse y que hoy las englobamos como Killki o Inca Inicial.
Producto de sus alianzas, confederaciones y expulsin de las etnias
Chanca y Wanca.
En los primeros aos del imperio
Inca el asentamiento urbano del Cusco fue muy modesto, y recin en la
segunda mitad del siglo XV, ese poblado se transform en una capital
planificada. Fue en ese perodo que
la larga tradicin arquitectnica y urbanstica de las culturas andinas precedentes fue adaptada al medio y
durante el mismo se implantaron los
patrones arquitectnicos que todava se aprecian en el extenso
territorio que ocup el Imperio.
Para entender el planeamiento
del Cusco incaico se debe tener en
cuenta la cosmovisin andina del
pensamiento Inca, que parte de una
concepcin sagrada, una jerarquizacin de los espacios y una planificacin de carcter agrcola para las
reas libres. Dentro de esa interpretacin mgicoreligiosa del mundo, el
rea central del Cusco se concibi
bajo la forma de un puma, o del
Coa el felino mtico. Ese ncleo estaba destinado a la dinasta real, al culto y a la administracin, delimitado
por el cauce de dos ros convergentes. En la parte media se ubic un
gran espacio abierto, desde donde
partan los caminos imperiales y en
torno a la cual se situaban las edificaciones y casas reales ms importantes. La ciudad se divida en una parte
alta y otra baja, en forma simblica
pero relacionada con la distribucin
social de los linajes de sus
habitantes.
Las viviendas se edificaron en
manzanas rectangulares denominadas canchas, separadas por calles
estrechas distribuidas en una trama
59

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

casi ortogonal, donde tambin se


ubicaban los adoratorios, siendo el
ms importante el llamado templo
del Sol o Qoricancha, de donde partan los ceques, caminos imaginarios
que enlazaban los adoratorios del
territorio circundante.
En torno a ese centro nobiliario
exista un espacio libre dedicado
a cultivos agrcolas, que serva de
cinturn de sacralidad y distanciamiento social, que lo separaba
del conjunto de barrios perifricos donde residan los caciques y
los funcionarios de rango intermedio. Se ubicaban ms lejos las villas o barrios suburbanos donde
vivan los pobladores dedicados
al trabajo manufacturero o agrcola. Estos tres componentes de
la estructura urbana del Cusco inca se articulaban mediante cuatro caminos troncales que partan
de su espacio central, el HaucaypataCusipata.
Ruiz de Arce [1993] estim en
4000 el nmero de construcciones
residenciales ubicadas en la ciudad
nobiliaria, que tena cerca de 48 hectreas de extensin, con una densidad que no sera inferior a los 420
hab./Ha. Pese a que el conjunto urbano albergaba una poblacin cercana a los setenta mil habitantes, el
sitio era ocupado sin alterar el
paisaje natural ni su equilibrio
ecolgico.
La ciudad descrita estaba situada a 3,399 metros sobre el nivel
del mar, rodeada de cerros que circundan el lugar, y por el valle discurren varios ros alimentados por un
gran nmero de arroyos que descienden por las quebradas aledaas. Un sistema de plataformas escalonadas estabilizaba las laderas
en torno a la ciudad y las vertientes
de los cauces para evitar deslizamientos. Los cursos de agua principales estaban canalizados para evitar desbordes.
Cusco fue la capital del imperio
de los Incas hasta el siglo XVI, cuando se produce la invasin espaola
que la destruye, pero que a su vez determina la edificacin de una ciudad
colonial sobre los muros ciclpeos
anteriores, que perduran hasta hoy.
60

CUADRO CRONOLGICO
Cronologa Relativa

Cultura

Cronologa Absoluta

Horizonte Tardo

Inca

1,400 d.C.

Rowe [1967]
Kendall [1973]

(Intermedio Tardo)

Lucre

1,300 d.C.

Kendall [1973]
Barreda [1990]

Perodo Intermedio Tardo

Killki

1,200 d.C.

Kendall [1976]

Qotacalli

1,100 d.C.

Barreda [1990]

Wari

800 d.C.

Barreda [1990]
Kendall [1973]

Intermedio Temprano

Horizonte Temprano

Chanapata

800 a.C.

Rowe [1944]

Marcavalle

1000 a.C.

Gibaja [1991]

Perodo Inicial

Pre Cermico

(Canchas, Yauri, ?)

Horizonte Medio

Barreda [1990]

Fuente: Barreda [1990].

CUSCO COLONIAL Y
REPUBLICANO
Al producirse la conquista espaola y a partir de la segunda fundacin
del Cusco en 1534, la antigua capital incaica perdi su preeminencia,
porque la sede principal del Virreinato se desplaz a Lima. Sin embargo,
la ciudad mantuvo su vigencia e importancia gracias a que se descubri
en Potos el yacimiento de plata ms
grande de la historia. Como ese metal se obtena por amalgama con el
mercurio o azogue, que se empez
a explotar en las minas de Huancavelica y el Cusco est ubicado geogrficamente entre esos dos asientos mineros, se benefici con el creciente
intercambio comercial entre ellos.
Sobre todo se convirti en un gran
centro de abastecimiento de diversos productos agrcolas y manufacturados, fomentando el crecimiento de
las haciendas y los obrajes agroindustriales donde se hacan tejidos. El
Cusco era tambin lugar obligado
de paso en la ruta de Lima al
virreinato del Ro de la Plata, por lo
que se foment an ms su carcter
de enclave comercial.
Fueron esas las razones que permitieron que el Cusco recuperara su
pasado esplendor, reflejado en la riqueza de sus edificios religiosos y civiles, ornamentados con profusin de
pinturas y de trabajos de platera,
ebanistera y textilera.
En el aspecto, urbano, el fenmeno ms importante que se produjo a

raz de la segunda fundacin del


Cusco, fue la superposicin de la arquitectura de raigambre espaola sobre las edificaciones incaicas, creando una expresin muy peculiar de
hondo sentido histrico. Al ocuparse
el antiguo asentamiento incaico se
unieron algunas canchas para formar manzanas urbanas de mayores
dimensiones, pero bsicamente se
respet la traza de la ciudad
prehispnica.
El gran espacio central de Haucaypata, centro ceremonial en poca de los incas, sobrepasaba en dimensiones a los espacios urbanos a
los que estaban habituados los europeos, y se opt por subdividirla para
crear la actual plaza de Armas y la
plaza del Cabildo.
Sin embargo, la opcin urbana
ms importante al reutilizar el centro
nobiliario inca, fue la de distribuir la
ocupacin del suelo en un eje transversal al que tena la ciudad prehispnica, que se desarrollaba en el
sentido del curso de los ros. Los espaoles prefirieron orientar la arteria
principal y los espacios pblicos articulados a ella, en la direccin de los
caminos que se desarrollaban del
noreste al sureste. Se cre, as, una
va importante sobre la que se edificaron iglesias, conventos, los establecimientos de comercio y las casas de
las familias destacadas. Un siglo despus se produjo un gran cambio urbano y arquitectnico que modific
la fisonoma del Cusco colonial, ocasionado por el sismo del 31 de marEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

zo de 1650. Gracias a su slida economa, en pocos aos la ciudad no


slo recuper su prestancia, sino
que se enriqueci con las grandes
edificaciones barrocas de cantera
de piedra que sustituyeron a las
iglesias y conventos de los siglos XVI
y XVII.
Del Cusco de la segunda mitad
del XVIII escribe el insigne mdico y
gegrafo doctor Cosme Bueno: Tiene cerca de 26,000 habitantes de todas castas, en que es duplicado el
nmero de indios al de espaoles
(Bueno [1951] p. 87). Ese perodo
marc para el Cusco el fin del auge
econmico, pero tambin el momento culminante de su importancia poltica. Por una parte, se hizo evidente
la crisis de la minera y la decadencia de la explotacin de la plata de
Potos, y en el mbito poltico, el Virreinato entero fue sacudido por la
magnitud de la rebelin de Tupac
Amaru en el ao 1780.
Las reformas y acciones de gobierno que fueron estimuladas por ese
movimiento revolucionario, determinaron que en 1788 se estableciera
en el Cusco la sede de una Real Audiencia, elevando a la ciudad a la
misma categora poltica y judicial
que las otras ciudades sedes de audiencias, como Quito, Santiago de
Chile, Chuquisaca y Caracas. Pero,
esa gloria postrera durara poco,
porque apenas tres dcadas despus el Per lograra su independencia de Espaa, luego de un cruento
perodo de guerras. En el ltimo perodo de gobierno espaol, el Virrey
se repleg con su ejrcito y se instal
en el Cusco en diciembre de 1821,
permaneciendo durante tres aos,
sin embargo, trasladada a la regin
el conflicto entre patriotas y realistas
le produjo graves daos
econmicos y agot sus riquezas.
Pero la crisis que sobrevino despus sera de mayor gravedad an,
causada por el libre comercio que
lleg con la emancipacin, permitiendo el ingreso de tejidos ingleses
que sustituyeron a las bayetas y paos que se fabricaban en los numerosos Obrajes y Chorrillos de la regin. La industria textil cusquea se
haba desarrollado intensamente enEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

tre los siglos XVII y XVIII, convirtindose en un importante rengln de ingresos gracias al comercio con el Alto
Per, hasta que se sintieron los efectos econmicos de la independencia
que cerr las fronteras de las nuevas
repblicas.
A mediados del siglo XIX, la ciudad entr en un perodo de estancamiento y decadencia, y su crecimiento fsico se detuvo, al punto de que algu nos
ba rrios
quedaron
despoblados.
En ese perodo de empobrecimiento, las familias que podan hacerlo emigraron a otros lugares y las
casas, iglesias y conventos estuvieron casi abandonados. Carente de
los servicios pblicos ms elementales, la ciudad se presentaba como
una aldea descuidada. La energa
elctrica recin se instal en 1914,
para fomentar la industria textil, cinco aos despus de la culminacin
de la lnea frrea que rompi la
incomunicacin y vincul la ciudad
con la costa.
Esa situacin se prolong hasta la
segunda dcada del presente siglo,
cuando la explotacin del caucho
en la regin oriental y el comercio de
la lana de alpaca, empezaron a activar su economa, y recin en ese perodo se hicieron obras de canalizacin de los ros de la ciudad que se
utilizaban como desages, y en
1927 se instal un servicio eficiente
de agua potable.
A raz de la celebracin del IV
Centenario de la fundacin espaola del Cusco, en 1934, se programaron obras como la construccin del
aeropuerto, y se efectuaron los primeros trabajos de limpieza y restauracin de los monumentos arqueolgicos, lo que permiti despus de siglos volver a apreciarlos en toda su
magnitud.
El 21 de mayo de 1950 se repite
la experiencia de 3 siglos atrs al producirse un nuevo terremoto de funestas consecuencias. A raz del sismo
un elevado nmero de edificios religiosos se ve afectado y el 70% de la
arquitectura civil tambin, debido al
precario mantenimiento de las antiguas construcciones de adobe. Sin
embargo los efectos ms graves pro-

ducidos como consecuencia del sismo en el conjunto urbano, se debieron a las demoliciones indiscriminadas que efectuaron las brigadas de
trabajo, atendiendo a las disposiciones emanadas de las autoridades
polticas
que
creyeron
equivocadamente que la ciudad
debera renovarse.
Efectos de la destruccin ocasionada en el Centro Histrico despus
del sismo de 1950 al pretender ensanchar y modernizar la ciudad (esquina de la Plaza de Armas y Santa
Catalina Angosta).
Para remediar el desastre el Gobierno dict medidas de emergencia, entre ellas un impuesto a nivel
nacional al tabaco, que produjo una
considerable suma destinada a la reconstruccin del Cusco, repartida de
la siguiente forma: 20% a la Corporacin Nacional de Vivienda para financiar la construccin de vivienda
econmica, 50% a travs del Banco
Central Hipotecario para financiar
prstamos a intereses mdicos
(3,5%) destinados a permitir a los habitantes del Cusco reconstruir sus
viviendas. Esa medida gener en los
aos siguientes un sin nmero de demoliciones de inmuebles de valor,
que fueron reemplazados por construcciones nuevas, satisfaciendo las
con di cio nes del prs ta mo. Se
dinamiz la economa y surgieron
urbanizaciones
nuevas,
producindose tambin los primeros
asentamientos marginales.
El Congreso de la Repblica autoriz que durante seis aos a partir de
1951 se destine un amplio crdito
para la restauracin de las iglesias y
monumentos histricos, para este
efecto se cre una oficina tcnica
permanente para la reconstruccin
del Cus co, de pen dien te del
Ministerio de Fomento y Obras
Pblicas.
Lamentablemente, los criterios urbansticos del Plan Piloto desarrollado al ao siguiente del sismo no fueron adecuados para el conjunto urbano monumental, porque se promovi el ensanche de las calles y la
destruccin de gran nmero de edificaciones tradicionales, en un afn
de modernizacin.
61

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

La parte antigua de la ciudad que


haba sido ocupada progresivamente por una poblacin creciente que
no se encontraba alternativas de vivir
en otros sectores, estaba sobre poblada y tugurizada en extremo, por
lo que la presin por expandirse a
otras reas fue muy grande. Diez
aos despus del terremoto, empezaron a surgir barriadas populares
que albergaron a gran cantidad de
personas provenientes del campo,
atradas por la demanda de mano
de obra para los trabajos de
reconstruccin.
Cuando se termin el nuevo aeropuerto en 1965, se captaron flujos
de turismo cada vez mayores, y la
ciudad se convirti en un gran centro
de atraccin que increment sus demandas de trabajo, alentando una
creciente inmigracin desde la regin circundante, acelerando el proceso de urbanizacin. Ese proceso
de crecimiento ha seguido un ritmo
cre cien te en los 33 aos
transcurridos hasta la actualidad.
A poco ms de un ao para finalizar el siglo, constatamos que existen centenares de asentamientos
humanos marginales, que han generado un notable crecimiento de
la poblacin urbana del Cusco.
Esos migrantes del campo estn en
su mayora desocupados, y difcilmente pueden satisfacer sus necesidades ms elementales, como
consecuencia de su poca
capacidad econmica.
Paralelamente, la ciudad enfrenta una grave crisis de vivienda por
las condiciones de deterioro en
que se encuentran la mayora de
ellas, en especial las situadas en el
sector central de la ciudad, afectadas por los movimientos ssmicos.
Las viviendas tugurizadas del centro histrico, convertidas en casas
de vecindad, estn subdivididas y
al qui la das a los sec to res de
menores recursos que viven en
condiciones muy deficientes.

riesgo y su mitigacin dentro de


una concepcin dinmica, integrada y multidisciplinaria, a diferencia
de otros enfoques que al aislar los
temas por especialidades, dan a este pro ble ma un tratamiento
superficial, alejado de la realidad.
La evaluacin, el manejo y la
proyeccin a futuro del riesgo, responde a tres etapas integradas, las
mismas que deben tener como corolario tanto la implementacin como la difusin. La misin se considerar incompleta hasta que ese
conocimiento no sea aplicado.
El incremento de la poblacin,
la urbanizacin acelerada y el incremento de la complejidad en la
trama urbana de las ciudades determinan que la vulnerabilidad y la
capacidad de respuesta ante el riesgo, cambien rpidamente. El riesgo global es un factor dinmico,
de constante cambio. Ello obliga a
una reevaluacin ms frecuente
del pro blema, as como a la
bsqueda
de
soluciones
potenciales y creativas.
La evaluacin y manejo integrados del riesgo suponen:
a) La evaluacin del riesgo y su
contexto.
b) La consideracin de variacin
del riesgo con el tiempo.
c) El manejo eficiente del riesgo.
Estos tres factores interactan dinmicamente y a su turno suponen:
La investigacin e identificacin
de las causas del riesgo de desastres ssmicos.
Un modelo de riesgo dependiente
del tiempo a travs de su integracin e interaccin.
La comparacin de la efectividad
de las diferentes estrategias de mitigacin.
Los factores mencionados suceden y se desarrollan en determinadas circunstancias sociales, econmicas y polticas de una regin o de un
pas, que constituyen el marco en el
cual se estudia el riesgo.
El riesgo ante los desastres depende
del peligro o azar, la exposicin,
LA CIUDAD Y SUS RIESGOS
la
ubi
cacin y la vulnerabilidad; a esLos estudios del desarrollo urbano y los riesgos deben ser encara- tos factores se agregan la capacidad
dos de manera diferente. En la pre- de respuesta ante el desastre y el consente investigacin se concibe el texto en el que este ocurre.
62

INDICADORES DEL RIESGO


SSMICO
Los indicadores preliminares que
generalmente se utilizan para evaluar cada uno de estos factores son:
PARA EL PELIGRO O AZAR:
Intensidad de los sismos en la escala de Mercalli Modificada dentro de los 50 aos y de los 500
aos de periodo de retorno.
Porcentaje del rea expuesta con
suelos blandos.
Porcentaje del rea expuesta con
alto potencial de licuefaccin de
suelos.
Porcentaje de las construcciones
hechas con adobe.
Posibilidad de deslizamientos, represamientos y avalanchas que
puedan ocurrir simultneamente
con los sismos.
PARA LA EXPOSICIN:
Poblacin.
Nmero de unidades de vivienda.
Longitud de vas principales de acceso.
Nmero de puentes.
PARA LA VULNERABILIDAD:
Antigedad del Cdigo ssmico y
tiempo de aplicacin.
Distribucin de la antigedad de
las construcciones.
Distribucin, antigedad y ubicacin de monumentos histricos.
PARA LA CAPACIDAD DE
RESPUESTA AL DESASTRE:
Antigedad del Cdigo ssmico.
Antigedad del plan de emergencia.
Porcentaje de reas techadas desocupadas y disponibles.
Nmero de camas de hospital
por habitante.
Densidad de la poblacin.
PARA EL CONTEXTO:
Nmero de pasajeros en terminales y aeropuertos.
Poblacin regional.
PARMETROS DEL RIESGO
Con el transcurso del tiempo, el
riesgo de una catstrofe se incrementa en todas las ciudades del mundo.
El vertiginoso crecimiento de la poblacin acompaado de los cambios econmicos, sociales y polticos, inducen en un significativo incremento de la ocupacin de zonas
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

urbanas, cada vez ms expuestas a


catstrofes.
De todas las catstrofes naturales
(terremotos, inundaciones, huracanes, aluviones, deslizamientos, etc.)
son los sismos los que poseen el ms
grande potencial de dao. La capacidad destructiva de los terremotos ha
quedado demostrada en sismos histricos y recientes, tanto por el inmenso dao que causan a la propiedad
y a toda la infraestructura de la sociedad, as como por el nmero de vctimas, que en algunos casos dramticos alcanza cifras espeluznantes de
cientos de miles. Fenmenos de esta
mag ni tud provocan inclusive,
rupturas en la economa global de
un pas o de toda una regin.
El Riesgo Ssmico y todo riesgo
de catstrofe natural en general, es
una funcin de cuatro parmetros
claves:
Peligro o azar.
Exposicin.
Ubicacin.
Vulnerabilidad.
Diferentes combinaciones entre
ellos, darn como resultado diferentes niveles de riesgo. Debido a
que el riesgo ssmico es una funcin de la interrelacin de los parmetros mencionados, convendr
hacer una descripcin detallada de
cada uno de ellos.
En relacin al PELIGRO o AZAR
podemos afirmar que este se mantiene sin mayores variaciones, es
decir no ha habido cambios significativos en el nivel de peligro ante
sismos (actividad ssmica) en el
transcurso de cientos de aos. Como resultado, el nivel de peligro ssmico ha permanecido relativamente constante de ao a ao, con la
distribucin aproximada que se
muestra a continuacin:
Eventos ssmicos en el mundo
Magnitud Richter

Frecuencia aproximada

8,0 8,9

1/ao

7,0 7,9

15/ao

6,0 6,9

150/ao

5,0 5,9

1,000/ao

4,0 4,9

10,000/ao

Fuente: Gere [1984]

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Dado el nivel constante de actividad ssmica, la sociedad no debera estar expuesta a incrementar los
niveles de riesgo ssmico, sin embargo, este riesgo aumenta constantemente, debido al considerable incremento de su exposicin a
los terremotos.
El termino EXPOSICION se refiere a todas las obras edificadas por
el hombre que podran estar sometidas al peligro potencial incluyendo las viviendas, edificios comerciales e industriales, carreteras, ferrocarriles, puentes, tuberas, centrales de energa, hospitales y sistemas de comunicacin a los cuales
en conjunto se les denomina la
infraestructura de la sociedad.
La exposicin est aumentando
en proporciones sin precedentes al
albergar el masivo incremento de
la poblacin y urbanizacin. En
1950, la poblacin mundial fue de
2.5 billones con aproximadamente
el 30% de esa cifra viviendo en
reas urbanas. Para el ao 2000,
la poblacin mundial que se proyecta variar entre el doble a 6.2 billones con el 50% de esa cifra viviendo en reas urbanas. Se proyecta un continuo y rpido crecimiento que alcanzar 11 billones
de personas en el ao 2050 con
alrededor del 80% viviendo en
reas urbanas.
No slo la poblacin mundial se
est incrementando rpidamente,
sino que la misma se est concentrando cada vez ms en las reas
ms expuestas a catstrofes.
La Ubicacin se define como las
condiciones especficas del sitio o
lugar donde la infraestructura hecha por el hombre ha sido construida. Por ejemplo, las condiciones
del suelo y topogrficas, determinan el nivel y tipo de vibracin durante el sismo, el potencial de deslizamientos, el potencial de licuefaccin y el potencial de hundimientos
en el lugar.
Desafortunadamente, al igual
que el aumento de exposicin ante
catstrofes, la expansin de las ciudades se desarrolla en emplazamientos inconvenientes. Por ejemplo, viviendas y edificios que se
63

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

construyen en terrenos de relleno o


de ladera, conllevan un riesgo significativo, a menos que se ejecuten
costosos trabajos de ingeniera
para estabilizar dichos suelos.
En una escala global, la ubicacin est jugando un rol cada vez
mayor en el incremento del riesgo
ssmico debido a que los urbanizadores aprovechan lugares que son
los ms expuestos a dao ssmico.
La Vulnerabilidad se refiere a cmo se comportar (bien o mal) una
construccin ante distintivos niveles
(intensidades) de peligro o azar.
Los importantes logros de la ciencia y la ingeniera ssmica producidos en los ltimos 15 a 20 aos (a
travs de diseos sismo resistentes,
tcnicas constructivas, etc.), hacen
posible construir estructuras resistentes a sismos, inclusive con aquellos materiales tradicionales como
el adobe. Sin embargo, la vulnerabilidad total de la mayora de la infraestructura, continua aumentando, debido principalmente a la poca atencin que se presta a la incorporacin de esos nuevos aportes y
al deterioro de las estructuras
antiguas, altamente vulnerables.
Durante los periodos de acelerado incremento de poblacin y crecimiento econmico, se desarrollan
tambin rpidamente reas de vivienda y comerciales con niveles
crecientes de vulnerabilidad. El crecimiento y la expansin urbana descontrolada hacen que la calidad
de los materiales y la calidad de las
construcciones disminuya. A ello se
suma el descontrol de parte de las
autoridades para el cumplimiento
de las normas y reglamentos, factores que incrementan la vulnerabilidad de toda la infraestructura instalada. Por otra parte y debido principalmente al incremento en los costos, las nuevas construcciones por
lo general no incorporan las nuevas tcnicas y recomendaciones
que va produciendo la ingeniera
ssmica. Se incrementa de esta manera el potencial de riesgo de tales
construcciones que se hacen
vulnerables y pueden sufrir grave
dao o colapsar en un evento
ssmico.
64

En resumen, mientras que el nivel de peligro ssmico se mantiene


constante, el riesgo ssmico aumenta debido al incremento de niveles
de exposicin, a la seleccin de lugares ssmicamente menos adecuados para la expansin urbana y el
incremento de la vulnerabilidad de
los sistemas de infraestructura. Este
riesgo no se limita al dao fsico de
la propiedad. En una compleja sociedad urbana, el efecto en cadena de un desastre mayor puede
igualar o exceder el costo econmico del dao fsico, debido a su
gran impacto en las actividades
sociales y econmicas de
importancia. Se puede citar como
ejemplo el caso del Turismo.
El impacto de un sismo intenso
se siente bastante ms all de la regin directamente afectada por el
evento.
GEODINMICA EXTERNA
Las laderas del valle de la ciudad del Cusco estn sometidas a
una serie de procesos de geodinmica externa, donde el agua juega
un papel preponderante. A ello se
suman otros factores como la existencia de laderas pronunciadas,
vertientes escarpadas y composicin litolgica variada. Estas condiciones aunadas a la explosin urbana, determinan una ciudad en
riesgo de geodinmica externa,
donde resaltan las inundaciones y
los deslizamientos.
INUNDACIONES
Uno de los principales riesgos
para la ciudad de Cusco son las
inundaciones causadas por las crecientes de los riachuelos en pocas
de lluvia. Estas afectan principalmente las edificaciones emplazadas sobre los cauces naturales o
cerca de ellos.
Por efecto de las crecientes, en
las laderas de las vertientes se reactivan deslizamientos o se crean nuevos, principalmente donde los terrenos son de mala calidad. Estos deslizamientos, a su vez, pueden
ocasionar represamientos.
Los factores naturales que van a
controlar las crecientes son la plu-

viosidad, el tamao de la cuenca,


la morfologa y la naturaleza de las
formaciones geolgicas.
Las crecientes aparecen en los
meses de octubre a marzo. Son a
menudo repentinas, provocadas
por lluvias torrenciales de duracin
variable (por ejemplo las ocurridas
el 14 de febrero de 1974, 29 de
octubre 1976, 16 de noviembre
79, entre otras). Estas crecidas generalmente se producen despus
de una pluviometra de 7 a 8 mm.
en el mismo da y algunas veces de
das anteriores. Tambin se sabe
que en algunas de las cuencas hidrogrficas se registran lluvias muy
fuertes, sin afectar las otras cuencas. Esto ilustra las diferencias pluviomtricas en la cuenca del Cusco. Por este motivo es importante
recomendar, la instalacin de varios pluvimetros de control, en las
diferentes cuencas, as como un
registro de aforos y de transporte
de slidos, que contribuyan a
mitigar esos desastres.
La cuenca del ro Saphi es una de
las de mayor riesgo, tanto por el
rea de la cuenca hidrogrfica, como por la naturaleza litolgica de
las rocas (lutitas y yesos del Grupo
Yuncaypata, fcilmente erosionables). Adems, en esta quebrada se
observa que las laderas estn afectadas por una serie de deslizamientos
y derrumbes antiguos, que estn en
va de reactivacin. Este hecho agrava la situacin de las construcciones
existentes dentro del mismo cauce,
como el Campamento Municipal,
que puede ser afectado por la reactivacin de deslizamientos que pueden represar las aguas y producir
embalses, poniendo en riesgo el
Centro Histrico.
Esta posibilidad ya ha sido demostrada, en efecto el sismo del 5
de abril de 1986 produjo un pequeo embalse, el cual fue rpidamente controlado, por la poca cantidad de agua represada.
Otra zona de riesgo est constituida por la quebrada de Killquemayo, debido a la fuerte pendiente, la naturaleza litolgica de las
formaciones Killque y Chilca y la alta pluviosidad local que puede
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

quea dimensin, desarrollados


transportar la cuenca. En esta queen las mrgenes de los ros. La
brada, se tiene una serie de deslizaerosin de los materiales deslizamientos antiguos y recientes, resaldos estimula nuevas cadas de matando los que se dieron en las proxiterial, el cual ser arrastrado en la
midades de los asentamientos hucreciente siguiente. Igualmente el
manos El Bosque y Primero de Mamaterial deslizado puede provoyo, donde afortunadamente las
car pequeos represamientos. Los
obras de estabilizacin promovideslizamientos de los taludes de
das por la Parroquia de la Sagrada
los ros Sap hi, Cachimayo,
Familia, han disminuido este riesSipasmayo, etc. son ejemplos de
go. Sin embargo, es importante un
este primer grupo.
monitoreo de los trabajos

En el segundo grupo se hallan los


realizados y de los deslizamientos
deslizamientos relativamente granantiguos de la parte alta.
des, con una capacidad de moviLa cuenca de Huancaro es relatimiento y de material deslizado muvamente estable, sin embargo, las
cho mayores, pudiendo crear reconstrucciones ejecutadas prxipresamientos temporales en los
mas al borde del ro, sobre la Terracauses de los ros. Tal es el caso
za T1 o sobre material de relleno,
del deslizamiento de Huamanla convierten en una zona de alto
riesgo. Como ejemplo se puede
men cio nar el sector de la
urbanizacin Huancaro.
El ro Huatanay constituye tamLa cuenca del ro
bin una zona de riesgo ante las
Saphi es una de las
inundaciones, ya que sobre la Terraza T1 se han asentado urbanizade mayor riesgo,
ciones y pueblos jvenes, que constanto por el rea
tantemente son afectados por las
de la cuenca
crecientes.
Las otras cuencas hidrogrficas,
hidrogrfica, como
son tambin zonas de riesgo, aunpor la naturaleza
que las diferentes obras realizadas,
litolgica de las
tanto de canalizacin y estabilizacin
determinan que las probabilidades
rocas.
de inundaciones sean menores.
DESLIZAMIENTOS
Los efectos erosivos en las quebradas y en las laderas, particularmente
en aquellas formaciones geolgicas
con comportamiento geotcnico mediocre, han desestabilizado las laderas produciendo deslizamientos y derrumbes. En las cuencas de los alrededores del Cusco, hay numerosos
tipos de las cuencas de los alrededores del Cusco, hay numerosos tipos
de deslizamientos (de formas, de antigedad, de origen, nivel de actividad, volmenes de rocas y suelos involucrados). Estos deslizamientos estn relacionados a la erosin y las
crecidas, y han sido clasificados en
dos grupos (Fleming y otros [1986]
p. 164):
Al primer grupo, pertenecen los
deslizamientos y derrumbes de peEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ciones y que puede ser observado a


kilmetros de distancia.
El ma pa de des li za mien tos,
muestra los lugares en donde se estn produciendo estos fenmenos
que comprometen directa o indirectamente la seguridad fsica de las
zonas ya urbanizadas de la ciudad.
Despus de haber realizado el
anlisis correspondiente de los deslizamientos, podemos identificar y
zonificar las reas de mayor riesgo,
siendo stas las laderas Norte y
Oeste. En estas laderas no solamente se presentan deslizamientos,
sino tambin existen cuencas hidrogrficas que presentan riesgo de
inundaciones. En la Ladera Norte
se tienen los deslizamientos de
Ucchullo Chico (con obras de estabilizacin) Los IncasPrimero de
Mayo (con obras de estabilizacin), Saphi, entre otras. En la Ladera Oeste los deslizamientos de las
quebradas de Sacramayo,
Killquemayo, Sipaspujio.
La Ladera Sur es bastante estable a los deslizamientos, sin embargo se tienen problemas de erosin
en los niveles lutticos que forman
surcos y producen inundaciones
locales.
GEODINMICA INTERNA

FALLAS ACTIVAS Y FUENTE


SISMOGNICA
Las fallas activas que inciden directamente en los problemas ssmicos
charpa, ocurrido el 22 de enero de la ciudad de Cusco y que adede 1982, que embals las aguas ms constituyen fuentes sismognidel ro Huancaro. Otros desliza- cas, estn bastante cercanas. Resalmientos de grandes dimensiones, ta el sistema de fallas activas de Cuslo constituyen los del Cerro Picol y co. Dentro de este sistema son imporlos deslizamientos del sector de tantes, las fallas activas de Tambomalos asentamientos humanos Los chay, Qoricocha, Tamboray y una faIncasPrimero de Mayo y el lla poco estudiada, que denominamos falla CuscoSan Sebastin y
Bosque.
El crecimiento urbano de la ciu- que probablemente origin el sismo
dad del Cusco se ha producido en de 1950.
forma explosiva y desordenada, ocupando zonas de laderas inestables o FALLA TAMBOMACHAY
Se ubica al norte de la ciudad
quebradas con riesgo de inundaciones. A ttulo de ejemplo basta men- del Cusco y separa la Meseta de
cionar que parte de las urbanizacio- Saqsaywaman de las Montaas
nes de Larapa y Santa Mara, se si- del Cusco, es decir que pone en
tan al pie del deslizamiento del ce- contacto las formaciones del Grurro Huaynapicol, de grandes propor- po Yuncaypata con las del Grupo
65

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

San Jernimo. Esta se comport anteriormente como falla inversa y actualmente tiene evidencias de un
juego cuaternario antiguo (400 metros) y reciente (2 metros) que
indican que se trata de una falla
activa normal.
FALLA TAMBORAY
Es una falla de direccin SS
que separa las altiplanicies de las
Montaas de Cusco. Se extiende
en una longitud activa de 3.5 km.
a una altitud promedio de 4000
metros. Esta falla est subrayada
por un escarpe de 2 a 4 metros,
que indica movimientos recientes.
Al igual que las anteriores, se trata
de fallas normales.
FALLA KORICOCHA
De orientacin EO; est situada
a 10 kilmetros al Norte de la falla
Tambomachay y tiene una longitud
activa de 3 kilmetros. Est caracterizada por pequeos escarpes de
orientacin similar y muestran un juego normal. Esta falla afecta los depsitos sedimentarios cuaternarios y los
volcnicos PlioCuaternarios andesticos. Las observaciones geotectnicas hechas por Cabrera [1988] p.
44), indican claramente que el sismo
del Cusco del 5 de abril de 1986,
obedece a la reactivacin de un segmento de falla Koricocha.
FALLA CUSCO SAN
SEBASTIN
La depresin de Cusco es atravesa da por un ali nea mien to
ONOESE y desde el punto de vista
geolgico se interpreta como una falla tectnica. Esta falla, actualmente
no muestra signos de reactivacin reciente. Sin embargo, durante el sismo del 21 de mayo de 1950, se observaron desplazamientos en terrenos recientes y de acuerdo a lo observado en la foto de Ericksen y
otros, ([1954] p. 108), constituye
una reactivacin de la falla CuscoSan Sebastin. Este hecho por
confirmar, demostrara la existencia
de una fuente sismognica dentro
del va lle de Cusco, lo cual
aumentara el peligro ssmico al cual
est sometida la ciudad.
66

PALEOSISMICIDAD
El anlisis de trincheras o calicatas realizadas por Cabrera ([1988]
p.p. 3944), permite determinar
las caractersticas paleossmicas de
las fallas activas. El nmero de
reactivaciones Holocenas est en
relacin con los diferentes paleosuelos afectados. Estas reactivaciones relacionadas con dataciones
de Carbono14, conducen a determinar el tiempo de retorno de sismos mayores, tomando en cuenta
como base los 10,000 aos del
periodo Holoceno.
En conclusin, el gran sistema de
fallas activas de la regin de Cusco,
define una zona estrecha de 10 kilmetros de ancho y ms de 200 kilmetros de largo, con direcciones
que varan entre NOSE y EO. Las
fallas estn sealadas en algunos lugares por la presencia de escarpas
que cortan el substratum e indican
multiplicidad de reactivaciones, tanto Pleistocenas como Holocenas. En
general, al mnimo, dos reactivaciones Holocenas mayores son observadas en el Sistema de Fallas Cusco,
estas indican un tiempo mximo de
recurrencia de alrededor de 5,000
aos. Sin embargo, en el sector de
la falla ChincheroKoricocha, al mnimo tres reactivaciones Holocenas
han sido observadas, lo que sugiere
un tiempo de recurrencia de
alrededor de 3,300 aos.
Cada reactivacin est asociada
a un fuerte paleosismo que est caracterizado por un desplazamiento
en superficie de 1 a 2 metros, que localmente puede alcanzar 5 metros.
La magnitud de cada paleosismo calculado a partir del mtodo de Momento Ssmico, ha sido evaluada entre 5.5 y 7.2 para profundidades de
fallas comprendidas entre 1 y 20 kilmetros (Cabrera [1988] p.p. 44). En
trminos de riesgo ssmico, la magnitud (Mw) para un sismo mayor, producto de la reactivacin de un sector
de fallas activas de la regin de
Cusco, puede ser evaluado
esencialmente entre 6 y 7.2
(Cabrera [1988] p.p. 44).
El anlisis tectnico de las principales fallas normales activas de la
regin de Cusco, muestra una ex-

tensin de direccin NS. El sistema de fallas activas parecen corresponder a un reajuste entre la Cordillera Occidental (Comprendiendo
las altiplanicies) que est compensada, y la Cordillera Oriental subcompensada. Esta ltima se eleva
ms que su equilibrio isosttico a
causa de la comprensin, que
acta en su borde oriental.
PELIGRO SSMICO
La compleja geodinmica externa e interna descrita en los acpites anteriores configuran para la
ciudad del Cusco un escenario de
alto riesgo. Las caractersticas y ubicacin de las fallas activas por su
cercana al centro urbano, hacen
aun ms latente este riesgo.
La historia ssmica de la ciudad
del Cusco y provincias cercanas es
an incompleta. Sin embargo se
ha logrado recoger alguna informacin (Silgado [1978]) que se
presenta en el siguiente cuadro:
Un estudio ms detallado sobre
el sismo de 1650 (Rojas [1996]
p.p. 6772) seala a este terremoto como el ms destructor de los
ocurridos desde la ocupacin espaola de la antigua capital del Tawantinsuyo. Alcanz segn el estudio mencionado, una Magnitud de
7.2 y una Intensidad MM entre VIII
a IX grados.
La sismicidad a travs de la historia proporciona invalorable informacin sobre la ocurrencias de terremotos en el pasado, que cubren
espacios de tiempo mucho ms largos. A este respecto se recomienda
que todos los datos histricos sean
revisados directamente a partir de
sus fuentes originales (Julin
[1995] p. 293 y ss).
Tres siglos despus, el 21 de mayo de 1950 un terremoto de magnitud 6 e intensidad VII, sacudi nuevamente la ciudad del Cusco. Casi
la totalidad de las iglesias coloniales, reedificadas por los espaoles
despus del devastador sismo de
1650, fueron nuevamente deterioradas. Muchos de los edificios eclesisticos que originalmente fueron
construidos en adobe, haban sido
reemplazados por macizas y pesaEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

das albaileras de piedra unidas


con morteros de cal, que tambin
sucumbieron ante este nuevo sismo, dejando una nueva leccin
que an no termina de ser
asimilada por la ingeniera ssmica
moderna.
El sismo de 1950 tambin afect seriamente a las edificaciones
de adobe que nuevamente se mostraron como las ms dbiles y vulnerables ante los terremotos, hecho que fue agravado por el casi
nulo mantenimiento y conservacin de las envejecidas casas de la
ciudad.
Transcurridas tres dcadas y media, el 5 de abril de 1986, un fuerte sismo de magnitud 5,3 e intensidad VI, aunque mucho menos catastrfico que los anteriores, volvi
a causar importante dao en las
edificaciones sacando a luz las deficiencias en los procesos constructivos y de reparacin llevados a
cabo luego del sismo del
cincuenta.
Los estudios sobre distribucin
de intensidades del sismo de 1986
confirmaron el mayor riesgo ssmico al que est sometido el rea monumental y revelaron zonas de nuevo riesgo en las reas de expansin, ubicadas tanto en las terrazas
de la parte plana del valle como en
zonas de ladera.

Junto con estas evidencias acerca del peligro ssmico latente que
se cierne sobre la ciudad, se encuentra el elevado porcentaje de
superficies de suelo blando sobre
los que se asientan las edificaciones, as como el potencial de licuefaccin de los suelos arenosos e incluso gravosos. Como ha sido evidente en sismos pasados, incluso
aquellos de magnitud media (5.0 a
5.5), la posibilidad de deslizamientos, represamientos y aluviones,
incrementan aun ms el peligro.
EXPOSICIN Y UBICACIN
El rpido crecimiento de la poblacin y la consiguiente expansin urbana ha provocado que la
infraestructura de la ciudad del
Cusco, que incluye viviendas, edificios pblicos, comerciales e industriales, sistema vial, ferrocarriles,
puentes, redes de agua y alcantarillado, centrales de energa, hospitales, centros educativos, y sistemas
de comunicacin; hayan incrementa do la exposicin al peligro
ssmico en proporciones sin
precedentes.
Podemos afirmar que dadas las
caractersticas de ubicacin de la mayora de asentamientos humanos en
la ciudad del Cusco, este factor de
riesgo tambin se viene incrementando con el paso del tiempo.

HISTORIA Y PROYECCIN SSMICA DEL CUSCO Y SUS PROVINCIAS


Lugar

Magnitud

Intensidad

1650 Mar. 31

Cusco

7,2

VIII a IX MM

1717

Quiquijana

Moderado

1746

Paruro

Moderado

1823 Set. 07

Cusco

1832 Jul. 18

Cusco

Fecha

1870 Mar. 27

Cusco

1870 Jul. 10

Chumbivilcas

1875 Dic. 05

Abancay

Fuerte
Fuerte

1938 Mar. 05

Acopa

Fuerte

1939 Jun. 23

Pomacanchi

Muy Fuerte

1941 Set. 18

Cusco

Fuerte

1943 Ene. 30

Yanaoca

Muy Fuerte

1944 Feb. 01

Cusco

III a IV MM
III a IV MM

1946 Abr. 17

Marcahuasi

1947 Oct. 31

Quillabamba

1950 May. 21

Cusco

6,0

VII MM

1986 Abr. 05

Cusco

5,3

VI MM

???? - ?????

Cusco

Sismo?

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

IV MM

VULNERABILIDAD
Por lo menos el ochenta por
ciento de las edificaciones destinadas a vivienda estn construidas
con adobes, este hecho de por s
nos habla de su gran vulnerabilidad ante los sismos. La mayora se
construye sin criterio tcnico, sin
embargo el problema de vulnerabilidad tambin abarca a las construcciones de ladrillo y concreto de
dos o ms niveles, debido a deficiencias constructivas agravadas
por la mala calidad de los materiales y el escaso o nulo control de calidad en los procesos. A ello se suma la poca atencin que se presta
a los cdigos de diseo sismorresistente, que en el caso del Per se
encuentran a la vanguardia en
Latinoamrica (Rojas [1997] p.p.
161176).
En el Cusco se han realizado numerosos estudios de sismo resistencia para construcciones de adobe,
conducidos por la Universidad (Rojas [1990]) en los que se verific
mediante ensayos de modelos en
laboratorio, que stas construcciones slo sern capaces de soportar
sismos de intensidad no mayores al
grado VI en la escala MM.
Las propuestas tcnicas para la
construccin de viviendas reforzadas y sismo resistentes de adobe,
no han sido difundidas a nivel de
los usuarios, quedando latente el
peligro de colapso inminente ante
sismos futuros que superen intensidades de grado VI en la referida escala. Esta grave problemtica es a
la vez un desafo para poner en
accin planes de mitigacin
efectivos y urgentes.
RIESGO SSMICO
Como corolario de lo expuesto
podemos sealar estratgicamente
que si bien el peligro ssmico (actividad ssmica) se mantiene constante, el riesgo ssmico est aumentando debido al incremento en los niveles de exposicin, la ocupacin
de lugares ssmicamente ms peligrosos en las reas de nueva expansin urbana y el incremento de
la vulnerabilidad del conjunto
edificado.
67

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

LOS PROBLEMAS DE LA
CIUDAD
En la actualidad el Cusco metropolitano est constituido por el
rea central antigua, los distritos
de Wanchaq y Santiago que fueron
las primeras zonas de expansin urbana y los distritos de San Sebastin y San Jernimo que siendo originalmente poblaciones apartadas, han sido unidas por efecto de
la expansin urbana. Se ha sealado en diversas partes de este trabajo que existe desorden urbano, deterioro acelerado de la calidad de
vida y falta de infraestructura de servicios bsicos en una buena parte
de las zonas de expansin urbana,
debido al crecimiento sin control
que caracteriza a la ciudad.
Paralelamente a esa constatacin evidente, se verifica que la poblacin de la ciudad sigue creciendo con lo cual se agudizarn los
problemas. El Plan de Desarrollo
Urbano elaborado en 1993 prev
que para el ao 2001 la ciudad
contar con 534,582 habitantes y
se tendr para esa misma fecha un
dficit hipottico de viviendas que
alcanzar a 41,905 unidades de vivienda. Aunque esas cifras resulten
sobre dimensionadas y no se cumplan del todo, estamos ante un problema muy grande porque en la actualidad el 80% de las viviendas
son de adobe y un porcentaje mayoritario corresponde a edificaciones de dos niveles, ubicadas y construidas sin las caractersticas de seguridad necesaria. Podemos imaginar la magnitud que adquirir no
solamente el problema social por
falta de viviendas al inicio del
prximo siglo, sino el incremento
del riesgo para los habitantes ante
el aumento de edificaciones
inadecuadas.
En un esfuerzo de sntesis se puede enumerar los siguientes problemas generales de la ciudad:
La vivienda predominante tiene carcter horizontal, unifamiliar, ocasionando una excesiva extensin y
una mayor ocupacin del territorio, dificultando la instalacin de
servicios bsicos, porque los costos se incrementan.
68

Un tercio de la poblacin habita


en casas de vecindad sin adecuadas condiciones confort ni
salubridad.
Siguiendo la conformacin morfolgica del valle, la ciudad ha
crecido longitudinalmente hacia
el SurEste, a los lados de la nica va que discurre por ese eje.
La mayor parte de las vas principales estn trazadas en sentido
paralelo a ese crecimiento y no
tienen interconexin transversal,
ge ne ran do aislamiento de
sectores y congestin vial.
La inexistencia de una va de evitamiento en torno al centro de la
ciudad ocasiona convergencia
del trnsito de servicio urbano.
Contribuye a ese desequilibrio el
bloqueo de la Avenida del Ejrcito, ocupada por el comercio infor mal e in con clu so en su
conexin con el lado Norte.
El transporte urbano es complejo y desordenado. Est sobre saturado y existe superposicin de
lneas y rutas de servicio que
compiten para llegar al Centro
Monumental.
Se ha producido un crecimiento
explosivo del parque automotor,
debido a la libre importacin de
vehculos usados. Estos congestionan la ciudad que carece de
capacidad para que transiten en
forma fluida.
La infraestructura destinada a la
educacin en sus niveles bsico
y superior se halla concentrada
en el distrito de Cusco y en particular en el Centro Histrico, ocasionando una fuerte afluencia
desde otros puntos de la ciudad.
La inexistencia de una zona adecuada para relleno sanitario y
tratamiento de los desechos slidos ocasiona la descarga de basura en las cuencas hidrogrficas
pro du cien do
una
contaminacin cada vez mayor.
La ineficiencia de los servicios
de recoleccin de basura y distribucin de contenedores aliada a la falta de educacin de
los pobladores, determina que
existan innumerables focos de
con ta mi na cin, acu mu la dos
durante aos.

La presencia de fbricas artesanales de tejas de cermica, ladrillos y yeso, emplazadas al Sur


Este de la ciudad, produce una
gran cantidad de humo que contamina el rea urbana y el valle,
llegando a dificultar el trfico areo en las pocas de esto. Esa
contaminacin produce males
respiratorios en la poblacin y
durante la poca de lluvia, el cido carbnico que se desprende
deteriora los edificios antiguos
construidos con piedras.
No se realiza el reciclaje de
aguas servidas que se vierten a
los riachuelos que discurren canalizador y a tajo abierto por la
ciudad. La planta de tratamiento
existente es inoperante y las
aguas contaminan las reas agrcolas y el ro Vilcanota.
El abastecimiento de agua potable que se suministra a la ciudad
proviene de la misma fuente de
captacin que se usaba en poca colonial y slo cubre las necesidades del 67% de la poblacin, el servicio es deficiente y
restringido en cortos horarios.

LOS PROBLEMAS EN EL
CENTRO HISTRICO DE LA
CIUDAD
A medida que la inmigracin del
campo a la ciudad se incrementaba
por la llegada de contingentes de poblacin en busca de trabajo y de mejores oportunidades, el Cusco se rodeaba de un cinturn de urbanizacin marginal, pero tambin el centro antiguo de la ciudad se saturaba
por la ocupacin indiscriminada de
las antiguas casas solariegas, que se
empezaron a tugurizar y alterar de
manera irremediable.
Ese proceso que se inici en la dcada de los aos cincuenta, se increment por el abandono de las casas
de vivienda unifamiliar que existan
en el centro, debido a que sus propietarios prefirieron mudarse a las zonas de expansin, debido a que sus
propietarios prefirieron mudarse a
las zonas de expansin. Otro factor
que incide sobre la estructura urbana del Centro Histrico es el cambio
de uso del suelo, es decir la alteraEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

cin del destino que tenan inicialmente las edificaciones, disminuyendo el uso residencial al ser
desplazado por las actividades
vinculadas al turismo.
En los inmuebles situados en las
calles ms cercanas a los atractivos
tursticos se han acondicionado restaurantes, agencias de viaje y negocios de venta de artesana. Ya no se
observan actividades que eran propias de la ciudad y cada vez hay
menos viviendas.
La calidad de vida en el centro de
la ciudad y la zona de transicin que
la rodea, est deteriorada por la concentracin y centralizacin del equipamiento y los servicios urbanos. Se
observa una sobreutilizacin del
rea central de la ciudad, que contina recibiendo cotidianamente a
personas que concurren a las instancias edu ca ti vas, judiciales,
bancarias,
comerciales
y
municipales.
EL CUSCO DE FINES DEL
SIGLO XX
Los acontecimientos suscitados
en el Per en las ltimas dcadas del
siglo que termina han definido cambios sustanciales, posibilitando la
ruptura de las estructuras tradicionales para dar lugar a nuevas alternativas sociales y econmicas, generando a su vez incertidumbre en el devenir de nuestra sociedad. El problema
de la insercin todava no ha sido
resuelto.
Nuestra regin an no est debidamente estructurada, como tampoco lo est el resto del pas. La ciudad
de Cusco, a pesar de mantener un
papel preponderante dentro de la regin, posee un rol todava indefinido, no ha sido capaz de enlazar vinculaciones con las dems ciudades
de su entorno, la crisis del agro la
agobia, se encuentra en incapacidad de establecer y mantener relaciones econmicas internas y externas,
sus actividades productivas son de
tercer orden, el tamao de su industria es incipiente y sus esperanzas en
el desarrollo a partir del turismo todava estn mal conducidas (Cusco no
se ha definido como destino turstico). El Cusco contemporneo, se caEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

rac te ri za por contar con una


estructura econmica desigual, que
afirma el deterioro constante de su
calidad de vida.
Como centro de gravitacin de la
regin, la ciudad del Cusco conserva el recuerdo de sus crisis del pasado y se vive en ella la amenaza de
una nueva, al encontrarse impotente
para resolver sus problemas. La continua inmigracin y en consecuencia
la sobrepoblacin, el desempleo y
subempleo, son problemas que no

Como centro de
gravitacin de la
regin, la ciudad
del Cusco
conserva el
recuerdo de sus
crisis del pasado y
se vive en ella la
amenaza de una
nueva, al
encontrarse
impotente para
resolver sus
problemas.

han sido resueltos y slo han tenido


el paliativo de la informalidad
permitida y tolerada en todos sus
matices.
Ante estas presiones y problemas
se tiene una ciudad desestructurada,
desarticulada e informal.
EL CRECIMIENTO DE LA
CIUDAD
La dinmica urbana del Cusco
en los ltimos aos, se caracteriza
por el crecimiento desmesurado y
carente de control. La ciudad se halla afectada en nuestros das por el
impulso de la dinmica de los cambios de uso, la explosin demogrfica, los cambios en el rgimen de
propiedad y la subdivisin incontro-

lada, el deterioro del medio ambiente, la ocupacin irracional, la


falta de adecuado control desde
las instancias responsables, la irresponsabilidad de sus habitantes, y
la falta de recursos y medios. Son
innumerables los factores que afectan la estructura y el mantenimiento de la ciudad.
Los antecedentes de este proceso de deterioro se remontan a las
postrimeras del siglo XVIII y perduran hasta el advenimiento del siglo
XX, donde al parecer se originan
las primeras preocupaciones por la
salvaguarda del patrimonio de la
ciudad, as como las diversas acciones contradictorias. Sumergida en
el pasado, el tiempo se encarg de
afectar sus edificaciones significativas, carentes de mantenimiento. El
olvido de las medidas que tradicionalmente deban adoptar sus habitantes condicion el estado en el
que la ciudad lleg al nuevo siglo.
Fueron factores como el estado de
abandono de la ciudad, la escasa
relacin que se tena con la capital
y con otras ciudades, la falta de
vas de comunicacin, la cada de
su economa y la desactivacin del
rol que antao cumpla, los que generaron su despoblamiento.
En trminos de poblacin definimos tres perodos por los que atraves la ciudad del Cusco, el primero,
que denominamos de doblamiento ocurre a partir de 1689/90,
cuando se da inicio a los intercambios comerciales con el Alto Per y el
consiguiente desarrollo en base a la
actividad comercial y la produccin
de las industrias textiles, funcin que
continu hasta pasado el siglo XVIII,
gracias a que en 1776 se desarroll
la integracin del Alto Per al virreinato de Buenos Aires, superando en
parte los efectos de la rebelin de Tupac Amaru. A ello debemos agregar
que entre diciembre de 1821 a octubre de 1824, Cusco se convierte en
capital del virreinato, oportunidad
que permite la ejecucin de diversas
obras de saneamiento como la recuperacin de los manantiales abandonados de Wayna Ccorco y Machu
Ccorco, la instalacin de la Casa de
Moneda y otras medidas.
69

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

La consolidacin de la indepen- del Per. Un moderno ingls anniEn el siglo XX se da inicio a un prodencia en 1824 y la creacin de la mo dice que el Cuzco tiene cuarenta ceso de continua aceleracin en el
Confederacin Peruano Boliviana mil habitantes [] (Castro [1795] crecimiento poblacional, lo que perayudaron a extender por un tiempo p. 44).
mite que recin hacia 1940 la ciums este perodo de desarrollo y
El despoblamiento de la ciudad dad vuelva a tener la poblacin que
hegemona de la ciudad.
se da porque las familias de las cla- tena haca 100 aos antes. El terreSucede a ese ciclo un perodo de ses sociales acomodadas migran ha- moto de 1950 no afecta este procedepresin que se inicia hacia 1840 cia la costa por el fenmeno del sali- so de crecimiento poblacional y por
y se prolonga hasta 1910, cuyos or- tre y el gano, o hacia el campo, ya el contrario, contribuye en forma
genes se encuentran en la prdida que la ciudad no ofrece ventajas. A marcada a su desarrollo urbano.
del mercado alto peruano y la aven- este fenmeno se ha denominado el
El inicio de este crecimiento se
tura econmica del gano y el sali- retorno a las haciendas. El efecto produce por el repentino auge del
tre. La ciudad entra en una econo- de esta emigracin signific la fuga comercio de la lana de alpaca en
ma de subsistencia que durar has- de capitales del ambiente urbano y los primeros aos del siglo XX y la
ta encontrar una nueva funcin el consiguiente abandono de la ciu- construccin del ferrocarril, que vuelsocioeconmica.
dad, dejando a Cusco como ven a colocar a la ciudad en una poEn la ciudad se produjeron epide- ciudad de indios y pocos mestizos. sicin expectante con respecto de su
mias peridicas que asolaron a la
Comparando los mapas de regin.
poblacin, producidas por las condi- Hohagen [1861], hasta el de Zrate
Mientras tanto, la poblacin conticiones de salubridad de la ciudad, [1920] constatamos que no hubo nuaba creciendo en los viejos bacon focos permanentes de contami- prcticamente ninguna modificacin rrios del centro de la ciudad, Nueva
nacin, dando lugar a una etapa de en la forma urbana, sino clausura y Baja, Santa Ana, San Cristbal, San
estancamiento y decadencia que du- apropiacin de algunas calles. El si- Blas. El hacinamiento y el acondiciorara 70 aos (18401910). Al res- glo de la crisis haba generado una namiento de habitaciones precarias
pecto Jos de la Riva Agero (1912) involucin demogrfica en la en los patios secundarios y an en
seala:
ciudad.
los jardines contribuyeron a acelerar
la devastacin muda de los
Si bien las estructuras fsicas no se la degradacin de los inmuebles.
barrios que se extienden ms all del eliminaron, estas quedaron con pohospital de San Pedro, las casas cos ocupantes y en estado de aban- CARACTERIZACIN DE LA
arruinadas que en Beln y Santiago dono, permitiendo que la ciudad ESTRUCTURA URBANA:
desaparecen poco a poco sumer- mantuviera una imagen ruinosa y de- POBLACIN Y REAS
gindose entre los montes como un teriorada. Los siguientes datos sobre OCUPADAS
cadver cuyas extremidades comen- densidad en el perodo aludido nos
Para tener una visin ms clara
zarn a hundirse en el polvo; todo su- dan referencias del proceso de del contexto de la ciudad a travs
gie re ideas de de ca den cia y despoblamiento de la ciudad:
de los diversos perodos de su histomuerte (Porras Barrenechea: DENSIDAD URBANA
ria, vese la Tabla 1. (Samanez
1992)
[1992]):
Hab./h.
Ao
En 1855 se produce una gran
En el marco descrito, el rea cen158.4
1834
peste que asola a la ciudad del Custral que constituy en pocas sucesi90.4
1876
co (Cosio: 1918; Aguilar: 1965), en
vas la ciudad prehispnica, la colo
Fuente: Azevedo, [1982]
1921 una epidemia de gripe genera
nial y la republicana, ocupa actualveinte muertos por da y obliga a la
clausura de colegios y escuelas TABLA 1. CARACTERIZACIN DE LA ESTRUCTURA URBANA: POBLACIN Y REAS OCUPADAS
(Aguilar: 1965, T. II: p. 117).
Constituida por una zona urbana central y el rea verde de aislamiento en torno
Del Cusco de 1788, ao en el La ciudad en de ella. Se calcula que el rea ocupada por la ciudad en el sector central abarcaba 40 hectreas, y el cinturn de aislamiento 105 hectreas, cubriendo los barrios
que se establece la Real Audiencia, poca Inca:
perifricos 283 hectreas. La poblacin total estimada era de 70,000 habitantes.
nos dice el ilustrado doctor Ignacio
Se superpuso a la anterior, pero se desarroll siguiendo un eje transversal y utiliz
de Castro, cusqueo adoptivo, rec- La ciudad de la nuevas reas que antes no estuvieron ocupadas. El espacio urbano adquiri una
tor del Colegio Real de San Bernar- poca colonial: forma triangular, con una trama densa de edificaciones de adobe en dos niveles,
cubriendo aproximadamente 180 hectreas con 32,000 habitantes.
do y cura de la doctrina de San La ciudad
Despus del perodo de estancamiento durante el siglo XIX, el conjunto urbano
Jernimo:
anterior al
se mantuvo sin grandes cambios, y la ciudad solamente ocupaba una extenterremoto
de
El Cuzco en verdad es hoy de
sin de 202 hectreas, albergando a 45,000 habitantes.
1950:
considerable poblacin, que aunCon las inversiones posteriores al sismo, y el incremento de los flujos tursticos,
ciudad en la
que mucho menos numerosa que la La
se aceler la migracin hacia la ciudad, producindose una notable expansin
dcada de
urbana, ocupando una extensin de 1,280 hectreas para albergar a
de los tiempos vecinos a la conquista 1970:
170,000 habitantes.
y primera pacificacin, es suficiente
El continuo flujo migratorio hacia la ciudad, por constituir sta un foco de
ciudad
para que los individuos que hoy la La
atraccin regional que concentra servicios e infraestructura, ha extendido su
actual:
tamao a 1,250 hectreas, con 297,121 habitantes.
habitan formen la segunda ciudad
70

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA


CUSCO METROPOLITANO: PRINCIPALES PROYECCIONES GLOBALES 1961 - 2015
LAPECSA

CENSOS

MUNIC.PROV.

SEDA

1961

86,144

86,144

1972

129,724

129,724

1981

123,440

1985

INST.NAC.EST.

PROMEDIO

191,976

191,976

169,131

176,626

211,162

230,729

206,172

palpha1991

227,130

243,596

308,928

239,400

254,764

1993

248,626

255,570

342,318

255,570

257,225

271,862

1998

301,745

287,887

449,978

301,725

289,516

326,170

2000

323,238

301,930

503,826

322,442

304,245

351,136

2015

541,536

431,561

1144,810

530,575

463,763

622,449

Censos de poblacin y vivienda [1940, 1961, 1972, 1981, 1993]. INEI; Plan de Desarrollo Urbano de la Ciudad del Qosqo [1993]. Municipalidad del Qosqo; Estudio integral de agua potale y alcantarillado dela ciudad del Cuzco. LAPECSA [1981]. La cuenca del Vilcanota en el sistema amaznico: situacin y perspectivas. Guilln, Loayza, Gil,
Caminada. EGEM S.A. [1997]

mente una extensin de 160 hectreas, con una densidad promedio


de 171 habitantes por hectrea. Se
estima que existen en la zona monumental descrita alrededor de 1,372
casas, y las estadsticas muestran
que habitan 27,000 personas, con
un promedio de seis familias por
inmueble.
POBLACIN DE LA CIUDAD DEL CUSCO
Habitantes

Ao
1534

70,000

(0)

1689/90

13,600

(1)

1770

26,000

(2)

1792

31,982

(3)

1794

32,082

(4)

1796

32,082

(5)

1834

40,000

(6)

1840

40,000

(7)

1846

20,371

(8)

1876

18,370

(9)

1906

18,617

(10)

1912

19,825

(11)

1927

24,000

(12)

1930

30,000

(13)

1940

46,066

(14)

1961

86,144

(15)

1972

129,724

(16)

1981

191,976

(17)

1985

230,729

(18)

1991

255,571

(19)

1997

287,887

(20)

9. Censo General de Habitantes del Per


10. Giesecke [1913]
11. Giesecke [1913]
12. Cosio [1924]
13. Grubb [1930]
14. Censo Nacional de Poblacin y Ocupacin
[09/06/1940]. Lima, Ministerio de Hacienda y Comercio, Direccin Nacional de Estadstica [1944]
15. Pri mer Cen so Na cio nal de Vi vien da
[02/07/1961], Instituto Nacional de Planificacin, Direccin Nacional de Estadstica y Censos, Asociacin
de Empresarios Elctricos del Per, Lima [1965]
16. Censos Nacionales VII de Poblacin, II de Vivienda [04/07/1972]. Departamento del Cusco
[1974]
17. Oficina Nacional de Estadstica y Censos
[09/06/1981]
18. Municipalidad Provincial de Cusco
19. Instituto Nacional de Estadstica e Informtica.
Censo Nacional [11/06/1993]
20. Estimado en base a censos.
Cusco metropolitano: principales proyecciones globales 19612015
Censos de poblacin y vivienda [1940, 1961, 1972,
1981, 1993]. INEI; Plan de Desarrollo Urbano de la
Ciudad del Qosqo [1993]. Municipalidad del Qosqo; Estudio integral de agua potale y alcantarillado
dela ciudad del Cuzco. LAPECSA [1981]. La cuenca
del Vilcanota en el sistema amaznico: situacin y
perspectivas. Guilln, Loayza, Gil, Caminada.
EGEM S.A. [1997].

de explicar por el aumento de la


emigracin hacia otras ciudades.
Sin embargo, de seguir este crecimiento poblacional, la ciudad ser
cada vez menos capaz de soportar
mayor cantidad de habitantes, teniendo en cuenta su soportabilidad
espacial y que sus actividades
econmicas no ofrecen mejores
posibilidades.

EXPANSIN FSICA
El crecimiento de la ciudad se
realiza hacia el sudeste y la periferia. Respondiendo a una ocupacin del suelo muy particular en la
que el estrato socio econmico alto y medio se desplazan hacia este
sector, en el piso del valle, conformando los distritos residenciales. SiEl grfico que antecede muestra multneamente la clase media y
los tres perodos descritos y se ob- media baja ocupan las residencias
serva que hasta la dcada de los que antes correspondan a la clase
aos ochenta el incremento fue emigrante, dando paso a las vivienmuy alto, disminuyendo ligeramen- das tugurizadas y hacinadas. El este en los ltimos aos. Ello se pue- trato de menores recursos se em-

0. Ruiz de Arce [1993]


1. Mrner [1975]
2. Bueno [1951]
3. Vollmer [1967]; Kubler [1952]
4. Azevedo [1982]
5. Unanue [1796]
6. Blanco [1974]; Celestino Flores [1934]
7. El Correo de Lima [24/03/1840]
8. Blanco [1974]

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

71

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

plaza en los sectores perifricos,


ubicados en las laderas de los
cerros circundantes.
A pesar del proceso de dispersin, el Centro Histrico contina
siendo el foco principal de la ciudad porque en l siguen desarrollndose, diversificadas, las funciones que hered de la colonia: polticas, administrativas (oficinas pblicas y privadas), educativas, recreacionales, hospedaje, servicios profesionales, servicios personales, a
los que se suma el comercio informal. Las actividades comerciales
se acrecientan desde la periferia
hacia el interior, fundamentalmente por ser el punto de concentracin de empleos y motivo de convergencia de servicios (por su accesibilidad, facilidad de movimiento),
por la cohesin de funciones all
asentadas (fuerzas que tienden a
evitar la separacin fsica de ciertos
establecimientos, por ejemplo del
comercio al por menor y los
servicios comerciales).
La gestin para el control de los
cambios urbanos ha desconocido
la estrecha interdependencia entre
el centro y las reas urbanas circundante, lo cual ha afectado al deterioro del propio Centro Histrico,
permitiendo la excesiva concentracin de nuevas actividades. Ello se
debe en parte a la falta de promocin y desarrollo de centros de activi dad
alternativos
y
complementarios al Centro
Histrico.
En el sector Histrico Monumental de la ciudad, la centralizacin de
establecimientos comerciales, de servicios y la infraestructura de la administracin pblica, trae como consecuencia la agrupacin de actividades comunes y repetidas en forma
continua. Estos establecimientos tienden a pluralizarse como consecuencia del proceso de cambio urbano,
generndose una excesiva concentracin de actividades. Gran parte
del comercio tradicional ha sido sustituido por los servicios de infraestructura turstica, como los restaurantes,
pubs, discotecas, etc., que van
generando modificaciones y
alteraciones en la estructura edilicia.
72

Estos procesos de cambio urbano en Cusco se presentan en forma relativamente espontnea, ya


que actualmente no existe suficiente orientacin ni mecanismos
eficaces de control por parte de
las instituciones responsables de
la administracin del desarrollo
urbano. La falta de coordinacin
entre las diversas instituciones vinculadas a las inversiones urbanas
y tursticas, la insuficiencia de las
normas legales, tcnicas y financieras agravan los problemas de
la ciudad.
En la ciudad en su conjunto el
fuerte crecimiento y la expansin
urbana descontrolada, provocan
una creciente segregacin entre
las reas de bajos niveles socioeconmicos, las reas residenciales y los centros de actividad comercial, afectando la unidad y la
integracin funcional.
El crecimiento de la ciudad se
produce espontneamente, sin
orientacin planificada ni control
alguno, generando reasproblema que se extienden hacia
las partes altas de los cerros, lugares que no pueden ser atendidos
con servicios de agua y desage.
Muchas viviendas se ubican
en reas con riesgo de deslizamientos y erosin. Tambin se urbanizan indiscriminadamente extensiones de terrenos agrcolas,
reas de reserva arqueolgica,
zonas aptas para equipamiento
urbano futuro, y tambin aquellas de forestacin. En esta ocupacin irrestricta tampoco se respetan los causes de los ros y riachuelos.

La expansin urbana as descrita, adems de generar los mltiples problemas enumerados, tiende a deteriorar el equilibrio ecolgico del valle y cerros adyacentes propiciando la erosin creciente, obstruccin de cauces de aguas de lluvia y canales de regado, destruccin de la escasa cubierta vegetal
protectora de los suelos, basurales
y contaminacin de aguas.
Otro de los problemas que afecta al paisaje urbano y a las condiciones de habitabilidad en general,
es la escasez y creciente disminucin de reas verdes constituidas
por jardines, arboledas, huertos interiores, parques, etc., la ciudad se
urbaniza cada vez ms con edificios y superficies pavimentadas
continuas, provocando la desaparicin de la escasa cubierta vegetal
protectora de las laderas.
La desaparicin de la vegetacin de la ciudad se ha debido a la
aplicacin de inadecuados criterios de diseo, que ven en la vegetacin y los rboles simples obstculos que limitan la visin amplia
de los espacios urbanos. Al respecto es necesario destacar, que la presencia de masas vegetales en las
ciudades, contribuye a revalorizar
lo natural dentro del espacio artificial de la ciu dad, cum plen
objetivos estticos y de proteccin
del suelo contra la erosin.
Son barreras contra el viento y
evitan la expansin de ruidos contribuyendo a purificar el aire.
Por ltimo, la expansin urbana
inorgnica afecta a la organizacin de la ciudad, al recargar el sistema vial. Expande la actividad co-

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

mercial y de equipamiento, alteran- actual densidad de este mismo esdo la coherencia urbanstica y pacio urbano es de 900 a 1,200
arquitectnica.
hab./ha. Lo cual afecta profundamente la calidad de vida de los haREAS OCUPADAS POR LA CIUDAD
bitantes. Sin embargo, los sectores
Hectreas
Ao
del Centro Histrico adyacentes a
48
1535
(1)
la Plaza de Armas que han sido to202
1861/1920
(2)
mados por actividades histricas y
254
1950
(3)
comerciales, expulsando la vivien293
1951
(4)
da original, muestran los ndices
437
ms bajos de densidad en todo el
1956
(5)
conjunto urbano.
872
1970
(6)
Por la alta densidad demogrfi2536
1997
(7)
ca que presenta el sector del Cen1. Ruiz de Arce [1993]
2. Hohagen [1861]; Squier [1863]; Wiener [1876]; tro Histrico ocupado por vivienSilgado Valderrama [1900]; Zrate [1920]; Rocha
das, las condiciones de vida son
[1931]
3. Servicio Aerofotogrfico Nacional
crticas.
4. Kubler [1952]
5. Servicio Aerofotogrfico Nacional
La cantidad de habitantes por
6. Servicio Aerofotogrfico Nacional
hec
trea tendi a disminuir hacia
7. Centro Guaman Poma de Ayala [1998]
los aos ochenta, por el proceso
de urbanizacin acelerado y la exDENSIDAD URBANA
El acelerado proceso de urbani- pansin horizontal de la ciudad
zacin de la ciudad no ha disminui- con edificaciones no consolidadas
do la tugurizacin de las viviendas y especialmente por la promocin
del Centro Histrico. Si la densidad a la creacin de asentamientos podemogrfica del centro histrico pulares, desde las instancias de goen 1950 fue de 216 hab./ha., la bierno. Sin embargo, en los lti-

mos aos existe una tendencia a


elevar la densidad poblacional, como resultado del propio proceso
de consolidacin y saturacin de
los asentamientos y la paulatina
escasez de reas urbanizables.
DENSIDAD DE POBLACIN
Ao

Hab./Ha.

