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Sumario
I. Presentación. II. Los prepackaged plans. 1. Nuestra opinión anterior a la ley 25.589.
2. Origen y base legislativa de los prepackaged plans en USA. 2.1. Orígenes. 2.2. Base
legislativa actual. 3. Desarrollo práctico y doctrinal. 4. Algunos aspectos de interés. 4.1.
Información. 4.2. Categorización o clases. 4.3. Acreedores comprendidos. 4.4.
Confirmación y efectos. III. Otros antecedentes. 1. Legislación uruguaya. 1.1.
Concordato privado. 1.2. Concordato preventivo extrajudicial. 1.3. Concordato
preventivo extrajudicial en caso de sociedades anónimas. 1.4. Anteproyecto de "Ley de
Concursos". 2. Legislación inglesa. 3. Legislación francesa. 4. Reflexiones finales. IV.
Perfil del Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) en la ley argentina actual. 1. Breve
reseña de la legislación anterior. 2. El acuerdo preventivo extrajudicial en la ley 25.589.
3. Los "perfiles difusos" de la figura. 4. Del carácter del APE: interpretación finalista o
teleológica. 5. Coexistencia de alternativas diversas. 6. La superación y el futuro. V.
Algunos puntos polémicos. 1. El APE y la categorización o clases. 1.1. Posibilidad de
categorización. 1.2. Exclusión de una categoría o clase. 1.3. El "Cramdown Power". 2.
Negociación y moratoria. 3. La actuación y voto de fiduciarios y otros representantes. 4.
Algunos efectos particulares. 4.1. Intereses. 4.2. Contratos pendientes. 4.3.
Administración por el concursado: límites y revocabilidad. 4.4. Suspensión de procesos
y pedidos de quiebra. 4.5. APE y conversión de la quiebra. 4.6. Efectos del
desistimiento y del rechazo de la homologación. 4.7. Conformidades: tiempo para la
presentación y ultraactividad. 4.8. Verificación tardía. VI. El acuerdo privado no
homologado.
I. Presentación II. Los prepackaged plans III. Otros antecedentes IV. Perfil del Acuerdo
Preventivo Extrajudicial (APE) en la ley argentina actual V. Algunos puntos
polémicosVI. El acuerdo privado no homologado
I. Presentación
Estábamos escribiendo un trabajo sobre el acuerdo preventivo extrajudicial para esta
Revista, cuando llegó a su redacción el completo artículo de Francisco Junyent Bas
sobre el tópico, que se publica en este mismo número. Para evitar una reiteración de la
temática, mutamos la estructura que habíamos planificado. Por ello, nos centraremos en
definir lo que en nuestro concepto son los principios orientadores del instituto (Caps. II,
III y IV), que entendemos totalmente renovado en la ley 25.589, aunque con vestigios
de una estructura anterior y con algunos vacíos que la doctrina y jurisprudencia deberán
llenar.
Continuaremos tratando algunos de estos temas polémicos -sin pretensiones de
agotarlos todos- (Cap. V), y finalmente reiteraremos algunas palabras sobre los
acuerdos privados no homologados (Cap. VI).
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II. Los prepackaged plans
2.1. Orígenes
La doctrina americana estudia antecedentes de los prepackaged plans en la legislación a
partir de la Bankruptcy Act de 1898 y sus posteriores reformas [3].
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La Corte de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York aprobó la General Order N° 201
que reglamenta la tramitación de los prepackaged plans. Esa reglamentación fue
redactada por un comité de notables (jueces, abogados, funcionarios judiciales, bajo la
dirección de la jueza Tina L. Broznan) y lleva fecha de aceptación por la Corte el 2 de
febrero de 1999 [8].
4.1. Información
La ley exige una adecuada información, no sólo amplia y de buena fe, sino también que
se haga llegar a todos los acreedores en condiciones de igualdad [14].
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III. Otros antecedentes
1. Legislación uruguaya
La legislación uruguaya, además de mantener el instituto de las "moratorias" [19], en
diversas leyes admite los "concordatos privados", los "concordatos preventivos
extrajudicales" y los "concordatos preventivos" (judiciales) [20].
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La ley 2230 de 1893, introdujo el concordato preventivo para las sociedades anónimas,
sosteniendo la doctrina que corresponde admitir tanto el concordato preventivo judicial
como el concordato preventivo extrajudicial [34].
2. Legislación inglesa
La actual legislación inglesa admite los "voluntary arrangements", tratando
separadamente los casos de compañías (CVA, Company Voluntary Arrangements) y los
de individuos (IVA, Individuals Voluntary Arrangements) [37].
Los supuestos de arreglos voluntarios de individuos estaban regulados con mayor
extensión desde el inicio y se preveía la actuación de una Corte a los fines de las
"Interim Orders", que permiten aplicar una moratoria en los pagos, y una interrupción
de las peticiones de quiebra y de los procedimientos contra los bienes del deudor. En los
"voluntary arrangements" de compañías (CVA) este efecto no se producía, siendo uno
de los defectos mencionados por la doctrina [38]. La legislación de 1985/86 fue
inspirada, en gran parte, por las conclusiones del "Cork Report" [39] y a su orientación
se ha dado en llamar "Corporate Rescue Culture"o "New Rescue Culture" [40]. Dentro
de la misma orientación las reformas del año 2000 han permitido a las pequeñas
empresas la utilización de los CVA, con efecto de admitir también los interim orders y
otras facilidades para estas entidades [41].
En los CVA, que pueden ser ofrecidos por los directores, por los administradores
judiciales o por los liquidadores, y se designa un "Nominee" con facultades de opinión e
información. El oferente debe acompañar documentación y citar a reuniones (meetings)
de acreedores y socios en las cuales se puede votar la propuesta original o con
modificaciones. En principio, es necesaria la conformidad de tres cuartas partes de
capital y su votación favorable debe comunicarse a la Corte y a los acreedores. El
acuerdo voluntario así aprobado tiene efecto respecto a la compañía, de los acreedores
concurrentes y de las personas que fueron anoticiadas y tuvieron derecho de participar
en los meetings [42].
3. Legislación francesa
En la legislación francesa no existe un acuerdo extrajudicial como el APE instaurado
por la ley argentina 25.589, que consista en un acuerdo obtenido privadamente con una
cierta mayoría de acreedores, y se aplique también a los demás o a los integrantes de
categorías similares.
Sin embargo, la ley de 1984 y el decreto de 1985 (y sus modificaciones) sobre
prevención y arreglo amigable de las dificultades de empresas [43], prevén un
procedimiento con actuación judicial, en el que interviene un mediador y que, llegado a
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un acuerdo con "los principales acreedores", permite al tribunal tomar medidas respecto
del crédito de los demás.
Así, el artículo 36 de la ley (art. L.611-4, VIII del Nuevo Código de Comercio) dice:
"Desde que el acuerdo ha sido concluido con todos los acreedores, es homologado por
el Presidente del Tribunal de Comercio y es inscripto. Si un acuerdo es concluido con
los principales acreedores, el Presidente del Tribunal puede igualmente homologarlo y
acordar al deudor las esperas de pago previstas en el artículo 1244-1 del Código Civil
por los créditos no incluidos en el acuerdo". El artículo 1244-1 del Código Civil,
modificado por la ley 91-650 del 9 de julio de 1991, artículo 83, permite al juez, con el
límite de dos años, prorrogar o escalonar los pagos de sumas debidas y tomar otras
decisiones pertinentes [44].
Recordemos que el Code de la Consommation (ley 93-949, del 26-7-93) tiene reglas
similares en los artículos L.331-6 y por los artículos L.331-7 y L.33, C-1, la "Comisión
de Sobreendeudamiento de Particulares" (ley 95-125) puede, en caso de fracaso de la
conciliación, recomendar planes de pagos y otras medidas similares, las que deben ser
confirmadas por el juez de ejecución, admitiendo un proceso breve si existe oposición.
En ambos casos se aplican por la decisión judicial, independientemente de la voluntad
de los acreedores y deudor.
4. Reflexiones finales
Como hemos visto, ciertas legislaciones adoptan o se aproximan a la idea de que un
acuerdo obtenido fuera de un tribunal, adquiera fuerza respecto de acreedores que no lo
suscriben, cumplidas ciertas condiciones [45].
Esto no empece a que, como mera reflexión, podamos hacer notar dos distinciones
sobre instituciones vecinas aunque no necesariamente iguales. Ellas son:
a) Los acuerdos privados o extrajudiciales, que se pactan entre las partes y no tienen
homologación o confirmación y se aplican exclusivamente entre los firmantes [46].
b) Los procedimientos, generalmente extrajudiciales, destinados a enfrentar crisis
sistémicas a través de métodos de conciliación, mediación o reunión de deudor y
acreedores para encontrar soluciones. Estas alternativas son mencionadas generalmente
haciendo referencia al llamado "London Approach" y a los también denominados
"Workouts" [47].
IV. Perfil del Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) en la ley argentina actual
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2. El acuerdo preventivo extrajudicial en la ley 25.589
La ley 25.589 del 15 de mayo de 2002 modifica sustancialmente el capítulo "Acuerdo
Preventivo Extrajudicial". Su exposición detallada, como anticipamos, excede de este
trabajo y ha sido encarada en esta Revista en el importante artículo del doctor Francisco
Junyent Bas. También ha merecido el tratamiento amplio de la doctrina nacional [49].
Sin duda su principal innovación (y a nuestro juicio su mérito destacable) consiste en
haber admitido acuerdos de gestación extrajudicial que, llevados a un tribunal, merecen
su homologación y mediante ella son aplicados a todos los acreedores de la misma clase
o categoría que aquellos que los suscribieron.
En este capítulo analizaremos el perfil estructural de esos acuerdos, ubicándolos dentro
de una sistemática y tratando de definir su "carácter".
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Sin desconocer la validez incontrastable de esta afirmación, nos parece que el nuevo
APE no se encapsula dentro de una visión ideológica o, si se quiere, de filosofía
política, sino que tiene apoyaturas más amplias.
