Está en la página 1de 4

LAS FORMALIDADES.

a) Concepto.

Las formalidades son los requisitos externos con que deben ejecutarse o
celebrarse algunos actos jurídicos, por disposición de la ley.

Los actos a los cuales la ley no exige ninguna formalidad se denominan


consensuales o no formales. A contrario sensu, nos encontraremos ante actos
formales.

b) Clasificación.

Hay diversas clases de formalidades cuya infracción conlleva sanciones


diferentes. Distinguimos al respecto cuatro clases de formalidades:

1° Las solemnidades propiamente tales.

2° Las formalidades habilitantes.

3° Las formalidades de prueba o "ad probationem".

4° Las formalidades de publicidad.

A estas cuatro, podemos agregar las solemnidades voluntarias, que la ley


no exige pero que los contratantes acuerdan incorporar en sus contratos.

El género es por tanto la formalidad y la solemnidad es una especie de


formalidad.

c) Las solemnidades propiamente tales.

c1) Concepto.

Son los requisitos externos prescritos por la ley como indispensables para
la existencia misma del acto jurídico, exigidos en atención a la naturaleza o
especie del acto o contrato.

c.2) Sanción.

En caso de infringirse una solemnidad propiamente tal, el acto o contrato


adolecerá de nulidad absoluta (art . 1682 del CC) . Para algunos, la sanción sería
aún más drástica: la inexistencia jurídica (arts. 1443 y 1701 del CC).

c.3) Ejemplos de solemnidades propiamente tales.


Varían las solemnidades según el acto jurídico de que se trate:

1° Instrumento público: el art. 1699, inciso 1° del CC., define al instrumento


público, precepto que debemos relacionar con los arts. 18 y 1701. Algunos casos
en que la ley exige el otorgamiento de instrumento público como solemnidad del
acto jurídico: arts. 698; 735; 767; 812; 1400; 1716; 1801, 2°; 1898; 2409, etc.

2° Instrumento privado: arts. 1011; 1554 N°l y;

3° Presencia de determinados funcionarios y/o testigos: arts. 1014; 1021 del


CC.

d) Formalidades habilitantes.

d.1) Concepto.

Son los requisitos exigidos por la ley, en atención a la calidad o estado de


las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato.

La ley, velando por los intereses de los relativamente incapaces, exige,


para la validez o eficacia de ciertos actos jurídicos, el cumplimiento de
formalidades que tienden a integrar la voluntad de aquellos o el poder de sus
representantes legales.

Se denominan habilitantes, porque habilitan a los incapaces para actuar


en la vida jurídica.

d.2) Clasificación.

Las formalidades habilitantes varían según el incapaz de que se trate. En


teoría se distinguen tres tipos de formalidades habilitantes:

1° Autorización: es el permiso que confiere el representante legal de un


relativamente incapaz o la autoridad judicial para que dicho incapaz ejecute o
celebre un acto jurídico.

Algunos casos: arts. 254; 393; 402, 2; 398, etc.

2° Asistencia: consiste en la concurrencia del representante legal, al acto que


el relativamente incapaz celebra, colocándose jurídicamente al lado de éste. La
asistencia y la autorización suponen la actuación del propio incapaz, y sólo
difieren en que la segunda es un asentimiento dado de antemano, mientras que
la primera implica un asentimiento coetáneo al acto mismo. En la práctica, son
lo mismo. Un ejemplo de asistencia encontramos en el artículo 1721, respecto a
las capitulaciones matrimoniales convenidas por el menor adulto.

3° Homologación: es la aprobación por la autoridad judicial de un acto ya


celebrado, previo control de su legitimidad. Sólo después de este control y la
aprobación consiguiente, el acto adquiere eficacia. Así, art. 1342 del C.C., la
partición en que intervienen determinadas personas. El juez debe examinar si se
han respetado las exigencias legales que tienden a resguardar los intereses de
las personas protegidas por la ley.

d.3) Sanción.

La omisión de las formalidades habilitantes produce la nulidad relativa (art.


1682, inciso final)

e) Formalidades de prueba.

Están constituidas por diversas formas que sirven como el principal medio
de prueba del acto. Si se omiten, la ley priva al acto de determinado medio de
prueba. Por ejemplo: arts. 1708 y 1709 del Código Civil, que establecen en qué
casos el acto jurídico debe constar por escrito, so pena de no poder acreditarlo
mediante la prueba de testigos. La omisión de las formalidades de prueba, por
ende, no acarrea la nulidad del acto jurídico, sino que restringe la forma de
probarlo.

f) Formalidades de publicidad.

La doctrina las clasifica en:

1° Formalidades de simple noticia: tienen por objeto llevar a conocimiento de


los terceros en general, las relaciones jurídicas que puedan tener interés en
conocer. La falta de publicidad- noticia tiene por sanción la responsabilidad de
quien debió cumplir la formalidad y no lo hizo; debe indemnizar a los que
sufrieron un perjuicio a causa de la infracción. El fundamento de esta
responsabilidad reside en el art. 2314 del CC. Un ejemplo de esta clase de
formalidad de publicidad, son las publicaciones que deben efectuar las
sociedades anónimas dando cuenta de “hechos esenciales”.

2° Formalidades sustanciales: tienen por objeto no sólo divulgar los actos


jurídicos sino también precaver a los llamados terceros interesados, que son los
que están o estarán en relaciones jurídicas con las partes. La falta de publicidad
sustancial tiene como sanción la ineficacia del acto jurídico respecto de terceros,
o sea, la inoponibilidad. Un ejemplo de esta clase de formalidad de publicidad es
la publicación en el Diario Oficial, en los días 1 o 15 o hábil siguiente, del extracto
de la escritura de prenda sin desplazamiento, dentro de 30 días hábiles.

g) Actos solemnes por determinación de las partes.

La ley es la que da a un acto el carácter de solemne o no solemne. Las


partes, sin embargo, pueden hacer solemne un acto que por exigencia de la ley
no tiene tal naturaleza. Por ejemplo, si se pacta que la compraventa de ciertos
bienes muebles se celebrará por escrito: art. 1802 del CC. En este caso, la ley
confiere a las partes el derecho a retractarse de la celebración del contrato.

Por lo demás, si las partes celebran el contrato sin cumplir con la


formalidad voluntariamente acordada, se entenderá que han renunciado
tácitamente a la señalada formalidad.

h) Las formalidades son de derecho estricto.

Constituyendo una excepción al derecho común, las formalidades deben


interpretarse restrictivamente: las formalidades que la ley exige para un acto o
contrato, no pueden aplicarse o exigirse para otro acto jurídico, por semejante
que sea; asimismo, no pueden exigirse otras formalidades que aquellas que la
ley expresamente establece. Nada impide en todo caso, como se dijo, que las
partes acuerden incorporar formalidades al acto jurídico.

Cabe destacar finalmente, en esta materia, que en el Derecho de Familia


los actos son usualmente solemnes, mientras que en el Derecho Patrimonial
constituyen una excepción.

También podría gustarte