1834

158.4

1876

90.9

1912

98.1

1950

257.2

1956

175.9

1970

136.4

1997

171.3

DENSIDAD POBLACIONAL POR DISTRITOS


CUSCO1993
Distrito

Densidad

Cusco

881.78

San Jernimo

162.06

San Sebastin

405.68

Santiago

1274.02

Wanchaq

654.45

Fuente: EGEM S.A. [1997]

TRANSPORTE URBANO
Cusco, al igual que las principales ciudades del pas, ha sufrido en
los ltimos aos un fuerte incremento de su parque automotor, con consecuencias que en su momento a nadie interes prever. Nuestra ciudad
tradicional no estaba preparada
para tal presin.
Sus zonas urbanas presentan una
distribucin desigual, donde se alternan reas con alto contenido poblacional con otras menos densificadas,
definiendo puntos focalizados con
servicios urbanos que coinciden con
el rea monumental de la ciudad y
las zonas de topografa poco
accidentada.
Las diversas actividades, obligan
a que se produzca una movilizacin
intensa de una poblacin cada vez
mayor, que utiliza transporte motorizado, tanto masivo como privado. El
problema se agudiza porque todas
las calles de la parte central y media
del Cusco histrico, tienen poca capacidad para el trnsito vehicular y
poseen un dimensionamiento inadecuado, con alternancia de vas
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

73

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

amplias y estrechas, sin continuidad


con las arteriales.
Pese a los ensanches carentes de
criterio y las modificaciones, nunca
hubo un plan vial coherente que considerando la particularidad monumental y el carcter histrico de la
ciudad, fuera capaz de prever la presencia de un trfico intenso. No hubo la accin necesaria y seria para
desconcentrar los diversos servicios
urbanos. No existe una normativa
municipal que garantice el control
del medio ambiente y prevea su
degradacin por efectos del trnsito
vehicular.
Caracterizan el problema del trnsito en la ciudad la alta densidad
vehicular en los tramos viales de la
red, las rutas de transporte pblico
mal definidas, la inadecuada ubicacin de paraderos, la falta de reas
de estacionamiento, la debilidad en
la aplicacin de las normas, la sealizacin deficiente, el estado de
conservacin y la antigedad de los
vehculos.
UN PARQUE QUE SE
DESBORDA
A partir de 1992, como consecuencia de la poltica arancelaria, la
reduccin del aparato del estado
que oblig a buscar nuevas alternativas de trabajo, la liberalizacin del
mercado y las expectativas ante la reduccin de costos suscitada por las
importaciones de vehculos usados,
increment aceleradamente el
nmero de vehculos circulando en
la ciudad.
Las proyecciones estadsticas nos
indican que en los prximos aos el
parque automotor continuar incrementndose y la ciudad no estar en
capacidad alguna para soportar ese
incremento.
La mayor parte de los vehculos estn destinados al servicio pblico
aprovechando el libre acceso a las
rutas autorizadas por los municipios
provinciales.
DEGRADACIN AMBIENTAL
A la alta congestin vehicular,
que obliga a un flujo excesivamente
lento, hay que agregar el problema
de la antigedad de los vehculos,
74

donde el mayor porcentaje corresponde a unidades usadas y sin mantenimiento, que en cualquier otro medio estaran imposibilitadas de transitar y menos de prestar servicio pblico. Porque adems de la alta contaminacin que generan sus motores
en funcionamiento, no ofrecen
ninguna seguridad al usuario.
La calidad del transporte urbano
es deficiente, debido a que el parmetro mecnico y de funcionamiento, como velocidad promedio entre
el origen y el destino final, est por
debajo de los 14 kilmetros por hora y en hora punta puede bajar hasta 10 kilmetros por hora. Las condiciones de seguridad estn entre las
ms bajas de las que se registra para el transporte pblico, debido a
que se tiene una flota altamente
propensa a los accidentes.
En cuanto a la calidad mecnica
y de combustible, las condiciones estn por debajo de cualquier nivel debido a que la mayora de las unidades sobrepasan la dcada de antigedad, con psimo mantenimiento. Debe agregarse como factor negativo la gasolina de 84 octanos utilizada preferentemente en el pas,
que contiene 1,2 centmetros cbicos y 1,84 centmetros cbicos de tetraetilo de plomo por galn respectivamente. Asimismo, el combustible
Diesel empleado por una considerable cantidad de vehculos de transpor te p bli co con tie ne al to
porcentaje de azufre, convirtindose
en una de las principales fuentes de
contaminacin atmosfrica.
Los vehculos a gasolina producen monxido de carbono y derivados de plomo. Los vehculos tipo Diesel originan una mayor cantidad de
humo y de dixido de azufre. El rgimen de marcha influye notablemente en la cantidad y composicin de
los escapes, el tipo de circulacin y
la topografa del terreno presentan a
su vez una influencia importante en
la polucin. Cabe mencionar adems la falta de control de los ruidos
que producen los motores y las
bocinas, a todas luces incompatibles
con una ciudad turstica.
Es urgente, el establecimiento de
polticas de transporte urbano pbli-

co y particular en el centro de la ciudad con un plan de reordenamiento


del trnsito as como acciones y medidas de emergencia para la proteccin del medio ambiente, en correspondencia con las responsabilidades de cada una de las instituciones
locales.
LOS PLANES URBANOS
A raz de la celebracin del IV
Centenario de la fundacin espaola del Cusco en 1934, se despert
por primera vez la preocupacin por
contar con un plan de ordenamiento
urbano que regule el desarrollo ordenado de la ciudad. El encargo para
su elaboracin lo recibi el arquitecto Emilio Hart Terr quien vena efectuando obras de remodelacin en el
edificio del Cabildo y ms adelante
desarrollara tambin el proyecto
para el hotel de turistas El Cuadro.
Dos aos antes del terremoto de
1950 el Ministerio de Fomento y
Obras Pblicas volvi a encargar al
mismo arquitecto un Plan Sistemtico de Orientacin Reguladora, que
nunca se aplic por falta de recursos
y de inters por parte de las
autoridades.
A raz del sismo en referencia, en
el mes de octubre de 1950 el Gobierno recibi asistencia tcnica a
las Naciones Unidas a travs de la
misin presidida por el Consultor Robert W. Hudgens quien elabor un
estudio econmico y social constituido de once captulos, proponiendo
el funcionamiento de un organismo
autnomo para dirigir la economa
de la regin. La restauracin de la
ciudad, el desarrollo industrial y el turismo fueron analizados detenidamente, sentando las bases para la
formacin de la Corporacin de
Reconstruccin y Fomento que
surgi en esos aos.
Las acciones equivocadas que se
tomaron luego del sismo y los daos
sufridos por el patrimonio monumental del Cusco motivaron gestiones
que dieron por resultado la peticin
del Gobierno a la UNESCO, para
que se enve una misin de asistencia tcnica especializada. Entre junio
y agosto de 1952 estuvo en el Cusco la misin de UNESCO presidida
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

por George Kubler, Jefe del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Yale y el arquitecto Luis
Mac Gregor Cevallos, restaurador
mexicano a los que se sum como
contra parte nacional el arquitecto
Oscar Ladrn de Guevara representante del Ministerio de Fomento y
Obras Pblicas. Esa misin fue la primera de su gnero que organiz la
UNESCO y tuvo por objeto preparar
un informe que describa detalladamente los efectos causados por el
terremoto y evaluaba los costos que
demandara un programa de
restauracin.
El documento que elabor la misin y fue publicado en tres idiomas,
sirvi de pauta para orientar las acciones de recuperacin llevadas a
cbo en la dcada siguiente, aunque
sus criterios y recomendaciones no
fueron las ms acertadas [Samenez,
[1976]).
Simultneamente la preocupacin por la recuperacin de la antigua capital del Tawantinsuyo determin que la Oficina Nacional de Planificacin y Urbanismo formulara un
Plan Piloto para el Cusco, que se
aprob en mayo de 1952. Su elaboracin fue conducida por el arquitecto Luis Miro Quesada y reflejaba las
tendencias del racionalismo y las
ideas de Le Corbusier, en boga en
esa poca. Si bien fue el plan ms
completo que se haba elaborado
hasta entonces, adoleca de conceptos incompatibles con la calidad histrica y monumental del Cusco. Propona un Centro Cvico ocupando
cuatro manzanas centrales de la ciudad, que tendran que ser arrasadas
para edificar nuevos edificios administrativos y de servicios. En el marco
de su aplicacin se ensancharon y
modificaron muchas vas del centro
de la ciudad.
La incompatibilidad de los planes
con la realidad local y sobre todo la
falta de recursos para implementarlos determin que se dejen de lado
durante ms de una dcada. Recin
en 1964 ante la constatacin del crecimiento desordenado de la ciudad
se elabor un plan de zonificacin
que nunca recibi una aprobacin,
pero sirvi durante aos para orienEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

tar la tramitacin de expedientes y


ejecucin de planes de
infraestructura.
Cuando la presencia del turismo
se hizo evidente y se constituy la Comisin Especial PerUNESCO denominada COPESCO, en 1971, se
prepar como accin inicial una propuesta de reglamentacin edilicia
creando tres zonas dentro de la ciudad, con diferentes grados de conservacin y exigencias reglamentarias. Se pretenda garantizar la conservacin y caractersticas tpicas de
la estructura urbana y su marco
paisajista.
El estudio qued a nivel de propuesta aislada del problema de la
ciudad en su conjunto, aunque se tom como referencia para la delimitacin de la zona monumental del Cusco promulgado por una Resolucin
Suprema expedida en 1972. En ese
mismo ao el Ministerio de Vivienda
y Construccin a travs de su Direccin de Planeamiento Urbano elabor un Esquema de Expansin Urbana, que a su vez defina 5 tipos de zonas que variaban entre las de
conservacin, renovacin hasta las
de expansin y crecimiento.
Ese esquema no contribuy al ordenamiento del desarrollo urbano
porque no se ejerci un control efectivo para respetar su zonificacin.
Tampoco se materializaron sus previsiones viales, ni se cumpli con aplicar su normatividad para respetar
las zonas arqueolgicas y de reserva
paisajista.
En 1979 el Ministerio de Vivienda
hizo aprobar mediante una Resolucin Suprema otro Plan Director, actualizado y elaborado en Lima por
ese sector pblico. Se propusieron estrategias y polticas para el desarrollo urbano y se consider que su validez sera de seis aos, a travs de acciones continuas y consolidacin de
estrategias que lamentablemente no
tu vie ron una im ple men ta cin
efectiva. El documento sirvi solo
como un instrumento normativo.
Durante la gestin municipal de
los aos 198689 se mostr preocupacin por el catico crecimiento de
la ciudad y por la ocupacin indiscriminada de laderas y cuencas hidro75

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

grficas, con las consecuentes secuelas de riesgo para sus habitantes y


daos a las edificaciones. Para conjurar ese problema se intent realizar
un nuevo plan para la ciudad con la
participacin del Instituto Nacional
de Desarrollo Urbano (INADUR) y la
Universidad del Cusco. El plan que
comprenda una etapa de diagnstico, otra de propuesta con participacin de la poblacin y finalmente su
aprobacin y aplicacin, no fue concluido por la desactivacin de la Comisin que lo elaboraba. En la gestin siguiente, se retom el material
que se haba logrado elaborar y con
apresuramiento, sin seguir las
etapas previstas se aprob el
denominado Plan de Desarrollo
Urbano de la ciudad del Qosqo en
noviembre de 1992.
El plan define seis sectores dentro
de la ciudad y propone diversos niveles de equipamiento urbano as como una nueva red vial. Como los
planes anteriores pese a su vigencia,
su cumplimiento ha sido mnimo,
siendo ignorado por la propia Municipalidad que no lo toma en cuenta
ni implementa su aplicacin.
El balance de la existencia de
esos planes es negativo y las buenas
intenciones que guiaron el esfuerzo
de sus autores se perdi por la inoperancia, indiferencia y escasa comprensin de las autoridades municipales que debieron crear las condicio nes ne ce sa rias para su
implementacin y aplicacin.
La falta de control urbano y la carencia de una normatividad efectiva
han dado como resultado una ocupacin del suelo urbano totalmente
desordenada, sujeta a intereses de
grupos y sectores en desmedro de la
calidad de vida y la seguridad del
asentamiento.
CONCLUSIONES
Existe un alto nivel de riesgo ssmico para la ciudad del Cusco, por
la amenaza que representa la presencia de un sistema de callamiento activo y ssmico, emplazado sobre la ciudad y a 5 kilmetros al
Norte de ella.
Los sismos son de origen tectnico, de regular magnitud y de ca76

rcter superficial, con hipocentros


ubicados entre 2 y 25 kilmetros
de profundidad.
Las unidades geomorfolgicas a
nivel regional son: la Depresin o
Valle de Cusco, las Serranas de
Vilcaconga y la Meseta de Saqsaywaman. En el mbito de la ciudad
se han reconocido 3 unidades
geomorfolgicos que son las
Laderas, Terrazas y Quebradas.
Las unidades litolgicas que afloran en la ciudad de Cusco y sus alrededores son las siguientes: Grupo Yuncaypata, Series Rojas Superiores, Grupo San Jernimo, Cuerpo intrusito diortico, Formacin
Pumamarca, Formacin San Sebastin y Depsitos Aluviales
Recientes.
Se han delimitado tres sectores de
mayor riesgo sismo geolgico:
Sector del Centro Histrico Monumental, emplazado sobre la Terraza Aluvial T3.
Sector de Santiago, Almudena y
Beln, emplazado tambin sobre
la Terraza T3 y la Formacin San
Sebastin.
Sector Hospital del IPSS, la
UNSAAC, el Seminario de San
Antonio Abad y el Pueblo Joven
Los Incas, emplazado en la Terraza T3, parte de la Terraza y T4 y la
ladera Norte, donde afloran las
Formaciones Pumamarca y San
Sebastin.
Las zonas de mayor riesgo de deslizamiento son las Laderas Norte y
Oeste, cuyos substratos estn formados por el Grupo Yuncaypata,
Series Rojas Superiores, Formacin Pumamarca y la Formacin
San Sebastin. La Ladera Sur conformada por las capas rojas del
Grupo San Jernimo es bastante
es ta ble ante el riesgo de
deslizamientos y eventos ssmicos.
Todas las quebradas que convergen a la ciudad del Cusco, constituyen zonas de riesgo de inundaciones, sin embargo dentro de stas las de mayor peligro son las
de Saphi, Huancaro y el ro Huatanay. Conviene tomar en cuenta la
amenaza de deslizamientos, represamientos y desembalses en la
quebrada de Saphi, circunstancia
que afectara la integridad fsica

de los pobladores que viven en


sus alrededores y la de gran parte
del Centro Histrico Monumental
de la ciudad.
Este estudio identific las posibles
reas de expansin urbana (el sector de Tancarpata, por ejemplo),
teniendo en cuenta las condiciones naturales del rea por ocupar,
es decir, estableciendo los lugares
ms apropiados para las construcciones urbanas. De otra parte
ser necesario conocer el grado
de seguridad de las edificaciones
y servicios existentes para tomar
las pre cau cio nes ne ce sa rias
tendientes a mitigar los efectos de
las catstrofes.
Es imprescindible emprender en el
corto y mediano plazo un tratamiento integral de las cuencas hidrogrficas tomando en cuenta
los estudios multidisciplinarios, similares a los llevados a cabo en
los asentamientos humanos Los
IncasPrimero de Mayo y El
Bosque.
Es conveniente desde todo punto
de vista racionalizar la ocupacin
del espacio urbano y optimar sus
servicios, buscando mejorar el hbitat y evitar el crecimiento espont neo sobre reas no
urbanizables.
Es necesario determinar la localizacin de las actividades urbanas
en funcin de la zonificacin de
las reas de riesgo, para priorizar
la ubicacin de viviendas y en torno a ellas otras actividades
complementarias y compatibles.
Se deber determinar la localizacin de actividades econmicas y
de servicios de carcter metropolitano con el fin de descentralizar el
sector monumental y dotar a esas
actividades de la infraestructura
adecuada, impulsando de esta
forma su desarrollo.
Conviene promover acciones que
garanticen la reserva de reas destinadas al equipamiento urbano,
recreacin, complemento paisajstico y dems necesidades colectivas que puedan implementarse
en el futuro.
Promover la densificacin de las
reas de expansin urbana de la
ciudad, para aprovechar racionalEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

CUSCO: RIESGOS Y PLANIFICACIN URBANA

mente los sectores atendidos con


servicios bsicos y evitar la expansin horizontal excesiva.
Orientar el crecimiento de la ciudad seleccionando esas reas de
expansin urbana que tengan posibilidades de servicio y sobre
todo condiciones de seguridad
ante los riesgos naturales.
Preservar las reas agrcolas, forestales y de reserva paisajstica
que circundan el permetro de la
ciudad, fijando lmites intangibles
para la expansin urbana.
Planificar las funciones del Centro
Histrico para poder desconcentrar los servicios que inciden excesivamente. Para ello se debe conocer los usos actuales y evaluar cules pue den ser los usos
permitidos.
Proponer el reordenamiento de la
ocupacin del suelo urbano. Conociendo las caractersticas de la
ocupacin tradicional de los lotes
y las tendencias con las cuales se
vienen modificando, se deber
nor mar la den si dad y la
proporcin de reas edificadas.
Controlar las caractersticas volumtricas y arquitectnicas de las
nuevas edificaciones que se propongan para el centro histrico,
para evitar la alteracin de la tipologa tradicional y los cambios
que afectan la percepcin unitaria
del
conjunto
urbano
monumental.
Evitar la demolicin, la sustitucin
arbitraria o la modificacin de inmuebles de valor no solo monumental, arquitectnico o histrico,
si no tambin de aquellos que poseen un valor de conjunto, para
preservar la armona urbana.
Limitar las intervenciones destinadas a la infraestructura turstica,
para normar su ubicacin y caractersticas, sin descartar la posibilidad de que stas puedan canalizarse hacia la recuperacin y reutili za cin
controlada
de
edificaciones antiguas.
Identificar y proponer los procedimientos que permitan fomentar la
identidad con el patrimonio cultural y despertar la conciencia ciudadana. Si bien sta es una labor
que requiere tiempo para conse-

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

guir resultados, es imprescindible


empezar con programas de difusin adecuados, campaas educativas y otros procedimientos
que involucren a la poblacin.
Buscar el respaldo legal a las acciones que se propongan, estudiando el fondo y la forma de dispositivos legales en los diversos niveles en los cuales ser necesario
poner en vigencia y aprobar acciones obligatorias de control
urbano.
EL RETO ANTE EL NUEVO
MILENIO
Los diversos enfoques expuestos a
lo largo del desarrollo del presente
trabajo de investigacin, no permiten percibir la cantidad de problemas que se han sumado en el transcurso del tiempo y tomar conciencia

La ciudad del
prximo siglo
deber contar con
un medio ambiente
social y econmico
definido.

de la magnitud que tienen en el presente. Nuestra apuesta para revertir


los problemas se tiene que hacer
pensando en el futuro mediato. Es
por ello que nuestras reflexiones se
encaminan a los aspectos que sern
sin duda condicionantes para el
desarrollo de la ciudad y la vida de
las prximas generaciones.
La ciudad que anhelamos para el
siglo XXI deber responder adecuadamente a las condiciones del medio fsico, tiene que ser coherente
con su medio ambiente, descontaminado y recuperado para ser SANA.
En consecuencia con las condiciones fsicas de la naturaleza andina
deber ser una ciudad SEGURA, en
la que la previsin de los riesgos
oriente la planificacin y la permanente atencin de sus habitantes. De-

be ser ade ms una ciu dad


ORDENADA, no solamente en su
crecimiento y desarrollo sino en la
vida cotidiana de sus habitantes.
La ciudad del prximo siglo deber contar con un medio ambiente social y econmico definido. Su rol econmico en el contexto nacional y regional, as como las perspectivas para la vida de sus habitantes estarn
debidamente articulados en modelos de desarrollo sostenible, con actividades productivas acordes a sus
condiciones geogrficas y su vocacin agroindustrial y turstica. Ser
una ciudad que despierte expectativas para las inversiones al presentarse estructurada en su desarrollo, sin
perder el atractivo para sus propios
habitantes y para quienes la visiten.
Es ciudad que queremos tendr
que plasmar un medio ambiente
que destaque su extraordinaria riqueza histrica y cultural, valorizando
sus testimonios del pasado en forma
dinmica y coherente con su enorme significado para la identidad
americana.
Cabe preguntarse entonces, Cmo se puede conseguir estos objetos
tan idealizados y contrastantes con
la realidad actual?. El camino que
vislumbramos parte de las siguientes
estrategias:
Buscar, la insercin econmica de
la ciudad en el sistema regional y
de la regin en el contexto del
pas.
Identificar las potencialidades y
descubrir con imaginacin las acciones que permitan efectivizarlas.
Disminuir y minimizar los aspectos
negativos en el pensamiento y la
actitud de la comunidad (informabi li dad,
im pro vi sa cin,
deshonestidad).
Tomar conciencia plena del respeto por la ecologa y de las amenazas latentes de riesgo, con los cuales hay que convivir.
Esas actitudes y acciones de cara
al futuro pasan necesariamente por
la toma de conciencia que solo se
puede lograr mediante la educacin
permanente y la difusin generalizada que oriente a la poblacin. La
educacin y el debate permanente
sobre la problemtica urbana deben
77

Mario Castillo, Roberto Samanez, Julio Rojas, Vctor Carlotto

constituir un tema primordial que debe figurar en la agenda de todas las


instituciones de la ciudad.
Si bien la educacin y el desarrollo intelectual son los medios ms
efectivos para conseguir una actitud
consciente y responsable sobre la ciudad y sus problemas, su aplicacin
demanda tiempo y no hay atajos
que acorten ese proceso. Es por ello
que siguiendo los ejemplos de otros
pases que han conseguido aplicar
medidas efectivas para ordenar el
crecimiento de las ciudades y preservar los centros histricos, ser
necesario buscar otras medidas de
carcter legal.
Nos referimos a la necesidad de
medidas complementarias y coercitivas, si vale el trmino, mediante las
cuales el Gobierno obligue a que todas las municipalidades de las ciudades que lo ameriten, cuenten con un
plan de desarrollo urbano. S se condiciona la transferencia de recursos
municipales a la obligatoriedad de
contar con planes directores para las
ciudades y a su aplicacin sostenida
y permanente, estamos seguros que
se adelantar la conciencia sobre la
planificacin.
Por ese camino se puede lograr,
como se ha conseguido recientemente en Colombia, que las ciudades tengan un crecimiento coherente, compatible con las posibilidades
de riesgos naturales y en armona
con sus valores culturales y el medio
ambiente natural.
Postulamos que adicionalmente a
esas medidas se pueden fomentar
las acciones de la comunidad para
el cumplimiento de los planes y el respeto a su ordenamiento, mediante
incentivos tributarios, prstamos condicionados y otras medidas que beneficien a los municipios y las
organizaciones barriales.
Una vez conseguido el marco legal para la obligatoriedad de asumir
la planificacin de las ciudades
como un compromiso ineludible, se
debern orientar las acciones para
que los equipos tcnicos multidisciplinarios desarrollen su trabajo contemplando todos los aspectos que
condicionen los resultados.
78

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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO


Adolfo Saloma Gonzlez1

stamos a escasos 10 aos


del emblemtico ao del presente siglo, el mismo que tambin es
el referente para el bicentenario
de nuestra emancipacin del yugo espaol y del cumplimiento
del Programa 21 que es uno de
los acuerdos adoptados en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, celebrada en Ro de
Janeiro, Brasil del 3 al 14 de junio de 1992, en que se reunieron

1 2 5 Je f e s d e E s t a d o y d e
Gobierno y 178 pases. Tambin
es tu vie ron pre sen tes cer ca de
400 representantes de organizacio nes no gu ber na men ta les
(ONG), mientras que ms de
17,000 personas asistieron al
Fo r o d e O N G s r e a l i z a d o
paralelamente a la Cumbre.
Lo avanzado en Cusco sobre el
Programa 21 es letra muerta, no
obstante que, en todas las campaas electorales municipales de los

ltimos 20 aos el trmino de Desarrollo Sostenible estuvo presente,


pero es de olmpico incumplimiento por quienes llegaron al Gobierno Local, con la nica excepcin
de la gestin de Izquierda Unida
19841986, en la que, el trmino
de desarrollo sostenible an no haba sido legitimado por las Naciones Unidas. El Plan de Gobierno
Municipal de IU s lo consider porque el debate sobre desarrollo sostenible, desarrollo sustentable o

1 M.P. Arquitecto. Profesor Principal a Dedicacin Exclusiva de la Facultad de Arquitectura y Artes Plsticas de la UNSAAC.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

81

Adolfo Saloma

desarrollo perdurable no era


reciente, lo que exponemos a
continuacin.
Thomas Robert Malthus en su
ensayo sobre poblacin publicado en 1798 sistematiza las preocupaciones de ese entonces en
torno a la escasez de recursos naturales y el crecimiento de la poblacin. Por su parte David Ricardo tambin expres su pesimismo
respecto a los recursos naturales
frente al crecimiento econmico y
de la poblacin, lo que le permiti exponer su teora de los rendimientos decrecientes de las tierras. Entre tanto, John Stuart Mill
en su obra Principios de la Econo ma Po l ti ca pu bli ca da en
1848 propone como nica salida
de la humanidad el estado
estacionario tanto del stock de
capital cuanto de la poblacin.
Por su parte Carlos Marx y Federico Engels demostraron que la
superpoblacin y la miseria son
manifestaciones crticas del capitalismo, frente a lo cual proponan que el progreso de la ciencia
y de la tcnica de la mano con la
planificacin lleva a la expansin
de las fuerzas productivas, hace
que el rendimiento de la produccin social se multiplique con una
rapidez mayor que el incremento
de la poblacin, la cual es de carcter transitorio. Posteriormente
la experiencia socialista demostr
que el aumento de los alimentos
se logra, fundamentalmente, como resultado del progreso tcnico y el mejoramiento de la agricultura permitiendo obtener no slo
un mnimo de alimenticios sino
e n a b u n d a n ci a p a r a l a
poblacin, bajo un sistema
planificado donde el manejo del
suelo es sostenible.
La Comisin presidencial para
Poltica de Materiales, creada en
1952, conocida como la Paley
Comission tuvo como objetivo
evaluar el potencial de la agricultu ra y de los RR.NN. en los
EE.UU. ante la rpida expansin
de su economa de la post guerra
y el riesgo de dependencia de ese
pas en relacin al petrleo y
82

otras materias primas. El informe


elaborado por esa Comisin destac los lmites relacionados a la
calidad ambiental junto al
agotamiento de los RR.NN.
En 1963 el gobierno estadounidense ante la posibilidad de la escasez de RR.NN. para la continuidad de su crecimiento econmico
constituy la Comisin de Recursos para el Futuro, cuyo informe
enfatiz las implicancias de la escasez de recursos sobre los costos
de extraccin y los precios de las
commodities durante el periodo
1870 a 1957, as como los riesgos a los que se so me ta la
poblacin por la contaminacin y
sus efectos en el ambiente.
El Club de Roma en 1968 reuni un grupo de 30 personas entre economistas, cientficos, naturalistas, matemticos, educadores, industriales y polticos para
discutir y analizar los problemas
presentes y futuros de la humanidad y, los lmites del crecimiento
econmico frente al uso creciente
de los RR.NN. Esta inicial agenda
a comienzos de los setenta se ampli con temas como: crecimiento
de la poblacin, pobreza, desempleo, contaminacin, concentracin urbana, enajenacin de la juventud, inflacin, rechazo de valores tradicionales, prdida de fe en
las instituciones. En 1972 se conoci su primer informe sobre los Lmites del Crecimiento, dando origen a un movimiento neo maltusiano, porque retomaba las propuestas del s XVIII de Malthus centradas en la variable del
crecimiento demogrfico de los
pases del tercer mundo, la cual
deba ser controlada al igual que
la contaminacin.
En junio de 1972 en la ciudad
de Estocolmo se realiz la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Mundial.
Por primera vez a nivel mundial se
manifest la preocupacin de la
problemtica ambiental mundial
que coincida con el informe del
Club de Roma. Se aprob la Declaracin de Estocolmo en la
que se destaca la dimensin am-

biental como limitante del modelo tradicional de crecimiento econmico y del uso de los RR.NN.
Sus conclusiones ms importantes resaltan la vinculacin de los
mayores problemas que afectan
el bienestar de las poblaciones y
el desarrollo econmico con el
deterioro del ambiente; que la
constante degradacin del ambiente se deba al crecimiento poblacional; los mayores problemas ambientales en los pases desarrollados eran por la contaminacin industrial, mientras que
los problemas ms comunes en
los pases en desarrollo eran resultados del mal uso de los RR.NN. y
su agotamiento; la esencia de los
problemas estaba en la falta de
desarrollo, para lo cual el crecimiento econmico rpido no significara el fin de los problemas
ambientales.
En 1973 el canadiense Maurice Strong propuso el Ecodesarrollo como una alternativa a los modelos de desarrollo vigentes tanto
para los pases industrializados
como para los que no lo eran,
proponiendo: renunciar a la idea
del crecimiento exponencial e ilimitado; suspender el proceso de
degradacin ambiental; desmitificar la creencia en el progreso a
travs de la ciencia y la tecnologa; alterar los patrones de consumo de los pases industrializados
y de las lites de los pases del
tercer mundo.
Ignacy Sachs plante los principios bsicos de esta nueva tica
del desarrollo: 1) satisfaccin de
las necesidades bsicas; 2) solidaridad con las generaciones futuras; 3) participacin de la poblacin involucrada; 4) preservacin
de los recursos naturales y del medio ambiente en general; 5) elaboracin de un sistema social garantizando empleos, seguridad
social y respeto a otras culturas;
6) programas de educacin.
En 1980 la Unin Internacional para la Conservacin de la
Naturaleza elabor la Estrategia
Mundial de Conservacin en la
que se utiliz el trmino desarroEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

llo sustentable, segn el cual desarrollo era entendido como un


medio de alcanzar la conservacin y no un obstculo para ello.
La Conferencia de Ottawa realizada en 1986 establece que el
desarrollo sustentable debe responder a cinco requisitos: a) integracin de la conservacin y del
desarrollo; b) satisfaccin de las
necesidades bsicas humanas; c)
alcance de equidad y justicia social; d) previsin de la autodeterminacin social y de la diversidad
cultural; e) mantenimiento de la
integracin ecolgica.
En 1983 la Asamblea General
de la ONU cre la Comisin Mundial sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo como organismo independiente conformado por especialistas y lderes mundiales de 21
pases, vinculados a los gobiernos y al sistema de las Naciones
Unidas, pero no sujetos a su control.
Bajo la presidencia de la Primera Ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland, la Comisin elabo r el in for me de no mi na do
Nuestro Futuro Comn en abril
de 1987, el cual plantea la posibilidad de obtener un crecimiento
econmico basado en polticas
de sostenibilidad y de uso de los
RR.NN. para garantizar el progreso humano sostenible y la supervivencia del hombre en el planeta.
El informe no es una prediccin futurista sino un llamado para adoptar de ci sio nes que per mi tan
asegurar los recursos para
sostener a sta generacin y a las
siguientes.
La Comisin observ que muchos modelos de desarrollo conducan al incremento de la pobreza, vulnerabilidad y degradacin
del ambiente. Por eso plantea un
nuevo concepto de desarrollo protector del progreso humano hacia el futuro, el desarrollo sostenible, al que defini como: aquel
que garantiza las necesidades del
presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias
necesidades.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

EL CONCEPTO DE
DESARROLLO SOSTENIBLE
IMPLICA LIMITACIONES.
El informe de la Comisin Brundtland destaca: Percibimos que era
necesario un nuevo tipo de desarrollo capaz de mantener el progreso
humano, no apenas en algunos lugares y por algunos aos, sino en
todo el planeta y por un futuro distante. Por lo tanto el desarrollo sostenido es un objetivo a ser alcanzado no slo por las naciones en

Nos enfrentamos
con la
perpetuacin de
las disparidades
entre las naciones
y dentro de las
naciones, con el
agravamiento de
la pobreza, el
hambre, las
enfermedades y el
analfabetismo y
con el continuo
empeoramiento
de los ecosistemas
de los que
depende nuestro
bienestar.

desarrollo", sino tambin por las


industrializadas".
En 1992 la ciudad de Ro de Janeiro fue sede de la Conferencia
de las Naciones sobre el Medio
Ambiente y Desarrollo tambin conocida como Cumbre de la Tierra efectuada del 3 al 14 de junio,
en ella se consensu la definicin
de desarrollo sostenible que aos
atrs (1988) se haba presentado
en el informe Brundtland: Es el desarrollo que satisface las necesida-

des actuales de las personas sin


comprometer la capacidad de las
futuras generaciones para
satisfacer las suyas.
En esta Conferencia prevaleci
la cooperacin sobre el conflicto,
se abrieron nuevas perspectivas para el dilogo multilateral poniendo
los intereses globales como su
principal preocupacin.
Los compromisos adoptados
por la Conferencia de Ro de Janeiro incluyen dos convenciones: una
sobre Cambio Climtico y otra sobre la Biodiversidad y, tambin una
declaracin sobre Florestas. Igualmente aprob la Declaracin de
Ro y el Programa 21 o la Agenda
21, ambos tienen en el desarrollo
sostenible el concepto fundamental para el progreso econmico, el
bienestar social y la conciencia ambien tal. Ade ms introdujo el
objetivo global de paz y desarrollo
social duraderos.
Las relaciones entre los pases ricos y pobres han venido siendo
conducidas, desde la Conferencia
de Ro, por un nuevo conjunto de
principios innovadores, como los
de responsabilidades comunes,
pero diferenciadas entre los pases, de el que contamina paga y
de patrones sostenibles de produccin y consumo. Adems de eso,
con la adopcin del Programa 21,
la Conferencia estableci, de cara
al futuro, objetivos concretos de
sostenibilidad en distintas reas, explicando la necesidad de la bsqueda de recursos financieros nuevos y adicionales para la complementacin a nivel global del desarrollo sostenible. La Conferencia
de Ro fue tambin valerosa al permitir la participacin de organizacio nes no gu ber na men ta les
(ONG), que pasaron a
desempear un papel fiscalizador y
a presionar a los gobiernos para
que cumplan con el Programa 21.
El desarrollo sostenible se enfoca hacia la mejora de la calidad de
vida de todos los habitantes del planeta, sin aumentar el uso de recursos naturales ms all de su capacidad de resiliencia o de su cualidad
de recuperacin. Requiere com83

Adolfo Saloma

prender que la inaccin tiene consecuencias por lo que debemos encontrar formas innovadoras de
cambiar estructuras institucionales
e influenciar conductas individuales. Se trata de tomar accin, de
cambiar polticas y prcticas en
todos los niveles, desde el mbito
individual hasta el internacional.
El desarrollo sostenible no es
una idea nueva. Muchas culturas a
travs de la historia humana han reconocido la necesidad de armona
entre la naturaleza, la sociedad y la
economa como sucedi con el incario y las civilizaciones que lo precedieron. Lo que es nuevo es la articulacin de estas ideas en el contexto de una sociedad global,
industrial y de informacin.
Se trata, en definitiva, de un replanteamiento del actual modelo
de desarrollo, tradicionalmente basado en parmetros cuantitativos
de crecimiento econmico puro y
duro, que no ha tenido en cuenta
los efectos negativos (externalidades negativas) que nuestras actividades socioeconmicas tienen sobre el entorno natural, las sociedades contemporneas, que se encuentran en cualquier parte del planeta y las sociedades del futuro, las
cuales tienen el derecho a recibir
un medio ambiente en condiciones
tales que puedan ejercer sus propias opciones de vida. Se trata de
in te grar las es fe ras de lo
ambiental, lo econmico y lo
social, tradicionalmente separadas
e incluso entendidas como
incompatibles.
La Declaracin de Ro sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo,
aclara el concepto de desarrollo
sostenible en los siguientes trminos: Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armona con la naturaleza (Principio1).
Para alcanzar el desarrollo sostenible, la proteccin del medio ambiente debe ser parte del proceso
de desarrollo y no puede ser
considerado por separado
(Principio 4).
84

La adopcin en esta Conferencia del programa de accin, denominado Programa 21 (Agenda 21


en ingls) en el que estn algunas
de las 2500 recomendaciones relativas a la aplicacin de los principios de la Declaracin, por lo que
han sido consignados temas vinculados con: salud, vivienda, contaminacin del aire, gestin de los
mares, bosques y montaas, desertificacin, gestin de los recursos hdricos y el saneamiento, gestin de
la agricultura, gestin de residuos.
En la actualidad el Programa 21
es el referente para la aplicacin
del desarrollo sostenible en los pases conformantes de las Naciones
Unidas.
La seccin III del informe de la
Conferencia de Ro, destac el papel de los diferentes actores en la
aplicacin del desarrollo sostenible: mujeres, jvenes y nios, los
pueblos indgenas, las organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, sindicatos, empresas,
investigadores y agricultores.
En la Conferencia de Ro tambin se aprob la Convencin sobre el Cambio Climtico, que afirma la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que condujo a la firma en
1997 del Protocolo de Kyoto. La
Declaracin sobre los Bosques y el
Convenio sobre la Diversidad Biolgica, que supedita el uso de la herencia gentica mundial a una serie de condiciones y presenta un primer nivel en este mbito, tambin
fueron ratificados en la Cumbre.
La Divisin de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas promueve el desarrollo sostenible y
presta servicios de secretara a la
Comisin sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
(CDS) para lo que ejecuta actividades de cooperacin tcnica y creacin de capacidad a nivel internacional, regional y nacional. La
CDS es un foro de alto nivel sobre
el desarrollo sostenible que examina y supervisa los progresos conseguidos a nivel nacional, regional e
internacional en la ejecucin del
Programa 21, el Programa de

Accin de Barbados y el Plan de


Aplicacin de las Decisiones de
Johannesburgo y presenta informes al respecto. La Comisin se rene todos los aos en Nueva York,
y sus trabajos se organizan en ciclos bienales que constan de un
perodo de sesiones de examen y
otro de formulacin de polticas.
Un resumen de lo tratado a la
fecha es el siguiente:
1992: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre para la
Tierra) celebrada en Ro de Janeiro
(Brasil), vincula el desarrollo econmico y social a la proteccin del
medio ambiente y aprueba el Programa 21 (Agenda 21) y los principios de la Declaracin de Ro. Diciembre de 1992: La Asamblea
General de las Naciones Unidas
crea la Comisin sobre el Desarrollo Sostenible para velar por la accin complementaria eficaz de las
actividades derivadas de la
Conferencia.
1994: Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los
Pequeos Estados Insulares en Desarrollo, celebrada en Bridgetown
(Barbados), aprueba el Programa
de Accin de Barbados, en el que
se proponen acciones y medidas
especficas para favorecer el desarrollo sostenible de los pequeos
Estados insulares en desarrollo.
1997: Asamblea General, en su
perodo extraordinario de sesiones
(Cumbre para la Tierra + 5) celebrado en Nueva York (Estados Unidos de Amrica), aprueba el Plan
para la ulterior ejecucin del Programa 21, que incluye el programa de trabajo de la Comisin
sobre el Desarrollo Sostenible para
el perodo 19982002.
2002: Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible, celebrada
en Johannesburgo (Sudfrica), evala los obstculos que impiden progresar y los resultados conseguidos
desde la Cumbre para la Tierra de
1992. La Cumbre aprueba el Plan
de Aplicacin de las Decisiones de
Johannesburgo, que contiene un
planteamiento ms preciso, con
me di das con cre tas y me tas y
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

objetivos cuantificables y sujetos a


plazos fijos.
2005: Durante el examen decenal del Programa de Accin de Barbados para el desarrollo sostenible
de los pequeos Estados insulares
en desarrollo, realizado en Port
Louis (Mauricio), los Estados aprueban la Estrategia de Mauricio para
la ejecucin.
PROGRAMA 21 O AGENDA 21
En el Programa 21 se reconoce
que la amplia participacin de la
opinin pblica en la adopcin de
decisiones es uno de los requisitos
fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible, y se mencionan
las funciones y responsabilidades
especficas de nueve grupos principales de la sociedad civil: las mujeres, los nios y jvenes, los pueblos
indgenas, las organizaciones no
gubernamentales, las autoridades
locales, los trabajadores y sus sindicatos, el comercio y la industria, la
comunidad cientfica y tecnolgica
y los agricultores.
En el Prembulo del Programa,
1.1. Destaca que la humanidad se
encuentra en un momento decisivo
de la historia. Nos enfrentamos
con la perpetuacin de las disparidades entre las naciones y dentro
de las naciones, con el agravamiento de la pobreza, el hambre,
las enfermedades y el analfabetismo y con el continuo empeoramiento de los ecosistemas de los
que depende nuestro bienestar. No
obstante, si se integran las preocupaciones relativas al medio ambiente y al desarrollo y si se les presta ms atencin, se podrn satisfacer las necesidades bsicas, elevar
el nivel de vida de todos, conseguir
una mejor proteccin y gestin de
los ecosistemas y lograr un futuro
ms seguro y ms prspero. Ninguna nacin puede alcanzar estos
objetivos por s sola, pero todos
juntos podemos hacerlo en una
asociacin mundial para un
desarrollo sostenible.
1.3. Puntualiza que el Programa
21 aborda los problemas acuciantes de hoy y tambin trata de preparar al mundo para los desafos del
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

prximo siglo. Refleja un consenso


mundial y un compromiso poltico
al nivel ms alto sobre el desarrollo
y la cooperacin en la esfera del
medio ambiente. Su ejecucin con
xito incumbe, ante todo y sobre todo, a los gobiernos. Las estrategias, planes, polticas y procesos
nacionales son de capital importancia para conseguir esto. La cooperacin internacional debe apoyar y
complementar tales esfuerzos nacionales. En este contexto, el sistema de las Naciones Unidas tiene
una funcin clave que desempear. Otras organizaciones internacionales, regionales y subregionales tienen tambin que contribuir a
ese esfuerzo. Asimismo se debe
alentar la participacin ms
amplia del pblico y la
participacin activa de las organizaciones no gubernamentales y de
otros grupos.
1.4. La consecucin de los objetivos del Programa 21 en lo que se
refiere al desarrollo y al medio ambiente requiere una corriente sustancial de recursos financieros nuevos y adicionales hacia los pases
en desarrollo, a fin de cubrir los
gastos suplementarios ocasionados por las medidas que habrn
de tomar para hacer frente a los
problemas del medio ambiente
mundial y para acelerar el desarrollo sostenible. Tambin se necesitan recursos financieros para reforzar la capacidad de las instituciones internacionales de aplicar el
Programa 21. En cada una de las
tareas del programa se incluye una
evaluacin del orden de magnitud
de los gastos. Los organismos y
organizaciones que se encarguen
de la ejecucin habrn de
examinar y afinar esa evaluacin.
1.5. Al ejecutar los programas
contenidos en el Programa 21, se
deber prestar atencin especial a
las circunstancias particulares que
enfrentan las economas en transicin. Tambin se debe reconocer
que esos pases afrontan dificultades sin precedentes para la transformacin de sus economas, en algunos casos en medio de altas
tensiones sociales y polticas.
85

Adolfo Saloma

1.6. En relacin con las reas


del programa que constituyen el
Programa 21 se describen las
bases para la accin, los objetivos, las actividades y los medios
de ejecucin. El Programa 21 es
un programa dinmico. Los diversos agentes lo ejecutarn en
consonancia con las diferentes
situaciones, capacidades y prioridades de los pases y de las regiones con plena observancia
de todos los principios que figuran en la Declaracin de Ro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. El Programa 21 podr
evolucionar con el tiempo en
funcin de los cambios de las necesidades y de las circunstancias. Este proceso marca el comien zo de una nue va aso ciacin mundial para un desarrollo
sostenible.
Las asociaciones de colaboracin en pro del desarrollo sostenible son iniciativas voluntarias emprendidas por mltiples interesados que contribuyen al logro de
los objetivos de desarrollo sostenible convenidos en el plano internacional.
Durante el proceso de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible se anunciaron ms de
200 asociaciones y su nmero sigue creciendo. Las ferias de coparticipacin que tienen lugar durante los perodos de sesiones de
la CDS brindan la oportunidad
de dar a conocer los progresos
de las asociaciones existentes,
anunciar la creacin de otras nuevas y establecer contactos entre
los asociados. Las asociaciones
de colaboracin pueden registrarse en el sitio web de la Divisin de
Desarrollo Sostenible.
El Centro de Estudios proporciona capacitacin prctica acerca de las cuestiones de que se
ocupa la CDS. Durante cada perodo de sesiones de la Comisin
se ofertan cursos diversos impartidos por distinguidos profesores y
profesionales.
La labor sustantiva de la Divisin se corresponde en gran medida con el programa de trabajo
86

mul tia nual apro ba do por la


CDS en su 11 perodo de sesiones, celebrado en 2003. El actual programa de trabajo, que
se basa en ciclos bienales en los
que alternan los aos dedicados
al examen y la formulacin de
polticas, abarca el perodo comprendido entre 2004 y 2017 y
se organiza en torno a varios
grupos temticos: 20042005:
agua, sa nea mien to y asen tamientos humanos.
20062007: energa para el
desarrollo sostenible, desarrollo
industrial, contaminacin atmosfrica/atmsfera y cambio climtico.
20082009: agricultura, desarrollo rural, tierra, sequa, desertificacin y frica.
20102011: transporte, productos qumicos, gestin de desechos, minera y marco decenal de
programas de produccin y consumo sostenibles.
20122013: bosques, biodiversidad, biotecnologa, turismo
y montaas.
20142015: ocanos y mares, recursos marinos, pequeos
Estados insulares en desarrollo y
gestin de desastres y vulnerabilidad.
20162017: evaluacin general de la aplicacin del Programa
21, el Plan para la ulterior ejecucin del Programa 21 y el Plan de
Aplicacin de las Decisiones de
Johannesburgo.
ASENTAMIENTOS HUMANOS
Los asentamientos humanos
tienen profundas repercusiones
en la vida cotidiana y el bienestar de nuestros pueblos, a pesar
de las grandes diferencias existe
la sensacin que hay grandes
oportunidades y esperanzas de
que es posible construir un mundo nuevo en el que el desarrollo
econmico, el desarrollo social
y la proteccin del ambiente pueden lograrse mediante la decisiva participacin del Estado, el
sector privado, los actores sociales, la solidaridad y la cooperacin internacionales.

PRIMERA CONFERENCIA DE
LAS NACIONES UNIDAS
SOBRE LOS ASENTAMIENTOS
HUMANOS (HBITAT I)
En la ciudad de Vancouver, Canad del 31 de mayo al 11 de junio de 1976 se realiz la Conferencia de Naciones Unidas sobre los
Asentamientos Humanos (Hbitat
I). La Declaracin de esta Conferencia expresa en los Principios Generales, punto primero: El mejoramiento de la calidad de vida de los
seres humanos es el primero y el
ms importante de los objetivos de
toda poltica de asentamientos humanos. Estas polticas deben facilitar el rpido y continuo mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas, comenzando por
la satisfaccin de las necesidades
bsicas de alimentos, vivienda,
agua pura, empleo, salud, educacin, capacitacin, seguridad social sin discriminacin alguna basada en la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religin, la ideologa, el
origen nacional o social u otra
causa, en un marco de libertad,
dignidad y justicia social.
En el captulo Directrices para la
Accin, punto 17 precisa: Un
Asentamiento humano no es la simple agrupacin de gente, vivienda
y lugares de trabajo. Debe respetarse y estimularse la diversidad de caractersticas de los asentamientos
humanos que relejen valores culturales y estticos y deben preservarse para la posterioridad las zonas
de importancia histrica, religiosa
o arqueolgica y las zonas naturales de valor especial. Deben proporcionarse y reconocerse lugares
de culto, en particular en las zonas
de expansin de los asentamientos
humanos, a fin de satisfacer las necesidades espirituales y religiosas
de los diversos grupos, de
conformidad con l libertad de
expresin religiosa.
En 1985, por recomendacin
de la Comisin de Asentamientos
Humanos, la Asamblea General
design el primer lunes de octubre
Da Mundial del Hbitat (resolucin 40/202 A). En 1986, primer
ao en que se observ este Da, la
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

fecha coincidi con el dcimo aniversario de la Primera Conferencia


Internacional sobre el Hbitat: Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos.
Vancouver. Canad. 1976.
SEGUNDA CONFERENCIA DE
LAS NACIONES UNIDAS
SOBRE LOS ASENTAMIENTOS
HUMANOS (HBITAT II)
Se realiz en la ciudad de Estambul, Turqua del 3 al 14 de junio de
1996, sus organizadores expresaron: Hemos adelantado mucho
desde Vancouver y la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos.
En los ltimos 20 aos, el mundo
ha cambiado dramticamente. Pero los problemas con que nos enfrentbamos en los aos 70 no
han sido resueltos. La pobreza, el
hambre, la enfermedad, los desequilibrios poblacionales, la falta de
equidad siguen a nuestro alrededor ... Los asentamientos humanos, especialmente en las ciudades, son factores claves en las complejas ecuaciones cuyas premisas
son el crecimiento y el desarrollo,
los problemas ambientales, los derechos humanos y la erradicacin
de la pobreza ... Nuestra respuesta
colectiva, el Programa de Hbitat,
recoge nuestra visin sobre lo que
son asentamientos humanos, ciudades, pueblos y aldeas, seguros,
prsperos, sanos y equitativos. Esta
es nuestra visin del futuro comn,
este debe ser el espritu de
Estambul.
La Declaracin de Estambul sobre Asen ta mien tos Hu ma nos
expresa:
1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y las delegaciones oficiales de los pases reunidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hbitat II), celebrada en Estambul (Turqua) del
3 al 14 de junio de 1996, aprovechamos la oportunidad de hacer
nuestros los objetivos universales
de garantizar una vivienda adecuada para todos y de lograr que
los asentamientos humanos sean
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ms seguros, salubres, habitables, equitativos, sostenibles y productivos. Nuestras deliberaciones


sobre los dos temas principales
de la Conferencia la vivienda
adecuada para todos y el desarrollo de asentamientos humanos
sostenibles en un mundo en proceso de urbanizacin se han inspirado en la Carta de las Naciones Unidas y vienen a reafirmar
los lazos de solidaridad existentes
y forjar nuevos lazos para una accin solidaria en los planos local,
nacional e internacional, a fin de
mejorar el entorno en que vivimos. Nos com pro me te mos a
respetar los objetivos, principios y
recomendaciones contenidos en
e l Pr o g r a m a d e H b i t a t y
prometemos
ayudarnos
mutuamente par a hacerl os
realidad.
2. Conscientes de la urgencia
de la cuestin, hemos examinado
el proceso de deterioro de las condiciones de la vivienda y los asentamientos humanos. Al mismo tiempo, reconocemos que las ciudades
y los pueblos son centros de civilizacin y fuente de desarrollo econmico y del progreso social, cultural, espiritual y cientfico. Debemos
aprovechar las oportunidades que
nos ofrecen nuestros asentamientos y preservar su diversidad a fin
de fomentar la solidaridad entre
nuestros pueblos.
3. Reiteramos nuestra determinacin de mejorar el nivel de vida de
toda la humanidad en un contexto
de mayor la libertad. Recordamos
la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos, celebrada en
Vancouver (Canad), la celebracin del Ao Internacional de la Vivienda para las Personas sin Hogar
y la Estrategia Mundial de la Vivienda hasta el Ao 2000, que han
contribuido a suscitar una comprensin universal de los problemas de los asentamientos humanos y en los que se ha instado a la
accin en pro de la vivienda adecuada para todos. Gracias a las recientes conferencias mundiales de
las Naciones Unidas, en especial

la Conferencia de las Naciones


Unidas sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo, disponemos de un
programa amplio para lograr de
manera equitativa la paz, la justicia
y la democracia, sobre la base del
desarrollo econmico, el desarrollo social y la proteccin del medio
ambiente, que son componentes inter de pen dien tes
y
complementarios del desarrollo
sostenible. Hemos procurado
incorporar los resultados de esas
conferencias en el Programa de
Hbitat.
4. Para mejorar la calidad de vida en los asentamientos humanos,
debemos luchar contra el deterioro
de condiciones que, en la mayora
de los casos y sobre todo en los pases en desarrollo, han alcanzado
dimensiones crticas. A tal fin, debemos encarar de manera amplia las
modalidades de produccin y consumo insostenibles, sobre todo en
los pases industrializados; los cambios demogrficos insostenibles, incluidas la estructura y la distribucin de la poblacin, prestando
atencin prioritaria a la tendencia
a una concentracin excesiva de la
poblacin; las personas sin hogar;
el aumento de la pobreza; el desempleo; la exclusin social; la
inestabilidad de la familia; la insuficiencia de recursos; la falta de infraestructura y servicios bsicos; la
ausencia de una planificacin adecua da; el aumento de la
inseguridad y de la violencia; la
degradacin del medio ambiente y
el aumento de la vulnerabilidad
ante los desastres.
5. Los desafos que plantean los
asentamientos humanos son de escala mundial, pero los pases y las
regiones encaran tambin problemas concretos que requieren soluciones concretas. Reconocemos
que tenemos que intensificar nuestros esfuerzos y potenciar nuestra
cooperacin para mejorar las condiciones de vida en las ciudades y
pueblos de todo el mundo, en particular en los pases en desarrollo,
donde la situacin es especialmente grave, y en los pases con economas en transicin. A ese respecto,
87

Adolfo Saloma

reconocemos que la mundializacin de la economa internacional


presenta a la vez oportunidades y
problemas para el proceso de desarrollo, as como riesgos e incertidumbres, y reconocemos que la
consecucin de los objetivos del
Programa de Hbitat se facilitara,
entre otras cosas, si se adoptan medidas positivas en esferas como la
financiacin del desarrollo, la deuda exterior, el comercio internacional y la transferencia de tecnologa. Nuestras ciudades deben ser
lugares en que los seres humanos
disfruten de una vida plena en
condiciones de dignidad, buena
salud, seguridad, felicidad y
esperanza.
6. El desarrollo rural y el desarrollo urbano son interdependientes.
Adems de mejorar el hbitat urbano, debemos tratar tambin de ampliar adecuadamente la infraestructura, los servicios pblicos y las
oportunidades de empleo en las zonas rurales, a fin de hacerlas ms
atractivas, de constituir una red integrada de asentamientos y de reducir al mnimo la migracin de las zonas rurales a las urbanas. Es preciso prestar particular atencin a los
pueblos medianos y pequeos.
7. Como el ser humano es el aspecto ms importante de nuestras
preocupaciones respecto del desarrollo sostenible, es tambin la base de nuestra accin para dar efecto al Programa de Hbitat. Reconocemos que las mujeres, los nios y
los jvenes tienen una necesidad
especial de vivir en condiciones seguras, salubres y estables. Intensificaremos nuestros esfuerzos por
erradicar la pobreza y la discriminacin, por promover y defender los
derechos humanos y las libertades
fundamentales de todos y por satisfacer sus necesidades esenciales,
como la educacin, la nutricin,
los servicios de salud durante todo
el ciclo de la vida humana, y, en especial, una vivienda adecuada para todos. Para ello, nos comprometemos a mejorar las condiciones
de vida en los asentamientos humanos de forma compatible con las
necesidades y realidades locales, y
88

reconocemos que es preciso tener


en cuenta las tendencias econmicas, sociales y ambientales mundiales a fin de garantizar la creacin
de un entorno mejor para todos.
Trataremos tambin de lograr la
participacin plena e igual de todas las mujeres y de todos los hombres y la participacin efectiva de
los jvenes en la vida poltica, econmica y social. Propiciaremos el
acceso sin restricciones de los discapacitados y la igualdad entre los
hombres y mujeres en las polticas,
los programas y los proyectos de vivienda y de desarrollo de asentamien tos hu ma nos sostenibles.
Asumimos estos compromisos, en
particular, ante los ms de mil
millones de hombres y mujeres que
viven en condiciones de pobreza
absoluta y ante los grupos
vulnerables y desfavorecidos que
se mencionan en el Programa de
Hbitat.
8. Reafirmamos nuestra voluntad de lograr progresivamente el
pleno ejercicio del derecho a una
vivienda adecuada, como se ha
previsto en los instrumentos de derecho internacional. A tal fin, solicitaremos la activa participacin de
nuestros copartcipes de los sectores pblico y privado y de las organizaciones no gubernamentales, a
todos los niveles, para brindar a todas las personas y a sus familias garantas jurdicas con respecto a la
tenencia, la proteccin frente a la
discriminacin y la igualdad de
acceso a una vivienda asequible y
adecuada.
9. Ampliaremos la oferta de vivienda asequible, para lo cual velaremos por que los mercados funcionen con eficiencia y de manera social y ambientalmente racional,
por que se mejore el acceso a la tierra y al crdito y porque se ayude a
los que es tn ex clui dos del
mercado de la vivienda.
10. Con objeto de conservar el
medio ambiente mundial y mejorar
la calidad de vida en nuestros asentamientos humanos, nos comprometemos a adoptar modalidades
sostenibles de produccin, consumo, transporte y desarrollo de los

asentamientos; a prevenir la contaminacin; a respetar la capacidad


de carga de los ecosistemas y a velar por que se preserven las oportunidades de las generaciones futuras. A ese respecto, cooperaremos
en un espritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del
ecosistema de la Tierra. Como se
ha contribuido en mayor o menor
grado a la degradacin del medio
ambiente mundial, reafirmamos el
principio de que los pases tienen
responsabilidades comunes pero
diferenciadas. Reconocemos tambin que debemos adoptar estas
medidas de forma compatible con
el enfoque basado en el principio
de precaucin, que se aplicar de
manera generalizada segn las capa ci da des de los pases.
Promoveremos asimismo la
creacin de entornos salubres, en
especial
mediante
un
abastecimiento adecuado de agua
potable y la ordenacin eficaz de
los desechos.
11. Fomentaremos la conservacin, la rehabilitacin y el mantenimiento de edificios, monumentos,
espacios abiertos, paisajes y modalidades de asentamiento de valor
histrico, cultural, arquitectnico,
natural, religioso y espiritual.
12. Adoptamos la estrategia de
habilitacin y los principios de la solidaridad y la participacin porque
son los medios ms democrticos y
eficaces de hacer realidad los compromisos que asumimos. Reconociendo que las autoridades locales
son nuestros colaboradores ms
cercanos, esenciales para poner
en prctica el Programa de Hbitat, teniendo en cuenta el ordenamiento jurdico de cada pas, debemos promover la descentralizacin
por conducto de autoridades locales democrticas y fortalecer sus capacidades financieras e institucionales de forma acorde con la situacin de los pases, velando al mismo tiempo por que sean transparentes, responsables y por que respondan a las necesidades de la poblacin, que son requisitos esenciales de la accin de los poderes pEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

blicos a todos los niveles. Tambin


aumentaremos nuestra cooperacin con los parlamentarios, el sector privado, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales
y dems organizaciones de la sociedad civil con el debido respeto de
su autonoma. Mejoraremos asimismo la condicin de la mujer, y alentaremos a las empresas del sector
privado a que efecten inversiones
social y ambientalmente racionales. La accin en el plano local se
debe orientar y estimular mediante
programas locales basados en el
Programa 21, el Programa de Hbitat u otros programas equivalentes, teniendo presente la experiencia de cooperacin mundial que
empez en Estambul con la Asamblea Mundial de Ciudades y Autoridades Locales, sin perjuicio de las
polticas, objetivos, prioridades y
programas nacionales. De
acuerdo con la estrategia de
habilitacin, incumbe a los
gobiernos la responsabilidad de
aplicar medidas especiales,
cuando proceda, en favor de los
grupos desfavorecidos y
vulnerables.
13. La ejecucin del Programa
de Hbitat requerir financiacin
adecuada, por lo que, debemos
movilizar recursos financieros a nivel nacional e internacional, incluidos recursos nuevos y adicionales
de todas las fuentes: multilaterales
y bilaterales, pblicas y privadas. A
ese respecto, debemos facilitar el
fortalecimiento de las capacidades
y promover la transferencia de tecnologa y conocimientos especializados apropiados. Reiteramos,
adems, los compromisos que contrajimos en recientes conferencias
de las Na cio nes Uni das, en
especial los contenidos en el
Programa 21 respecto de la
financiacin y la transferencia de
tecnologa.
14. Creemos que la aplicacin
cabal y eficaz del Programa de Hbitat requerir que se fortalezcan el
papel y las funciones del Centro de
las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hbitat), habida cuenta de la necesidad de que
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

se concentre en objetivos y cuestiones estratgicas bien definidos y


claramente formulados. A tal fin,
nos comprometemos a apoyar la
eficaz aplicacin del Programa de
Hbitat y de su plan de accin mundial. Por lo que atae a la aplicacin del Programa de Hbitat, reconocemos cabalmente la contribucin de los planes de accin
regionales
y
nacionales
preparados para la presente
Conferencia.
15. Con la Conferencia de
Estambul se inicia una nueva era
de cooperacin, la era de una filosofa de solidaridad. Al acercarnos
al siglo XXI, ofrecemos una visin
positiva del desarrollo de asentamientos humanos sostenibles, la esperanza de un futuro comn y una
exhortacin a participar en una empresa de indudable valor e inters,
la de construir mancomunadamente un mundo en el que todos vivan
en un hogar seguro con la promesa de una vi da de co ro sa en
condiciones de dignidad, buena
salud, seguridad, felicidad y
esperanza.
Es interesante destacar que una
delegacin de autoridades de la
Municipalidad Provincial de Cusco
estuvo presente en esta Conferencia, sin embargo no fue de ninguna utilidad para el desarrollo sostenible de la ciudad, porque los alcances de este evento mundial no
fueron aplicados en el municipio,
no obstante que permanecieron durante tres gestiones seguidas en la
conduccin del gobierno local.
ESTAMBUL +5
Del 6 al 8 de de junio del ao
2001, cinco aos despus de Hbitat II, la Asamblea General de las
Naciones Unidas celebr una sesin especial para repasar y evaluar la puesta en prctica del programa mundial del Hbitat. Para
evaluar el progreso que se ha hecho para lograr los compromisos y
las estrategias del programa del
Hbitat, se les invit a todos los
Estados Miembros de las Naciones
Unidas a preparar un informe sobre la puesta en prctica nacional
89

Adolfo Saloma

y local del Programa Hbitat, que


reflej las opiniones del gobierno y
de sus socios
Todos los socios el del Programa Hbitat, incluyendo autoridades locales, el sector privado y comunidades, deben controlar y evaluar regularmente su propio funcionamiento en la puesta en prctica
del programa del Hbitat estudiando asentamientos humanos compa ra bles e in di ca do res de
albergue y mejores prcticas
documentadas...
La Asam blea emi ti la
DECLARACIN SOBRE LAS
CIUDADES
Y
OTROS
ASENTAMIENTOS HUMANOS EN
EL NUEVO MILENIO, en la que expresan: Nosotros, representantes
de gobiernos, guindonos por los
propsitos y principios de la Carta
de las Naciones Unidas y congregados en este perodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General para examinar la aplicacin
del Programa de Hbitat, reconocer los progresos realizados e individualizar los obstculos y las cuestiones emergentes, reafirmamos
nuestra voluntad y compromiso de
aplicar plenamente la Declaracin
de Estambul sobre los Asentamientos Humanos y el Programa de Hbitat y decidimos sobre nuevas iniciativas en el espritu de la Declaracin del Milenio de las Naciones
Unidas. La Declaracin de Estambul y el Programa de Hbitat seguirn constituyendo el marco bsico
para el desarrollo sostenible de los
asentamientos humanos en los
aos venideros.

hambre y enfermedades recurrentes,


estos compromisos fueron suscritos
todava en 1990.
Cada Objetivo se divide en una
serie de metas, un total de 18,
cuantificables mediante 48 indicadores concretos. Por primera vez,
la agenda internacional del desarrollo pone una fecha para la consecucin de acuerdos concretos y
medibles.
OBJETIVO 1: Erradicar la pobreza
extrema y el hambre.
Reducir a la mitad, entre 1990 y
2015, la proporcin de personas que sufren hambre.
Reducir a la mitad, entre 1990 y
2015, la proporcin de personas cuyos ingresos son inferiores
a un dlar diario.
Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos,
incluyendo mujeres y jvenes.
OBJETIVO 2: Lograr la enseanza
primaria universal.
Asegurar que en 2015, la infancia de cualquier parte, nios y nias por igual, sean capaces de
completar un ciclo completo de
enseanza primaria.
OBJETIVO 3: Promover la igualdad entre los gneros y la autonoma de la mujer.
Eliminar las desigualdades entre
los gneros en la enseanza primaria y secundaria, preferiblemente para el ao 2005, y en todos los niveles de la enseanza
antes de finales de 2015
OBJETIVO 4: Reducir la mortalidad infantil.
Reducir en dos terceras partes,
entre 1990 y 2015, la mortalidad de nios menores de cinco
aos.
CUMBRE MUNDIAL SOBRE
OBJETIVO 5: Mejorar la salud maLOS OBJETIVOS DE
terna
DESARROLLO DEL MILENIO
Reducir en tres cuartas partes,
Del 20 al 22 de setiembre de
entre 1990 y 2015, la mortali2010 se desarroll la Cumbre de la
dad materna.
ONU sobre los objetivos de desarro- Lograr el acceso universal a la
llo del Milenio y concluy con la
salud reproductiva.
adopcin de un plan de accin mun- OBJETIVO 6: Com ba tir el
dial para alcanzar los ocho objetivos VIH/SIDA, el paludismo y otras ende lucha contra la pobreza para su fermedades.
fecha lmite de 2015, asimismo se Haber detenido y comenzado a
anunci nuevos compromisos para
re du cir la pro pa ga cin del
la salud de las mujeres y los nios y
VIH/SIDA en 2015.
otras iniciativas contra la pobreza, el
90

Lograr, para 2010, el acceso univer sal al tra ta mien to del


VIH/SIDA de todas las personas
que lo necesiten.
Haber detenido y comenzado a
reducir, en 2015, la incidencia
de la malaria y otras enfermedades graves
OBJETIVO 7: Garantizar el sustento del medio ambiente.
Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las polticas y los programas nacionales
y reducir la prdida de recursos
del medio ambiente.
Haber reducido y haber ralentizado considerablemente la prdida de diversidad biolgica en
2010.
Reducir a la mitad, para 2015,
la proporcin de personas sin acceso sostenible al agua potable
y a ser vi cios b si cos de
saneamiento.
Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al
menos 100 millones de habitantes de barrios marginales.
OBJETIVO 8: Fomentar una asociacin mundial para el desarrollo.
Este objetivo es el nico que no
est marcado por ningn plazo,
lo que para muchos significa
que ya de be ra es tar
cumplindose.

PASES QUE HAN CUMPLIDO


LAS METAS DEL MILENIO
De los pases Latinoamericanos
y Caribeos, Chile y Venezuela han
cumplido las Metas para el Milenio. Cuba ha cumplido la mayora
de las metas, sobre todo en el aspecto social, y est previsto su cumplimiento total para el ao pactado
por las Naciones Unidas. El presidente Alan Garca afirm el 22 de
setiembre de 2010 en la ONU que
el Per cumpli con la mayora los
objetivos trazados y que se cumplirn todos antes de la fecha pactada. Destacando que el Per logr
el rcord mundial en la reduccin
de la pobreza.
Dentro de la Amrica Anglosajona slo Canad cumpli con las
Metas para el milenio, pasando a
solo tener en 2008 un 0,21% de su
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

poblacin viviendo en pobreza extrema, cuando en 1990 posea a


casi el 6% de su Poblacin en la
Pobreza Extrema.
En la Unin Europea solo Espaa, Irlanda y Luxemburgo han cumplido las metas para el Milenio,
aunque la Unin Europea posee
un caso especial ya que la mayora
de los pases casi no poseen pobreza extrema, considerando que esto
se tome como una meta cumplida;
Alemania, Espaa, Luxemburgo,
Suiza, Suecia, Francia, Irlanda, Reino Uni do y Finlandia han
Cumplido las metas Para el
Milenio.
En la Comunidad de Estados
Independientes y el este de Europa,
slo Turqua, Ucrania y Rusia han
Cum pli do las me tas pa ra el
Milenio.
En frica, Sudfrica es el nico
que ha cumplido las metas para el
Milenio, aunque estos ltimos aos
la Pobreza Extrema ha aumentado
y se cree que el 2010 ya no estar
cumpliendo estas metas.
Asia ha logrado el mayor esplendor en el cumplimiento de estas metas, ya que Malasia, Filipinas, Vietnam, Hong Kong, Taiwn, Singapur y Corea del Sur han cumplido
estas metas. Japn al igual que la
Unin Europea, ya casi no posea
pobreza extrema por lo que Japn
ya habra cumplido las metas para
el Milenio. Destaca la India, y se
cree que para 2012 cumplir las
metas del Mi lenio ya que ha
reducido la Pobreza Extrema en
ms de un 30%.

En Medio Oriente y pases rabes no africanos, los Emiratos rabes Unidos y Qatar han sido los
nicos en Cumplir las Metas para
el Milenio.
En Oceana, Nueva Zelanda ha
sido el nico en cumplir estas metas, aunque Australia tambin se
considera totalmente cumplida estas Metas, ya que la pobreza extrema en Australia no supera el 0,1%.
PROBLEMTICA URBANA
Las ciudades son hoy el principal lugar de produccin, consumo
y creatividad, pero tambin son la
fuente de la mayor parte de los daos ambientales y donde stos se
manifiestan con mayor virulencia.
Estos problemas se deben a caractersticas propias de lo urbano y
por tanto muchas soluciones deben partir especficamente de la ciudad. La actividad en las ciudades
repercute gravemente:
1. SOBRE LA CAPACIDAD DE
CARGA MUNDIAL POR:
La utilizacin de energa fsil en
edificios, actividades, transporte
con sus correspondientes emisiones contaminantes; Consumo de
recursos fsicos y su consecuente
produccin de residuos; La emisin de contaminantes dainos para todo el planeta, como los metales pesados o los destructores de la
capa de ozono, etc.
2. SOBRE LA CAPACIDAD DE
CARGA LOCAL Y REGIONAL:
Fuerte presin sobre el agua (superficial o fretica); Sobre los suelos y la vegetacin; Alta produc-

cin de residuos; Contaminacin


atmosfrica, etc.
El Marco Territorial para propiciar la sostenibilidad segn Carlos
Valaguer y Viana Crdenas en su libro Desarrollo urbano y sostenibilidad ecolgica pasa por las siguientes directivas bsicas: Limitacin de la dispersin urbana; Redistribucin territorial de los recursos;
Gestin integrada de los flujos de
energa y materia; Reduccin de
las necesidades de movilidad motorizada; Reequilibrio entre entorno
natural, rural y urbanizado; Fomento del desarrollo local y la
autonoma de los ncleos urbanos;
Insercin en las redes globales.
Los mismos autores en el libro
antes referido consideran que las
condiciones bsicas para lograr la
sostenibilidad de las ciudades son:
Articulacin de piezas urbanas;
Rehabilitacin y reutilizacin del patrimonio construido; Compacidad;
Mezcla de usos; Cohesin social y
participacin; Habitabilidad; Concepcin del espacio pblico como
escenario privilegiado de la vida
ciudadana; insercin de la naturaleza en la ciudad; Predominio del
transporte pblico y peatonal sobre el vehculo privado; Uso de las
energas renovables; Gestin de la
demanda del agua; Reduccin,
reutilizacin y reciclaje de los
residuos.
Estos criterios son aplicables a
los asentamientos humanos si se
les encamina por los amplios predios de la sostenibilidad econmica, sostenibilidad social, sostenibili-

Cusco 2021.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

91

Adolfo Saloma

dad ambiental y sostenibilidad poltica, los que se construyen sobre


sus variables econmicas y financieras; sociales, culturales y de
identidad; fsicas y ambientales, as
como las referentes a poltica y
gobernabilidad.
LINEAMIENTOS PARA EL
DESARROLLO SOSTENIBLE DE
LA CIUDAD DE CUSCO
Los retos que la ciudad de Cusco
debe enfrentar hasta llegar al ao
2021 que es emblemtico por ser
el bicentenario de la independencia,
el referente numrico del siglo que vivimos, del Programa 21 y si no se altera el proceso electoral corresponder al cambio de gobierno nacional, deben significar la real mejora de sus instituciones, infraestructuras, equipamientos, planes, mobiliarios, etc. a fin de brindar adecuadas
condiciones de habitabilidad y competitividad territorial a sus ciudadanos, en esa perspectiva debern inscribirse las diversas propuestas, para
ser viables con la realidad. Evidentemente los problemas que se nos
vienen son cada vez ms complejos
pero no por ello imposibles de ser
resueltos.
Debemos estar preparados para tener en Cusco el ao 2021 una
poblacin que supere los 400 mil
habitantes y una megalpolis nacional en Lima con ms de 10 millones. Evidentemente estas cifras
reflejan la profundizacin del centralismo que el neoliberalismo se
encarg de ahondar en la primera
dcada del siglo XXI y de la aceleracin del proceso de urbanizacin.
Cusco seguir constituyendo el centro de nuestro sistema urbano regional con los actuales roles y funciones, a los que se deber adicionar el cultural, que deber ser desarrollado junto a la actividad turstica, cuya infraestructura debe ser
orientada para servir a las variadas
actividades culturales nacionales e
internacionales.
Desde el lado del uso de suelo,
los cambios que se registrarn en
la ciudad de Cusco modificarn
sustancialmente su actual estructura, por cuanto debern reubicarse:
92

el aeropuerto, los terminales ferroviarios, campo ferial de Huancaro,


parte del mercado de San Pedro,
etc.; en esa perspectiva la ciudad
continuar su expansin hacia
Huacarpay por el Este y hacia
Poroy por el Oeste.
En este contexto y sin retrasos se
debe destugurizar, recuperar y conservar el CHM, consolidar los ejes
de crecimiento con asentamientos
humanos debidamente equipados,
propiciar el pleno empleo del sistema vial de la ciudad afianzando
las vas de evitamiento, expresa y
transversales. Y por cierto la interocenica demanda de una nueva
va que evite ingresar a la ciudad.
El racional uso de suelo implica
espacios adecuados para vivienda, trabajo, ampliacin y construccin de nuevas infraestructuras de
servicios bsicos, comunales, recreativos, deportivos, equipamientos y mobiliarios. Tambin significa
resolver los problemas vinculados
al medio ambiente y a la calidad
de vida del poblador, para ello, se
requiere recuperar y descontaminar los ros que cruzan la ciudad,
construyendo y ampliando los sistemas de alcantarillado para aguas
negras y pluviales, as como
nuevos rellenos sanitarios
tcnicamente manejados.
La reforestacin sostenida de las
cuencas y laderas del valle del Cusco significa la restitucin y revitalizacin del medio ambiente. Otro tanto deber ocurrir con el cumplimiento de las previsiones sobre sismicidad, geodinmica, reas inundables, de deslizamiento, etc., que
han identificado espacios no adecuados para la localizacin de
asentamientos humanos. La gestin y la administracin de la
ciudad as como la solucin de sus
problemas significan tener:
GOBIERNO LOCAL
Con capacidad de decisin y autonoma econmica, poltica y administrativa, cuyos roles y funciones
no admitan interferencias o cruces
con otras instituciones, ni dudas sobre su responsabilidad ante los problemas urbanos y de su hinterland,

que debern ser concertados con


otras instancias e instituciones del
gobierno descentralizado, universida des, co le gios pro fe sio na les,
poblacin
organizada
e
instituciones de la sociedad civil.
La buena gobernabilidad debe
caracterizar la gestin municipal,
para lo cual, se requiere adems
del origen democrtico de sus autoridades elegidas en transparentes
procesos electorales capacidad,
ho nes ti dad,
ca li dad
y
profesionalismo de sus integrantes.
Por otra parte, esta institucin debe poner en plena vigencia y mejora
permanente el presupuesto participativo, desterrando el clientelismo poltico y las prcticas megalmanas e
irresponsables que algunos alcaldes,
regidores y funcionarios suelen darse al desconocer los planes, alterar
prioridades, destinar los recursos pblicos a capricho en actividades inconsultas e innecesarias, como ocurre con ornamentaciones y escenografas urbanas que alteran y desvirtan la monumentalidad de la
ciudad,
deviniendo
en
intranscendentes para el bienestar
de la colectividad.
Lo anterior demanda la necesidad de fiscalizar y sancionar severamente el despilfarro y la apropiacin de los recursos del Estado manejados irresponsablemente desde
las municipalidades, que amparadas en sus mayoras relativas del
Concejo Municipal eluden el control y fiscalizacin de la minora de
regidores, Contralora y de la poblacin organizada que debe partici par en las instancias de
coordinacin y monitoreo de la
gestin municipal.
PLAN DE DESARROLLO
LOCAL SOSTENIBLE
La necesidad de prever y racionalizar las acciones, as como optimizar
los escasos recursos demanda la necesidad de contar con un Plan de Desarrollo Local Sostenible, concertado
y participativo, el cual debe ser logrado en base a consensos con la poblacin organizada, instituciones, organizaciones polticas, etc. y elaborado en base al Plan Integral de DesaEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE PARA EL CUSCO

rro llo Pro vin cial, al Plan de


Acondicionamiento Territorial y al
Plan Urbano.
Este Plan deber tener continuidad en el tiempo, para lo que debe
ser evaluado, reajustado y si el caso
as lo demanda reformulado. Por tanto, ser el marco de referencia para
la formulacin y la ejecucin de los
planes correspondientes a los distritos, CHM, servicios, empresas, etc.
No es concebible tener planes
que por falta de respaldo y/o decisin po l ti ca no pue dan ser
aplicados.
CAMBIO DE USO DEL SUELO
Los recursos tursticos del Cusco
a los que se adicionan los de la regin aseguran un proceso de expansin sostenida de esta actividad, cuya meta de un milln de turistas/ao en la primera dcada
del siglo, ser largamente superada el ao 2021 entre turistas
nacionales y extranjeros.
Esta realidad obliga a construir un
aeropuerto internacional dotado
con tecnologa de punta que le de seguridad, capaz de operar da y noche y con aviones de distinta magnitud. La construccin del aeropuerto
internacional en Chinchero, reorientar el crecimiento de la ciudad en
direccin a Poroy y al valle sagrado.
Este nuevo escenario permitir
utilizar el terreno del actual aeropuerto Velasco Astete para reubicar parte de las infraestructuras y
equipamientos pblicos y privados
del CHM, por lo que no deben ser
mal utilizados como ocurri con el
anterior situado en el Distrito de
Wanchaq. Este terreno constituye
la ltima oportunidad que tiene la
ciudad para desconcentrar y centralizar parte de sus nuevas infraestructuras en una zona de fcil
acceso y localizado en la parte
central de la ciudad del ao 2021.
Otros cambios estarn en relacin a los terminales de transporte terrestre, cuya utilizacin se incrementar con los impactos de la carretera
interocenica y los ferroviarios de
Wanchaq y San Pedro, la nueva localizacin de esas infraestructuras esta-

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

rn en Huambuto y Poroy, respectivamente, esta ltima, siempre y cuando no se sustituya la va frrea por la
funesta carretera que pretenden los
mer ca de res del turismo para
acceder, fundamentalmente a
Machu Picchu.
EXPANSIN DE LA CIUDAD
La principal direccin de crecimiento de la ciudad seguir siendo
la cuenca del ro Huatanay, por el
Este, es decir en direccin a Saylla,
Oropesa y Huacarpay.
Sin alcanzar la dinmica anterior la otra expansin se registrar
hacia el lado Oeste, en direccin
al distrito de Poroy, el mismo que se
fortalecer con la construccin del
aeropuerto en Chinchero. La otra
tendencia de crecimiento seguir
siendo por el lado Sur sobre la carretera hacia Paruro y sobre la
cuenca del ro Huancaro. Hacia el
Norte la expansin de la ciudad encontrar su umbral en la parte alta
de los cerros y en el Parque
Arqueolgico de Saqsaywaman.
Este proceso de urbanizacin que
viene cubriendo todo a su paso cual
si fuese la superficie por donde se
desparram un lquido, requiere ser
modificado. Hay que detener la desaparicin de las reas agrcolas
que circundan la ciudad, la casi obligada urbanizacin de las comunidades campesinas, el rompimiento del
equilibrio ecolgico y la alteracin
del medio ambiente.
Por otra parte, la reubicacin de
los terminales ferroviarios, la captacin de agua desde el ro Vilcanota
para el Plan Maestro de Agua Potable, los centros poblados a lo largo
de la carretera CuscoHuacarpay,
permiten plantear la necesidad de
consolidar un conjunto de asentamientos sostenibles a lo largo de esa
va, con poblaciones que no deben
exceder los 10 mil habitantes.

no menos del 60% del Presupuesto


General de Inversiones del pas.
El particular reconocimiento
de Cusco como Patrimonio Cultural de la Humanidad y una de las
Siete Maravillas del Mundo Moderno le permitir acceder al financiamiento internacional, si la
municipalidad tambin orienta
sus gestiones en esa direccin
con la finalidad de lograr no slo
la recuperacin y conservacin
del CHM sino el manejo de los
ros y cuencas que atraviesan y circundan la ciudad.
Los recursos provenientes del canon gasfero, sobre canon minero y
el posible canon turstico debern
ser orientados para el desarrollo sostenible con inclusin social. Sin embargo los recursos propios, donaciones y transferencias no sern suficientes para atender ni resolver las demandas acumuladas, lo que no nos
permitir ser parte del estado de bienestar y modernidad que el avance
cientfico y tecnolgico brinda a la
humanidad en el siglo XXI.

GOBIERNO REGIONAL
La descentralizacin va regiones pasa por un nuevo tipo de acumulacin de capital y de desarrollo
humano integral, auto centrado y
sustentable, que integre democrticamente al pas, que conceda a las
regiones y municipios de una real
descentralizacin econmica, poltica y administrativa, con identidad
local, regional y nacional y de integra cin la ti noa me ri ca na para
encarar el desafo de instaurar un
nuevo orden mundial.
Esta articulacin integral significa construir el cambio y el progreso desde nuestras energas internas. Para ello la autogestin, el
au to go bier no y la au to no ma
constituyen las vigas maestras del
desarrollo, en el que, la ciudad
de Cusco ser el principal sostn
ECONOMA Y FINANZAS
para la consolidacin de una maLa gestin municipal en el futuro cro regin autnoma, descentraliseguir siendo precaria sino est in- zada y articulada competitivamenmersa dentro de un proceso sosteni- te con el contexto nacional e
do de descentralizacin, en la que internacional.
junto a las regiones debern recibir
93

Elias Carreo

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL


CENTRO HISTRICO DEL CUSCO
Elias Carreo Peralta1

l Cus co, in clui do por la


UNESCO en la Lis ta del Pa tri mo nio Mun dial el ao 1983 tie ne una im por tan cia es pe cial,
his t ri ca y cul tu ral, me re ce do ra de su con si de ra cin co mo
pa tri mo nio de la hu ma ni dad
por ha ber si do la ca pi tal del
pro yec to po l ti co, cul tu ral y ju r -

di co ms gran de y s li do de la
his to ria del Pe r que fue el Esta do Inca o Ta wan tin su yo 2 . Al lle gar los es pa o les se apo de ran
de la ciu dad y, co mo sm bo lo
de su do mi nio, le van tan sus ca so nas so bre los mu ros de los
an ti guos pa la cios y eri gen sus
igle sias pro fa nan do los ado ra -

to rios in cai cos. Sur ge as el


Cus co que co no ce mos, ciu dad
sin gu lar que con ser va hue llas
de su tra za in cai ca y com bi na
dos ar qui tec tu ras so ber bias: la
in ca y la es pa o la. Vea mos en
es te en sa yo la evo lu cin am bien tal y ju r di ca que ha te ni do
nues tra his t ri ca ciu dad.