Es cierto que para quienes conciban una ley concursal desde una óptica puramente
"voluntarista" (posición francamente minoritaria en el Derecho moderno), el APE de la
ley 25.589 se orientará en esa dirección. También, quizá, quienes adhieran a una
concepción económica liberal (en el sentido europeo), comprendan la solución como
insertándola dentro de tal orientación de política económica (aun cuando pueda
sostenerse que el liberalismo "original", al que Fargosi llama reiteradamente
"decimonónico", propicie la directa eliminación de la empresa insolvente).
A su turno, aquellos que postulen una "interpretación económica del Derecho" [57],
encontrarán que los fundamentos del nuevo APE se hallan en la eficiencia del método y
la reducción de los costos de transacción. Por lo que diremos más adelante, ambos
fundamentos son inocultables (eficiencia del método y ahorro de costos), aunque no se
propicie esta postura interpretativa.
Sin embargo, el nuevo APE cobra valor también observándolo desde otros ángulos.
Obviamente no se trata de un sistema voluntarista al corte de la ley argentina 4156 de
1902 [58]. En efecto, preside el instituto la facultad del juez de aplicar la ley y
considerar, al homologar, si el acuerdo que le es sometido no significa una propuesta
abusiva o un fraude a la ley [59], comprendiéndose también el control de legalidad
formal y el sometimiento a la regla moral, al orden público y a perseguir un objeto lícito
(art. 953 del Cód. Civ.) [60].
Es así que las legislaciones modernas han centrado su orientación en los procedimientos
preventivos, con finalidad principal de proteger a la empresa basada en razones de
"interés público" o "utilidad social" [61]. Es decir, fundamentos vinculados al interés
general o público que superan y trascienden de la mera composición privada en
beneficio exclusivo de las partes.
Desde el punto de vista del interés público y la utilidad social, hemos visto en sistemas
comparados que las estadísticas indican mayor grado de recupero del crédito y de
saneamiento de la empresa a través de los llamados "acuerdos extrajudiciales". En el
Derecho y la práctica argentinos, a pesar de ciertas apreciaciones sobre el fracaso del
método [62], en todas las épocas se lo ha utilizado, aunque con casi nula recurrencia al
proceso de homologación, cuando éste era admitido.
El sistema actual, con algunos problemas interpretativos y la mezcla de soluciones
diferentes, de todas maneras lleva a una conjunción de lo reclamado por la práctica y el
interés general. Por esa razón entendemos que el esquema básico del APE es apto para
brindar soluciones valiosas para la comunidad en su conjunto, para lo cual es necesario
interpretar con criterio finalista y flexible sus preceptos.
También cabe reflexionar, como lo hemos hecho en otra oportunidad [63], que "las
dificultades que llevan a la crisis o que se producen por ella tienen una primera forma de
abordaje que debe vincularse decididamente con la técnica de la organización
empresarial. Esta ciencia proporciona, considerando el utilaje disponible en su conjunto
(y también en lo jurídico), las alternativas más viables y convenientes en el camino de
las soluciones" [64]. Con respeto, pues, de los valores jurídicos superiores [65], es claro
que la ley debe proporcionar las instituciones jurídicas que sean más aptas para lograr
los objetivos de recuperación empresarial y satisfacción del crédito (junto con los que
devienen de ellos, como la conservación del empleo). De esta manera la ley responde al
interés público y general facilitando soluciones equitativas y oportunas.
No es un punto menor la economía de gastos, que tanto en la práctica mundial como en
la argentina han demostrado ser un aspecto sustancial en la solución de las crisis.
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5. Coexistencia de alternativas diversas
A pesar de lo que hemos llamado "perfiles difusos de la figura", coexisten en el mismo
capítulo el acuerdo privado sin homologación y el APE homologado. Como veremos
más adelante, no existe incoherencia en admitir la aplicabilidad de ambos institutos,
según las necesidades y sus propios efectos.
Tampoco existe contradicción legislativa al regular el APE y, separadamente, el acuerdo
preventivo (judicial), como tampoco existe al interpretar que la ley también permite,
junto a ellos, el acuerdo privado no homologado. Así como en un caso particular puede
ser un error la indebida elección de uno de estos institutos cuando la realidad aconsejara
alguno de los otros, también lo es que se pretendan trasponer doctrinalmente los
principios de una figura a la otra sin las necesarias distinciones, o juzgar una de ellas
única o centralmente conforme a las reglas instauradas para otras. Por eso hemos dicho
que es preferible definir el "carácter", es decir el perfil definitorio de cada una, que le
confiere su propia estructura y brinda elementos para una adecuada interpretación y
aplicación.
6. La superación y el futuro
La realidad y la ley siempre tienen un diálogo fluido. Una modula a la otra y ambas
evolucionan con la época.
El APE, tal como está legislado en la ley 25.589, ha significado un importante paso
como aporte a la mejor solución de las dificultades empresariales, sobre todo en épocas
de crisis sistémicas.
Como ocurre frecuentemente con las nuevas instituciones o con variantes de
instituciones ya conocidas, la ley al comienzo es breve y esquemática [66], después
recoge las experiencias de su aplicación y de la evolución de la doctrina y así amplía su
espectro normativo.
Por ello la superación del texto actual referido al APE se ha de producir de dos diversas
maneras:
a) Mediante una interpretación doctrinaria y jurisprudencial que permita deslindar y
determinar los confines de la figura, en un juego armónico por sus principios y las
necesidades a las que atiende;
b) a través de una nueva formulación legal que, seguramente manteniendo los
principios, perfeccione los instrumentos para resolver con más solidez las cuestiones
concretas que surgen de su aplicación.
El futuro, que hoy impone cierta aceleración de manera de transformarse en "futuro
inmediato", deberá atender las situaciones que se han precipitado y cuya reiteración,
lamentablemente, no cabe descartar. Se trata de la que hemos denominado "crisis
sistémica" que abarca a una generalidad extensa de sujetos económicos y requiere
soluciones propias. Para ello habrá que aguzar la inteligencia para sacar los mayores
frutos de la legislación actual, pero también propiciar los institutos que requiera la
emergencia [67].
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Hemos afirmado que la figura del APE no excluye la posibilidad de categorizar a los
acreedores. Tampoco excluye la factibilidad de ofrecer acuerdos para acreedores
privilegiados o para alguna categoría o clase de ellos [68]. En general la doctrina admite
estas conclusiones [69]. Es claro que por imperio del artículo 44 de la ley 24.522 el
acuerdo que comprenda acreedores con privilegio especial debe contar con la
unanimidad de tales acreedores.
No consideramos que sea irrelevante la categorización, incluso la de los acreedores
quirografarios. La categorización brinda apoyo a la proposición de acuerdos
diferenciales, tal como surge del artículo 43 de la ley 24.522 y ha sido una de las
innovaciones de esta ley de mayor utilización y apoyo doctrinario.
Es cierto que no existe una "resolución de categorización", tal como se prevé en el
artículo 42 de la ley, pero ello no parece obstáculo como para que el APE contemple las
categorías. La regla genérica respecto de las mayorías prevista en el artículo 73 de la
LCQ, según la reforma de mayo de 2002 [70], no puede ser obstáculo a la admisión del
útil remedio de la categorización y las propuestas diferenciales. Una interpretación
armónica e integral de la ley permiten concluir que el legislador no ha tenido por
finalidad prohibir tales variantes. Además, la remisión del artículo 76 a los efectos del
artículo 56, todos de la ley concursal, nos hace advertir que en este último uno de los
efectos está indicado en el tercer párrafo, que claramente contempla la categoría de
acreedores [71].
Finalmente debemos concluir que la categorización debe ser razonable y consistente tal
como lo sería para un acuerdo ordinario, aplicándose al artículo 41 de la LCQ. El juez,
al homologar, podría encontrar abusiva o fraudulenta la calificación y aplicar el criterio
de artículo 52, inciso 4° de LCQ [72].
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es conveniente sino que a veces es imprescindible (en beneficio de los mismos
acreedores) el mantenimiento de sus condiciones preexistentes [75].
2. Negociación y moratoria
Como sabemos la moratoria, como solución o remedio independiente, ha sido eliminada
de nuestra legislación desde antiguo [79].
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A su vez, la apertura del concurso preventivo ordinario o judicial produce la
imposibilidad de pedir la quiebra del deudor y la suspensión de ciertos juicios y
ejecuciones, según los artículos 10 y 21 a 24 de la LCQ.
En algunas legislaciones se admite la posibilidad de pedir al juez la suspensión de
algunos litigios y hasta de determinados contratos, estando en trámite una solución
básicamente extrajudicial [80].
Al igual que los precedentes de los prepackaged plans del Derecho americano [81], en
el Derecho argentino no se ha previsto ninguna moratoria o stay para operar durante el
plazo en el que el deudor negocia con los acreedores la obtención de sus conformidades.
Por su parte la ley otorga esas consecuencias sólo como un "efecto de la presentación"
[82]. Por tanto, en el Derecho argentino actual no cabe pensar en medidas de suspensión
de juicios o subastas sino una vez presentada la petición de APE.
4.1. Intereses
El artículo 16 de la LCQ establece la suspensión de los intereses que devengue todo
crédito de causa o título anterior que no esté garantizado con prenda o hipoteca. Este
efecto no se ha previsto para el APE y parece natural que así sea. Esto es así por cuanto
la propuesta de acuerdo conformada por los acreedores y presentada para el APE, debe
ya contener la previsión del tratamiento de los intereses de las deudas comprendidas en
él. Las deudas no comprendidas no pueden quedar afectadas en estos accesorios y, por
tanto, es inaplicable el precepto legal indicado.
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4.2. Contratos pendientes
A nuestro juicio tampoco se aplican las normas del artículo 20 respecto de los contratos
con prestaciones recíprocas pendientes. Su fundamentación corre por iguales carriles a
la que hemos realizado respecto de los intereses. Ello no importa desplazar la
posibilidad de aplicar, para los contratos de trabajo, las normas sobre el "procedimiento
de crisis" que prevén las leyes laborales específicas (dado que no se aplicarían los
preceptos del art. 20, LCQ sobre contratos de trabajo).
