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MOTORA
Se hace una acción (por ejemplo “dar palmas”) y de inmediato se da la orden “hazlo tú”.
El niño tiene que imitar esa acción (por eso no se le da la orden verbal “da palmas”).
Cada vez que el niño lo hace bien, con o sin ayuda, recibe su recompensa: un trocito de
algo que le guste, una caricia y un “Bravo, qué bien lo haces, das palmas”. En el caso de
que el niño no repita la acción, pues se le cogen las manitas y se le ayuda a hacer el
gesto.
En cada sesión se trabajan tres ejercicios, y cada uno se repite cinco veces. En sesiones
posteriores se pasará a un nuevo ejercicio cuando el niño domine el anterior.
- Dar palmas
- Dar palmas sobre las piernas
- Levantar los brazos
- Extender los brazos hacia los lados
- Tocarse la barriga
- Sacudir la cabeza
- Hacer adiós con la manita
- Frotar las manos
- Palmear sobre la cabeza
- Hacer el puño
- Señalar con el índice
- Hacer el gesto de “sí”
- Cruzar los brazos sobre el pecho
- Abrazarse
- Tocarse la nariz (y las diferentes partes de la cara)
- Rascarse la cabeza
- Cubrirse la boca con las manos
- Inclinar la cabeza hacia adelante
- Ponerse de pie / sentarse
- Ponerse en cuclillas
La imitación motora gruesa se irá combinando con ejercicios de imitación con objetos y
con juguetes. La mecánica de trabajo es la misma. Sentados frente a frente, se hace una
acción y se da la orden “ahora tú”. El niño tiene que repetir la misma acción. En el caso
de que no la haga por sí mismo, se le ayuda cogiéndole las manitas.