1 Profesor asociado de la Facultad de Derecho y Ciencias Polticas de la UNSAAC, Magister en Derecho Ambiental por la Universidad de
Andaluca y Coordinador de la Oficina de Planes de Gestin Cultural y Planes Maestros de la Direccin Regional de Cultura. Email:
ecarrenop@hotmail.com
2 Designacin quechua que significa el Estado de las 4 regiones. Era el Estado Inca o Estado Quechua.

94

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

tanay sobre el cual, se encuentran


ciudades importantes como el
Cusco, San Jernimo, San
Sebastin, etc.
La depresin del Cusco es alargada, siguiendo la direccin nortesur, tiene una longitud aproximada de 30 Km, con un ancho que vara de 1.5 a 3 Km. Esta depresin
se cierra en la localidad de Angostura y se vuelve a ensanchar entre
Saylla y Oropesa. Su altura vara
en los 3,100 y 3,400 m.s.n.m. Los
lmites norte, este y sur estn caracterizados por la presencia de laderas, las que actualmente se hallan
ocupados en buena parte por
asentamientos
marginales
(Castillo, 1998).
El valle del Cusco se localiza en
una unidad morfolgica regional
de altiplanicie, cerca de la cordille1.1. GEOMORFOLOGA
El valle del Cusco se encuentra ra oriental. El valle o depresin del
si tua do en las coor de na das Cusco se encuentra limitado por
133045" Latitud Sur y 715833" otras unidades locales. Al sur estn
Longitud Oeste a una altura de las serranas del Vilcaconga y al
3,416 m.s.n.m. El clima de la ciu- norte la meseta de Sacsayhuamn
dad es fro y seco. Se presentan y las montaas del Cusco que tiedos marcadas pocas climticas nen cumbres altas como el Senqa.
que son la de lluvias y secas. Entre Entonces, las caractersticas topolos meses de diciembre a marzo se grficas del valle, por constituir
presenta la poca de lluvias con una depresin morfolgica, deterabundantes precipitaciones y una minan que el viento ejerza sus
temperatura promedio de 18 C. movimientos en forma restringida
La poca de secas abarca los (R. Palomino, 2000).
meses de abril a noviembre.
Litolgicamente est constituido 1.2. EL CENTRO HISTRICO
por depsitos de gravas, arenas co- Y LAS MICROCUENCAS
rrespondientes a conos de deyec- CIRCUNDANTES
cin, flujos de barro, datomitas exEl mbito territorial adyacente a
tendidas en toda la unidad estrati- los ros ha servido siempre al homgrfica, limos, arcillas intercalados bre para el desarrollo preferente
con horizontes de paleo suelos de de la actividad agrcola, pecuaria,
co lo res cla ros, tambin se el aprovechamiento de los recurencuentra turba (S. Mendivil: sos naturales, as como para asen1994).
tarse, edificar y contribuir pueblos.
Geolgicamente, la ciudad del Ese espacio se denomina cuenca
Cusco se encuentra dentro de la que es el mbito geofsico por donFormacin de San Sebastin (H. de discurren las aguas a otro cuerGregory, 1916) o Depresin del po principal de agua. Segn Axel
Cusco (Mendivil, 1994) que confor- Dourojeanni la cuenca hidrogrfima el Valle del Huatanay. Morfol- ca, en efecto: Es una unidad geogicamente, conforma una superfi- grfica, delimitada por la propia
cie depresiva a manera de una naturaleza, especialmente por los lcuenca cerrada alargada, delimita- mites de las zonas de escurrimiento
da por las laderas del valle del Hua- de las aguas superficiales que conI. EL AMBIENTE DEL CENTRO
HISTRICO DEL CUSCO
El ambiente del Cusco y en particular del Centro Histrico viene sufriendo un creciente deterioro por
factores diversos que tienen estrecha relacin con su configuracin
topogrfica, la contaminacin proveniente del parque automotor, la
tugurizacin vehicular, la congestin de las actividades econmicas
y tursticas, el inadecuado manejo
de los residuos slidos, la invasin
de los cerros circundantes, la falta
de espacios verdes sin olvidar la falta de una gestin adecuada y sostenible de las microcuencas que cruzan el centro y la ciudad, as como
la falta de un adecuado sistema de
desages y alcantarillado.

vergen hacia un mismo cauce.


Por su ubicacin estos espacios
tienen el nivel de una microcuenca,
subcuenca y cuenca.
1.2.1. LA MICROCUENCA DE
SAPHY Y EL CENTRO
HISTRICO
El Centro Histrico del Cusco ha
sido construido sobre la superficie
de la microcuenca del ro Saphy,
que a su vez forma parte de la subcuenca del ro Huatanay y la cuenca del Vilcanota que se dirige al
mbito geogrfico de la Hoya del
Amazonas. La subcuenca del Huata nay tie ne una ex ten sin de
902.1374 Km2 y est integrada
por las microcuencas de los ros
Huancaro, Saphy, Chocco, Cachimayo, Pumamarca, Huaccoto, Mullucancha, Tipn, Oropesa, Lucre,
Saylla, Kayra, Tankarpata y Pillao
Matao (IMA, 1994).3
La microcuenca del ro Saphy est
ubicada en la parte noroeste de la
ciudad, entre las coordenadas
130250 al 133140 Latitud Sur
y 715730 al 720000 Longitud
Oeste, ocupa el espacio geogrfico
de los distritos de Santiago, Wanchaq y Cusco con un rea de 44.34
Km2 entre las altitudes de 3,300 y
4,400 m.s.n.m. Tiene una longitud
de ro de 7.20 Km., de los que 3.00
Km. estn canalizados en el tramo
que cruza la ciudad. Los tributarios
del ro Saphy cruzan tambin la ciudad, conformando las submicrocuencas de los ros Tullumayu, Chunchulmayu, Rocopata, Kilkomayo,
Picchu, Ayahuayco y Kenkomayo.
El sector urbano de la microcuenca tiene un rea de 557 Has.
siendo el ms importante, el espacio que corresponde al mbito de
edificacin del Centro Histrico
con un aproximado de 215 Ha. La
importancia que surge del ro
Saphy es preeminente, toda vez
que la disposicin geogrfica del
ro con respecto al rea urbana, le
confiere la mayor gravitacin en
cuanto al volumen e importancia
de los bienes y vidas afectables por
un
siniestro
de
origen

3 Diagnstico Regional de la Subcuenca del Huatanay.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

95

Elias Carreo

hidrometereolgico (Corde Cusco, chay, Picchu y Saphy que en con1984).


junto generan una intensa actividad geotectnica, formando ple1.2.2 CARACTERSTICAS DE
gamientos, deslizamientos y fracLA MICROCUENCA DE SAPHY turas. Durante el perido cuaterLa microcuenca recibe el nom- nario, debido a la erosin fluvial
bre del ro Saphy a partir de la con- se profundizaron las quebradas
fluencia de los ros Muyorco y Cha- de Saphy y Chacn, desestabilicn. Le corresponde la zona de vi- zando los taludes que generan
da situada entre los 3,500 a 4,500 deslizamientos y derrumbes contim.s.n.m. entre el bosque seco mon- nuos (IMA, 1999).
tano bajo y el pramo muy hmedo subandino. La vegetacin nati- 1.2.3. LA MICROCUENCA, LA
va est dominada por el molle TRAMA URBANA Y LOS
(Schinus molle), gramneas, mezcla- RIESGOS
das con algunas arbustivas espinoLa ciudad inca del Cusco o Qossas y herbceas rastreras que, en- qo se edific en base a un tratatre todas, conforman asociaciones miento adecuado de las zonas de
de transicin de los denominados seguridad del ro Saphy y sus tribusubpramos. Entre las especies in- tarios. En poca inca los ros formatroducidas predomina el eucalipto, ban parte de la ciudad y las riberas
de hecho no muy conveniente para y fajas marginales eran estrictamencombatir la erosin y los aludes.
te respetados y conservados con sGeomorfolgicamente, la micro- lidos muros de proteccin. La adecuenca se ubica entre las altiplani- cuada gestin de todos los espacies de Sacsayhuamn, al noreste; cios de cuenca formaba parte de
las alturas de Picchu al oeste y el va- un for mi da ble y sostenible
lle del Cusco al sudeste. Las coli- ordenamiento territorial y
nas situadas en ambas mrgenes ambiental.
del ro, estn constituidas por mateEn la poca incaica, el problema
riales fluvio glaciares de fuerte pen- de la preservacin y seguridad urbadiente que contienen gravas, are- na fue resuelto plausiblemente. A
na, arcilla y limos. El mismo suelo despecho de la tradicin planificadodel Centro Histrico est formado ra de los Incas, ningn criterio de plapor depsitos de acarreo fluvio alu- nificacin se observa en lo actualvial y lacustre (INDECI, 2001).4
mente existente, puesto que los ros
Las llanuras fluviales se encuen- fueron confinados, sin atencin a la
tran sobre substrato rocoso, perte- idea de las descargas que haba que
neciente a la formacin Yuncaypa- conducir, as como tampoco manteta (calizas, lutitas, yesos, etc) que se ner el perfil y la traza de la ciudad y,
encuentran fuertemente fractura- por ltimo propiciando la utilizacin
das. De hecho la microcuenca del de reas destinadas a la seguridad
ro Saphy y su entorno, se encuen- (Corde Cusco, 1984).5
tran afectados por una importante
La ciudad colonial se edific enactividad sismotectnica regio- tonces en base a patrones culturanal, porque en esta microcuenca les que no tomaron en cuenta la
se encuentra la Falla Saphy de di- comprensin inca del entorno ni
rec cin N15W y bu za mien to los ms mnimos criterios de planifi75SE que provoca inestabilidad cacin urbana y territorial. Las caen la zona (INDECI, 2001).
lles Choquechaca, Saphy, la misEstudios cientficos realizados ma Plaza de Armas, la Avenida Sol
identifican hasta tres fallas geol- y otras se encuentran sobre cuergicas que atraviesan la micro- pos de agua y/o antiguas zonas de
cuenca: La falla de Tamboma- proteccin o defensa riberea.

La construccin de la canalizacin de la Avenida Sol que data de


1942, est evidentemente ejecutada con los principios de la tecnologa de concreto armado y de los
clculos hidrulicos respectivos
(Corde Cusco, 1984). Sin embargo, en el sector donde el ro Saphy
se encuentra canalizado, se tiene
referencias que existe un desequilibrio entre el volumen de agua que
ingresa a la canalizacin y el que
sale en el sector del valo Pachucuteq, por lo que se deduce que se
presenta un fenmeno de infiltracin, que representa un peligro potencial para el Centro Histrico del
Cus co (Instituto Nacional de
Defensa Civil, 2001).6
Entonces, una grave amenaza
para la seguridad fsica del Centro
Histrico constituyen las frgiles canalizaciones de la ciudad, el corrodo sistema de alcantarillado y el
grave deterioro geolgico y ecolgico de la microcuenca y submicrocuencas que atraviesan la ciudad.
Prueba de ello es que en diversos
aos, durante la poca de lluvias
se han registrado fuertes deslizamientos de tierras que han ocasionado daos y prdidas de vidas humanas. En 1974 la calle Choquechaca, construida sobre la canaliza cin del ro Tu llu ma yu fue
invadida completamente por un
gran alud de lodo y piedra que
alcanz 2 metros de altura.
Otro sitio muy vulnerable es la
quebrada de Sipaspujio, por donde
discurren las aguas del riachuelo
Chunchulmayo, que atraviesa la ciudad del Cusco por el sector noroeste, teniendo gran parte de su recorrido por debajo de la Avenida del
Ejrcito mediante una canalizacin.
Los deslizamientos son muy frecuentes en esta quebrada por la alta erosin de las empinadas laderas y la
catica invasin de viviendas.
En 1982, por ejemplo, se present un caudal desmesurado de
las aguas, provocando una serie
de derrumbes que obstruyeron la

4 Instituto de Defensa Civil. Estudio de Riesgo y Control en la Quebrada de Saphy - Departamento de Cusco. Estudio Definitivo, Volumen II:
Diagnstico Ambiental y Estudios Bsicos.
5 Estudio de las Cuencas Hidrogrficas para la Defensa del Patrimonio Monumental del Cusco.
6 Informe N 029-2000-CRDC/DR (16.3).

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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

alcantarilla de la carretera troncal


que une al Cusco con Abancay,
igualmente fueron afectadas las viviendas que se encuentran en la
Prolongacin Avenida del Ejrcito,
especialmente en las urbanizaciones San Isidro e Independencia
que se encuentran en la parte alta
del puente de la Almudena, en los
distritos de Santiago y Cusco
(INDECI, 2001).7
Los deslizamientos registrados
en esta quebrada y las otras submicrocuencas se deben a los movimientos temporales de material poco consolidado por factores naturales o inducidos. Los deslizamientos
activos o inactivos cubren ms del
60 % del territorio de la microcuenca del Saphy. Estos fenmenos geodinmicos producen gran cantidad
de sedimentos, que son transportados durante la poca de lluvias
hacia las llanuras fluviales y hacia
la canalizacin del ro Saphy.
De hecho, en recientes aos, varios han sido los desastres que ha
ocasionado esta actividad geotectnica y la degradacin de los suelos. En 1974, por efecto de las fuertes precipitaciones pluviales, se produjo un huayco en las alturas de
Sacsayhuamn, inundando calles y
casas en los sectores de Saphy, Lucrepata, Choquechaca y otros, dejando como damnificados ms de
260 familias con daos materiales
de consideracin.
En 1977 una precipitacin pluvial
extraordinaria, puso en peligro de
ser destruida la canalizacin del ro
Saphy y Choquechaca por el arrastre de material slido. Por el mismo
fenmeno, en 1980, los peines de la
canalizacin del ro Saphy quedaron
bloqueados con peligro inmediato
de rebasar las aguas hacia el Centro
Histrico. En febrero del 2000, se
desliz un pequea masa de tierra,
ocasionando el colapso de dos viviendas y el saldo trgico de dos
personas fallecidas en el sector de
Carmenqa.
En marzo del 2000, las intensas
lluvias y la erosin de los cauces,
provocaron la desestabilizacin de

los gaviones, que en ambas mrgenes, haba dejado la obra del Campamento Municipal de 1997. A
principios del 2001 los gaviones a
la altura del campamento colapsaron completamente. De hecho, el
campamento municipal construido
sobre el lecho del ro Saphy es un
fac tor que in cre men ta las
posibilidades de embalse del ro
(INDECI, 2001).
Las acciones que acentan la
inestabilidad de la microcuenca
son entonces la erosin, los desprendimientos de tierra, desprendimientos de rocas, deslizamientos, flujos de lodo, inundaciones,

La ciudad colonial
se edific entonces
en base a patrones
culturales que no
tomaron en cuenta
la comprensin
inca del entorno ni
los ms mnimos
criterios de
planificacin
urbana y
territorial.

colmatacin, disolucin y socavamiento, movimientos ssmicos y;


como acciones netamente antrpicas se encuentran la acumulacin de desmontes, construcciones inadecuadas, obras viales, desages y drenajes colapsados,
desvos del ro, la falta de conservacin de las obras de prevencin de los incas (INDECI, 2001),
as como la deforestacin, la contaminacin de aguas, la prdida
de la cobertura vegetal nativa y la
acumulacin de residuos slidos
(IMA, 1999).

De este modo, cada ao, principalmente en la poca de lluvias, en la ciudad se presentan un


sinnmero de inundaciones producto de las aguas que discurren
por las calles, que al no encontrar
los sumideros adecuados, desbordan los niveles ms elevados de
las veredas o sardineles. Las inundaciones se incrementan por el
mal estado de los sistemas de drenaje dentro de las mismas viviendas, a lo que contribuye el sistema de drenaje vial que se encuentra en un gran porcentaje en mal
estado de conservacin debido a
la colmatacin de los sumideros
de las calles.
Por todos estos aspectos, el grado de vulnerabilidad de la ciudad
es alto y, la probabilidad de riesgo
resultante de los factores de deterioro, principalmente en poca de lluvias, se tipifica como de Riesgo
Inminente (INDECI, 2001).8
1.3. LA ZONA ECOLGICA Y
LOS ESPACIOS PROTEGIDOS
El establecimiento de espacios o
reas protegidas tiene el objetivo
justamente, de prevenir o evitar el
deterioro de suelos y ecosistemas,
as como la extincin de especies
de la flora o la fauna silvestre y resguardar conjuntos, zonas y parques arqueolgicos. Cerca del
Centro Histrico del Cusco tenemos solamente dos espacios protegidos que son el Parque Arqueolgico de Sacsayhuamn administrado por la Direccin Regional de
Cultura Cusco y, Parque Ecolgico
Privado Gunther de propiedad de
la Compaa Cervecera del Sur del
Per S.A.. En todo caso, el reconocimiento de otros espacios protegidos y su adecuada gestin es una
herramienta efectiva para asegurar
la conservacin de los recursos naturales y conjuntos arqueolgicos
circundantes, en la perspectiva de
proteger el Centro Histrico.
La Carta de Atenas reconoce
precisamente, la unidad esencial
de las ciudades histricas y sus regiones circundantes. La Carta de

7 Informe N 1482001DR/CRDC (16.3)


8 Informe N 25101DR/CRDC (16.3).
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

97

Elias Carreo

Washington de 1987 determina


tambin que: Los valores a conservar son el carcter histrico de
la ciudad o conjunto y la suma de
elementos materiales y espirituales que determinan su imagen, especialmente: (b) La relacin entre
los diversos espacios urbanos,
edificios, espacios verdes y libres;
(d) Las relaciones entre la ciudad
y su entorno bien sea natural o
creado por el hombre.
Segn el vigente Cdigo Municipal de Proteccin de la Ciudad
Histrica del Cusco, la Zona Ecolgica de la ciudad: Es el medio
natural que define y contiene a
las reas urbanas. Est constituido por los cerros que existen en
torno a la ciudad, las quebradas
y los cursos de los ros no cubiertos, dentro y fuera del rea urbana. Com pren de tam bin las
reas naturales protegidas, las
reas agrcolas y de proteccin
ambiental.
Por consiguiente, la microcuenca del ro Saphy, como rea que
contiene al Centro Histrico es
parte de la Zona Ecolgica, al
igual que las otras quebradas o
submicrocuencas y los cerros circundantes, que lamentablemente
se encuentran invadidos por una
catica ocupacin, que adems
de constituir un factor de desestabilizacin de suelos y un riesgo
permanente para los habitantes,
es un factor que incrementa la
contaminacin visual del Centro
Histrico. Se debe fijar entonces
un lmite altitudinal estricto para
la edificacin de viviendas en los
cerros circundantes.
En base a las disposiciones del
Cdigo Municipal de la Histrica
Ciudad del Cusco, las normas de
manejo ambiental y saneamiento
del Plan Director del Cusco, el
Plan Director de las reas Naturales Protegidas, la Ley de reas Naturales Protegidas y su Reglamento, la Ley General del Patrimonio
Cultural de la Nacin y normas
conexas, urge establecer un Sistema de Espacios Protegidos para
el Resguardo del Centro Histrico
del Cusco.
98

Cuenca atmosfrica del Cusco.

1.4. LA CUENCA ATMOSFRICA


Y LA INVERSIN TRMICA EN
EL CUSCO
La cuenca atmosfrica es la regin geogrfica delimitida por obstculos topogrficos de origen natural, en donde se intensifica la circulacin de los vientos locales.
1.4.1. LA CUENCA
ATMOSFRICA DEL CUSCO
La cuenca atmosfrica del Cusco se ha delimitado tomando en
cuenta la cuenca del ro Huatanay
y, las microcuencas circundantes;
como lmites se han considerado
las elevaciones montaosas que
van desde el noreste y recorren hasta el sur este de la ciudad, formando una barrera natural (SENAMHI,
2002).
La cabecera del valle, donde
se encuentra asentado el Centro
Histrico es el mbito ms contaminado de toda la cuenca. Ello se
debe no solo a la alta concentracin del parque automotor en el
Centro Histrico sino tambin a
las mismas fluctuaciones de los
vientos al interior de la cuenca atmosfrica. Resulta que las principales corrientes de vientos provienen del sur del valle, es decir, de
la laguna de Huacarpay atravesando las localidades de Oropesa, Tipn, Saylla, San Jernimo y
San Sebastin llegando pocas brisas al Centro Histrico.

Adems, ocurre que el Centro


Histrico se encuentra rodeado
por un muro de contencin natural
que son los cerros circundantes
que impiden el fcil acceso de los
vientos, incluyendo los que provienen del valle de Anta. Otra fuente
de circulacin de vientos son las microcuencas que rodean la ciudad,
pero que al ser no muy amplias y
significativas en su dimensin geogrfica, no constituyen una seria
alternativa para el desplazamiento
de los vientos.
Efectivamente, la ciudad del
Cusco, por su especial ubicacin,
la altitud en la que se encuentra,
por su topografa y estar rodeada
de colinas constituye una depresin de vaso con especiales caractersticas para la acumulacin de
contaminantes, princi palmente
aquellas caracterizadas por su dispersin y difusin si es que hubiere
suficiente movimiento de aire, turbulencia, menos solaridad y si estuviera ubicado en un ambiente con
topografa ms suave (E. Gil Mora,
1999).
1.4.2 EL FENMENO DE
INVERSIN TRMICA
Estas condiciones hacen que la
ciudad presente niveles de contaminacin de aire muy altos para los
niveles de emisin que posee. La inversin trmica restringe la difusin
vertical de los gases contaminantes, lo que se debe a que en el CusEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

tes ex pli ca das, re tie nen la


contaminacin.

Cpula de contaminacin. Fuente: Revista Orpesa. E. Gil Mora.

co la temperatura del aire en el estrado superior es mayor que la temperatura del aire adosado a la urbe (a lo que se denomina inversin
de subsidencia o de hundimiento) y
es causado por el flujo de aire de
arriba hacia abajo; a este se aade el fenmeno siguiente, que ocurre despus de la puesta del sol: el
suelo y el aire adyacente se enfran
rpidamente por la transferencia
de calor, y la capa de aire que se
halla en contacto con el suelo posee una temperatura menor, consecuentemente se forma una capa de
inversin trmica entre el estrato de
aire fro de la parte baja y el estrato
de mayor temperatura de la parte
alta en los primeros 100 metros.
Durante la noche cuando la superficie del suelo y la ciudad se enfran, el aire adyacente al suelo
pierde calor y se forma la inversin
trmica. La contaminacin emitida
en la tarde y en la noche es as capturada bajo esta capa y no se dispersa hasta que la superficie se caliente suficientemente. En efecto, al
disminuir las temperaturas estos volmenes se concentran, incrementado la densidad del aire y por consiguiente de los contaminantes
contenidos en ella (SENAMHI,
2002).
Este fenmeno permanece mientras la velocidad y la direccin del
viento no sean modificadas. Usualmente temprano por las maanas
las condiciones son muy estables y
de quietud. A partir de las 10:00
horas las condiciones cambian, no
solo por el viento sino tambin por
la radiacin solar; as el estrado in-

ferior se calienta y debido a la turbulencia empieza la difusin y por


lo tanto, a desparecer la cpula de
bruma y niebla formada en la
ciudad (E. Gil Mora, 1999).
1.4.3 LA CONTAMINACIN
ATMOSFRICA
Es un fenmeno mundial que no
reconoce regiones ni fronteras polticas. La contaminacin atmosfrica en una determinada zona est
condicionada a la presencia de
tres elementos primarios (J. A. del
Giorgio, 1975):
Condiciones metereolgicas9
que determinan la dispersin en
la baja atmsfera.
Fuentes de emisin de contaminantes.
Receptores, animados e inanimados, sobre los cuales inciden
y a quienes afectan los contaminantes dispersados.
En el Cusco, las condiciones
metereolgicas no son propicias
para la dispersin de los agentes
contaminantes. Entonces, dadas
las con di cio nes to po gr fi cas,
morfolgicas y de clima que tiene
nuestra ciudad, favorece la acumulacin de contaminantes, principalmente en pocas de sequa
cuyas condiciones climticas son
poco favorables al proceso de dispersin de contaminantes predominantes en los meses de junio a
setiembre (R. Palomino, 2000).
De este modo, la depresin geolgica sobre la que se halla edificada la ciudad y en particular el
Centro Histrico, as como las
condiciones metereolgicas an-

1.4.4. CAUSAS DE LA
CONTAMINACIN
La contaminacin de la baja troposfera en el Cusco se debe tambin, a los siguientes factores:
A.
EL
CRECIMIENTO
ACELERADO DEL PARQUE
AUTOMOTOR: En 1989 se registraron 11,806 vehculos en circulacin y 33,316 unidades motorizadas el 2001. Por lo tanto, el crecimiento es del 282% en el lapso de
22 aos (MTC). El 43.53 % de los
vehculos son gasolineros, calculndose una produccin de 24.76 toneladas de compuestos de azufre
al ao. Las zonas de mayor congestionamiento vehicular se presentan
en: Avenida Sol Avenida Garcilaso, Ayacucho Avenida Sol, San
Andrs Ayacucho, Santa Clara
Concevidayoc, Calle Nueva Cascaparo, Matar, Plaza de Armas,
Beln y Limac Pampa Grande
(Trnsito de la PNP, 1998).
Estas zonas muestran mayor trfico los das hbiles de la semana
siendo las horas denominadas
punta de 7:30 a 8:30, 12:30 a
13:30, 17:30 a 18:30. El periodo
del ao en el que existe mayor movimiento vehicular es de abril a diciembre y principalmente durante
las festividades costumbristas de la
ciudad (R. Palomino, 2000).
B. Las quemas e incendios de formaciones vegetales: Esta inadecuada prctica de la poblacin campesina del departamento, se reproduce ao tras ao en la poca de secas o estiaje tras la creencia de que
la ceniza producida por las quemas constituye un abono natural
para la agricultura.
Si bien, la utilizacin del fuego
puede ser una herramienta de trabajo para el campesino que requiere ampliar su frontera agrcola, no
obstante, las quemas circunscritas
al campo de cultivo, por negligencia y otros factores, frecuentemente
resultan en grandes incendios en la
zona andina, ceja de selva y selva.

9 Son la temperatura, vientos y precipitaciones que varan en funcin de latitudes, estaciones y topografa circundante.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

99

Elias Carreo

Las aparentes ventajas de corto plazo colisionan adems, con otras serias secuelas de las quemas, como
son la desaparicin de microorganis mos, mi cro fau na, procesos
microbiolgicos, nutrientes y la
biodivesidad de los suelos.
As, durante la poca de secas,
la contaminacin en el valle del
Cusco y el Centro Histrico es insoportable y se agudiza an ms en
la baja atmsfera o bisfera a causa de las escazas precipitaciones10,
el fro de las heladas nocturnas y
los motores fuera de punto o muy
gastados, generando una situacin alarmante de permanente
smog fotoqumico por la inversin
trmica.
C. Emisiones provenientes de
las fbricas de ladrillos y tejas: En
aos recientes, la construccin artesanal de viviendas se ha incrementado considerablemente generando una fuerte demanda de
ladrillos, tejas y otros materiales
de construccin que se queman
en fbricas ubicadas en la periferia de la ciudad, especialmente
en los distritos de Santiago, San
Sebastin, San Jernimo y en la
provincia de Quispicanchi empleando, como combustible, material altamente txico y contaminante como son neumticos viejos y aserrn.
Slo en el distrito de Santiago se
han contabilizado 40 de estas fbricas, muchas de las cuales no cuentan con permiso alguno de funcionamiento. El caso de la localidad
de Piipampa es un grave extremo,
pues casi todo el asentamiento est repleto de fbricas clandestinas
de ladrillos y tejas que producen
una terrible contaminacin
atmosfrica.
D. Otros emisores: Que nunca
han sido medidos directamente,
son algunas fbricas como la embotelladora de Cervesur S..A. situada en la Avenida de la Cultura, la termoelctrica ubicada en
la Urbanizacin Bancopata, las
fundiciones de metales (situadas
principalmente en la Av. Huayru-

ropata, Parque Industrial y Prolongacin Av. de la Cultura), aserraderos y carpinteras metlicas, fbricas de tubos y bloquetas, servicentros, lavanderas, molineras,
polleras, panaderas, pizeras y
centros de salud como los hospitales Lorena, Regional y ESSALUD,
sin olvidar las fuertes emisiones
de dixido de carbono (CO2) provenientes del trfico de aviones
que genera el Aereopuerto Velasco Astete.
Tan solo un avin comercial
que despega de un aereopuerto
congestionado, ubicado en las
cercanas de una ciudad, a medida que va tomando altura, provoca una espantosa contaminacin
de ruido y aire al expeler varias toneladas de CO2, vapor de agua y

otros gases como producto indeseable pero inevitable de la combustin del fuel.
Al cabo de varios minutos, la
contaminacin por el ruido de
los motores se reduce a un valor
mnimo, continuando la contaminacin del aire en capas cada
vez ms elevadas, lo cual, por
su mayor peso especfico, comienza a descender a travs de
las capas ms bajas de la atmsfera hasta llegar, al cabo de un
largo tiempo, a la superficie misma de la tierra, pudiendo terminar su periplo en algn curso de
agua, en las costas, sobre la
quie ta su per fi cie de un la go
(J.A. del Giorgio, 1975) o claro
est sobre un Centro Histrico y
sus monumentos.

10 En poca de lluvias, la contaminacin disminuye drsticamente debido a que las precipitaciones ejercen un efecto de lavado de la atmsfera.
La lluvia sin cidos es el mejor limpiador del aire porque arrastra gases y partculas contaminantes.

100

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

1.4.5 NIVELES DE
CONTAMINACIN EN EL
CUSCO
Pocas son las mediciones de la
calidad del aire realizadas en la ciudad del Cusco. Una de las principales ha sido la realizada el ao
2000 por un equipo de trabajo de
la Universidad Nacional de San
Antonio Abad del Cusco, con los
resultados de la Tabla 1.
Las mediciones efectuadas por
distintos organismos especializados,
evidencian que la mayor parte de
sustancias analizadas superan los
LMPs de contaminacin ambiental.
Es el caso de del monxido de carbono, el dixido de nitrgeno, las partculas en suspensin, las partculas
menores a 10 micrones, el plomo y
el dixido de azufre (que para un promedio de 24 horas an no rebasa
los LMPs, pero que se encuentra en
una fuerte proyeccin de aumento) y
que provienen de la combustin de
plsticos, viejos neumticos, gasolina, petrleo y los otros contaminantes y fuentes de contaminacin identificados, estn afectando gravemente
la salud, el ambiente y el patrimonio
histrico y monumental.
1.5 INADECUADA GESTIN
DE RESIDUOS SLIDOS Y
LQUIDOS
Sostenamos en el captulo referido a la caracterizacin de la microcuenca del ro Saphy que los slidos y residuos que arrastran las
aguas obstruyen los sumideros de
la ciudad. No obstante, la problemtica derivada de la inadecuada
gestin de los residuos slidos y lquidos es mucho ms compleja.
En verdad, la eliminacin de la basura y los desechos producidos por
una comunidad resulta uno de los
problemas ms complejos por las
incidencias que tiene sobre la
salud y el deterioro del ambiente.

Tabla 1.
A. Monxido de carbono: CO
Estacin de medicin
Avenida Sol - Afligidos
3
Resultado
36.3 mg/m
Fecha
29 de diciembre de 1998, 12:15 horas
Entidad
UNSAAC, Facultad de Quimica.
B. Dixido de azufre: SO2 . Esta figura muestra los niveles de concentracin del SO2 en el
punto referido y aunque los valores an no sobrepasan los LMPs, pero estn muy prximos a
rebasarlo. Esta medicin coincide con otra efectuada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones el ao de 1999 con el siguiente resultado:
Estacin de medicin
Espaderos, Plaza de Armas, Av. Cultura.
3
Resultado
9.58 ug/m
Ao
1999, promedio 24 horas
Entidad
Ministerio de Transportes y Comunicaciones
C. Dixido de nitrgeno: NO2
Estacin de medicin
Espaderos, Plaza de Armas, UNSAAC
Resultado
86.365 ppb
Ao
1999, promedio 24 horas
Entidad
Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
D. Dixido de carbono: CO2
Estacin de medicin
Calle San Agustn
3
Resultado
638 mg/m
Fecha
29 de diciembre de 1998, 12:15 horas
Entidad
UNSAAC

sitios cercanos o alejados del permetro urbano, convirtindose en botaderos a cielo abierto que son albergue y fuente de alimento para insectos, roedores, cerdos y otros animales identificados como transmisores
de mltiples enfermedades al hombre y los animales domsticos. Por
otro lado, la quema de basura emite
humos, gases y polvos que contaminan el aire y causan serias molestias
a los habitantes (M. Dalguerre,
2001).
El inadecuado manejo de los residuos slidos es uno de los principales problemas ambientales en el Cusco y el Centro Histrico. Actualmente la cantidad total de residuos slidos recepcionada y proveniente de
la ciudad del Cusco, alcanza, en promedio, las 310 toneladas por da,
distribuidos en la forma siguiente:
EMISIN DE RESIDOS SLIDOS EN EL
CUSCO

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Produccin
Ton/da

100 ton/da

Restos de alimentos

75

24.10

55 ton/da

Papeles y cartones

53

17.10

25 ton/da

Plsticos

23

7.40

16 ton/da

Vidrios

21

6.80

Material de construccin

21

6.80

114 ton/da

Wanchaq
San Sebastin

1.5.1. PROBLEMTICA DE
LOS RESIDUOS SLIDOS
Una buena parte de los desechos, en la mayora de ciudades, incluyendo el Cusco, se depositan al
aire libre, en la riberas de los ros, en

Tipo de desecho

Cusco
Santiago
San Jernimo

gnica. Por su parte, los establecimientos de salud en la ciudad del


Cusco, generan un promedio de
2,200 Kg. de residuos al da. En
1980 cada habitante del Cusco generaba 0.60 Kg./hab/da. Actualmente genera 0.77 Kg./hab./da y
se proyecta que en el ao 2050 se
genere 0.93 Kg./hab./da, es decir,
969 toneladas de residuos al da (el
doble de lo que se genera hoy). En
promedio, una persona genera 770
gramos de desechos slidos por da
en la ciudad del Cusco, encontrndose en el distrito de Wanchaq el mayor ndice (0.95 Kg./hab/da) y el
me nor en San Je r ni mo
(0.49 Kg./hab/da). La produccin
de residuos slidos en el Cusco
aumento en 7.8 ton/ao
(Diagnstico IMA, 1998).
La composicin de los residuos
slidos de la ciudad es la siguiente:

Fuente: Municipalidad del Cusco, 2001.

La empresa de limpieza pblica Metales y latas


16
5.10
slo recolecta el 85% de los dese- Otros: pilas, etc
8
2.57
chos. Los mercados de abastos gene- Fuente: Municipalidad del Cusco, Direcran 44 toneladas de residuos al da
cin General de Medio Ambiente. 2000
con un alto contenido de materia or101

Elias Carreo

El Centro Histrico arroja un promedio de 80 ton/da de residuos


slidos entre residuos orgnicos e
inorgnicos que se mezclan durante todo el proceso de gestin, esto
es, desde la disposicin al punto
de transporte hasta su deposicin
en el vertedero. Los principales
aportantes de residuos slidos del
Centro Histrico son las instituciones pblicas y privadas, restaurantes,
es ta ble ci mien tos
de
hospedaje, centros de salud,
mercados y viviendas.
El ncleo del Centro Histrico
presenta una atencin meridianamente regular por parte del SELIP.
No obstante, dicha situacin no se
da en el resto de la misma Zona
Monumental, pues son varios los
puntos de acumulacin inadecuada de residuos slidos. Las principales causas de esta problemtica
son las siguientes:
La creencia generalizada de que
el problema de los residuos slidos es asunto individual, es decir, de la familia, o del barrio,
ocasionando la acumulacin de
la basura en cualquier esquina.
Poca o nula participacin de la
comunidad en la gestin de los
residuos, por creerse que es
asunto estrictamente municipal.
No existen programas de recuperacin, reuso y reciclaje de los residuos slidos.
Insuficiente coordinacin entre
las instituciones pblicas y privadas, as como tambin insuficiente equipo tcnico y logstico.
El deficiente sistema de cobranza de los arbitrios por limpieza
pblica.
No hay conciencia de todos los
aspectos de gestin (planificacin del servicio, manejo de recursos, etapas del servicio), as
como de los aspectos econmicos (costos, tarifas, cobranza,
presupuestos), incluyendo la parti ci pa cin de la poblacin,
informacin y educacin.
El cuello de botella ms serio para implementar un adecuado sistema de gestin de los residuos slidos en el Cusco es la determinacin del relleno sanitario de la ciu102

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

dad. Desde el colapso del botadero de San Antonio en mayo del


2001 a consecuencia de una rebelin popular contra la terrible contaminacin que generaba, distintos
han sido los sitios que han servido
de vertedero de la basura sin que
se haya implementado sistema de
tratamiento alguno.
Actualmente, la basura de la ciudad se arroja en el vertedero de Jaquira, ubicado a 8 km. por la carretera hacia Corcca, a una altura de
3925 m.s.n.m. Obviamente, el lugar ha sido designado sin criterio
geolgico y sin tomar en cuenta
sus caractersticas hidrogeolgicas, ya que la zona se encuentra
en una cabecera de microcuenca,
en el mbito de recarga del acufero kayra que se dirige al valle del
Cusco, produciendo agua de muy
buena calidad que es consumida
por los pobladores del sector y
gran parte de la poblacin de Santiago. Nos encontramos as, ante
un grave problema de
contaminacin de aguas
subterrneas (R. Pumayali, 2002).
A pesar de las obras de proteccin que se han ejecutado como
pozos de lixiviacin, muros de contencin y zanjas de coronacin en
Jaquira Grande, en poca de lluvias el agua va a filtrar, por lo que
la contaminacin es inminente y se
requiere definir un lugar seguro y
adecuado para el relleno sanitario
del Cusco.
1.5.2 PROBLEMTICA DE LOS
RESIDUOS LQUIDOS
La contaminacin de los ros y
riachuelos que rodean y cruzan el
Cusco por inadecuada gestin de
las aguas residuales se inicia todava a partir del ao 1940 cuando
la poblacin del Cusco era estimada en 40,657 habitantes, presentando un crecimiento demogrfico
acelerado, lo que a la vez comenz a generar graves problemas de
contaminacin hdrica. Por tales
consideraciones, las microcuencas
ms afectadas fueron justamente
las situadas en la parte norte de la

ciudad que por su ubicacin se


encuentran en el Centro Histrico.
A partir de ese ao los cauces y
aguas de los ros Tullumayo y
Saphy fueron afectados por la evacuacin directa de los desages domiciliarios y por la disposicin de
los desechos slidos en sus cauces.
Al no haber sido canalizados largo
tiempo y no contando con estructura hidralica de encauzamiento se
convirtieron en focos de infeccin
directa para la ciudad del Cusco y
el ro Huatanay.
Adems de la intensa contaminacin de las aguas, esta problemtica produce otros problemas
ambientales como la erosin de
cauces, incremento de aludes y
avalanchas, desestabilizacin de laderas y reas de deslizamiento activo sin tratamiento, as como deterioro de la cobertura vegetal con
prdida de especies nativas por
uso irracional de bosques y praderas, procesos de mineralizacin y
prdida de fertilidad de los suelos
por falta de materia orgnica, contaminacin de suelos o edfica
causada por el vertido de los
desechos lquidos, etc.
En recientes aos, la contaminacin de las aguas se ha agudizado
tremendamente en el Cusco por la
presencia y conduccin de distintas
actividades industriales, artesanales o semiindustriales. Entre los
prin ci pa les con ta mi nan tes de
aguas, por los desechos vertidos directamente al sistema de desages
o alcantarillado de la ciudad que
desembocan en el ro Huatanay, se
encuentran las peleteras, estudios
fotogrficos, lavanderas, talleres
artesanales, los hospitales Regional y Antonio Lorena del Ministerio
de Salud, el hospital central de
ESSALUD, los camales municipales
y la planta de CERVERSUR S.A. ubicada en la Av. de la Cultura.11
El problema se agudiza considerablemente al no contar la mayor
parte de barrios del Centro Histrico y el resto de la ciudad con adecuados sistemas de alcantarillado
de aguas pluviales, ni un adecua-

do o conservado sistema de canalizacin de aguas residuales, siendo


normal su evacuacin al aire libre
en algunos casos.
La red de alcantarillado de la
ciudad frecuentemente se confunde o enlaza con la red de desages
y tiene capacidad suficiente para
alojar los flujos de aguas servidas
pronosticados en el sistema durante los prximos 30 aos, solo en
condiciones normales, sin considerar la sobrecarga por presencia de
aguas pluviales. Por ello, en poca
de lluvias resulta frecuente el colapso de la red de colectores, discurriendo las aguas servidas al aire
libre en arterias principales de la
ciudad.
Por otra parte ocurre, que prcticamente no contamos con plantas
de tratamiento de aguas servidas,
ya que actualmente tenemos solamente dos plantas de tratamiento.
Una de ellas es muy pequea y se
encuentra destinada solamente al
tratamiento de las aguas servidas
domsticas procedentes del Conjunto Habitacional Hilario Mendivil. La otra planta est situada en el
distrito de San Jernimo. En ambos
casos, pero principalmente en la
planta de San Jernimo el tratamiento es completamente insuficiente por la vieja tecnologa empleada y por el hecho de que las
aguas insuficientemente tratadas o
purificadas vuelven al ro Huatanay
o se emplean para el riego de los
campos de cultivo de las
inmediaciones.
En verdad, sera muy conveniente la construccin de colectores de aguas servidas en cada microcuenca. Tales colectores junto
a un mejoramiento del sistema de
alcantarillado constituyen aspecto esencial para la seguridad fsica del Centro Histrico. La empresa municipal Seda Cusco tiene ya
entre manos la ejecucin, a corto
plazo, de un proyecto integral de
alcantarillado que hay que apoyar. Asimismo hay que impulsar
campaas de educacin ambiental para generar un cambio de

11 Estos ltimos identificados por un estudio propiciado por el Comit AdHoc para la Descontaminacin del rea Urbana del Ro Huatanay
que est trabajando el tema desde el ao 2000.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

103

Elias Carreo

conducta en los hbitos de la poblacin.


Solo en tales condiciones el Centro Histrico del Cusco estar protegido. En ese propsito, ser muy
importante coordinar con Seda
Cusco en la finalidad de que la modernizacin del sistema de alcantarillado de la ciudad ya programada, se ejecute cuanto antes, pero
con si de re las pe cu lia ri da des
artsticas y monumentales del
Centro Histrico.
II. ASPECTOS NORMATIVOS
DEL CENTRO HISTRICO DEL
CUSCO
La legislacin de tutela de Patrimonio Cultural de la Nacin y de
conservacin del ambiente aplicable al Centro Histrico es transversal a todos los niveles jerrquicos
de la normatividad vigente. Veamos el ordenamiento jurdico que
protege al Centro Histrico del
Cusco.
2.1 ORDENAMIENTO
CONSTITUCIONAL
El ordenamiento jurdico del Per, que ciertamente, empieza por
la Constitucin Poltica de 1993, establece un marco normativo muy interesante para la conservacin del
ambiente y el patrimonio histrico.
La normatividad ambiental empieza con la Constitucin, cuyo Art. 2,
inciso 22 reconoce que toda persona tiene derecho fundamental a gozar de un ambiente equilibrado y
adecuado para el desarrollo de la
vida. De esta forma el ambiente en
el Per es un derecho subjetivo y
justiciable, lo que implica que
puede ser defendido ante las
autoridades.
Mientras tanto la normatividad
de proteccin del patrimonio histrico empieza tambin con la Constitucin, cuyo Art. 21 establece que
las construcciones, monumentos o
lugares de valor histrico expresamente declarados bienes culturales
y provisionalmente los que se presumen como tales, son Patrimonio
Cultural de la Nacin. Precisamente, la Ley No. 23765 declara y reconoce expresamente que la ciudad
104

del Cusco es Patrimonio Cultural reformado Art. 195 de la Constitude la Nacin.


cin incluye la competencia expreDe modo concordante, en el sa de los Gobiernos Locales para
marco del Derecho Internacional desarrollar y regular actividades en
Pblico, el instrumento ms rele- ma te ria de con ser va cin de
vante que ha permitido la declara- monumentos arqueolgicos e
toria del Cusco como Patrimonio histricos conforme a ley.
Cultural de la Humanidad es la
Convencin sobre la Proteccin 2.2 LEGISLACIN ESPECIAL
del Patrimonio Mundial Cultural y DE TUTELA DEL PATRIMONIO
Natural de 1972, convencin que CULTURAL
forma parte del derecho nacional
La legislacin peruana consaal haber sido ratificada a travs de gra bases y principios claros para
Resolucin Legislativa No. 23349 la proteccin de los lugares de intey en cuyo Art.4 se determina: La rs histrico. La Ley No. 28296,
obligacin de cada Estado Parte Ley General del Patrimonio Cultude identificar, proteger, conservar, ral de la Nacin, establece el marreha bi li tar y trans mi tir a las co jurdico genrico para la protecgeneraciones futuras el Patrimonio cin del patrimonio cultural. El Art.
Cultural y Natural situado en su IV del Ttulo Preliminar de esta ley,
territorio.
determina que el Estado, los titulaEs necesario tambin precisar res de derechos sobre bienes inteque el Art. 49 de la vigente Consti- grantes del Patrimonio Cultural de
tucin reconoce que el Cusco es la la Nacin y la ciudadana en geneCapital Histrica del Per. Al prop- ral tienen la responsabilidad de
si to, el Pro yec to de Ley No. conservar los bienes culturales y ha4282/2010CR del Congreso per- cer cumplir la normatividad de tutesigue desarrollar dicho Art. 49 de la del patrimonio cultural, el mismo
la Constitucin. Si bien, dicho pro- que est constituido, entre otros,
yecto es loable y persigue darle un por los bienes culturales materiales
sentido pragmtico a la declara- e inmateriales que son testimonio
cin constitucional de que el Cus- de la creacin humana conforme
co es la capital histrica del Per, lo precisa el Art. II y III del Ttulo Prelamentablemente, no ha sido debi- li mi nar de la ci ta da Ley No.
da men te concordado con el 28296, resaltando adems, lo disordenamiento jurdico en materia puesto por el Art. 1.1 que al ocucultural.
parse de la clasificacin de los
En efecto, luego de una brillante bienes culturales inmuebles,
exposicin de motivos, el proyecto incluye por primera vez, en el
colisiona con el ordenamiento jur- ordenamiento jurdico peruano, de
dico en materia cultural, porque ex- modo expreso, a los centros
cluye al Ministerio de Cultura de su histricos.
competencia en cuanto al Centro
Un aspecto normativo que haba
Histrico del Cusco desde que el sido insuficientemente legislado ha siartculo 2 de la propuesta estable- do la facultad de imponer sanciones
ce que la capital histrica deber por parte de la autoridad del Patrimoregularse en la Ley Orgnica de nio Cultural, pues la anterior Ley GeMunicipalidades excluyendo la neral de Amparo al Patrimonio CultuLey General del Patrimonio Cultu- ral de la Nacin, Ley No. 24047 deral de la Nacin No. 28296, su Re- terminaba que el ex INC poda impoglamento, la Ley de Creacin del ner solamente multas. Ante la imposiMinisterio de Cultura, Ley No. bilidad de imponer otras sanciones,
29565 y la propia Ley Orgnica de la Ley No. 27850 ampli las posibiliMunicipalidades, Ley No. 27972. dades de sancin a favor del INC inPor ltimo, tenemos la Ley de Re- cluyendo la demolicin. Felizmente,
forma Constitucional del Captulo con la vigente Ley No. 28296 este
de la Descentralizacin (Captulo asunto ha sido superado, puesto de
XIV del Ttulo IV), Ley No. 27680. El que su Art. 49 considera con clariEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

dad, entre las facultades de sancin


de la autoridad cultural, a las multas, incautaciones, decomisos, paralizaciones y demoliciones que se
aplican tambin contra obras no
autorizadas o que agraden la
volumetra del Centro Histrico del
Cusco.
2.3 LEY DE REGULARIZACIN
DE EDIFICACIONES Y EL
SILENCIO ADMINISTRATIVO
La Ley de Regularizacin de Edificaciones del Procedimiento para la
Declaratoria de Fbrica, Ley No.
27157 y su reglamento el Decreto
Supremo 0082000MTC han generado inicialmente serios problemas para los centros histricos del
pas. El Art. 89 del Reglamento de
esta ley, haba establecido que el
tiempo previsto para la absolucin
del trmite de licencias de construccin u obras es de 20 das, vencido
el cual opera el silencio administrativo positivo, es decir, que si la admi nis tra cin no res pon de, la
construccin que no contaba con
licencia, queda automticamente
regularizada.
Por ello se conoce a tal ley, como
ley de regularizacin de construcciones y, que por cierto, no debera aplicarse para el Centro Histrico del
Cusco, porque con ello, los propietarios, podran realizar intervenciones
atentatorias de la tipologa arquitectnica tradicional alterando la fisonoma del centro histrico. Entonces,
para evitar alteraciones de la volumetra del Centro Histrico del Cusco,
a travs de una Ordenanza debe disponerse que la Ley No. 27157 no es
de aplicacin en el Centro Histrico
ni la Zona Circundante como ha sido precisado en Lima con la Ordenanza Municipal No. 20199ML
del 12 de abril de 1999 o en
Arequipa con la Ordenanza
Municipal No. 1899MA del 22
de junio del mismo ao.
Sin embargo, posteriormente, el
De cre to
Su pre mo
No.
0112005VIVIENDA modific o
dej sin efecto varios artculos del
Reglamento de la Ley No. 27157,
es decir, del Decreto Supremo N
0082000MTC que podan afecEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

tar a los centros histricos. As, por


ejemplo, modifica el Art. 46 del citado D.S. N 0082000MTC incluyendo un prrafo en la opcin
a) sobre la tramitacin, que precisa
que dicha opcin (que permite
construir tan solo comunicando a
la municipalidad) no es de aplicacin en los casos de inmuebles ubicados en zonas monumentales y
centros histricos, debiendo seguir,
en dichos casos, el procedimiento
de la opcin b).
La opcin b) determina justo,
que el propietario solo puede iniciar la obra cuando ha obtenido
la licencia respectiva y por cierto,
la autorizacin previa del INC
que exige la legislacin de tutela
del Patrimonio Cultural de la Na-

Sera muy
conveniente la
construccin de
colectores de
aguas servidas en
cada
microcuenca.

cin. Modifica asimismo, el Art.


47 del D.S. No. 0082000MTC
incluyendo un prrafo en su texto,
precisando que: No se podr ejecu tar obras por au to cons truccin, en ningn caso, cuando se
trate de bienes culturales inmuebles debidamente declarados.
Por ltimo, modifica el Art. 95 incluyendo un prrafo, el numeral
95.4 que aclara que: No proceden las variaciones a los planos y
las especificaciones tcnicas correspondientes a los bienes culturales inmuebles. Con lo cual, ha
quedado debidamente aclarado
que la Ley No. 27157 y su Reglamento ya no son de aplicacin en
el Centro Histrico del Cusco y
otros similares.

Cabe anotar que el silencio administrativo es siempre negativo en


cuestiones del Patrimonio Cultural
de la Nacin, la conservacin del
ambiente, la defensa de los intereses del consumidor y otros intereses difusos o colectivos. La propia
Ley No. 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General a
travs de su Art. 34 al regular los
procedimientos de evaluacin previa con silencio negativo, determina que los asuntos de inters pblico, como los mencionados, nunca
se sujetan al silencio administrativo
positivo. La llamada Ley del Silencio Administrativo, Ley No. 29060
del 28 de junio del 2007, en su Primera Disposicin Transitoria, Complementaria y Final precisa del mismo modo, que excepcionalmente,
el si len cio administrativo es
negativo en los casos en que se
afecte el inters pblico, incidiendo
en el patrimonio histrico cultural.
2.4 LAS LEYES
ANTIPATRIMONIO Y EL
CENTRO HISTRICO
Se trata de las leyes 29164 y
29167, ms conocidas como las
leyes antipatrimonio que respectivamente son la Ley de promocin
del desarrollo sostenible de servicios tursticos en los bienes inmuebles, integrantes del Patrimonio
Cultural de la Nacin y la Ley
que establece el procedimiento especial y transitorio para las licencias de edificacin, ampliacin o
remodelacin de establecimientos
de hospedaje.
La primera de ellas permita la
construccin de hoteles y comedores de lujo (solamente de 4 y 5 estrellas para hoteles o de 4 y 5 tenedores para restaurantes) en mbitos cercanos o zonas de amortiguamiento de los inmuebles culturales, como podan haber sido
los parques arqueolgicos de la
regin del Cusco. La segunda agilizaba tremendamente el procedimiento administrativo para obtener la autorizacin de la Direccin Regional de Cultura Cusco y
la licencia de construccin de la
Municipalidad del Cusco aplican105

Elias Carreo

do el silencio administrativo positivo, muy a pesar de que la ley de


la materia, nunca permiti la aplicacin del silencio administrativo
positivo para asuntos ambientales y de tutela del patrimonio
histrico.
Por cierto, la aplicacin de estas leyes hubiera destruido el Centro Histrico del Cusco, porque
muy fcil hubiera sido para grandes inversionistas -pues no todos
son respetuosos del patrimonio
histrico- invocar estas leyes e introducir construcciones y hoteles
que podan haber atentado contra la volumetra y la tipologa arquitectnica de corte inca y antiguo colonial del Centro Histrico
del Cusco. Ante el inminente peligro de que ello suceda, la ciudadana se moviliz varias veces,
realizando marchas, mtines, huelgas y otras manifestaciones de
fuerza que terminaron por presionar a la opinin pblica y al Congreso de la Repblica, el que
aprob la Ley No. 29202 modificando las dos anteriores.
La Ley No. 29202 determina entonces que la primera, esto es, la
Ley No. 29164 est sujeta, como
requisito previo indispensable, a
que el gobierno regional respectivo, en este caso, el Gobierno Regional del Cusco, apruebe mediante Acuerdo Regional, la relacin de
de los bienes inmuebles culturales
en que se podra aplicar o no la
Ley No. 29164.
En cuanto a la segunda, la Ley N
29202 determina que el procedimiento especial y transitorio para
obtener licencias de edificacin, ampliacin o remodelacin que aquella estableca, aplicando un rpido silencio administrativo positivo de 10
das, no ser aplicable a los inmuebles declarados como Patrimonio
Cultural de la Nacin por el Ministerio de Cultura y estando a que la antigua ciudad del Cusco ha sido declarada expresamente como Patrimonio Cultural de la Nacin por Ley
No. 23765, por lo tanto, la Ley No.
29167 no puede aplicarse
felizmente, a los inmuebles del
Centro Histrico del Cusco.
106

2.5 LA DESCENTRALIZACIN,
EL PATRIMONIO Y EL
AMBIENTE
La Ley de Bases de la Descentralizacin, promulgada por Ley No.
27783 determina que en el ordenamiento jurdico administrativo del
Per existen 3 tipos de competencias que son las competencias exclusivas, las competencias compartidas y las competencias delegables. Entre las competencias compartidas para los Gobiernos Regionales que fija el Art. 36 de esta Ley
se encuentra la difusin de la cultura y potenciacin de todas las instituciones artsticas y culturales regionales. Mientras tanto, entre las
competencias compartidas que fija
el Art. 43 para los Gobiernos
Locales se encuentra la
conservacin de los monumentos
arqueolgicos e histricos.
Por su parte, la Ley Orgnica de
Municipalidades, Ley No. 27972
mediante el inciso 12 de su Art.82
establece que el gobierno local, en
este caso, la Municipalidad Provincial del Cusco, tiene la funcin especial de: Promover la proteccin
y difusin del patrimonio cultural
de la nacin, dentro de su jurisdiccin, y la defensa y conservacin
de los monumentos arqueolgicos, histricos y artsticos, colaborando con los organismos regionales y nacionales competentes para
su identificacin, registro, control,
conservacin y restauracin.
Asimismo, en su artculo 91 respecto a la conservacin de bienes
mo nu men ta les, es ta ble ce que:
Las municipalidades provinciales,
en coordinacin con el Instituto Nacional de Cultura o a su solicitud,
pueden establecer limitaciones especiales por la necesidad de conservacin de zonas monumentales
y de edificios declarados monumentos histricos o artsticos, de
conformidad con las leyes sobre la
materia y con las ordenanzas sobre
proteccin urbana y del patrimonio
cultural.
Las municipalidades en materia
de desarrollo urbano y proteccin
del medio ambiente, de acuerdo a
la propia Ley Orgnica de Munici-

palidades, tienen la competencia


de organizar el espacio fsico y el
uso del suelo (Art. 79), as como el
saneamiento, la salubridad y la salud (Art. 80); el trnsito, vialidad y
el transporte pblico (Art. 81) sin olvidar la educacin, la cultura, los
deportes y la recreacin (Art. 82).
Concordantemente, el Art. I del
Ttulo Preliminar de la Ley General
del Ambiente, Ley No. 28611, precisa que el derecho a gozar de un
ambiente saludable, ecolgicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida es un derecho irrenunciable y que toda persona tiene el deber de contribuir a
una efectiva gestin ambiental y de
proteger el ambiente, as como sus
componentes, asegurando particularmente la salud de las personas
en forma individual y colectiva, la
conservacin de la diversidad biolgica, el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y el desarrollo sostenible del pas. Entonces, es obligacin del Estado y de
la Municipalidad Provincial del Cusco conservar la calidad de vida en
el Cusco. Para ello tienen que
enfrentar conjuntamente todos los
factores de deterioro del centro
histrico.
La Direccin Regional de Cultura Cusco del Ministerio de Cultura
es la entidad encargada de proteger y declarar el patrimonio cultural arqueolgico, histrico y artstico de la Nacin de acuerdo a lo estipulado por el Art. VII del Ttulo Preliminar de la Ley No. 28296. Por
consiguiente, ambas entidades tienen una competencia compartida
en cuanto a la conservacin del Patrimonio Cultural de la Nacin en
el Centro Histrico del Cusco.
2.6 NORMATIVA LOCAL DE
TUTELA DEL PATRIMONIO
CULTURAL DEL CUSCO
Junto a la normativa nacional e internacional, en uso de las facultades
de autonoma que la Constitucin reconoce a los gobiernos locales, la
Municipalidad Provincial del Cusco
ha emitido normativa local especfica, de la que resaltamos los siguientes dispositivos: La Ordenanza MuniEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

cipal No. 02A/MQSG92 por la


que se aprueba el Cdigo Municipal
para la Proteccin de la Histrica
Ciudad del Cusco, la Ordenanza
Municipal No. 1152005MC del
11 de marzo del 2005 que aprueba
este Plan Maestro del Centro Histrico del Cusco y la Ordenanza
Municipal No. 1402005MC del
30 de diciembre del 2005 que
aprueba su Reglamento.
En lo que es el ordenamiento
provincial rigen ahora las ordenanzas municipales 151 y 152 del 31
de mayo del 2006, aprobados luego del Plan Maestro del Centro Histrico del Cusco y de su Reglamento. La Orde nan za Mu ni ci pal
N 151MC aprueba el nuevo
Plan de Acondicionamiento Territorial de la Provincia del Cusco
20062016 y la Ordenanza Municipal N 152MC aprueba el Plan
de Desarrollo Urbano 20062016
de la Provincia del Cusco.
2.7 DELIMITACIN DEL
CENTRO HISTRICO
La Resolucin Ministerial No.
12900 de junio de 1971 declar
al Cusco como Ciudad Monumental estableciendo tres zonas de distintos grados de intangibilidad para el Centro Histrico Monumental. Por consiguiente, en el contexto
de la zonificacin de la ciudad, el
legislador nacional o local siempre
ha tenido el propsito de distinguir
la zona monumental del resto de la
ciudad. El primer dispositivo en fijar los lmites del Centro Histrico
con la denominacin de Zona Monumental fue el Decreto Supremo
290072ED en base a la propuesta de reglamentacin edilicia de
1971, pero amplindola hasta la
Avenida del Ejrcito y la calle
Umanchata. Por Resolucin Suprema 50574ED, se ampla la
Zona Monumental incluyendo dos
manzanas ms de la Avenida Sol y
las calles Puente Rosario, San
Andrs y Ayacucho.
Posteriormente, por Resolucin
Jefatural 348INCJ84, se aprueba el Plan de la Delimitacin de la
Zona Monumental del Cusco. Asimismo por Resolucin Jefatural
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

009INC/J, del 8 de marzo de


1991, se vuelve a ampliar la Zona
Monumental hasta la Avenida
Almudena, por un lado y la Avenida Pardo y la Avenida de la Cultura
por otro lado.
El Cdigo Municipal para la Proteccin de la Ciudad Histrica del
Cusco, en su Art. 24 ha fijado una
delimitacin ampliada del Centro
Histrico que, comprende una considerable extensin que abarca desde la carretera que conduce al Parque Arqueolgico de Sacsayhuamn, la arteria denominada Collacalle, la Avenida Tullumayo y su encuentro con la Av. Sol hasta la calle
Puente Rosario, la calle Cuichipunco, Matar, Tecte, calle Nueva, Tupac Amaru, Av. Antonio Lorena, calle Umanchata, Huasapata, calle
Jerusaln hasta la avenida de la Raza, incluyendo algunos sectores aislados que se determinan en el tramo 1415. El Plan de Desarrollo
Urbano del Cusco del mismo ao
aprobado por Ordenanza
Municipal 005A/MQSG92 lo
denomina Centro Histrico
Monumental del Cusco.
El Plan Urbano de la Ciudad del
Cusco aprobado por Ordenanza
Municipal 027MC de fecha 21
de setiembre del 2000 y que incluye el Plan Director y el Esquema de
Acondicionamiento Territorial reproduce la delimitacin del Cdigo Municipal para la Zona Monumental como Zona I. A su vez, lo
que el Cdigo Municipal denomina como Zona Circundante a la
Zona Monumental es considerada
con la designacin de rea de
Proteccin del Centro Histrico.
La vigente delimitacin del Centro
Histrico, determinada por el Plan
Maestro considera una superficie de
245.63 hectreas y un permetro de
11,460.81 metros lineales. El mbito urbano tiene 153 manzanas, que
representan el 80 % de la ocupacin
del suelo, es decir, al espacio pblico de calles y plazas corresponde slo al 20 % del rea. Su poblacin se
estima en 20,000 habitantes distribuidos en el rea central y los barrios tradicionales de San Blas (Tococachi), Santa Ana (Carmenqa) y San
107

Elias Carreo

Cristbal (Qolqanpata). La densidad


poblacional promedio en el rea
histrica es de aproximadamente
68.69 hab/ha.
2.8 ZONIFICACIN DEL
CENTRO HISTRICO DEL
CUSCO
La necesidad de planificar y zonificar el centro histrico, fue observada hace mucho tiempo cuando,
por ejemplo, el Informe Kubler luego del terremoto de 1950 propuso
considerar como parte de la ciudad histrica, igualmente a los barrios de San Blas, Santa Ana, Beln, Santiago, La Recoleta, Almudena, Rmac Pampa Grande y al conjunto arqueolgico de Mesa Redonda. A travs de la Misin Kubler se
jerarquizaron los espacios urbanos
de acuerdo a su importancia histrica.12
Inspirado en el Informe Kubler, la
Oficina de Planeamiento y Urbanismo encomend al Arq. Luis Mir
Quesada la elaboracin del Plan Piloto de la ciudad del Cusco considerando cuatro zonas13 que eran:
Zona histricoarqueolgica:
que debe ser conservada en su
mayor autenticidad, conservando los edificios valiosos, la estructura urbana rescatando su
carcter cvicocultural.
Zonas urbanas modificables:
para las que se planteaba la formacin de unidades habitacionales.
Zona urbana francamente remodelable: destinada al centro cvico y administrativo.
Zona de expansin futura de la
ciudad: correspondiente a la
Avenida de la Cultura.
Conforme refiere el mismo Arq.
Pimentel, por Resolucin Suprema
26179VC del 22 de noviembre
de 1979, se aprob el Plan Director de la Ciudad del Cusco y su Reglamento elaborado por el Ministerio de Vivienda y Construccin,
creando las siguientes zonas:
Zona A: de uso residencial.

Zona B: de uso mixto.


Zona C: de uso industrial.
Zona D: de uso recreacional.
Zona F: de reglamentacin especial con cuatro subzonas que
eran la Zona Monumental 1,
Zona Monumental 2, Zona Paisajista y Zonas Arqueolgicas.
Zona G: de uso agropecuario.
Lue go, en 1971 el Plan
COPESCO present a la Municipalidad Provincial del Cusco una propuesta de Reglamentacin Edilicia
para la Zona Monumental cuya
elaboracin se haba encargado al
Arq. Vctor Pimentel Gurmendi
que, no obstante, qued como proyecto, pero ya planteaba la necesidad de proteger el Centro Histrico a travs del establecimiento de
tres zonas concntricas de la ciudad que eran: la Zona I destinada
a conservar las caractersticas del
diseo tpico urbano que contiene
los principales inmuebles y espacios de valor monumental histrico, la Zona II destinada a controlar
la volumetra y el diseo urbano en
razn de su posible afectacin a la
Zona Monumental y, Zona III
destinada al marco paisajstico o
natural incluyendo las zonas de
reserva arqueolgica.
En 1991 la Municipalidad Provincial del Cusco dirigida por el
Alcalde de aquel entonces Dr. Daniel Estrada Prez volvi a convocar al Arq. Pimentel para que presentara su proyecto de reglamentacin edilicia, de cuyo resultado se
aprob en 1992 el Cdigo Municipal para la Proteccin de la Ciudad Histrica del Cusco mediante
Orde nan za
Mu ni ci pal
02A/MQSG92 estableciendo
una nueva zonificacin en cinco
sectores, dentro de un nuevo concep to de ur ba ni za cin y
fundamentalmente basado en la
conservacin del centro histrico, y
estas son:
Zona Monumental: que es el
rea correspondiente al centro
histrico.

Zona circundante a la zona monumental: que es el medio urbano de la zona monumental, histricamente ligado a ella.
Zona arqueolgica: est constituida por los sitios donde existen
vestigios prehispnicos, estn o
no en la zona monumental.
Zona ecolgica: que es el medio natural que define y contiene
a las reas urbanas.
Zona de transicin: que corresponde al rea urbanizada despus del terremoto de 1950 y el
rea prevista para expansin
urbana.
A los pocos aos de su promulgacin, esta zonificacin dej de ser
respetada, debido a que el esquema
de expansin fue superado ampliamente por la acelerada dinmica urbana, la inoperancia y falta de decisin de las autoridades encargadas
de su ejecucin14. Entre sus deficiencias se puede anotar15:
Las acciones de renovacin,
equi pa mien to, erra di ca cin,
como de implementacin del sistema vial y de preservacin de
las zonas arqueolgicas y paisajsticas no se cumplieron.
El esquema asumido por el Cdigo adoleca de ciertas limitaciones como: la falta de realidad
de algunas propuestas vinculadas a ciertas vas por el desconocimiento de la topografa o el
asignar a las zonas de expansin urbana tipologas
preurbanas.
Adems, de los aspectos anotados, podemos agregar la falta de
realismo del Cdigo al haber considerado a todo el Centro Histrico
del Cusco como una sola zona de
proteccin rigurosa sin considerar
grados de intangibilidad por sectores y segn su importancia histrica como podra ser una diferenciacin entre el ncleo central, la Avenida Sol, la zona de Nueva Baja y
Nueva Alta, etc. de modo que se
permitan mayores o menores grados de intervencin, pero, claro,

12 Samanez, Roberto y Correa Jos. La Ciudad del Cusco. Anlisis de su deterioro y acciones para su conservacin. Coloquio sobre la
conservacin de los Centros Histricos ante el crecimiento de las ciudades contemporneas.
13 Pimentel Gurmendi, Vctor. Reglamentacin Edilicia para la Proteccin del Ciudad Histrica del Cusco.
14 Oficina de Administracin Urbana de la Municipalidad Provincial del Cusco.
15 Alvarez Trujillo, Hugo. Tesis Universitaria Cusco y la Arquitectura de Fin de Milenio.

108

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

siempre respetando su monumentalidad. Esta falta de suficiente graduacin en la intangibilidad, ha generado por consecuencia justamente lo contrario a su preservacin:
desorden con construcciones o remodelaciones en zonas cntricas
que han desfigurado su tradicional
monumentalidad como es el caso
de la Avenida Sol. Se tendra que
reconsiderar los actuales grados
de proteccin rigurosa, restrictiva y
tolerante con ms realismo.
En particular la zona monumental o Centro Histrico ha sido invadida por una catica utilizacin de
los espacios tradicionales. Es necesario volver a un esquema de zonificacin ms diversificado, como haba propuesto el Plan Director, a fin
de permitir un aprovechamiento escalonado y ms realista de sus espacios. Es decir, que el Centro Hist ri co del Cus co, debe ser
zonificado, proponindose la
siguiente alternativa:
Zona Monumental de Proteccin Estricta: referente al ncleo
del Centro Histrico que, debe
ser de uso peatonal, porque posee cualidades nicas que permitieron su reconocimiento como
Patrimonio Cultural Mundial.
Zona de Uso Turstico: que basndose en la anterior, tendra
que ampliar o diversificar al mximo su radio de extensin.
Zonas de usos especiales: que
han de ser la comercial, financiera, etc.
Zonas de recuperacin: que en
base a los distintos grados de deterioro, deben determinarse por
el Plan Maestro y tengan que intervenirse para conseguir su
conservacin.
Zona ecolgica: constituida por
el ambiente natural circundante
al centro histrico y que es necesario conservar por sus cualidades paisajsticas, arqueolgicas
y ecolgicas.
Se propone para el Centro Histrico, los criterios bsicos para la
nueva zonificacin que seran los
siguientes:
A. Reconocer al Centro Histrico como un rea de tratamiento inEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

tegral que a su vez, cuente con los


siguientes grados de proteccin:
rea de Tratamiento 1, constituida por el rea urbana de mxima proteccin que posee cualidades nicas reconocidas como
Pa tri mo nio Cul tu ral de la
Humanidad.
rea de Tratamiento 2, es el
rea de la ciudad contigua que
ha perdido gran parte de su contenido, pero que es necesario
proteger para recuperar las caractersticas y la calidad de vida
de la ciudad tradicional.
rea de Tratamiento Especial,
constituida por espacios pblicos, recreacionales o sitios arqueolgicos que requieren de
un tratamiento especial.
B. Establecer un rea de Influencia Inmediata: que corresponde al
rea contigua al Centro Histrico,
que ya es la ciudad contempornea siendo necesario mantener sus
caractersticas a fin de garantizar la
monumentalidad y uniformidad
con la ciudad antigua.
C. rea Ecolgica: constituida
por el ambiente natural circundante al Centro Histrico y que es necesario conservar por sus cualidades
pai sa js ti cas, ar queo l gi cas y
ecolgicas.
El vigente Plan Maestro ampla
en efecto, la delimitacin del Centro Histrico del Cusco y adems
considera una sectorizacin para
definir los parmetros urbansticos
y edificatorios en 8 sectores. La delimitacin comprende hacia el norte, la calle Tandapata del barrio de
San Bls, el sector de Sapantiana,
Atoqsaykuchi, calle Tres Cruces,
Kiskapata, Pumapaqcha, Collacalle, Arcopunco, Limacpampa, Av.
Tullumayo, Av. Sol, Av. San Martn,
subiendo por la Av. Ejrcito, puente
Almundena, quebrada Ayahuayco,
su interseccin con la calle Nueva
Alta y la Av. Apurimac, Huasapata,
calle Jerusaln, calle Chanapata y
la quebrada del ro Saphy.

co, como instituciones tutelares del


patrimonio cultural de la ciudad, de
acuerdo a la legislacin vigente, lamentablemente, no pueden intervenir directamente en los inmuebles
que forman parte del Centro Histrico porque simplemente son propiedad privada. En ese contexto, las 2
instituciones tutelares, pueden intervenir directamente slo en espacios
y edificaciones pblicas del Centro
Histrico y pueden ejercer control en
las intervenciones de carcter privado en la perspectiva de asegurar
que los particulares respeten los parmetros urbansticos y edificatorios
del Centro Histrico y su tipologa arquitectnica. No obstante, una alternativa para ayudar a los particulares
a conservar sus inmuebles ha sido la
firma de convenios para aportar
recursos humanos, logsticos y
financieros segn sus competencias.
Sin embargo, la falta de participacin ciudadana y de plena concertacin entre los entes tutelares
del Centro Histrico, las instituciones privadas y otras organizaciones de la sociedad civil, ha sido un
factor constante en la gestin del
Centro Histrico del Cusco. Las entidades competentes han actuado
siempre en base a su mandato legal, su ley orgnica o reglamento
de organizacin y funciones con
poca o escasa coordinacin.
Entonces, constituye un reto para las instituciones involucradas impulsar una gestin acorde a las exigencias y prcticas de los tiempos
actuales y que sea coherente con el
valor del Cusco para la humanidad de tal modo que se faciliten los
procesos para los ciudadanos, se
revalore el patrimonio cultural edificado y la gente local se beneficie
realmente del patrimonio.

3.1 LA JUNTA
COORDINADORA Y LA
SECRETARA TCNICA
El Plan Maestro del Centro Histrico del Cusco plantea crear la Unidad de Gestin del Centro Histrico
III. GESTIN DEL CENTRO
del Cusco como una necesidad imHISTRICO DEL CUSCO
postergable en concordancia con la
La Municipalidad del Cusco y la
Declaracin de Mxico del ao
Direccin Regional de Cultura Cus2000, emitida los das 5 y 6 de abril
109

Elias Carreo

por los alcaldes y otras autoridades


de 31 centros histricos de Amrica
Latina, en el que se comprometieron
a: Crear una entidad de gestin
propia del Centro Histrico. Esta entidad asumir formas diversas de
acuerdo con las distintas realidades
polticoadministrativas locales y nacionales, pero deber asegurar
funciones de manejo integral del
rea y no solamente la ejecucin de
proyectos.
Recordando que la Direccin Regional de Cultura Cusco y la Municipalidad Provincial del Cusco, tienen y tendrn siempre competencia para resolver los asuntos y problemas que se relacionan con el
Centro Histrico, resulta conveniente que formalmente coordinen esfuerzos, iniciativas, estrategias, programas, proyectos y acciones en
pro de su conservacin a travs, de
la Unidad de Gestin del Centro
Histrico del Cusco. Para tal efecto, el Reglamento del Plan Maestro
contempla el establecimiento de la
Junta Coordinadora del Centro Histrico que est integrada por el Director Regional de Cultura y el
Alcalde del Cusco, que ya se ha
instalado y viene reunindose
peridicamente.
De acuerdo a la propuesta de
su Reglamento, la Junta Coordinadora deber reunirse por los menos cada 2 meses de modo ordinario a convocatoria de cualquiera de sus integrantes y puede reunirse extraordinariamente en cualquier momento. Las reuniones y
acuerdos se han de llevar en un libro de actas. La Junta Coordinadora ha de tener las siguientes
funciones:
Dirigir los lineamientos y las polticas culturales para la gestin
del Centro Histrico del Cusco y
la implementacin de su Plan
Maestro.
Priorizar anualmente los programas, proyectos y actividades contemplados en el Plan Maestro
del Centro Histrico del Cusco a
ser implementados conjuntamente y viabilizados mediante
las ac tas de los acuerdos
respectivos.
110

Coordinar la accin conjunta


para atender emergencias que
se produzcan en el Centro Histrico del Cusco ante desastres
como los resultantes de movimientos ssmicos o avalanchas y
aludes causados por fuertes preci pi ta cio nes plu via les que
devienen del cambio climtico.
Al mismo tiempo, se ha instalado la Secretara Tcnica de la Junta Coordinadora, que est compuesta por 3 delegados profesionales de amplia experiencia en asuntos del Centro Histrico, que representan a cada entidad y que deben
es tar ofi cial men te acre di ta dos.
Esta instancia de coordinacin tcnica ha de ser presidida por un Secretario Tcnico elegido entre las
dos entidades por el periodo de un
ao a partir de su eleccin y de modo alternado. El Secretario Tcnico
preside las reuniones y lleva el libro
de actas. La Secretara Tcnica ha
de tener las siguientes funciones:
Proponer y priorizar programas,
proyectos y actividades para la
gestin del CHC e implementacin del Plan Maestro del CHC.
Viabilizar los acuerdos y decisiones que provengan de la Junta
Coordinadora.
Analizar y emitir opinin conjunta
respecto de propuestas de intervencin de administrados, que
puedan tener importante repercusin en los aspectos urbano arquitectnicos y sociales del CHC.
Reunirse de pleno derecho a
convocatoria de cualquiera de
sus miembros ante emergencias
o desastres que puedan ocurrir
en el CHC.
Coordinar con los organismos
tcnicos competentes, las medidas y proyectos de emergencia a
asumirse e implementarse frente
a posibles desastres.
Coordinar con los representantes de las juntas vecinales, las
propuestas de gestin, del patrimonio cultural del CHC.
Coordinar la articulacin de las
disposiciones y medidas de implementacin del Plan Maestro
del CHC con otros planes de
gestin municipal del territorio
como el Plan de Desarrollo

Urbano del Cusco y el Plan Director o Esquema de Ordenamiento Territorial de la Provincia


del Cusco.
Promover y dirigir la actualizacin del Plan Maestro del CHC.
3.2 LOGROS DEL PLAN
MAESTRO DEL CENTRO
HISTRICO DEL CUSCO
Desde su aprobacin el ao
2005, los logros del Plan Maestro
del Centro Histrico del Cusco en
su etapa de implementacin han
sido muy significativos y de cotidiana aplicacin en la Direccin
Regional de Cultura Cusco y la
Municipalidad del Cusco a travs
de las oficinas y comisiones responsables de la revisin de programas y proyectos de recuperacin y restauracin de los bienes
culturales inmuebles y monumentos nacionales que contiene. Bastante destacable tambin es la
creacin del COPLAN al interior
del ente cultural, como instancia
encargada de la implementacin
del Plan Maestro y que ahora trabajar muy estrechamente con la
municipalidad en diversos aspectos como el saneamiento fsico legal, el catastro, registros,
inspecciones, etc. Otros logros
muy destacados de la
implementacin de este Plan
Maestro, son:
La amplia socializacin y concientizacin en la poblacin sobre la importancia del Plan
Maestro.
La organizacin vecinal para el
Centro Histrico del Cusco en
base a los 4 barrios histricos.
La organizacin para la intervencin restaurativa de varios inmuebles del Centro Histrico.
La catalogacin en un 90% de los
inmuebles del Centro Histrico.
El asesoramiento legal a los vecinos y administrados del Centro
Histrico.
El rescate de costumbres y tradiciones como los retablos de semana
santa y juegos tradicionales.
La firma de convenios con importantes instituciones que tienen estrecha vinculacin con la conserEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

vacin de los inmuebles del Centro Histrico como la propia Municipalidad del Cusco, AECI,
SUNARP e INDECI.
El inicio de la actualizacin del
Plan Maestro del Centro Histrico del Cusco.
3.3 ACTUALIZACIN DEL
PLAN MAESTRO
Tenindose en cuenta que los Planes de Desarrollo Urbano en su conjunto estn regulados por el Decreto
Supremo No. 0272003VIVIENDA
que aprueba el Reglamento de Acondicionamiento Territorial y Desarrollo
Urbano, cuyo Art. 12 en efecto, determina que stos tendrn una vigencia de 5 aos contados desde su publicacin y considerndose justamente, que el Plan Maestro del Centro
Histrico del Cusco fue aprobado
como Plan Especfico Urbano por la
municipalidad, al haber transcurrido
5 aos de su vigencia, la Direccin
Regional de Cultura Cusco y la Municipalidad Provincial del Cusco con fecha 8 de marzo del 2011 han firmado el respectivo Convenio Especfico
de Cooperacin Interinstitucional
con el objeto de actualizar el Plan
Maestro del Centro Histrico del
Cusco y su Reglamento. Para tal
efecto, ambas entidades al
momento ya han designado su
personal y equipo tcnico.
3.4 RETOS PARA LA
PROTECCIN DEL CENTRO
HISTRICO
Hay diversos aspectos que deberan considerarse en la actualizacin del Plan Maestro del Centro
Histrico del Cusco, como son
aquellos que afectan a los monumentos histricos y la colectividad
en su conjunto y, que, por cierto,
constituyen verdaderos retos para
la futura gestin del Centro Histrico, entre estos tenemos, los
siguientes:

ble, sin embargo, establece tambin que ese derecho se ejerce en


armona con el bien comn. El Art.
923 del Cdigo Civil peruano precisa en ese mismo sentido que, el
ejercicio del derecho de propiedad
implica la potestad de usar, disfrutar y reivindicar los bienes de los
que se es titular en armona con el
inters social.
En base a los clsicos atributos
del derecho de propiedad que fueron esbozados todava por el Derecho Romano, es que algunos propietarios de inmuebles en el Centro
Histrico del Cusco hacen y deshacen, subdividen o fuerzan desmembraciones, refaccionan sin criterios
tcnicos, introducen elementos exticos, etc., a las estructuras, fachadas de sus viviendas o negocios.
Ocurre tambin que, por absoluta
desidia, varios inmuebles se estn
desmoronando a vista y paciencia
de los mismos propietarios,
inquilinos, autoridades y visitantes.
Es decir, que por accin u omisin generada por algunos propietarios, manzanas enteras del Centro Histrico se encuentran al borde del colapso, sin que las autoridades puedan impedirlo porque
de hacerlo estaran ingresando a la
esfera de la propiedad privada.
Empleando otras palabras, ocurre
que las autoridades encargadas de
velar por la conservacin del Patrimonio Cultural no tienen las suficientes facultades como para intervenir en el mbito de la propiedad
privada inmobiliaria del Centro Histrico. La reglamentacin existente
al respecto, es completamente insuficiente, por lo que en el futuro Reglamento del Plan Maestro es necesario incorporar normas ms claras en cuanto a las restricciones del
derecho de propiedad privada en
el Centro Histrico en base a las
normas genricas de restricciones
al derecho de propiedad que ya
aparecen en los artculos 20 y
siguientes de la Ley No. 28296.