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4.6. Efectos del desistimiento y del rechazo de la homologación
Iniciado un proceso para obtener un APE, puede ocurrir que el deudor desista de su
petición, o bien que el juez no homologue.
a) La doctrina admite la posibilidad de que el deudor desista de su petición en el trámite
de un APE [92]. El desistimiento no importa la quiebra del deudor, pudiendo debatirse
si en tal situación se aplica el artículo 31, parte final, de la LCQ. Pensamos que,
cualquiera sea la posición que se adopte a este respecto, no queda duda de que el deudor
podrá presentarse solicitando el concurso preventivo después de haberle sido rechazada
o desistida una petición de APE. Incluso, en ciertas situaciones, podría presentarse
nuevamente para homologar un APE [93].
b) No homologado un acuerdo, así como los acreedores recobran la facultad de solicitar
la quiebra o iniciar o continuar acciones de contenido patrimonial "el deudor puede
reincidir en solicitar la homologación de un acuerdo preventivo extrajudicial o
presentarse en concurso preventivo judicial. Todo ello claro está en instancias y
procesos distintos". También hemos observado que la denegatoria de homologación no
es causal de quiebra del deudor, pues no aparece enumerada en el artículo 77, inciso 1°
de la LCQ [94]. Si el juez rechaza la homologación por fundarse solamente en
"omisiones o exageraciones del activo o pasivo" (que deben tener cierta gravedad), el
deudor podría requerir nuevas conformidades de los acreedores informándoles
debidamente los aspectos observados y así presentar un nuevo pedido de APE. Si el
rechazo se produce por la inexistencia de la mayoría necesaria y se encuentra firme, el
deudor podría repetir su pedido de APE, adjuntando las conformidades requeridas.
En caso que el rechazo de la homologación se produzca porque el juez considere que la
propuesta es "abusiva o en fraude a la ley", es obvio que, hallándose firme esta
resolución, el deudor no podrá reiterar nuevamente el mismo acuerdo. Tampoco podría
hacerlo si se dieran las otras causales de no homologación a las que nos hemos referido
en el Capítulo IV 4, con cita en nota del trabajo de Heredia [95] (ser contrario al orden
público, la moral o las buenas costumbres).
c) Cuando el APE es rechazado por sentencia firme por no ser el deudor susceptible de
concursamiento, es evidente que no podrá reiterar la petición, salvo que hayan variado
las circunstancias que dieron lugar al rechazo.
d) En el supuesto de rechazo por decisión firme basada en la incompetencia del juez, el
deudor podría reiterar la petición en el juzgado pertinente. No es aplicable la remisión al
juzgado competente, según el artículo 101 de la LCQ, pues este precepto sólo rige para
la quiebra decretada.
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LCQ) o bien cuando existieron vicios de la voluntad, o el juez entendió que la propuesta
era inadmisible por abusiva, consistir en un fraude a la ley o ser contraria a la moral, a
las buenas costumbres o al orden público [97].
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d) Tal como lo hemos manifestado con reiteración y lo ha expresado con mucha
autoridad y precisión Heredia [104]: "si el concordato extrajudicial no homologado
logra superar el estado de cesación de pagos o las dificultades económico-financieras de
carácter general, habrá cumplido su fin propio y no será alcanzado por las normas sobre
ineficacia falencial". El autor concluye caracterizando jurídicamente estos acuerdos,
incluso en cuanto a su régimen de nulidad e incumplimiento, con argumentos que
compartimos.
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5 "1121. Who may file the plan. (a) The debtor may file the plan with a petition
commencing a voluntary case, or at any time in a voluntary case or an involuntary case"
("Quien puede presentar el plan: a] El deudor puede presentar un plan con la petición al
iniciarse el proceso voluntario, o en cualquier momento en el proceso voluntario o
durante un proceso involuntario").
6 "b) For the purposes of subsections c) and d) of this section, a holder of a claim
or interest that has accepted or rejected the plan before the commencement of the case
under this title is deemed to have accepted or rejected such a plan, as the case may be,
if: "(1) the solicitation of such acceptance or rejection was in compliance with any
applicable nonbankruptcy law, rule, or regulation governing the adequacy of disclosure
in connection with such solicitation; or "(2) if there is not any such law, rule, or
regulation, such acceptance or rejection was solicited after disclosure to such holder of
adequate information, as defined in section 1125(a) of this title". ("A los propósitos de
las subsecciones [c] y [d] de esta sección, un titular de reclamos o intereses que haya
aceptado o rechazado el plan previo a la iniciación del proceso bajo este título, se estima
haber aceptado o rechazado dicho plan, según sea el caso si: "[1] La solicitud de dicha
aceptación o rechazo ha cumplido con una ley, regla o regulación aplicable que no sea
de quiebras que rija la adecuación de la información en conexión con dicha solicitud.
"[2] Si no existiese dicha ley, regla o regulación, la aceptación o rechazo fuera
solicitada después de la comunicación de información adecuada a cada interesado,
según definición en la sección 1125 [a] de este título").
7 "b) Acceptances of Rejections Obtained Before Petition. An equity security
holder or creditor whose claim is based on a security of record who accepted or rejected
the plan before the commencement of the case shall not be deemed to have accepted or
rejected the plan pursuant to section 1126(b) of the Code unless the equity security
holder or creditor was the holder of record of the security on the date specified in the
solicitation. A holder of a claim or interest who has accepted or rejected a plan before
the commencement of the case under the Code shall not be deemed to have accepted or
rejected the plan if the court finds after notice and hearing that the plan was not
transmitted to substantially all creditors and equity security holders of the same class,
that an unreasonably short time was prescribed for such creditors and equity security
holders to accept or reject the plan, or that the solicitation was not in compliance with
section 1126(b) of the Code" ("b] Conformidades o rechazos prestados por los
acreedores antes de la presentación judicial. Un accionista o un acreedor cuyo crédito
está fundado en un título que otorga derecho a acciones, que aceptó o rechazó el plan
antes de la iniciación del caso, no será considerado como que ha aceptado o rechazado
el plan de acuerdo con la sección 1126 [b] de este Código, a no ser que el accionista o el
acreedor de un título con derecho a acciones sea titular de esos derechos en los registros
[de la sociedad] a la fecha especificada en la solicitud [de aprobación]. Asimismo, se
entenderá que el titular de un reclamo o derecho que hubiera aceptado o rechazado el
plan antes del comienzo de las actuaciones no ha aceptado o rechazado el plan, si el
Juzgado hallara que el plan no fue trasmitido o hecho conocer a sustancialmente todos
los acreedores de la misma clase, que el plazo concedido para que los acreedores
brinden su conformidad fue irrazonablemente corto o que la presentación no cumplía
con los requisitos establecidos en la Sección § 1126[b] del Código").
8 MAYERSON, Sandra E., Current developments in prepackaged bankruptcy
plans, Practicing Law Institute, Commercial Law and Practice Course Handbook Series,
PLI Order N° A0-0022 (cite as: 787 PLI/Comm. 937). En el Appendix A se transcribe
la General Order 201, a partir de la página 959.
9 75 F.2d. 947 (4th Cir. 1935) cert. denied 46 S. Ct. 92 (1935).
17
10 MAYERSON, op. cit., con análisis de nuevos casos relevantes y de la General
Order 201; FRIEDMAN y otros, op. cit.; SPECTOR, Bruce H., The use of the
prepackaged chapter 11 bankruptcy in restructuring the trouble acquisition, Practicing
Law Institute, Corporate Law and Practice Course Handbook Series, PLI Order N°
B46981, September-October, 1991 (cite as: 751 PLI/Corp. 313); GROSS, Steven R. y
MAGUIRE, George E. B., Prepackaged chapter 11 plans, Practicing Law Institute,
Commercial Law and Practice Course Handbook Series, PLI Order N° A4-4444,
January 27-28, 1994 (cite as: 682 PLI/Comm. 433); CASE, Stephen H. y HARWOOD,
Mitchell A., Current issues in prepackaged chapter 11 plans of "reorganization" and
using the federal declaratory judgement act for instant "reorganization", American Law
Institute, American Bar Association Continuing Legal Education, ALI-ABA Course of
Study, September 26, 1991 (cite as: C647 ALI-ABA 1); BAISIER, Paul M. y EPSTEIN
David G., Postpetition lending under section 364: issues regarding the gap period and
financing for prepackaged plans, en Wake Forest Law Review, 1992 (cite as: 27 Wake
Forest L. Rev., 103).
11 En Kansas se estima dos meses y medio; en CASE and HARDWOOD (op. cit.,
p. 12) pueden verse casos concretos y tiempos empleados que ellos estiman
normalmente en el rango de 42 a 123 días. Señalan que "sin embargo un prepackaged
plan es vulnerable a numerosas tácticas litigiosas [...] que pueden dilatar el
completamiento del proceso", citando el parecer del juez Abramson, que invalidó las
aceptaciones en el caso "The Southland Corporation", describía los requerimientos para
este tipo de planes como "una formidable e imponente montaña para el proponente en la
época de preparación ("pre-filing plan"). En ese mismo trabajo puede verse la
diferenciación entre "Prepackaged plan" y "Prenegotiated plan" (p. 11): En este último
paso (Prenegotiated plans) la comunicación de información y estructura del plan se
negocian antes de la presentación, pero no se solicitan las adhesiones formalmente sino
después de la solicitud judicial. Esta técnica es recomendada en los casos en que media
oferta pública de títulos, para poder cumplimentar las reglas de las Securities and
Exchange Commission (SEC) (secciones 12-14, Securities Exchange Act de 1934.
12 En algún caso se dijo que el plan, sin control y apoyo judicial, podía ser para el
deudor como una "ruleta rusa". También se señala que sin proceso judicial el deudor no
sabe si el juez aprobará la categorización de los acreedores y si la información brindada
a los acreedores es suficiente.