3.4.1 RESTRICCIONES AL
EJERCICIO DEL DERECHO DE
PROPIEDAD
3.4.2 SANEAMIENTO FSICO
Si bien el Art. 70 de la Constitu- LEGAL DE INMUEBLES
cin Poltica del Per estipula que
Otro lineamiento de poltica parel derecho de propiedad es inviola- ticularmente urgente del Plan MaesEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

111

Elias Carreo

tro actualizado ha de ser el reforzamiento del saneamiento fsico legal


de los inmuebles ubicados en el
Centro Histrico, ya que stos jurdicamente se encuentra atomizados y divididos en fracciones de
propiedad indivisas que se expresan en acciones y derechos de partes alcuotas que en muchos casos
han ocasionado divisiones forzosas y anti tcnicas de los inmuebles
que es tn ter mi nan do con
destruirlos. Se tendra que evitar
esas subdivisiones de la
propiedad.
Urge implementar debidamente, el Programa de Saneamiento Fsico Legal de los inmuebles por
manzanas o por cada inmueble
que comience por un diagnstico
legal de cada uno para proponer
su saneamiento legal y, fsico posteriormente. El programa ha de considerar un conjunto de estrategias y
acciones como podran ser la constitucin de un fondo fiduciario que
permita la compra venta rpida de
acciones y derechos indivisos, o
tambin la constitucin de un fondo de crditos blandos para la
construccin de viviendas situadas
alrededor del Centro Histrico que
permitan la destugurizacin de los
inmuebles de valor histrico y cultural, adems, de un conjunto de
incentivos y premios dirigidos a la
desconcentracin de las
actividades econmicas.

aprobado los Estndares de la Calidad del Aire.


Urge entonces adecuar tales
lmites al Centro Histrico del
Cusco mediante una ordenanza, en tanto a que los LMPs del
reglamento nacional han sido
aprobados para las condiciones
climatolgicas y el aire a nivel
del mar de la costa, mientras
que en el Cusco por ser zona de
altura, los gases contaminantes
en cuen tran otras con di cio nes
de expansin ms rpidas que
deben tomarse en cuenta y adecuarse a la norma. De lo contrario, continuar el vaco legal
que permi te la contaminacin atmosfrica de las ciudades y centros histricos de altura. La Municipalidad Provincial del Cusco

3.4.3 ADECUACIN DE LOS


LMITES MXIMOS
PERMISIBLES DE
CONTAMINACIN
De acuerdo a lo establecido por
el Decreto Legislativo 757, denominado Ley Marco para el Crecimiento de la Inversin Privada, cada sector o ministerio debe fijar los lmites
mximos permisibles de contaminacin. As, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ya ha aprobado para todo el territorio nacional los lmites mximo permisibles
(LPMs) de contaminacin del parque automotor mediante Decreto
Supremo N 0572002MTC en
ba se al De cre to Su pre mo
N 0472001PCM que haba

mediante ordenanza municipal


pue de es ta ble cer l mi tes m ximo permisibles ms rigurosos
para la ciudad del Cusco, en
particular para el Centro Histrico en tanto a que lo dispuesto
por la Orde nan za Mu ni ci pal
00599MC es muy general.

112

El Cusco est
considerado
oficialmente como
una de las tres
primeras ciudades
ms
contaminadas del
Per.

3.4.4 MODERNIZACIN DEL


SERVICIO DE TRANSPORTE
PBLICO
Se debe restringir la liberalizacin del transporte y el trnsito
vehicular en el Centro Histrico,
en base a lo dispuesto por el Captulo 7 del Programa 21 aprobado
durante la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio

Ambiente y el Desarrollo de 1992


en el que precisa que: Las estrategias en materia de transporte
debern tender a la reduccin de
la necesidad de vehculos individuales, favoreciendo el recurso al
transporte pblico colectivo y el
establecimiento de vas
separadas y seguras para los
peatones.
Encontramos otro fundamento
en la Carta de Washington que
considera como uno de los mtodos o instrumentos de conservacin de centros histricos el mandato de que: La circulacin de
vehculos debe ser estrictamente
reglamentada en el interior de las
ciudades o de los barrios histricos y las reas de estacionamiento debern fijarse de modo que
no degraden con su aspecto ni el
de su entorno.
El dispositivo que ordena la liberalizacin del servicio de transporte pblico en todo el Per fue
dictado apenas iniciado el rgimen de gobierno del ingeniero
Alberto Fujimori en 1990, implicando la masiva concurrencia de
particulares en cuanto a la oferta
del servicio de transporte pblico
mediante el empleo de unidades
vehiculares de tamao medio
que se denominan comnmente
como las combis y que por decir lo menos, han invadido la ciudad y en particular el Centro Histrico generando una enorme
congestin y un caos prcticamente inmanejable en cuanto al
trnsito vehicular, el que duplica
o triplica la contaminacin ambiental, en grave desmedro del
propio Patrimonio Cultural de la
Nacin, la salud pblica y
comunitaria e incluso del turismo.
Con toda seguridad, podemos
afirmar que el aejo y catico parque automotor ha sido en los ltimos aos el principal factor de deterioro de la ciudad, al punto que
el Cusco est considerado oficialmente como una de las tres primeras ciudades ms contaminadas
del Per. Urge entonces condicionar y restringir al mximo, en especial para el Centro Histrico, la
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ASPECTOS AMBIENTALES Y JURDICOS DEL CENTRO HISTRICO DEL CUSCO

aplicacin del dispositivo legal


que decreta la liberalizacin del
transporte urbano del servicio pblico y turstico, reordenando las
rutas, creando ms zonas peatonales y promoviendo sistemas de
transporte masivo que no contaminen como son los trolebuses o
trenes elctricos alrededor del
Centro Histrico al estilo del
Metropolitano de Lima.
3.4.5 ORDENAMIENTO
TERRITORIAL Y AMBIENTAL
DEL VALLE DEL CUSCO
El Centro Histrico del Cusco,
no es una isla ajena al catico crecimiento urbano que se est dando en el resto del espacio territorial del valle. Al respecto, la Carta
de Washington de 1987, entre
los principios y objetivos que establece, nos recuerda justamente
que: La conservacin de las ciudades y barrios histricos, solo
puede ser eficaz si se la integra en
una poltica coherente de desarrollo econmico y social, y si se la
to ma en con si de ra cin en el
planeamiento del territorio y de
urbanismo en todos sus niveles.
Entonces, tenindose en cuenta lo
establecido por el Art. 20, inciso a)
de la Ley General del Ambiente, Ley
No. 28611 en el sentido de que la
formulacin, aprobacin, y aplicacin de polticas nacionales, sectoriales, regionales y locales en materia
de gestin ambiental y ocupacin ordenada del territorio, debe hacerse
en concordancia con las caractersticas y potencialidades de los ecosistemas, la conservacin del ambiente,
la preservacin del Patrimonio Cultural y el bienestar de la poblacin, debemos de ordenar o reordenar cuanto antes la catica ocupacin del espacio territorial que se est dando
en el valle del Cusco. Al respecto,
debemos sealar que en el Per no
tenemos una ley de ordenamiento
de todo el territorio nacional.
Estas normas que sientan las bases del ordenamiento ambiental y territorial, colisionan, sin embargo,
con otros dispositivos urbansticos
que se dirigen a facilitar al mximo
las inversiones en el sector construcEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

cin, as como la extrema densificacin urbana. En ese sentido, planteamos la derogatoria de los artculos
de la Ley 27157, Ley de Regularizacin de Edificaciones, que no apoyan la conservacin de los centros
histricos y, que permiten ms bien,
construir sin ningn criterio tcnico
acorde con el paisaje o el patrimonio histrico, para luego posibilitar
la regularizacin del permiso de
construccin e incluso su inscripcin
registral muy fcilmente.
Esta ley y la Ley de Habilitaciones Urbanas estn generando muchos problemas en el Centro Histrico y un completo caos en la
ocupacin del espacio territorial
del valle. La Ley de Habilitaciones
Urbanas llega al extremo de permitir a los interesados la presentacin de una simple declaracin jurada en cuanto a los aportes de
reas verdes, deportivas y educativas de un nuevo asentamiento humano. En la prctica, los administrados cometen perjurio porque
en verdad, ellos mismos promueven la invasin de tales espacios
pblicos para luego solicitar su
cambio de uso.
Otro elemento negativo para el
paisaje, el crecimiento armnico
de la ciudad y las visuales del Centro Histrico ha sido la emisin de
la Orde nan za Mu ni ci pal No.
0932010MPC que modifica varios artculos del Reglamento del
Plan Urbano del Cusco, en esencia, para permitir construcciones
de mayor altura, hasta de 8 niveles, claro, fuera del Centro Histrico, pero que en la prctica estn
implicando la aparicin de edificios de mayor nivel en el resto de la
ciudad e incluso en lotes pequeos
y que ciertamente, estn alterando
gravemente la volumetra y fisonoma de toda la ciudad, amenazando convertir al Centro Histrico en
una isla de construcciones tradicionales frente a un catico crecimiento vertical y horizontal al estilo de
La Paz en Bolivia que ha terminado
por sepultar su pequeo centro histrico. Urge entonces modificar esta ordenanza disminuyendo el nivel
de las edificaciones en la zona cir-

cundante al Centro Histrico del


Cusco y ejerciendo mayor control
urbano.
Al respecto, se deber considerar seriamente lo dispuesto por el
ya citado Captulo 7 del Programa 21 cuando estipula que: A fin
de favorecer modalidades sostenibles de vida urbana en las zonas
urbanas debern existir servicios
bsicos tales como el saneamiento, el suministro de agua salubre
y la recoleccin de basura. En los
programas de construccin deber insistirse en la utilizacin de materiales autctonos, diseos eficientes desde el punto de vista de
la energa, materiales inocuos para la salud y el medio ambiente.
Ser necesaria una planificacin
racional para evitar que las
ciudades se adentren en tierras
agrcolas o ecozonas frgiles.
En esa perspectiva, hay que
consolidar y rescatar los ltimos
espacios libres del valle del Cusco para que sean reas verdes,
como ser tarde o temprano el espa cio del ae ro puer to Ve las co
Astete. En verdad, el Programa o
Agenda 21 nos invita a tratar la
problemtica histrica, urbana,
social, territorial y ambiental en
un sentido integral, a travs de lo
que tendr que ser tarde o temprano la aprobacin de la Agenda 21 del Cusco a fin de sentar
las bases para que nuestra ciudad sea realmente una ciudad
sostenible para la vida de esta y
las futuras generaciones.
BIBLIOGRAFA
Agenda 21. Organizacin de Naciones Unidas. Conferencia de Ro de Janeiro sobre Medio Ambiente y
Desarrollo. Brasil, 1992.
Alvarez Trujillo, Hugo. Cusco y la Arquitectura del Fin
de Milenio. Tesis Universitaria. UNSAAC, 1989.
Corde Cusco. Estudio de las Cuencas Hidrogrficas
para la Defensa del Patrimonio Monumental del Cusco. 1984.
Instituto de Defensa Civil. Estudio de Riesgo y Control en la Quebrada de Saphy Departamento de
Cusco. Estudio Definitivo, Volumen II: Diagnstico
Ambiental y Estudios Bsicos. INDECI. Cusco, 2001.
Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente. Diagnstico Regional de la Subcuenca del Huatanay.
IMA. Cusco, 1994.
Pimentel Gurmendi, Victor. Reglamentacin Edilicia
para la Proteccin de la Ciudad Histrica del Cusco.
Plan Piloto de la Ciudad del Cusco para la reconstruccin del terremoto de 1950.
Plan Maestro del Centro Histrico del Cusco. Cusco,
2005.

113

Juan Silva

REVALORACIN DEL PARQUE


ARQUEOLGICO DE SACSAYWAMAN
Juan Antonio Silva Del Carpio1

SAQSAYWAMAN Y SU PLAN
MAESTRO
Cusco, es la principal ciudad depositaria de la herencia ancestral
de la cultura andina, posee innumerables testimonios ancestrales
de quienes la habitaron y aprendieron a convivir armoniosamente
con el medio ambiente. Sin embargo, 500 aos despus de la invasin y destruccin espaola, Saqsaywaman, uno de los principales

legados de la cultura, sacralidad y


tecnologa Inka, asiste a un proceso de gradual destruccin y peligro
de su continuidad a travs del
tiempo.
Por este motivo urge la necesidad de contar con mecanismos legales, instrumentos de gestin y
cambios de comportamiento que
nos permitan poner en valor y proteger este legado de nuestros
antecesores en estas tierras.

En ese sentido, se elabor el


Plan Maestro del Parque Arqueolgico de Saqsaywaman , como un
instrumento tcnico y normativo respondiendo a la necesidad de establecer una adecuada Gestin Integral para la proteccin recuperacin, y conservacin del PAS. Para
esto el Plan concibe la conformacin de un Directorio multidisciplinario liderado por el Jefe del Parque de la Direccin Regional de

1 Arquitecto.

114

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

REVALORACIN DEL PARQUE ARQUEOLGICO DE SACSAYWAMAN

Cultura Cusco del Ministerio de


Cultura y un Reglamento de Usos
del PAS. El Plan fue aprobado por
el ex INC mediante Resolucin Directoral Nacional N 1451 del 26
de Octubre del 2005, su implementacin permite accionar los meca nis mos ade cua dos pa ra el
resguardo y la recuperacin de los
valores patrimoniales culturales y
medio ambientales de su entorno.
El Plan Maestro es producto del
trabajo desarrollado por un Equipo Tcnico multidisciplinario con
especialistas en Arquitectura, Historia, Arqueologa, Antropologa,
Ingeniera Geolgica, Ingeniera
Civil e Hidrulica, Biologa y Economa quienes mediante un procedimiento de trabajo sistematizado,
caracteriz en cada particularidad
la problemtica, planteando luego
so lu cio nes cohe ren tes de
contingencia, de corto, mediano y
largo plazo en un horizonte de 10
aos.
SAQSAYWAMAN, IDENTIDAD
E IDENTIFICACIN
El Patrimonio Cultural de la Nacin, constituye nuestra herencia
distintiva ms preciada y constituye
una de las bases ms importantes
sobre las que se sostiene nuestra
identidad cultural y que nos permite adems reconocernos en un pasado comn. El Cusco, como antigua capital del Tahuantinsuyo,
constituye la ciudad ms antigua e
importante de la Amrica del Sur
precolombina; mantiene adems
una continuidad cultural en torno a
la cultura quechua, depositaria hoy
en da de un legado vivo y una sociedad en constante transformacin, posee adems una gran cantidad de restos arqueolgicos como
testimonio de la sociedad Inka,
sean estos militares, religiosos, agrcolas o utilitarios. Uno de los ms
preciados Monumentos Arqueolgicos es Saqsaywaman, considerado como una de las expresiones
ms elaboradas de la arquitectura
en la cultura Andina y una de las
mayores y ms representativas
expresiones de la cultura e
identidad nacional.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Los testimonios arqueolgicos


de Saqsaywaman poseen gran importancia histrica y cultural por lo
que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nacin. Saqsaywaman
es parte inherente de la concepcin ancestral andina y de la actual
imagen de la ciudad de Cusco,
por esta razn est en vas de ser integrado en la Lista del Patrimonio
Mundial como reconocimiento a la
monumentalidad de la obra Inka integrada a su entorno natural y urbano como cabeza de la totmica
forma de puma de la antigua
ciudad Inka del Cusco o Qosqo
LLaqta
En este marco, es imperioso destacar que los principios del Plan
Maestro se basan en la valoracin
cultural e histrica de Saqsaywaman y su rol actual como testimonio vivo de la cultura Inka y de su
gran connotacin religiosa como
uno de los principales centros ceremoniales Pre Hispnicos, basados
en una concepcin mgico religiosa andina, Saqsaywaman fue la
Casa del Sol en el Hanan Qosqo
de los Inkas, el Apu principal de la
ciudad del Qosqo por la diversidad de huacas y adoratorios que
hasta nuestros das son venerados
y son objeto de ofrendas. Saqsaywaman es considerado el templo
mayor de los Inkas y de la
cosmovisin y religiosidad andina.
Sin embargo la importancia
que posee Saqsaywaman no est
siendo percibida en su real magnitud por la poblacin y sus autoridades debido a los constantes
agravios que atentan contra su integridad, contra la posibilidad de
un mayor conocimiento investigacin e interpretacin y contra su
preservacin. Saqsaywaman viene siendo depredado, mutilado y
mal utilizado, debido al creciente
proceso de urbanizacin acelerado y descontrolado, al aprovechamiento comercial inadecuado y
sometido adems, a un total irrespeto por sus propios pobladores y
visitantes, quienes suelen realizar
prcticas incompatibles a su significacin, debido a la carencia de
identidad y autoestima, as como

a valores en torno a nuestro pasado histrico.


APUNTES HISTRICOS PARA
REFLEXIONAR
Existe variada informacin respecto al origen de la palabra Saqsaywaman. Obviamente las principales acepciones la encontramos
en el quechua cusqueo:
Quechua Cusqueo

Espaol/ Castellano

Saqsay Waman

Sciate Halcn

Saqsa Waman

Halcn Jaspeado

Saqsa Uma

Cabeza Jaspeada

Es identificable la alusin relacionada al ave, halcn o waman, figura mtica de los Inkas y cuya imagen era llevada como pendn o estandarte en las conquistas militares
y durante la expansin del imperio.
Una cuarta hiptesis seala lo
siguiente:
...deriva del adjetivo grecolatino, de ter mi na cin fe me ni na
SAXEA, que significa ptrea o de
piedra, y del termino sirohebreo
HAMAN, que significa ciudad; y as
SAXEAHAMAN, quiere decir ciudad p trea o ciudadela de
piedra....
Relativo a esta ltima hiptesis,
investigaciones en el Archivo Regional del Cusco, han encontrado protocolos notariales del Siglo XVI, en
referencia y alusin a un solar en la
Parroquia de San Cristbal que seala al pie de la Fortaleza del
Ynga
que
lla man
SAQUIXAGUAMAN. Esta trascripcin tratara de que el notario con
esta denominacin quiso referirse
a SAXEAHAMAN, es decir a una
ciudad ptrea. En todo caso el significado de la palabra Saqsaywaman o Saqsaywaman se encuentra
todava en debate y merece
mayores investigaciones al
respecto.
En la concepcin dual andina,
el Parque Arqueolgico de Saqsaywaman est dentro de la jurisdiccin del Hanan Qosqo.
La mayora de los cronistas concuerdan en sealar, que el Inka Pachacuti, una vez distribuida la ciudad en dos parcialidades Hanan
115

Juan Silva

Qosqo y Hurin Qosqo, traz la forma definitiva de la futura Casa del


Sol de los Hanan Qosqo.
La observacin directa describe
cuatro hiptesis: la referida a su
funcin como fortaleza del Inka; como Cabeza del Puma que formaba
la ciudad Inka; como Adoratorio
del Dios Illapa y como La Casa
del Sol, dedicada al Dios Inti, el
Dios Supremo de los Inkas.
El consenso de cronistas, indicara que su construccin comenz a
fines del Siglo XIV y principios del Siglo XV, con el Inka Pachacuti continuando Wayna Qapaq y Huascar;
las referencias de construccin indican aprox. 60 aos. Continuando
el Inka Yupanqui o Pachacutec con
veinte mil hombres de todas las provincias del Tawantinsuyu aplicando
el sistema de mita, segn Cieza
de Leon:
cuatro mil destos quebrantaban las piedras y sacaban las piedras seis mil las andaban trayendo
con grandes maromas de cueros y
cabuya; los otros estaban abriendo
la zanja y abriendo los cimientos,
yendo algunos a cortar horconos y
vigas para el enmaderamiento. Y
para estar a su placer estas gentes
hicieron su alojamientoi, junto a
donde se haba de hacer el edificio. Hoy da parecen las ms de las
paredes de las casas que tuvieron.
Andaban veedores mirando como
se hacan y maestros grandes y de
mucho primor; y as en un cerro
que estaba a la parte Norte de la
ciudad, en lo ms alto della, poco
ms de un tiro de arcabuz, se fabric esta fuerza que los naturales
llaman casa del sol y los nuestros
llaman fortaleza
El primero refiere la descripcin
detallada del proceso de construccin y el segundo, que era para los
naturales Casa del Sol y para espaoles fortaleza, por el hecho de que
Manco Inka en el momento del cerco al Cusco que dirigi contra los espaoles convirti la Casa del Sol en
Fortaleza. Cieza de Len dice:
....tena a mi parecer, de largo 330 pasos y de ancho 200. Tena muchas cercas tan fuertes, que
no hay artillera que baste romper116

Muros Ciclpeos, Explanada y Qocha Principal.

Pirmide circular de Machu Choquequiraw

Sacsayhuaman, cabeza de la totmica forma de puma de la ciudad Inka del Cusco


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

REVALORACIN DEL PARQUE ARQUEOLGICO DE SACSAYWAMAN

Dibujo que evoca el Cerco del Cusco por Manco Inka. Biblioteca de Sevilla Espaa.

Roca esculpida en el Cerro Suchuna ("Rodadero") Dibujo de Wienner 1880.

Sacsayhuaman Zona Monumental.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

la. La puerta principal era de ver


cuan primamente estaba y cuan
concertadas las murallas para no
salir del compas de la otra; y en estas cercas se ven piedras tan grandes y soberbias que cansa el juicio
considerar como pudieron traer y
poner y quien bast a labrarlas,
pues en ello se ven tan pocas
herramientas.
Algunas de estas piedras son anchas como doce pies y mas largas
que veinte y otras gruesas que un
buey y todas asentadas tan delicadamente que entre una y otra no
podrn meter un real"
Garcilaso de la Vega seala
la primera puerta se llam Tiupuncu o puerta del arenal, porque
daba hacia el llano algo arenoso
que tena delante, a la segunda puerta denominaron Acahuana Puncu,
en memoria del maestro mayor que
la construy. La tercera puerta fue llamada Viracocha Puncu, por estar
consagrada al dios Viracocha, por
aquel fantasma que se le apareci al
prncipe Viracocha Inga" dando aviso del levantamiento de los Chancas, por lo que lo tuvieron por defensor y nuevo fundador de la ciudad
del Qosqo, pidindole fuese guarda
y defensor del lugar. Despus de las
tres cercas se destaca una plaza
larga y angosta en la que se levantan tres torreones cada uno en un ngulo siguiendo la conformacin del
terreno. El principal era llamado Moyoc Marka, o fortaleza redonda, donde se alojaban los reyes Inkas con
paredes con oro y plata, animales y
plantas imitados encajadas en los
muros, como ornamento. El segundo torren era Paucar Marka y el tercero Sallac Marka; ambos cuadrados, con muchos compartimientos
para soldados de guarnicin que
deban ser Inka de privilegio porque
los de otras naciones no podan entrar en la fortaleza que era al mismo tiempo Casa del Sol, y arsenal
de guerra". Los cronistas, sealan como constructutores a los siguientes
maestros: Huallpa Rimachi Inka Apu
autor de los planos de obra; le sucedi el Inka Maricanchi; el tercero
Acahuana Inka a quien atribuyen
grandes edificios de Tiahuanaco; y
117

Juan Silva

cultural, arqueolgico e histrico


Calla Cunchuy, que en su tiempo, inligado a un escenario natural codican, se transportaba el Saycusca
lindante con el Centro Histrico
Rumi o piedra cansada y que la consde la ciudad del Cusco.
truccin dur 70 aos. La fundacin
espaola del Cusco, fue el inicio de Es el testimonio del alto nivel
de desarrollo arquitectnico
la destruccin del PAS; la Catedral,
que alcanz la sociedad Inka,
Templos Conventos y casas
nico en su gnero. Es tambin
particulares de los vecinos de la
muestra de una arquitectura orciudad, fueron construidos con las
gnica que integra la obra
piedras labradas de Sacsayhuaman.
humana con su medio natural.

Saq say wa man evi den cia un


SAQSAYWAMAN Y SU VALOR
alto grado de perfeccionamienPATRIMONIAL
to de las ingenieras agro cntricas, hidrulicas y de la astronoCOMO PATRIMONIO
ma; as como de la existencia
HISTRICO CULTURAL
de un elaborado sistema hi Se emplaza en un espacio que evidrulico con una infraestructudencia una secuencia de ocupara de cap ta cio nes, ca na les,
cin humana que deviene desde
acueductos andenes y reservola poca PreInka con evidencias
rios ceremoniales que forman
de las culturas Marcavalle, Lucre,
un complejo sistema de
Killke y probablemente tambin
abastecimiento de agua.
de la cultura Chanapata.

Presenta un sistema de caminos


En la poca Inka, Saqsaywaman
rituales que articulan espacios
fue territorio de los Qapaq Kuna
sagrados conformando una unidel Hanan Qosqo, descendientes
dad entre Muyoq Marka, Sayaq
de Huayna Qapaq, Tupaq Inka
Marka, Paucar Marka, Muyoq
Yupanqui y Pachakuti, quienes fueOrqo, Chacan, Tambomachay,
ron reducidos (colonia) en las paPuca Pu ca ra, Ku si llu cha yoc,
rroquias de San Cristbal y San
Qenqo, Tetecaca; Kallachaca,
Blas.
Inquilltambo, Rumi wasi, Hatn
Su ubicacin adquiere una connoPlaza, Colcampata, Inka carcel,
tacin geogrfica por su ubicaPumamarka.
cin en los cuadrantes del Chin
Sacsayhuaman representa un
chaysuyo y Antisuyo, as como
smbolo de identidad cultural,
una connotacin ideolgica y relique se define a partir del valor
giosa, atribuida a un conjunto de
his t ri co, es pi ri tual y m gihuacas y adoratorios ubicados en
coreligioso vinculado a la ciuel Hanan Qosqo
dad del Cusco y es testimonio
Saqsaywaman evidencia la exisvivo de nuestra herencia cultutencia de una cosmovisin andina
ral y es pieza clave en el procepropia, existiendo an una contiso de fortalecimiento de la
nuidad histrica ideolgica en la
identidad cultural local,
deidad del Apu Saqsaywaman.
regional y nacional.
Posee un alto valor dentro de con
El PAS cuenta con la presencia
cepcin urbanstica de la ciudad
de comunidades campesinas
inka del Qosqo, por su ubicacin
en su interior, poblaciones que
dominante como cabeza y centro
aun conservan prcticas tradiceremonial (Casa del Sol), lucionales como la reciprocidad
gar sagrado por la presencia de
pero que de igual manera delos Apus y Aukis y su estrecha vinmandan mejores condiciones
culacin con la ciudad que estuvo
de vida.
asentada entre los ros Saphy y Tu
La existencia de ms de 90 sillumayu hasta la confluencia en el
tios arqueolgicos constituye
Pumaq Chupan, residencia de los
una reserva para la investigaQapaq Kuna.
cin cien t fi ca, la con ser va La ocupacin Inka del cerro Saqcin, puesta en valor y la difusaywaman, evidencia construcciosin de estos testimonios.
nes con abundante patrimonio
118

COMO PATRIMONIO
NATURAL
EL PAS constituye una reserva
natural por la presencia de especies de flora y fauna tiles
para la investigacin cientfica;
la presencia de tres zonas de
vida y de dos pisos ecolgicos
de importante muestra de la
bio di ver si dad en zonas de
sierra
El PAS contiene formaciones vegetales de flora nativa como
bosques de qeua, chachacomo, lloqe, tasta, roqe, kiswar,
entre otros; igualmente alberga plantas con propiedades
medicinales que constituyen un
recurso potencial.
La geomorfologa variada del
PAS genera paisajes naturales
de diversos ecosistemas naturales con alto valor para la investigacin y manejo de recursos
La existencia de las microcuencas de Choquechaca, Cachimayu y Saphy permiten regular
el rgimen hdrico del valle del
Cusco.
Las formaciones lticas y lnticas como puquios (Uku uku,
Tam bo ma chay) la gu ni llas
(Huayllarqocha, Mulluqocha,)
y bo fe da les (Mu o mu o qocha,) permiten albergar al interior del PAS una ornitofauna
migratoria propia de la zona.
El PAS constituye una fuente de
renovacin de oxgeno para el
medio ambiente del valle del
Cusco y cuenta con recursos
naturales potenciales para desarrollar diferentes tipos de turismo sostenible que involucra
al medio ambiente.
COMO GENERADOR DE
DESARROLLO
El PAS en un contexto de planificacin y de desarrollo sostenido,
constituye una unidad de gran valor al coexistir dentro suyo, elementos del patrimonio cultural natural y espiritual, los que
rescatados, cuidados, conservados y puestos en valor, pueden
ser aprovechados por las
generaciones actuales y futuras.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

IDEOLOGA Y TECNOLOGA EN LA CONSTRUCCIN DE LA VIVIENDA MATCHIGUENGA

IDEOLOGA Y TECNOLOGA EN LA
CONSTRUCCIN DE LA VIVIENDA
MATCHIGUENGA

Leandro Sanz Candia

l presente trabajo ha sido posible realizar, gracias a la oportunidad que tuvimos al laborar en
el Parque Nacional de Manu, en
los aos de 1990 a 1995 ocupando el cargo de Intendente de Pueblos Nativos; cuya funcin hizo
que estuviera con frecuencia en
las comunidades matchiguengas
de Tayacom, Yomibato y Santa
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Ro sa de Wua ca ria; du ran te


nues tra per ma nen cia hi ci mos
construir con los guarda parques
y nativos del lugar, un Centro
Escolar en Tayacom, con presupuesto de la Micro Regin Manu,
el cual pertenece el Parque como
Proyecto Especial; hecho que hizo posible pudiera observar de
cerca la tecnologa Matchiguen-

ga y la ideologa en la construccin de la vivienda; en consecuencia, a tra vs de ello y otras


observaciones pudimos recoger
los datos para la presente investigacin.
Como en todo ser humano, una
de las necesidades fundamentales
en su vida es la vivienda al igual
que la alimentacin y el abrigo;
121

Leandro Sanz

consecuentemente, el Matchiguenga presta suma atencin en la construccin de su morada, la cual realiza bajo ciertos patrones culturales
propios de su tnia, que se van repitiendo a travs de las generaciones; cuyas manifestaciones culturales materiales se efectan en estrecha relacin con la cultura espiritual, haciendo resaltar la importancia de la pareja conyugal a travs
de la estructura de la vivienda,
donde sobresale la representacin
e importancia de la ama de casa
Debido a que la vivienda personifica a las personas que habitan
en ella, la construccin de la estructura se realiza con esmero, podra
decirse hasta elegante, en el tejido
del armazn, en comparacin con
otros grupos tnicos como los Nawas o Yaminawas y los MascoPiros, que tienen por vivienda, simples covachas de estructuras
improvisadas.
De esa manera, la manifestacin cultural Matchiguenga, exterioriza un mayor nivel cultural alcanzado en comparacin con los
otros grupos tnicos amaznicos,
como se podr apreciar en el desarrollo de la descripcin del proceso
de la edificacin de la vivienda, paso a paso a travs de los grficos
que se muestran a continuacin

Una vez que llegan a tener el primer hijo, la pareja recin decide tener techo propio; entonces el varn empieza a construir su vivienda
a unos 10 a 20 metros de la casa
de los suegros, integrndose de esta manera al subgrupo de cuatro a
cinco familias nucleares; por esta
razn se observa al interior de la comunidad, que las familias estn distribuidas en agrupaciones de viviendas que se encuentran distanciadas unos de los otros a unos 500
metros y unidos por senderos limpios y bien conservados.

ABSTRACT
The tecnology used in the building of houses, in relation of the
thinking that hare the menbers of
the Machiguenga ethnic, is a cultural trait through cuich manifest the
grade of development that they
have compared with the others human groups that exst the study of
Anthropology.

La edificacin lo realiza el Matchiguenga, slo, sin ayuda de ningn familiar, labor que efecta sin
apresuramientos, en un tiempo de
dos a tres meses y a veces hasta
ms.
En el proceso de la construccin
de la casa interviene el suegro slo
para dirigir y supervisar la calidad y
la tcnica de la obra, debido a que
el yerno por su corta edad podra
ser un tanto inexperto en el conocimiento total de la edificacin; en
consecuencia, su participacin es
nicamente en la parte directriz,
ms no en lo manual. La esposa interviene alcanzando los palos y las
crisnejas para el techo; de manera
que el Matchiguenga realiza toda
esta tarea, con la finalidad de de- GRAFICO 1
mostrar a la comunidad, su capaciEl primer paso, es el desmonte
dad de ser responsable y buen jefe del rea del territorio determinado

LA VIVIENDA
La construccin de la vivienda o
"pncochi" del Matchiguenga, se
realiza despus de tener el primognito (varn o mujer); mientras, la
pareja que ha decidido hacer vida
comn, habita en casa de los padres de la mujer; en esa etapa la residencia es matrilocal, donde ejercen autoridad los padres de la
cnyuge.
122

La edificacin lo
realiza el
Matchiguenga,
slo, sin ayuda de
ningn familiar,
labor que efecta
sin
apresuramientos,
en un tiempo de
dos a tres meses

de familia, como tambin, a travs


de la preparacin de la chacra para el cultivo de yuca y frutas que
puedan abastecer para el consumo de la familia y evidenciar que
es buen cazador o de "mitayar" para proveer de carne de monte, tambin ser buen pescador; puesto
que segn opinin Matchiguenga,
ser jefe de familia, no solo es hacer
el amor, sino ser responsable en la
proteccin de la parentela, caso
contrario, es criticado y visto como
menos por el resto de los
miembros de la comunidad.
Para el Matchiguenga el nmero de hijos es en un promedio de
tres, debido al esfuerzo de implica
mantener un mayor nmero de vstagos; de manera que para evitar
tener numerosa prole, practica el
control de natalidad a base del consumo de mates de plantas por parte de la cnyuge, que puede ser para uno, dos o tres aos; as como
tambin en forma definitiva
Para el Matchiguenga, la vivienda es tambin conceptuada como
un ser humano que les cobija en su
seno, por esa razn las partes principales de su armazn, como los
cuatro soportes de los cuatro ngulos de la casa, son considerados
como el jefe de familia o "kintaminchi"; el palo que va de puntal principal al centro de la vivienda es identificado como la jefa, patrona u
"olinkamipoa" de la casa. Se conceptan tambin como las partes
del cuerpo humano, que son las
costillas u "omeretapoas", brazos
o " nonadapoas", piernas u "oboripoas", la espalda u "otistapanko", el pecho o "sochimoropanko", en sntesis, la vivienda es considerada como una dama sentada,
resguardada por cuatro varones representados por los cuatro palos
verticales de los cuatro ngulos,
los cuales simbolizan al jefe de familia, es decir los cuatro en uno,
cuya configuracin estructural se
aprecia en forma secuencial a
travs de los siguientes grficos:

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

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para la vivienda que generalmente


es de 8 a 9 metros de largo por 4 a
5 metros de ancho, luego se preparan los tocones o trozos de rboles
aejos y duros, como la variedad
de Wikungo o pona "kamona", cuyas dimensiones son de 1.50 metros, de los cuales 0.50 centmetros
se introduce en el piso, previa perforacin del suelo. En su mayor parte son siete pares de tocones, seis
para la casa y un par para el balcn o "shotsiku"; cuatro de los tocones que se ubican en las esquinas
son el doble del tamao de los dems, que sirven de soporte al techo
u "opango", y son considerados
dentro de la idiosincrasia Matchiguenga como los jefes de la vivienda, conceptuados como represenGrafico 1.

Grafico 2.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

tando a un solo personaje, como


decir, cuatro en uno, que se denomina: nuestro jefe o "tinkaminchi".
El rea de la vivienda en su parte externa flucta entre 8 a 9 metros de largo por 4 a 5 metros de
ancho, mientras que el balcn tiene unos dos metros de ancho. La altura de la casa es de 4 a 5 metros,
del piso a la cumbrera, mientras
tanto al interior de la vivienda existen dos habitaciones u "onagantaganiriras", este primer paso de la
edificacin se puede apreciar a
travs del grfico N 1.

nes que estn a lo largo de la construccin, considerados como las


piernas u "oboripoas" (obori significa pierna y poa, palo); sobre los
cuales descansan los durmientes o
tablones denominados "ogonoboaros", y encima, va el entarimado
del piso o "mngochi.
Los durmientes de los extremos
que van pegados a los cuatro soportes del techo son interpretados
como las costillas u "omeretapoa"
de la casa; tal como se puede apreciar en el grfico N 2.

GRAFICO 3
GRAFICO 2
En el tercer paso de la construcEl segundo paso o etapa, viene cin, se consideran:
a ser la colocacin de dos palos paa. La colocacin de dos palos
ralelos horizontales sobre los toco- largos, paralelos y horizontales en
los extremos superiores de los cuatro soportes verticales que estn en
las esquinas de la vivienda; cuyos
palos son estimados como los brazos o "no na dapoas" de la
vivienda.
b. Se fija un palo vertical que
va al centro de la vivienda, desde
el piso hasta la cumbrera del techo, con la finalidad de soportar
los efectos del movimiento que
ejerce el viento en el techo. A esta
columna se le concepta como la
jefa o patrona "olinkamipoa " de
la casa, en consecuencia, su funcin es considerada como la representacin de la madre de familia, tal se puede apreciar en el grfico N 3.
GRAFICO 4
El siguiente paso trata sobre el
armazn del techo u "opango", consistente primero en la colocacin
del palo cumbrera, "eguitopoa" o
"almoyale", unido con los tijerales u
"obariguiropoas", los cuales son fijados en los palos horizontales u
"omeretakijis" del esqueleto del techo, amarrados con unas soguillas
o "tapetsas" hechos de corteza de
cierta variedad de rboles. El palo
vertical denominado patrona o jefa, que es la columna del centro de
la vivienda, se considera como que
tiene brazos, piernas, espalda y
pecho., tal como aprecia en el
grfico N 4.
123

Leandro Sanz

GRAFICO 5
Un sub siguiente paso o etapa,
es la de condicionar las hojas de
crisnejas (una variedad de palmera) para el techo, consistente primero en la preparacin de dos varillas
de madera unidas con amarres en
sus dos extremos para sujetar la base de cada una de las hojas de crisnejas, luego, la base del tallo de cada hoja se fija a manera de trenzado en las dos hileras de las varillas;
ver el grfico N 5.
GRAFICO 6
La ltima etapa en la construccin de la vivienda o "pncochi",
es el tejido del techo u "opango";
para lo cual, cuando es con crisnejas se empieza de la cumbrera
o "almoyale" hacia abajo, colocando las hojas en forma sucesiva, fijada cada rama por su base
con tiras de corteza a los palos horizontales del armazn; una vez
concluido el techo, se efecta el
enchaclado del piso, o "mngochi", que generalmente es de
Chonta o "kuit" aplanada y abierta por el centro, lo cual es suave
cuando est fresca, pero muy dura en cuanto se seca, en seguida
se procede con el enchaclado de
las paredes o "tandarienchis", cuyo proceso es de dos hileras paralelas, con palos delgados del mismo grosor para que salga un tejido uniforme, luego se tejen las
subdivisiones internas de las paredes formando generalmente dos
habitaciones u "onagataganiririras", finalmente, se fabrica una escalera o "pavironchi" para subir al
balcn o "shotsitui" que es un estar donde el Marchiguenga pasa
el mayor tiempo del da, mecindose en su hamaca o "puikarinchi" para refrescarse a la sombra
del techo.

Grafico 3.

Grafico 4.

Grafico 5. Acondicionamiento de las hojas de crisnejas para el techo.

GRAFICO 7
Referente a la cocina, el Matchiguenga construye otra habitacin
en el piso, sin el empleo de tocones, puesto que el fogn o "chiichi"
siempre se acondiciona en el suelo; dicha edificacin est ubicada
delante de la vivienda anterior; de
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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

IDEOLOGA Y TECNOLOGA EN LA CONSTRUCCIN DE LA VIVIENDA MATCHIGUENGA


Grafico 6.

Grafico 7. Estructura de la Cocina Matchiguenga.

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Leandro Sanz

esa manera entre la casa principal


y la cocina existe un patio donde se
cran sus aves de corral.
El dimetro de la cocina es de
unos 5 metros y es generalmente de
forma circular; en muchos casos con
dos puertas o "shitakomentonchis",
una que es la principal y la otra en la
parte posterior o lateral, que viene a
ser una puerta falsa, con la finalidad
de dar salida discreta al Matchiguenga en caso que alguna persona desconocida o de desconfianza preguntara por l. Es de aclarar que los nativos no usan puertas en sus viviendas, son slo aberturas de acceso a
la habitacin. El fogn mayormente
se encuentra al centro de la cocina
conformada por dos palos gruesos
paralelos horizontales colocados en
el piso, en cuyo centro se prende el
fuego; el Matchiguenga no fabrica
fogn de arcilla ni de piedra, al entorno del bracero se sientan en el piso los miembros de la familia, sobre
esteras o "shitasis" tejidas de caa
brava. El techo de la cocina es de hojas de palmeras; todo lo cual apreciamos en el grfico N 7.
CEREMONIA DESPUS DE LA
CULMINACIN DE LA
VIVIENDA
Una vez concluida la construccin de la vivienda ms la cocina,
se constituye en un acontecimiento
grato muy esperado por el subgrupo sanguneo y la comunidad toda, para cuyo suceso, la esposa o
"nokori" y la suegra o "pguiro" del
Matchiguenga que ha concluido la
construccin de la nueva casa, preparan bastante masato u "owiroki"
(masa y lquido) en depsitos o "pitochis" grandes, que son fabricados de troncos gruesos con una
configuracin de canoa o "pitochi".
Una vez preparado el masato (hasta hace dos aos se masticaba la
yuca hervida, con la finalidad que
fermente con la accin de la saliva;
ahora (1990), se subsana con camote hervido), en cantidades suficientes, es entonces que la pareja
invita a todos los miembros de la
comunidad o "yapatocgaraMatchiguenga" a reunirse al entorno
del patio de la nueva vivienda u
126

"otiarapango". Una vez reunidos,


empieza la ceremonia, que consiste en el ofrecimiento que hace a la
Madre Tierra o "Inakipachi" de
parte del jefe de familia o "itingani",
a su hijo o "notome" tierno o "chirpiro"; con la conviccin que la Madre Tierra les acepte a la nueva familia en la nueva morada y les proteja de todo mal; asimismo, pide a
Dios creador o "Tasorinchi" a que
les bendiga y proteja, puesto que,
para el nativo, la vida siempre es
azarosa por los mltiples peligros
propios de la selva. Una vez concluida la ceremonia de la plegaria,
la nueva familia nuclear, recin es
reconocida oficialmente por todos

La edificacin lo
realiza el
Matchiguenga,
slo, sin ayuda de
ningn familiar,
labor que efecta
sin
apresuramientos,
en un tiempo de
dos a tres meses

los miembros de la comunidad, como una familia ms de la tnia,


por cuanto que, para el Marchiguenga, hasta cuando no haya un
hijo en el seno de la pareja no es
admitido como familia nuclear o
como
matrimonio
o
"jinantaigachairira". En tal sentido,
recin con el hijo y el nuevo hogar
son considerados como nueva
familia o nuevo matrimonio
Marchiguenga.
Una vez realizada la ceremonia
de ofrecimiento del hijo a la Madre
Tierra, empieza la masateada bajo
la atencin de la cnyuge o "nkori", la suegra o "pguiro", las hermanas o "inshus" y las tias o "intsuris"

de la mujer; quienes atienden a los


invitados con bastante esmero, y
cuya masateada se prolonga por
ms de dos das y dos noches, bajo
los acordes de la tambora (tambor
alargado), donde el Matchiguenga
va rn be be el ma sa to has ta
embriagarse, mientras que la
mujer toma slo para la sed.
El Matchiguenga concepta a la
vivienda en su conjunto, como a
una dama sentada con sus piernas
y brazos extendidos hacia delante,
con barriga, espalda y costillas,
protegida por el jefe de familia a
travs de los cuatro soportes.
Si comparamos con la idiosincrasia altoandina, en la ceremonia de construccin de la vivienda,
se aprecia que el concepto Amaznico de los Marchiguengas tiene
un sentido ms amplio y ms integrado, conformando una triloga,
cual es:
1. La consideracin de la Madre
Tierra,
2. La vivienda personificada y
3. Los nuevos habitantes de la
casa que se conducen bajo la mirada atenta de los miembros de la comunidad que conforman una familia extensa, unidas por lazos inmemoriales de normas, valores y patrones culturales que conservan
hasta hoy.
A todo ello se agrega el criterio
de la alta responsabilidad de los
cnyuges, fundamentalmente del
varn en la proteccin de los
miembros del hogar y con ello la
estabilidad de la comunidad; por
cuya razn no practican el "ayni"
o la ayuda mutua en las actividades principales como en la construccin de la vivienda y en la agricultura; hechos que se
acostumbra en la cultura andina;
pero s comparten el producto de
la caza mayor como la sachavaca y el sajino. Asimismo, en los
amaznicos no se produce el proceso migratorio hacia las ciudades y tampoco tienen la interaccin cultural frecuente con lo
occidental, por cuya razn conservan intactos sus patrones culturales ancestrales.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER:


AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL
Gustavo Valdivia Rivera1, Sandra Valdivia Acurio2

ste trabajo se desarrollar


en tres partes, de las cuales sta
es la primera: I. Autoestima e
Identidad tnica y Nacional en
la Realidad Andina; II. Psicologa de la Historia de las Identidades en el Pe r; III. Identidad,
Coo pe ra ti vi dad y Con flic ti vidad.

1. IDENTIDAD Y AUTOESTIMA
1.1. LA IDENTIDAD COMO
ACTITUD
La actitud es un conjunto de predis po si cio nes ca te go ri za das y
aprendidas, que da direccionalidad (positiva o negativa) a la actividad psquica (pensamientos, senti-

mientos y conducta) respecto de un


determinado objeto o hecho. Una
vez configurado un sistema actitudinal, la informacin y la experiencia
de la persona son influidas por
dicho sistema (Sherif y Sherif,
1975; 320/ Davidoff, 1981; 527).
En nues tra con cep cin,
IDENTIDAD ES LA ACTITUD QUE

1 Psiclogo, Docente Principal a DE del Dpto. Ac. de Filosofa y Psicologa.


2 Abogada UNSAAC, con Post Grado en Desarrollo Humano PUC.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

127

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

EL INDIVIDUO O EL GRUPO
TIENE HACIA SI MISMO (sus atributos, sus caractersticas) Y HACIA
LO QUE CONSIDERA COMO
PROPIO.
Como toda actitud el S Mismo
o Autoidentidad, contiene tres componentes:
COMPONENTE COGNITIVO:
Autoconcepto y Autoimagen. Corresponde a la percepcin y procesamiento de informacin de la propia personalidad y conducta con
ideas, opiniones, creencias, definiciones, autoesquemas que organiza la experiencia para reconocer e
interpretar estmulos sociales.
COMPONENTE AFECTIVO: Autovaloracin o Autoestima. Reacciones emocionales de gusto o disgusto respecto de la autopercepcin, gozo por la grandeza y excelencia personal o amargura ante
nuestras miserias y debilidades.
COMPONENTE CON DUCTUAL O CONATIVO: Autoafirmacin y Autocontrol. Es el amor propio, el que nos lleva a defender lo
nuestro sea como propiedad material o como dignidad; a llevar a la
prctica un comportamiento coherente para alcanzar honor, respeto
ante s y ante otros.
1.2. IDENTIDAD PERSONAL E
IDENTIDAD SOCIAL
1.2.1. LA IDENTIDAD
INDIVIDUAL
Es una relacin entre lo socialmente compartido y lo individualmente nico, lo que destaca la similitud y lo que enfatiza la diferencia, algunas de cuyas pertenencias
pueden tener mayor visibilidad o
permanecer dormidas o potencia-

les y otras estar activas e incluso


exacerbadas.
1.2.2. IDENTIDADES
COLECTIVAS
La identidad social es la definicin del yo por su pertenencia a categoras sociales. Siempre est referida a una cultura y engloba a la
persona, por lo que es un concepto contingente con nuestra propia
manera de ver las cosas (Iguez,
2001).
Para Melucci la identidad colectiva implica:
un sistema de relaciones y de representaciones.
una definicin comn de orientaciones de la accin de los fines,
medios y campo de la accin
vivir esa definicin compartida
no slo como conocimiento sino
como valor, como modelo cultural de adhesin colectiva,
que incorpora rituales, prcticas
y artefactos culturales
implica construirse una historia
y una memoria que confiera cierta estabilidad a la autodefinicin
identita ria (Gimnez, 2006;
17).
define la capacidad de un grupo
para la accin autnoma y su diferenciacin de otros colectivos,
diferenciacin tambin reconocida por ellos.
La autoconciencia alcanza su
ms alto nivel cuando el hombre
es consciente de ser el sujeto de la
actividad colectiva. El hombre llega a ese nivel supremo en su desarrollo, cuando es consciente de su
papel como sujeto. La autoconciencia se realiza a travs del conocimiento de s mismo como miembro
de un clase social, de una escuela,

de una sociedad(Shorojova,
1963; 262).
1.3. SENTIMIENTOS
IDENTITARIOS Y
MECANISMOS DE DEFENSA
El modo de reconocerse a s mismo provoca reacciones en el plano
afectivo. Este aspecto es importante porque los sentimientos y las
emociones refuerzan o inhiben ciertas gamas de experiencia, tindolas de matices agradables o desagradables que impulsan o frenan
el comportamiento.
Son sentimientos del Yo, el sentimiento del propio poder y el sentimiento del propio valor. En el primero, la persona experimenta el
grado de su propia potencialidad y
autoconfianza, su capacidad para
enfrentar, mantenerse e imponerse
ante las dificultades. Es Dbil o
Astnico y Fuerte o Estnico, segn
el grado de vigor, bro o nimo y
sus manifestaciones en forma de seguridad, iniciativa, audacia o sus
contrarios: temor, sobresalto,
huida, docilidad y transigencia.
El sentimiento de valor puede
darse como sentimiento elevado
del propio valor y como sentimiento de inferioridad. El sentimiento
elevado del propio valor se elabora sobre ficciones, o puede fundarse en la conviccin de estar elegido
para un destino especial y magnfico, o en el abolengo o ancestro familiar, o en el narcisismo o en la
con cien cia de po se sin de
cualidades o virtudes u obras o
logros concretos, etc.
Las causas de la estabilizacin
de un sentimiento de inferioridad
pueden ser diversas: defectos cor-

ATRIBUTOS
DE PERTENENCIA SOCIAL

PARTICULARIZANTES

Conjunto de pertenencias sociales relacionadas con las diferencias de clase social.

Caracteriolgicos: disposiciones, tendencias, actitudes, capacidades, imagen corporal. Atributos individuales y relacionales.

Conjunto de pertenencias sociales relacionadas con la etnicidad.

Estilo de Vida: preferencias de consumo; comportamiento frente a la naturaleza (valoracin del ruralismo, de la biodiversidad, contaminacin ambiental, etc.)

Conjunto de pertenencias sociales relacionadas con las


colectividades territorializadas (localidad, regin, nacin).

Red Personal: relaciones ntimas diferenciadoras, extensiones o dobles de uno mismo (alter egos) parientes, amigos, camaradas de generacin, novias, etc.

Conjunto de pertenencias sociales relacionadas con la del


grupo etreo.

Objetos o Posesiones Entraables: cuerpo, ropas, ancestros, reputacin, trabajos,


casa, automvil, mascotas, repertorio musical, lbum de fotos, etc., etc.

Conjunto de pertenencias sociales relacionadas con el


grupo de gnero.

Biografa Personal: historia de vida; incluye particularidades y secretos de experiencia.

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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

batirla en el mismo terreno de la limitacin, defecto o insuficiencia,


equilibrndola o suprimindola;
adiestrando y desarrollando otras
dotes y capacidades que pongan
en segundo plano o contrarresten
el defecto o insuficiencia; buscando prestigio mediante una nivelacin ilusoria o fantasiosa, etc.
Otras reacciones posibles son: la
resignacin acompaada de pusilanimidad, perplejidad, modestia y
timidez exageradas; la sumisin, la
autohumillacin y el servilismo
(Lersch; 299 y 300).

porales (estatura, obesidad, fealdad, deformidades o limitaciones);


o inadecuaciones sociales, hechos
y posiciones de origen social vivenciados por el individuo como defectos (pobreza, procedencia social,
ilegitimidad del nacimiento, descendencia de padres avergonzantes, falta de maneras corteses y de
rutina del trato social); pobre
dotacin intelectual o insuficiencia
moral acompaada de culpa.
Hay otras emociones derivadas de las necesidades de estimacin y autoestimacin, asociadas
a estos estados: la vivencia de inferioridad (por situaciones en las
que percibimos que no hemos sali do ai ro sos) y de ver gen za
(..."cuando se ha perdido el prestigio que se posea".., cuando se
percibe un descenso en el juicio
de valor que los dems tienen de
nosotros); el desprecio de s, el
arrepentimiento y la contumacia
(defectuosa disposicin para el
arrepentimiento por estar slo
orientado por la valoracin del
ambiente); etc. (Lersch, 1966;
217).
El sentimiento de inferioridad se
acompaa de ansiedad, por lo
que se utilizan mecanismos psicolgicos de defensa, ideas y actos para evitarla, reducirla o suprimirla.
El comportamiento del individuo
ante la situacin amenazante depende de cmo la evala, cmo
siente su propia capacidad para disi par la exi to sa men te; de sus
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

experiencias pasadas y de su
personalidad.
Segn Freud, el mecanismo de
defensa se emplea para combatir
la ansiedad que aparece por la
afloracin de contenidos instintivos
(erticos y thanticos). Skinner
(1977; 200 a 220) afirma que los
mecanismos de defensa pueden explicarse en funcin de las relaciones castigorecompensa y las cargas correspondientes de reforzamiento; son respuestas destinadas
a evitar el castigo y las reacciones
de ansiedad a l asociadas. Para
Rogers (Fadiman y Frager, 1979;
304) la ansiedad y los mecanismos
de defensa surgen y operan en relacin a la discrepancia o incongruencia entre el self real y el self
ideal. Segn Kon (1984; 78 a 81)
son recursos de autoproteccin
mediante los cuales se desaloja
de la conciencia la informacin
acerca del mundo y de s mismo,
que resulta inaceptable para el individuo... Rasgos y caractersticas
de la personalidad que entran en
contradiccin con la imagen del
yo o que amenazan socavarla no
se perciben o se perciben con
dificultad o distorsionadamente
para mantener determinado nivel
de autoestima y conservar la
unidad de la Imagen del Yo
Adler explic el funcionamiento
de la personalidad en base a la relacin sentimiento de inferioridadcompensacin. Son reacciones posibles a la inferioridad: com-

2. SOCIEDAD, CULTURA E
IDENTIDAD
2.1. SOCIEDAD Y CULTURA;
NACIN Y ETNIA
Una sociedad es un conjunto
permanente y organizado de individuos que interactan para satisfacer diferentes niveles de necesidades para lo que potencian y transforman la naturaleza de manera
creadora a travs del trabajo. El resultado de esta interaccin son productos materiales y espirituales
conocidos en conjunto como
Cultura.
Etnia es un tipo de comunidad
humana, que sucede histricamente a la comunidad gentiliciotribal
y se forma en el proceso de fusin y
consolidacin de distintas tribus de
las condiciones de la sustitucin
del rgimen de la comunidad primitiva por las relaciones de propiedad privada y la aparicin y desarrollo de clases. La E.se caracteriza
por el hecho de que las relaciones
consanguneas de parentesco las
reemplaza la comunidad territorial
y las lenguas tribales se sustituyen
por una lengua nica aunque existen varios dialectos. Cada E. tiene
su nombre colectivo, dentro de
ellas surgen elementos de la cultura comn. Es tpica del esclavismo
y feudalismo, pues en el capitalismo surge la comunidad humana
conocida como nacin, pero bajo
el capitalismo se conservan las relaciones precapitalistas adems de
las burguesas, no todas las E.se
convierten en naciones (Razinkov,
129

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

1984; 156). En los


pases dependientes
su presencia se dilata.
La etna es una forma de cultura. Los grupos tnicos son formas
organizacionales en
donde se comparte
una cultura comn cuyos rasgos explcitos
(vestido, lenguaje, arte)
estn orientados por
un sistema discernible
de valores (modelos de
moralidad e idoneidad) que los hacen distintos a unos de otros.
Se trata de una subcultura, en que el grupo humano que
la porta mantiene caractersticas
precapitalistas y se vincula significativamente con una sociedad mayor
moderna, capitalista, de quien
adquiere bienes sin perder sus
esencias colectivas.
2.2. CLASE SOCIAL E
IDENTIDAD: NIVELES
SOCIOECONMICOS Y
SUBJETIVACIONES
TNICOIDENTITARIAS.
Lo tnico fue percibido por Marx
como epifenmeno y rezago de
medios de produccin precapitalista, una falsa conciencia que enmascara intereses de clase. Son las circunstancias de clase (modo de produccin y explotacin) la principal
lnea de divisin entre la gente en
relacin al acceso diferencial de
los recursos o bienes. Lo tnico se
subsume en la categora de clase
social que es ms genrica.
Segn van den Berghe (1973; 6
y ss), etnicidad y clase social son
principios alternativos, en competencia, que plantean reclamos en
base a diferentes circunstancias las
que determinan las oscilaciones de
su empleo, preponderando a veces uno, a veces el otro: la etnicidad se basa en una nocin de parentesco comn, mientras que la
clase resalta el inters comn. La
clase y la etnicidad tienen su propia importancia pues la una no
puede ser reducida a la otra.
130

Mientras las categoras objetivas


(taxonoma socioeconmica: clase
social) son estructurales, las categoras subjetivas (taxonoma antropolgica: divisiones tnicoidentitarias) son supraestructurales. Es posible que se trate de esconder aqullas que son contradicciones
esenciales tras stas: las diferencias tnicas podran dividir aquello
que debiera estar unido por un
imperativo de clase.
2.3. LA IDENTIDAD
CULTURAL Y TNICA
Los siguientes rasgos tipifican la
identidad cultural y tnica:
a. Conciencia individual y colectiva de una pertenencia,
b. Promocin, rescate y reivindicacin de races y tradiciones comunes (cultura e historia),
c. Interiorizacin y orgullo de
pertenencia,
d. Enraizado sentimiento de hermandad, solidaridad y lealtad y estimacin con los miembros del
propio grupo,
e. Autovaloracin y diferenciacin de otros grupos sin excluir relaciones con ellos,
f. Existencia y consenso de un futuro colectivo,
g. Adaptacin y creacin de cultura, capacidad de enriquecerla, y de
aceptar influencias ajenas sin que se
destruya su modo esencial de ser y
de vivir.
Fredrik Barth dice que en una
perspectiva histrica o diacrnica,

son las fronteras mismas y la capacidad de mantenerlas en la interaccin con otros grupos lo que define
la identidad y no los rasgos culturales seleccionados para marcar, en
un momento dado, dichas fronteras, aunque los marcadores varen en el tiempo y no se mantengan ancestralmente intactos. Por
eso, no hay que preguntarse cules son los rasgos culturales constitutivos de una identidad tnica, sino cmo los grupos tnicos logran
mantener sus fronteras (que los distinguen de los otros) a pesar de los
cambios sociales, polticos y
culturales de su historia (Gimnez;
1819).
2.4 De la Conciencia Social a la
Conciencia Individual: La Socializacin
La formacin econmicosocial
en su plasmacin histrica, demogrfica, geogrfica y tnica forma
un medio social determinado, que
engendra uno u otro modo de vida
y, consiguientemente, un modo de
pensar y de sentir. En consecuencia, formacin econmico social
medio social modo de vida
personalidad, tal es el esquema bsico del proceso de penetracin de
las relaciones sociales en las relaciones del hombre con otros hombres, de lo social en lo individual,
la va por la que se realiza la socializacin de la personalidad (Predvechni, et. alt., 1979; 39). Los conceptos incluidos en este prrafo se
refieren a una complejidad de comEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

ponentes del ms genrico y abstracto al ms especfico y concreto.


El modo de vida es la manera como el individuo se apropia a travs
de su actividad de las condiciones
del medio social o entorno, desobjetivndolo, hacindolo suyo. Revela rasgos y condiciones del sistema
social, rasgos histricos y de clase,
caractersticas
nacionales,
regionales y tnicas as como
condiciones especficas del micro
ambiente del individuo.
La conciencia es resultado de la
prctica social. A travs de la conciencia, personas y grupos se conocen y se comprenden a s mismos y
a la realidad que los rodea, otorgando significacin y sentido, permitiendo el control y regulacin de
su actividad en base a programas
de objetivos.
La conciencia social refleja el ser
social, pero no es su nico factor:
las naciones tienen su idiosincrasia, sus intereses, aspiraciones, objetivos y tareas, que se reflejan en
la conciencia social, que se graban
en sus formas y se ponen de relieve
en las re la cio nes en tre las
naciones (Nestrenko, 1978; 35).
La conciencia individual es inseparable de la conciencia social pero no es una simple porcin de sta En ella se compaginan de
modo especial los rasgos comunes
a la conciencia de la poca dada,
los rasgos peculiares ligados a la
pertenencia del hombre a una determinada clase o grupo social, y
los rasgos individuales determinados por la educacin, por las circunstancias de la vida personal del
individuo, por sus capacidades
(Ke ll y Ko val zon, 1973; 45).
Conciencia social e individual no
existen al margen de la sociedad.
CMO ES QUE SE
PRODUCE
LA
TRANSFORMACIN DE LO
MACRO SOCIAL A LO MICRO
SOCIAL O INDIVIDUAL? Mediante el proceso de socializacin y a
travs del aprendizaje y la comunicacin.
El proceso de socializacin implica:

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Incorporacin de las caractersticas del ambiente social de una


determinada poca histrica (objetos, situaciones, conocimientos, normas) a travs de lo largo
de la vida del individuo (con mayor incidencia en la niez y en la
adolescencia);
Desarrollo de la personalidad
(especficamente del carcter y
de las aptitudes) en funcin de
las experiencias vividas de determinados ambientes;
Adaptacin del comportamiento
al ambiente social en base a su
interpretacin por un sistema de
ideas y actos y la correspondiente asuncin de roles;
Relacin progresiva entre el desarrollo y los aprendizajes adquiridos por el individuo: a cada
etapa le corresponden ciertos
aprendizajes, pues algunos de
ellos sim ple men te no son
posibles o son prohibidos.

3. LA IDENTIDAD EN LA
REALIDAD ANDINA:
IDENTIDAD TNICA E
IDENTIDAD NACIONAL
3.1 LOS ISMOS DE LA
IDENTIDAD CULTURAL
3.1.1. INCANISMO E
HISPANISMO
Uriel Garca (Tamayo Herrera,
1988; 119) hizo distincin entre lo
inkaico y lo indiano: Lo incaico es
un momento de lo indiano como si
se dijera, la fraccin de una unidad
o la fase concreta y limitada de una
vida histrica ms larga; "slo
por mera figura de diccin se llaman incaicas a todas las figuras
anteriores al coloniaje y anteriores
aun al gobierno de los incas. En
cambio, denominar indianas a todas ellas, incluso al momento
incaico, es dar al criterio una
validez ms justa".
Flores Ochoa (1990; 11) propone el trmino incanismo para referirse a que en la mentalidad cusquea, sea cual fuere su ubicacin
social, grado de instruccin, u
otras consideraciones sociales y culturales, propias de una sociedad
con clases, al mismo tiempo que di131

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

ferencias culturales y tnicas, se halla presente el sentimiento de identidad con lo inca, con las glorias
reales o supuestas del
Tawantinsuyo.
En cambio, el hispanismo se
caracteriza por la afirmacin de la
superioridad de la cultura europeoespaola, de cmo ella predomina en el Per contemporneo y
da valor a lo indgena en las formas mestizas. Proclama la grandeza del Imperio incaico pero ignora,
consciente o tendenciosamente, o
por falta de informacin, los vnculos de la poblacin nativa actual
con el tal imperio, las pervivencias
dominantes en las comunidades
indgenas"... (Arguedas, 1987;
13).
3.1.2. INDIGENISMO Y
CRIOLLISMO
El indigenismo es un movimiento en los diversos campos de la vida social, matizado por la poca
histrica y por la regin, consistente en reflexiones y acciones tomando como eje las supervivencias actuales de la cultura autctona. El indigenismo es un fenmeno tpicamente republicano (aunque con antecedentes): Los tres indigenismos
bsicos tienen diversos matices, el
cusqueo es principalmente historicista y sociolgico, constructor de
teoras y doctrinas de inspiracin y
destino andino, el puneo es principalmente literario, aunque no faltan tampoco las reflexiones sociolgicas y jurdicas. El limeo se nutri
en un principio de la cantera del
Derecho, y luego primero por la influencia del anarquismo y luego
del marxismo deriv hacia un tipo
de indigenismo nacional con fuerte
contenido socialista, representado
principalmente por Maritegui
(Tamayo; 10),
El criollismo corresponde a mestizos que se identifican de buen grado y agra do con lo co lo nial
hispano.
Mientras el indigenismo exalta
lo nativo, el criollismo exalta lo mestizo con remembranzas coloniales;
el lenguaje popular contrapona a
menudo lo criollo con lo cholo y
con lo indio, resaltndose en lo
132

criollo algo as como


un mestizaje con mayores proporciones
hispanas
que
aborgenes.
3.1.3.
FOLKLORISMO Y
COSTUMBRISMO
To do ele men to
folklrico representa
los intereses de la comunidad, sus aspiraciones, valores y objetivos, los conceptos
que norman su comportamiento; se expresa en la conservacin de tradiciones y costumbres; revela creencias y modos de ser, una filosofa
del grupo, una sabidura popular (Merino de Zela, 1986; 10). El
folklore al estar ntimamente ligado
al tradicionalismo, desempea un
rol como elemento de cohesin de
grupo, dndole continuidad y
personalidad.
En cambio, el costumbrismo es,
por lo general el folklore caprichosamente deformado, del que toma lo espectacular o vistoso, lo extrao o singular de las manifestaciones de la cultura" (Ibid; 11), a
menudo a la forma de un espectculo, de algo recreado o reproducido para llamar la atencin o
distraer.
El folklore lo constituyen las experiencias propias y tradicionales
de los pueblos, como hecho sentido y vivido, como modo de ser y de
expresin; el costumbrismo un poco que teatraliza esas condiciones
del folklore, es como una representacin de lo nativo para mostrarse
a otros.
3.1.4. NACIONALISMO Y
ETNOCENTRISMO
Para Sobrevilla, el nacionalismo
es consecuencia del proceso histrico que va delineando criterios para identificar una nacin y para reconocer a sus miembros que determinan tanto la construccin y
conquista del Estadonacin, como la disgregacin y balcanizacin de las minoras nacionales;
su ausencia determinara la rendicin ante todo lo extranjero basa-

da en su supuesta superioridad, la
prdida de nuestra identidad y
nuestra originalidad, y su exceso
la resistencia a toda influencia
determinando por consecuencia el
aislamiento (Tamayo; 120125).
La tendencia a enfocar y valorar los fenmenos y rasgos de otra
cultura, de otro pueblo, a travs
del prisma de las tradiciones culturales y valores del propio pueblo,
se de no mi na et no cen trismo..."Imgenes concretas y simplificadas sobre el propio pueblo, al
que generosamente se asignan rasgos positivos desproporcionadamente superiores a los que se
reconocen a los dems pueblos"
(Predvechni y Kon; 146).
Una nacin puede estar integrada por diversas etnas; la nacin
pugna por darles integridad al convivir prximas en un determinado
territorio, ligadas por acontecimientos histricos y por la organizacin
de un Estado. Aunque pueden darse salvedades, los etnocentrismos
se dan al interior de una misma nacin, los nacionalismos, entre naciones. El nacionalismo estara tras
la bsqueda de orgenes y destinos
comunes a mltiples etnas para
hacer posible la integracin, la
unidad de lo diverso.
3.1.5. REGIONALISMO Y
LOCALISMO
Mientras el centralismo busca
controlar y unificar, el regionalismo
busca mayor autonoma en relacin a los recursos del medio y a
las peculiaridades idiosincrticas
de los pueblos que habitan determinados territorios, diferentes por la
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

presencia tnica y por las vicisitudes pro pias de la his to ria


occidental en un determinado
marco geogrfico.
Personajes (filsofos, historiadores) e instituciones (la universidad,
centros cientficos y culturales), han
captado las preocupaciones e ideales de la poca y lideran planteamientos que se convertirn en ideologas que arraigarn en la mentalidad de un grupo humano. El comienzo ha podido ser un espacio
geogrfico, que luego se desarrolla hacia su contenido histrico,
hasta implicar proyectos de
desarrollo econmico.
En Per, el federalismo aspiraba
a gobiernos propios, a estados autnomos; el regionalismo buscaba
derechos a la distribucin de la economa y expresin cultural propias,
aceptando la relativa pertenencia
a un organismo polticamente mayor (el pas). Cuando estas ideas
mo ri ge ran sus mpetus se
transforman en descentralismo.
En Cusco, las oscilaciones entre estas propuestas tenan su escenario social en procesos de
abandono de la feudalizacin, de
modernizacin y de refeudalizacin, por lo que no dejaron de estar vinculados a ideales del gamonalismo provinciano, que alternaron planteamientos radicales o
conciliadores con el centralismo.
Esas fluctuaciones tienen que ver
con la modernizacin y las crisis
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

de la pequea oligarqua local,


ante la arremetida del comercio y
la industria, y su reflejo en el discurso de intelectuales urbanos, a
menudo provenientes de familias
notables, en una poca en que el
feudalismo se debate en su encrucijada con la insercin del capitalismo, con la incursin franca de
empresarios extranjeros que introdujeron las nuevas formas de
transporte (automvil, tren), las hidroe lc tri cas, la te le gra fa y
telefona, etc.
Su produccin ideolgica estar
influida por este contexto sociohistrico, elaborando un credo de
identificacin regionalista, y un discurso basado en la exaltacin del
sentir local urbano, y su correspondiente reflejo acadmico en el
ideario del Regionalismo que se
alienta teido de serranismo, indigenismo e inkanismo, con una fogosidad retrica que ser fundamental para el discurso del civismo
local y el desarrollo de una tnica
urbana (Calvo, 52).
3.2. SITUACIONES QUE
MODIFICAN EL STATUS DE
IDENTIDAD EN LAS
PERSONAS Y LOS GRUPOS
La identidad se levanta sobre un
conjunto de factores que determinan sentimientos de orgullo o de
vergenza respecto de la pertenencia social. En este artculo consideramos de relieve como modificado-

res de la situacin de identidad, los siguientes:


La posicin socioeconmica del grupo y de
sus miembros y su concrecin en propiedades y for mas de
consumo;
La localizacin de la
cultura y la apreciacin
que de ella tienen los
grupos vecinos enaltecida o degradada segn
re la cio nes
de
dominiosumisin;
La visualizacin de metas socialmente valiosas y la aproximacin y
expectativa de logro de
las mismas; la exaltacin y el reconocimiento de valores endogrupales, etc.
Las experiencias de xito y fracaso a nivel histricocolectivo,
grupal e individual, y el nivel de
satisfaccin de ello resultante;
El cambio de posicin sociogeogrfica por migracin y sus correspondientes variables y la etapa en que se encuentra el proceso de adaptacin al nuevo espacio sociocultural; as como el
modo en que se han replanteado las metas y el nivel de satisfaccin y de expectativa respecto de
las mismas.
El crecimiento de poblaciones
migrantes rurales de distinta procedencia geogrfica, asentadas
en las ciudades;
El apoyo o el reconocimiento de
los logros por parte de personas
o grupos significativas para el
sujeto;
La actividad de los exogrupos en
tanto que resaltan o disminuyen
el contraste con el endogrupo.
Los programas de democratizacin y los idearios polticos que
toman por referencia los orgenes prehispnicos y la presencia
tnica de las culturas nativas.
3.2.1. RELACIONES
INTERGRUPALES
DOMINANTEDOMINADO
Una de las consecuencias de la
relacin dominantedominado es
la situacin de marginalidad o relegacin de la poblacin dominada
133

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

que sufre una falta relativa de participacin tanto de carcter distributivo (disminuidas posibilidades de influir en decisiones colectivas) como
de carcter receptivo (disminuidas
posibilidades de recibir y gozar de
los beneficios que la sociedad
global distribuye).
La situacin de marginalidad,
una de cuyas manifestaciones concretas es la pobreza, genera movilidad social para salir de tal condicin. Siendo el grupo de pertenencia la sociedad rural, sus miembros
buscando salvar la barrera de la
marginalidad, se movilizan hacia
su grupo de referencia (grupo al
cual el individuo aun no pertenece
pero al cual aspira, tomando sus
normas y valores como modelos
para la eleccin de sus ideas y
actos): la sociedad urbana.
Cuando las relaciones intergrupales no son equipotenciales y asumen la forma de dominacinsubordinacin aparecen el prejuicio,
la discriminacin y la distancia
social.
El prejuicio (Whittaker, 1979;
334336) es una actitud de orientacin negativa que predispone a
percibir, actuar y pensar de un determinado modo hacia un grupo y
sus miembros; un juicio de efectos
dainos, de valor inherentemente
antisocial intergrupal (aunque los
prejuiciados son individuos, su
blanco es el grupo). El prejuicio es
la base cognitiva del comportamiento de discriminacin, que implica marginacin y distancia social, un tratamiento desigual a ciertas personas por pertenecer a un
determinado grupo social, negndoseles los privilegios que s reciben los otros miembros de la sociedad. El prejuicio se acompaa de
estereotipo social negativo, ideas
peyorativas y denigrantes sobre un
grupo, que justifican los
comportamientos que se asumen
frente a sus miembros.
Los orgenes incluyen rivalidad,
explotacin, apropiacin de la administracin de la riqueza econmica. Los orgenes reales del prejuicio y la discriminacin suelen ser olvidados y se emplean otras razones
134

elaboradas a partir de esa raz, segn sucesos histricos posteriores


para mantener el efecto inicial en
cuanto al modo de percibirse y al
sentimiento experimentado de un
grupo con respecto al otro Los estereotipos sociales reflejan los arreglos de dominio y subordinacin
desde el punto de vista de los poderosos, promulgndose figuras de
superioridad e inferioridad que se
concretan en pobreza, falta de poder y de prestigio del grupo subordinado. Estas imgenes y comportamientos se transmiten como parte
de la realidad social: la socializacin inocula, mantiene y desarrolla
el prejuicio, el estereotipo negativo
y la distancia social a las nuevas
generaciones sin darles el marco
histrico de su fuente.
3.2.2. CAMBIOS HISTRICOS
Y MODIFICACIONES
IDENTITARIAS
Efectuemos un rpido repaso
del devenir de la cultura andina y
los cambios en la identidad a travs de las pocas (Burga, 1988):
El encuentro entre espaoles e inkas es transformado en una guerra entre dioses: los dioses cristianos han vencido a los quechuas.
Pero las tradiciones son conservadas mediante distintos recursos: combates rituales (que de
los hanan y los urin, pasaron a
ser entre indios y espaoles, ridiculizando a estos); la muerte de
Atahuallpa es deformada en
favor del mito para mantener
esperanzas mesinicas.