13 En USA la Ley de Quiebras o Bankruptcy Code establece los casos en que el
nuevo crédito es reconocido en caso de concurso: Sección 364 "Obtaining Credit".
Véase BAISIER y EPSTEIN, Postpetition lending and Section 364: Issues regarding the
gap period and financing for prepackaged plans cit. en nota 12.
14 "1125. Postpetition disclosure and solicitation. (a) In this section-(1) 'adequate
information' means information of a kind, and in sufficient detail, as far as is reasonably
practicable in light of the nature and history of the debtor and the condition of the
debtor's books and records, that would enable a hypothetical reasonable investor typical
of holders of claims or interests of the relevant class to make an informed judgement
about the plan, but adequate information need not include such information about any
other possible or proposed plan" ("a [1] En esta sección: 'información adecuada',
significa información de una calidad tal, con el detalle y la precisión necesaria que sea
razonablemente practicable, siempre y cuando se considere la condición y los
antecedentes del deudor y las condiciones de los libros y registros del deudor, que
habilitaría a un hipotético inversionista titular de las acciones o intereses de la clase
relevante para realizar un juicio sobre el plan, pero esa información adecuada no
18
necesariamente debe incluir dicha información sobre algún otro posible plan o un plan
ya propuesto").
15 CASE y HARWOOD, ob. cit., especialmente Cap. VI Confirmation of Chapter
XI plan.
16 "Notwithstanding any other provision of this section, a class that is not impaired
under a plan, and each holder of a claim or interest of such class, are conclusively
presumed to have accepted the plan, and solicitation of acceptances with respect to such
class from the holders of claims or interests of such class is not required" ("No obstante
cualquier provisión en contrario en esta sección, se presumirá de modo concluyente que
una clase que no está perjudicada [o negativamente afectada] bajo un plan, y cada
acreedor que integre dicha clase, han aceptado el plan, no siendo necesario solicitar la
conformidad de dicha clase o de los acreedores integrantes de la misma con el plan").
En ese sentido el caso "Barakat" en Bankruptcy Code cit. en nota 4, t. I, p. 950.
17 General Order 201 de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, punto V, C10.
18 CASE y HARWOOD, op. cit., Cap. IV, punto 4, Confirmation without
acceptance by all impaired classes: "cramdown"; MAYERSON, op. cit., ps. 944/5, con
cita en ese sentido de la General Order 201; TRACHT, Marshall E., Contractual
bankruptcy waivers: reconciling theory, practice and law, en Cornell Law Review,
enero 1997, p. 346 y nota 314.
19 Título XIX del Libro IV del Código de Comercio, arts. 1764 a 1785. En la
actualidad se aplica únicamente para sociedades anónimas, según el art. 68 de la ley
2230 y la anterior "Reforma Márquez" del 2 de octubre de 1900. Véase MEZZERA
ÁLVAREZ, Rodolfo y FERRO ASTRAY, José A., Concordatos, Acali, Montevideo,
1977, ps. 134 y ss.
20 Ley 5392 del 25 de enero de 1916 (llamada "Ley Díaz"), que introduce el
concordato preventivo que fue incorporado al Código por ley 2666; la misma ley 2230
del 2 de junio de 1893, sobre sociedades anónimas, en el Capítulo IV, y ley 8045 del 11
de noviembre de 1928 sobre concordato privado y de liquidación, véase MEZZE-RA
ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY, op. cit. en nota anterior y, entre otros, el clásico libro
de SCARANO, Emilio, El concordato privado y de liquidación, Claudio García,
Montevideo, 1936.
21 MEZZERA ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY, op. cit., p. 103.
22 Art. 2°, que dice en el segundo párrafo: "La notificación se hará judicialmente o
por medio de escribano y será necesario que al practicarla se haga entrega al acreedor de
un estado demostrativo de la actuación comercial del deudor, con la nómina completa y
especificada, según clase de deudores y acreedores, con sus domicilios y una copia del
concordato en la que se indicará el nombre de los aceptantes".
23 Por aplicación del art. 1527 del Código de Comercio: ver MEZZERA
ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY, op. cit., p. 114.
24 La ley 8045, en su art. 6° establece: "En cualquier estado de los procedimientos
de concordato, si los opositores no representaren el 10% de los créditos, el Juez deberá
homologar el concordato, no obstante esa oposición, siempre que cualquier interesado
consigne la cantidad suficiente para responder a los créditos de los opositores, más una
suma prudencial para los gastos complementarios que pudieran deberse. Los opositores
harán valer los derechos de que estuvieran asistidos sobre la suma consignada".
25 MEZZERA ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY (op. cit., ps. 120-122) indican
cuándo adquiere fuerza obligatoria ese concordato. Analizan las opciones de que ello
ocurra una vez obtenida la doble mayoría; o bien cuando no ha habido oposiciones
dentro de los veinte días; o cuando se protocoliza; o con su publicación, tesis ésta ala
que adhiere Mezzera Álvarez.
19
26 Arts. 8° y 9° de la ley 8045 y su remisión al art. 1558 del Código de Comercio.
27 Art. 9°, ley 8045 y remisión al art. 1559 del Código de Comercio. MEZZERA
ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY, op. cit., p. 122.
28 Arts. 11 a 17 de la ley 8045; SCARANO, op. cit., ps. 183 y ss.
29 Art. 1524 del Cód. de Com.
30 Art. 1525 del Cód. de Com.
31 Art. 1526 del Cód. de Com.
32 Art. 1527 del Cód. de Com.
33 Arts. 1558 y ss. del Cód. de Com..
34 MEZZERA ÁLVAREZ y FERRO ASTRAY, op. cit., p. 131, conforme con el
art. 72, segundo párrafo, de la ley mencionada. En estos casos, el concordato preventivo
extrajudicial tiene características similares, en su mayor parte, a las reseñadas
anteriormente.
20
40 Véase RAJANI, Shashi, Corporate Insolvency, en Tolley's, ya citado, int/1 y ss.;
HUNTER, M., The nature and functions of a Rescue Culture, 1999 Journal of Business
Law, 491-520.
41 De estas facilidades pueden beneficiarse las pequeñas compañías especificadas
en la sección 247 -3- de las Companies Act 1985 (negocios no mayor a 2.8 millones de
libras, un balance no mayor a un 1.4 millones de libras y no más de 50 empleados).
Ciertos bancos, compañías de seguro y otras entidades de carácter financiero no pueden
solicitar estos beneficios. El moratorium se otorga por hasta 28 días y posteriormente se
puede extender a dos meses más (el Secretario de Estado puede autorizar aumento y
disminución de estos períodos). Durante el moratorium no se pueden iniciar
procedimientos de quiebra ni de ejecución contra el deudor, salvo casos especiales y
éste tiene restricciones para disponer o administrar ciertos activos. Véase: GROMEK,
Katarzyna, Company voluntary arrangements and their reform in the light of the 'Rescue
Culture': the new approach in the UK Insolvency Law; PARRY, Rebecca, Crisis of
enterprise in the common law: administration orders and administrative receiverships,
ambos en Crisi d'impresa e procedure concursuale in Italia e in Europa-Prospettive di
riforma, al cuidado de RAGUSA MAGGIORE, Giuseppe y TORTO-RICI, Giovanni,
Actas del "Convegno" de Cosenza, Cedam, Padova, 2002, ps. 47 y 71, respectivamente.
42 En la Sección 5 (2) de la Insolvency Act de 1986, se establece: "(Effect of
composition or scheme) The approved voluntary arrangement: "a) takes effect as if
made by the company at the creditors' meeting, and "b) binds every person who in
accordance with the rules had notice of, and was entitled to vote arm that meeting
(whether or not he was present or represented at the meeting) as if he were a party to the
voluntary arrangement". ("Efecto del acuerdo o plan: El acuerdo voluntario aprobado:
"a] tiene efecto tal como fue convenido por la compañía y los acreedores en la reunión,
y "b] obligará a toda persona que de acuerdo a las reglas tuvo noticias de, y derecho a
voto en, aquella reunión [ya sea que haya estado o no presente o debidamente
representado en dicha reunión] como si fuera parte en el arreglo voluntario"). Véase
GROMEK (op. cit. 54/55), quien relata que el rol de la Corte antes de la aprobación de
la propuesta es meramente administrativo.
43 Ley 84-148 del 1-3-84, modificada por la ley 94-475 del 10-6-94, incorporadas
al Nuevo Código de Comercio sancionado como anexo a la Ordenanza N° 2000-912 del
18-9-2000, en el Libro Sexto, Título Primero, Capítulo Primero, arts. L. 611-1 a L. 611-
6; decreto 85-295 del 1-3-85, modificado por decreto 94-910 del 21 de octubre de 1994.
Véase SOINNE, Bernard, Traité des procédures collectives (Según el antiguo tratado de
Argenson-Toujas), Litec, Paris, 1995, ps. 92 y ss.
44 El art. 1244-1 del Código Civil establece: "Toutefois, compte tenu de la situation
du débiteur et en considération des besoins du créancier, le juge peut, dans la limite de
deux années, reporter ou échelonner le paiement des sommes dues. "Par décision
spéciale et motivée, le juge peut prescrire que les sommes correspondant aux échéances
reportées, porteront intérêt à un taux reduit qui ne peut être inferieur au taux légal au
que les paiements s' imputeront d'abord sur le capital. "En outre, il peut subordonner ces
mesures a l'accomplissement pour le débiteur, d'actes propres à faciliter ou a garantir le
paiement de la dette. "Les dispositions du présent article ne s'appliquent pas aux dettes
d'aliments". "Sin embargo, teniendo en cuenta la situación del deudor y en
consideración las necesidades del acreedor, el juez puede, con el límite de dos años,
postergar o escalonar el pago de las sumas debidas. "Por decisión especial y motivada,
el juez puede disponer que las sumas correspondientes a los vencimientos postergados
lleven interés a una tasa reducida que no puede ser inferior a la tasa legal o que los
pagos se imputen inmediatamente sobre el capital. "Además, él puede subordinar estas
21
medidas al cumplimiento, por el deudor, de actos aptos para facilitar o garantir el pago
de la deuda. "Las disposiciones del presente artículo no se aplican a las deudas de
alimentos".