Las fiestas del calendario agrcola dos solsticiales y dos equinocciales: el carguay mita, y el oncoy mita de junio se asimilaron al
Corpus Christie, y el pocoy mita de
noviembre a Todosantos. A travs
de la vecosina se utilizaba el canto
para referir mitos de las distintas
parcialidades: El mito y los rituales
constituan por lo tanto, la memoria viva de estos pueblos. Mientras
tenan rituales podan tener memoria y conservar sus identidades
(Burga; 193). El ritual sirve como
instrumento de memorizacin e
idealizacin de lo inka, de conservacin de la tradicin en el perodo
virreinal; bajo un ropaje cristiano,
se conservaron ritos tpicamente
andinos, pues msica, danza y
canto formaban parte de su
cosmovisin religiosa.
Progresivamente, se fue perdiendo el recuerdo de los grandes
dioses, despus de los dioses regionales, hasta quedar slo el
culto a los mallquis, aquellos
cuerpos que conservaban en
cuevas secretas y que correspondan a sus curacas antiguos, eslabones entre los hombres y los
dioses. Los curacas eran los ltimos vnculos con la identidad indgena en torno a los cuales se
agrupaban familias, cuya legitimidad se basaba en la filiacin
con las deidades progenitoras,
correspondindoles la mantencin de mitos y ritos. Estos personajes, pierden legitimidad por
efecto de la extirpacin de idolaEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

tras y la evangelizacin, con lo


que dichos mitos y ritos fueron
borrndose de la memoria
colectiva.
Los curacas fueron instruidos en
colegios especiales como el de
San Borja en Cusco a la usanza
espaola. Estas circunstancias determinan una oscilacin entre los
dioses cristianos y los mallquis, hasta configurar una clandestinizacin
del ceremonial andino, y finalmente, una reduccin y sincretizacin
de estos con aquellos.
El collagua Juan Santa Cruz Pachacuti, a pesar de la crtica que
deja caer sobre los inkas por corresponder a una nobleza por
ellos dominada, pone a Manco
Inka a la altura del Papa y del
Rey de Espaa. El sora Guamn
Poma de Ayala, quien tambin
aceptaba de la sociedad invasora slo el cristianismo, resalt
los vicios del espaol y el reino
de justicia y abundancia de la
edad de los Auca Runa, anterior
a los inkas, pues este cronista corresponde tambin a un linaje sometido por stos. El verdadero
orden entre indgenas y espaoles es vivir separados; el mestizo
es un bastardo. La tradicin oral
que el cronista ayacuchano presenta ya tiene los ingredientes
fundamentales para una utopa
andina ms globalizante y moderna: rechazo a lo espaol,
idealizacin de la historia pasada, orgullo de la identidad india
y propuesta de una restitucin
de ese orden perdido o
prostituido(Ibid; 270).
El cronista cusqueo, descendiente de la nobleza inka, Garcilaso de la Vega, perfila la grandeza
de la sociedad inkaica, describindola como perfecta y justa, escondiendo sus defectos y problemas,
presentndola como forjadora de
la civilizacin en el Per, pues los
antepasados de los inkas vivieron
en tiempos de behetras. Tambin
rescata los valores cristianos de la
sociedad occidental europea.
?El siglo XVII, se presenta como
un perodo de cautiverio intelectual
dependiente de Europa, cuyos reEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

presentantes ms connotados fueron El Lunarejo y Pedro de Peralta y


Barnuevo. Pero los dramas quechuas coloniales ms conocidos
(El Hijo Prdigo y Usca Pucar)
parecen pertenecer a un mismo ciclo de dramatizaciones populares
acerca de la desgracia, desventura
y pobreza de los nobles indgenas,
cuya estructura argumental presenta a un prncipe indio empobrecido
que se lamenta de su suerte y decide recorrer el mundo en busca de
fortuna; vende su alma al diablo
para conseguir riqueza, renunciando a su fe cristiana y luego se arrepiente y retorna a la misma por accin redentora de la Virgen Mara.
Lo cual revela un resentimiento de
la identidad tpicamente andina en
el plano mstico: La disyuntiva era
morir andinos o cambiar para
sobrevivir (Id; 368).
Como se dijo, el carguay mita y
el oncoy mita, se asimilaron al
Corpus Christie; celebraciones
en que las noblezas indgenas
desfilaban exhibiendo sus emblemas totmicos y recordaban a
travs de la vecosina los orgenes mticos de sus grupos. El ritual cristiano, transforma la presencia de stos dentro de los
mrgenes de una relacin dominacinsubordinacin: primero
desfila la nobleza espaola ante
sus autoridades y despus, la indgena encabezada por aquellos que apoyaron a los espaoles tal como fueron los caaris,
cuyos jefes aparecan engalanados, mientras los inkas, ya al final, como seal de degradacin, eran presentados humildemente vestidos, como expresin
de un pueblo derrotado y sometido.
Pero con el transcurrir del tiempo, los indgenas aprovechan de
las festividades religiosocristianas para incluir rituales inkas,
disfrazndolos en la liturgia catlica. Esta disimulacin para hacer posible la conservacin de la
tradicin indgena, fue condicionada por pocas de intolerancia
como la promovida por Toledo y
las extirpaciones de idolatras.
135

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

En Lima, desde 1600, se incluyen elementos inkas en las mascaradas y desfiles junto a las alegoras griegas, propias del gusto
de la poca. En 1675, un cacique de la familia Apoalaya desfila con todos los emblemas del
inka, acrecentndose cada vez
ms la simpata por Atahuallpa.
Podramos suponer que mientras en las alejadas poblaciones
andinas del interior el mecanismo de identidad haba tomado
el camino de los enfrentamiento
rituales entre indios y espaoles,
en Lima y en las zonas urbanas
en general, ms refinadas y
ulicas, los mismos efectos se
conseguan con el desfile de los
reyes incas. Las dos formas
con la ideologa democrtica y
obedecan a la misma fuerza
la crtica al etnocentrismo apareoculta de la idealizacin de la
ce una nueva imagen: el indio
sociedad inca (Id; 389).
es un ser humano como cual La conclusin de todo este procequiera. El comportamiento asoso es la elaboracin de un mesiaciado a esta imagen se caracterinismo en base a esta idealizaza por el respeto y la llaneza.
cin de la sociedad inka, que se
Est casi dems decir que estas
trasunta en el mito de Inkarr, de
imgenes coexisten no slo en
quien se espera un retorno desla opinin pblica sino tambin
de un mundo ctnico (el ukhu
en las conciencias individuales.
pacha) despus de reconstruir
Tenemos, entonces, tres imgesubterrneamente sus divididas
nes del indio:
partes para volver a reinar con
1. El indio es hipcrita y ocioso y
los indgenas en una sociedad
muy difcilmente puede ser
ms justa.
redimido.
Para la imaginacin colonial el
2. El indio es un ser indefenso e
indio era un ser hipcrita y ocioignorante al que hay que
so frente al cual era necesario
proteger, o
ser simultneamente des3. El indio es trabajador y puede
confiado, firme y severo. Esta revalerse
por
s
presentacin parte del supuesto
mismo"(Portocarrero y Oliart,
de que el indio es inferior y de
1987; 85).
que su subordinacin es un he- Habra que hacer un recuento
cho natural. Con el indigenismo
de la historia de las ideas del
colonial y sobre todo con el libePer de las ltimas dcadas,
ralismo republicano se introdujo
para entender algunos de los
una nueva imagen donde el inreajustes identitarios, especialdio es tratado como un ser triste,
mente los relacionados con exindefenso e ignorante al que es
presiones artsticas y polticas,
necesario proteger. La actitud haque representan la nueva onda
cia el indgena debera ser la de
de influencias externas sobre la
un paternalismo benevolente. Al
construccin de identidades moinicio haba que ensearle, insdernizadas y las reacciones traditruirlo con la paciencia y la dedicionalistas respecto de ellas; as
cacin que corresponden a una
como su repercusin matizada
obra destinada a superar la
en lo regional y local.
gran injusticia histrica que signiEn los ltimos tiempos, lo natific la conquista con el sojuzga- vo, lo tradicional, lo indgena, va
miento de su raza. Finalmente, adquiriendo cada vez mayor peso
136

en las candidaturas y propuestas


polticas, convirtindose cada vez
ms en un instrumento ideolgico
de poder.
Desde que las posiciones marxistas tomaron inters por la tierra y
por tanto por el indio, la respuesta
de los grupos polticos democrticos ha sido incluirlos de algn modo en sus programas, para contrarrestar tambin la violencia terrorista caracterstica de las posiciones
radicales de aqullas.
Se produce entonces un curioso
enlace entre el nativismo y el modernismo con exaltacin y consumo de ciertos valores, acentundose el atractivo de ciertos sectores
geogrficos en donde las aplicaciones capitalistas son puestas en relieve. Entonces las ideas relacionadas
al lugar empiezan a contextualizarse y a formar una teora especialmente por parte personas que
vivieron
experiencias
europeizantes.
As, las tensiones ideolgicas se
relacionan con las tensiones sociales mediante la participacin de
una lite intelectual inicialmente
procedente de familias de alguna
manera vinculadas a la instalacin
y funcionamiento de la modernidad, partiendo de elementos geogrficos, histricos y programticos locales y regionales y avanzando hasta entroncarse con lo nacional. Estos planteamientos asumen
variantes, puesto que siendo reperEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

cusiones del pensamiento forneo,


resultan influidos por diferentes
tendencias filosficoideolgicas
occidentales.
Las expresiones sociocntricas
van adquiriendo un nuevo valor: lo
tnico y lo inka arman un cuadro
de conjunciones construyndose
de esas vertientes la forma de una
cultura popular urbana con su propia faz, en donde el sentido del pasado y la admiracin por los descubrimientos arqueolgicos tienen un
lugar destacable que unido a los
cnones de la modernidad y la globalizacin resaltan el valor, por
ejemplo del turismo, como proyecto modernizador sobre los cimientos de la tradicin, alentndose la
creacin de tiempos de celebracin para subrayar su vala y convirtindose en parte del civismo cusqueo, con una evolucin del inkasmo muy ligada a la ideologa
de la lite local, hacia un valor histrico de exaltacin del civismo local y de la misma nacionalidad
(Calvo, 81), es decir de la peruanidad; sin dejar de lado el hecho de
que han surgido tendencias alentadas por gru pos so cia les que
buscan legitimarse o apropiarse
del valor de la identidad ms
profunda del pas, tanto en su
sentido turstico y comercial, como
poltico.
3.2.3. MIGRACIN,
TRANSCULTURACIN Y
MODIFICACIONES
IDENTITARIAS
La migracin del campo a la ciudad, implica procesos de aculturacin y desidentidad.
3.2.3.1 CAMBIOS
SOCIOECONMICOS Y
SOCIOCULTURALES
Las comunidades, al pasar de
una economa natural a una economa mercantil se transculturan
o amestizan ms; y los campesinos al migrar, presionados por
sus necesidades, renuncian en
gran medida a sus valores propios para adquirir los que rigen la
vida del mestizo...y es que en
Amrica Latina las culturas indgenas han sido arrinconadas como subculturas campesinas, y el
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

proceso de conflicto y de cambio


que se ha generado de las relaciones entre ellas y la cultura dominante toma ante todo la forma de
un proceso de sincretismo cultural, ejemplificado por el proceso
de cholificacin en el mundo andino"una vertiente cultural en
que se amalgaman, de un modo
ambivalente y contradictorio, elementos que provienen de la cultura indgena y de la versin criolla
de la cultura europeanorteamericana, y que comienza a colorear
nuevas formas de la cultura
popular urbana de los pases
andinos, como Per, Bolivia y
Ecuador" (Quijano, 1980; 31).

lo nativo, lo
tradicional, lo
indgena, va
adquiriendo cada
vez mayor peso en
las candidaturas y
propuestas
polticas,
convirtindose
cada vez ms en
un instrumento
ideolgico de
poder.

La vida rural expulsa recursos


humanos, que han visualizado la
situacin e intuido un proyecto
de movilidad social, que no puede conseguir en su zona de origen. Significa, por tanto, una huida ante una realidad que, dialcticamente, impone al actor social
limitaciones; consecuencias stas, a su vez, de las contradicciones entre lo esperado y lo vivido. El actor social con proyecto
migratorio est inscrito en una
realidad social y orienta su conducta hacia la prosecucin de ob-

je ti vos so cia les y eco n mi cos,


que le han sido develados en su
zona de origen, pero que le han
sido negados al mismo tiempo.
(Romn, 1981; 25).
Es la situacin que vive una determinada poblacin la que sirve
de marco motivacional para la migracin. En este hecho se correlacionan los factores de expulsin
(del lugar vive el potencial migrante) y los factores de atraccin (del
lugar en donde desemboca su
proyecto).
Las dimensiones socioculturales de nuestra realidad contienen
tanto a la cultura nacionaloccidental de las ciudades y la cultura
tnicanativa del rea rural, sin
olvidar naturalmente, que son realidades dinmicas diacrnica y
sincrnicamente que hacen intercambios entre s, pero catalizadas, gobernadas, orientadas o tamizadas por la cultura dominante
que imprime una direccionalidad
a dichos intercambios.
3.2.3.2 CAMBIOS
PSICOSOCIALES:
MODIFICACIONES
ACTITUDINALES EN LOS
GRUPOS QUECHUAS
Los cambios socioeconmicos
y socioculturales, se reflejan psicolgicamente y de modo interactivo, en las estructuras actitudinales de las personas y grupos quechuas implicados, subjetivacin
que puede resumirse del
siguiente modo (Valdivia, 1994):
Respecto de su propia cultura,
los runas expresan aspectos
tanto positivos como negativos: aquellos el ayni, las festividades religiosas y la escuela; y
estos el consumo de alcohol y
de coca: es una situacin a menudo ambigua porque lo uno
trae aparejado a lo otro; la escuela es resaltada por el aprendi za je del cas te lla no y el
intercambio para el acceso al
mundo mestizo;
Respecto de la ciudad se aceptan la educacin, aspectos comerciales y tecnolgicos,
modo de vestir y limpieza; y se
rechazan los gastos que de137

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

manda, la delincuencia, el bulli(dirigida hacia los hijos), la


difica el comportamiento en la
cio, los accidentes de trnsito,
preferencia es por el
percepcin de los campesinos,
el abuso y el engao.
castellano.
pues, tratndose de la observa En trminos generales, el cam- Los in te re ses ocu pa cio na les
cin de quienes han vuelto a la
pesino prefiere la vida rural a
del runa adulto estn orientacomunidad despus de vivir en
la vida urbana porque en el
dos hacia la actividad agrcola.
la ciudad, se dice de ellos que
proceso de su desarrollo ha adPero al definir una preferencia
adquieren mayor dominio del
quirido capacidades y conociocupacional para sus hijos, la
castellano y mayor amplitud de
mientos para adaptarse a su
inclinacin por las actividades
conocimientos (lase mayor inmedio, en donde ya ha formarurales disminuye en favor de
formacin de la cultura occido su familia y sus relaciones
las tpicamente urbanas. As,
dental...), acentundose la refesociales, y por disponer en su
en proyeccin temporal y generen cia a ras gos ne ga ti vos
ha bi tat de sus pro pie da des
racional, existe una direccionacomo el hecho de renunciar a
para la satisfaccin de sus nelidad del inters en el sentido
una serie de pertenencias cultucesidades. Influye tambin en
de un incremento del amestizarales quechuas: cambian su
esta preferencia su percepcin
miento.
modo de vestir, de hablar, sus
de las dificultades en cada m- La mayora de los campesinos
costumbres, pierden el ritmo tbito: para el hombre quechua
opina que la comunidad propico de la actividad del homlos problemas existentes en el
gresa tomando como indicadobre rural y exteriorizan comporcampo son en menor cuanta y
res el avance de los nios en
tamientos de prepotencia con
de ms fcil solucin que los
las ha bi li da des para la leclos comuneros y de desobeexistentes en la ciudad.
toescritura y en la educacin
diencia a las autoridades
En lo que se refiere a las lenen general, en las mejoras de
tradicionales.
guas, en la opinin de los camla infraestructura de edificios
El migrante revela su adaptapesinos, ambas poseen atribupblicos (la escuela, la iglesia), cin a la ciudad segn:
tos de expresin cognitivoafectanto como en el desarrollo de el proyecto elaborado por el mitiva, desendose que las geolas vas de transporte y de los
grante en el lugar de origen.
grafas lingsticas se irradien e
medios de comercializacin. las caractersticas del lugar reinterpenetren de modo que sea
En comunidades de economa
ceptor y las posibilidades de loposible el ingreso adaptado en
ms mercantilizada se menciograr los objetivos propuestos
los campos socioculturales que
na adems la adquisicin de
en el proyecto,
representan. Admitindose la
maquinarias, abonos, fertilizan- las tensiones, conflictos, frusnecesidad y el valor de ambos
tes, etc. Esta concepcin del
traciones y traumas derivados
idiomas, sin embargo, prefieprogreso es compatible con la
de la experiencia en la ciuren el uso concreto del quec o n s e c u c i n d e b i e n e s
dad,
chua por la facilidad de comuprocedentes de la cultura la contrastacin de los logros
nicacin que para ellos repreoccidentalmestiza.
obtenidos en la ciudad y la consenta; pero cuando se conside- La permanencia de migrantes
dicin de vida habida en el
ra la proyeccin generacional
runas en mbitos urbanos morea rural.
138

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

El proyecto de un joven que viene solo a la ciudad, es bien distinto del de un adulto que viene trasladndose con su familia.
Este proceso de adaptacin implica un reajuste comportamental
y actitudinal, siempre en referencia a las variables migracionales.
Decididamente cambian las aptitudes, pues se deben aprender
nuevas habilidades para actividades distintas a las agropecuarias;
cambian los modos de interaccin con los dems; la percepcin del tiempo y del espacio, los
conocimientos; etc. E igualmente
como anteriormente se revis, se
modifican las actitudes; cambios
modulados por factores relacionados con la diferenciacin campesina y con los modos de instalacin en la ciudad. Y tambin con
el proceso de andinizacin de la
urbe, tema cuyo tratamiento en
extensin nos obliga a
postergarlo.
3.2.3.3. LA IDENTIDAD NATIVA
AYMARA EN EL CAMPO Y EN LA
CIUDAD
Xavier Alb (1986) efectu un
importante trabajo sobre la identidad de los aymaras, estableciendo relaciones entre categoras socioeconmicas y socioculturales.
Tal estudio, puede ser sintetizado
as:
a. LA IDENTIDAD AYMARA EN
EL HBITAT RURAL
El aymara altiplnico con economa de subsistencia tiene
por elementos de su identidad
a su grupo geogrfico local,
respecto de otros grupos geogrficos, a su condicin de indio y campesino respecto de la
condicin de qara o misti
del pueblo, y los wiracochas
de la ciudad; y su pertenencia
al cam po en relacin a la
pertenencia a la ciudad.
El aymara que produce para el
mercado elabora su identidad
fundamentalmente en torno al
concepto de campesino y especficamente como productor de (caf, cacao, etc) puesto que el problema que les une
y les preocupa es precisamente
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

la colocacin de tal o cual


producto en el mercado (ibid;
169).
El aymara minero se identifica
en funcin de su ocupacin
prescindiendo de si su origen
o experiencias anteriores son
aymaras, quechuas, campesinas o urbanas; aunque hay
grados, en general, hacerse minero es dejar de ser aymara
(id; 173).

el campesino
prefiere la vida
rural a la vida
urbana porque en
el proceso de su
desarrollo ha
adquirido
capacidades y
conocimientos
para adaptarse a
su medio, en
donde ya ha
formado su familia
y sus relaciones
sociales, y por
disponer en su
habitat de sus
propiedades para
la satisfaccin de
sus necesidades.

El aymara profesor tiende a desplazarse y a sentir aversin por


lo nativo (excepto ciertas manifestaciones folklricas). Los aymaras ms identificados son
los que tienen menos tiempo
de servicios y quienes estn ubicados en regiones ms
perifricas o ruralizadas.
b. IDENTIDAD DE LOS
AYMARAS RESIDENTES EN LA
CIUDAD

Cuando el aymara se localiza


en la ciudad, las siguientes pueden ser sus variaciones identitarias:
el que se olvida de su origen: la
presin antiindia de la ciudad
puede llevar a una asimilacin
a la estructura urbana, dejando los orgenes y la solidaridad
con los coterrneos. Ocurre
con la mayora y es absoluto en
la generacin de los hijos de
los migrantes.
Quienes forman la subcultura
aymara urbana: artesanos, comerciantes, etc., semejantes al
grupo cholo que evitan guardar identidad con los campesinos, pero que logran configurar un estilo cultural diferente
al resto de la ciudad, aunque
absorbiendo algunos de sus
elementos. Gustan de la msica verncula, celebran fiestas
al estilo rural, hacen challas
de casas, sahumerios a la Pachamama para el xito en los
negocios; si bien es cierto que
man tie nen relacin con el
campo, dejan de ser un grupo
solidario con lo campesino.
Grupos organizados de residentes: la mayora de los migrantes llegan a la ciudad a su
propio riesgo, mantienen contacto con su tierra de origen en
forma individual y por sus parientes, lazo que se va debilitando especialmente si han perdido el acceso a tierras en su comunidad; fcilmente se comportan como los grupos anteriormente descritos. Pero otros
se organizan dedicndose a actividades de tipo cultural, social y recreativo y de facilitacin a la instalacin de nuevos
paisanos; tramitan obras y mejo ras para la co mu ni dad.
Cada cual va adecundose al
mundo de la ciudad, pero organizados se protegen mejor y
conservan mejor patrones conductuales de su origen cultural;
pero en su trato con gente extraa de la ciudad el residente
tender a afirmar que es de la
ciudad para evitarse mayores
problemas: sta es la ambige139

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

dad en que no le queda ms remedio que vivir o sobrevivir


(id; 182). La solidaridad con el
lugar de origen asume una forma de relacin vertical, convirtindose en una especie de
intermediario social o puente
entre dos grupos sociales
distanciados: los poderosos de
la ciudad y los dbiles del
campo (183).
Actitudes entre residentes de
distintos lugares: quienes han
afincado residencia urbana respecto de migrantes recientes o
de residentes no propiamente
paisanos o del mismo lugar,
pero siendo siempre de origen
aymaracampesino, adoptan
actitudes de sobrevaloracin,
de ostentacin de su preeminencia e incluso de explotacin, tratando de hacer ver que
ya no son campesinos o indios,
sino alguien superior... Parece
ser que ocupaciones que obligan al residente a vivir ms del
campesino, presentan ms remar ca da men te esta ac ti tud;
ocupaciones ms neutras (artesanas), no tanto. Actividades liberales como las de estudiante, pueden incluso desarrollar
actitudes de solidaridad si es
que se han superado los
complejos e inseguridades
propios de la transicin
campociudad.
La intelectualidad Aymara: aunque reducido es un grupo importante, centrado en la creacin
de una ideologa aymara, constituido por universitarios, profesionales, investigadores, funcionarios, tanto de procedencia aymara, como noaymara. Suele centrase en lo racial (lo indio) y en
lo cultural (lo aymara), dejando
de lado el concepto ms socioeconmico de campesino; resaltan la con tra dic cin qa ras
(blancosmestizos) versus aymaras o indios, elaborando proyectos polticos.
Sin duda, estos datos deben
ser revisados con otras investigaciones de la misma poca y actuales, especialmente para deslindar
el efecto que diferentes institucio140

nes estatales y no gubernamentales pudieran haber logrado a travs de diseos especficos (educati vos o pro duc ti vos) pa ra las
reas rurales andino amaznicas
en lo referente a las marcas en la
identidad, as como el impacto
de la globalizacin en las comunidades nativas, aspecto tambin
reservado para la prxima parte
del tratamiento de esta temtica.
3.2.4. CONJUGACIN DE
IDENTIDADES: MULTIPLICIDAD
Y ORGANIZACIN DE
IDENTIDADES

Una confianza de
principio en el
futuro, un
optimismo
moderado sobre
el destino del pas,
una visin crtica
del orden social,
un aprecio
creciente por lo
andino, y
finalmente, un
cuestionamiento
de la historia
oficial.

La identidad regional, es lo nacional particularizado en alguno


de sus sectores, que a la vez que
lo engloba le reconoce diferencia
en virtud de su propia historia y
sus propios recursos. En la identidad nacional preponderan los elementos mestizooccidentales, relegndose lo regional y nativo,
constituyndose una expresin
particular tanto de la cultura occidental como nacional. En lo regional se observa, ms bien, una participacin subrayada de lo nativo
unido a la tradicin histrica

occidental localizada en un
territorio ms o menos
reconocible.
La identidad nativa est constituida por la reserva de elementos
prehispnicos suprstites en condicin sincrtica, pero en todo caso tradicional, es decir, conservados desde pocas pretritas.
Como vemos estas diferentes
dimensiones de la identidad en la
realidad andina, significan una relacin entre un espacio social y
los parentescos histricos entre
los pueblos que lo habitan. Podemos tratar del fenmeno psicosocial de la identidad como un conjunto de crculos concntricos interactuantes, de lo ms amplio social hasta lo individual pasando
por toda una gama de intermediaciones. Y todas son dinmicas,
aunque en ciertas circunstancias
se hace crtica o resaltante una de
ellas respecto del resto, y eso en
funcin de la implicancia de una
identidad en otra.
Es dentro de este contexto que
se entienden mejor expresiones tales como hispanismo (identidad
con lo espaol), lo folklrico (lo
popular y tradicional de una sociedad), lo costumbrista(la reproduccin de lo folklrico en ciertos
contextos, festivos por ejemplo);
indigenismo (identidad con lo
nativo, en nuestra regin concretamente preferencia y revaloracin de la cultura quechua actual
en sus diferentes aspectos), incanismo (revaloracin en la poca
actual de la cultura inka), etc.
4. COLOFN: LOS
ATRACTORES IDENTITARIOS
EN EL IMAGINARIO SOCIAL
DE LOS PERUANOS
En el imaginario social se instalan las representaciones que las
personas tenemos del mundo, para poder compartirlo e intervenirlo. All se encuentran los conos
de nuestra identidad hacindonos sentir pertenecientes a y diferentes de, a partir de la conciencia de un origen y un destino. Su
gnesis puede ser remota y oscura, real o mtica, pero funcionan
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LAS CARAS DE LA IDENTIDAD EN EL PER: AUTOESTIMA E IDENTIDAD TNICA Y NACIONAL

al modo de un atractor conjuncionador que se engarza al modo de


una medalla entre los abalorios
de la historia, repercutiendo en el
presente y proyectndose al
porvenir.
Esos ncleos de la identidad estn estructurados en base a espacios fsicos y sociogeogrficos, en
donde han ocurrido hechos de
trascendencia colectiva; hechos
que contienen personajes, todo
empotrado en un devenir
histrico.
Algunos acontecimientos tienen un valor excesivamente circunscrito y no trascendente: es natural que el orgullo igualmente est disminuido y que sus actores
acoplen sus sentimientos de autoestima a un espacio ms amplio y regional que engendren el
valor que quisieran. Pero tambin
hay hechos muy singulares y cualita ti va men te sig ni fi ca ti vos que
atraviesan espacios y tiempos socio de mo gr fi cos. Asimismo,
acontecimientos masivos no
siempre
tienen
poder
trascendente.
Es importante entonces destacar lo que es eminente y por qu,
lo que abraza poblaciones grandes y permite conectarlas con un
sentimiento comn. Todo paisaje
de la identidad teje una trama sociocultural con hilos y formas vitales, econmicas, sociales, gnoseolgicas, ticas, jurdicas, artsticas y religiosas: el elenco se
mueve ponindole relieve a la escena y al escenario y haciendo
sig ni fi ca ti vo y aprehensible el
argumento de la historia de una
comunidad.
Hay hechos y celebraciones
que abarcan grupos por haber alcanzado jerarqua, adems de infundir sentimientos comunes. Esto
puede tener que ver con el espacio geogrfico del suceso o con
el relieve polticoadministrativo
del lugar, pero que adems contie ne ca pa ci dad re pro duc ti va:
sectores de menos status celebran del mismo modo a nivel local pero con tendencia a
concentrar ese valor y ese status.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Inti Raymi y Corpus Christi pueden tener expresiones en distintos


lugares del Per, pero concentran
su ncleo en el Cusco debido a
su prestigio histrico. Adems presentan el proceso del sincretismo
producto de una relacin dominantedominado en donde expresiones culturales de distinto origen se encuentran y en alguna
medida se mezclan y se integran y
en donde diferentes sectores pobla cio na les an cuan do en
diferentes medidas y quiz por
diferentes razones participan.
Ciertas caractersticas de los
componentes que diferencian a
un lugar tienen propiedades integrativas, otras aislantes y otras
ms desestructurantes. Algunas
acercan, otras distancian; algunas construyen identidad, otras la
limitan o deforman.
Por tanto, la magnitud social
del hecho y su significacin tienen
un extraordinario poder para establecer sentimientos comunes y en
esa medida despertar el orgullo
de una procedencia. En este mismo vector de discernimiento, la
minusvala y la vergenza
estaran relacionadas con:
una disminuida presencia de
acontecimientos trascendentes
una conciencia de no haber
participado en acontecimientos trascedentes aun cuando
sean protagonizados por otros
grupos
una conciencia de haber incurrido en hechos censurables,
calificados como indiferencia,
evasin o traicin;
una justificacin suficiente de
hechos positivos y negativos (a
modo de un balance entre lo
juzgado como enaltecedor y
como despreciable)
un referente ajeno de juicios procedentes de otros grupos considerados como significativos (entre los que se encuentra el juicio
mismo del exogrupo)
Gonzalo Portocarrero efectu
un tra ba jo por en cues ta con
1693 estudiantes de 5to de secundaria de Lima y nueve ciudades
del interior en 1985, encontran141

Gustavo Valdivia, Sandra Valdivia

do en trminos genricos una


confianza de principio en el futuro, un optimismo moderado sobre el destino del pas, una visin
crtica del orden social, un aprecio creciente por lo andino, y finalmente, un cuestionamiento de la
historia oficial (Portocarrero y
Oliart; 78). Son resultados bastante homogneos a pesar de la
distinta procedencia social y de
las variaciones de rendimiento, y
a pesar de que el sistema educativo reproduce nuestras desigualdades sociales.
Una minora mantiene la imagen colonialista y expresa que
aunque el indgena tuvo un rol
fundamental en el pasado ste
disminuir en lo posterior (posicin propia de colegios particulares). En el otro extremo est la opinin de que el aporte indio ha sido fundamental y que su importancia se acrecentar (en colegios nacionales de provincias).
En el punto intermedio estn los
colegios particulares y religiosos
de Lima que sealan su importancia en el pasado y su mantenimiento en el futuro; slo una minora piensa que dicha influencia
se reducir. Hay una identificacin creciente con lo andino, tanto en los sectores medios como
en los populares. En los primeros
encontramos una apertura a los
valores nativos, una cierta disposicin para internalizarlos y hacerlos suyos. En los segundos se va
imponiendo el apego a la tradicin, el deseo de reafirmar la continuidad cultural (Id.; 85).
Nosotros al investigar las actitudes de alumnos universitarios encontramos una fuerte tendencia a
que la cultura quechua prevalezca en la ciudad, lo cual estara influido tanto por la tradicin como
por la posicin del Cusco como
ciudad arqueolgicatnica inkaquechua. Le sigue la posicin
del mestizaje; la misma muestra
de procedencia rural est ms de
acuerdo con el mestizaje que con
la conservacin de la pureza de
la cultura nativa. Si se trata del
deslinde entre tradicin y moder142

nidad, se observa con claridad


que lo inka por ms esplendoroso que haya sido, es una realidad
que corresponde al pasado, que
no es posible volver a esa poca,
que las sociedades cambian y
que la modernidad es necesaria
aunque implique un nivel de renuncia de lo propio (Valdivia Rivera y Valdivia Acurio, 2008; 129).
Como no es posible para todos conocer los mltiples detalles de los valores culturales y su
historia, hay conos que los conden san y re pre sen tan. Bas tan
los arquetipos: es consenso que
el inkario fue la ms fecunda y
gloriosa poca, base del orgullo
del pas y smbolo medular de la
nacionalidad peruana. Una gama penetrante de asociaciones
rela ciona Machu Picchu con Pachacuteq y el Per, en su nivel
ms universal. Bastan esos arquetipos para que todos experimenten un orgullo bsico tomado de lo ancestral.
Algunos componentes de la
geografa fsica, los sucesos, las
personas, las muestras de arte,
la in te lec tua li dad, la re li gin,
etc., sirven de referente para valorarnos y para que nos valoren.
Machu Picchu exhibe un valor local, re gio nal, na cio nal, con tinental y mundial, cada nivel con
sus propios matices y distinciones. De nuestra historia hemos
extrado un valor y lo hemos rodeado de etnicidad convertido
en uno de los ms altos emblemas de nuestra identidad nacional.
Hay un fulcro interno de la valoracin que procede del juicio
propio de los portadores del valor, algo inherente a nuestros
procesos de socializacin y educacin, as como hay un fulcro
externo derivado del valor que
otros nos adjudican por percibir
el icono como una cima de la estimacin. Es en la alta cumbre
de un intrnseco valor de orden
colectivo que sostenemos nuestro propio valor, y en la opinin
reflejada desde la mirada del
mundo, sabedores de que el pa-

sado, aporte de nuestros antepasa dos, debe ser ac tua li za do


para que sirva de soporte al futuro en donde va incluida nuestra
propia contribucin al desarrollo de nuestra cultura e identidad.
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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA EN NUESTRO PAS Y EL PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA Y EL


PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR1
Considerando al Per como des, elementos importantes para Los datos estadsticos, que son
Rina Cornejo Muoz2

una sociedad de estructuras y


prcticas democrticas en vas de
consolidacin, en el siguiente documento, expondremos algunas
de sus caractersticas, las mismas
que constituyen la base para introducir, a partir de las universida-

la educacin y ciudadana en una


sociedad pluricultural, discriminatoria y llena de desigualdades,
donde la pobreza es uno de los
aspectos que impide el desarrollo
de los distintos ejercicios de
ciudadana.

muy importantes para tomar decisiones a favor de las mayoras, nos


muestran que la poblacin peruana actual es de 28220,774 habitantes, siendo el 50.3% constituido
por mujeres y el 49.7% por varones (INEI- UNFPA, 2008:17). Afec-

1 El presente documento es una versin modificada de la ponencia sobre Educacin y Ciudadana en una Sociedad Pluricultural presentada
en Barcelona, Espaa, dentro de las Jornadas de trabajo concernientes a la Educacin y Ciudadana: Modelos de Difusin de Valores e
Instituciones Democrticas, organizadas del 2008 a 2010 por la Universidad de Barcelona y el Parlamento de Catalunya.
2 Docente Principal del Departamento Acadmico de Antropologa, Arqueologa y Sociologa de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC).
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

145

Rina Cornejo

tando el analfabetismo al 7.1%,


del total, de los cuales el 10.6%
son mujeres de 15 a ms aos de
edad y 3.6% varones.
Segn informacin proporcionada por la UNESCO (2007: s/p) en
el pas el 51.6% de su poblacin vive en situacin de pobreza y
19.2% en condiciones de pobreza
extrema, presentndose la situacin ms grave en las zonas rurales
con un 72.5%, en contraste con el
40.3% que afecta a la poblacin
urbana. En la costa peruana, la pobreza alcanza al 38.4%, mientras
que en la sierra y en la selva afecta
al 67.7% y al 59.5%
respectivamente.
De acuerdo a la Encuesta de Hogares (ENAHO 2008), la pobreza
afect al 36.2% de la poblacin
del pas, es decir, tenan un nivel de
gasto inferior al costo de la canasta
bsica de consumo compuesto por
alimentos y no alimentos. De este
conjunto de pobres, el 12.6% est
conformado por pobres extremos,
es decir, por personas que tienen
un gasto per cpita inferior al costo
de la canasta bsica de alimentos y
por 23.6% de personas pobres no
extremos, que se caracterizan por
tener un gasto per cpita superior
al costo de la canasta de alimentos
pero inferior al valor de la canasta
bsica total de consumo (Lnea de
Pobreza). Por regin natural, en la
sierra la pobreza afect al 56.2%
de su poblacin, en el rea rural al
68.8%, y en la poblacin urbana incidi en el 33.5%. En la Selva, el
40.9% de los residentes son pobres, en el rea rural afecta al
49.1% de su poblacin y en el rea
urbana al 31.3%. En la Costa, la
pobreza afect al 21.3% de su poblacin, incidiendo ms en el rea
rural con un 34.8% y en el rea urbana afect al 23.4%.
Los resultados departamentales
de la pobreza de acuerdo a la
Encuesta de Hogares (ENAHO
2008), muestran una imagen ms
clara de los contrastes regionales
de la incidencia de la pobreza. Del
total de departamentos, 14 registraron tasas de pobreza superiores al
promedio nacional y 10 a tasas in146

feriores. Para un mejor anlisis, se


clasifican en cuatro grupos de relativa similitud en cuanto a sus niveles de pobreza. En el primero, se
ubica solamente Huancavelica con
una incidencia de la pobreza de
82.1%; un segundo grupo, cuyas
tasas de pobreza se ubican entre
53.4% y 69.0%, integran los departamentos de Apurmac (69.0%),
Ayacucho (64.8%), Pasco (64.3%),
Puno (62.8%), Hunuco (61.5%),
Ama zo nas (59.7%), Cus co
(58.4%) y Cajamarca (53.4%). La
pobreza en estos departamentos est muy relacionada a la pobreza rural, la misma que tiene que ver con
la baja productividad de las tierras
agrcolas. Un tercer grupo, cuyas
tasas de pobreza varan de 30.2%
y 49.8%, se encuentran los departamentos deLoreto (49.8%), Piura
(41.4%), Junn (38.9%), Ancash
(38.4%), La Libertad (36.7%), San
Martn (33,2%), Ucayali (32.5%),
Lambayeque (31.6%) y Moquegua
(30.2%). En el cuarto grupo, se encuentran departamentos con tasas
de pobreza inferiores al 20.0%, lo
integran seis departamentos:
Arequipa (19.5%), Lima (18.3%),
Madre de Dios (17.4%), Ica
(17.3%), Tumbes (17.2%) y Tacna
(16.5%).
En el ao 2009, de acuerdo al
INEI (Informe Tcnico, 2010:22) la
pobreza medida por el mtodo monetario afect al 34.8% de la poblacin del pas, de todos ellos el
11.5% son pobres extremos, Y
23.3% pobres no extremos. Por
rea de residencia, se observa un
fuerte contraste entre los residentes
del rea urbana con los del rea rural. Mientras que los primeros tienen un nivel de pobreza de 21.1%,
en el rea rural es de 60.3%. Por regin natural, en la Sierra la pobreza afect al 53.4% de su poblacin, principalmente a los residentes de la Sierra rural con un 65,6%,
mientras que en la poblacin urbana incidi en el 31,3%. En la Selva,
el 46,0% de los residentes son pobres, en el rea rural de est regin
la pobreza afect al 57,4% de su
poblacin y en la Selva urbana al
32,5%. En la Costa, la pobreza inci-

di en el 19,1% de su poblacin,
incidiendo en la Costa rural, donde el 40,6% de su poblacin se
encontraba en situacin de
pobreza, mientras que en la Costa
urbana afect al 21,4%.
La incidencia de pobreza por departamentos presenta cinco grupos de relativa similitud en cuanto
a sus niveles de pobreza. En el primero se ubica Huancavelica con
una tasa de pobreza de 77,2%. Un
segundo grupo cuyas tasas de pobreza se ubican entre 70,3% y
60,8%, integran los departamentos de Apurmac (70,3%), Hunuco (64,5%), Ayacucho (62,6%) y Puno (60,8%). Un tercer grupo, cuyas
tasas de pobreza varan de 51,1%
y 59,8%, lo integran los departamentos de: Amazonas (59,8%), Loreto (56,0%), Cajamarca (56,0%),
Pasco (55,4%) y Cusco (51,1%). El
cuarto grupo de departamentos tienen una tasa de pobreza de 31,5%
a 44,1% y lo componen: San Martn (44,1%), Piura (39,6%), La Libertad (38,9%), Junn (34,3%), Lambayeque (31,8%) y Ancash (31,5%).
Ocho departamentos integran el
quinto grupo, estos departamentos
presentan tasas de pobreza relativamente bajas: Ucayali (29,7%),
Tumbes (22,1%), Arequipa
(21,0%), Moquegua (19,3%),
Tacna (17,5%), Lima (15,3%), Ica
(13,7%) y Madre de Dios (12,7%).
Al respecto, resaltamos que detrs de los nmeros hay una verdad oculta, si bien es cierto que se
publican esos datos estadsticos
que demuestran la disminucin de
la pobreza, en trminos reales y
considerando las diferentes aristas
pareciese que la disminucin no es
visible, ms an si comparamos los
resultados del 2008 y 2009 donde
se no ta que en algunos
departamentos la pobreza ha
aumentado.
Adems, cuando hablamos de
la pobreza, debemos tomar en
cuenta un concepto ms amplio, el
de la Cultura de la pobreza que
tiene sus modalidades y caractersticas propias para sus miembros,
tanto de orden social como psicolgico. Es un factor dinmico que
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA EN NUESTRO PAS Y EL PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR

afecta la participacin en la cultura


nacional ms amplia y se convierte
en una subcultura por s misma, tal
como dira Oscar Lewis. La cultura
de la pobreza tiene rasgos universales que transcienden las diferencias
re gio na les, ru ra lesur ba nas y
hasta nacionales, que pueden
clasificarse en cinco campos
(MARZAL, 2001: 2)
RAS GOS DE MO GR FI COS:
Tasa de mortalidad relativamente
ms alta; expectativa de vida menor; proporcin mayor de individuos en grupos de edad ms joven; y mayor fuerza de trabajo por
la participacin de mujeres y nios.
RASGOS FAMILIARES: Predominio de la familia nuclear; tendencia
hacia familias centradas en la madre y mayor conocimiento de los
parientes maternos; uniones matrimoniales libres; hogares incmodos y promiscuidad; iniciacin sexual muy tempra na; frecuente
abandono de madre e hijos por el
padre; hbito de golpear a la esposa; autoritarismo paterno; violencia fsica en la educacin de hijos;
falta de vida privada; e insistencia
en solidaridad familiar, que raras
veces se logra.
RASGOS ECONMICOS: Lucha constante por la vida; bajos salarios; diversidad de trabajos no calificados; trabajo infantil; pocas
de desocupacin o subocupacin;
ausencia de ahorros; escasez crnica de dinero en efectivo; ausencia
de reservas alimenticias en casa;
pequeas compras de alimentos
muchas veces al da; uso de ropa y
muebles de segunda mano; servicios informales de crdito; recurso
a prstamos locales a tasas usurarias; y empeo de prendas
personales.
rasgos sociales: Bajo nivel de instruccin y analfabetismo; no pertenecer a sindicatos obreros, ni a partidos polticos; no se est afiliado al
Seguro Social; y poco uso de instituciones urbanas, como los bancos,
los grandes almacenes, los museos
y los aeropuertos. Lewis dice que la
cultura de la pobreza es una cultura provincial y orientada localmente. Sus miembros slo estn parcialEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

mente integrados en las instituciones nacionales y son gente marginal, aun cuando vivan en el
corazn de la ciudad.
RASGOS CULTURALES: Orientacin hacia el tiempo presente
con relativamente poca capacidad
de posponer sus deseos y de planear para el futuro; sentimientos
de resignacin y fatalismo relativos; creencia en el machismo y
complejo de mrtires en las mujeres [aunque existe signos de cambio]; gran tolerancia ante la patologa psicolgica; cada en el alcoholismo; fcil recurso a la violencia
para zanjar problemas; desconfianza a las instituciones del gobierno y
odio a la polica.
A estos cincuenta rasgos que

Al haber sido
elegidas,
necesariamente
no podemos
afirmar de su
participacin
ciudadana real y
efectiva.

constituyen la configuracin de la
cultura de la pobreza, Lewis aade otros datos de la personalidad
cultural de los pobres:
Los que viven dentro de la cultura de la pobreza tienen un fuerte
sentido de marginalidad, de abandono, de dependencia, de no pertenecer a nada. Son como extranjeros en su propio pas, convencidos
de que las instituciones existentes
no sirven a sus intereses y necesidades. Al lado de este sentimiento de
impotencia hay un difundido sentimiento de inferioridad, de desvaloracin personalNo tienen ni el
conocimiento, ni la visin, ni la
ideologa para advertir las semejanzas entre sus problemas y los equivalentes en otras partes del mun-

do. En otras palabras, no tienen


conciencia de clase, aunque son
muy sensibles a las distinciones de
posicin social (1965: XVIII)
Comprender la pobreza como
una carencia que afecta mltiples
dimensiones de la existencia humana ha sido fundamental en el camino recorrido. Y tal como indica la
Mesa de Concertacin para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP,
2007:5), Junto a la precariedad
material, las diversas discriminaciones, la exclusin y las barreras que
impiden participar como ciudadanos y ciudadanas, la falta de oportunidades y de acceso a servicios
de ca li dad ha cen que la
experiencia de vivir en pobreza
signifique un recorte profundo de
libertades.
Adems de ello, debemos recordar que el Per se caracteriza por
ser plurilinge y multicultural, pero
que sin embargo est lejos de la interculturalidad y mas bien se puede
decir que es un Estado monocultural, lo que se puede evidenciar por
ejemplo, en el tipo de educacin
homognea que promueve; presentndose como un obstculo para la verdadera difusin de valores
e instituciones democrticas y cuyo
reto para la poblacin apunta hacia la inclusin y la diversidad, a generar ciudadana multicultural e intercul tural, sin esperar que el
Estado lo realice.
Debemos ir avanzando para
asegurar que cada cual sea tratado como un miembro pleno y activo en una sociedad de iguales,
otorgando a los individuos un status y un conjunto de derechos ciudadanos, tanto civiles, polticos y
sociales que definan las relaciones entre los ciudadanos mismos
y el Estado; pero al mismo tiempo, que sea alguien que se identifique con la comunidad poltica a
la cual pertenece y que adems
se comprometa con la promocin
del bien comn, por medio de la
participacin activa en la vida poltica, lo que se ha denominado
como ciudadana activa o pblica, por las responsabilidades y virtudes ciudadanas que involucra
147

Rina Cornejo

(BRESSER y CUNILL, en
HOFFMANN y otros, 2006:26).
En nuestro pas coexisten alrededor de 44 grupos humanos autctonos que son cultural y lingsticamente diferentes. Esta realidad multilinge y pluricultural es
el resultado de un largo proceso
histrico que ha necesitado de
por lo menos diez mil aos. Dentro de ello, la poblacin indgena
es t con for ma da apro xi ma damente por 8603,000, los mismos que viven en 5,690 comunidades campesinas y en 1,297 comunidades nativas, de ellos se indica que 8, 000,000 son quechua hablantes y 603,000 de lenguas amaznicas (GRADE,
2004: 3).
Por otro lado, el Instituto Internacional de Investigacin y Capacitacin de Na cio nes Uni das
INSTRAW el ao 2006, indica
que la poblacin peruana presenta
los siguientes grupos tnicos: Indgenas 45%, siendo los principales
pueblos indgenas presentes en Per los quechuas, aimaras, shipibos,
ashnincas y awajun; mestizo
37%; blanco 15%; asiticos, como
los de ori gen japons y
descendientes chinos y otros
grupos 3%.
En relacin a la participacin de
los indgenas o nativos en listas
electorales, la Ley No. 27683 de
elecciones regionales, promulgada el 27 de Marzo de 2002, ordena que la lista de candidatos a elecciones est conformada por no
menos de un 30% de hombres o
mujeres, y un mnimo de 15% de representantes de comunidades nativas y pueblos originarios de cada
regin donde existan, conforme lo
determine el Jurado Nacional de
Elecciones" (artculo 12). An cuando la Ley de Cuotas favorece la presencia femenina y nativa en la representacin congresal y a nivel de
los gobiernos regionales y locales,
existen factores tcnicos en el sistema electoral que obstaculizan los
mecanismos de promocin. No
existe obligatoriedad para que en
las listas de candidatos el porcentaje obligatorio femenino o nativo
148

ocupe los primeros puestos, que


son los que tienen mayores
probabilidades de eleccin.
Al respecto, si bien la ley de cuotas incentiv relativamente a la mayor participacin poltica de las mujeres en los diferentes niveles de decisin, sin embargo en el caso de
los nativos todava no se nota
esa participacin real y efectiva, a
pesar del inters que tienen algunos sectores sobre la multiculturalidad y la ciudadana inclusiva de
los pueblos indgenas. Y como diran Hoffmann y otros (2006:30) la
cultura dominante hoy es ms inclusiva, pero no deja de ser etnocntrica, porque siguen pensando y practicando la creencia de la universalidad y superioridad de sus instituciones. Por lo tanto hay inclusiones
con subordinacin, desigualdad y
reconocimiento distorsionado, porque se siguen excluyendo sus creencias e instituciones por ser particularismos locales y sin futuro. Motivo por el cual se debe de profundizar la concepcin de la ciudadana
diferenciada que busca el
reconocimiento
de
las
particularidades y diferencias
grupales para la participacin de
todas las personas en la vida
pblica.
De otro lado, algunos creen que
en lugar de afinar los mecanismos
de la actual Ley de Cuotas, se debe
mas bien optar por incluir otras variables como las de imponer que
las listas electorales contengan un
20% de jvenes adultos menores
de 30 aos, lo que hara an ms
complejo el panorama. Sin embargo, cabe destacar que la presencia
femenina en aquellos cargos en los
que se aplic la cuota, como las regiduras, permiti un crecimiento
de su participacin.
Destacamos adems lo indicado
por INSTRAW, en el sentido de que
la indocumentacin de las mujeres,
la pobreza, la ruralidad y el analfabetismo est en relacin directa con el
ausentismo electoral femenino, la indiferencia por el liderazgo y con la
posibilidad de ser objeto de manipulacin en el ejercicio de sus derechos
ciudadanos; por lo que la participa-

cin de la mujer en instancias de poder poltico y toma de decisiones es


todava limitada, ubicndose mayoritariamente en puestos que simblicamente, refuerzan los patrones y roles
comnmente femeninos de proteccin y sensibilidad social. Todava se
les encarga funciones profesionales
que constituyen una extensin del rol
de cuidado y atencin asignado en
el mbito privado de la familia. En
1994 en el Per se calculaba que
547 mil mujeres no tenan su documento nacional de identidad (DNI).
En 2004, se estima que un milln y
medio de peruanos y peruanas no
tienen documento de identidad, y
que ms de la mitad son mujeres, segn refiere el documento de Participacin de las mujeres indgenas en
los procesos de gobernabilidad y en
los gobiernos locales, publicado por
la Agencia Espaola de Cooperacin internacional el 2006. El los
Censos Nacionales del 2007 (INEI,
2008: 131), disminuyen las cifras
anteriores, existiendo 564,487
personas de 18 y ms aos de edad
que no tienen el Documento
Nacional de Identidad (DNI), y ms
de la mitad siguen siendo mujeres,
es decir 319,462.
Al respecto, desde 1997 el proceso electoral en el Per incorpora
la cuota de gnero del 25% para
las elecciones congresales y municipales; para las elecciones del
2001, la cuota se ampla al 30%
para las elecciones del Congreso y
a partir del 2002 para las candidaturas regionales y municipales (En:
ONPE/CMP Flora Tristn, 2007. Y
GARCA NARANJO, 2009:
196198)
En las elecciones presidenciales
del ao 2006 participaron tres candidatas a la Presidencia de la Repblica (Unidad Nacional, Alianza
por el Futuro y Concertacin Descentralista) y 10 candidatas a Vicepresidentas (Alianza para el Progreso, Con Fuerza Per, Concertacin
Descentralista, Partido Aprista, Justicia Nacional, Reconstruccin Democrtica, Renacimiento Andino,
Restauracin Nacional y Partido Socialista). En ese sentido, 11 de 20
partidos incorporaron en sus frmuEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA EN NUESTRO PAS Y EL PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR

las de candidatos a por lo menos


una mujer. Los dems partidos no
lo hicieron siguiendo una interpretacin del Jurado Nacional de Elecciones, por lo cual el porcentaje de
hombres y mujeres se aplica en las
listas y no en las frmulas presidenciales". Finalmente se eligi por
vez primera en la historia del pas a
una mujer como Vicepresidenta de
la Repblica. Por su parte, en las
elecciones congresales, de un total
de 120 escaos, las mujeres ocupan 34, es decir, el 28% en relacin a los varones que son 86, con
un 72%. En estas elecciones se
increment la participacin de las
mujeres, tanto a nivel de
candidaturas como de electas en
espacios legislativos de gobierno:
Para las regiduras distritales se
presentaron 25,268 candidatas,
de las cuales resultaron electas
slo 2,340.
Para las regiduras provinciales
se presentaron 6,118 candidatas, de las cuales resultaron electas slo 418.
A las consejeras regionales postularon 783 candidatas, de las
cuales 63 fueron electas.
961 de las candidatas fueron
propuestas como accesitarias al
cargo de Consejera.
A las alcaldas distritales se presentaron 631 candidatas, de las
cuales fueron elegidas 45.
A las alcaldas provinciales de
126 candidatas, tres resultaron
electas, lo que an demuestra la
tendencia de los electores hacia
la representacin masculina.
De 18 candidatas que postularon a una presidencia regional,
ninguna obtuvo un cargo, siendo todos ocupados por varones.
En el gobierno local provincial
del Cusco, encontramos una
sola alcaldesa de un total de 13
provincias y 26 regidoras frente
a 91 regidores.
El Gobierno regional de Cusco
tiene un varn como presidente
y dos consejeras, frente a 11 consejeros regionales.
Al haber sido elegidas, necesariamente no podemos afirmar de
su participacin ciudadana real y
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

efectiva, porque no se est trabajando para asumir sus derechos


ple nos y su pe ra cin de las
desventajas de gnero.
En las ltimas dcadas hay diversas experiencias de participacin
ciudadana que deben de considerarse, tanto en el sector salud como en el de educacin que pueden ser recogidas y normadas. Para ello el nivel ms adecuado es el
local, porque es donde mayor participacin social se puede garantizar. En el caso de salud deben recogerse las experiencias de los Comits de Salud y agentes comunitarios de salud impulsados en las ltimas dcadas, hasta las recientes
experiencias de los Comits Locales de Administracin en Salud
(CLAS). Slo con el invalorable
apor te de la ciudadana se
conseguir que este proceso sea
realmente descentralizado,
democrtico y justo.
Si bien es cierto, que la participacin poltica de la mujer est aumentando, sin embargo, debemos
de trabajar hasta llegar a tener la
igualdad de oportunidades, debido, entre otros factores, al escaso
nmero de mujeres candidatas; a
que ms de 90 listas de postulacin no cumplieron la ley de cuotas; por el sistema de eleccin para
ubicaciones en las listas; la falta de
recursos econmicos y la ausencia
de articulacin del movimiento de
mujeres (En: ONPE/CMP Flora
Tristn, 2007).
Existen, sin embargo, instrumentos internacionales y nacionales a
favor de la participacin poltica de
las mujeres, como el Pacto de los
derechos polticos de las mujeres
de las Naciones Unidas, en donde
se establece el compromiso de los
estados a garantizar el derecho de
las mujeres a participar en la direccin de los asuntos pblicos; a elegir y ser elegidas, as como su acceso a las funciones pblicas sin discriminacin alguna; la Plataforma
de Accin de Beijing: La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer llevada a cabo en 1995, en donde se pide adoptar medidas para garantizar igualdad de acceso y la plena
149

Rina Cornejo

participacin en las estructuras de


poder y la adopcin de decisiones;
el Acuerdo Nacional Poltica 11, referida a la Promocin de la igualdad de oportunidades y discriminacin, Ley promulgada en marzo de
2007; la Ley Orgnica de Gobiernos Regionales 27867 y Ley Orgnica de Municipalidades 27972,
que establecen promover polticas
y acciones integrales dirigidas a
promover la inclusin econmica,
social, poltica y cultural de jvenes, personas con discapacidad o
grupos sociales tradicionalmente
excluidos y marginados del estado,
asimismo, establece promover los
derechos vulnerables, impidiendo
la discriminacin por razones de
etnia, religin o gnero o toda otra
forma de discriminacin.
De otra parte, debemos considerar siempre que la ciudadana es
un concepto (Hoffmann, y otros,
2006:2127) que presenta dos
aspectos:
1. MULTIDIMENSIONAL, por la
integracin de diferentes dimensiones en un mismo concepto; donde
a su vez distinguimos dos tipos de
dimensiones: Uno dimensiones relacionales, que forman campos de
tensin entre polos extremos y
opuestos: status versus prctica;
universalidad particularidad; inclusin exclusin; igualdad desigualdad; y lo privado versus lo pblico. Donde por ejemplo en el debate actual la concepcin de la ciudadana como status y como prctica es uno de los puntos importantes y de partida para definir la naturaleza de la misma y por ende la
naturaleza de la relacin entre derechos y obligaciones ciudadanas,
que ms all de las tradiciones del
liberalismo y del republicanismo se
pretende encontrar un equilibrio entre los derechos frente a las responsabilidades hacia la comunidad.
Es decir la conceptualizacin de
ciudadana no trata de apostar por
una de las concepciones alternativas, sino de concebir la dinmica
entre las dos concepciones, destacando que slo la prctica de ciudadana lleva a defender y ampliar
los derechos ciudadanos y, por en150

de el status de ciudadana, el mismo que abre nuevas prcticas. El


otro Dimensiones transversales,
que son las de identidad y cultura,
espacio, tiempo, sujetos y poder.
Por ejemplo en el caso de identidad y cultura, ms all de definirse
por una serie de derechos y
obligaciones, la categora de
ciudadana se explica tambin por
un sentimiento subjetivo que las
personas desarrollan a partir de
sentirse identificados como tales
dentro de un grupo social.
2. DINMICO, por la interrelacin de las diferentes dimensiones
entre s mismas, unas condicionan-

una asignatura
obligatoria en el
currculo de todas
las carreras
profesionales,
cuyo contenido
trate sobre valores
e instituciones
democrticas.

do a otras y viceversa.
Si no avanzamos en ese sentido
la ciudadana y, como muchos suponen, seguir siendo otorgada desde arriba, es decir desde el Estado,
dndoles a los derechos ciudadanos
un carcter pasivo, como sbditos
de una autoridad absoluta y la ciudadana misma como una estrategia
para paliar conflictos sociales y promover la integracin social de los ciudadanos. Pero si vamos avanzando
desde diferentes aristas, la ciudadana estar conquistada desde abajo, como resultado de luchas sociales, de grupos subordinados contra
la desigualdad, la injusticia social,
las diferencias de gnero, generacin, etnia y reas de residencia; todo esto con el fin de que el Estado
asegure que cada integrante de la

sociedad se sienta capaz de participar y disfrutar de la vida en comn y


no slo como ciudadano pasivo, sino adems como partcipe del espacio pblico, con la prctica de las responsabilidades y virtudes ciudadanas. Es decir, los derechos no solo se
referirn a la relacin entre los ciudadanos y el estado sino tambin a la
apertura de un nuevo espacio pblico no estatal, mbito en que la sociedad civil acta sin la intervencin directa del Estado en temas de inters
comn, como el caso de las juntas
directivas; que llevar a una mayor
democratizacin y pluralizacin de
los espacios pblicos, tal como dicen Bresser y Cunill (1998, en Hoffmann y otros, 2006: 25).
En ese sentido, la realidad misma del pas nos lleva a pensar en
estrategias para elaborar esquemas de difusin de valores e instituciones democrticas en los diferentes sectores y culturas, como parte
de la educacin en ciudadana, la
misma que debe partir desde las
universidades, pero con apoyo y financiamiento de organizaciones internacionales, porque el presupuesto para la educacin de los diferentes niveles no pasa del 3% del Producto Bruto Interno, con lo cual no
se puede hacer mucho para sacar
a la educacin nacional del abismo en que se encuentra.
La universidad, considerando
los tres pilares importantes que la
sostienen debe proponer para la
educacin en ciudadana:
a) EN LA ENSEANZA: La introduccin de una asignatura obligatoria en el currculo de todas
las carreras profesionales, cuyo
contenido trate sobre valores e
instituciones democrticas, teniendo en cuenta la preparacin del
alumnado para el ejercicio de la
ciudadana y para la participacin en la vida econmica, social
y cultural, con actitud crtica y responsable, tomando conciencia
de la diversidad social y cultural,
es decir de la multiculturalidad e
interculturalidad y rechazando las
situaciones de injusticia y la discriminacin existentes por diferentes
razones. Esta nueva asignatura
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA REAL PARTICIPACIN CIUDADANA EN NUESTRO PAS Y EL PAPEL QUE LA UNIVERSIDAD DEBE CUMPLIR

debe introducirse en el corto plazo en la Carrera Profesional de


Educacin, ya que ellos son los
que forman a los nuevos docentes en los distintos niveles existentes; por lo pronto, se debera incentivar que se introduzcan algunos acpites en asignaturas afines sobre dichos temas.
b) EN LA INVESTIGACIN: Estimular estudios cualitativos y cuantitativos sobre participacin ciudadana, valores e instituciones democrticas en los diferentes sectores sociales y culturales. As como investigaciones sobre las diferentes estrategias a seguir en el corto, mediano y largo plazo para incluir cursos
obligatorios sobre ciudadana en
los niveles de primaria, secundaria,
institutos superiores y universidades, a fin de fortalecer la verdadera
democratizacin.
c) PROYECCIN SOCIAL: Trascendiendo los lmites de la discusin acadmica y del anlisis cientfico, se debe de difundir, mediante
los medios de comunicacin de
masas, aquellas investigaciones
realizadas sobre el tema, al mismo
tiempo de motivar o sensibilizar a
la poblacin sobre valores e instituciones democrticas, tratando de
llegar a todos y cada uno de los diferentes sectores de nuestro pas.
Adems, toda esta labor se debe complementar por medio de
la Oficina de Proyeccin Social
de la universidad, la organizacin de cursos de capacitacin y
actualizacin para docentes de nivel primario, secundario, medio y
superior; para mejorar y fortalecer la calidad de la participacin
ciudadana de los diferentes grupos en el proceso de democratizacin y descentralizacin. Es decir,
Fortalecer la descentralizacin, la
democracia y la gobernabilidad
regional y municipal, trabajar por
un autntico proceso de descentralizacin y fortalecimiento de
los espacios y mecanismos de participacin ciudadana en la toma
de decisiones y vigilancia de la
gestin pblica.
Es importante resaltar que en
forma paralela a la difusin de vaEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

lores e instituciones democrticas, se debe articular las polticas


implementadas por los gobiernos
regionales y municipales, lo que
implica el trabajo conjunto entre
las Universidades que le dara el
soporte acadmico y los sectores polticos mencionados, que
llevaran a:
Apoyar a los diversos sectores y
sus organizaciones en la elaboracin y ejecucin de sus planes
de desarrollo local, presupuestos participativos y en el plan de
transferencia de los programas
sociales y en el proceso de descentralizacin.
Realizar campaas para la formalizacin de las organizaciones sociales de base.
Proponer normas e instrumentos
que garanticen el ejercicio de los
derechos de los diferentes grupos en el proceso de descentralizacin.
Incrementar el acceso de las mujeres y otros sectores sociales a
las esferas del poder formal, comunal, local, regional y nacional.
Impulsar el Servicio Integral de
Salud, en cogestin con las organizaciones de mujeres.
Fomentar la formacin jurdicopoltica de lderes y lideresas
para el buen gobierno, en el
marco de la consolidacin de
una cultura, sociedad y Estado
democrticos.
Estas propuestas las hacemos
porque consideramos que la universidad tiene un reto. Sabemos
que nuestra sociedad es compleja
y se encuentra en continuo cambio
como todas las sociedades del
mundo, donde los principios fundamentales sobre los cuales nuestros
antepasados concibieron y construyeron la sociedad contempornea
se encuentran erosionados, y el
EstadoNacin ha sido hasta ahora el encargado de trasmitir una
educacin cvica y poltica acorde
con su historia y sus instituciones democrticas. Sin embargo, en la
poca actual la condicin de ciudadana ha adquirido nuevos perfiles,
ya que vivimos en un mundo globa-

lizado y multicultural con la coexistencia de valores diferentes, por


eso en las universidades es necesario que la democracia comience a
ser explicada, analizada, reflexionada y practicada; impulsando a
la vez una educacin en valores
que contribuirn a formar ciudadanos y ciudadanas que participen
en la sociedad de manera activa,
afrontando los cambios en su vida
y conviviendo en sociedades abiertas y pluralistas, basadas en la tolerancia y el respeto hacia todas las
personas, percibiendo al mismo
tiempo la diversidad como una riqueza que contribuye a la mejora
de una sociedad democrtica. El
estudio y el aprendizaje de la democracia deberan ser bsicos en las
universidades, hecho que actualmente no se da, hay que ir ms all
del voto porque se debe construir
una democracia participativa y protagnica, la que incluso garantizar las diferencias.
El anlisis de las relaciones universidad y sociedad es un tema fundamental a tratar en la agenda de
la educacin superior. Sin duda, la
universidad debe involucrarse ms
en los procesos sociales, econmicos, culturales y polticos de la sociedad.
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UNESCO Agosto 2007. Pgina web ibe.unesco.org

151

Mario Morvel

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS
EN EL CONTEXTO PERUANO

Mario Morvel Salas1

n este artculo se expone que


el proceso social, econmico, poltico, organizacional, etc., es regulado por una Constitucin Poltica y
no por los gobernantes, adems,
se menciona que toda Constitucin necesariamente expresa un
modelo social y poltico. En ese sentido, se advierte que la Constitucin Poltica del Per expresa la
economa de mercado de estilo

monetarista. Esta regla liberal es


desconocida por el pueblo y por
muchos que dicen ser polticos, lo
que indica que hay una crisis
acadmica gene ralizada en
materia de esta temtica.

and not by the governors, also mentions that any constitution necessarily express social and political model. In this regard, we note that the
Political Constitution of Peru expresses the economy of market is in the
monetarist style. This liberal rule is
ABSTRACT
unknown to the people and by
This article argues that the social, many politicians claiming to be indieconomic, political, organizational, cating that there is a widespread
etc., is governed by a Constitution academic crisis on this issue.

1 Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSAAC.

152

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS EN EL CONTEXTO PERUANO

1. CONSIDERACIONES
GENERALES
Se debe advertir que en el caso
peruano la situacin poltica se halla en una crisis profunda. Los indicadores de este escenario son la
desconfianza en los partidos polticos y a los supuestos polticos,
otro, es la proliferacin de negociantes del poder que invierten en
la poltica organizando grupos
de asalto autodenominndose partidos polticos independientes, locales o regionales. Este escenario hace que la sociedad poltica y civil se
aleje de la discusin acadmica,
del conocimiento de los dos modelos polticos y econmicos en el
mundo y de la aplicacin
estratgica de esos modelos para
el caso peruano.
Cada vez que se realizan elecciones municipales, regionales o
nacionales, aparecen muchos mesas ofreciendo la solucin y salvacin del problema social, econmico, poltico, demogrfico, etc. Los
discursos que expresan se centran
en que ellos tienen la solucin con
sus supuestos mejores propuestas
polticas que en realidad no son
propuestas polticas ni econmicas, sino una serie masiva de ofrecimientos en el sentido que de
asumir el poder resolveran todos
los problemas habidos y por haber.
En este proceso sucede algo sugestivo: es que cuando uno de estos asume el poder, todo lo que ha
ofrecido nunca es materializada.
La razn es simple, pues quien
compite para asumir el poder habitualmente se hace parte de la regla
del juego poltico, quiere decir que
quien asume el poder tiene necesariamente que hacer cumplir la
Constitucin Poltica del Per, y no
puede gobernar como l quiere o
como exigen los gobernados, de
modo que se hace complejo plasmar aquello ofrecido durante la
campaa. Est fuera de discusin
que el pueblo que elige al gobernante, lo elige no para que haga lo
que quiera o lo que los sectores
sociales exigen, sino para que
cumpla y haga cumplir la
Constitucin de modo estricto.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

Est establecido terica, poltica


y democrticamente, que en la sociedad moderna el gobernante debe obedecer a la Ley y no a la gente, y los gobernados deben obedecer no a la persona (Presidente), sino a la Ley. Esta es la famosa democracia que ha sido establecida todava por Rousseau, ms tarde revelada por tericos como Max Weber y que hoy est vigente aunque
con muchas debilidades y deficiencias; de modo que quien asume poder va las elecciones estar regulado por la Ley, por lo tanto, las
obras sean estos caminos, carreteras, canales de irrigacin, construccin de escuelas, etc., sern encaminadas por proyectos que se ajusten al Sistema Nacional de Inversin Pblica (SNIP), pues no queda
otra que entender esta regla. De
all la importancia de reflexionar el
discurso de los ilusorios mesas que
dicen ser polticos o tcnicos.
Todos deben saber que lo que
define el proceso social, econmico, poltico, religioso, organizacional, etc., es la Ley y no el gobierno.
En ese sentido, si la Constitucin
Poltica de un pas expresa el modelo econmico de mercado, por
ejemplo, de estilo monetarista (propio del capitalismo), entonces el gobierno no puede intervenir en el
proceso econmico (mercado) y
ms bien, debe garantizar al empresario para que ste lucre; si es
que el modelo econmico expresara el keynesianismo o el neokeynesianismo (otra versin del capitalismo), el Estado puede intervenir en
el mercado. Cualquiera de estos
modelos econmicos de tipo capitalista privilegia al empresario garantizndole con la estabilidad jurdica y poltica, paz y libertad al individuo, propiedad privada, etc. Pero, si la Constitucin Poltica expresa la planificacin econmica (propia del socialismo), entonces el gobier no
de be
in ter ve nir
directamente en el proceso
econmico (mercado), en el
proceso social, etc., y en ese caso
todo se decide desde el Estado y el
mercado obedecer la decisin
del gobernante.
153

Mario Morvel

En ese marco, es importante sealar que el caso peruano est regulado por la Economa de Mercado de estilo monetarista. Quien tuvo la prerrogativa de implementarlo fue Fujimori y que la mayora de
la poblacin lo apoy, a los siguientes gobernantes no les qued
sino regirse a esa Constitucin, y es
por eso que en ese sentido los gobernantes deben promover las privatizaciones, proteger a los empresarios para que lucren, evitar intervenir en el mercado, lo que resulta
legal ya que responde a las leyes
establecidas.
Actualmente muchos de los mesas polticos que desconocen esta
regla de juego social, econmico y
poltico, as como la poblacin en
general, se oponen a la accin de
los gobernantes, pero al mismo
tiempo apoyan por ejemplo al clan
Fu ji mo ri, Cas ta e da, To le do,
Kuczynski, etc., que directa o indirectamente responden a los intereses de quienes optan por la economa de mercado. Incluso aquellos
que supuestamente se identifican
con la izquierda lanzan expresiones que son propias de la economa de mercado. Qu paradjico! Esto es pues una evidencia de
la actual crisis poltica y tambin
deficiencia acadmica.
Algo ms, cusqueos y puneos
se levantaron contra el TLC, pero
al mismo tiempo lucharon para
que la Transocenica pase por su
territorio. Qu interesante! Cmo es que pueden luchar a favor
de la Transocenica y oponerse al
TLC, si la Transocenica en una expresin ms de la economa de
mercado, as como lo es el TLC?
Estas prcticas son slo algunos de
los indicadores de la crisis
acadmica poltica.
Toda esta situacin de caos poltico se debe al desconocimiento de
la poltica como disciplina y como
teora. Esta dificultad ser resuelta
en la medida que se conozca que
lo poltico tiene que ver con dos
modelos sociales y dos modelos
econmicos, y a partir de ella plantear soluciones polticas y econmicas. Y claro, estas salidas no deben
154

ser inventadas sino implementadas


a partir de los modelos econmicos y polticos. Y Cules son estos? Son la Economa de Mercado,
propia del capitalismo y la Planificacin Econmica propia del socialismo, aunque esto ha sido retocado
y que hoy se expresa a travs de la
tercera va (neokeynesianismo o
centro derecha) y la va dos y medio (centro izquierda). Para una
mejor
comprensin,
a
continuacin exponemos una
sntesis de esos modelos
econmico polticos.

Cada vez que se


realizan
elecciones
municipales,
regionales o
nacionales,
aparecen muchos
mesas ofreciendo
la solucin y
salvacin del
problema social,
econmico,
poltico,
demogrfico, etc.