45 Pablo HEREDIA (El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas
introducidas por la ley 25.589, en J. A. 2002-3-1186 y ss.), recuerda la utilización de la
mediación en Estados Unidos de América y su previsión en la ley alemana de 1994 (p.
1187). También expresa: "Otros sistemas normativos, finalmente, regulan la figura en
forma más o menos escueta, sujetándola a diversas restricciones y modalidades. Así, por
ejemplo en Suiza, la Loi fédérale sur la poursuite por dettes et la faillite del 11-4-89
regula el Réglement amiable des dettes (arts. 333 a 336) como una variante del
concordato judicial reservado a los deudores no inscriptos en el Registro de Comercio.
En Chile, la ley 18.175 se ocupa de la figura (arts. 169 a 172), pero sin establecer -como
señala Sandoval López- una minuciosa reglamentación, como ocurre, por el contrario,
tratándose del convenio judicial. En Colombia, la figura aparece en la ley 350/89
referente a los "Concordatos mercantiles", en cuyo Capítulo XI se regula el "Acuerdo
privado concordatario". También se citan procedimientos extraconcursales en el
Derecho belga y en el Derecho alemán: CAN-DELARIO MACIAS, Isabel, Il Diritto
Concorsuale in Europa, Cedam, Padova, 2001, p. 226. Íd. FRASCAROLI SANTI,
Elena, L'autonomia privata nei progetti di riforma fallimentare in Italia e nei sistemi
concursali europei, en Crisi d'impresa e procedure concursali in Italia e in Europa.
Prospettive di riforma cit., ps. 176 y ss.
46 Ver Cap. VI de este trabajo y FRASCAROLI SANTI, Elena, Efetti de la
composizione stragiudiziale dell'insolvenza, Cedam, Padova, 1995.
47 A estos procedimientos nos hemos referido en la conferencia pronunciada en la
Academia Nacional de Derecho de Buenos Aires, el 24 de septiembre de 2002, que será
editada en breve. Pueden verse, entre muchos: WOOD, Philip R., Principles of
international insolvency, Sweet & Maxwell, London, 1995, Cap. 18, Arreglos privados
de reestructuración. Introducción, ps. 297 y ss. y también Capítulo 19, Acuerdos de
espera y apoyo, ps. 313 y ss., y Cap. 20, Acuerdos de reestructuración privada:
conversión de deuda en capital, ps. 325 y ss.; íd. INSOL (International Federation of
Insolvency Professionals), Statements of principles for a global approach to
multicreditor workouts, London, 2000; MARCEL, Alberto E., Las crisis financieras en
el mundo: Lecciones para el caso argentino, en Ejecutivos de Finanzas, Buenos Aires,
octubre de 2002, ps. 30 y ss.
48 Para todo desarrollo de este punto nos remitimos, para evitar reiteraciones, a
nuestro trabajo Notas sobre el acuerdo preventivo extrajudicial, en Revista de Derecho
Privado y Comunitario, N° 10, 1996, ps. 257 y ss. y sus citas y remisiones.
49 ALEGRIA, Héctor, Nueva reforma a la Ley de Concursos y Quiebras (ley
25.589), en L. L. Suplemento de Concursos y Quiebras, junio de 2002, p. 17; BA-
RREIRO, Marcelo G. y LORENTE, Javier A., Las entidades financieras y la posibilidad
de recurrir a la celebración de acuerdos preventivos extrajudiciales, en Conflictos
actuales en sociedades y concursos, coordinado por ARECHA, Martín; DASSO,Ariel
Á.; NISSEN, Ricardo A. y VÍTOLO, Daniel R., Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002, p. 365;
de los mismos autores, La re-reforma concursal, en Revista del Colegio Público de
Abogados de la Capital Federal, junio de 2002, N° 57 y en ElDial.com del 9 de agosto
de 2002; CÉSPEDES, Juan Manuel, Comentarios a la Ley 25.589 de Concursos y
Quiebras, en DASSO, Ariel Ángel (dir.), Temas actuales de Derecho Concursal,
Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2002, p. 58; DASSO, Ariel Ángel, La
contrarreforma de la ley de quiebras en la emergencia. Ley 25.589, en L. L. 2002-C-
1313; DI TULLIO, José Antonio; MACAGNO, Ariel A. Germán y CHIAVASSA,
22
Eduardo Néstor, Concursos y quiebras. Reformas de las leyes 25.563 y 25.589,
LexisNexis-Depalma, Buenos Aires, 2002, p. 201; DI TULLIO, José Antonio,
Concursos y quiebras. Ley 25.589, en E. D. del 6-6-2002; FARGOSI, Horacio, Algunas
notas sobre los acuerdos preventivos extrajudiciales, en L. L. Suplemento de Concursos
y Quiebras, junio de 2002, p. 20; GARCÍA SÁENZ, Diego, Novedades con respecto al
acuerdo preventivo extrajudicial, en E. D. 199-695; GRAZIABILE, Darío J., La
novación concursal judicial se extiende al ámbito extrajudicial, en XXXVI Encuentro de
Institutos de Derecho Comercial. Colegios de Abogados de la Provinciade Buenos
Aires, Mar del Plata, 5 y 6-12-2002; GRISPO, Jorge Daniel y BALBÍN, Sebastián,
Acuerdo preventivo extrajudicial y concursamiento posterior, en E. D. 199-689; de los
mismos autores, El deudor que homologó un acuerdo preventivo extrajudicial, ¿puede
solicitar su concurso preventivo?, puede consultarse en
http://www.quiebras.concursos.com.ar; GRISPO, Jorge Daniel, Acuerdo Preventivo
Extrajudicial (según ley 25.589), en http://www.quiebras-concursos.com.ar;
HEQUERA, Elena B., Acuerdo Preventivo Extrajudicial (¿El tercer y último round?),
en ARECHA, Martín; DASSO, Ariel Á.; NISSEN, Ricardo A. y VÍTOLO, Daniel R.
(coords.), Conflictos actuales en sociedades y concursos, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002,
p. 347; HEREDIA, Pablo D., El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas
introducidas por la ley 25.589, en J. A. 2002-III-1186. JUNYENT BAS, Francisco y
MOLINA SANDOVAL, Carlos A., El acuerdo preventivo extrajudicial en la ley
25.589, en J. A. 2002-III-1420; mismos autores, Reformas concursales. Leyes 25.561,
25.563 y 25.589, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2002, p. 173; JUNYENT BAS,
Francisco, Criterios y directrices en el Acuerdo Preventivo Extrajudicial. Ley 25.589, en
Congreso Argentino Permanente de Derecho Comercial - derechocomercial.com,
disponible en http://www.derechocomercial.com; KLEIDERMACHER, Arnoldo, El
nuevo acuerdo preventivo extrajudicial de la ley 25.589. Necesidad imperiosa de su
modificación y armonización, en Congreso Argentino Permanente de Derecho
Comercial - derechocomercial.com, cit.; MACIEL, Hugo D. y VISMARA Carlos A.,
Reformas al Nuevo Acuerdo Preventivo Extrajudicial, en Congreso Argentino
Permanente de Derecho Comercial - derechocomercial.com cit., p. 355; mismos autores,
El nuevo concurso preventivo extrajudicial, en E. D. 198-812. MÁRMOL, Pablo
Ernesto, Acuerdo preventivo extrajudicial. Vedete o princesa de la reforma concursal
(ley 25.589); del mismo autor, Quiebra por incumplimiento del acuerdo preventivo
extrajudicial. Período de sospecha. ¿Otra repristinación concursal?, en Jornadas de
Derecho Concursal, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 2002; MIGUENS,
Héctor J., Comentario a la nueva ley concursal 25.589, en J. A. 2002III-1150; MOLINA
SANDOVAL, Carlos A., Régimen de oposición al acuerdo preventivo extrajudicial (ley
25.589), en J. A. del 27-11-2002; del mismo autor, Suspensión de las acciones en el
acuerdo preventivo extrajudicial (ley 25.589), en E. D. 199-786; RIVERA, Julio César y
ROITMAN, Horacio, El Derecho Concursal en la emergencia, en Revista de Derecho
Privado y Comunitario, N° 2002-1, Emergencia y pesificación, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, p. 363; ROUILLON, Adolfo A. N., Régimen de concursos y quiebras, 11ª ed.,
Astrea, Buenos Aires, 2002, p. 159; RUBÍN, Miguel Eduardo, Las innovaciones de la
ley 25.589 en materia de acuerdo extrajudicial, en L. L. 2002-E-964; íd., La nueva
reforma al régimen concursal que trajo la ley 25.589, en L. L. 2002-C1368;
TEPLITZCHI, Eduardo Á., La posibilidad de una verdadera solución preventiva en la
ley 25.589: el Acuerdo Preventivo Extrajudicial, en Conflictos actuales en sociedades y
concursos, obra coordinada por ARECHA, DASSO, NISSEN y VÍTOLO, ya citada, p.
359 y en L. L. 2002-D-1351; TON, Walter Rubén J., Bienvenido el Acuerdo Preventivo
Extrajudicial, en Temas actuales de Derecho Concursal, dirigido por DASSO, citado, p.