2. LA ECONOMA DE
MERCADO
El sistema econmico de tradicin liberal no es sino el modelo
poltico y econmico que caracteriza al rgimen capitalista. Boloa
(1993) detalla los principios del capitalismo que por cierto fueron ya
sustentados por Weber. A continuacin se presenta una sntesis que
corresponden a Boloa:
A. LOS PRINCIPIOS
POLTICOS
Boloa (1993) escribe que los
sistemas liberales se fundamentan

en principios polticos que garantizan la existencia de un orden poltico libre, estos son:
LA LIBERTAD Y LA PAZ
La Libertad es un valor poltico
fundamental que significa la autonoma y/o soberana del individuo
en el mercado, o sea, supone que
el gobierno no debe interferir en la
decisin econmica del individuo.
Consiste tambin en la capacidad
de los individuos para escoger sus
opciones polticas, as como en reconocer a la persona como sujeto
principal del orden social. En cambio, la Paz es un principio de convivencia pacfica que permite a los
hombres ser li bres y que sus
derechos no sean afectados; sin la
Paz es insostenible la Libertad.
LA PROPIEDAD PRIVADA
Es un precepto poltico y econmico. Se fundamenta en la posesin exclusiva o privada de los medios de produccin, o mejor dicho,
ser dueo absoluto de los medios
de produccin. Es un principio que
da razn a la poltica neoliberal y
al desarrollo empresarial, as como origina derechos y obligaciones, siendo a su vez resultado de la
divisin social del trabajo.
LA IGUALDAD ANTE LA LEY
Hace referencia a que las disposiciones normativas, proveniente
del Poder Legislativo, deben ser
aplicadas por las autoridades judiciales por igual y que ninguna persona debe ser favorecida. Los derechos y obligaciones deben estar
equitativamente distribuidos.
LA LIMITACIN DEL ESTADO
El papel del Estado no es crear
un orden social sino servir con ciertos instrumentos para su mantenimiento en el marco de la disposicin normativa. Por ello, el gobierno debe ser gobierno de leyes y no
de rdenes, que no slo provea el
marco legal adecuado para la libre cooperacin y despliegue de
los hombres, sino que dicho marco
sea el cerco en el que se mueva la
sociedad poltica y civil.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS EN EL CONTEXTO PERUANO

As, segn este principio, los poderes del Gobierno deben limitarse a consolidar y garantizar la paz,
los derechos de propiedad, la
igualdad de los individuos ante la
ley, la libre competencia evitando
su intervencin en el mercado, la
democracia; as como sancionar
los abu sos de poder, del
monopolio y los privilegios.
Estos principios polticos deberan implementarse de modo estricto en el Per. Empero, no estn
siendo aplicados y esto es una deficiencia que hace que todos deben
exigir al gobernante las razones
por las que no se hace cumplir.

los asuntos econmicos, antes


bien, todo gira en torno a la libre
oferta y demanda. As, los principios econmicos que sustentan a
la economa de la tradicin liberal
son:

LA LIBRE COMPETENCIA
Para encaminar la autonoma
del mercado se necesita que todos
acaten el principio de la libre competencia. O sea, nadie puede reservarse para s y por la fuerza alguna
rama o actividad econmica, pues
todos gozan de la opcin de competir en el mercado. Para que una
economa sea prspera es inherente que los precios, ganancias y conLA DEMOCRACIA Y LA
currencia, sean libres. En este modelo econmico, todos tienen la
TOLERANCIA
La democracia es un sistema opcin de competir libremente en
que encamina al gobierno a adap- el mercado, el papel del Estado se
tarse a los deseos de los goberna- limita a controlar la competencia y
dos sin acudir a la violencia. Para evitar el monopolio.
ello se deben convocar a elecciones y que los gobernados estn re- LA PROPIEDAD PRIVADA DE
presentados en el poder. Las nor- LOS MEDIOS DE
mas constitucionales deben restrin- PRODUCCIN
gir el uso del poder, incluso el de
Para el funcionamiento de este
las mayoras. Ninguna representa- precepto es imprescindible el respecin, por numerosa que sea, tiene to estricto al principio de la propiederechos sobre la esfera de la per- dad privada. Slo la propiedad prisona. La democracia es un tipo de vada de los medios de produccin
gobierno limitado que previene permite la soberana administrativa
caer en la dictadura de las del empresario, y as calcular las
mayoras.
ganancias en funcin de los costos
De este modo, el principio de la debido a que se pueden comparar
democracia es el de la libertad del los usos alternativos de los bienes
individuo, de la competencia pro- de capital.
porcional y para el cual es sustancial que sus instituciones funcio- LA SOBERANA DEL
nen. El valor que nutre a la demo- CONSUMIDOR
cracia es la tolerancia que significa
En el proceso productivo capicondescendencia a cualquier situa- talista el que manda es el consucin: aceptar credos, ideologas y midor. Los productores o los emactividades diversas, con tal que presarios no son los que determino infrinjan el orden social.
nan la produccin y el precio, al
contrario, el consumidor que es
B. LOS PRINCIPIOS
soberano influye no nicamente
ECONMICOS
en la produccin y el precio, siBoloa (1993) seala que el Sis- no tambin, comprando o no,
tema Neoliberal se fundamenta en mantiene con ganancias a los
la iniciativa privada, dejando al go- que les sirven mejor y excluye
bierno una mnima parte de respon- del mercado a los que no les
sabilidad en la conduccin del pro- brindan buen servicio. Por lo tanceso econmico. En este modelo, to, el productor que no se ajusta
ningn organismo central intervie- a las demandas del consumidor
ne directamente en la solucin de corre el riesgo de desaparecer
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

155

Mario Morvel

del mercado o de cambiar de ac- EL ALIVIO A LA EXTREMA


tividad.
POBREZA
La economa de mercado no suEL LIBRE COMERCIO E
pone desatencin a los pobres, al
INTEGRACIN CON EL
contrario, exige que haya polticas
MUNDO
e intereses sectoriales a la hora de
La libertad de comercio es un decidir sobre el uso de los fondos
principio del libre mercado. Est re- colectivos. Un sistema representatiferido a que la economa de un vo adecuado puede permitir que
pas debe estar integrada al resto los ciudadanos de mejores ingredel mundo, permitiendo que los tra- sos acepten derivar parte de sus
bajadores y empresarios participen fondos comunes para la atencin a
de las mejores remuneraciones los pobres.
que para sus actividades existen en
Estos son los principios econmiotros pases. La competencia con cos que se implementan en pases
el extranjero no slo nivela los cos- que estn regulados por la Econotos, sino tambin lleva los precios a ma de Mercado. En el caso peruacierta uniformidad relativa de la no, estos principios no estn sienque
se
benefician
los do aplicados con rigurosidad, lo
consumidores y mediante ellos el que significa que el gobernante espas entero.
tara incumpliendo su funcin y es
razn suficiente para exigir una
LA ESTABILIDAD DE LAS
sancin poltica.
PRINCIPALES VARIABLES
C. LA TERCERA VA Y/O EL
ECONMICAS
Para que una economa sea real- NEOKEYNESIANISMO
La crisis del monetarismo condumente libre se requiere que las principales variables econmicas sean jo el desarrollo de una nueva proestables, sobre todo de aquellas puesta econmica: la Tercera Va.
que dependen del gobierno como Es la otra cara de la denominada
la moneda o el tipo de cambio. El Economa de Mercado; se trata de
gobierno tiene la responsabilidad un modelo inspirado en el Keynede crear un clima econmico de re- sianismo, de all que tambin se le
denominar
lativa estabilidad de variables co- puede
mo la inflacin o la devaluacin, y Neokeynesianismo.
Nombrando a Giddens (2000),
que as suceda es fundamental para garantizar una autntica sobera- la tercera va es ese marco de penna del consumidor y un rgimen samiento y poltica prctica que
favorable para la libre busca adaptarse al mundo que
cambi a lo largo de las dos o tres
competencia.
ltimas dcadas y que intenta trasLA LIBRE MOVILIDAD DE LOS
cender a la antigua Socialdemocracia y al Neoliberalismo. La meta de
FACTORES DE LA
este modelo es ayudar al ciudadaPRODUCCIN
En este sistema econmico, los no a guiarse en las grandes revolufactores de produccin (tierra, capi- ciones de este tiempo: la globalizatal y trabajo) obedecen al mandato cin, las transformaciones de la vidirecto de los consumidores que da personal y su relacin con la nason los que permiten la libre movili- turaleza. Para la consecucin de esdad, de modo que cualquier indivi- te pensamiento, Giddens (2000)
duo pueda disfrutar de su uso. Por destaca valores substanciales tales
eso que no deben ser limitados s- como la justicia social e igualdad,
lo a un sector social, pues todos tie- proteccin de los dbiles, libertad
nen la oportunidad de ser parte o como autonoma y ningn
actores de la libre movilidad de los Derecho sin responsabilidad ni
factores de produccin que les autoridad sin democracia.
La justicia social y la igualdad
permita garantizar o elevar sus
son una preocupacin de este
niveles de vida.
156

plan; la Justicia Social tiene que ver


con la Libre Competencia y la libre
distribucin de los recursos, significa tambin, autonoma de accin
bajo los criterios de equidad y eso
es igualdad. As, la poltica de la
tercera va como indica Giddens
(2001b), busca una nueva relacin entre el individuo y la comunidad, busca una redefinicin de los
derechos y obligaciones distinto a
los valores del Estado capitalista y
socialista, demanda tambin la
consumacin de la Justicia y la
Igualdad para proteger a los dbiles brindndoles asistencia mediante capacitaciones y de este modo
reducir las desigualdades. En cuanto al postulado de la Libertad como Autonoma, Giddens (2000) seala que con la tercera va los individuos deben gozar de autonoma
y/o soberana en el mercado, de
modo que las necesidades econmicas o polticas no deben ser obstculo en la decisin econmica
de los individuos, y as es como
puede aumentar la autonoma de
accin y al mismo tiempo participacin en la comunidad social. El precepto ningn Derecho sin responsabilidad es un valor en el sentido
que todo Derecho debe ser descifrado y materializado con la debida responsabilidad, el gobierno debe asumir responsabilidad con los
ciudadanos otorgndoles la proteccin a los dbiles, pues ningn Derecho sin responsabilidad debe
aplicarse a los destinatarios del bienes tar. El pos tu la do ninguna
autoridad sin democracia significa
que toda autoridad debe encarnar
e instituir el respeto por la
democracia permitiendo la
intervencin del Estado en el
mercado de manera equilibrada y
haciendo prevalecer los valores
referidos.
Giddens revela tambin el Programa de la Tercera Va. Entre los
proyectos ms importantes seala
la organizacin de un nuevo Estado democrtico, la sociedad civil
activa, la familia democrtica, la
nueva economa mixta, el bienestar positivo y el Estado social
inversor.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS EN EL CONTEXTO PERUANO

El nuevo Estado democrtico.


Giddens (2000) indica que se debe recordar que los neoliberales
siempre persiguieron reducir el
Estado y los socialdemcratas buscaron expandirlo, en cambio con
la tercera va se busca la reconstruccin de un Estado sin enemigos e ir
ms all de aquellos derechistas
que dicen que el gobierno es enemigo y de aquellos izquierdistas
que dicen que el gobierno es la solucin. Se debe reconocer que el
gobierno debe ajustarse a la actual
situacin de la era global y que la
autoridad, incluida la legitimidad
del Estado, debe ser positivamente
renovado considerando los
siguientes fundamentos:
1) El Estado debe responder estructuralmente al fenmeno de la
globalizacin; as como la democratizacin debe ser interpretada
como un proceso de descentralizacin que signifique devolver el poder hacia abajo, pero tambin la
atribucin hacia arriba.
2) El Estado debe aumentar su
rol en la esfera pblica impulsando
una reforma constitucional transparente, imparcial y con salvaguardas contra la corrupcin; explica
que no es que la corrupcin est
aumentando, sino que la naturaleza del entorno poltico ha
cambiado.
3) Para conservar o recobrar la
legitimidad, los Estados sin enemigos deben elevar su eficiencia administrativa, y
4) El gobierno debe restablecer
el contacto ms directo con los ciudadanos y ser el gestor eficiente del
riesgo.
La sociedad civil activa. Segn
Giddens (2000), el gobierno debe
cumplir el rol principal de renovar
la cultura cvica, de modo que el
gobierno y la sociedad civil deben
actuar asociados y controlarse el
uno y el otro. El gobernante debe
recobrar la confianza de los grupos
sociales apticos, as como instituir
la asociacin entre la clase poltica
y la sociedad civil, adems, debe
promover la iniciativa local para
eliminar los actos anmicos en la
sociedad civil.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

La familia democrtica. Como


seala Giddens (2000), se trata de
una institucin bsica de la sociedad civil. Por eso que la poltica familiar es punto clave para la nueva
poltica en el sentido que debe promocionar la igualdad emocional y
sexual, promocionar los derechos y
obligaciones para que sean recprocos, as como establecer contratos de paternidad de por vida. En
este contexto, la autoridad sobre
los nios debe ser negociada.
LA NUEVA ECONOMA MIXTA
Giddens (2001a, b) menciona
que la tercera va irradia una nueva economa caracterizada por el
equilibrio entre la regulacin (ordenacin de la economa desde el
Estado) y la desregulacin gubernamental (ordenacin de la economa va el mercado). Explica que la
desregulacin que atestigua la libertad y el crecimiento econmico
no debe ser el nico camino que
garantiza la libertad y el crecimiento, sino tambin, los sectores pblicos deben ser protagonistas de la libertad y el crecimiento econmico.
Para ello, el mercado de productos, el capital y el trabajo, deben
ser flexibles para que la economa
sea competitiva. La flexibilidad que
entraa la desregulacin debe garantizar con empleo a los trabajadores ms dbiles y reforzar la ordenacin de la economa desde el
Estado. As, la economa mixta se
mue ve en los pa r me tros del
equilibrio o concordancia entre los
sectores
pblicos
que
protagonizan la regulacin y los
privados que protagonizan la
desregulacin.
EL BIENESTAR POSITIVO. Tal como indica Giddens (2000), la poltica de la tercera va asimila o adopta el Estado de bienestar distinto al
de la vieja social democracia, pues
busca reconstruirlo para que pueda adecuarse a las necesidades actuales y proporcionar recursos para la gestin del riesgo. El Estado
de bienestar reconstruido debe representar equitativamente al gobernado y proveerle los servicios de
bienestar, la vieja distribucin verti157

Mario Morvel

cal de los beneficios debe ser abandonado para dar pase al sistema
de distribucin ms localizado. De
esta suerte, los gobiernos deben impulsar la educacin durante toda
la vida desarrollando programas
educativos orientados a la competencia cognitiva (conocimiento) y
emocional, al estmulo del ahorro,
al uso de los recursos educativos y
otras oportunidades, al impulso de
proyectos pblicos para que sean
otorgados a las empresas privadas
asegurando que el inters pblico
provea los recursos, al estmulo de
polticas de lugar para el trabajo
compatible con la familia; algo
que tambin puede realizarse mediante las colaboraciones pblicoprivadas. Vale decir, el gasto en
bienestar, entendido como bienestar positivo, no ser generado y distribuido totalmente por medio del
Estado, sino por el Estado
actuando en coordinacin con
otros agentes privados e
incluyendo el mundo financiero.
De este modo, al Estado de
bienestar positivo le debe
caracterizar la inversin social.
Estos son los valores y programas que caracterizan a este programa econmico poltico. Su ejecucin depender de la implementacin de una nueva Constitucin Poltica que ampare la intervencin
del Estado sobre el mercado.
3. LA ECONOMA
PLANIFICADA
La economa planificada es el
modelo econmico propio del sistema socialista. Boloa (1993) lo
identifica como burcratas iluminados y se basan en siete principios: La planificacin central, el
acceso al mercado por autorizacin gubernamental, la propiedad pblica de los medios de produccin, los controles y regulaciones econmicas, la igualacin de
los resultados de la gestin individual, el proteccionismo industrial
y la autarqua, y la subordinacin
de la economa a la poltica.
Con relacin a la planificacin
central, indica que las autoridades gubernamentales son los que
158

deciden cunto, qu y cmo debe producirse, as como deciden


el precio de los productos. Los empresarios estn limitados a planificar su desarrollo y ms bien tien e n q u e s o me t e r s e a l a s
decisiones gubernamentales.
En este modelo el acceso al
mercado es siempre por autorizacin gubernamental. Bajo este criterio las iniciativas privadas no
prosperan ya que sobre todo se
impone el Estado. Por cierto, esto

la poltica de la
tercera va asimila
o adopta el
Estado de
bienestar distinto
al de la vieja
social
democracia, pues
busca
reconstruirlo para
que pueda
adecuarse a las
necesidades
actuales y
proporcionar
recursos para la
gestin del
riesgo.

se debe a que en el socialismo la


propiedad privada ha sido superada y se pone en funcin la propiedad pblica de los medios de
produccin, lo que significa que
el pueblo es dueo y el Gobierno
proletario administra la empresa
y el proceso productivo. Esta disposicin permite que los controles y las regulaciones econmicas
sean establecidos por el gobierno, o sea que la oferta se adeca
a los requerimientos de la

demanda, en otros trminos,


producir slo lo que la poblacin
necesita.
Con relacin a la nivelacin de
los resultados de la gestin individual, cada gestin econmica individual est subordinada al Estado proletario. O sea, el gobierno
interviene haciendo que estas gestiones individuales, por ms prsperas sean, se igualen incluso
con las que son ineficientes, para
ello, expresamente, se cierran las
fronteras a fin de evitar la competencia. Por cierto, esto es una expresin del proteccionismo industrial y de la autonoma, ya que imponen el criterio de la soberana
nacional y por eso evitan integrarse al mundo. De este modo, en el
socialismo prevalece la tesis de
que la economa depende de la
poltica.
Ciertamente, este modelo econ mi co so cia lis ta en fren ta su
peor crisis histrica, aunque en la
actualidad existe la posibilidad
de hacerla resurgir mediante la
implementacin de la propuesta
de la denominada va dos y medio. Esta es la propuesta que vienen trabajando los de la Nueva
Izquierda o tambin identificada
como Centro Izquierda.
LA VA DOS Y MEDIO
La crisis de la Planificacin Econmica consumada con la cada
del muro de Berln a finales del siglo XX y el auge de la Tercera Va
como la nueva expresin econmica del capitalismo, condujo a
la difusin del modelo denominado Va Dos y Medio, conocida
tambin como Centro Izquierda.
Este es el nuevo modelo econmico que proponen los tericos
contemporneos del socialismo.
Touraine (2000), un terico
contemporneo de la sociologa,
le denomina Centro Izquierda. Es
la intermedia entre la Socialdemocracia y la Tercera Va. En general, plantea la alianza entre el
Estado y las demandas sociales
argumentando que no es la solucin liberal la que hace falta sino
la redefinicin del rol del Estado
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PROGRAMAS ECONMICOPOLTICOS EN EL CONTEXTO PERUANO

como anticipador, mediador y animador de los cambios de todos


los rdenes que se estn produciendo en la sociedad. Busca sustituir la poltica proteccionista de
la vieja socialdemocracia por
una poltica de iniciativa que suponga la flexibilidad de la organizacin social y la capacidad supuesta a los actores para tomar
iniciativas. Algunos programas
de la Va Dos y Medio destacados
por Touraine, son:

recursos a la poltica de empleo.


Para esto, se da por sobreentendido recurrir a la capacitacin o especializacin del personal nombrado y contratado para luego
exigir mayores producciones.
Tercero. Intensifica la gestin
de poltica sanitaria y sistema de
jubilaciones. Aqu se advierten
alianzas estratgicas entre el Gobierno con las empresas privadas, con las ONGs filantrpicas y
de desarrollo.
Toda esta gestin de poltica soEN LO POLTICO SOCIAL
cial es posible cuando hay el amPrimero. Touraine (2000) afir- plio apoyo social y nuevos contrama que lo que hace falta es dar tos sociales con partidos poltiprioridad al empleo. Advierte que cos, con sindicatos y otros grese deben efectuar alianzas entre mios existentes. Estos aparatos gael Estado (Gobierno) y las deman- rantizan el xito de las demandas
das sociales concediendo priori- sociales.
dad al problema de empleo; en
esta lnea es necesario negociar EL DESARROLLO SOSTENIBLE
la flexibilidad de las empresas por
Para Touraine, el Desarrollo
la defensa de los puestos de traba- Sostenible supone el crecimiento
jo, as como exigir a las empresas econmico endgeno y que pueque destinen partidas presupues- de mantenerse por s mismo. Se
tales para la capacitacin de la promueve la creacin de nuevos
poblacin para las nuevas formas contratos sociales a partir de los
de pro duc cin e in ter cam bio. acuerdos firmados por la ComiEste nuevo contrato social, orien- sin Brundtland y la Conferencia
tado hacia la creacin del em- de Ro. Para su materializacin se
pleo, exige a que no slo el Esta- requieren esfuerzos de prevendo est obligado a poner en fun- cin de riesgos medioambientacionamiento las polticas activas les y ecolgicos, sanitarios, sociapara el empleo, sino tambin los les, culturales; pues se deben
gobiernos regionales y locales, construir nuevas ciudades, reduas como profesionales en cir los paros, facilitar las relacioasociacin democrtica con las n e s i n t e r c ul t u r a l e s , e v i t a r
grandes, medianas y pequeas m a r g i n a c i o n e s t n i c a s , d e
empresas.
jvenes, de ancianos y mujeres.
As, la poltica de empleo, tal
como expuso Touraine, se apoya LA COMUNICACIN
en la prioridad concedida a la ma- INTERCULTURAL
yor productividad del trabajo anTouraine (2000) menciona que
tes que al enriquecimiento de no es cuestin de defender la difeunos pocos. Para la mayor pro- rencia cultural o las polticas que
ductividad es esencial resaltar la niegan la posibilidad de cualcreacin, la innovacin, la pro- quier comunicacin intercultural,
duccin, la educacin y la solida- sino buscar solucin al problema
ridad. Estos son los componentes central de los derechos del hombsicos para la modernizacin bre. En la actual sociedad, donde
a n t e s q u e i nc u r r i r e n e l las tecnologas comunicativas acconsumismo.
tan sobre la cultura y la personaSegundo. El Gobierno de la lidad de los individuos, donde las
Va Dos y Medio opta por la re- migraciones producen cada vez
duccin del dficit de las empre- mayores mezclas culturales, es nesas pblicas con el fin de destinar cesario conquistar el reconociEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

159

Mario Morvel

miento de los derechos culturales


y la recomposicin del mundo o
reintegracin de la cultura y la
vida social a partir del dilogo o
comunicacin entre culturas.
La Va Dos y Medio busca combinar la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de la personalidad cultural de los inmigrantes y otras culturas diferentes.
Los otros pueblos requieren tambin de trabajo y posibilidades de
gestionar por s mismos su ambiente cultural, as como requieren ser reconocidos en sus diferencias, por eso, las instituciones deben proteger y consolidar el esfuerzo de cada uno para constituirse como singularidad en s
mismo y respetar sus derechos
culturales.
En sntesis, la Va Dos y Medio
o denominada de Centro Izquierda es el nuevo modelo econmico resultado de la unin entre la
socialdemocracia y la Tercera
Va. Su implementacin depender de la decisin poltica de los lderes de la izquierda y para ello
previamente, se debe instituir una
nueva Constitucin Poltica que
ampare esta propuesta.
CONCLUSIN
Queda esclarecido que en trminos polticos y econmicos existen slo dos modelos sociales: capitalismo y socialismo. Cada uno
de estos est caracterizado por
un modelo econmico: Economa de Mercado en su variante
monetarista y keynesiana o neokeynesiana, y Planificacin Econmica y su nueva propuesta denominada Va Dos y Medio. Esto significa que los polticos deben estar identificados con uno de los
modelos, de modo que sus
propuestas de gobierno se
ajusten a uno de esos modelos.
Resulta que cada vez que hay
elecciones, los que aspiran al poder siempre aparecen como los
mesas ofreciendo una serie de acciones supuestamente beneficiosas para el pueblo. Sin embargo,
esto es un indicador que el que
opta por el Poder desconoce el
160

quehacer poltico y por eso slo


ofrece. Pues siendo estrictos, todo
aquel que dice ser poltico lo que
debe hacer es exponer cmo va a
implementar el modelo econmico por el que opta, en eso
consiste la propuesta poltica.
En el caso peruano, los que dicen ser de la derecha, en la prctica, permanecen todava en el viejo modelo econmico capitalista:
la monetarista implementada por
Fujimori. stos que desconocen
absolutamente el modelo, hasta
osan decir que son del pueblo pero se mueven con las reglas de
juego poltico del monetarismo.
Por cierto, sera atrayente si stos,
por lo menos, divulgaran discursos que respondan al monetarismo, pero ni eso hacen, sus disertaciones polticas se limitan a ofrecimientos de todo estilo, evidencin do se el des co no ci mien to
absoluto del quehacer poltico y
mostrando as un activismo de
negocio poltico.
A estas alturas, en los inicios
del siglo XXI, los que responden a
los intereses de la derecha y/o capitalista y buscan ansiosamente el
poder deban estar discursando
el neokeynesianismo. Empero, la
flojera, la ociosidad, la apata y
la carencia de conocimiento, conducen a que stos opten por el
asalto del Poder y como buenos
mesas aparecen ofreciendo la
solucin al problema socioeconmico, que por cierto nada tiene
que ver con un programa econmico poltico, por eso, muchos de
stos que alcanzaron el Poder slo lograron resolver su problema
econmico y materializar sus ansias y fantasas tales como vestirse con terno y amarrarse corbata,
hasta all no ms; pero por lo dem s , u n a v e z e n e l Po d e r
muestran nicamente su
incapacidad
de
d e b a te
acadmico y de cumplimiento de
funciones.
Igualmente, los que dicen ser
de la izquierda, son los ms sugestivos ya que sus discursos no se diferencias de los otros. stos muestran una incapacidad por elabo-

rar un discurso socialista, pues estn tan distantes de la Planificacin Econmica por lo que creemos que ni nocin tienen de este
modelo econmico socialista y
an no se han informado del colapso que sufri. Empero, los izquier dis tas de ben in for mar se
que, para bien de ellos, los tericos contemporneos socialistas
han trabajado una gran propuesta de modelo econmico denominado VA DOS Y MEDIO, lo que
queda es que deben esforzarse
para comprender este modelo y
empearse para buscar
m e c a n i s mo s
de
cmo
implementarlo en el Per.
El reto para todos es bregar
por el conocimiento pleno del
quehacer poltico. Todos deben
esforzarse por estudiar el caso
que estamos presentando ya que
ello est asociado directamente
al desarrollo humano. El desarrollo del Per depender de cunto
est informado el pueblo sobre estos modelos econmicos. Dicha
informacin har que los polticos, co mu ni ca do res so cia les,
etc., respondan a la exigencia del
pueblo, para ello tal vez sea necesario que retornen a las aulas universitarias para tambin exigir a
los profesores que impartan conocimiento acadmico y no tcnico,
ya que para este ltimo estn los
institutos superiores.
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El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA RUTA DE LA LANA

LA RUTA DE LA LANA
PATRIMONIO INDUSTRIAL EN EL SUR PERUANO

a arquitectura Republicana
del sur del Per se desarrolla y establece sus lgicas a partir del desarrollo industrial de la regin.
Los estilos imperantes estn vinculados a las modas europeas que
se generan a partir del desarrollo
comercial e industrial.
En los ltimos aos ha ido aumentando de forma progresiva el
inters por rescatar el patrimonio industrial, tal como lo manifiestan los
diferentes documentos, conversatoEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

rios, coloquios y congresos realizados, como la carta de Nizhny Tagil


sobre el patrimonio industrial de Julio del 2003, donde se entiende el
Patrimonio Industrial como el conjunto de restos o vestigios con un
valor histrico, tecnolgico, social,
arquitectnico o cientfico, que han
surgido en torno de los diferentes tipos de actividad industrial, es decir,
que han obtenido ese rango de valor por su uso y aplicacin en la industria a travs del tiempo. De esta

Diana Castillo Cerf

manera, una central hidroelctrica,


una lnea de ferrocarriles, etc. son
consideradas Patrimonio Industrial,
que supone el registro histrico del
adelanto y el desarrollo de la
ciencia y tecnologa.
Actualmente los estudios y trabajos concernientes a la recuperacin del patrimonio estn orientados a la arquitectura religiosa y civil de la poca colonial, dejando
de lado la recuperacin de otros
valores testimniales del rico pasa161

Diana Castillo

do del Cusco y su regin, entre


ellos, la conservacin del Patrimonio Industrial est siendo dejado
de lado, sin tener en cuenta la
importancia que este tiene y tuvo
en el desarrollo del Cusco.
ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y
COMERCIAL EN EL SUR DEL
PAS
A finales del primer tercio del siglo XIX, Arequipa se convierte en el
principal eje comercial del Sur del
Per, a causa de la presencia de capitales ingleses que sientan las bases de una economa de exportacin de materias primas, entre
ellas, principalmente, la lana.
La vocacin comercial de la regin arequipea surge desde tiempos de la Colonia, donde una de
sus principales actividades fue el comercio del azcar y aguardiente de
caa hacia la regin del Altiplano.
En la Repblica refuerza esta actividad con la importacin de mercancas, especialmente del mercado ingls, generando controversias
entre proteccionistas y librecambistas, a raz de que con dicha actividad afectaba el mercado y la produccin local. Ni la implementacin de aranceles altos que establecieron algunos gobiernos, pudo
frenar esta actividad comercial.
En Arequipa, desde inicios de la
Repblica, buscan su asiento numerosos extranjeros que establecen
sus casas comerciales con productos importados. En la dcada del
30, estos comerciantes encuentran
en la exportacin de lana el centro
de sus actividades, convirtindose
Arequipa en el eje comercial del
sur del pas.
Gran Bretaa, desde el siglo
XVIII, entr en un acelerado proceso de industrializacin, que trajo
consigo la bsqueda de nuevos
mercados. Primeramente introduce
sus textiles en Latinoamrica, invirtiendo tambin en minera y otras
actividades mercantiles, en el mar1
2
3
4
5

co del libre comercio. Segn datos


de Heraclio Bonilla,1 el 90% del total de las exportaciones de lana del
sur del pas fue con destino a
Inglaterra y el resto a Hamburgo y
los Estados Unidos.
En la primera mitad del siglo
XIX, varios tipos de mercancas salan a travs de los puertos de Islay
y Arica. Bonilla indica que hasta
1874 el puerto de Islay se convirti
a nivel nacional, el segundo en importancia, despus del Callao. A
travs del puerto de Islay se export
no solo lana,2 sino tambin quinina, plata en lingotes, platera y oro
en polvo amonedado, a ms de
monedas de plata. Despus de esta fecha estos puertos fueron
reemplazados por el de Mollendo.

Burga y Retegui
sostienen que a
fines del siglo XIX
las lanas
desempearon
un papel
estructurador en el
sur peruano.

A esto se sum el ferrocarril del


sur, que cambi la imagen del sur
del Per, a partir de la dcada de
1870. Mollendo, con el ferrocarril
del sur, creci sostenidamente despus de 1874. Establecindose all
tambin casas comerciales de
origen extranjero.
El comercio de la lana de oveja y camlidos sirvi de nexo entre las economas precapitalistas
del interior y el mercado internacional, en el marco de un modelo
primario exportador y convirtiendo el sur del pas en una regin

de trnsito hacia el mercado europeo.


Burga y Retegui3, al respecto
de este fenmeno, sealan que
fue una especie de puerto mediterrneo, gran almacn, por donde
pasaban las mercaderas, de subida o de bajada, y tambin donde
quedaban los principales beneficios de estas actividades mercantiles. Afirman tambin que la oligarqua arequipea se enriqueci a
costa de las haciendas de la sierra,
a las cuales compraron directamente la na de ove ja (menos de
camlidos) sin la intervencin de
los llamados rescatistas.
De esta manera se articul un
circuito comercial con el acopio de
la lana, que como seala Flores
Galindo,4 fue de dos maneras:
comprando directamente a las comunidades campesinos o recurriendo a las ferias como la de Vilque
en Puno. Donde jug un papel importante la figura del rescatista,
quien dependa de las grandes casas comerciales extranjeras establecidas en Arequipa y era el principal
encargado de comprar la lana en
las ferias del altiplano. Este autor
aade un dato importante, sealando que la proporcin que la lana
represent en el conjunto de las
exportaciones peruanas oscil
entre el 2 y 10% del total comercial
durante el siglo XIX.
Esta circunstancia hizo que Arequipa logre una situacin privilegiada en el sur del pas. Sin embargo,
fue con la construccin del ferrocarril del sur que la oligarqua arequipea y una parte de la surea consolida realmente su hegemona comercial5.
La acumulacin de capital, producto del comercio de la lana, permiti reinvertir las utilidades en la
agricultura de exportacin. Flores
Galindo afirma que el paso del comercio a la agricultura fue el trnsito comn de la oligarqua. Se soporta en ello que algunos grupos

Bonilla, Heraclio, Trelles Arstegui, Efran, 1986.


Alberto Flores Galindo, 1977.
Burga, Manuel y Wilson Retegui, 1981.
Op cit.
Romero, Emilio; Contreras, Carlos, 2006. Consideran que Arequipa fue la capital econmica del sur en aquel momento.

162

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA RUTA DE LA LANA

familiares como los Lpez de Romaa y Lira inviertan en la agricultura de exportacin. La familia Lira,
por ejemplo, uni su hacienda con
el ferrocarril a travs de una lnea
frrea de su propiedad. Lo que le
permiti sacar del valle el azcar
que all se produca.
Cambiaron algunos patrones sociales. La mayora de comerciantes
extranjeros casaron con arequipeas de la aristocracia local, consolidando su patrimonio y relaciones
familiares.6
Aunque el comercio de la lana
fue oscilante a lo largo del siglo
XIX, represent el ms importante
recurso de exportacin. La Guerra
del Pacfico vino a desarticular los
circuitos comerciales, hasta el periodo de la reconstruccin nacional, en que se produce un nuevo
auge de la exportacin lanera.
Burga y Retegui sostienen que
a fines del siglo XIX las lanas desempearon un papel estructurador en el sur peruano. Esto quiere
decir que ya no haba regiones econmicamente independientes, la lana logr articular un solo eje comercial entre Arequipa, Cusco y
Puno.
A fines del siglo XIX surgen importantes industrias textiles en el
Cusco, la fbrica de hilados y textiles Lucre, en Arequipa El Huayco, de la familia Forga, que se
constituyen en las primeras experiencias industriales. Ms adelante,
ser el caso de la fbrica textil
Vitarte en Lima.
EL FERROCARRIL
La historia de los ferrocarriles est unida a la historia misma del
pas, es indesligable. Los trenes
marcaron poca y contribuyeron
en forma definitiva a su consolidacin en los buenos y malos tiempos. La economa regional del sur
del Per se dinamiz mucho ms
con la construccin del ferrocarril
del sur. La obra fue iniciativa del gobierno del general Pedro Diez Can-

seco en 1868. Aunque el trazado y


la cons truc cin de la lnea
corresponde al gobierno del
coronel Jos Balta.
La primera obra, el ferrocarril
ArequipaMollendo, inaugurado
en 1871, fue una verdadera revolucin tecnolgica para la poca y facilit el trfico comercial entre la
ciudad de Arequipa y el puerto de
Mollendo, que a partir de entonces
inici un crecimiento vertiginoso.
La construccin de ferrocarriles,
se posicion como una obra imprescindible de los gobiernos en el
Per, claro ejemplo de ello fue el
gobierno de Rufino Echenique con
la lnea TacnaArica y en el segundo mandato de Castilla con el ferrocarril LimaChorrillos. En el gobierno de Balta la fiebre ferrocarrilera alcanza tal nivel que el presupuesto para la misma signific una
deuda con los capitalistas ingleses.
Hacia 1871 el ferrocarril una la
ciudad de Arequipa con la de Juliaca. Eso ha permitido que muchos
historiadores sealaran que sta
fue la primera regin eficaz, rpida
y econmicamente integrada que
aparece en la historia republicana,
superando incluso a Lima; pues la
capital del pas, si bien comerciaba
con relativa intensidad con el rea
central, no lleg a contar con el ferrocarril a La Oroya hasta 1895.7
Poco despus el Obispo Julin
Ochoa encabez un enrgico memorial exigiendo al gobierno el ferrocarril de Puno al Cusco. Para
presionarlo, bendijo la primera piedra de la Estacin de Wanchaq y
pronunci un trascendental discurso sobre la importancia y la urgencia de la va frrea. En 1890, despus de quince aos de inactividad
debida a la guerra y otras causas,
firmado el contrato Grace, se reiniciaron los trabajos por parte de la
Peruvian Corporation para terminarlo hasta la ciudad del Cusco.
En 1892 la lnea lleg a
Marangan y en 1894 a Sicuani.

6 Juan Manuel Lpez de Romaa y doa Josefa Alvizury y Bustamante, miembros de la alta aristocracia arequipea en la segunda mitad del
siglo XIX. En carta que dirige a su hijo Eduardo, futuro Presidente del Per, que por entonces estudiaba en Inglaterra, deca lo siguiente:
Cuando volvis no conoceris vuestra anterior y tranquila Arequipa, en la que todo ha cambiado notablemente (). Menciona adems
que al nuevo club pertenecen ms de cincuenta ingleses, todo el comercio es de esa nacin.
7 Jos Luis Vargas Gutirrez. Buscando o descifrando al Len del sur: la nueva trama poltica de Arequipa. PUCP. Lima.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

163

Diana Castillo

El primer esfuerzo por vencer el


aislamiento en el que se encontraba el Cusco, es la fundacin en
1896 de la Compaa de Transportes del Sur. Por contrato celebrado el 15 de octubre de 1896,
esta empresa de capitales cusqueos y arequipeos, construye la carretera entre Sicuani y Cusco y establece un servicio para pasajeros y
carga, entrando en circulacin en
1898. Desde ese ao se establece
un servicio de diligencias jaladas
por mulas.
La seccin del ferrocarril entre
Santa Rosa y Marangan se entreg en abril de 1892; un ao despus se termin el tramo de Marangan a Sicuani. Con esto Sicuani
adquiri una gran importancia comercial, pero el Cusco, todava a
150 Km. de la va frrea, segua incomunicado. En 1898 se instal el
servicio de diligencias con Sicuani,
donde haba quedado la punta de
rieles desde 1893, es decir, el trmino del ferrocarril del sur. seis
mulas tiraban de los coches, encima de los cuales iba el equipaje
en esta forma lleg al Cusco, en
1904, el presidente Jos A.
Pardo.8
Por ley del 30 de marzo de
1904 se autoriz al gobierno para
subvencionar la construccin del ferrocarril al Cusco. Por fin el 13 de
septiembre de ese ao, la primera
locomotora llegaba al Cusco. Roberto F. Garmendia9 ha descrito en
forma vivida ese acontecimiento
trascendental: Una tarde del mes
de septiembre de 1908 una pitada
del primer tren reson en los aires y
su eco fue repetido por los cerros
que circundan la ciudad. Los alumnos del colegio de Ciencias movidos como por un poderoso resorte
abandonamos las aulas llegamos a los terrenos del fundo Wanchaq donde contemplamos absortos, sentados en el suelo, los vagones de carga y hasta a los brequeros y maquinistas que parecan
8
9
10
11

hombres extraos, algo as como


los marcianos que nos imaginamos. De esta manera, el Cusco se
comunic directamente con el mar
por fe rro ca rril. En 1928, fue
cedido a la Peruvian Corporation a
perpetuidad. Actualmente est en
concesin la empresa Ferrocarriles
Andinos.
Un efecto que hizo su impacto
en toda la ruta del ferrocarril, fue
que el arrieraje, importante actividad eco n mi ca que ocu pa ba
buen nmero de personas, declinara sustancialmente. Con gran dificultad, la arriera subsiste con
cierto vigor hasta los aos 30.
La construccin del ferrocarril
del sur, signific un salto gigantesco en el progreso en general, y en

Aunque el
comercio de la
lana fue oscilante
a lo largo del siglo
XIX, represent el
ms importante
recurso de
exportacin.

particular, constituy un factor decisivo para la dinamizacin de la produccin industrial de la zona, haciendo posible el transporte de maquinaria pesada para la industrializacin: fueron transportadas las
mquinas para las fbricas textiles
de Huaro en Quispicanchi, La
Estrella y Huascar en los aledaos
de la ciudad del Cusco, las generadoras elctricas de Qorimarca,
Calca y Machupicchu, tambin rieles y material rodante para el ferrocarril CuscoQuillabamba, para
la Compaa Cervecera, la fbrica

de Chocolates, la de Fertilizantes
de Cachimayo, etc. Con l aparecieron adems todo un nuevo universo de objetos tecnolgicos y
arquitecturas
inusitadas
relacionados
con
el
funcionamiento y manutencin de
los servicios del ferrocarril.
LA INDUSTRIA TEXTIL
El trmino industrializacin generalmente se usa de manera imprecisa. Se ha considerado al proceso
de industrializacin en su tcnica,
como la generacin de nuevas relaciones tecnolgicas productivas
(fundamentalmente la mecanizacin), hacindolas extensivas al
conjunto de la economa. Abarca
la transformacin de materias primas en productos semielaborados.
La industrializacin es un proceso
determinante en el desarrollo y evolucin de las sociedades. La experiencia histrica, demuestra que la
Revolucin Industrial ha sido el
proceso a travs del cual los pases
han podido conocer incrementos
significativos en su produccin.
Durante la poca colonial, se
aprovech la cantidad de recursos
humanos hbiles en los telares para desarrollar su industria textil,
que se basaba en las formas de
produccin de los obrajes y los chorrillos, en los obrajes se elaboraban paos burdos y finos, y en los
chorrillos se fabricaban bayetas y
jergas de calidad inferior siendo
los obrajes las fbricas mayores.
Ha ba obra jes de co mu ni dad,
abiertos, privados, de la corona y
mixtos. Maximiliano Moscoso,10
quien ha estudiado con acuciosidad los obrajes y chorrillos cusqueos, seala 18 obrajes y 24 chorrillos en la regin; en los cuales trabajaban yanaconas, maquipuras,
mitayos y otros trabajadores que
cumplan castigos en ellos.11
Con la repblica el sentido del libre comercio permite que Inglaterra se dedique a comerciar en forma absolutamente libre e ilimitada

Valcrcel. Memorias, 1981.


Garmendia, Roberto, 1968.
Maximiliano Moscoso, 1965.
El peridico cusqueo El acento de la justicia, del 3 de septiembre de 1829, confirma que cincuenta mil familias manufacturaban tocuyos,
bayetas de la tierra, bayetones y otras telas ordinarias de gran consumo.

164

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

LA RUTA DE LA LANA

con el Per independiente, introduciendo en los puertos sus tejidos de


Halifax y Manchester, a precios
ms bajos, y con la calidad ms
uniforme que los producidos por
las industrias andinas; sin que pudiera establecerse barrera aduanera per ma nen te y efec ti va,
generando
una
crisis
manufacturera en la produccin
local.
La situacin de Inglaterra dentro
del circuito lanero cambia a lo largo de la historia. Inicialmente, durante la Edad Media, es un estado
exportador de lana. Posteriormente
por diversas razones, entre ellas la
Guerra de los Cien Aos, su poltica cambia y pasa a transformar directamente su lana en una incipiente industria textil. Despus exporta
sus manufacturas textiles. Esta industria textil adquiri tal relevancia
que tambin importaba lana merina para ella. As pues, la prctica
de exportar lana de Inglaterra e importar artculos de lana manufactura dos
fue
reem pla za da
gradualmente por la importacin
de lana y la fabricacin y
exportacin de hilo y telas.
En Inglaterra encontramos dos
ciudades de inters; por un lado
Londres, como metrpoli comercial a la que llegaban los fletes de
la lana y por otro Manchester. En
esta ciudad ya se hace referencia a
mo li nos de ba ta nes an tes de
1322, pero es posteriormente
cuando tejedores flamencos llegaron a esta ciudad huyendo de las
persecuciones religiosas. Se considera Manchester como la primera
ciudad industrial del mundo.
Hacia la mitad del siglo XIX la miseria de los artesanos textiles es
completa, y puede afirmarse con
fundamento que en todo el lapso
de esa centuria, el libre comercio
impidi el desarrollo industrial de
la regin suroriental.
RUTA DE LA LANA
La lana ha tenido un notable protagonismo en la historia econmica del sur peruano. Su incidencia
en el sector agropecuario es todava materia de estudio. Pero el destiEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

no de la lana era su exportacin a


mercados europeos para su posterior transformacin en tejido. Esa
realidad dio origen a una intensa
actividad mercantil y financiera por
un la do, y por otro, a unos
importantes ingresos fiscales para
la Hacienda.
Con la independencia del Per,
en 1821, las rutas comerciales del
territorio peruano se reordenaron
en funcin de las necesidades del
incipiente mercado interno, bsicamente de alcance regional. En ese
nuevo proceso, el rea del sur andino, encabezado por Arequipa,
mantuvo intensos lazos productivos
y comerciales, situacin que tambin se vi fortalecida por el engarzamiento que tuvo Arequipa a la
expansin mundial del capitalismo
ingls a travs del comercio lanar.
Las ciudades de Arequipa, Puno
y Cusco, que desde 1830 constituan los principales centros de acopio y para la exportacin de lana
de ovino y fibra de alpaca al mercado ingls, se convirtieron en los centros de un activo desarrollo industrial. En el caso de Cusco, son las
antiguas haciendas donde se instalan las primeras fbricas textiles haciendo uso de la energa hidrulica
presente y la mano de obra de los
campesinos residentes que garantizan una produccin de calidad y
especialmente barata en su costo
de produccin.
Desde que el Per proclam su
independencia, el arribo de inmigrantes extranjeros fue casi permanente. A partir de 1821, el nuevo
Estado peruano se abre al mercado internacional y comienzan a establecerse casas comerciales extranjeras en distintos lugares del
pas. La actividad comercial ms relevante de la poca fue el comercio de importacin y exportacin, a
cargo de las casas comerciales extranjeras, que dinamizaron la econo ma de la regin sur,
estableciendo redes comerciales
con el interior del pas.
El gobierno ingls, desde la poca colonial, haba pugnado por la
hegemona comercial en el pacfico
sur. El proceso de industrializacin
165

Diana Castillo

por la que atravesaba hizo que ampliara sus horizontes comerciales. El


permiso de navegacin que obtuvo
de las cuatro grandes potencias martimas de Europa, luego de la paz de
Utrecht en 1713, le permiti temporalmente la expansin de su mercado. Con el nuevo escenario republicano, se consolid la hegemona comercial de Inglaterra en el Per.
Tambin fue la oportunidad para
promover la llegada de inmigrantes
extranjeros.
La economa de Arequipa giraba por entonces en torno al comercio lanar. En 1821 se estableci la
casa Braillard (francesa), en 1823
la casa Gibbs (inglesa); y en 1824,
Anton von Lotten y Daniel Schutte,
establecieron la primera casa comercia alemana en el sur andino.
Ello debido a que los valores latinoamericanos, entre 1823 y 1825,
estimularon un verdadero boom
en la Bolsa de Londres. Y que, adems, tenan el propsito de mercantilizar la produccin lanera del
interior. Sobre todo a partir de
1835, en que la lana de alpaca
comenz a ser utilizada
industrialmente en Gran Bretaa.
Se utiliz para ello circuitos comerciales en el acopio de la lana
de auqunido, que provena de las
comunidades campesinas, en donde intervena el rescatistas o, de lo
contrario, se concurra a las ferias
campesinas de Vilque, Tungasuca,
Pucar y otros.
La exportacin se realizaba a travs de los puertos de Islay, que sustituy al de Quilca en 1829, y Arica.
El acarreo de las lanas hacia el
puerto de Islay, donde funcionaba
la Aduana, lo efectuaron los arrieros hasta que se inaugur el ferrocarril de Mollendo a Arequipa en
1871. Con ello, deca Jess A.
Diez Canseco12, se suprimi la
arriera en este tramo y, asimismo,
fue causa del cambio de puerto a
Mollendo. Pero tambin signific,
en opinin de Nelson Manrique13,
la expresin del poder poltico que
haban alcanzado los grandes
comerciantes de Arequipa.

Las casas comerciales extranjeras jugaron un papel crucial en la


economa del sur peruano, durante los siglos XIX y XX. Ellas permitieron el desarrollo hacia afuera y
consolidaron el modelo primario
exportador, en un pas que apenas
si tena una industria nacional propia. El comercio internacional que
mantuvo Arequipa en los siglos XIX
y XX, sirvi de nexo entre el mercado capitalista y las reas atrasadas
del sur peruano.
CONCLUSIONES
El inminente ingreso de extranjeros al pas, debido a las concesiones otorgadas por el gobierno
a empresas extranjeras, trajo como consecuencia inmediata, entre otras, la construccin de un nmero significativo de viviendas
para albergarlos.
Varias fueron las razones que
determinaron la creacin arquitectnica de este periodo: la influencia de los nuevos estilos que
imperaban en Europa a principios del siglo, al igual que algunos factores culturales diversos
entre los que destacan el europeismo principalmente que fueron interpretados como smbolo
de status, de distincin y modernidad; el cambio en la economa del pas, junto con la aparente estabilidad poltica y social; La
introduccin de nuevas y revolucionarias
tcnicas
de
construccin, fueron algunas de
las ms importantes.
Uno de los acontecimientos histricos del cual se deriva en gran
parte un gnero arquitectnico
nuevo en la historia del pas es la
aparicin del ferrocarril. Ese nuevo gnero lo constituyen las estaciones del tren, los hoteles, fbricas, bodegas, depsitos y arquitectura industrial adyacente a los
rieles.
La Revolucin industrial trajo
consigo la maquinaria industrial,
los ferrocarriles y el telgrafo, y
nuevos materiales de construccin como el hierro, el acero, el

hormign o concreto reforzado,


llegados al Per en el ltimo
tercio del siglo XIX.
La industria textil ser la primera en beneficiarse de los logros
tecnolgicos. El telar mecnico revolucionara la produccin de este sector, y por tanto ser la industria textil la primera en sustituir la
fisonoma de su arquitectura. La
arquitectura industrial pertenece
al dominio del ingeniero, ya que
las inquietudes estilsticas del arquitecto son totalmente ajenas a
los demandantes de estas obras.
Examinando el problema paralelo que se presenta en el contexto iberoamericano, es importante
atender al estudioso Ramn Gutirrez, cuando analiza el fenmeno posterior a la independencia
americana, puesto que concepta que no se trata de un simple
problema de denominacin, sino
de continuidad de las tradiciones
y de introduccin de nuevos temas edi li cios, que vienen a
constituirse o de simbolizar el
cambio de mentalidad.
La ruta del ferrocarril no slo
define la ruta del comercio lanar,
de los centros de acopio y comercializacin, sino de un tipo de arquitectura que se instala es este
circuito.
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Memorias, Instituto de Estudios Peruanos.
Lima.

12 Diez Canseco, 1921.


13 Manrique, Nelson, 1995.

166

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

POLTICAS DE SALUD BUCAL Y LA CALIDAD DE SERVICIO

POLTICAS DE SALUD BUCAL


Y LA CALIDAD DE SERVICIO
BRINDADO A ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS EN EL CUSUNSAAC
Oscar Valiente Castillo1, Deyvi Cabrera Arredondo

l presente estudio es referente a la aplicacin de polticas


de sa lud bucal y su influencia en
la calidad de atencin, realizado en los alumnos atendidos en
el CUS, de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del
Cusco, mediante encuestas tipo
Likert a 125 alumnos que reci-

bieron atencin en el rea de


odontologa. La informacin se
proces en la base de datos del
programa SPSS versin 15, a travs del cual se realiz su anlisis, y pre sen ta cin me dian te
cua dros. De ter mi nan do la influencia de la aplicacin de polti cas de sa lud bu cal en la

calidad de servicio que se brinda en este local.


Metodologa: El estudio de naturaleza observacional, investig
la percepcin que tienen los usuarios sobre la calidad de atencin
recibida en el servicio dental.
Resultados: Se observ que
quienes hacen uso de este servi-

1 Decano Facultad de Medicina Humana, UNSAAC.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

169

Oscar Valiente, Deyvi Cabrera

cio tiene una percepcin regular


a mala de la calidad del servicio
obtenido, en un 71.2% y 15.2%
respectivamente, as como la relacin de esta con las polticas de
salud bucal con la prueba de
chicuadrado, con 95% de confianza concluyendo que las polticas de salud bucal implementadas en el CUS, influyen significativamente en la calidad de servicio
prestado por dicho centro.
Conclusiones: Se ha demostrado que existe una relacin directa
entre la aplicacin de adecuadas
polticas de salud bucal y la calidad ofrecida en el servicio de odontologa. Por lo que se debe proponer y definir polticas de salud bucal de aplicacin efectiva, para aumentar la calidad del servicio,
brindado en el CUS.
Palabras Clave: Polticas de salud, Calidad de servicio, Centro
universitario de salud.
SUMMARY
BUCCAL HEALTH POLITICAL
AND THE QUALITY SERVICE OFFERED TO UNI VER SITY STUDENTS IN THE CUSUNSAAC.
Introduction: This research is
about the application of buccal
health politicians and its influence
in the quality of attention, carried
out in students assisted in the CUS
(University Health Center) of the National University of San Antonio
Abad from Cusco, done by interviews type Likert to 125 students
that received attention in dentistry
area. The information was processed in a database in the program
SPSS version 15, analyzed and presented by squares, determined the
influence of the application of buccal health political in the quality of
service that it gives in this service.
Methodology: This research is
observational, looking for the perception that users have about the
quality of received attention in dental services.
Results: It was seen that who
make in use of this service, had a
regular to bad perception about
quality of the obtained service, in
71.2% y 15.2% respectively. As
170

well as the relationship of this with


the buccal health political, with the
chisquare test, it got a 95% of
trust. Concluding that the politicians of health implemented in the
CUS had significantly influences in
the quality of service lent by this
center.
Concludes: Has shown a direct
relationship between the application of appropriate oral health policies and the quality offered in the
dental service. For this reasons it is
necessary to propose and to define
political of effective application in
buccal health, to increase the quality of the services, given in the CUS.
Key Words: Political of health,
Quality of service, University Health
Center.
GLOSARIO DE TRMINOS
POLTICAS. del griego politiks,
ciudadano, civil, relativo al ordenamiento de la ciudad), es la
actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la accin del estado en beneficio de la sociedad.
SALUD. del latn salus, ?tis)
es el estado de completo bienestar
fsico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o
enfermedades.
CALIDAD DE SERVICIO. es la
percepcin que el cliente, es una fijacin mental del consumidor que
asume conformidad con dicho producto o servicio y la capacidad del
mis mo pa ra sa tis fa cer sus
necesidades.
DEL PROBLEMA
Las Polticas de salud son la bsqueda, ejecucin con resultados
en forma continua de mejores niveles de salud a travs de medidas y
compromisos multisectoriales. Las
polticas nacionales de salud, comprenden: los determinantes polticos, econmicos, sociales y culturales a nivel de salud de un pas, en
segundo lugar, los estilos de vida
como componentes visibles de las
polticas de promocin de la salud
y en tercer lugar, la socializacin y
el empoderamiento del individuo y
de la poblacin, que unen los primeros con los segundos compo-

nentes en una poltica nacional de


salud, es decir, las intervenciones
individuales y colectivas.
El Per es uno de los pases de
Sudamrica con mayor ndice de
enfermedades orales, con el 95%
de la poblacin afectada (Fuente:
Ministerio de Salud), que presentan, en su mayora en zonas rurales, donde no hay un acceso adecuado a los sistemas de salud, y sobre todo el de salud bucal. El Ministerio de Salud, estableci la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Bucal, (ESNSB), por la alta prevalencia de enfermedades bucales. Cuya funcin es la de disear, planificar, programar, monitorear, supervisar y evaluar la implementacin y
ejecucin de la estrategia
nacional, as como su articulacin
intra e intersectorial.
La UNSAAC, no es ajena a esta
problemtica, ya que dentro de la
institucin, alberga a estudiantes
de distintas clases sociales, y sobre
todo alumnos de distintas zonas rurales del Cusco e incluso de otros
departamentos. Por tal razn, se
ha implementado el CUS (Centro
Universitario de Salud), cuyo objetivo es brindar atencin en salud, de
tipo ambulatoria, a travs de la prevencin, promocin, recuperacin
y prestaciones sociales con equidad, solidaridad, eficacia, eficiencia y calidad, con la participacin
activa de la comunidad
universitaria.
En los ltimos aos, se ha incrementado el nmero de alumnos,
as como las constantes movilizaciones y otros factores, afectaron el
normal desenvolvimiento de las labores del CUS, observndose, una
recarga en la atencin del alumno,
adems considerando la falta de
orientacin e informacin de la comunidad universitaria, acerca de
los servicios que brinda el CUS. Notn do se un descontento del
usuario, respecto a la calidad de
atencin.
El estudio permiti realizar un
anlisis basado en resultados, as
conocer, la percepcin respecto a
la calidad de atencin odontolgica y la aplicacin de polticas de saEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

POLTICAS DE SALUD BUCAL Y LA CALIDAD DE SERVICIO

lud bucal, contribuyendo para implementar mejoras, en su organizacin y funcionamiento, adems del
desarrollo integral en funcin de
los recursos existentes y las
necesidades de los usuarios.
OBJETIVOS ESPECFICOS
1. Determinar el grado de aplicacin de las polticas de salud bucal respecto a: la percepcin de la
promocin de la salud, la percepcin de los servicios sanitarios, la
percepcin del uso de los recursos
humanos disponibles, la percepcin de la participacin social en el
CUS UNSAAC.
2. Determinar la calidad de servicio brindado respecto a la percepcin de los servicios ofertados, la
percepcin de los niveles de acceso al servicio de odontologa, confort y uso de tecnologas modernas
de los servicios que se brinda en el
servicio de odontologa, percepcin del pe ro do de tiem po
utilizado en la atencin en el
CUSUNSAAC.
3. Correlacionar el grado de
aplicacin de las polticas de salud
bucal y la calidad de servicio brindado en el CUS de la UNSAAC.
HIPTESIS DE LA
INVESTIGACIN
La aplicacin adecuada de las
Polticas de Salud bucal, influye en
la calidad de servicio brindado a
los estudiantes del CUS de la
UNSAAC.
METODOLOGA DE LA
INVESTIGACIN
El tipo de investigacin es descriptivo, correlacional, transversal y prospectivo. El diseo de investigacin es
de ti po Obser va cio nal (No
experimental).
La muestra son todos los profesionales odontlogos del CUS. De los
alumnos usuarios son 125 alumnos,
utilizando un valor p = 0.1, obtenido mediante la aplicacin de una
prueba piloto y validado por criterio
de expertos
Para la realizacin del estudio se
realiz dos encuestas: una encuesta aplicada a los alumnos usuarios
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

del servicio de odontologa y otra


aplicada a los profesionales odontlogos trabajadores del CUS. Elaborando un cuestionario estructurado en base a operacionalizacin
de las variables, utilizando la Escala de Likert. La preparacin de los
tems inciales; se elabor utilizando una serie de enunciados afirmativos y negativos versados en calidad de servicio acorde a sus dimensiones y de la misma manera sobre
polticas de salud orientados al
rea de salud oral.
La administracin de la encuesta, se realiz a las muestras, cuya
actitud fue medida y plasmada en
el instrumento. Se solicit a los sujetos encuestados que expresen su
acuerdo o desacuerdo frente a cada tem mediante una escala de 5
variables, luego se asign de puntajes a los tems; a fin de clasificarlos, segn reflejen actitudes positivas o negativas.
RESULTADOS
Las polticas de salud bucal en
nuestro Pas, declara una serie de
principios comprometidos con la
democracia y el desarrollo humano, orientados al diagnstico de la
situacin de salud y balance socio
sanitario de la poblacin. El estudio demuestra, que respecto a la
aplicacin de polticas de salud bucal, el 80% de los encuestados
odontlogos trabajadores del CUS
percibe como regular, ante un 84%
de los usuarios estudiantes del
CUS. Mientras que hay una percepcin mala con un 11.2%. De acuerdo al anlisis estadstico se obtuvo
un valor de p=0.268, que indica
que la relacin, percepcin odontlogos y usuarios, tiene diferencia
significativa.
Respecto a la calidad de servicio
brindada en el CUS, el estudio de
investigacin, arroja que el 100%
de los profesionales odontlogos,
perciben como buena, mientras
que el 71.2% de los usuarios la
consideran como regular; seguida
de un 15.2% considerndola mala. Al anlisis estadstico se encontr, que existe diferencia significativa entre ambas percepciones.
171

Oscar Valiente, Deyvi Cabrera


PERCEPCIN DE LA CALIDAD DE SERVICIO EN EL CUS ODONTOLOGA
POLTICAS DE SALUD BUCAL

Profesionales odontlogos del CUS

Estudiantes Usuarios del CUS

Frecuencia

Porcentaje

14

11.2

Deficiente

Frecuencia

X2

Porcentaje

Malo

Regular

80

105

84

X2=2.63

Bueno

20

4.8

p=0.268

Muy bueno

Total

100

125

100

PERCEPCIN DE LA CALIDAD DE SERVICIO EN EL CUS ODONTOLOGA


CALIDAD DE SERVICIO

Profesionales odontlogos del CUS

Estudiantes Usuarios del CUS

Frecuencia

Porcentaje

Frecuencia

Porcentaje

Deficiente

Malo

19

15.2

Regular

89

71.2

Bueno

100

17

13.6

Muy Bueno

Total

100

125

100

X2

X2=25.5
p=0.032

RELACIN ENTRE POLTICAS DE SALUD BUCAL Y LA CALIDAD DE SERVICIO DEL CUS


POLTICAS DE SALUD BUCAL

CALIDAD DE SERVICIO
Deficiente

Malo

Regular

Bueno

Muy bueno

TOTAL

Frecuencia

Porcentaje

Malo

Frecuencia

10

14

Porcentaje

28.6

71.4

100.0

Regular

Frecuencia

15

77

17

109

70.6

15.6

100.0

Deficiente

Bueno
Muy Bueno
TOTAL

Porcentaje

13.8

Frecuencia

Porcentaje

28.6

71.4

100.0

Frecuencia

Porcentaje

Frecuencia

19

89

22

130

Porcentaje

14.6

68.5

16.9

100.0

De acuerdo a lo sealado, y observado en nuestra investigacin, existe


un 15.2% de insatisfaccin por parte
de los usuarios, con similitudes en
otros estudios, con un 20.4% y un
21% de insatisfaccin. Por lo observado, se hace necesaria una gestin de
calidad en los servicios de salud. Para
esto es necesario un enfoque de la
gestin en el que el cliente o paciente
sea el eje central, conociendo sus necesidades y expectativas. Asimismo,
es necesario mantener la estructura,
los procesos internos y los resultados
dentro de estndares aceptados internacionalmente. Esto implica la participacin y la capacitacin de todo el
personal, y por supuesto la
172

asignacin de mejores presupuestos


para este servicio de salud.
De acuerdo a los resultados analizados, podemos indicar que el
71.4% de la muestra, percibe que las
aplicacin de las polticas de salud
bucal es mala, influenciando en la
prestacin de una regular calidad de
atencin de servicio, Adems considerando, el anlisis estadstico, encontramos un valor de p=0.001;
que nos indica la existencia de una influencia significativa de la calidad de
servicio prestado por dicho centro, el
cual depende directamente de las
polticas de salud bucal.
Como la relacin entre polticas
de salud Bucal y calidad de servicio

es directa, entonces se concluye que


las dimensiones de poltica de salud:
Promocin de la salud y Participacin
Social influye negativamente en la calidad de servicio y la dimensin sanitaria y recursos humanos influyen de
modo regular y bueno en la calidad
de servicio.
CONCLUSIONES
1. La evaluacin de la influencia
que tiene; la aplicacin de polticas de salud bucal, en la calidad
de servicio brindado a los estudiantes de la UNSAAC en el
CUS, se concluye que existe una
significancia de dependencia directa, considerando en el anlisis
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

POLTICAS DE SALUD BUCAL Y LA CALIDAD DE SERVICIO

estadstico un valor de
p=0.001.
2. Las polticas de salud de
acuerdo a sus dimensiones, tomando en cuenta a la promocin de salud, el nivel atencin
sanitaria, el uso adecuado de recursos humanos y la participacin social en la toma de decisiones, al decir de la percepcin de
los profesionales odontlogos
que laboran en el CUS, es considerada como buena, mientras
que la per cep cin de los
alumnos usuarios la consideran
como regular.
3. De la calidad de servicio brindado en el CUS, segn sus dimensiones propuestas, el estudiante usuario percibe a este servicio en su oferta y accesibilidad
como regular, mientras que el
confort as como el tiempo utilizado en la atencin obtienen
una percepcin mala.
4. El anlisis de la calidad de
atencin brindada en el CUS,
hay una percepcin positiva por
parte de los profesionales odontlogos trabajadores del CUS,
no siendo de la misma manera
por parte de los usuarios que
perciben la atencin como regular, mientras que las polticas de
salud son considerados como
un factor importante para la calidad de ser vi cio, per ci bi das
como regular, por ambos
grupos investigados.
SUGERENCIAS
1. El sistema universitario debe
implementar polticas de salud
bucal, dando mayor atencin a
la parte preventiva, para disminuir la incidencia de enfermedades dentales en nuestra casa de
estudios superiores, as los alumnos se encontraran en las condiciones de salud oral adecuada,
para rendir mejor en sus
estudios.
2. La Direccin del CUS debe
formular proyectos de ampliacin o adecuacin del CUS, en
su rea odontolgica, brindando mejores servicios y cambiando los materiales e instrumentales antiguos, con otros ms moEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

dernos, siguiendo las sugerencias de los expertos en sus necesidades de acuerdo a los tratamientos que se ofrecen a la
colectividad.
3. Al Vicerrectorado Administrativo corresponde realizar una evaluacin adecuada de la cantidad de profesionales y observar
la ampliacin de horarios de
atencin, para dar una mayor y
mejor cobertura al alumnado,
adems de fomentar la atencin
hacia el personal administrativo,
docente y pblico en general
que requiera de estos servicios.
4. Comprometer a las direcciones del CUS y la Clnica Odontolgica de la carrera profesional
de Odontologa, a formular y
evaluar proyectos que permitan
una cooperacin mutua entre
ambas, para la solucin temporal de instrumental y materiales,
que no se tengan disponibilidad
inmediata, como por ejemplo
en los equipos de Rx.
5. El Ministerio de Salud debe
plantear polticas de salud especficas en salud oral adecuadas; tomando en cuenta que la
cavidad oral, es la primera barrera de proteccin contra enfermedades y considerndose
como un problema sanitario
prioritario.
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173

Gina Laquihuanaco, Yuri Velsquez, Felipe Laquihuanaco

ESTADIOS DE MADURACIN SEA Y SU


RELACIN CON LA EDAD CRONOLGICA
SEGN EL MTODO DE HAGG Y TARANGER
Gina Maritza Laquihuanaco Coarita1, Yuri Velsquez Zegarra2, Felipe Laquihuanaco Loza3.

n el presente estudio, el mtodo que se propone para determinar


la edad sea es el de la radiografa
de la falange media del tercer dedo
de la mano no dominante a travs
de una radiografa periapical convencional N 02. Si no se instaura el
tratamiento ortodntico u ortopdi-

co durante el perodo de aceleracin de crecimiento o en el pico de


crecimiento puberal (estado FG y
G, respectivamente), puede llevar a
fracasos o retardo en los resultados
del tratamiento, ya que los mayores
efectos de los aparatos de ortopedia
ocurren cuando el pico de

crecimiento coincide con el perodo


de tratamiento.
El objetivo del estudio fue determinar la edad cronolgica promedio
para cada estado de maduracin
sea segn el mtodo de Hagg y Taranger, en 62 nios desnutridos crnicos, entre 9 y 14 aos de edad,

1 Cirujano Dentista, egresada de la UNSAAC.


2 Cirujano Dentista, Docente auxiliar C.P.O. UNSAAC.
3 Cirujano Dentista, Docente Asociado C.P.O. UNSAAC. CBMF Hospital Regional.

174

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ESTADIOS DE MADURACIN SEA Y SU RELACIN CON LA EDAD CRONOLGICA

que acudieron al Centro de Salud


de Ocongate, del distrito del mismo
nombre, entre Marzo y Abril del
2010.
El pico mximo de velocidad de
crecimiento puberal (estado G) se
present en mujeres a una edad de
13.10 aos y en varones a los
13.92 aos.
Palabras Clave: Edad sea, desnutricin crnica, pico mximo de
crecimiento puberal.

travs de radiografas crpales. Estos


mtodos son muy variados y complejos y requieren de un equipamiento
especial, adems de ser ms
costosas.
En el presente estudio, el mtodo
que se propone para determinar la
edad sea es el de la radiografa de
la falange media del tercer dedo a
travs de una radiografa periapical
convencional N 02, ya que la ten-

ABSTRACT
In this study, the method that is proposed to determine the bone age is
the Xray of the middle phalanx of
the third finger of the nondominant
hand through a conventional periapical Xray N02. If it is not instaured
the treatment orthodontic or orthopedic during the period of accelerated
growth or pubertal growth spurt (FG
and G, respectively), can lead to failure or delay in treatment outcomes as
the major effects of orthopedic appliances occur when the growth spurt
coincides with the period of
treatment.
The Objective was determine the
average chronological age for each
stage of bone maduration, according to the method of Hagg and Taranger, in 62 chronically malnourished children, between 9 and 14
years old, who came to the Health
Center of Ocongate, in March and
April of 2010.
The peak of pubertal growth spurt
(stage G) occurred in females at
13.10 years old and 13.92 years for
males.
Keywords: Bone age, chronic mal- dencia actual es reducir el nmero
de radiografas a la mnima posible,
nutrition, pubertal growth spurt.
adems este procedimiento es simple, confiable y menos costoso y poINTRODUCCIN
Un tiempo de vida puede expre- dr ser vir co mo un mtodo
sarse por la edad cronolgica, la alternativo para determinar la
edad sea, la edad dentaria o la maduracin sea.
Un plan de tratamiento, puede vaedad sexual, las que a su vez repreriar
entre diferentes opciones como
sentan un ndice de la maduracin
or
to
pe
dia, ciruga ortogntica, la reacorporal.
La edad cronolgica no siempre lizacin o no de extracciones dentavalora el nivel de desarrollo y la ma- rias, todo dependiendo del factor de
duracin somtica, por lo que se de- crecimiento del individuo. El tratabe recurrir a determinar la edad miento acertado de las diferentes
sea. En la actualidad hay varios m- maloclusiones no solo depende de
todos para estimar la edad sea a un buen diagnstico y la seleccin
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

de la terapia a instaurar sino


tambin del momento en el que
debe aplicarse.
Las conclusiones obtenidas en el
presente estudio contribuirn a dar
pautas, sobre la determinacin del
momento en que se podran iniciar
los tratamientos ortodnticos u ortopdicos en los nios de nuestra poblacin, para as optimizar resultados y ofrecer diferentes alternativas
de tratamiento, basados en el anlisis de evidencias, como es la edad
sea; las que permitirn evaluar de
mejor manera las caractersticas del
crecimiento.
METODO DE HAGG Y
TARANGER
El mtodo se trabaja con base en
los estados de osificacin de la falange media del tercer dedo. Es un mtodo prctico, confiable y seguro
que solo requiere una radiografa
periapical. (2,3)
Para este anlisis se consideran
los siguientes estados de maduracin sea:
Estado E: La epfisis es ms delgada que la difisis. El individuo tiene
poco crecimiento. (2,3)
Estado F: La epfisis es tan ancha
como la difisis. El individuo no ha
iniciado el perodo rpido de crecimiento. (2,3,7) Epfisis sin ondulacin. (7) Espacio radio lcido entre
ambos: bastante ancho. (7)
Estado FG: La epfisis es tan ancha como la difisis pero su borde interno o borde lateral ha cambiado
formando una demarcacin en ngulo recto al borde distal. El individuo est empezando el pico mayor
de crecimiento. (2,3,7) Difisis con
leves ondulaciones. (7) Espacio
radio lcido entre ambos: ancho. (7)
Es una etapa ideal para iniciar tratamientos con ortopedia funcional o
hacer re direccionamiento del crecimiento. (14)
Estado G: Los lados de la epfisis
se han engrosado y tienden a cubrir
la difisis formando un borde agudo
en uno o ambos lados (Capeamiento). (7) El individuo est en el pico
acelerado de crecimiento. (2,3,7)
Espacio entre ambas estructuras:
moderado. (7)
175

Gina Laquihuanaco, Yuri Velsquez, Felipe Laquihuanaco

Estado H: Ha comenzado la fusin de la epfisis y la difisis. El individuo se encuentra en la etapa de desaceleracin del crecimiento. (2,3,7)
Marcadas ondulaciones y convexidad en parte central de epfisis.
Estado I: Hay fusin completa de
la epfisis y la difisis. El individuo ha
finalizado el perodo de crecimiento
rpido puberal. (2,3,7) Espacio
entre ambos: Ninguno.
MATERIAL Y METODOS
El presente estudio es de tipo: descriptivo correlacional, transversal y
prospectivo.
Se tomaron 62 radiografas periapicales de la falange media del tercer dedo de la mano no dominante
de nios y nias desnutridos crnicos, entre 9 y 14 aos de edad, que
acudieron al Centro de Salud de
Ocongate en los meses de Marzo y
Abril del 2010.
La seleccin de la muestra (nios
con desnutricin crnica o retardo
de crecimiento), fue segn el parmetro talla para la edad con las tablas del NSCH de la Organizacin
Mundial de la Salud.
La radiografa de la falange media del tercer dedo fue tomada con
una pelcula radiogrfica periapical
N 02 de ta ma o nor mal
(3141mm) ultraspeed marca kodak, mediante la colocacin de la
mano no dominante con la palma
hacia abajo sobre una tabla de madera plana de 20 20cm, con los
dedos en hiperextensin, de tal manera que el eje ms largo de la radiografa siguiese el eje longitudinal del
dedo y que la falange media se
encuentre en el centro de la pelcula.
Las caractersticas de las tomas radiogrficas fueron las siguientes: Distancia del punto focal al objeto: de

CUADRO 1: EDAD CRONOLGICA PROMEDIO PARA CADA UNO DE LOS ESTADOS DE


MADURACIN SEA, SEGN EL MTODO DE HAGG Y TARANGER EN NIOS
DESNUTRIDOS CRNICOS, CENTRO DE SALUD DE OCONGATE, MARZOABRIL, 2010.
ESTADIO DE
MADURACION

E
F
FG
G
H
TOTAL

4
12
24
19
3
62

EDAD
MEDIA

DESVIACION
TIPICA

9.7675
10.9475
11.8517
13.3205
14.5533

1.00540
1.56126
0.82275
0.90440
0.17616

INTERVALO DE CONFIANZA
PARA LA MEDIA AL 95%
LIMITE
LIMITE
INFERIOR
SUPERIOR
8.1677
11.3673
9.9555
11.9395
11.5043
12.1991
12.8846
13.7564
14.1157
14.9909

CUADRO 2: EDAD CRONOLGICA PROMEDIO SEGN GNERO, PARA LOS ESTADOS DE MADURACIN SEA, SEGN EL MTODO
DE HAGG Y TARANGER EN NIOS DESNUTRIDOS CRNICOS, CENTRO DE SALUD DE OCONGATE, MARZOABRIL, 2010

ESTADIO DE
MADURACION
E
F
FG
G
H

176

EDAD
MEDIA
9.7675
11.1344
12.1367
13.9280

SEXO MASCULINO
INTERVALO DE CONFIANZA PARA
LA MEDIA AL 95%
LIMITE
LIMITE INFERIOR
SUPERIOR
8.1677
11.3673
9.8804
12.3885
11.6882
12.5851
13.1547
14.7013

EDAD
MEDIA

10.3867
11.3767
13.1036
14.5533

SEXO FEMENINO
INTERVALO DE CONFIANZA PARA
LA MEDIA AL 95%
LIMITE
LIMITE INFERIOR
SUPERIOR
6.7603
10.8953
12.5805
14.1157

14.0130
11.8581
13.6266
14.9909

PRUEBA
tStudent
SIGNIFICANCIA

0.499
0.025
0.048

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ESTADIOS DE MADURACIN SEA Y SU RELACIN CON LA EDAD CRONOLGICA

40 cm; tiempo de exposicin: 0.25


se gun dos; am pe ra je: 7mA;
kilovoltaje: 60 Kv.
El estado de maduracin relacionado al pico de crecimiento puberal
fue determinado para cada nio
usando la escala de Hagg y Taranger, a travs de radiografas periapicales de la falange media del tercer
dedo de la mano no dominante. As
mismo, se determin la edad promedio pa ra ca da es ta do de
maduracin sea de cada individuo
objeto de estudio.
RESULTADOS
La presente investigacin presenta resultados de una poblacin de
62 nios desnutridos crnicos, entre
9 y 14 aos de edad, quienes acudieron al Centro de Salud de Ocongate a recibir diferentes servicios de
salud, de forma voluntaria, y estuvo
constituida por 33 nios y 29 nias.
Los estados de maduracin esqueltica se presentan ms temprano en mujeres que en varones:
0.7773 aos antes.
El perodo de aceleracin de velocidad de crecimiento puberal (estado FG) se present en mujeres a
una edad de 11.37 aos y en varones a los 12.13 aos.
El pico mximo de velocidad de
crecimiento puberal (estado G) se
present en mujeres a una edad de
13.10 aos y en varones a los
13.92 aos.
A continuacin se presentan cuadros con las edades medias de presentacin para cada estado y segn
gnero:
DISCUSIN
Meneses(14), Hidalgo(15) y
Adriazola(16), concluyeron que el
medio ambiente y la raza influyen
en la edad promedio de aparicin
de los diferentes estados de maduracin esqueltica. Similar conclusin se reporta en el presente estudio.
En cuanto al gnero, la literatura reporta que las mujeres maduran a otro ritmo que los varones,
aproximadamente uno o dos aos
antes que los hombres. En el presente estudio se corrobor una difeEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

rencia de aproximadamente un
ao en cuanto a la aparicin de los
estados de maduracin sea segn el gnero. Los estados de maduracin esqueltica se presentaron 0.77 aos antes en mujeres
que en varones. En nuestro estudio
se concluye que el gnero influye
significativamente en los estados
de maduracin sea, ya que los varones tienen una maduracin sea
ms tarda que las mujeres.
Estos resultados indican que los
hombres y mujeres son diferentes y
que deberan ser analizados de forma separada. Conclusin que coincide con las obtenidas por Raymundo (11), Martinez (12), Hagg y Taranger (2,3), Coronado (13), Meneses(14), Hidalgo (15) y Adriazola (16).
Tambin es importante sealar
que las condiciones ambientales y
nutricionales adversas en algunos
espacios geogrficos afectan a un
alto porcentaje de la poblacin, alterando significativamente los procesos de maduracin sea.
La desnutricin crnica y las maloclusiones son un problema de salud de alta prevalencia. En base a
los resultados del presente estudio
podemos inferir que conociendo la
edad cronolgica a la que se presenta el pico de crecimiento puberal (estado G) podemos plantear o
proponer el momento adecuado
como para iniciar, diferentes alternativas de tratamiento como podran ser: ortopedia de los maxilares u ortopedia y ortodoncia con
aparatologa removible, la confeccin de los cuales no demanda mayores gastos econmicos y por tanto estaran al alcance de los pobladores de reas rurales de nuestro
pas.
Por tanto, en base al estudio de
la edad sea y a sus resultados; se
podra considerar la efectividad de
los aparatos removibles; por lo que
sugerimos a las instituciones benefactoras, gobiernos municipales,
ministerio de salud, ONGs; a que
promuevan e inviertan en el rea
de salud bucal, especficamente en
los casos de alteraciones dentoesqueletales.

CONCLUSIONES
Cada poblacin tiene su propio promedio de edad en relacin a la aparicin de los estados
de maduracin esqueltica, dependiendo de factores diversos
como la altura geogrfica y el
estado nutricional.
El grupo de desnutridos crnicos varones y mujeres de ciudades de altura, estn significativamente retrasados en los
momentos de aparicin de sus estados de maduracin esqueltica, con respecto a sujetos que residen a nivel del mar y con estado
nutricional normal.
BIBLIOGRAFA
Moyers R. Manual

de Ortodoncia. Cuarta Edicin.


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sujetos de 8 a 16 aos de edad en Cerro de Pasco.
[tesis para optar el ttulo profesional de cirujano
dentista] Lima.UPCH.2002.
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de edad. Odontol. Sanmarquina. 2008; 11(2):
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Meneses A. Influencia de la altitud geogrfica y el estado nutricional sobre los indicadores de maduracin esqueltica en peruanos de 8 a 16 aos de
edad. [tesis doctoral] Lima: UPCH; 2002.
Hidalgo C. Correlacin entre edad cronolgica e indicadores de maduracin esqueltica de la mano en
peruanos de 9 a 16 aos de edad. [tesis de especialista] Lima: UPCH; 1999.
Adriazola M, Williams F, Tuesta O, et al. Estados de
maduracin esqueltica en grupos poblacionales
que residen a diferente altitud Lima y Cerro de Pasco.
Fundacin Hiplito Unanue. 1996.

177

Washington Galiano, Mario Nuez

ADICIONES A LA FLORA DEL SUR DEL PERU1


Washington H. Galiano Snchez y Mario P. Nuez Vargas

e presenta 60 adiciones nuevas para la flora peruana procedentes del sur del Per, de las cuales 9
son taxones nuevos para la ciencia, 40 taxones nuevos registros y
11 cambios taxonmicos.
Palabra claves: Adiciones, especies nuevas, nuevos registros, cambios taxonmicos, flora peruana.

ru, of which 9 taxa are new to


science, 40 taxa are new records
and 11 are taxonomic changes.
Keywords: additions, new species, new re cords, ta xo no mic
changes, Peruvian flora.

INTRODUCCIN
Desde la publicacin del Catlogo de las Angiospermas y GimSUMMARY
nospermas de Per (Brako & ZaOf the 60 new additions to the rucchi, 1993) y Diez aos de adiPeruvian flora from the south of Pe- ciones a la flora del Per: 1993

2003 (Ulloa, Zarucchi y Len


2004). A partir del ao 2004 el incremento de los registros y especies nuevas contina en progreso, tiempo durante el cual se siguen aa dien do nu me ro sas
especies de plantas a la flora
peruana.
Este estudio es el resultado en
avance de las diversas expediciones botnicas en el sur del Per,
desde el ao 1995. En el que, teniendo al Herbario Vargas CUZ,

1 Primera parte, de los aos 2004 al 2011.

178

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ADICIONES A LA FLORA DEL SUR DEL PERU

como institucin cientfica depositaria de las muestras colectadas,


mediante los convenios y proyectos de Cooperacin cientfica como: IDMA Biodiversidad del
Santuario Nacional del Ampay
(1995,1998); Programa Machupicchu PROFONANPE, a travs
del Pro yec to: Amplia cin del
Inventario de Biodiversidad Botnica del Santuario Histrico de
Ma chu pic chu. (19992000);
PROMANU: Programa de desarrollo sostenible de la Reserva de
Biosfera del Manu (19992000),
el Con ve nio de Coo pe ra cin
Cientfica entre la UNSAAC (Herbario Vargas CUZ) y el Missouri
Botanical Garden (MO): Proyecto
Diversidad florstica de las reas
Naturales Protegidas y reas ady a c e n t e s d e l s u r d e l Pe r
(20022008) y Biodiversidad de
la Ruta Salkantay Zona de
amortiguamiento del Santuario
Histrico de Machupicchu
Mountain Lodges of Per (2010).
El listado incluye 60 taxones,
de los cuales 9 son taxones nuevos descritos sobre la base de material colectado en el sur del Per,
40 son nuevos registros para Per
y 11 son cambios taxonmicos.
Los datos que presentamos a continuacin son registros que se han
hecho por medio de una revisin
de las muestras de Herbario bsqueda exhaustiva y continua de la
literatura botnica. Los nombres
provenientes de identificaciones
de ejemplares del Herbario MO y
CUZ, se han incluido en forma selectiva especialmente cuando hayan sido revisados por un especialista. Bajo cada familia se da una
lista de referencias pertinentes. Para cada nombre se incluye el nombre cientfico, el autor y el sitio de
publicacin; para las combinaciones se cita el Basnimo. El listado
contiene slo adiciones y hay tres
tipos de registros: 1.) Las especies
nuevas descritas sobre la base de
material colectado en el sur peruano para las cuales se da la informacin del tipo tal y como aparece en el protlogo (en el idioma
original de publicacin) y cuando
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

existe en la base de datos del


CUZ y TRPICOS del Missouri
Botanical Garden, se cita un ejemplar adicional; 2.) Los registros
nuevos que son taxones que se conocan de otros pases y amplan
su rea de distribucin a Per, se
los documentan con un ejemplar
de la base de datos TRPICOS y
de las colecciones recientes del
Herbario Vargas CUZ; y 3.) Los
registros
de
cambios
taxonmicos que han surgido por
una nueva clasificacin
propuesta para ese taxn en los
ltimos 08 aos.
Los nombres se encuentran en
la ba se de da tos del CUZ y
TRPICOS. Se ha hecho un esfuerzo por revisar minuciosamente las muestras de herbario y la lite ra tu ra co rres pon diente, es tamos seguros de que hay taxones
que no se logran incluir en este
trabajo, en razn a que es la primera parte y se est preparando
la con ti nua cin que reflejara
nuevas adiciones.
ACANTHACEAE
Ruellia angustiflora (Nees) Lindau
ex Rambo, Iheringia, Srie Botnica
12: 23. 1964. (15 Jan 1964). Basnimo: Stephanophysum angustiflorum Nees. Ejemplares representativos: Cusco: Calca: Lares: Suclli et Al
2367, CUZ, MO
ALSTROEMERIACEAE
Bomarea macusanii Hofreiter &
E. Rodr. Revista Peruana de Biologa
13(1): 3738, f. 2e; 34a, d. 2006.
(Oct 2006). Ejemplares representativos: Cusco: Paucartambo: Nuez et
al 8477; Urubamba: Nuez 7525;
Tupayachi & Galiano 1160 (CUZ,
MO)
AMARYLLIDACEAE
Pyrolirion tarahuasicum Ravenna, Onira 11 (24). (6364 fig.). Tipo: Per, Cusco, Prov. Anta, Limatambo, 2500 m W.Galiano s.n.
CUZ. Ejemplares representativos:
Galiano & Serrano: 10777. Proyecto Biodiversidad de la Ruta Salkantay, Mountain Lodges of Peru
(CUZ).
179

Washington Galiano, Mario Nuez

Xanthosoma hylaeae Engl. &


K. Krause, Notizblatt des Botanischen Gartens und Museums zu Berlin Dahlem 6: 115. 1914. Ejemplares representativos: Cusco: Calca: Yanatile, Estrella: Suclli 2367,
CUZ, MO
ARISTOLOCHIACEAE
Aristolochia weberbaueri O.C.
Schmidt, Repertorium Specierum Novarum Regni Vegetabilis 23: 294.
Pyrolirion tarahuasicum Ravenna
1927. Ejemplares representativos: Symphyopappus apurimacensis
(AMARYLLIDACEAE). Foto: W. Galiano
Cusco: Anta, Dist. Limatambo, carre- (ASTERACEAE) Foto: M. P. Nuez
tera de subida a Mollepata 20 Dic
Symphyotrichum subulatum
2002: Galiano et al: 4559, CUZ, (Michx.) G.L. Nesom, Phytologia
ANACARDIACEAE
Ochoterenaea colombiana F.A. HUT, MO, USM.
77(3): 293. 1994[1995]. BasniBarkley, Bulletin of the Torrey Botanimo: Aster subulatus Michx. Ejemplacal Club 69(6): 442444, f. 16.
res representativos: Cusco: Anta:
1942. (2 Jun 1942). Ejemplares reDist. Limatambo, Galiano, Valenzuepresentativos: Cusco: La Convenla, Calatayud & Suclli 4526 AMAZ,
cin: Vilcabamba: Chuawanquiri:
CUZ, HUT, MO, USM
Galiano, Suclli, Rodrguez & Carazas
6649. AMAZ, CUZ, HUT, MO,
MOL, USM
APOCYNACEAE
Orthosia guilleminiana (Decne.) Liede & Meve, Novon 18(2):
205. 2008. (22 May 2008). Basnimo: Vincetoxicum guilleminianum
Decne. Prodromus Systematis Naturalis Regni Vegetabilis 8: 526. 1844.
Ejemplares representativos: Cusco,
Prov. Urubamba, Machu Picchu, Al
Gentry & L. Emmons 43233 MO
Oxypetalum retusum (Markgr.)
Goyder, Kew Bulletin 59: 303.
2004. Basnimo: Macroscepis retusa Markgr. Ejemplares representativos: Cusco, Urubamba, Ollantaytambo: Galiano, et al 4214
Philibertia parviflora (Malme)
Goyder, Kew Bulletin 59(3): 436.
2004. Basnimo: Mitostigma parviflorum Malme. Ejemplares representativos: Quispicanchis: Lucre, Wacarpay, Galiano, Suclli, Rodrguez & Nez 5554.
ARACEAE
Philodendron kroemeri Croat &
Acebey, Novon 15(1): 9395, f. 5C,
D, 6A. 2005. Ejemplares representativos: Cusco, La Convencin: Dist.
Santa Ana, Carrizales, Huayanay,
Galiano, Nez et al. 5262.
180

Aristolochia weberbaueri (ARISTOLOCHIACEAE).


Foto: W. Galiano

ASTERACEAE
Conyza sumatrensis var. leiotheca (S.F. Blake) Pruski & G. Sancho,
Novon 16(1): 9899, f. 1. 2006.
(25 May 2006). Ejemplares representativos: Cusco: Anta: Dist. Limatambo: Galiano et al. 4547: CUZ, MO,
USM
Lophopappus blakei Cabrera,
Boletn de la Sociedad Argentina de
Botnica 5(12): 48. 1953. Reemplazado: Sinnimo: Proustia cuneata S.F. Blake. Ejemplares representativos: Cusco: Urubamba: Ollantaytambo, Cachijata, Galiano et al
4614.
Symphyopappus apurimacensis H. Rob. Phyto lo gia 88(2):
132134, f. 2. 2006. Tipo: Peru.
Apurimac: Abancay, Santuario Nacional Ampay, 2800 m, 23 Jul 1995
Tupayachi & Galiano 2860 (holotype
US, isotype CUZ). Ejemplares representativos: Apurmac: Abancay: Nuez et al 36002.

Symphyotrichum subulatum (ASTERACEAE)


Foto: Arieh Tal

Vernonanthura brasiliana (L.)


H. Rob. Phytologia 73(2): 69. 1992.
Ejemplares representativos: Cusco:
La Convencin Huayopata, San Luis
Galiano, Nez, Suclli, Acurio & Rodrguez 4857.

Vernonanthura brasiliana (ASTERACEAE)


Foto: A. Popovkin
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ADICIONES A LA FLORA DEL SUR DEL PERU

BASELLACEAE
Anredera boliviensis (Hauman)
Govaerts, Anales del Museo Nacional
de Buenos Aires 33: 353. 1925. Basnimo: Boussingaultia ramosa var. boliviensis Hauman. Ejemplares representativos: Cusco: Urubamba: Nez,
Galiano, Arstegui, Tupayachi 7011.
BEGONIACEAE
Begonia clarkei Hook. f. Botanical Magazine 93, pl. 5675. 1867.
Ejemplares representativos: Cusco:
Urubamba: Nez, Galiano, Arstegui, Tupayachi 6990.
BRASSICACEAE
Weberbauera peruviana (DC.)
AlShehbaz, Novon 14(3): 264.
2004. Basnimo: Sisymbrium peruvianum DC. Ejemplares representativos: Cusco: Urubamba: Valenzuela
et al. 5993.
BROMELIACEAE
Tillandsia cucullata L.B. Sm.
Phytologia 6: 193, t. 1, f. 3,4. 1958.
Ejemplares representativos: Cusco:
La Convencin: Vilcabamba: Suclli1437
Tillandsia pastensis Andr, Enumeration des Bromeliacees Recoltees
8. 1888. Ejemplares representativos:
Cusco: Urubamba: Huayoccari to Yanacocha: Nez, Galiano, Arstequi
y Tupayachi 7027, MO. CUZ.
Tillandsia polystachia (L.) L. Species Plantarum, Editio Secunda 1:
410. 1762. Ejemplares representativos: Cusco: Calca: Lares: Sector Lacco Yavero; Suclli et al 2395.
Vriesea sanguinolenta Cogn. &
Marchal, Pl. Ornem. Feuill. 2: t. 52.
1874. Also in Andre, Ill. Hort. 22:
44, pl. 200. 1875. Basnimo: Tillandsia sanguinolenta (Cogn. & Marchal) Bakerr, Werauhia sanguinolenta (Cogn. & Marchal) J.R. Grant.
Ejemplares representativos: Cusco:
Quispicanchis, P. Nez V. 14040.

Lysipomia sphagnophila subsp.


sphagnophila (CAMPANULACEAE)
Foto: W. Galiano.

COLUMELLIACEAE
Columellia subsessilis Schltr. Notizblatt des Botanischen Gartens und Museums zu BerlinDahlem 7: 356.
1920. Ejemplares representativos:
Cusco: Urubamba: Galiano & Nuez
9877, Tupayachi 729. (CUZ, MO)
ELAEOCARPACEAE
Vallea ecuadorensis J. Jaram.
Nordic Journal of Botany 8(1):
1923, f. 2aj. 1988. Ejemplares representativos: Cusco:La Convencin:. Vilcabamba: Suclli, Farfn,
Chama, & Vizcardo 1407 CUZ,
MO, USM.
FABACEAE
Inga vera subsp. affinis (DC.) T.D.
Penn. The genus ~Inga~: Botany
716. 1997. Ejemplares representativos: Cusco: La Convencin: Manguyari,. Nez, Palma y Arque 10267.

Inga vera subsp. affinis (FABACEAE)


CAMPANULACEAE
Lysipomia sphagnophila subsp. Foto: O. M. Montiel (MOBOT)
sphagnophila . Chloris Andina 2:
Inga riopalenquensis A.H. Gen15. 1857. Ejemplares representatitry
aff. Selbyana 2(1): 39, pl. 12A.
vos: Cusco:La Convencin: Abra
1977.
Ejemplares representativos:
Panticalla: Galiano et al. 4099,
Cus
co:
Paucartambo: San Pedro,
CUZ, MO.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

181

Washington Galiano, Mario Nuez

Ro Unin y Ro Kosipata: P. Nez


11952 MO, CUZ.
Inga sapindoides Willd. Species
Plantarum. Editio quarta 4(2): 1012.
1806. Ejemplares representativos:
Cusco: La Convencin: Echarate;
Ro Manguriari (Manguyari). Tropical
Forests Alto Urubamba: Nez &
Ortz 12812,
Samanea tubulosa (Benth.) Barneby & J.W. Grimes. Memoirs of the
New York Botanical Garden 74(1):
121. 1996. Basnimo: Calliandra
tubulosa Benth. Ejemplares representativos: Cusco: La Convencin:
Echarate, E. Suclli, J. Farfn 1177
CUZ, MO.
Senegalia loretensis (J.F. Macbr.)
Seigler & Ebinger, Phytologia 88(1):
55. 2006. Basnimo: Acacia loretensis J.F. Macbr. Ejemplares representativos Cusco, Anta: Dist. Mollepata,
Cunyac: Galiano & Huamantupa,
4631 CUZ, ILL, MO, USM
Senegalia multipinnata (Ducke)
Seigler & Ebinger, Phytologia 88(1):
60. 2006. Basnimo: Acacia multipinnata Ducke. Ejemplares representativos: Cusco.Quispicanchis: Nez 13818
Zornia gemella Vogel, Linnaea
12(1): 6162. 1838. Ejemplares representativos: Cusco: La Convencin: Quellomayo: entre Santa Teresa y Chaullay, Nez y Motocanchi
8736.

Ficus machupicchuensis C.C.


Berg, Blumea 55(2): 196, f. 1.
2010. (20 August 2010). Tipo: Peru,
Cusco, Prov. Urubamba, Machu Picchu, 2500 m, 25 Nov. 2003: Huamantupa, Guttierez & Quispe 3914,
MO, CUZ

ORCHIDACEAE
Bulbophyllum steyermarkii Foldats, Acta Biolgica Venezuelica 3:
311. 1968. Ejemplares representativos: Cusco: Urubamba: Peyton &
King1423
Cyrtochilum ligulatum (Ruiz &
Pav.) Mansf. ex Dalstrm, Lindleyana 16(2): 67. 2001. (29 Jul 2001)
Ejem pla res re pre sen ta ti vos:
Cusco: Urubamba: B. Peyton &
Peyton 648. Ejemplares representativos: Cusco: Urubamba: Nez, Galiano, Arstegui, Tupayachi 6990.
Cyclo po gon ova li fo lium C.
Presl, Reliquiae Haenkeanae 1(2):
93, t. 13, f. 1. 1827. Ejemplares representativos: Cusco: La Convencin: Echarate, Santa Ana, Kepashiato: Valenzuela, et al. 7521.
Cyrtochilum auropurpureum
(Rchb. f.) Dalstrm, Lindleyana
16(2): 60, f. 3F. 2001. (29 Jul 2001)
Ejemplares representativos: Cusco:
Urubamba:Machupicchu Tupayachi
240.
Epi den drum ge mi ni flo rum
Kunth. Ejemplares representativos:
GENTIANACEAE
Cusco: Urubamba: Galiano, Nez
Symbolanthus incaicus J.E. Moli- 10444.
na & Struwe, Systematics and Biodiversity 6(4): 489490, f. 6, 16
[map]. 2008. Tipo: Peru. Ayacucho:
Prov. Huanta, Choimacota Valley,
evergreen forest, 28002900 m, 28
Feb10 Mar 1926 A. Weberbauer
7556. Ejemplares representativos:
Cusco: Suclli, et al. 2533 CUZ, HUT,
MO, USM
MORACEAE
Ficus americana subsp. guianensis (Desv. ex Ham.) C.C. Berg, Blumea 52(2): 300. 2007. Basnimo: Epidendrum geminiflorum (ORCHIDACEAE)
Ficus guianensis Desv. ex Ham. Ejem- Foto: W. Galiano.
plares representativos: Cusco: Calca, La Convencin: Quispicanchis:
Lued de man nia pes ca to rei
Galiano et al 6617, Nuez 13924 (Lindl.) Linden & Rchb. f. Bonplandia
MO, CUZ.
(Hanover) 2: 281. 1854. Ejemplares
182

representativos: Cusco: La Convencin, Santa Teresa: Peyton & S.T. Peyton 1393.
Masdevallia nunezii Luer &
Dalstrm, Selbyana 27: 20. 2006.
Tipo: Peru: Cusco: Paucartambo:
Nuez et al. 28734 (CUZ)
Microchilus capitatus Ormerod,
Harvard Papers in Botany 9(2):
400402, f. 9af. 2005. Tipo: Cusco: Urubamba:Machupicchu 2100
m, 28 Jul 1966. C. Vargas C. 17638
CUZ: HT: AMES.
Telipogon phalaenopsis Braas,
Die Orchidee 32: 246. 1981. Ejemplares representativos: Cusco: La
Convencin, Santa Teresa, Collpapampa, Ruta Salkantay, Zona de
Amortiguamiento del Santuario Histrico de Machupicchu, 1319
22S, 723959 W, 2800 m, 14
Mar. 2009, Nuez & Huallparimachi
(CUZ, MOL). Anaya & Callaly
0080, 14 Mar.2009, Proyecto Biodiversidad de la Ruta Salkantay
Mountain Lodges of Peru (CUZ).
PASSIFLORACEAE
Passiflora cisnana Harms, Botanische Jahrbcher fr Systematik,
Pflanzengeschichte und Pflanzengeographie 18(Beibl. 46): 5. 1894.
Ejemplares representativos: Cusco:
La Convencin: Huayopata, Cachapampa, Galiano et al, 6085.

Passiflora cisnana (PASSIFLORACEAE)


Foto: A. Gentry (MOBOT)

PHYTOLACCACEAE
Schindleria tomentosa Ricketson, Novon 16(3): 406408, f. 1.
2006. Tipo: Peru. Cusco: Urubamba, Dist. Machu Picchu, Trocha Iram
Bingham. Huamantupa et al. 3267.
HT: MO; IT: CUZ, F, FTG, K, NY, US.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

ADICIONES A LA FLORA DEL SUR DEL PERU

Ejemplares representativos: Cusco:


La Convencin, Santa Ana: Suclli y
Huamantupa 2772, AMAZ, CUZ,
HUT, MO, USM
POACEAE
Steinchisma laxum (Sw.) Zuloaga, American Journal of Botany
90(5): 817. 2003. Basnimo: Panicum laxum Sw. Ejemplares representativos: Cusco: La Convencin: Dist.
Huayopata, San Luis: Galiano, Nez, Suclli, Acurio & Rodrguez,
4854, CUZ, MO, USM.
RUBIACEAE
Paederia brasiliensis (Hook. f.)
Puff. Opera Botanica Belgica 3:
328. 1991. Basnimo: Lygodisodea brasiliensis Hook. f. Ejemplares representativos: Cusco: Urubam ba:Ma chu picchu: Ga lia no,
Huamatupa & Nuez 6487, CUZ,
HUT, MO, USM.
Psychotria argentinensis Bacigalupo, Darwiniana 10: 48. 1952.
Ejemplares representativos: Cusco,
Calca: Dist. Yanatile, Estrella: Suclli, Astete, Carazas, & La Torre
2585.
Smi lax may pu ren sis Kunth,
with original publication details:
Sp. Pl. 4: 776 1806. T: Humboldt
897; no date; Colombia (B) T:
Humboldt & Bonpland s.n.; no date; Venezuela (P). Ejemplares representativos: Cusco, Calca: Dist. Yanatile, Estrella: Suclli, Astete, Carazas &. La Torre, 2597.
SOLANACEAE
Ni co tia na to men to si for mis
Goodsp. Ostenia 309. 1933. Ejemplares representativos: Cusco, Anta:
Dist. Limatambo, Cunyac: Galiano,
Nez V., Calatayud & Huamantupa
5041. CUZ, MO, USM.
Solanum anomalostemon S.
Knapp & M. Nee, Novon 19(2):
178181, f. 1. 2009. (18 June
2009). Tipo: Per, Cusco, Prov.
Anta, Mollepata, 2500 m, 25 Nov.
2003: Galiano, Nunez, Calatayud &
Huamantupa 5109, HT: CUZ; IT:
MO, NY
So la num aph yo den dron S.
Knapp, Annals of the Missouri Botanical Garden 72 (3): 565568, f.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

zengeographie 26: 581. 1899.


Ejemplares representativos: Cusco:
Calca: Dist. Quebrada, Yanatile,
Punta Lacco; Suclli, J. Farfn 1094,
CUZ, HUT, MO, US
VOCHYSIACEAE
Vochysia boliviana Rusby, Memoirs of the Torrey Botanical Club
3(3): 7. 1893. Ejemplares representativos: Cusco, Quispicanchis: Entre
Pan de Azcar y Quince Mil Nez
Solanum anomalostemon (SOLANACEAE).
14125.
Foto W. Galiano
Vochysia megalantha Stafleu,
Mededeelingen van het Botanisch
67. 1985. Ejemplares representa- Museum en Herbarium van de Rijks
tivos: Cusco: La Convencin, Dist. Universiteit te Utrecht 95: 485.
Huayopata, Lauramarca: Calata- 1948. (12 Jun 1948). Ejemplares reyud et al, 3636. CUZ, MO, USM. presentativos: Cusco: Calca: Yanatile: Valenzuela, Suclli & Farfn, 5308.
SYMPLOCACEAE
Symplocos cuscoensis B. Sthl, AGRADECIMIENTOS
Nordic Journal of Botany 28(1): 81,
Los autores hacemos un recofig. 1EJ. 2010. (1 Feb 2010). Tipo: nocimiento y agradecimiento a
Per: Cusco: La Convencion: Dist. los especialistas. S. Knapp, B.
Santa Ana, Tunquimayo, Riberas del Sthl, M. Nee, J. Ricketson, H. Roro Tunquimayo, Bosque primario, binson, P. Ravenna, J. Pruski, F.
22XI 2005: Efrain Suclli 2898. Gonzlez del mismo modo al
(AMAZ, CUZ, HUT, MO, MOL, M O B OT ( M O ) , H V ( C U Z ) ,
USM)
WWF_EFN Russell E. Train y MLP.
Symplo cos do li cho po da B.
A. Popovkin: Vernonanthura braSthl, Novon 20(1): 91, fig. 5AC. siliana; Arieh Tal: Symphyotrichum
2010. (18 March 2010). Tipo: Per: subulatum; A. Gentry (MOBOT);
Cusco: Aprox. 112 km de Cusco en Passiflora cisnana; O. M. Montiel
el camino de herradura de las ruinas (MOBOT); M. P. Nuez: Inga vera
de Machupicchu, hacia puente rui- subsp. Affinis; Ochoterenaea conas. Bosque nublado de ceja de sel- lombiana, Symphyopappus apuriva. Bosque de Trema, Erythrina, Ce- macensis; W. Galiano: Aristolochia
cropia, Inga. 18 XI1987. Nez weberbaueri, Lysipomia sphagnop8630. (MO).
hila, Pyrolirion tarahuasicum, SolaSymplocos nuda Humb. & Bonpl num anomalostemon.
Plantae Aequinoctiales 1: 195.
1808. Ejemplares representativos: BIBLIOGRAFIA
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Cusco: Urubamba: Nez & Ariza- Berg,
American Moraceae. 55, 2010: 196 200.
bal, 14217 (CUZ, MO)
Ulloa, C., Zarucchi, J. & B. Len. 2004. Diez aos de
TROPAEOLACEAE
Tropaeolum capillare Buchenau, Botanische Jahrbcher fr Systematik, Pflanzengeschichte und Pflanzengeographie 15: 219. 1892.
Ejemplares representativos: Cusco:
Calca: Dist. Quebrada, Quebrada
Onda; Galiano et al 4330 CUZ,
GB, MO, USM
Tropaeolum cuspidatum Buchenau, Botanische Jahrbcher fr Systematik, Pflanzengeschichte und Pflan-

adiciones a la flora del Per: 1993 2003.Rev. Museo Hist. Natural. Edicin especial.
Brako, L. & J. Zarucchi. 1993. Catalogo de las
Angiospermas y Gimnospermas del Per.Missouri Botanical Garden 45.
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(Elaeocarpaceae) with the descrption of a news.
Nord. J. Bot. 8:19 23.
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Symphyopappus (Eupatorieae: Asteraceae). Phytologia 88(2):129135.
Sthl; Bertil E. 2010. Additions to the Knowledge of
the Genus Symplocos (Symplocaceae) in Ecuador
and Peru. Novon: A Journal for Botanical Nomenclature 20(1):8494.

183

Hugo Dueas, Joel Pea, Carlos Nieto, Ronald Rojas, Lizardo Carrin

DIVERSIDAD Y COMPOSICIN FLORSTICA DE


RBOLES A TRAVS DE UNA GRADIENTE ALTITUDINAL
EN LA LOCALIDAD DE SANTA ROSA: DISTRITO DE INAMBARI, PROVINCIA
DE TAMBOPATA, MADRE DE DIOS 2009
Hugo Dueas Linares, Joel Pea Valdeiglesias, Carlos Nieto Ramos, Ronald Rojas Villalobos y Lizardo Carrin Cunyas

e describi y comparo la diversidad, abundancia y composicin florstica de 4 parcelas de


2500 m2 de bosques amaznicos distribuidos a travs de una
gradiente altitudinal en el sector
de Santa Rosa, del Distrito de Inamabari, Provincia de Tambopata.
La composicin florstica de
todo el rea de estudio estuvo re184

presentado por: 531 individuos


con DAP>10 cm, distribuidos
en 174 especies, 99 gneros y
40 familias.
Las fa mi lias ms abun dan tes
y fre cuen tes fue ron: EUPHOR BIACEAE, MORACEAE, ARECAC E A E , FA B A C E A E , S A P OTACEAE y MYRISTICACEAE, las
mis mas que re pre sen ta ron ms

del 50% de la abun dan cia to tal.


Para el rea total de estudio se
encontr una alta diversidad de especies, siendo el ndice de Shannon igual a 4.58, la inversa de
Simpson 45.44 y Fisher Alpha
igual a 90.02, esta diversidad disminuye mientras se asciende altitudinalmente.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD Y COMPOSICIN FLORSTICA DE RBOLES A TRAVS DE UNA GRADIENTE ALTITUDINAL

Palabras clave: Diversidad alfa y trito de Inambari, Provincia de Tambeta, composicin florstica, gradien- bopata, Departamento de Madre
te altitudinal, similitud, nutrientes.
de Dios, en estos ltimos 10 aos
estn sometidas una fuerte presin
ABSTRACT
por parte de la poblacin migranDiversity and floristic composi- te, lo que ha ocasionado la ocupation of trees across an altitudinal cin desordenada de grandes
gradient in the town of Santa Rosa: reas de bosque aledaos a la caInambari District, Provincia of Tam- rretera, reas que estn siendo ocubopata, Madre de Dios
padas para actividades de minera
In this study we describe and y agricultura; stas reas muy vulcompare the diversity, abundance nerables son hbitats de plantas
and species composition of 4 plots que an no han sido registradas ni
of 2500 m2 of Amazonian forests estudiadas por los investigadores.
distributed across a gradient alitudiEl presente estudio tiene la finalinal in the area of Santa Rosa, Ina- dad de adquirir informacin actual
ma ba ri Dis trict, Province of de la flora y vegetacin, a travs del
Tambopata.
inventario de la diversidad y composiThe floristic composition of the cin florstica en una gradiente altituentire study area is represented by dinal, y la colecta de especmenes ve531 individuals with DBH> 10 getales, que existen en el rea de escm, divided into 174 species, 99 tudio, donde hay vaco de informagenera and 40 families.
cin cientfica, siendo los objetivos
The most abundant families we- planteados los siguientes:
re frequent: EUPHORBIACEAE, Realizar un inventario de la diversidad y composicin florstica.
MORACEAE, Arecaceae, Fabaceae,
Sa po ta ceae
and Estudiar la diversidad, abundancia, frecuencia e ndice de imporMYRISTICACEAE the same as thotancia de los diferentes grupos
se represented over 50% of the totaxonmicos.
tal abundance.

Evaluar el efecto de la gradiente


For the entire study area had a
altitudinal en la diversidad y comhigh diversity of species, Shannon
posicin florstica de la zona de
index equal to 4.58, the inverse of
estudio.
Simpson and Fisher Alpha 45.44
equals 90.02. This shows that as
being the sampling units increases II. MATERIALES Y MTODOS
diversity tends to be higher.
Keywords: alpha and beta diver- 2.1. AREA DE ESTUDIO
El rea de estudio se encuentra
sity, floristic composition, altitudinal
den
tro de los lmites del Distrito de
gradient, similarity, nutrients.
Inambari, Provincia de Tambopata
y el Distrito de Manu, Provincia de
I. INTRODUCCIN
La concentracin de alta diversi- Manu; Departamento de Madre
dad en reas especficas es una con- de Dios. El sector de estudio est losideracin importante en la selec- calizado biogeograficamente en la
cin de espacios naturales para la regin amaznica, en el sector de
conservacin. Su determinacin se Pie de Monte Andino, ocupando el
ha tornado una valiosa herramienta pie de monte de la Cordillera
y criterio para el ordenamiento terri- Oriental de los Andes.
Este sector tiene altitudes desde
torial y para la adecuacin ambiental en el caso de las operaciones ex- 200 m hasta 500 m; con una precitractivas que se desarrollan en esce- pitacin estimada de 2000 mm,
temperaturas promedios que oscinarios naturales.
Las reas anexas y contiguas al lan entre 2226 C. La precipitaeje de la carretera interocenica cin anual es de 1927 mm, Las mdonde se encuentra asentada la lo- ximas temperaturas se alcanzan encalidad de Santa Rosa, La Cumbre tre los meses de octubre a enero y
y otras reas pertenecientes al Dis- pueden llegar a los 33 C.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

2.2. CARACTERISTICAS DE
LAS PARCELAS DE ESTUDIO
La muestra es de 1 ha de diferentes tipos de bosques, est representada por cuatro parcelas, distribuidas a travs de una gradiente altitudinal desde 200 m hasta 500 m de
altitud, donde la Parcela 1 est el
sector denominado La Cumbre,
la Parcela 2 en el sector Garganta
del Diablo, la Parcela 3 en la localidad Puerto San Carlos y la
Parcela 4 en la localidad de Santa
Rita.
Las unidades de muestreo son
rectangulares cada parcela de
100 m x 25 m (2500 m2 ). Estas a
su vez por cuestiones metodolgicas de trabajo de campo han sido
divididas en 5 subparcelas I, II, III,
IV y V); en cada una de ellas se estableci un transecto modificado de
Gentry, para la evaluacin de los
rboles.
2.3. COLECCION E
IDENTIFICACION BOTANICA
DE LOS ESPECIMENES
VEGETALES
En el inventario florstico se midieron la altura y el dimetro a la
altura del pecho (DAP) de todas
las plantas leosas con DAP = 10
cm.
Los especmenes de rboles presentes al interior de cada plot/parcela han sido colectados empleando el equipo estndar en este tipo
de trabajo. Adicionalmente se registraron en el campo observaciones
morfolgicas de valor en la identificacin, tales como el tipo y coloracin de la corteza, la presencia de
secreciones y los colores de las
estructuras reproductivas de ser el
caso.
Los especmenes colectados
han sido prensados y preservados
en el campo empleando alcohol y
siguiendo las tcnicas usuales de
preparacin de material vegetal.
Posteriormente fueron tratados, secados, depositados y acondicionados en el Herbario Alwyn Gentry
de la UNAMAD. Posteriormente
fueron identificadas mediante el
uso de claves taxonmicas (Gentry,
1993).
185

Hugo Dueas, Joel Pea, Carlos Nieto, Ronald Rojas, Lizardo Carrin
Figura 1. MAPA DE UBICACIN DEL REA DE ESTUDIO.

III. RESULTADOS Y
DISCUSIN
3.1. VARIABLES VINCULADAS
A LA COMPOSICIN
FLORSTICA E IMPORTANCIA
ECOLGICA
A nivel de las cuatro parcelas de
muestreo se encontraron 531 indiCuadro 1. UBICACIN DE LAS PARCELAS
DE ESTUDIO

viduos con DAP>10 cm, distribuidos en 174 especies, 99 gneros y


40 familias. Las especies ms abundantes fueron: Senefeldera inclinata, Iriartea deltoidea, Pouteria torta, Rinoerocarpus ulei, Guarea macrophylla, Hevea brasiliensis, Siparuna decipiens, Virola calophylla,
Eschweilera coricea, Leonia glycicarpa, Clarisia biflora, Protium
amazonicum, Senefeldera sp1, Pen186

tagonia sp1, Pseudolmedia laevigata, Astronium graveolens, Brosimum lactecens, Brosimum-rubecens, Brosimum utile, Eclinusa lanceolata, Hevea guianensis, Miconia sp1, Oenocarpus batahua,
Pouroma cecropifolia, Pouroma
minor y Trichilia-quadrifuja, las
mismas que representaron ms del
50% de la abundancia total.
Las familias ms abundantes y
fre cuen tes fue ron: EUPHORBIACEAE, MORACEAE, ARECACEAE, FABACEAE, SAPOTACEAE y
MYRISTICACEAE, las mismas que
representaron ms del 50% de la
abundancia total.
Las especies ms dominantes
fueron: Brosimum utile, Senefeldera inclinata, Hura crepitans, Pouteria torta, Schizolobium parahyba,
Hevea guianensis, Clarisia biflora,
Protium amazonicum, Eschweilera
coricea, Iriartea deltoidea, Pouteria caimito, Pouroma minor, Hevea
brasiliensis, Sloanea guianensis,
Ocotea sp2, Rinoerocarpus ulei,
Cariniana multiflora, Eclinusa lanceolata y Matisia bicolor, las mis-

mas que representan ms del 50%


del area basal total. El rea basal
total en las cuatro parcelas de
muestreo fue de 24.82 m2h/Ha.
Las familias dominantes fueron:
EUPHORBIACEAE, MORACEAE,
FABA CEAE, SAPOTACEAE y
LECYTHIDACEAE, concentrando
ms del 50% del rea basal total.
Todos estos datos se corroboran
con el estudio realizado por Pitman
et al (2003) donde se encontr casi
la misma composicin en el Alto Purus y por Pitman et al (2001) en Madre de Dios. Mientras que Calzadilla et al (2006), en el rea natural
de Madidi en Bolivia reportaron
similarmente como las ms
importantes a las familias
FABACEAE, EUPHO RBIACEAE,
RUBIACEAE Y ARECACEAE.
Haciendo un anlisis por componentes (PCA) de las especies
versus las parcelas de estudio, se
observa, segn la Fig. N 2 que la
es pe cie Se ne fel de ra in cli na ta
(s142) es la ms abundante en
las parcelas 1 y 2, Iriartea deltoidea (s75) es la siguiente ms
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD Y COMPOSICIN FLORSTICA DE RBOLES A TRAVS DE UNA GRADIENTE ALTITUDINAL

abundante y esa abundancia se


presenta en las parcelas 1 y 3.

3.1.2. PARCELA DE
MUESTREO N 2
ABUNDANCIA Y FRECUENCIA.
Se encontraron 138 individuos con
DAP>10 cm, distribuidos en 69 especies, 50 gneros y 27 familias. Las
especies ms abundantes y frecuentes fueron: Senefeldera inclinata, Rinoerocarpus ulei, Iriartea deltoidea,
Clarisia biflora, Pouteria torta, Brosimum rubescens, Hevea guianensis,
Trichilia quadrifuja, Brosimum utile,
Eschweilera coriaceae, Protium
amazonicum, cf Ocotea sp1 y
Licania octandra
26 especies estuvieron representadas por menos de 21 individuos y
43 especies por un solo individuo.
Las familias ms abundantes y frecuentes fueron: EUPHORBIACEAE,
MORACEAE, VIOLA CEAE y
ARECACEAE
DOMINANCIA. El rea basal en
la Parcela 2 fue de 8.3003 m2. Las
especies dominantes fueron: Brosimum utile, Hevea guianensis, Sloanea guianensis, Pouteria torta, Senefeldera inclinata, Ocotea sp2, Clarisia biflora y Rinoerocarpus ulei, representando ms del 50% del rea
basal total. Las familias dominantes
fue ron:
MORACEAE,
EUPHORBIACEAE, LAURACEAE y
SAPOTACEAE
Se observa que ms del 50% del
peso ecolgico total est representada por la familias: MORACEAE,
EUPHORBIACEAE, LAURACEAE,
VIOLACEAE, SAPOTACEAE y
ARECACEAE con valores que van de
44.51 hasta 14.60 respectivamente.
(Ver Figura 3 y Cuadro 2)
Las especies ms importantes y
que contribuyen con ms del 50% al
IVI son:
Senefeldera inclinata, Brosimum
utile, Rinoerocarpus ulei, Hevea guianensis, Clarisia biflora, Pouteria torta, Iriartea deltoidea, Brosimum rubescens, Sloanea guianensiss, Trichilia quadrifuja, Ocotea sp2, Protium
amazonicum,Eschweilera coriaceae,
cf Ocotea sp1 y Licania octandra.

3.1.1. PARCELA DE
MUESTREO N 1
ABUNDANCIA Y FRECUENCIA.
Se encontraron 157 individuos con
DAP>10 cm, distribuidos en 68 especies, 53 gneros y 29 familias.
Las especies ms abundantes y frecuentes fueron: Senefeldera inclinata, Guarea macrophylla, Senefeldera sp1, Virola calophylla, Pouroma
minor, seudolmedia laevigata, Pentagonia sp1, Eschweilera coriaceae, Eclinusa lanceolata y Protium
amazonicum.
25 especies estuvieron representadas por menos de 40 individuos
y 43 especies por un solo individuo. Las familias ms abundantes
y fre cuen tes fue ron: EUPHORBIACEAE, MYRISTI CACEAE,
MORACEAE y RUBIACEAE
DOMINANCIA. El rea basal
fue de 5.5850 m2. Las especies dominantes fueron : Senefeldera inclinata, Pouroma minor, Eschweilera
coriaceae, Eclinusa lanceolata,
Pouteria torta, Parkia multijuga, Protium amazonicum, Inga alba e
Inga capitata, representando ms
del 50% del rea basal total. Las fami lias do mi nan tes fue ron :
EUPHORBIACEAE, FABACEAE,
SAPOTACEAE y LECYTHIDACEAE
concentrando ms del 50% del
rea basal.
Se observa que ms del 50% del
peso ecolgico total est representa da
por
la
fa mi lias:
EUPHORBIACEAE, FABACEAE,
SAPOTACEAE. MORACEAE,
MYRISTICACEAE y LECYTHIDACEAE con valores que van de
57.45 hasta 18.06 respectivamente. (Ver Figura 3 y Cuadro 2)
Las especies ms importantes y
que contribuyen con ms del 50%
al IVI son: Senefeldera inclinata,
Pou ro ma mi nor, Gua rea macrophylla, Eschweilera coriaceae,
Virola calophylla, Senefeldera sp1,
Eclinusa lanceolata, Protium amazonicum, Pseudolmedia laevigata, 3.1.3. PARCELA DE
Pentagonia sp1, Pouteria torta, MUESTREO N 3
Ixora sp1 y Pouteria sp1.
ABUNDANCIA Y FRECUENCIA.
Se encontraron 139 individuos con
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

187

Hugo Dueas, Joel Pea, Carlos Nieto, Ronald Rojas, Lizardo Carrin

DAP>10 cm, distribuidos en 77 especies, 53 gneros y 30 familias.


Las especies ms abundantes y frecuentes fueron: Iriartea deltoidea,
Siparuna decipens, Otoba parvifolia, Miconia sp1, Guarea guidonia, Siparuna sp1, Hevea basiliensis, Jacaratia digitata, Pourouma
cecropiifolia, Brosimum lactecens,
Alchornea glandulosa, Pouteria torta, Hura crepitans, Pouteria caimito, Matisia bicolor, Protium amazonicum, Siparuna sp2 y Siparuna
calophylla.
28 especies estuvieron representadas por menos de 16 individuos y
48 especies por un solo individuo.
Las familias ms abundantes y frecuen tes fue ron: ARECACEAE,
EUPHORBIACEAE, MORACEAE,
MYRISTICACEAE, SIPARUNACEAE y
MELIACEAE
DOMINANCIA. El rea basal
en la Parcela 2 fue de 6.5243m2.
Las especies dominantes fueron:
Hura crepitans, Pouteria caimito,
Iriartea deltoidea, Matisia bicolor,
Clarisia biflora, Endichleria ruffaramula, Siparuna decipens y Hevea
basiliensis, representando ms del
50% del rea basal total. Las familias
do mi nan tes
fue ron:

Figura 2: ANLISIS POR COMPONENTES (PCA). I, II, III Y IV: PARCELAS DE ESTUDIO.

EUPHORBIACEAE, MORACEAE,
SAPOTACEAE, ARECACEAE y
BOMBACACEAE.
Se observa que ms del 50% del
peso ecolgico total est representada por las familias: EUPHORBIACEAE, ARECACEAE, MORACEAE, SAPOTACEAE, MYRISTICACEAE, SIPARU NACEAE y
MELIACEAE. (Ver Figura 3 y Cuadro 2).

Las especies ms importantes y


que contribuyen con ms del 50%
al IVI son: Iriartea deltoidea, Hura
crepitans, Pouteria caimito, Siparuna decipens, Otoba parvifolia,
Guarea guidonia, Miconia sp1,
Matisia bicolor, Siparuna sp1, Hevea basiliensis, Pourouma cecropiifolia, Brosimum lactecens, Clarisia
biflora, Endichleria ruffaramula,
Alchornea glandulosa, Jacaratia digitata, Protium amazonicum.

Cuadro 2. NDICES DE VALOR DE IMPORTANCIA POR FAMILIAS EN EL REA DE ESTUDIO

188

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD Y COMPOSICIN FLORSTICA DE RBOLES A TRAVS DE UNA GRADIENTE ALTITUDINAL

Figura 3: GRAFICO DE LOS NDICES DE VALOR DE IMPORTANCIA POR FAMILIAS

3.1.4. PARCELA DE
MUESTREO N 4
ABUNDANCIA Y FRECUENCIA.
Se encontraron 98 individuos con
DAP>10 cm, distribuidos en 56 especies, 47 gneros y 22 familias.
Las especies ms abundantes y frecuentes fueron: Oenocarpus batahua, Leonia glycycarpa, Coccoloba padiformis, Tachigali poeppiggiana, Hevea brasiliensis, Rinoreocarpus ulei, Pouteria torta, Micropholis egensis, Eschweilera coricea, Licania octandra, Pentagonia
sp1, Iryanthera laevis, Euterpe precatoria, Eclinusa lanceolata y Matisia ochrocalyx.
22 especies estuvieron representadas por menos de 7 individuos y
34 especies por un solo individuo.
Las familias ms abundantes y frecuen tes fue ron: ARECACEAE,
FABACEAE, SAPOTACEAE, VIOLACEAE, MORACEAE y EUPHORBIACEAE
DOMINANCIA. El rea basal en
la Parcela 4 fue de 4.4107m2. Las especies dominantes fueron:
Schizolobium parahyba, Cariniana multiflora, Hevea brasiliensis,
Oenocarpus batahua, Heisteria cf.
ntida, Eschweilera coriacea, LeoEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

nia glycycarpa, Licania octandra y


Pouteria torta, representando ms
del 50% del rea basal total. Las fami lias do mi nan tes fue ron:
FABACEAE, LECYTHIDACEAE,
MORACEAE y EUPHORBIACEAE.
Se observa que ms del 50% del
peso ecolgico total est representada por las familias: FABACEAE,
ARECACEAE, LECYTHIDACEAE,
MORACEAE,
SAPOTACEAE,
EUPHORBIACEAE (Ver Figura 3 y
Cuadro 2)
Las especies ms importantes y
que contribuyen con ms del 50%
al IVI son: Schizolobium parahyba,
Oe no car pus ba tahua, Leo nia
glycycar pa, He vea bra si lien sis,
Coccoloba padiformis, Tachigali
poeppiggiana, Cariniana multiflora, Rinoreocarpus ulei, Pouteria torta, Eschweilera coriacea, Micropholis egensis, Licania octandra, Pentagonia sp1, Iryanthera laevis, Heisteria cf. Ntida.

3.2. VARIABLES VINCULADAS


A LA DIVERSIDAD
3.2.1. DIVERSIDAD ALFA
NMERO DE INDIVIDUOS. El
nmero total de individuos en las
cuatro parcelas de muestreo es de
531 individuos/Ha. Este valor comparado con estudios realizados en
Bolivia, Madidi, por Calzadilla et al
(2006) para una parcela permanente de muestreo de 1 ha registraron
un total de de 587 individuos/Ha, superior a nuestro resultado, ya que se
realiz a travs de una gradiente altitudinal. De igual manera los registros de Pitman et al (2003) en la
Cuenca del Rio Alto Purs, en las parcelas de tierra firme reportaron un
promedio de 574 rboles/Ha.
NMERO DE ESPECIES
Se encontr 174 especies/Ha para las cuatro parcelas de muestreo,
el mismo que es superior al nmero

Cuadro 3: NDICES DE DIVERSIDAD POR PARCELA

189

Hugo Dueas, Joel Pea, Carlos Nieto, Ronald Rojas, Lizardo Carrin
Figura 4. SIMILARIDAD DE SIMPSON ENTRE LAS PARCELAS EVALUADAS.

de especies hallados por Pitman et al


(2003) con un promedio de 142 especies (con un rango de 114158)
para tierras altas, mientras que en tierras inundables tuvo 102 especies.
De igual manera en estudios realizados por Araujo et al (2009) en un
bosque de llanura y palmar de pantano amaznico preandino en el sector de Chalalan, Parque Nacional
Madidi, Bolivia, registraron para seis
parcelas de 0,1 Ha, 140 especies,
104 gneros y 50 familias basados
en la evaluacin de 859 individuos.

observamos que todas tienen una alta diversidad, de los cuales la parcela 3 es la que presenta una mayor diversidad. Ver Cuadro N 3.

NDICES DE DIVERSIDAD
Para el rea total de estudio se encontr una alta diversidad de especies siendo el ndice de Shannon
igual a 4.58, la inversa de Simpson
45.44 y Fisher Alpha igual a 90.02.
Hallazgos semejantes a los realizados por Dueas et.al. 2006 en un
bosque de la Provincia de Tahuamanu, Madre de Dios, estando el ndice
de Shannon entre 4,22 y 3,62, de
Simpson entre 40,97 y 12,63; y
Fisher Alpha entre 66,71 y 35,18.
Comparando los ndices de diversidad entre las parcelas 1, 2, 3 y 4

IV.CONCLUSIONES
1. A medida que incrementa la
gradiente altitudinal disminuye el
nmero de especies ms no el de
individuos, en consecuencia la diversidad y composicin florstica
disminuyen con la altitud del lugar.
Sin embargo en la parcela III se ha
encontrado la mayor diversidad y
composicin florstica.
2. La composicin florstica de
todo el rea de estudio est representado por: 531 individuos con
DAP>10 cm, distribuidos en 174
especies, 99 gneros y 40 familias.

3.2.2 DIVERSIDAD BETA


Segn los ndices de similaridad
de Simpson, las parcelas 1,2 y 4 tienen una semejanza de 4546% en
su composicin (Fig. N 4 y Cuadro N 4), mientras que la parcela
3 comparada con el resto de parcelas tie ne una se me jan za de
2334%

Cuadro 4. NDICES DE SIMILARIDAD DE SIMPSON

190

Las especies ms abundantes fueron: Senefeldera inclinata, Iriartea


deltoidea, Pouteria torta, Rinoerocarpus ulei, Guarea macrophylla,
Hevea brasiliensis, Siparuna decipiens, Virola calophylla, Eschweilera coricea, Leonia glycicarpa, Clarisia biflora, Protium amazonicum,
Senefeldera sp1, Pentagonia sp1,
Pseudolmedia laevigata, Astronium graveolens, Brosimum lactecens, Brosimumrubecens, Brosimum utile, Eclinusa lanceolata, Hevea guianensis, Miconia sp1, Oenocarpus batahua, Pouroma cecropifolia, Pouroma minor y Trichiliaquadrifuja,
3. Las familias ms abundantes
y frecuentes fueron: EUPHORBIACEAE, MORACEAE, ARECACEAE, FABACEAE, SAPOTACEAE y
MYRISTICACEAE, las mismas que
representaron ms del 50% de la
abundancia total.
4. Para el rea total de estudio
se encontr una alta diversidad de
especies, siendo el ndice de Shannon igual a 4.58, esto evidencia
que a medida que se aumenta las
unidades de muestreo la diversidad tiende a ser ms alta. Sin embargo esta disminuye debido a la
gradiente altitudinal.
5. Segn los ndices de similaridad de Simpson, las parcelas 1,2 y
4 tie nen una se me jan za de
4546% en su composicin, mientras que la parcela 3 comparada
con el resto de parcelas tiene una
semejanza de 2334%
BIBLIOGRAFA
Araujo,A. Paniagua, N. Cayola, L. Jorgensen, P. Valdes, O. Macuapa, E. y Calzadilla M. 2009. Diversidad y estructura florstica del bosque de llanura y palmar de pantano amaznico preandino en el sector
de Chalalan,Parque Nacional Madidi, Bolivia. Kempffiana.
Calzadilla, M. Tomianovich, H y Cayola, L. 2006.
Estructura y composicin florstica de un bosque amaznicode pie de monte, rea Natural de Manejo Integrado Madidi, La Paz Bolivia. Ecologa en Bolivia,
41(2): 117129, Octubre de 2006.
Dueas, H. et.al. 2006. Diversidad y Composicin
Florstica en localidad de San Lorenzo: Provincia de
Tahuamanu, Madre de Dios. INRENMAUNAMAD.
Gentry, A. 1993. A Field Guide to the Families and
Genera of Woody Plants of Northwest South America
(Colombia, Ecuador, Per), with Supplementary Notes o Herbaceous Taxa. Washington, D. C.: Conservation Internacional. 918 pp.
Pitman, N. Nez, P. Terborgh, J. y Silman, M 2001.
Especies Arbreas Comunes de la parte baja de Madre de Dios, Per.
Pitman, N. Terborgh, J. Nez, P. y Valenzuela, M.
2003 Los rboles de la Cuenca del Rio Alto Purs

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD DE ESPECIES HERBCEAS Y LEOSAS ENTRE SALAPUNKU Y PACAYMAYO

DIVERSIDAD DE ESPECIES HERBCEAS Y


LEOSAS ENTRE SALAPUNKU Y PACAYMAYO
SANTUARIO HISTRICO DE MACHUPICCHU
Yovanna Cano Crdova y Percy Yanque Yucra1

l rea de estudio se halla


dentro del Santuario Histrico de
Machupiqcchu, conocido por su
potencial turstico en vista de sus
valores culturales y naturales de
un especial significado nacional y
mundial, juega un rol importante
en la economa y desarrollo social de las poblaciones aledaas.

Con si de ran do la di ver si dad


florstica como un valor natural se
observa que los estudios realizados al respecto no han alcanzando mu chas reas den tro del
Santuario por lo que se consider
la zona comprendida entre Salapunku y Pacaymayo pertenecientes al sector Qente que ocupa

una superficie de 23.87 ha y se


ubica al SE de la ciudadela inca
de Machupicchu.
El estudio considera la evaluacin cualitativa y cuantitativa de
las poblaciones de especies herbceas y leosas. Los objetivos
fueron identificar la diversidad de
especies y determinar su distribu-

1 Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

191

Yovanna Cano, Percy Yanque

cin espacial, cuantificar la abundancia de individuos por especie


y unidad de rea para fines de
manejo y conservacin. La coleccin y determinacin de especies
se rea li z en for ma ana l ti ca,
seguida de una evaluacin
cuantitativa, con un muestreo
aleatorio simple.
Las colecciones botnicas se
realizaron durante 2002, muestrendose un rea de 0.33 ha mediante transectos; para la determinacin de las especies se utiliz
claves y el apoyo de especialistas
(Herbario Vargas CUZ).
Se identificaron 168 especies,
pertenecientes a 76 familias, predominando los gneros Ageratina, Alnus, Asplenium, Baccharis,
Befaria, Berberis, Bidens, Bocconia, Buddleja, Calceolaria, Cheilanthes, Clusia, Chusquea, Dodonaea, Erythrina, Eucaliptus, Oreopanax, Peperomia, Piper, Pilea,
Polypodium, Podocarpus, Spartium, Salvia, Symplocos, Schinus,
Sonchus, Tradescantia, Weinmannia y Viburnum. Los lugares de
ma yor di ver si dad de es pe cies

fueron Pacaymayo I, Altura Km.


92.8, Muscay, Pinchayunuyoc y
Salapunku.
Las caractersticas y microclima del lugar permitieron identificar una flora muy diversa destacando como nuevo registro la especie Zantroxylum mantaro para
el SHM; sin embargo, se observa
la presencia de gneros introducidos como Eucaliptus con varias
especies y Spartium jumceum
(retama).
Palabras claves: Biodiversidad,
Especies endmicas, Especies exticas, Vegetacin herbcea, Vegetacin leosa.
INTRODUCCION
El SHM, Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad (UNESCO,
1983); es el rea Natural Protegida
del Per de mayor renombre nacional y mundial, con mucha influencia
econmica local y nacional; pero, al
mismo tiempo est sometida a fuertes acciones de impacto negativo
que son consecuencia de un inadecuado uso, manejo y gestin por parte de quienes tienen responsabilidad

por las actividades que en ella se realizan, las cuales causan un severo deterioro de ese entorno como: erosin de los suelos, alteracin y destruccin de sus ecosistemas por efecto de la presin del turismo que fluye
en gran magnitud adems de la
complejidad de la intervencin de varias instituciones en el SHM.
En el rea de estudio, se presentan restos arqueolgicos y andenes,
con presencia de actividades agrcolas como el cultivo de papa, maz, cebada, etc. tambin evidencian un deterioro de sus bosques naturales, por
lo que se han ido iniciando acciones
de forestacin con especies exticas
que alteran el entorno natural de este rea considerada intangible.
METODOLOGIA
A. UBICACIN Y MUESTREO.
UBICACIN, SELECCIN Y
DELIMITACIN DE LA ZONA DE
ESTUDIO. La zona de estudio est
ubicada dentro de los lmites del
SHM. que corresponde al sector
Qente ubicado entre el Km. 82 y
Km. 96 de la lnea frrea, los bos-

Figura 1: Ubicacin del rea de estudio y puntos de muestreo.

192

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD DE ESPECIES HERBCEAS Y LEOSAS ENTRE SALAPUNKU Y PACAYMAYO

ques nativos representativos se localizan tanto en la margen izquierda y


derecha del ro Urubamba entre las
altitudes de 2200 y 2800 m. del
SHM. (Figura 1)
UBICACIN DE LA MUESTRA Y
UNIDADES MUESTRALES. El patrn
espacial utilizado en el presente trabajo fue el muestreo aleatorio, que
consiste en ubicar las muestras al
azar en toda la zona de estudio.
TAMAO Y FORMA DE LAS
UNIDADES MUESTRALES. Para obtener la unidad muestral representativa de una comunidad es necesario
conocer su rea mnima de expresin que en el presente estudio es de
64 m2, por consiguiente en el trabajo de campo las reas representativas seleccionadas, se establecieron
en parcelas de 300 m2 (transectos
rectangulares de 5 x 20 m.) en un nmero de 3 por rea muestreada.
Siendo sta un rea representativa
para efectuar los estudios sobre la
caracterizacin de las comunidades
bajo estudio se establecieron los transectos rectangulares al azar para
adecuar y facilitar el estudio de la distribucin de las especies muestreadas y el inventariado, tomando en
cuenta las condiciones topogrficas
de la zona.

portancia, por ello se colectaron varios ejemplares, en la colecta se intent obtener muestras con flor o fruto para facilitar
su de ter mi na cin tan to en el
campo como en el herbario.
Una vez colectados los ejempla res fue ron in me dia ta men te
procesados en el Herbario Vargas (Cuz) con la metodologa de
herborizacin tradicional.
La de ter mi na cin de ma te rial bo t ni co, fue en la ma yo ra
de los ca sos por com pa ra cin
con los ejem pla res pa trn iden ti fi ca dos y co di fi ca dos, igual men te se uti li z cla ves di co t mi cas pa ra fa mi lias, g ne ros y
es pe cies.
C. ANLISIS DE DATOS
Indi ce de Simp son (Ds).
Este n di ce con si de ra el n me ro de es pe cies y el n me ro to tal
de in di vi duos, as tam bin la
pro por cin del to tal que ocu rre
en ca da es pe cie. (Mat teuc ci &
Col ma 1992). De mues tra que
si dos in di vi duos son to ma dos
alea to ria men te de una co mu ni dad, la pro ba bi li dad que per te nez can a la mis ma es pe cie es:

ni(ni 1)
L=
DS = 1 L
B. HERBORIZACIN Y
N(N 1)
DETERMINACIN DE LA
Donde, ni = N de individuos
MUESTRA VEGETAL.
de
la especie. y N = N de indiviEn todo estudio florstico la
duos
de la comunidad.
muestra vegetal es de mayor im-

Foto 1: *Zantroxylum mantaro, nueva especie registrada para el SHM.


El Antoniano 118 2 trimestre 2011

193

Yovanna Cano, Percy Yanque


Tabla N 01 Especies Registradas en el rea de Estudio
ESPECIES
Acacia sp.
Acalypha sp.
Achrirocline sp.
Adianthum orbignyanum
Agave americana
Ageratina cuzcoensis
Ageratina sterbergiana
Ageratum sp.
Alnus acuminata
Altensteinia fimbriata
Anenome helleborifolia
Anthurium dombeyanum
Aphelandra eurystoma
Apurimacia boliviana
Asplenium auritum
Asplenium otites
Asplenium sp.
Asplenium vargasii
Baccharis boliviensis
Baccharis johnwurdackiana
Baccharis polyantha
Baccharis polyantha
Barnadesia horrida
Befaria glauca
Begonia veitchi
Berberis sp.
Bidens andicola
Bidens squarrosa
Bidens triplinervia
Blechnum occidentale
Bocconia pearcei
Bomarea ovata
Buddleja longyfolia
Caesalpina spinosa
Calceolaria cuneifolius
Calceolaria sp.
Cardiospermun halicacabum
Carica glandulosa
Castilleja sp.
Cestrum sp.
Cissampelos pareira
Cissus sp.
Clematis sp.
Clusia trochiformis
Collaea galactia speciosa
Colletia spinossisima
Commelina fasciculata
Conyza deserticola
Cordia sp.
Cordia vargasii
Cuphea cyanocalyx
Cheilanthes bonarensis
Cheilanthes marginatum
Cheilanthes myriophilla
Chromolaena sp.
Chusquea scandens
Dasyphyllum brasiliensi
Delostoma integrifolium
Dendrocorbium sp.

194

FAMILIA
Mimosaceae
Euphorbiaceae
Asteraceae
Pteridaceae
Agavaceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Betulaceae
Orchidaceae
Loranthaceae
Araceaea
Acanthaceae
Fabaceae
Aspleniaceae
Aspleniaceae
Aspleniaceae
Aspleniaceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Ericaceae
Begoniaceae
Berberidaceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Blechnaceae
Papaveraceae
Alstroemeridaceae
Buddlejaceae
Fabaceae
Scrophulareaceae
Scrophulareaceae
Sapindaceae
Caricaceae
Scrophulariaceae
Solanaceae
Menispermaceae
Vitaceae
Asteraceae
Clusiaceae
Fabaceae
Rhamnaceae
Commelinaceae
Asteraceae
Boraginaceae
Boraginaceae
Lytraceae
Pteridaceae
Pteridaceae
Pteridaceae
Asteraceae
Poaceae
Asteraceae
Bignonaceae
Asteraceae

ESPECIES
Lantana trifolia
Loasa picta
Lobelia sp.
Lupinus urubambae
Lycaste longipelata
Lycianthes lycioides
Mandevilla sandemanii
Masdevallia veitchiana
Mauria denticulata
Maytenus cuzcoina
Miconia sp.
Microgramma squamulosa
Minthostachis andina
Munnozia senecionides
Myrcianthes oreophylla
Myrsine latifolia
Myrsine pseudocrenata
Nicotiana tomentosa
Oenothera rosea
Oreocallis grandiflorum
Oreomyrhis andicola
Oreopanax sp.
Oreopanax weberbaueriana
Oxalis sanmigueli
Pellaea sagittata
Pellaea terniflora
Peperomia agapatensis
Peperomia herrerae
Peperomia quesita
Peperomia sp.
Perrotettia sp.
Persea americana
Phenax rugosus
Phytolaca bogotensis
Pilea irsuta
Pilea minuta
Pineda incana
Piper sp.
Plantago sp.
Podocarpus glomeratus
Polypodium buchtienii
Polypodium pectinatum
Polypodium sp.
Pouteria lucuma
Psittacanthus sp.
Pteridium aquilinum
Puya ferruginea
Randia armata
Randia boliviana
Randia spinosa
Rubus roseus
Salvia opositilora
Saracha contoxta
Sarcostemma canoi
Schaefferia dietheri
Schinus molle
Selaginella sp.
Senna glandulosa
Sida rombifolia

FAMILIA
Verbenaceae
Loasaceae
Campanulaceae
Fabaceae
Orchidaceae
Solanaceae
Apocynaceae
Orchidaceae
Anacardiaceae
Celastraceae
Melastomataceae
Polypodiaceae
Lamiaceae
Asteraceae
Myrtaceae
Myrsinaceae
Myrsinaceae
Solanaceae
Onagraceae
Proteaceae
Apiaceae
Araliaceae
Araliaceae
Oxiladaceae
Pteridaceae
Pteridaceae
Piperaceae
Podocarpaceae
Ranunculaceae
Piperaceae
Celastraceae
Lauraceae
Urticaceae
Phytolacaceae
Urticaceae
Urticaceae
Flacourtiaceae
Piperaceae
Plantaginaceae
Ranunculaceae
Polypodiaceae
Polypodiaceae
Polypodiaceae
Sapotaceae
Rosaceae
Pteridaceae
Bromeliaceae
Rubiaceae
Rubiaceae
Rubiaceae
Rosaceae
Lamiaceae
Solanaceae
Asclepiadaceae
Celastraceae
Anacardiaceae
Caesalpinaceae
Malvaceae

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

DIVERSIDAD DE ESPECIES HERBCEAS Y LEOSAS ENTRE SALAPUNKU Y PACAYMAYO


Desmodium uncinatum
Dodonaea viscosa
Drymaria cordata
Dunalia lycioides
Echinocystis sp.
Elleanthus conifer
Ephedra rupestris
Epidendrum excisum
Epidendrum syringothyrsus
Erythrina falcata
Ficus ruizianum
Ficus trigona
Foucraea sp.
Fragaria chilensis
Fuchsia austromontana
Gynoxis sp.
Hesperomeles latifolia
Hesperoxiphion herrerae
Inga feullei
Ipomoea dumetorum
Iresine celosia
Iresine difusa
Juglans neotropica
Justicia cuzcoensis
Lantana canescens

Fabaceae
Sapindaceae
Cariophyllaceae
Solanaceae
Cucurbitaceae
Orchidaceae
Ephedraceae
Orchidaceae
Orchidaceae
Fabaceae
Moraceae
Moraceae
Agavaceae
Piperaceae
Onagraceae
Piperaceae
Rosaceae
Iridaceae
Mimosaceae
Convolvulaceae
Amaranthaceae
Amaranthaceae
Juglandaceae
Acanthaceae
Verbenaceae

Siphocampylus actinotrix
Solanum sp.
Sonchus oleraceus
Spathantheum orbignyanun
Symplocos sp.
Tagetes graveolens
Tagetes laxa
Tagetes multiflora
Tarasa machupichensis
Tecoma stans
Tecoma velutina
Tibouchina weberbaneri
Tillandsia landbekii
Tillandsia sp.
Tradescantia sp.
Trifolium sp.
Triumfeta sp.
Urera sp.
Urtica urens
Verbesina auriculigera
Viburnum incarum
Viguiera mandonii
Weinmannia sp.
Zantroxylum mantaro*

Campanulaceae
Solanaceae
Asteraceae
Araliaceae
Symplocaceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Malvaceae
Bignonaceae
Bignonaceae
Melastomataceae
Bromeliaceae
Bromeliacae
Commelinaceae
Fabaceae
Tiliaceae
Urticaceae
Urticaceae
Asteraceae
Caprifoliaceae
Asteraceae
Cunonaceae
Rutaceae

Fuente: Tabla Elaborada en base a los datos de Campo y colaboradores Herbario Vargas Cuz.

NDICE DE SHANNON (H)


El ndice de Shannon toma en
cuenta los dos componentes de
la diversidad: Nmero de especies y equitatividad o uniformidad de la distribucin del nmero de individuos en cada especie, por lo que un mayor nmero
de especies incrementa la diversidad y adems una mayor uniformidad tambin lo har. (Matteucci & Colma 1992).
H = Pi Log2 Pi
Pi = proporcin del N de individuos de la especie i respecto al
total (ni /Nt).
RESULTADOS
1. FLORA REGISTRADA
Las especies identificadas entre Salapunku y Pacaymayo, fueron en total de 168, que se ha llan distribuidas en 76 familias,
con una mayor presencia de las
fa mi lias Aste ra ceae, So la naceae, Pi pe ra ceae, Fa ba ceae,
Orchidaceae, Pteridaceae, Urticaceae. Presentando un mayor
nmero de especies en los sectores Pacaymayo I, Km. 92.8, Muscay, Pinchayunuyoc, Salapunku,
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

respecto a los dems sectores


evaluados. (Tabla 01).
Debe tomarse en cuenta que
como resultado de las evaluaciones, se ha podido determinar un
nuevo registro para el Santuario
Histrico de Machupicchu que
pertenece a la especie Zantroxylum mantaro perte neciente a la
familia Rutaceae.
2. NDICES DE DIVERSIDAD.
a. SIMPSON. De la fi gu ra
N 2, se deduce que el sector de
Pa cay ma yo I, Way rac pun ku,
Qente, Mus cay con 0,96 presentan valores cercanos a 1, lo
que indica que stos presentan
una mayor diversidad al igual
que el resto de los sectores como son Salapunku, Pinchayunuyoc, Way naq en te, Km.92.8,
Km. 92.5 y Pacaymayo II con valores cercanos a 0,95. Por lo
que podemos indicar que en el
rea en estudio existe menor dominancia y como consecuencia
se tiene una alta diversidad, existiendo una heterogeneidad de
especies con valores elevados.
b. SHANNON. Respecto a la
figura se tiene que los sectores

de Pacaymayo I, Qente, Pinchayu nu yoc, Way rac pun ku, Km.


92,8 pre sen tan va lo res en tre
4,7 y 5. Los sectores de Salapunku, Ma chuq en te, Km. 92,5,
Waynaqente y Pacaymayo II presentan valores de 4,6. Estos resultados hallados con el ndice
de diversidad Shannon se corroboran con los resultados obtenidos segn el ndice de Simpson
en el que se muestra que la diversidad de especies en los sectores evaluados es mucho mayor.
DISCUSIONES
Los sectores de Pacaymayo,
Wayracpunku, Qente y Muscay
presentan una mayor diversidad
con ndices cer canos a 1, Dueas H., registra una diversidad
de rboles tambin alta, ponderando las familias Cunonaceae,
Cletraceae, Betulaceae, Erycaceae, etc.
Mon tea gu do A. en el ao de
1995 de ter mi na pa r me tros
de fre cuen cia, di ver si dad y
abun dan cia por tran sec tos li nea les dis tri bui das en 36 fa mi lias, 60 g ne ros, con 10 cm.
de DAP, en com pa ra cin a la zo 195

Yovanna Cano, Percy Yanque


Figura 2: ndices de Diversidad de Shannon y Simpson en el rea de estudio.

na de es tu dio son r bo les de


me nos de 10 cm. de DAP exis tien do una he te ro ge nei dad en
to da la zo na.
Existe una concordancia con
estudios de Huamn M. del ao
1997 quin de termina la presencia de una diversidad de especies medicinales alimenticias y
energticas.
CONCLUSIONES
El rea estudiada, dentro del
Santuario Histrico de Machu
Picchu ocupa una super ficie de
23.87 ha. que cons ti tu ye el
7.3% del Santuario Histrico de
Machu Picchu, localizada en la
vertiente occidental de la Cordillera Oriental de los Andes en la
margen izquierda del ro Urubamba, distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, departa mento del Cusco.
196

Las caractersticas de la zona


y microclima del lugar de estudio, permiti identificar una flora muy diversa destacando como nuevo registro, la especie
Zantroxy lum mantaro, para el
SHM.
La diversidad de especies es
alta, teniendo en cuenta los ndices de Simpson y Shannon, similar a resultados en otros lugares
del Santuario. El sector de Pacaymayo I, Km. 92.8, Muscay, Pincha yu nu yoc y Sa la pun ku han
presentado un mayor nmero
de especies, por consiguiente
mayor diversidad respecto a los
dems sectores.
La vegeta cin est constituida por 168 especies distribuidas
en 76 familias, siendo los gneros ms representativos: Ageratina, Alnus, Asplenium, Baccharis, Be fa ria, Ber be ris, Bi dens,

Boc co nia, Budd le ja, Cal ceo laria Cheilanthes, Clusia,


Chus quea, Do do naea, Erythrina, Eucaliptus, Oreopanax, Pepe ro mia, Pi per, Pi lea, Poly podium, Po do car pus, Spar tium,
Salvia, Symplocos, Schinus, Sonchus, Tra des can tia, Wein mannia, Vibur num.
BIBLIOGRAFA
Brako, L & Zarucchi, L.J. (1993). Catalogue Flowering Plants and Gimnospers of Per in Monographs
and Sistematic Botani from the Missouri Botanical
Garden, Published by MOUSA. 950 p.
Dueas, H. (1992). Estructura Diamtrica y Diversidad Arbrea en Wiaywayna Santuario Histrico de
Machu Picchu, Tesis Universitaria, FBCUNSAAC.
CuscoPer.120 p.
Huamn, M. (1998). Diagnostico de recursos Naturales en la Microcuenca de Totoral. Seminario curricular, FCB_UNSAAC. CuscoPer. 79 p.
Matteucci D, S. & Colma, A. (1992). Metodologa para el Estudio de la Vegetacin. Monografa de la Secretara General de la OEA No. 22. Editora Eva V.
Chesneau, Washington, D.C. 180 p.
Monteagudo, A. (1995). Evaluacin de la Diversidad
Arbrea en Tres Bosques Representativos Santuario
Histrico de Machu Picchu. Tesis Universitaria,
FCBUNSAAC, CuscoPer. 130 p.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MARCO JURDICO QUE REGULA LAS COMUNICACIONES EN EL PER

MARCO JURDICO QUE REGULA LAS


COMUNICACIONES EN EL PER
RADIO, TV Y PRENSA ESCRITA

n la sociedad actual, el papel


de la prensa resulta clave y polmico, particularmente para el profesional de la informacin, debido a que
enfrenta una realidad cada vez ms
fragmentada, especializada y diversificada, conforme avanza el desarrollo cientfico y tecnolgico; la
ciudadana asimila aquella porcin
de la realidad que nos circunda, por
eso, un medio en su pblico es una
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

relacin fiduciaria que debe partir de


la confianza de la audiencia en que
el medio hace posible para expresar
la verdad de los hechos y de separar
la informacin de la opinin.
Una de las principales paradojas
es el tema de la especializacin, la
atomizacin del conocimiento humano y, esta fragmentacin es un proceso trascendental que impulsa y acelera la profundizacin del conocimien-

Urbano Lpez Romero

to cientfico, pero al mismo tiempo,


se desconfa las consecuencias que
acarrea la prdida de la visin general del mundo, propiciando un avance excesivamente fragmentado, caleidoscpico, incompleto y parcial,
an as, la especializacin presenta
ventajas, porque es asimilada como
una necesidad vital para el tipo de
informaciones que demandan las
audiencias actuales.
199

Urbano Lpez

El profesional de la comunicacin, necesariamente tiene que poseer profundidad en el conocimiento


cada vez ms complejo y con base
tcnica; pues, dicha complejidad
afecta todo el proceso informativo
que va desde las fuentes de informacin hasta los productos periodsticos que llegan al pblico. En otras
palabras, los comunicadores de este
siglo deben aspirar a la especializacin no slo por una conveniencia
profesional, sino, porque es su deber
responder adecuadamente a las demandas del pblico al que se deben
y sirven diariamente, dando una
informacin ecunime sobre lo que
est sucediendo.
En este marco, la comunicacin
al interior de la sociedad se da dentro de parmetros jurdicos, ticos,
polticos, econmicos, sociales y culturales, que tienen influencia en el escenario de una colectividad, que vienen a ser los emisores, fuentes,
periodistas y medios de
comunicacin.
El avance del desarrollo tecnolgico que caracteriza al siglo XXI es una
realidad, que influye en el establecimiento de nuevas estructuras que hacen posible el acceso masivo a los
me dios en los sistemas de
comunicacin.
Hoy, existe la fuerte penetracin
del Internet y de los medios digitales
que representan un interesante desafo a las normas legales y sistemas
de comunicacin del futuro que an
no se han previsto.
En estos das, recorre el mundo
las repercusiones del escndalo polticomeditico que est sacudiendo
los cimientos del poder poltico de
los Estados Unidos y muchos pases
del mundo, incluido el nuestro, como una poderosa arma virtual, el
WIKILEAKS, su autor, el australiano Julian Assange, a quien se le considera como el culpable de este cataclismo informativo; sus seguidores le
han llamado el Robin Hood de la informacin, o el hroe del periodismo combativo, lo consideran como
amenaza para la paz mundial, al
colgar en el blog de su pgina web

millones de comunicaciones confidenciales del Departamento de Estado Norteamericano y divulgarlas en


los diarios ms influyentes del mundo como: The New York Times
(EE.UU.), el Pas (de Espaa), Le
Monde (de Francia), The Guardian
(de Londres), Der Spiegel (de Alemania). En este strip tease diplomtico, qued al descubierto en que Estados Unidos usa a sus embajadores
para espiar a funcionarios de la
ONU, presidentes de repblicas, polticos y jueces, fiscales; incluso el
objetivo es conocer desde sus ADN,
huellas dactilares, tarjetas de crdito,
horarios de vida, relaciones sociales,
salud mental.
El Wikileaks, es una organizacin
que difunde, informa documentos filtrados con contenido de inters pblico; a menudo revelan comportamientos no ticos de gobiernos, empresas o grupos religiosos a travs
de documentos confidenciales en
tiempo real a nivel global.
2. MARCO LEGAL DE LA
ACTIVIDAD PERIODSTICA
La Constitucin Poltica del Per,
en su Art. 43, establece que el sistema de gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza segn el principio de la separacin de poderes1 Ejecutivo, legislativo y Judicial, distribuido en 25 departamentos, 155 provincias y 1,586
distritos.
EJERCICIO DE LA ACTIVIDAD
PERIODSTICA
Segn el artculo 2, inc. 4, la
Constitucin Poltica del Per, garantiza a todas las personas las libertades de informacin, opinin, expresin y difusin del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la
imagen, por cualquier medio de comunicacin social, sin previa autorizacin ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades
de ley2.
Entonces, bajo esta normativa
cualquier persona puede desarrollar
actividades informativas, sin importar si posee el ttulo profesional de pe-

riodista. De todas maneras, se considera periodistas a quienes hayan cursado dicha carrera en una universidad privada o estatal, o quienes
egresen de otras reas relativas. No
existe un registro oficial del nmero
de periodistas que hay en el Per, sin
embargo, se calcula que hay ms de
40 mil las personas que se dedican
a la actividad periodstica en los
diversos medios de comunicacin
del pas.
En materia laboral, los periodistas
se regulan por disposiciones comunes aplicables a todos los trabajadores: Ley de Fomento de Empleo, Ley
de Compensacin por Tiempo de
Servicios y Ley de Gratificaciones.
No obstante estas disposiciones, la
jornada de trabajo est regulada de
manera especial por la Ley 24724
que en su artculo 1, establece que
la jornada laboral de los periodistas
no ser mayor de cinco das ni mayor de 40 horas semanales, sea cual
fuera su centro de trabajo, sin perjuicio de los beneficios alcanzados por
ley o convenio. Asimismo, el Decreto
Supremo N00188TR, especfica
que el descanso semanal de los
periodistas debe ser remunerado y
ser cumplidos durante 48 horas
continuas por semana.
En lo referente a las remuneraciones, el sueldo mnimo del periodista
profesional colegiado que ejerce sus
actividades en empresas de comunicacin masiva de ms de 25 trabajadores, incluidos los contratados,
eventuales y de servicios, no podr
ser menor de tres ingresos mnimos
legales o la equivalencia remunerativa, fijados a nivel nacional. Para tener derecho al sueldo mnimo los periodistas, tanto del sector pblico como privado, deben haber desempeado actividades informativas durante ms de cinco aos. En caso de
prestar servicios a la actividad
pblica, ambos efectos de la
percepcin del sueldo mnimo es
obligatoria as como su colegiatura.
En trminos generales, los sueldos bordean equivalente a US $
300 mensuales y no existe incompatibilidad laboral con otras reas.