23
143; del mismo autor, El acuerdo preventivo extrajudicial. Ventajas y necesidad de
regulación, en Congreso Argentino Permanente de Derecho Comercial -
derechocomercial.com cit.; Se deben regular adecuadamente los acuerdos preventivos
extrajudiciales, en Jornadas Nacionales de Actualización y Debate en Derecho
Concursal, Colegio de Abogados de Rosario, 17/18-10-2002. TRUFFAT, E. Daniel, El
nuevo Acuerdo Preventivo Extrajudicial. Ley 25.589, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002; del
mismo jurista, Aproximación a la ley 25.589 modificatoria de la Ley de Concursos y
Quiebras 24.522 y de la ley 25.563, en E. D. del 27-5-2002; Disgresiones, dudas y
alguna opinión sobre el acuerdo preventivo extrajudicial (art. 18, ley 25.589), trabajo
para la revista Plenario, que hemos conocido por gentileza del autor; VÍTOLO, Daniel
Roque (dir.), Emergencia y reforma concursal. Leyes 25.561, 25.563 y 25.589, en
Emergencia crediticia y reformas al régimen concursal argentino, Ad-Hoc, Buenos
Aires, 2002, p. 1. En prensa este trabajo llegó a nuestra mesa el artículo Aspectos del
nuevo acuerdo preventivo extrajudicial. El "pactum de non petendo", de Osvaldo J.
MAFFÍA, en E. D. del 20-12-2002.
50 ALEGRIA, Nuevas reformas a la Ley de Concursos y Quiebras (ley 25.589) cit.,
Cap. VI.3.
51 En el lugar indicado en la nota anterior dijimos: "Sobre la base del viejo 'acuerdo
preventivo extrajudicial' se ha edificado el nuevo. Sin embargo, como hemos expresado
se trata de dos instituciones distintas, netamente separables: "a) Una es el acuerdo
privado, preconcursal, amigable o el que con designaciones similares ha desarrollado la
doctrina. Se trata, generalmente, de un acuerdo que se gesta y se concluye sin actuación
judicial y que sólo obliga a los que firman. Esta solución es adecuada para muchas
situaciones de crisis y lo único que necesita de la ley es que no se desconozcan sus
efectos cuando lo convenido es razonable para superar el estado de insolvencia o las
dificultades económicas o financieras de carácter general (al estilo del art. 125-1 de la
ley 19.551, modif. por la ley 22.917). Este acuerdo privado puede lucir libertad y
diversidad de contenidos y no requerir la obligatoriedad para los no firmantes. La ley
debería contener alguna redacción que previera esta situación particular y la diferenciara
de los 'prepackaged plans' comunes en el Derecho americano. Así se preveía en el
segundo párrafo del art. 76 del Anteproyecto de Reformas de 1987. "b) El acuerdo
preventivo extrajudicial (o abreviado), similar a los antes referidos 'prepackaged plans',
que requieren homologación y adquieren fuerza vinculante para los demás acreedores
(con excepción de aquellos que tienen privilegio especial). Este procedimiento requiere
de acuerdos que tengan cierta homogeneidad, al menos dentro de sus categorías, para
hacerlos obligatorios a los acreedores no firmantes".
52 El párrafo suprimido decía: "Los acreedores que no suscriban el acuerdo
conservan sus acciones individuales y no están sometidos a los efectos del acuerdo,
salvo lo previsto en el artículo 76".
53 El art. 71, actualmente vigente dice: "Libertad de contenido. Las partes pueden
dar al acuerdo el contenido que consideren conveniente a sus intereses y es obligatorio
para ellas aun cuando no obtenga homologación judicial, salvo convención expresa en
contrario".
54 Ver también ALEGRIA, Héctor, El acuerdo extrajudicial no homologado, en
Derecho Concursal argentino e iberoamericano, III Congreso Argentino de Derecho
Concursal y I Congreso Iberoamericano sobre la Insolvencia, directores: Eduardo M.
FAVIER DUBOIS (h), Salvador Darío BERGEL y Ricardo Augusto NISSEN, Ad-Hoc,
Buenos Aires, 1997, t. I, ps. 23 y ss.
55 FRASCAROLI SANTI, L'autonomia privata nei progetti di riforma fallimentare
in Italia e nei sistemi concorsuali europei cit., ps. 169 y ss. En nuestro país lasopiniones
24
son, por lo general, de apoyo al nuevo régimen, al punto que RUBÍN (op. cit., Cap. VI,
parte final), estima que "puede considerarse al ordenamiento legal argentino entre los
sistemas más avanzados del orbe". Una opinión crítica ha sido expresada con autoridad
por HEREDIA (El acuerdo preventivo extrajudicial... cit., especialmente ps. 1192 y ss.)
en cuanto a los efectos de la presentación, respecto de la que dice: la suspensión "es un
efecto impropio y extraño a la sistemática de la formación de un acuerdo preventivo
extrajudicial" que "no tiene símil en el derecho comparado". También objeta la
aplicación del acuerdo a los no firmantes, regla que cree "de una juridicidad muy
cuestionable y de una inconstitucionalidad - acaso- segura" (p. 1216). Véanse, para
mayor información, los autores citados en la nota 49 y sus diferentes opiniones sobre la
conveniencia de la figura.
56 CANDELARIO MACIAS, Il Diritto Concorsuale in Europa cit., p. 2. Es
interesante escuchar la voz de Natalino IRTI en Diritto e mercato, en Confini attuali
dell'autonomia privata (a cura di Andrea Belvedere e Carlo Granelli, Cedam, Padova,
2001, p. 169), quien dice: "La teoría dice que en el mercado no expresa desde su interior
su propio derecho sino que el derecho de su exterior lo constituye y conforma. También
se recuerda que el contenido de las normas siempre procede de una elección política, y,
por lo tanto, que la fisonomía jurídica del mercado es determinada por una decisión de
poder, y no de la pretendida neutralidad de la tecnocracia. La economía de mercado
asciende así de la naturalidad a la historicidad. Ella designa una propuesta de política
legislativa sometida al conflicto con otras propuestas y, de tiempo en tiempo, victoriosa
o sucumbente. El problema de la economía de mercado es un problema de contenido de
la decisión política".
57 POSNER, Richard A., Economic analysis of Law, 2 ' ed., 1977.
58 Sobre el retorno al voluntarismo es interesante releer el trabajo de ROUILLON,
Adolfo A. N., ¿Girará hacia el voluntarismo la legislación concursal argentina?, en R.
D. C. O., año 19, 1986, ps. 235 y ss. En el "Convegno" de Cosenza, cit. en nota 41,
Girolamo BONGIORNO, en un interesante trabajo de sugestivo título: Il tramonto del
carattere sanzionatorio del fallimento nella riforma del sistema normativo concorsuali:
della infamia alla premiazione dell´imprenditore dissestato (ps. 205 y ss.) advierte el
peligro, incluso penal, de acuerdos privados y sostiene que es indispensable, en estos
casos, la intervención del Estado. Con cita de D'ALESSANDRO (Giur. Comm. 2001-
47, La crisi dell'impresa tra diagnosi precoci e accanimenti terapeutici), señala que no
todas las empresas deben salvarse, ni siquiera con el único fin de "mantener el nivel
ocupacional" (p. 239), lo que reitera en sus conclusiones (p. 250). Alberto JORIO, en el
mismo "Convegno" (Soluzione giudiziali o stragiudiziali alternative o concorrenti delle
crisi di impresa) dice que a su juicio "Es pertinente, pues, pensar en un procedimiento
de crisis alternativa o prodrómica a los procesos de insolvencia, la que no ponga límites
a la fantasía de los sujetos que participan, deudor y acreedores" (p. 469). Para todos los
casos sostiene la necesaria intervención del magistrado porque si no "se corre el peligro
de sostener un instrumento destinado a presentar un altísimo riesgo en su aplicación
concreta" (p. 468). Compárese: SCA-LERA, Italo, Fallimento e disoccupazione,
Cedam, Padova, 1984.
59 Art. 52, ley 24.522, modif. por la ley 25.589. LORENTE y BARREIRO, op. cit.
en nota 49, p. 22, expresan que este nuevo precepto "necesita un importante grado de
compromiso por los llamados a aplicarla".
60 Sobre el tema, con relación al acuerdo preventivo extrajudicial, pueden leerse las
completas reflexiones de HEREDIA, El acuerdo preventivo extrajudicial... cit., ps. 1210
y ss.
25
61 CANDELARIO MACIAS, op. cit., p. 7. Rafael ILLESCAS ORTIZ (Relazione
di sintesi, en el "Convegno" de Cosenza, ps. 195 y ss.) recuerda las palabras de la
profesora Marie-Jeanne Campana y sostiene que -teniendo en cuenta la globalización-
"salvar a cualquier costo no es una buena solución", agregando la consideración de la
eficiencia en la asignación de los recursos escasos, por lo que "esta eficiencia se torna a
veces incompatible con la salvación y la liquidación, por ende, es necesaria". En el
mismo "Convegno" Umberto Apice (ps. 201-203) señalaba que los "procedimientos
alternativos" de administración controlada y concordato preventivo habían ya concluido
su tiempo de eficacia y que debía recurrirse a procedimientos menos institucionalizados,
proponiendo que el nuevo sistema legal que sustituya a la ley de 1942 "debe saber
estimular las soluciones privatísticas de la insolvencia, dando mayor espacio a la
inventiva y consintiendo a las empresas caminos personalizados y no obligados para
salir de la crisis".
62 En realidad, al menos en la ley 24.522, fracasó la estructura legislativa, con la
exigencia de supermayorías y la no ampliación de los beneficios del acuerdo respecto de
acreedores. Sin embargo, siguieron concertándose refinanciaciones o reestructuraciones,
no sometidas a homologación judicial, a pesar del silencio de la ley.
Compárese:RUBÍN, op. cit. y también ARECHA, Martín y MICHELSON IRUSTA,
Guillermo, Necesidad de contemplar algunas modificaciones al acuerdo preventivo
extrajudicial, en Derecho Concursal argentino e iberoamericano cit. en nota 54, ps. 53-
56
63 ALEGRIA, El acuerdo extrajudicial no homologado cit., ps. 24-25.
64 Véase también ALEGRIA, Héctor, Las reformas concursales y los tiempos.
Luces y sombras en la nueva ley concursal, en Enoikos, Revista de la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, año IV, N° 11, p. 9.