1 Constitucin Poltica del Per. Jurista Editores. Lima 2008.


2 Constitucin Poltica del Per. Jurista Editores. Lima 2008, p. 14.

200

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MARCO JURDICO QUE REGULA LAS COMUNICACIONES EN EL PER

Para el caso de los corresponsales permanentes de las empresas periodsticas del pas, la remuneracin
ser equivalente a la de un redactor,
o en su defecto, a la que corresponda a un redactor de la seccin provincias del medio informativo al cual
presta servicios. En ningn caso la remuneracin de estos corresponsales
podr ser inferior al ingreso mnimo
legal, sustituido por la Remuneracin Mnima Vital de acuerdo a la
R.M. N09192TR. Tanto en la jornada como en la remuneracin mensual precitada, los periodistas
pueden convenir con sus
empleadores otras modalidades de
labor.
GREMIOS PERIODSTICOS
Se considera gremio como asociacin de la gente de un ramo; en
el pas existen cuatro agrupaciones
gremiales: el Colegio de Periodistas
del Per, la Asociacin Nacional de
Periodistas del Per (ANP), el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y el
Instituto de Prensa y Sociedad. Estas
organizaciones son reconocidas legalmente de acuerdo a la Ley General de Prensa, Radio y Televisin
peruana y la adhesin a ellas es
voluntaria.
La Asociacin Nacional de Periodistas (ANP), es un gremio que rene
a los comunicadores de manera individual, no a medios o colectivos. Tienen ms de 10 mil afiliados, en 89
bases provinciales y 9 regionales.
Fundada el 21 de julio de 1928 por
iniciativa de redactores, reporteros,
articulistas, fotgrafos y dibujantes;
esta agrupacin se ha convertido en
la matriz histrica del movimiento
organizado de los periodistas.
La exigencia de constituir la ANP
brot en el desaparecido diario La
Prensa, y creci en forma rpida en
Lima para extenderse vigorosamente
por todo el territorio nacional. El saln de sesiones de la Sociedad de
Ingenieros de Lima, fue el escenario
donde convergieron los periodistas
de todas las redacciones; al fundar
esta organizacin con fines sindicales, era buscar una institucin que
los representar oficialmente y que
les sirviera de rgano para la accin
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

social a favor del gremio y de los


ideales propios de la profesin.
Las relaciones con los gremios latinoamericanos, se inici en la dcada de 1930, dando lugar a algunas
conquistas institucionales que marcarn la evolucin de la ANP. As se logr la promocin de la mujer en la vida gremial, el reconocimiento jurdico de la profesin mediante la Ley
6848, la conquista de los beneficios
sociales a favor de los periodistas
conforme a la Ley 4916 y la defensa
de la libertad de prensa ante los excesos de los diferentes regmenes. Todos estos logros enmarcaron en la

Hoy, existe la
fuerte penetracin
del Internet y de
los medios
digitales que
representan un
interesante desafo
a las normas
legales y sistemas
de comunicacin
del futuro que an
no se han
previsto.

apertura de la primera Escuela de


Periodismo en la Universidad de San
Marcos en 1930.
El 23 de agosto de 1958, la ANP,
funda la Escuela de Periodismo Jaime Bausate Mesa (hoy Universidad),
que se constituye como el primer centro de formacin profesional promovido por un gremio periodstico. La
escuela tiene a la fecha 52 aos de
ininterrumpida y fecunda labor acadmica en el campo de las comunicaciones sociales del pas, que ha
formado en sus aulas a periodistas
que hoy destacan en la prensa
escrita, radial y televisiva.

La ANP es la gestora de la institucionalizacin del Da del Periodista y


los que presentaron el proyecto de
ley, el Estatuto Laboral del Periodista
en 1985, que origin leyes como la
del Seguro Obligatorio de Riesgos
Profesionales, jubilacin para varones y mujeres, jornada ordinaria de
trabajo no mayor de cinco das ni
ms de 40 horas a la semana, reconocimiento a los corresponsales de
provincias como trabajadores estables, remuneracin profesional del
periodista y las luchas por los
derechos civiles, polticos, sociales y
econmicos de los profesionales.
El otro gremio, el Consejo de la
Prensa Peruana (CPP), es una asociacin civil sin fines de lucro fundada
por los principales medios de la prensa escrita del pas. Actualmente,
cuenta con asociados como: Diario
Correo, El Comercio, La Primera, La
Razn, La Repblica, Ojo y Per 21.
Se constituy con el fin de defender
la libertad de prensa, expresin, opinin e informacin en el pas. Asimismo, busca promover y elevar el nivel
de tica en el periodismo nacional,
como tambin el derecho ciudadano a la informacin pblica. Su creacin se oficializ el 27 de septiembre
de 1997 al instalarse la Junta Directiva, con la premisa de dar permanentemente seguimiento, evaluar y tomar decisiones en resguardo de la
libertad de expresin, de prensa y el
acceso a la informacin en el pas.
Sus principales funciones son:
Recibir mediante el Tribunal de tica: solicitudes de rectificacin no
atendidas sobre informaciones publicadas. Asimismo, quejas sobre
publicaciones que transgredan
los valores ticos periodsticos.
Defender la libertad de expresin
y prensa, difundiendo pronunciamiento pblicos en los medios de
comunicacin asociados. Realizar
un seguimiento periodstico permanente a casos de libertad de
prensa, as como campaas y propuestas legislativas contra la
impunidad.
Promover el derecho a la informacin pblica. Recibir y resolver denuncias, con el fin de apoyar y asesorar al ciudadano cuyas solicitu201

Urbano Lpez

des de informacin hayan sido negadas por la administracin


pblica.
Por otra parte, el Instituto Prensa y
Sociedad (IPYS), es una ONG sin fines de lucro, fundada en 1993 por
periodistas y editores peruanos para
defender y promover las libertades
de prensa y expresin en el marco
de los derechos humanos, reforzar el
rol de los medios de comunicacin
en la construccin de un Estado democrtico en el Per y en otros pases de la regin andina. El IPYS se dedica sistemticamente al monitoreo
de la libertad de expresin en el Per. Se sustenta en los principios del
periodismo libre en una sociedad democrtica y tolera la diferencia de
ideas entre sus miembros, lo mismo
que la libertad ms amplia para la difusin de informacin y opinin en
tanto no afecte otros derechos fundamentales de la persona. Sus rganos
de direccin y consulta estn
integrados por destacados
periodistas con reconocimiento y
prestigio a nivel nacional e
internacional.
El IPYS elabora y difunde alertas
para defender la libertad de expresin, organiza foros de discusin sobre el rol de la prensa y abre espacios para que el periodismo pueda
desarrollarse sin trabas ni presiones.
Al mismo tiempo favorece la transparencia informativa y los mecanismos
que permitan a los ciudadanos
recibir una mejor y oportuna
informacin.
SISTEMA DE CONTROL A LA
LABOR INFORMATIVA Y A
LOS MEDIOS DE
COMUNICACIN
La Constitucin Poltica del Per
garantiza el secreto profesional o
proteccin de fuentes, que consiste
en el derecho del periodista a no divulgar su fuente de informacin. Se
sustenta en el artculo 2, inciso 18 de
la Carta Magna del Per, que seala
que toda persona tiene derecho a

mantener reserva sobre sus convicciones polticas, filosficas o de cualesquier otra ndole, as como a guardar el secreto profesional3. A esta
norma, se suma la contenida en el
artculo 220 del Cdigo Procesal Civil que establece que nadie puede
ser compelido a declarar sobre hechos que conoci bajo secreto profesional o confesional y cuando por
disposicin de la ley pueda o deba
guardar secreto. Finalmente, el Cdigo Penal seala en su artculo 165
el que, teniendo informacin por razn de su estado, oficio, empleo,
profesin o ministerio, de secretos cuya poblacin puede causar dao,
los revela sin consentimiento del
interesado, ser reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de
dos aos y con 60 a 120 das multa
Las normativas que regulan la
concentracin de los medios, est
prevista en el artculo 61 de la Constitucin Poltica que establece; el Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda prctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monoplicas. Ninguna ley
ni concertacin puede autorizar ni establecer monopolios. La prensa, la
radio, la televisin y los dems medios de expresin y comunicacin social; y, en general, las empresas, los
bienes y servicios relacionados con
la libertad de expresin y comunicain, no pueden ser objeto de exclusi vidad, monopolio ni acaparamientos directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares4
Asimismo, el Decreto Legislativo
N 701, conocido como Ley de Defensa de la Competencia, seala en
su artculo 1ero. que la presente ley
tiene por objeto eliminar las prcticas monoplicas, controlistas y restrictivas de la libre competencia en la
produccin y comercializacin de
bienes y en la prestacin de servicios, permitiendo que la libre iniciativa privada se desenvuelva procurando el mayor beneficio de los usuarios y consumidores. Aunque la nor-

ma mencionada no alude directamente a los medios de comunicacin, su aplicacin rige a todas las
personas naturales o jurdicas, sean
de derecho pblico o privado, que
realicen actividades econmicas. Por
su parte, la Ley de Telecomunicaciones en sus artculos 3, 6 y 14
establece que la actividad de radio y
televisin debe realizarse en
condiciones de libre competencia.
En lo referente al control de contenidos, existen leyes, normas e instituciones que regulan los mensajes de
los medios de comunicacin. La publicidad tiene restricciones para la
emisin de sus contenidos en determinados horarios o tiempo en la programacin: tipos de contenidos publicitarios que quedan excluidos en
la programacin, existencia de regulacin a la publicidad estatal, entre
otros5. El Cdigo Penal en su artculo
238, sanciona las conductas que
mediante la publicidad hacen inducir a los consumidores en error acerca de las calidades de los bienes y
servicios. Cuando se trate de publicidad de productos alimenticios, preservantes y aditivos alimentarios, medicamentos o artculos de primera
necesidad o destinados al consumo
infantil, la multa se aumentar en un
cincuenta por ciento.
3. PROPIEDAD Y ACCESO A
LOS MEDIOS DE
COMUNICACIN
La concentracin de los medios
en el pas reviste particular importancia, sobre todo si se considera
la escasa incidencia del Estado en
el rea, dado que los operadores
privados dominan completamente
todos los mercados de medios del
sector informativo y comunicacional.
PRENSA ESCRITA
Es importante recordar al norteamericano Theodore Peterson, en su
clsica obra Tres teoras sobre la
Prensa, que esboz la siguiente te-

3 Constitucin Poltica del Per. Ob. Cit., p.16


4 Ob. Cit. p.35
5 El Decreto Legislativo 961 de 1991 dispone que los anuncios deben respetar las leyes (artculo 13); no deben contener informaciones ni
imgenes que puedan inducir a los menores a conclusiones equvocas por la fantasa (artculo 10); y los anuncios de cigarrillos deben tener
la alusin que fumar es daino para la salud, (artculo 12).

202

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MARCO JURDICO QUE REGULA LAS COMUNICACIONES EN EL PER

sis: La prensa siempre toma la forma y la coloracin de las estructuras polticas y sociales dentro de los
cuales acta. Especialmente, refleja el sistema de control social por
cuyo intermedio se ajustan las relaciones de individuos e instituciones. Aceptando dicha proposicin, los estudiosos de la prensa
han formulado tres corrientes: Autori ta ria,
li ber ta ria
y
de
responsabilidad social, cuyas
teoras han llegado hasta la poca
actual con sus redes.
En el presente, la objetividad de
la prensa se ha convertido en una
doctrina, y para su mejor comprensin, cmo debe ser el periodismo,
segn F. Fraser Bond, autor de
Introduccin al Periodismo; se ha
convertido en un manual en los
Estados Unidos, citemos su concepto: La prensa debe ser imparcial.
Casi todas las personas consideran
la imparcialidad como una virtud
que se esfuerzan por cultivar. El periodismo considera la imparcialidad como un ideal. Los mejores escritores y los mejores peridicos tratan de evitar la parcialidad deliberada e intencional. Ahora es muy
comn permitir a bandos opuestos
que expresen sus respectivos puntos de vista. El ideal de la imparcialidad lo alcanza el periodismo que
evita el error, la predisposicin, el
prejuicio, el colorido falso. Entonces para el periodista y el periodismo, debe ser el medio peculiar de
expresin de esas minoras que no
estn en el poder y no se
encuentran bajo el dominio del
gobierno y de los grupos polticos
que manejan un Estado.
En el caso nuestro, no existe ninguna ley especfica para la apertura de un peridico. La Ley General
de Sociedades es la que regula la
formacin y/o modificacin de una
empresa, y al ser la Sociedad Annima una forma societaria est contenida dentro de este cuerpo jurdico, donde se le reconoce como
una asociacin voluntaria de perso-

nas que acuerdan aportar bienes


con la finalidad de realizar una actividad econmica. Esta sociedad se
caracteriza por la responsabilidad
limitada de los socios con los aportes que cada uno haya efectuado;
adems; por la existencia de las acciones como ttulos valores que representan alcuotas del capital social, y finalmente, se caracteriza
por el hecho de que la direccin de
la sociedad se basa en el capital y
no en personas.
Desde el punto de vista de la
propiedad, se destaca el Diario El
Comercio, propiedad de la familia
Mir Quesada, que adems de expandirse hacia la publicacin de revistas; en los ltimos aos ha ingresado al mercado audiovisual con
la produccin de la seal de cable
Canal N. El segundo grupo editorial en importancia es la compaa
impresora peruana, ligada a la familia Mohme, que edita los diarios
La Repblica, El Popular, El Lbero y
la revista El Grfico, situacin que
denota
un
proceso
de
concentracin en el acceso a estos
medios de prensa.
Es importante referir que durante el primer semestre de 2006, se
realiz una auditoria de circulacin
con el objetivo de definir la venta
neta de los diarios; El Comercio,
Trome y Per 21, del Grupo ECO;
El Popular, del Grupo La Repblica; y Correo de EPENSA6. En dicho
anlisis se estableci que el diario
El Comercio tiene un tiraje a nivel
nacional de 214.482 ejemplares
los das domingo. Por su parte, el
diario Trome el de mayor circulacin del grupo ECO, tiene niveles ms parejos durante la semana, resaltando con poca diferencia
el domingo, cuando bordea en
Lima los 200 mil ejemplares. En
provincias los das ms importantes son los lunes y viernes, llegando
a un tiraje de 37.000 peridicos.
Por ltimo. Per 21 es el diario con
menor nivel de circulacin de
ECO. Tam bin pre sen ta una

6 Fue realizada por KPMG, empresa auditora que cuenta con representacin en 150 pases, siendo responsable en Sudamrica de la auditora
en Venezuela y Chile. Para llevar a cabo este estudio se realiz un seguimiento contable que sirve para determinar la venta promedio de
ejemplares en base al consumo de papel, guas de remisin de los ejemplares, control de devoluciones, contmetros de la rotativa, entre
otros.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

203

Urbano Lpez

tendencia pareja para la semana,


promediando los 70 mil
ejemplares en Lima y 100 mil en
Provincias.
Del grupo EPENSA, el diario Correo tiene mayor circulacin en provincias al mantener un tiraje promedio de 102 mil peridicos. El lunes
es el da de mayores impresiones,
con 111.369 diarios, y en Lima el
domingo es el ms importante con
73.359 publicaciones. Finalmente,
del grupo La Repblica, la circulacin de El Popular empieza muy
bien el lunes, con 55.165 boletines, y decae levemente conforme
pasan los das, llegando el
domingo a 48.299.
En el caso de Cusco, apenas sobreviven los diarios: El Comercio,
El Sol y el Diario de Cusco, con un
limitado tiraje de ejemplares.
EL CASO DE LA
RADIODIFUSIN
En el pas existen alrededor de
ms de 2,000 estaciones de radio.
Su nivel de penetracin alcanza al
96,6% de la poblacin nacional en
todos los niveles socioeconmicos.
En promedio, los peruanos escuchan radio 3,5 horas a la semana.
Las asignaciones de frecuencias para el servicio de radiodifusin se efecta en base al Plan
Nacional de Distribucin de Frecuencias7, el cual comprende los
Planes de Canalizacin y Asignaciones de Frecuencias correspondientes a cada localidad y tipo de
banda, determinando las tcnicamente disponibles8. El Estado se
reserva dos frecuencias o canales
en cada una de las bandas atribuidas al servicio de radiodifusin
por localidad. En aquellas en que
hubiesen quince o menos frecuencias o canales, el Estado se reserva slo una. En el caso del servicio de radiodifusin sonora de onda corta tropical (OCT), el Estado
se guarda una frecuencia en cada segmento de banda atribuida
a dicho servicio. Esta reserva se
realiza a favor de la entidad que

opera los medios de radiodifusin sonora y por televisin de


propiedad del Estado, reconocida por el Decreto Legislativo N
829. Tambin est el servicio de
radiodifusin por satlite, en el
cual las seales emitidas o
retransmitidas por estaciones
espaciales (satlites), estn
destinadas a la recepcin directa
por el pblico en general.
Para la instalacin y operacin
de una estacin del servicio de radiodifusin, el titular debe poseer
el equipamiento necesario acorde
a las caractersticas tcnicas detalladas en su autorizacin, as como
en las Normas Tcnicas del Servicio de Radiodifusin. Los equipos
del sistema de transmisin y del sistema irradiante deben contar con
los respectivos Certificados de Homologacin, cuyo plazo en vigencia es de 10 aos. Tratndose del
sistema irradiante de las estaciones
de servicio de radiodifusin sonora
en onda media y onda corta, no se
exige la homologacin.
Respecto a la propiedad de la radio en el Per presenta el menor nivel de concentracin. Sin embargo,
se observa una centralizacin de la
inversin publicitaria en las principales emisoras del pas, factor clave si
se considera que slo cuatro emisoras de las dos mil que existen
(aproximadamente), obtienen el
66% de los ingresos. En cuanto a la
obligatoriedad de transmitir ciertos
contenidos, el Reglamento General
de Comunicaciones establece que
en los estados de excepcin contemplados en la Constitucin Poltica del
Per y declarados conforme a Ley,
los titulares de autorizaciones otorgan prioridad a la transmisin necesaria para las comunicaciones de los
Sistemas de Defensa Nacional y Defensa Civil. En caso de guerra exterior, declarada conforme a Ley, el Ministerio de Defensa podr asumir el
control de los servicios de radiodifusin, as como dictar disposiciones
de tipo operativo. En este ltimo
caso, el titular podr suspender o

restringir parte de los servicios


autorizados en coordinacin con el
Ministerio y los Sistemas de Defensa
Nacional y Civil.
LA TELEVISIN
La televisin ocupa el lugar
ms destacado dentro de las industrias culturales peruanas. Datos de la consultora Zenith Optimedia indican la presencia de la
te le vi sin en el 94% de los
hogares peruanos.
La ley que regula al sector es la
N 28278 de Radio y Televisin,
que establece en su artculo 14
que para operar los servicios de
radiodifusin se requiere contar
pre via men te con au to ri za cin
otorgada por el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones
MTC. El plazo mximo de vigencia de la autorizacin es de
10 aos, a partir de la fecha de
notificacin de la respectiva resolucin y se renueva automticamen te por pe ro dos iguales,
previo cumplimiento de los
requisitos sealados en la ley.
Las autorizaciones del servicio
de radiodifusin se otorgan a solicitud de parte o por concurso pblico. El concurso pblico es obligatorio cuando la cantidad de frecuencias o canales disponibles en
una banda es menor al nmero
de solicitudes presentadas. La
conduccin de los concursos pblicos est a cargo del MTC actuando como veedor el Consejo
Consultivo de Radio y Televisin
CONCORTV, que conforme a
lo dispuesto por el Art. 16 de la
ley, su participacin es en los
Actos Pblicos de Presentacin de
Propuestas y Otorgamiento de la
Buena Pro (Art. 44 del D.S. N
0052005MTC).
Esta ley establece, adems, que
la radio y la televisin no pueden
ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni
indirectamente por parte del Estado ni de particulares. En su artculo
22 seala que se considerar aca-

7 En la formulacin de los Planes de Asignacin de Frecuencias se observar lo dispuesto en los Tratados, Acuerdos y Convenios
Internacionales, Normas Tcnicas del Servicio de Radiodifusin, y otros referidos al servicio de radiodifusin.
8 Los planes de asignacin de frecuencias son aprobados por Resolucin Viceministerial.

204

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

MARCO JURDICO QUE REGULA LAS COMUNICACIONES EN EL PER

paramiento el que una persona natural o jurdica, sea titular de ms


de treinta por ciento (30%) de las
frecuencias disponibles tcnicamente, asignadas o no, en una misma banda de frecuencia dentro de
una misma localidad, para la radiodifusin televisiva y veinte por ciento (20%) para la radiodifusin sonora. Para efectos del cmputo del nmero de frecuencias, se considera
como una sola persona jurdica, a
dos o ms personas jurdicas que
tengan como accionista, asociado,
director o gerente comn a una
misma persona natural o pariente
de esta dentro del segundo grado
de consanguinidad.
Solamente pueden ser titulares
de autorizaciones y licencias personas naturales de nacionalidad
pe rua na o per so nas ju r di cas
constituidas y domiciliadas en el
Per. La participacin de extranjeros en personas jurdicas titulares
de autorizaciones y licencias no
puede exceder del cuarenta por
ciento (40%) del total de las participaciones o de las acciones del
ca pi tal so cial, de bien do, adems, ser titulares o tener participacin o acciones en empresas de
radiodifusin en sus pases de origen.
El
extranjero,
ni
directamente ni a travs de una
empresa unipersonal, puede ser
titular de autorizacin o licencia.
Sin llegar a constituir grupos
de comunicacin, los canales de
televisin son actores relevantes.
El canal 4, Amrica Televisin, estaba en el ao 2001 en manos de
la Compaa Peruana de Radiodifusin, administrada por la familia Crousillat Lpez Torres. Su principal competidora era Panamericana de televisin que administra
el canal 5, que perteneci durante dcadas a la familia Delgado
Parker. Otras estaciones de importan cia son; Fre cuen cia La ti na,
Red Global y TV Per, que posee
272 estaciones distribuidas en todo el territorio nacional. Esta cifra
la convierte en la principal red de
televisin del pas.

Asimismo, mediante Decreto


Legislativo N 829, se cre en
1996 el Instituto Nacional de Radio y Televisin del Per (IRTP),
con la finalidad de ejecutar actividades y acciones a nivel nacional
de difusin de contenidos educativos, informativos, culturales y de
esparcimiento. Se caracteriza por
ser un organismo pblico descentralizado, que tiene a su cargo la
operacin de los medios de comunicacin del Estado, designndosele una partida presupuestal para tal fin. Tambin depende de l
la operacin de los medios de radiodifusin sonora y por
televisin de propiedad del
Estado, asumiendo la titularidad
de
las
f r e c u e nc i a s
correspondientes.
A manera de conclusin, en
una sociedad de la informacin,
la tarea del periodista y de los medios de comunicacin; el mensaje informativo debe ser verdaderamente til al pblico receptor, especializado o no, porque tienen
derecho a una informacin veraz,
y el Estado deje en libertad el proceso informativo, estableciendo
un clima de libertad, donde las
empresas suministren una informacin limpia, sin viciar el proceso con propaganda y publicidad
que aten te a la cultura, las
buenas costumbres como la
moral y la tica con mensajes no
adecuados.
Adems, los medios de comunicacin masiva como; radio, TV,
prensa escrita y la comunicacin
virtual Internet, deben estar
exentas de todo tipo de vasallaje;
sin embargo, en la realidad las
presiones de orden poltico, financiero, administrativo, institucional
y popular, pueden llegar a convertirse en compulsiones, entonces
se pierde la libertad de expresin.
Una prensa libre es libre para expresar la opinin en todas sus fases. Es libre para alcanzar esas
metas de servicio periodstico en
las que estn combinadas los
ideales y las exigencias de la co-

munidad que hacen posible las


tcnicas existentes. Para alcanzar
estos fines debe tener a su disposicin recursos tcnicos, fortaleza financiera, acceso razonable a las
fuentes de informacin en el pas
y en el extranjero, y las necesarias
para traer informacin al mercado nacional. La prensa debe crecer a medida que crece este mercado9, y cuando crece ese mercado de receptores; entonces la
prensa libre debe ser libre para todos los que tienen algo digno que
decir al pblico, y no se entienda
como la libertad de los ricos de
publicar en peridicos, radio o
TV., con acaparamiento de los
medios de informacin por grupos de poder capitalistas que monopolizan los medios de prensa,
vulnerando la libertad de
expresin, de conciencia, de
asociacin y de pensamiento,
a t e n t a n d o l a p lu r a l i d a d
informativa e instrumentos de
venalidad y mordaza al servicio
de gobiernos corruptos.
El pas necesita medios de comunicacin masiva al servicio de
la verdad, la objetividad de cara
a los intereses de la ciudadana,
de la cultura nacional, regional y
universal con un periodismo libre; en este saber hacer, la verdad ocupe un lugar preponderante en la informacin para hacer
un buen periodismo cientfico,
donde prime el Cdigo de tica
orientada al desarrollo de la educacin, la cultura, el deporte, as
como la formacin integral de las
personas, el fomento de valores,
l a i d e n t i d a d e i n te g r a c i n
nacional.
BIBLIOGRAFA
Constitucin Poltica del Per.

Rioja Bermdez, Alexander. Jurista Editores. Lima, 2010.

Constitucin Poltica del Per. Jurista Editores. Lima,


2008, p.14.

Ob. Cit. p. 16.


Ob. Cit. p. 35.
Decreto Legislativo N961 de 1991.
Empresa Editora KPMG.
Normas Tcnicas del Servicio de Radiodifusin.
Normas sobre asignacin de frecuencias del MTC.
Gargurevich, Juan. Mito y Verdad de los Diarios de Lima. Edit. Grfica Labor. Lima, 1972.

9 Gargurevich, Juan. Mito y Verdad de los diarios de Lima. Lima, 1972. p. 245.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

205

Lizeth Molina

SISTEMAS DE INFORMACION
ELEMENTO CLAVE DEL SISTEMA DE CONTROL
Lizeth Molina Martnez1

ste trabajo demuestra el alcance de los sistemas de informa cin co mo ele men to cla ve
del Sis tema de Control Inter no
en las entidades pblicas.
Se bus ca que las en ti da des
p bli cas lle ven ade lan te la im ple men ta cin de un sis te ma de
con trol in ter no ade cua do que
com pren da co mo eje fun da men tal los sis te mas de in for ma -

cin, tec no lo gas de in for ma cin y co mu ni ca cio nes TIC, pa ra ob te ner in for ma cin cla ra y
opor tu na que ayu de en la to ma
de de ci sio nes y por en de, con tri bu ya en el lo gro de los ob je ti vos ins ti tu cio na les.

sarrollo de sus actividades a nivel estratgico y operativo desde un punto de vista empresarial, para lo cual se viene dando
impulso a la implementacin de
Sis te mas de Con trol Inter no,
que discurre por cinco componentes y diversos elementos, los
INTRODUCCIN
que se integran en el proceso de
La Entidades Pblicas en la ac- gestin y ope ran en distintos nitualidad tienden a enfocar el de- veles de efectividad y eficiencia.

1 Docente Asociado de la Facultad de Ciencias Contables y Financieras UNSAAC. lmolinamar@hotmail.com

206

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

SISTEMAS DE INFORMACION ELEMENTO CLAVE DEL SISTEMA DE CONTRO

En fun cin al mar co in te gra do de con trol que plan tea el in for me COSO 2 , el Con trol Inter no cons ta de cin co com po nen tes in te rre la cio na dos, de ri va dos del es ti lo de la di rec cin e
in te gra dos en el pro ce so de
ges tin, cons ti tu yen do ele men tos esen cia les los Sis te mas de
Infor ma cin y los Con tro les pa ra las tec no lo gas de la in for ma cin y co mu ni ca cio nes.
NORMATIVIDAD SOBRE EL
CONTROL INTERNO
La Con tra lo ra Ge ne ral de la
Re p bli ca, es el en te tc ni co
rec tor del Sis te ma Na cio nal de
Con trol, do ta do de au to no ma
ad mi nis tra ti va, fun cio nal, eco n mi ca y fi nan cie ra, tie ne co mo mi sin: di ri gir y su per vi sar
con efi cien cia y efi ca cia el con trol gu ber na men tal, sien do
una de sus atri bu cio nes, dic tar
las nor mas so bre con trol in ter no.
Se de fi ne el con trol in ter no
co mo un ins tru men to de ges tin pa ra pro por cio nar ga ran ta ra zo na ble del cum pli mien to
de los ob je ti vos es ta ble ci dos
por la en ti dad y a la es truc tu ra
de con trol in ter no, co mo pro ce so in te gral efec tua dos por el ti tu lar de la en ti dad, fun cio na rios y ser vi do res, di se a do pa ra en fren tar los ries gos y dar se gu ri dad ra zo na ble so bre el lo gro de los si guien tes ob je ti vos:
Pro mo ver la efi cien cia, efi ca cia, trans pa ren cia y eco no ma de las ope ra cio nes
Res guar dar y cui dar los bie nes del Esta do.
Cum plir la nor ma ti vi dad.
Garantizar la confiabilidad y
oportunidad de la informacin3.
Este l ti mo ob je ti vo es fun da men tal, por que a tra vs del re gis tro, pro ce sa mien to, in te gra cin y di vul ga cin de la in for ma cin se pre ten de lo grar la
con fia bi li dad, trans pa ren cia y
2
3
4
5

efi cien cia de los pro ce sos de


ges tin de la en ti dad.
NORMAS DE CONTROL
INTERNO PARA EL SECTOR
PBLICO
Las Nor mas de Con trol in ter no cons ti tu yen li nea mien tos,
cri te rios, m to dos y dis po si cio nes pa ra la apli ca cin, re gu la cin del con trol in ter no en las
en ti da des p bli cas. Estas nor mas es ta ble cen pau tas b si cas
y guan el ac cio nar de las en ti da des del Esta do ha cia la bs que da de la efec ti vi dad, efi cien cia, eco no ma en las ope ra cio nes, es tn e in te gra dos
por los si guien tes com po nen tes:
Ambien te de con trol
Eva lua cin de ries gos
Acti vi da des de con trol ge ren cial
Infor ma cin y co mu ni ca cin
Su per vi sin 4
El com po nen te de in for ma cin y co mu ni ca cin, com pren de los m to dos, pro ce sos, ca na les, me dios y ac cio nes, que
con en fo que sis t mi co y re gu lar, ase gu ren el flu jo de in for ma cin en to das las di rec cio nes con ca li dad y opor tu ni dad.
La co mu ni ca cin es in he ren te a los sis te mas de in for ma cin, sien do in dis pen sa ble su
ade cua da trans mi sin al per so nal pa ra que pue da cum plir
c o n s u s r e s p o n s a b i l i d a d es .
Este com po nen te es t con for ma do por los si guien tes ele men tos:
Fun cio nes y ca rac te rs ti cas
de la in for ma cin
Informacin y responsabilidad
Ca li dad y su fi cien cia de la in for ma cin
Sis te mas de in for ma cin
Fle xi bi li dad al cam bio
Archi vo ins ti tu cio nal
Co mu ni ca cin in ter na
Co mu ni ca cin ex ter na
Ca na les de co mu ni ca cin 5

www.monografias.com/trabajos/COSO Morea Lucas (1997). Control Interno. Informe COSO.


www.contraloria.gob.pe
www.contraloria.gob.pe Resolucin de Contralora N320-2006-CG.
www.contraloria.gog.pe Resolucin de Contralora N320-2006-CG, Normas de Control Interno, Componente de Informacin y
Comunicacin.

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

207

Lizeth Molina

For ma par te de es te com po nen te, el ele men to de Sis te mas


de Infor ma cin que tie ne co mo
pro p si to, orien tar e in te grar
las ope ra cio nes de la en ti dad
en tiem po real, pa ra la ade cua da to ma de de ci sio nes.
LOS SISTEMAS DE
INFORMACIN
Los sis te mas de in for ma cin
de ben ser di se a dos e im ple men ta dos por la en ti dad, en ba se a la na tu ra le za y ca rac te rs ti cas de sus ope ra cio nes. Cons ti tu yen un ins tru men to pa ra el es ta ble ci mien to de las es tra te gias or ga ni za cio na les y pa ra el
lo gro de ob je ti vos y me tas.
Hoy en da los sis te mas de in for ma cin en las en ti da des p bli cas son in for m ti cos y orien ta dos al buen ma ne jo, uso de
los re cur sos y bie nes del Esta do pro mo vien do la trans pa ren cia en la ren di cin de cuen tas.
Estos sis te mas de in for ma cin de ben in te grar las ope ra cio nes des de un as pec to eco n mi co, fi nan cie ro, pre su pues tal, con ta ble y ope ra ti vo que
per mi ta brin dar in for ma cin
opor tu na y con fia ble.
La ad mi nis tra cin p bli ca tie ne co mo ca rac te rs ti ca fun da men tal, su or ga ni za cin a tra vs de sis te mas ad mi nis tra ti vos
que se in te rre la cio nan, es por
ello los sis te mas de in for ma cin de ben brin dar in for ma cin res pec to a:
Mi sin, pla nes, ob je ti vos,
nor mas y me tas ins ti tu cio na les.
Pro gra ma cin, eje cu cin y
eva lua cin de las ac ti vi da des, con ex pre sio nes mo ne ta rias y f si cas.
Ni ve les al can za dos en el lo gro de los ob je ti vos es tra t gi cos y ope ra ti vos.
Esta dos de si tua cin con ta ble, eco n mi ca y fi nan cie ra.
Ges tin ad mi nis tra ti va, pre su pues tal y lo gs ti ca de la en ti dad.

Otros re que ri mien tos de or - CONTROLES DE DATOS


den le gal, tc ni co u ope ra ti - FUENTES DE OPERACIN Y
vo. 6
DE SALIDA
Se da con la fi na li dad de sal IMPLEMENTACION DE LOS
va guar dar los da tos que ma ne SISTEMAS DE
ja la en ti dad, por que es ne ce sa INFORMACION
rio es ta ble cer po l ti cas que de fi To man do en cuen ta la gua nan el ac ce so a la in for ma cin
pa ra la im ple men ta cin del Sis - a tra vs del con trol de sa li da
te ma de Con trol Inter no en las de da tos en tres ni ve les:
en ti da des p bli cas, de sa rro lla - Pri mer Ni vel. Slo op cin de
re mos lo re la ti vo al ele men to
con sul ta de da tos.
de Sis te mas de Infor ma cin:
Se gun do Ni vel: Cap tu ra, mo di fi ca, con sul ta de da tos.
Ter cer Ni vel: Cap tu ra, mo di fi ca, con sul ta y ade ms pue de rea li zar baja de da tos.

Los Sistemas
de Informacin
constituyen un
elemento
indispensable
en la estructura
de Control
Interno de
cualquier
entidad pblica,
porque provee
la informacin
como insumo
para la toma de
decisiones.

PROPIEDAD Y
AUTORIZACIN DE USO
DE LOS SISTEMAS DE
INFORMACIN
Se gn la nor ma ti va emi ti da
por la Con tra lo ra Ge ne ral de
la Re p bli ca, los Sis te mas de
Infor ma cin de las en ti da des
p bli cas, in clu yen do pro gra mas, apli ca cio nes y ar chi vos
elec tr ni cos, so lo pue den uti li zar se pa ra fi nes es tric ta men te
ofi cia les y le ga les.
Por otra par te los Sis te mas
de Infor ma cin y las he rra mien tas aso cia das co mo el co rreo
elec tr ni co y el in ter net, so lo
pue den ser uti li za dos por per so nal au to ri za do.
La in for ma cin de sa rro lla da, trans mi ti da y al ma ce na da
en los Sis te mas de Infor ma cin
es de pro pie dad de la mis ma
en ti dad y del Esta do, por es ta
ra zn la en ti dad es t obli ga da
PLAN DE SISTEMAS DE
a adop tar las me di das pa ra sal INFORMACIN
va guar dar la con fi den cia li dad
La nor ma ti va de la Con tra lo - de los da tos per so na les de los
ra Ge ne ral de la Re p bli ca, se - em plea dos y ciu da da nos que
a la que se de be im ple men tar ten gan ac ce so a di cha in for ma un Plan Estra t gi co de la Tec no - cin con for me a la le gis la cin
lo ga de la Infor ma cin (PETI) vi gen te.
he rra mien ta, que de be res pon der a las ne ce si da des de la en ti - CONTROLES DE ACCESO
dad, do cu mento sus cep ti ble a
Se re co mien da a las en ti da la in no va cin y a los cam bios des p bi cas es ta ble cer nor mas
que su fre la ad mi nis tra cin p - pa ra la asig na cin de cuen tas
bli ca.
de ac ce so, in clu yen do las cla -

6 www.contraloria.gob.pe Resolucin de Contralora N3202006CG, Normas de Control Interno, Sistemas de Informacin.

208

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

SISTEMAS DE INFORMACION ELEMENTO CLAVE DEL SISTEMA DE CONTRO

no lo gas de Infor ma cin es ta ble ci das a ni vel in ter na cio nal.


Un as pec to fun da men tal es
la eva lua cin de ries gos de los
sis te mas de in for ma cin, co mo
me di da de con trol pa ra la de ter mi na cin de res pon sa bi li da des en el di se o, ope ra ti vi dad
y su per vi sin de las Tec no lo gas de la Infor ma cin y Co mu ni ca cin.

ves se cre tas (con tra se as), con tro les de ac ce so a los ser vi do res y sis te mas de uso, sien do
ca da usua rio res pon sa ble por
el ma ne jo ade cua do de los c di gos de ac ce so y con tra se as
asig na das.
A tra vs del si guien te es que ma se de mues tra c mo in te rac tan los ele men tos de Sis te mas
de Infor ma cin y Tec no lo gas
de Infor ma cin y Co mu ni ca cin en el Sis te ma de Con trol
Inter no y a la vez co mo con tri bu yen al lo gro de los ob je ti vos
de la en ti dad.
CONTROLES A LAS
TECNOLOGIAS DE
INFORMACIN Y
COMUNICACIN
De acuer do a la Orga ni za cin Inter na cio nal de Enti da des Fis ca li za do ras y Su pe rio res INTOSAI 7 , las ac ti vi da des
de con trol se da a ni vel de to da
la or ga ni za cin e in clu ye una
ga ma de ac ti vi da des de con trol de de tec cin y pre ven cin
tan di ver sas co mo:
Pro ce di mien tos de au to ri za cin y apro ba cin
Se gre ga cin de fun cio nes
Con tro les so bre el ac ce so a
re cur sos y ar chi vos
Ve ri fi ca cio nes y con ci lia cio nes
Re vi sin de de sem pe o ope ra ti vo

Re vi sin de ope ra cio nes, pro ce sos y ac ti vi da des


Su per vi sin
El ele men to de Con trol pa ra
las Tec no lo gas de Infor ma cin
y Co mu ni ca cio nes TIC, bus ca
ga ran ti zar el pro ce sa mien to de
la in for ma cin, de bien do es tar
di se a do pa ra pre ve nir, de tec tar y co rre gir erro res e irre gu la ri da des mien tras la in for ma cin flu ye a tra vs de los sis te mas. Los prin ci pa les con tro les
de ben es ta ble cer se en:
Sis te mas de se gu ri dad de
pla ni fi ca cin y ges tin de la
en ti dad
Se gre ga cin de fun cio nes
Con tro les de ac ce so
Con ti nui dad de los ser vicios 8
Pa ra la pues ta en fun cio na mien to de las Tec no lo gas de
Infor ma cin y Co mu ni ca cin,
la en ti dad de be di se ar con tro les en las si guien tes eta pas:
De fi ni cin de re cur sos
Pla ni fi ca cin y or ga ni za cin
Re que ri mien to y sa li da de da tos o in for ma cin
Ser vi cios y so por te
Se gui mien to y mo ni to reo 9
Pa ra im plan tar con tro les pa ra las Tec no lo gas de Infor ma cin y Co mu ni ca cin, se de be
ges tio nar con dis ci pli na, com pro mi so y con si de rar es tn da res o bue nas prc ti cas de Tec -

CONCLUSIONES
Los Sis te mas de Infor ma cin
cons ti tu yen un ele men to in dis pen sa ble en la es truc tu ra de
Con trol Inter no de cual quier
en ti dad p bli ca, por que pro vee la in for ma cin co mo in su mo pa ra la to ma de de ci sio nes.
Los Sis te mas de Infor ma cin
de ben es tar orien ta dos a in te grar las ope ra cio nes de la en ti dad en tiem po real, ser re vi sa dos pe ri di ca men te y de ser ne ce sa rio, re di se a do cuan do se
de tec te de fi cien cias en sus pro ce sos.
El con trol de los Sis te mas de
Infor ma cin y las Tec no lo gas
de Infor ma cin y Co mu ni ca cin, es un pro ce so que se de sa rro lla en toda la en ti dad y en
to dos los ni ve les, sien do in dis pen sa ble rea li zar la eva lua cin de ries gos a di chos con tro les, para garantizar el
pro ce sa mien to y ma ne jo de la
in for ma cin.
BIBLIOGRAFA
Contralora General

de la Repblica (2006).
Normas de Control Interno aprobada mediante
Resolucin de Contralora N3202006CG. Lima
Escuela Nacional de Control. Introduccin al Control
Interno (2008). Lima CGR.
Congreso de la Repblica del Per (2002) Ley Orgnica del Sistema Nacional de Control y de la Contralora General de la Repblica. www.contraloria.gob.pe/ley 27785
Morea Lucas (1997). Control Interno. Informe
COSO. www.monografias.com
Gomez Giovanny (2005). Introduccin a la evaluacin del Sistema de Control Interno. www.gestiopolis.com/trabajos/
El informe COSO, Comisin de Normas de Control
Interno www.intosai.org/normas

7 www.intosai.org.
8 www.gestiopolis.com/trabajos/COSO. Gomez Giovanny (2005). Introduccin a la evaluacin del Sistema de Control Interno. Informe
COSO.
9 www.contraloria.gob.pe Gua para la implementacin del SCI.
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

209

Justina Mayorga

SERN LOS WEBLOGS UNA NUEVA FORMA


DE PERIODISMO DIGITAL?
Justina Mayorga Contreras1

e acuerdo con la opinin


de algunos especialistas en comunicacin, los Weblogs ocuparn un lugar importante entre
los medios masivos del futuro.
Estos nuevos sitios de informacin se acercan cada vez ms al
principal objetivo del periodismo: la cre di bi li dad, con sig na
que simultneamente se est alejando de los medios masivos. Es

por este motivo que consideramos importante, poder entender


de qu se trata, como se usan,
para qu sirven y como afectarn en los medios de comunicacin tradicionales, por lo que
nos preguntamos sern los Weblogs una nueva forma de periodismo digital?.
Llama mucho la atencin el fenmeno cada vez ms creciente

del acceso por correos electrnicos a la informacin. Estamos


en una Era en que la informtica
y sobre to do Inter net es fundamental en la vida de ms del
70% de la poblacin, especialmente en los jvenes y, los fenmenos de los Weblogs est creciendo mucho, lo que es de sumo inters para la mayora de
los pe rio dis tas e in te lectua les.

1 Licenciada en Ciencias de la Comunicacin.

210

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

SERN LOS WEBLOGS UNA NUEVA FORMA DE PERIODISMO DIGITAL?

Los weblogs irrumpieron en el


mundo del periodismo digital generando un debate sobre si son
periodsticos o no. Sorprendieron nuevamente a las empresas
pe rio ds ti cas tra di cio na les en
Internet y supusieron un nuevo
reto para su adaptacin e incorporacin.
La apa ri cin del fe n me no
sus ci t al gu nas in quie tu des,
aunque no como las que provoc en su tiempo Inter net, pe ro
igual men te de mos tran do que
las estructuras de las empresas
de comunicacin, an aquellas
que ya estaban presentes con algn producto, no haban previsto las implicancias o el impacto
que podra tener en sus operaciones. Una vez ms, la sorpresa se abri paso por sobre los
anlisis prospectivos de mercado y las unidades de nuevos nego cios que no ha ban da do
cuenta de la magnitud del fenmeno.
Es posible que entre las razones del xito de los weblogs radique en que por primera vez el
usuario puede ser editor, crtico,
periodista o escritor y de una forma sencilla sin conocer la utilizacin del lenguaje de programacin, sea los instrumentos de
programacin o diseo Web, sirvindose de sistemas de publicacin, gratuitos en su mayora. A
su divulgacin tambin ha contribuido el que hasta ahora los
weblogs han tenido muy buen
posicionamiento en el principal
buscador de la actualidad: Google y en otros buscadores similares pero de menor rango, lo que
provoca que muchas bsquedas
den como resultado pginas de
weblogs.
Enton ces, po de mos de cir
que los we blogs son si tios en
Inter net ba sa dos en co men ta rios y opi nio nes so bre cier tos te mas que son ac tua li za dos con
cier ta re gu la ri dad dia ria men te
por la per so na que ide el blog
o por va rios usua rios cuan do
son gru pa les, pe ro que en cual quier ca so, los vi si tan tes pue El Antoniano 118 2 trimestre 2011

den in tro du cir sus co men ta rios, de for ma en que se ge ne ra una es pe cie de con ver sa cin, ele men to ver da de ra men te es truc tu ra dor del fe n me no.
Tam bin pue de de cir se que los
blogs son si tios Web per so na les en mu chos ca sos, y cu yo
con te ni do en van los pro pios
usua rios: no ti cias, opi nio nes,
re la tos, cuen tos, vi ven cias per so na les, ru mo res, etc., mez cla
de dia rio n ti mo con fo ro de de ba te y no ti cie ro per so nal, ofre cien do una vi sin de la rea li dad que nor mal men te no coin ci de con la de los gran des por ta les. Esta es pe cie de bo le ti nes
ac tua li za dos fre cuen te men te,
en los que cual quie ra pue de ex pre sar su pen sa mien to al mo men to so bre un te ma, se com po nen ge ne ral men te de una se cuen cia de en la ces or de na dos
por ri gu ro so or den cro no l gi co que a su vez pue den ser co men ta dos. Un as pec to im por tan te de los we blogs es su in te rac ti vi dad, es pe cial men te en
com pa ra cin a p gi nas web
tra di cio na les. Da do que se ac tua li zan fre cuen te men te y per mi ten a los vi si tan tes res pon der
a las en tra das, los blogs fun cio nan a me nu do co mo he rra mien tas so cia les pa ra co no cer
a per so nas que se de di can a te mas si mi la res, con lo cual en
mu chas oca sio nes lle gan a ser
con si de ra dos co mo una co mu ni dad.
La llegada de la era digital proyecta sobre los medios de comunicacin tradicionales profundos
cambios estructurales: nuevas relaciones con sus pblicos (interactividad), desarrollo de nuevos lenguajes (multimedia) y el establecimiento de una nueva gramtica
(hipertexto). Pero una caracterstica de la actual revolucin meditica es que no slo transforma el escenario de la comunicacin pblica para sus agentes habituales, sino que sobre todo, abre los sistemas masivos de comunicacin a
un amplio espectro de nuevos
agentes.
211

Justina Mayorga

EN CONSECUENCIA, SURGE
LA PREGUNTA: SER
PERIODISMO DIGITAL EL
WEBLOG?
Algunos dirn que s, sin embargo en nuestra opinin nunca
morir el peridico, pero s consideramos que en un plazo no mayor de cinco aos va haber ms
consumo de peridico On Line
que el de papel. Consideramos
que la computadora se integra al
pull de artefactos domsticos indispensables junto al televisor, lavadora, heladera, lustradora, etc.
Es prescindible que el peridico
digital vaya a superar al peridico de papel, puesto que lo nico
que va a tratar el periodismo digital, es respetar el trabajo periodstico puro, la firma de un comenta212

rista, el trabajo de investigacin,


que por cuestin tica los periodismos digitales no lo hacen, por
ah lo hace como Blog, pero cuando se rompan estos cdigos tal
vez el diario impreso pueda llegar
a perderse definitivamente.
Mientras tanto el periodista seguir siendo imprescindible. An
con la invasin del llamado periodismo ciudadano, el periodista de oficio deber actuar ms
que nunca como gua para ordenar el caos informativo. Los usuarios o ms precisamente el periodismo ciudadano seguirn la vigilancia constante e intensa sobre
el trabajo profesional de los periodistas, esto implica mejorar la calidad y los modelos de la informacin editada por los medios de comunicacin de masas. La clave

para la subsistencia del periodismo en Internet como en cualquier


otro soporte, est en cumplir y respetar las reglas bsicas del oficio.
Esto es, las informaciones deben
obtenerse, contrastarse y presentarse de modo jerarquizado.
Los periodistas on line deben mejorar sus aptitudes en la
escritura. Debern escribir rpido y bien, con menos extranjerismos, menos frases hechas y ms
precisin a la hora de la redaccin.
Pero el tema que ms nos preocupa es si se puede o no decir
que esta nueva manera de expresin es periodismo: nuestra opinin personal es que aquellas expresiones que no estn hechas
por periodistas, NO es periodismo. Como cada uno de los profesionales encargados de diversos
trabajos, el periodista estudia muchos aos para aprender tcnicas
de escritura, de expresin, tica,
derecho, etc. No es justo entonces que se llame periodismo a
cualquier texto que se encuentra
dando vueltas por Internet, aunque estos textos se encuentren bajo un nombre especfico y un espacio comn.
Los weblogs tienen muchas ventajas, como tambin muchas desventajas, el hecho de que muchos
periodistas utilicen estas ventajas
para ampliar su labor periodstica
no significa que estn amenazando a la misma. El periodista como comunicador de la realidad
social no va a desaparecer al menos por ahora, momento en el
que si bien la sociedad se est tornando mas trasgresora, no deja
de necesitar y de confiar en la palabra de alguien que encamine
de manera consciente sus pensamientos o al menos as debiera
hacerse
Los weblogs son periodismo en
tanto estn hechos por periodistas pero aquellos de aficionados
son slo un diario ntimo que se
hace pblico, un intento de hacer
una revolucin o una MALA
REVOLUCIN

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PARRAFOS CONTESTATARIOS III

PARRAFOS CONTESTATARIOS III


Amrico del Campo

OPINION INFORMAL

in duda, para la intelectualidad


en general, sintetizar la historia de la
humanidad en slo tres prrafos reflexivos, habr de resultar ms que
idea descabellada, una proposicin
desquiciada. Pero resulta que, precisamente en aras del sano juicio, tal
enfoque histrico de la humanidad
en tres prrafos, resulta verosmil, necesario y urgente para el esclarecimiento. Pues, si se escudria con
sabidura la interioridad ambivalente
del ser humano, se aprende a conoEl Antoniano 118 2 trimestre 2011

cer con certitud la estructura emocional de las personas. Y con ese conocimiento, recin se puede entender
que el controvertido mundo emocional del ser humano influye en su actitud social, poltica y econmica; y
que ha creado las sociedades injustas de todo el mundo. Es decir: los estados anmicos as como la realidad
social determinan el pensamiento de
los seres humanos, y que, dentro de
esa vorgine de sentimientos, los
ms negativos y destructivos son los
que han prevalecido y prevalecen en
la ruta involutiva de la humanidad.

Esto, desde que el hombre adquiri


poder para gobernar; desde tiempos cavernarios hasta nuestros das
(siglo XXI, de podero nuclear que
puede extinguir la vida en la Tierra).
Y as, no obstante a voces y acciones justicieras que contraponan la
paz y libertad a la arremetida guerrerista de poderosos sojuzgadores, pudo ms la inhumanidad de enloquecidos por la hegemona del poder.
Por eso, la historia de la humanidad
es la historia del egosmo, la maldad
y la destruccin de la vida. La misma
historia a travs del tiempo y simila213

Amrico del Campo

res protagonismos en los cinco continentes. Increble conducta asesina


de los poderosos en nombre de la
justicia, la democracia y Dios. Hecho real que confunde y decepciona, que ensombrece conciencias
contestatarias de grandes mayoras
que ansan la verdadera paz y libertad. Conciencias sociales que, a pesar de tanto infortunio, mantienen inclume la esperanza de un mundo
mejor; conciencias revitalizadas en
los movimientos sociales cada vez
ms aglutinantes, no slo del Per sino de otros pases alrededor del
mundo.
Fatalidad histrica, mental y moral por culpa de enajenados por el
poder, el lucro y la fama. Triunfo del
inicuo. He all la triste y miserable historia de la humanidad. Por eso, el
"hambre y sed de justicia" de los luchadores sociales es ms necesario
cada da, til como siempre, razn
de vida, realizacin humana del individuo. La ambicin de los poderosos
habr de sucumbir, porque de lo
contrario se terminara irremediablemente en catastrfica realidad, como ausculta Daniel Estulin, el famoso analista del poderoso Club Bilderberg que gobierna el mundo y que
dice: "El objetivo final de esta pesadilla (dominio del mundo por los inicuos) es un futuro que transformar
la Tierra en un planetaprisin mediante un Mercado Unico Globalizado, controlado por un Gobierno
Mundial Unico, vigilado por un Ejrcito Unico Mundial, regulado econmicamente por un Banco Mundial y
habitado por una poblacin controlada mediante microchips cuyas necesidades vitales se habrn reducido
al materialismo y supervivencia: trabajar, comprar, procrear, dormir, todo conectado a un ordenador global que supervisar cada uno de
nuestros movimientos". Aguda deduccin de Daniel Estulin que puede
convertirse en realidad.

ponderan en demasa lo que hacen,


a tal punto de ser subyugados hasta
la obsesin. Malsana tendencia egotista que turba la mente repleta de supervaloracin. Para personas de esa
ndole, lo absoluto, el verbo, el alfa y
omega, subyacen en su vocacional
desempeo, en la sobrestimacin de
su actividad: despus de ellos, lo dems es secundario. Esa manera alucinante de conceptuar la pequea
gran obra de creadores, inventores e
idelogos, es arranque desmesurado de autocomplacencia, aceptable
en entornos individuales, pero daino por su implicancia desvirtuadora
en el mbito pblico. Y eso no es correcto. Es slo pasajera complacencia subconscientemente perturbadora. Lo indicado, como lo hacen intelectuales paradigmticos, es que intelectualidad y verdad vayan de la mano, siempre que la humildad gue la
accin. Pero, esto es pedir mucho para una gran mayora, porque la autosuficiencia y la soberbia son caractersticas del hombre, posiblemente
desde cuando ste se hizo "homo sapiens". Lbrego defecto que felizmente se puede superar.
Por qu esa mana de idolatrar a
simples mortales talentosos y hasta
geniales. Por qu esa "vanidad de vivos". Por qu ese culto a las personas. Bien dice el maestro William G.
Wilson: "El culto a la persona destruy pueblos y ahora la lucha por el
poder, el dinero y la fama est destruyendo a la humanidad ms que antes". Maestro considerado por el escritor futurista Aldous Huxley como
"el arquitecto social ms grande del
siglo XX". Hacer dolos de las ideas,
instituciones, de la literatura y el arte
en general, arroja consecuencias
desfavorables para saber y entender
bien qu es el hombre, qu es la vida. Esa idolatra catapultada por impulsos inconscientes y consciente fanatismo, tiene que ver ms con la
egolatra y egomana que con el sano juicio y slidos principios espirituaLA LITERARURA Y LA VIDA 1DE les, fundamentales stos para tratar
sabiamente asuntos relacionados
MARIO VARGAS LLOSA
En las diferentes actividades voca- con el ser humano y la sociedad,
cionales y profesionales, hay quienes con la vida que es "un mero da en la

escuela". La filosofa misma, fuente


primigenia del saber, slo alcanza a
especular predios existenciales, a teorizar sobre horizontes que alumbren
respuestas a los interrogantes sempiternos de Qu es la vida? Tiene
sentido la vida o no la tiene? Qu
es el hombre? y otras tantas incertidumbres atemorizantes e inescrutables para la mayora. Proposiciones
valiosas y estimulantes por cierto, y, a
fin de cuentas, nicamente especulaciones sobre ese naufragio que es la
vida, segn Ortega y Gasset.
Si esto sucede con la filosofa y su
limitado alcance para saber qu es
la vida y cmo aprender a vivirla,
con la literatura las expectativas son
nfimas, porque su proyeccin creativa obviamente no es teorizar ni proponer soluciones. Sino el de otorgarle al lector el necesario toque humano en su enmaraada bsqueda
existencial. Y nada ms. No es pues
como entiende Mario Vargas Llosa
basndose en Proust que "la verdadera vida, la vida por fin esclarecida y
descubierta, la nica vida por lo tanto plenamente vivida, es la literatura", tampoco es cierto como reafirma M.V.LL., que "gracias a la literatura, la vida se entiende y se vive mejor, y entender y vivir la vida mejor significa vivirla y compartirla con los
otros". No es as. No puede ser, porque para entender la vida a cabalidad, se requiere de principios espirituales que enseen a reducir el ego,
causa funesta de la desgracia humana. El ser humano tiene que conocerse a s mismo primero que todo, y,
para lograr esa hazaa de hombres
acerados, se precisa de un despertar
espiritual, suprema enseanza de
maestros y avatares antiguos y modernos. Despertar o experiencia espiritual que consiste en el descubrimiento de poderes internos que puede activar el ser humano para su realizacin integral, sapiente conocimiento que cientficamente lo explica, entre otros, Carl Jung en su libro:
"El hombre moderno en busca de un
alma". Ahora, que la literatura contribuya con ese encuentro del hombre
consigo mismo, es cierto, como suce-

1 La literatura y la vida, ensayo publicado como eplogo, en su libro La verdad de las Mentiras.

214

El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PARRAFOS CONTESTATARIOS III

de con otras ramas del saber, indispensables para evitar alienaciones.


La literatura deleita e induce a la
reflexin. Constituye algo as como
el espejo alegrico de la realidad, la
misma que como se sabe, muchas
veces supera la imaginacin y fantasa del narrador. En ese sentido, es lcido Mario Vargas Llosa en el siguiente prrafo de su comentario:
"El vnculo fraterno que la literatura
establece entre los seres humanos,
obligndolos a dialogar y hacindolos conscientes de su fondo comn,
de formar parte de un mismo linaje
espiritual, trasciende las barreras del
tiempo. La literatura nos retrotrae al
pasado y nos hermana con quienes,
en pocas idas, fraguaron, gozaron
y soaron con esos textos que nos legaron y que, ahora, nos hacen gozar y soar tambin a nosotros". Por
ah deba haberse circunscrito la valoracin de la literatura hecha por
Mario Vargas Llosa, sin extralimites
de apreciacin como cuando afirma
que el conocimiento totalizador de
la vida se encuentra slo en la novela. Absurda y exagerada afirmacin,
puesto que el conocimiento totalizador del hombre y la vida se encuentra, incuestionablemente, en la sabidura: liberacin de la esclavitud del
ego.
Hay otros aciertos en el ensayo de
M.V.LL.: la defensa del libro ante la
torpe opinin del fundador del Microsoft, Bill Gates, quien "espera no
morirse sin haber realizado su mayor
designio: acabar con el papel". Estulticia de tecncrata, brillantemente refutado por el clebre novelista. Aclara asimismo, con slidos argumentos, lo negativo de la especializacin
del conocimiento, enfilndose de
ese modo con cientficos que criticaron la preponderancia de la especializacin profesional (desmedida especializacin que aparta al especialista de entornos sociales, polticos e
histricos), entre ellos Albert Einstein
en su ensayo Cmo veo el mundo. Bueno tambin el esclarecimiento que hace sobre la nueva religiosidad ciberntica que endiosa a la
ciencia y la tcnica. Dice el novelista:
La literatura, a diferencia de la ciencia y la tcnica, es, ha sido y seguir
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

siendo, mientras exista, uno de esos


denominadores comunes de la experiencia humana, gracias al cual los
seres vivientes se reconocen y dialogan, no importa cun distintas sean
sus ocupaciones y designios vitales,
las geografas y las circunstancias en
que se hallen, e, incluso, los tiempos
histricos que determinan su horizonte. De igual manera, es contundente en su crtica a los medios audiovisuales que tienden a relegar a la palabra. Cuestionable cuando recomienda: Hay que leer los buenos libros, e incitar y ensear a leer a los
que vienen detrs en las familias y
las aulas, en los medios y en todas
las instancias de la vida comn como un quehacer imprescindible, porque l impregna y enriquece a todos
los dems. Pues, habra que precisar qu libros son buenos, porque,
para los defensores del neoliberalismo son buenos libros los que ponderan el capitalismo y son malos libros
los que lo critican
Ya no habra que insistir en esa
suerte de fundamentalismo literario
propugnado por M.V.LL., pero, ante
opiniones aberrantes sobre sexualidad, hay obligacin de hacerlo. Al
respecto, Mario Vargas Llosa recurre
una vez ms a su deslucido apasionamiento de creer que la literatura lo
es todo. Dice el consagrado novelista, Premio Nobel de Literatura 2010:
"Sin la literatura no existira el erotismo. El amor y el placer seran ms
pobres, careceran de delicadeza y
exquisitez, de la intensidad que alcanzan educados y azuzados por la
sensibilidad y las fantasas literarias".
Esta aseveracin es inexacta y contraria a los fundamentos de la sexualidad sagrada. El verdadero erotismo,
el amor ertico y la sublimidad del
placer e idilio son productos de la
transmutacin sexual, del suprasexo,
difcil conocimiento de la alquimia
del amor, reservado a minoras que
escudrian libros tntricos, taostas,
hinduistas y gnsticos. Quienes no
conocen estos temas, no pueden
comprender la enorme diferencia
que existe entre sexualidad mundana y sexualidad sagrada.
As como van las cosas en este
mundo plagado de epistemlogos
215

Amrico del Campo

soberbios y cursi parafernalia, es


oportuno reafirmar lo siguiente: Ni
la filosofa, ni la ciencia, ni el arte, ni
mucho menos la tecnologa, pueden
darle al hombre el conocimiento preciso para que aprenda a vivir y aceptar humildemente el misterio del cosmos. Con un programa espiritual se
logra ese propsito, desenmascarando al inconsciente disfrazado de neurosis o trastorno de personalidad y,
cientficamente, con tcnicas de liberacin emocional, procesos en los
que no es necesaria la literatura. No
obstante, novelistas de diferentes latitudes se aproximaron a los umbrales
de ese conocimiento, sobre todo literatos orientales, y entre los occidentales Len Tolstoy que vislumbr senderos msticos, Herman Hesse con su
Siddharta y muchos ms. Otros,
buscadores de los arcanos del alma humana, se interesaron por el
Budismo Zen, como Jorge Luis Borges. Y otros, recorren parajes kapkianos, camusianos, etc., que tocan
profundidades angustiantes del hombre. Variopinta narrativa, til y de
frondosa delectacin que, en lo posible, debiera ser ubicada con buen
juicio, para no deshojarla de su real
dimensin.
Por lo dems, as son pues las cosas en este pequeo mundo de vanidades. Pequesima la obra del hombre en su diaria actividad cargada
de soberbia, posturas ridculas y
otras lacras de quienes no perciben
la luz del espritu y que, ofuscados,
no pueden realizarse ms all de lmites mundanos.
Bien. Esto es todo lo necesario y
suficiente sobre La literatura y la vida de Mario Vargas Llosa: egocntrico y desacertado en varios puntos
de este su artculo. Premio Nobel de
Literatura que en asuntos polticos estampa la siguiente barbaridad: hay
que modernizar al indio aunque se
destruya su cultura.

ro se le rindi homenaje en la Municipalidad del Cusco. El visionario Valcrcel que profetiz la conquista de
Lima por los pobladores del Ande,
se hizo presente con su voz y pluma
de certera crtica a esa Lima extranjerizante y centralista que desde la independencia criolla del Per gobierna hasta hoy.
Muy buena la iniciativa de algunos expositores que propusieron la
reedicin de la obra de este insigne
maestro. Loable la actitud de su nieto Fernando Brugu Valcrcel, ntegro, consecuente y leal con el patriarca de su familia. Condenable la exposicin de intelectuales apristas
que disertaron verdades a medias
acerca de la vigencia del historiador.
Pues, el actual gobierno acaudillado
por Alan Garca Prez, en este su segundo gobierno, maltrata con furia
al indgena de los Andes que defendi ardorosamente Luis E. Valcrcel.
Esa parte de la historia presente as
como las ofensivas palabras de Alan
Garca sobre los apus, la Pachamama y la cosmovisin andina de la
mayora de peruanos, obviamente
estuvo ausente en la exposicin de
esos intelectuales.
No hay que olvidar que el Partido
Comunista del Per rechaz las tesis
indigenistas de Jos Carlos Maritegui, vigentes an. Felizmente hubo
apasionados estudiosos tanto comunistas como apristas que, por iniciativa profesional al margen de sus militancias partidarias, entregaron excelente aporte sobre la cultura andina.
Coincidentemente en este 2011
tambin se conmemora el centenario del nacimiento de Jos Mara
Arguedas. En Lima y en diferentes departamentos el homenaje es muy
sentido y reivindicativo, con foros, actuaciones artsticas y exposiciones
que refrescan la memoria de los peruanos que admiramos a Arguedas,
defensor del indio y la cultura andina. Cun satisfactorio debe de estar
LUIS E. VALCARCEL Y JOSE
el espritu de este escritor, luz perenne entre celajes dorados, apus y saMARIA ARGUEDAS
En este ao de 2011, tanto en Li- bor a tierra nutricia, ahora que conma como en el Cusco y otros depar- trariamente a lo que sentenci Mario
tamentos, se conmemor los 120 Vargas Llosa, la utopa arcaica no es
aos del nacimiento del historiador la cosmovisin andina sino el neoliLuis E. Valcrcel. En el mes de febre- beralismo que pretendi desapare216

cer a las culturas nativas del mundo


y que, sin lograr ese objetivo, se desmorona putrefacta.
Justo y acertado pues el reconocimiento a Luis E. Valcrcel y Jos Mara Arguedas. As es cmo se debe
homenajear a los valores signos, en
forma moderada, respetuosa y paradigmtica. Sin hundirse en delirios
del culto a la persona, daina dependencia, como sucede con gregarios
polticopartidarios que prosiguen
adorando a caudillos que terminaron como bultos histricos.
"EL SUJETO RACIONAL
ETICO ESTETICO"
Con este ttulo, Heinz Dieterich
Steffan en su libro " Nuevo Proyecto
Histrico Socialismo Siglo XXI", propone el necesario y esencial cambio
del hombre, como nunca antes se
haba tomado en cuenta en las ideologas revolucionarias que sustentaron a los partidos polticos de izquierda.
Dice Dieterich: " Para transformar
la sociedad hay tres caminos posibles: (a) manipular genticamente al
ser humano, (b) tratar de crear al nuevo hombre y, (c) cambiar las instituciones que guan su actuacin. El inciso
(a) es el sueo del capitalismo totalitario, como ya lo proclama abiertamente en los pases del Primer Mundo. La
opcin (b) ha sido aplicada por todas
las religiones del mundo, seculares y
metafsicas, con resultados desastrosos. Los elegidos e iluminados, los talibanes, santos y comisarios polticos,
guiados por sus respectivos credos,
slo han producido infiernos para los
dems. Por eso, el Nuevo Proyecto
Histrico opta por el cambio de las
instituciones, pero no en una perspectiva utpica, sino dentro de sus posibilidades objetivas".
En efecto: El punto (a) slo puede
caber en la mente del capitalista. El
punto (b) no es veraz del todo y se
presta para una oportuna e imprescindible aclaracin: deslindar los
conceptos de religin y movimiento
espiritual, aparentemente iguales,
pero definitivamente contrarios, no
obstante a que las religiones en sus
orgenes tuvieron el fundamento espiritual con el cual el hombre deba
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

PARRAFOS CONTESTATARIOS III

cambiar positivamente. No hay que


olvidar que la base primigenia de las
religiones era el despertar espiritual
o experiencia espiritual que consiste
en la liberacin del ego o egosmo:
cambio del ser humano o creacin
del nuevo hombre. Ms, con el tiempo, la prctica religiosa se apart de
ese principio espiritual, por supuesto
que con excepcin de religiosos ntegros en todas las religiones del mundo y de sectores consecuentes dentro de ellas.
Las religiones se volvieron ms
que todo litrgicas y se rodearon de
parafernalias que alejaron de la espiritualidad a sus fieles. Asimismo, adquirieron poder poltico y econmico, y se dieron a la conquista de la fe
dictatorialmente, incluso con guerras
en nombre de sus dioses. Todo eso
es historia. Hoy, las jerarquas religiosas, como siempre, se coluden con
los gobiernos y grupos de poder, posiblemente con algunas excepciones. Fenmeno parecido a lo que sucedi con caudillos y dirigentes polticos que en oportunidades desorientaron y confundieron a sus seguidores, tanto militantes como simpatizantes. En este caso tambin con excepciones.
En cambio, los movimientos espirituales, tienen como objetivo primordial la transformacin positiva del
hombre: creacin del nuevo hombre. En ese sentido, difieren de las religiones. Los movimientos espirituales son de autntico servicio, buscan
la paz y la justicia social. Acogen a
creyentes de cualquier religin, incluidos agnsticos y ateos. En esto tambin se diferencian de las religiones
que lamentablemente dogmatizan,
generando odio entre sus creyentes
que, en algunos casos, desembocan
en enfrentamientos irreconciliables.
Como se sabe, hay quienes siguen sosteniendo entre creyentes
y ateos que los seres humanos nacen sin egosmos y que la sociedad
los desequilibra emocionalmente
con consecuencias anmalas. Sobre
esa base conceptual, idelogos geniales propusieron que cambiando
lo malo de la sociedad cambiara el
hombre. As de afirmativo y enmarcado dentro de lo econmico, poltico
El Antoniano 118 2 trimestre 2011

y social, sin darle importancia al factor emocional del hombre, a la controvertida naturaleza del ser humano. Mas, la ciencia, en las postrimeras del siglo XIX y albores del siglo
XX, confirm que el hombre nace
con predisposiciones tanto para el
bien como para el mal (verdad conocida en las culturas antiguas), escondidas en el inconsciente individual y
en el inconsciente colectivo. Surgieron as las teoras de Sigmund Freud,
Alfred Adler, Carl Jung, William James y otros estudiosos de la mente,
de la conciencia y del inconsciente.
Esos mismos conceptos se encuentran en los movimientos espirituales
que activan programas diferentes a
los de la ciencia. Y para estos primeros aos del siglo XXI, se sabe que la
humanidad est seriamente neurotizada, con severos trastornos de personalidad, sobre todo alienada por el
sistema capitalista. La humanidad ha
llegado a su punto de quiebre, toca
fondo, casi sin remedio.
Los autnticos movimientos espirituales saben que nadie cambia al
hombre, porque quien debe cambiar
es l mismo, en proceso largo de liberacin de la esclavitud del egosmo.
As que no es del todo cierto que
transformando la sociedad se transforma al hombre. Ni basta con cambiar
las instituciones, como sostiene lo
digo con el mayor respeto el genial
Dieterich en el punto (c). Lo cierto es
que el hombre se transforma a s mismo y que los cambios positivos de la
sociedad y de sus instituciones, contribuyen con esa transformacin. Ms
exactamente: cambio social y cambio individual deben ir de la mano.
Sin esperar que los lderes sean perfectos y desegoistizados para emprender cambios sociales. En ese sentido
es sabio Dieterich, cuando advierte.
"El nuevo mundo no tiene por condicin que sus creadores sean santos ni
hroes, sino mortales, que dentro de
la contradictoria condicin humana
de miseria y esplendor, estn dispuestos a cambiar ticamente su destino".
Lo novedoso y de urgente necesidad
en "El sujeto racional ticoesttico"
que fundamenta Dieterich, es el hecho de tocar lcida y frontalmente
puntos clave relacionados con la na-

turaleza humana dentro de un proyecto poltico. Cosa que nunca se haba


hecho antes o slo se vio superficialmente y con desconocimiento del
mundo psquico del individuo. Se consideraba al ser humano nicamente
como sujeto poltico, econmico y social, y para cuidar su desempeo correcto, se contaba con normas de moralidad y disciplina inoperantes, absurdas y hasta ridculas. Con la propuesta: sujeto racionalticoesttico, recin se contara con bases reales para una visin completa del cambio social e individual.
Dieterich concluye este captulo
concerniente a la naturaleza y conducta humanas, con conceptos optimistas: "No cabe duda, que el fin del
egosmo, de la codicia y de la explotacin, que le son inherentes al principio de la oferta y demanda, conducir a cambios tan profundos en la manera de pensar y actuar, que despus
de su implantacin general, ser posible hablar, en trminos generales, de
un nuevo ser humano. Porque el sujeto rescatado de la denigracin de las
instituciones burguesas, encontrar
en la democracia real un entorno para desarrollar en plenitud sus capacidades racionales (ciencia), morales
(tica) y estticas (arte). Superada la
divisin entre el trabajo intelectual y
manual; abolido el yugo extenuante y
brutalizador de la plusvala; vencida
la discriminacin de colores, sexo e ingreso y franqueado el abismo entre
campo y ciudad, el ser humano se
realizar en las tres fuentes de nuestro
ser: el trabajo, el eros y el saber ".
Coincidencia significativa de esas tres
fuentes, con los enunciados de la cultura andina: Llankay (trabajo), Munay
(amor) y Yachay (saber). Sencillamente extraordinario!
As es: ya en pleno punto de quiebre de la humanidad, cuando todo
parece sucumbir, surgen ideas brillantes de pensadores como Heinz
Dieterich Steffan, cuyos libros deberan leer los jvenes que insisten en
sus bsquedas. Jvenes lcidos que
reflexionen no slo acerca del cambio de la sociedad, sino tambin del
cambio individual. Y que estn convencidos de esa dualidad.
217

ngel Avendao

ESTOS CLAUSTROS1
ngel Avendao Farfn

ESTOS CLAUSTROS de la Universidad


San Antonio Abad del Cusco,
convirtironse un tiempo en morada del
obispo Jos Prez Armendaris. Mucho
antes, fueron Colegio y Noviciado de los
jesuitas, cuartel de Los Pardos de Lima,
prisin destinada a torturar patriotas,
Universidad Constitucional de San Simn,
Colegio de Ciencias y Artes, Universidad
Nacional de San Antonio Abad, Museo
Arqueolgico, Archivo Histrico, Programa
de Derecho, sucesivamente. Entre el ojo
rencoroso de estos nichos pagaron su
tributo a la libertad: Tpaq Amaru, Jos
Angulo, Ildefonso de las Muecas, Justo
Apu Sawarawa, Jos Manuel Rivero, Jos
Augustn Chacn, Bernardo Tampowaqso,
Gabriel Aguilar y tantos otros combatientes
por la libertad. No vale esta fachada por
sus piedras platerescas, ni por sus cuatro
columnas de fornidas aristas. En este local,
la libertad fue un camino de sangre,
turbado por la paz de las oraciones y por
el aullido de los torturados. Ahora es un
local de traza colonial, con su vestbulo
gigantesco de lbulos descascarados, con
su prtico grave y majestuoso, llena de
zcalos y arcos de medio punto, agredidos
de estatuas que dizque representan a
Kawide, Weraqocha, Qori Oqllo. Su patio
est cercado de columnas esbeltas, de
amplios corredores emperifollados de
mingitorios jurdicos y de otros mingitorios
que an memorizan dura lex, sed lex de
los cdigos burgueses.
Este es el local de la Universidad
Nacional del Cusco, blanqueada por fuera
y resguardada por dos portones de clavas
relucientes, llena de rtulos y avisos
doctorales, donde Tpaq Amaru es un
indio inmortal, perdido entre las intrincadas
columnatas de las leyes mortales.
1 De Cusco: Crnica de una Pasin.

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