65 Plasmados en el articulado de nuestra Constitución Nacional.
66 Tal ocurrió, por ejemplo, con el artículo 165 de la ley 19.551, que transvasó
principios de la ley francesa y consagró el novedoso instituto de la extensión de la
quiebra. A pocos años la jurisprudencia y la doctrina sugirieron soluciones que se
incorporaron al texto legal, por la ley 22.917. La diferenciación del APE y el concurso
preventivo fueron motivo del fallo de la CSJN del 29-8-2000, en causa "Banco Río de la
Plata c/Agroservicio Sola y Cía. SRL", D. J. del 13-6-2001 y L. L. 2001-C-216. Por otro
lado, la necesidad de mejorar la todavía reciente reforma al APE por la ley 25.589, ha
sido remarcada por la doctrina: KLEIDERMACHER, op. cit. en nota 49; TON, Se
deben regular adecuadamente... cit. en nota 49, y hasta RIVERA y ROIT-MAN, en esta
Revista, 2001-1, p. 403, entre otros.
67 A ellos nos referimos en la conferencia y publicación mencionados en la nota 47
y han sido recogidos, en parte, en los proyectos elaborados por la Comisión creada en el
Ministerio de Justicia por Resolución 111 del 13-2-2002, en la que se proponen
reformas al "APE", un "Programa de Negociación para la Reestructuración Empresaria
Abreviada" y se instituye un nuevo procedimiento para los pequeños concursos, que
comprende recurrir al procedimiento de mediación. Recordamos aquí la frase de Rubén
SEGAL: "ex facto ius oritur" (El Derecho nace de los hechos), en El régimen legal de
los acuerdos preconcursales, en L. L. 1984-D-1187; también lo expuesto por Adolfo
ROUILLON (Reformas al régimen de concursos, Astrea, Buenos Aires, 1986), cuando
razona sobre la ley concursal y las crisis generalizadas (especialmente ps. 179-180).
68 ALEGRIA, Nueva reforma a la Ley de Concursos y Quiebras cit., p. 19;
GRISPO, Acuerdo preventivo... cit. en nota 49, ps. 7-8; TON, Se deben regular... cit. en
nota 49, punto 23.
26
69 TRUFFAT, El nuevo acuerdo preventivo extrajudicial cit., ps. 84 y ss.,
coninteresantes razonamientos; RUBÍN, op. cit., Cap. IV, 2, quien considera aplicable
el art. 52 y reconoce que lo descripto por ese artículo no es la única forma de
discriminación ilegal sino sólo un ejemplo.
70 Art. 73. "Mayorías. Para que se dé homologación judicial al acuerdo es necesario
que hayan prestado su conformidad la mayoría absoluta de acreedores quirografarios
que representen las dos terceras partes del pasivo quirografario total, excluyéndose del
cómputo a los acreedores comprendidos en las previsiones del artículo 45".
71 Art. 56. "Son absolutamente nulos los beneficios otorgados a los acreedores que
excedan de lo establecido en el acuerdo para cada categoría".
72 "En ningún caso el juez homologara una propuesta abusiva o en fraude a la ley".
Sobre este punto remitimos a la opinión de HEREDIA (El acuerdo preventivo
extrajudicial... cit., ps. 1210-1211) respecto del Control de legalidad sustancial, dentro
de cuyos principios puede encuadrar la objeción a una categorización indebida. Así era
previsto, por otra parte, en el "Anteproyecto de Reforma de la Ley 24.522", Comisión
Res. M.J. 89/97 (art. 52, inc. 4°).
73 Ver supra Cap. II, 4 C.
74 Insolvenzordnung 5-10-94. Sección 237, II: "los acreedores cuyos créditos no
resulten perjudicados por el plan no tienen derecho de voto". Con la ley 24.522 (texto
original), que requería mayoría sobre "el pasivo total, quirografario y privilegiado" (art.
73), ya Javier LORENTE (Ley de Concursos y Quiebras, Gowa, Buenos Aires, 1995, t.
1, ps. 708 y ss.), sostenía que debía excluirse del voto y del cómputo, a los privilegiados
si el acuerdo no les alcanzaba, tal como se excluye a los parientes, socios y controlantes.
75 En nuestro país ha sido frecuente el reclamo de productores, fundamentalmente
agropecuarios, cuya supervivencia económica está vinculada al pago del producto de
sus cosechas o producciones anuales. Pablo D. HEREDIA (Tratado exegético de
Derecho Concursal, Astrea, Buenos Aires, 2000, ps. 535 y ss.) dice: "...puede bastarle al
deudor concluir unos pocos arreglos individuales con acreedores ciertos y determinados
cuyo número y monto de créditos, en conjunto, no alcance las proporciones del art. 73
LCQ, pero que sin embargo son suficientemente significativos por su posición en
relación a la actividad de aquél (piénsese en proveedores que, tras el arreglo, continúan
suministrando materia prima a un fabricante, que así podrá continuar su producción)...".
En idéntico sentido RUBÍN, Las innovaciones de la ley... cit., Cap. III, quien dice:
"Como vimos, puede ocurrir que el deudor tenga problemas con algunos bancos, pero
no con sus proveedores de materias primas o servicios. Esto no quiere decir que esté
imposibilitado de atender sus obligaciones para con los trabajadores o el Fisco. De
manera que el acuerdo extrajudicial de la ley 24.522 original, venía como anillo al dedo
para esta clase de conflictos".
76 Ver su antecedente argentino en el Anteproyecto de 1997, ya citado, art. 52.
77 HEREDIA, El acuerdo preventivo extrajudicial... cit., p. 1212, con cita de
JUNYENT BAS, Francisco y MOLINA SANDOVAL, Carlos A., El informe general y
las nuevas facultades homologatorias del juez concursal. Reflexiones en torno a las
modificaciones introducidas por la ley 25.589, en E. D. del 26-6-2002; MÁRMOL,
Acuerdo... cit., punto IV; RUBÍN, op. cit., punto VI, admite la aplicación del cramdown
power en los casos en que haya categorías o subcategorías de acreedores, aunque
después expresa que el "cramdown power cumple mejor su función en el concurso
preventivo judicial, donde hay un proceso de verificación de créditos, donde hay
controles recíprocos de acreedores y, donde se puede vigilar la administración del
concursado". El sentido del texto: DI TULLIO, MACAGNO y CHIAVASSA, op. cit.
en nota 49, ps. 215 y ss.; HEQUERA, op. cit. en nota 49, p. 353.
27
78 ALEGRIA, Nueva reforma... cit., p. 19, en la que expresamos que el tema podía
dar lugar a dudas interpretativas.
79 Código de Comercio de 1859/62/89 y reforma por ley 4156, de 1902.
80 Ver la legislación uruguaya supra, Cap. III 1, y, en ciertos casos, en la
legislación inglesa (supra III 2).
81 Ver supra Cap. II.
82 Art. 72, párrafo final de la LCQ: "Efecto de la presentación. Desde el momento
de la presentación del pedido de homologación del acuerdo preventivo extrajudicial
para su homologación, quedan suspendidas todas las acciones de contenido patrimonial
contra el deudor, en los términos previstos en el artículo 21, incisos 2 y 3".
83 Artículos 32 bis y 45 bis de la ley 25.589; art. 32 bis: "Verificación por
fiduciarios y otros sujetos legitimados. La verificación de los créditos puede ser
solicitada por el fiduciario designado en emisiones de debentures, bonos convertibles,
obligaciones negociables u otros títulos emitidos en serie; y por aquel a quien se haya
investido de la legitimación o de poder de representación para actuar por una
colectividad de acreedores. La extensión de las atribuciones del fiduciario, del
legitimado o del representante se juzgará conforme a los contratos o documentos en
función de los cuales haya sido investido de la calidad de fiduciario, legitimado o
representante. No se exigirá ratificación ni presentación de otros poderes". Art. 45 bis:
"Régimen de voto en el caso de títulos emitidos en serie. Los titulares de debentures,
bonos convertibles, obligaciones negociables u otros títulos emitidos en serie que
representen créditos contra el concursado, participarán de la obtención de
conformidades con el siguiente régimen: "1) Se reunirán en asamblea convocada por el
fiduciario o por el juez en su caso. "2) En ella los participantes expresarán su
conformidad o rechazo de la propuesta de acuerdo preventivo que les corresponda; y
manifestarán a qué alternativa adhieren para el caso que la propuesta fuere aprobada.
"3) La conformidad se computará por el capital que representen todos los que hayan
dado su aceptación a la propuesta, y como si fuera otorgada por una sola persona; las
negativas también serán computadas como una sola persona. "4) La conformidad será
exteriorizada por el fiduciario o por quien haya designado la asamblea, sirviendo el acta
de la asamblea como instrumento suficiente a todos los efectos. "5) Podrá prescindirse
de la asamblea cuando el fideicomiso o las normas aplicables a él prevean otro método
de obtención de aceptaciones de los titulares de créditos que el juez estime suficiente.
"6) En los casos en que sea el fiduciario quien haya resultado verificado o declarado
admisible como titular de los créditos, de conformidad a lo previsto en el artículo 32 bis,
podrá desdoblar su voto; se computará como aceptación por el capital de los
beneficiarios que hayan expresado su conformidad con la propuesta de acuerdo al
método previsto en el fideicomiso o en la ley que le resulte aplicable; y como rechazo
por el resto. Se computará en la mayoría de personas como una aceptación y una
negativa. "7) En el caso de legitimados o representantes colectivos verificados o
declarados admisibles en los términos del artículo 32 bis, en el régimen de voto se
aplicará el inciso 6. "8) En todos los casos el juez podrá disponer las medidas
pertinentes para asegurar la participación de los acreedores y la regularidad de la
obtención de las conformidades o rechazos".
84 Art. 53 de la 19.551 y sus precedentes en las leyes concursales argentinas
anteriores. RIVERA, Julio César y ROITMAN, Horacio, El Derecho Concursal de la
emergencia, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, N° 2002-1, Emergencia y
pesificación, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2002, p. 391.
85 JUNYENT BAS, Francisco y MOLINA SANDOVAL, Carlos A., Ajustes
técnicos al proceso concursal: tratamiento diferenciado de los títulos seriados en la ley
28
25.589, en J. A. del 12-7-2002, ps. 3 y ss.; RUBÍN, Miguel E., Verificación de crédito y
votación del acuerdo cuando actúa un fiduciario: reforma de la ley 25.589, en J. A. del
7-8-2002, número especial, ps. 79 y ss., donde desarrolla interesantes enfoques y
reflexiones críticas.
86 Art. 75, ley 24.522, reformado por la ley 25.589.
87 Originado por la redacción del art. 72, párrafo final de la LCQ. "Efecto de la
presentación. Desde el momento de la presentación del pedido de homologación del
acuerdo preventivo extrajudicial para su homologación, quedan suspendidas todas las
acciones de contenido patrimonial contra el deudor, en los términos previstos en el
artículo 21, incisos 2 y 3".
88 RUBÍN, Miguel E., Las innovaciones de la ley 25.589 en materia de acuerdo
extrajudicial, en L. L. 2002-E-964 y ss., especialmente II, II, parte final; MARMOL,
Acuerdo... cit., punto VI-4. En contra de la opinión de RUBÍN: DI TULLIO, MA-
CAGNO y CHIAVASSA, op. cit., p. 240 y cita de CIMINELLI en la nota 625; TON, El
acuerdo... cit. en nota 49, punto 28; TRUFFAT, Disgresiones... cit., punto b.
89 Ver nuestro trabajo Notas sobre el acuerdo preventivo extrajudicial cit., ps.
277278, punto 2.2., con un análisis de los casos.
90 En nuestro trabajo Notas sobre el acuerdo preventivo extrajudicial, hemos tenido
oportunidad de señalar: "La doctrina debate sobre la validez del pacto de no pedir la
quiebra. Por su parte, muchos autores afirman que el pacto de no pedir la quiebra es
implícito en esta clase de acuerdos. Nos parece que esta última posición es razonable, en
tanto la finalidad común de los acuerdos individuales está ordenada a la superación del
estado de cesación de pagos y conformar un método alternativo de prevención de la
quiebra. Por lo tanto resulta incompatible pensar que quien adhiere a un acuerdo
destinado a estos objetivos, mantenga, al mismo tiempo, el derecho de pedir la quiebra.
"La conclusión a que arribamos no impide la consideración de la validez del pacto de no
pedir la quiebra independiente o autónomo. Tampoco excluye considerar que el pacto
de no pedir la quiebra, incluido o implícito en un acuerdo preventivo extrajudicial,
estará condicionando a un requisito de razonabilidad en cuanto a su perduración en el
tiempo. Es decir, no puede importar una renuncia definitiva al derecho de pedir la
quiebra, sino una supeditación de su ejercicio a las consecuencias útiles y temporáneas
del acuerdo. En consecuencia, ese pacto expreso o implícito, no podrá impedir que el
acreedor requiera la falencia ante el incumplimiento del acuerdo, o ante la demora
injustificada en pedir su homologación si se ha condicionado a ésta (art. 71, LCQ)". En
igual sentido: ROUILLON, Adolfo, Acuerdos preconcursales: Algunas cuestiones no
legisladas, en J. A. 1985-11-810, con atinadas reflexiones. En sentido diverso MAFFÍA,
Osvaldo J., Aspectos del nuevo acuerdo preventivo extrajudicial. El "pactum de non
petendo", en E. D. del 20-12-2002.
91 ALEGRIA, op. cit. nota anterior, ps. 284-285, punto 7.4.5. En contra:
TRUFFAT, El nuevo acuerdo... cit., ps. 114-116 y MARMOL, Acuerdo preventivo
extrajudicial: vedete... cit. Cap. IV, punto 4.
92 HEREDIA (El acuerdo preventivo extrajudicial... cit., p. 1197), afirma que con
la actual redacción de la ley el desistimiento sólo sería factible antes de la publicación
de los edictos previstos por el art. 74, LCQ. Sin embargo debemos recordar que el art.
31 de la misma ley reconoce la posibilidad de desistir mediando ciertas
condiciones(básicamente mayoría calificada de acreedores). Ídem DI TULLIO,
MACAGNO y CHIAVASSA, op. cit., p. 242. Sobre la inaplicabilidad, al caso, del art.
31, LCQ: TRUFFAT, El nuevo acuerdo preventivo extrajudicial... cit., ps. 46-47, y en
Aproximación... cit., en nota 49, que estima que el precepto es de aplicación restrictiva
29
y que el juez puede echar mano, en caso de abuso, al art. 1071 del Código Civil. En
ambos trabajos distingue, según los casos, los efectos del desistimiento o rechazo.
93 ALEGRIA, El acuerdo extrajudicial no homologado cit., ps. 28 y ss., donde
analizamos los casos de desistimiento, rechazo por falta de mayoría, no homologación
por omisiones o exageraciones del activo o pasivo y rechazo de un acuerdo preventivo
extrajudicial por ser contrario al orden público, la moral o fraude a la ley, a cuyas
reflexiones nos permitimos remitir al lector por razones de brevedad (sin perjuicio de
reiterar algunas en el texto). Véase GRISPO, Jorge D. y BALBÍN, Sebastián, Acuerdo
preventivo extrajudicial y concursamiento posterior, en E. D. del 18-9-2002.
94 ALEGRIA, Notas sobre el acuerdo preventivo extrajudicial... cit., ps. 190-191.
Íd. la doctrina general: ver DI TULLIO, MACAGNO y CHIAVASSA, op. cit., p. 266.
95 Ver nota 60.
96 ALEGRIA, op. cit. en notas anteriores, p. 290; MEZZERA ÁLVAREZ y
FERRO ASTRAY (op. cit.) destacan que, en el Derecho uruguayo, el art. 6° de la ley
8045 del 11-11-26, permite al juez homologar el concordato si los opositores no
representan el 10% de los créditos y cualquier interesado consigna la cantidad suficiente
para responder a ellos, más una suma prudencial para gastos complementarios. Los
autores señalan la importancia de esta disposición para evitar oposiciones minúsculas o
abusivas (ps. 117-118). Recordemos que la facultad de otorgar garantías sobre bienes
ajenos al deudor estaba prevista en el art. 125-2 de la ley 19.551, en su reforma por la
ley 22.917. También, en nuestro trabajo Nueva reforma a la Ley de Concursos y
Quiebras... cit., previmos la posibilidad de otorgar garantías a los acreedores disidentes
o no conformes para facilitar el uso del Cramdown Power del juez (p. 19).
97 En igual sentido RUBÍN, op. cit., Cap. VII: Combinaciones de acuerdo
extrajudicial y judicial, y su cita del caso "Itapesca".
98 MOLINA SANDOVAL, Carlos A., Régimen de oposición al acuerdo preventivo
extrajudicial (ley 25.589), en J. A. del 27-11-2002.
99 HEREDIA, op. cit., p. 1216.
100 TRUFFAT, E. Daniel, El nuevo acuerdo preventivo extrajudicial. Ley 25.589,
Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002, p. 62, donde dice: "Parece que el mecanismo razonable es
el que estatuye el art. 56 LCQ (al cual remite el art. 46 del mismo cuerpo legal). Se dirá,
y con razón, que no puede haber verificación tardía cuando no la hubo tempestiva. Esto
es estrictamente cierto, pero sólo sobre la improcedencia terminológica. El incidente
concursal (L. C. sec.: 280 y ss.) es juicio de conocimiento pleno, aunque de trámite
abreviado, y -en consecuencia- un ámbito procesal en principio adecuado para que el
presunto acreedor omitido pueda hacer valer en plenitud sus hipotéticos derechos. Otra
alternativa sería recurrir a la difusa 'acción individual que corresponda' y aceptar que -
ante el juez del APE- se promueve ésta".
101 Como lo estaban por efecto de la ley 22.917, art. 125/1 de la ley 19.551. Sobre el
tema hubo también abundante doctrina; véase, entre muchos otros, SEGAL, Rubén,
Acuerdos preventivos extrajudiciales, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998; GRISPO,
Jorge, Tratado sobre la Ley Concursos y Quiebras, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1997;
HEREDIA, Pablo D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, Buenos Aires,
2002, t. 2, ps. 517 y ss.; ROUILLON, Adolfo A. N., Reformas al régimen de los
concursos, Astrea, Buenos Aires, 1986, ps. 95 y ss., y las citas contenidas en estos
trabajos.
102 ALEGRIA, Notas sobre el acuerdo preventivo extrajudicial cit., ps. 292 y
ss.,punto IV, en el que citamos las opiniones concordes de MARTÍNEZ DE
PEDRAZINI, ROUILLON y la anterior de TONÓN, ALBERTI y QUINTANA
FERREYRA; El acuerdo extrajudicial no homologado, en la que mencionamos doctrina
30
concorde a la época de trabajo y en Nueva reforma de la Ley de Concursos y Quiebras
(ley 25.589), ps. 18 y ss.; íd., Anteproyecto de reformas de la ley 24.122, art. 76, que
rezaba.: "Acuerdos no sometidos a la homologación. Los acuerdos celebrados por el
deudor con todos o parte de sus acreedores para superar las situaciones indicadas en el
artículo 69, que no sean sometidos a homologación judicial son oponibles a los
acreedores aun cuando posteriormente se decrete la quiebra del deudor, si de los
estudios realizados al tiempo de celebrarlos o de otros elementos objetivos apreciados a
ese tiempo, surge que razonablemente pudo concluirse que el acuerdo posibilitaba la
superación de aquellas situaciones".
103 ALBERTI, Edgardo Marcelo, Redescubrimiento del concordato extrajudicial, en
L. L. 1981-D-1106 y ss.
104 HEREDIA, El acuerdo preventivo extrajudicial... cit., ps. 1225-1226. Es la tesis
de la ley 22.917 (vid. Exposición de Motivos, N° 25 b) que fue
desarrolladamagistralmente por el recordado Antonio TONÓN en El acuerdo
preconcursal... cit., ps. 167 y ss.
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