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Definición Legal

El Código Civil Venezolano, influido en gran medida por el Código Civil


Napoleónico o francés, en su artículo 771 define la posesión en los siguientes
términos: “La posesión es la tenencia de una cosa, o el goce de un derecho que
ejercemos por nosotros mismos o por medio de otra persona que detiene la cosa o
ejerce el derecho en nuestro nombre.”

Como lo expresa Aguilar (2003)[5], del espíritu del legislador se desprende


que los actos que constituyen la posesión se asimilan al ejercicio del derecho de
propiedad cuando se habla de “posesión de cosas” o al ejercicio de otro derecho,
caso en el que se hablaría de “posesión de derechos”, sin embargo, estos
derechos no son derechos propiamente dichos, sino que ocurre es que de hecho
se ejercen facultades derivadas de esos derechos.

De este artículo se desprende, implícitamente, la existencia de dos


situaciones, a saber, la primera que señala a quien tiene la cosa o goza del
derecho por sí mismo o a través de otro y la segunda que plantea quien sólo tiene
la cosa o goza del derecho en nombre de otro. Esas situaciones son el
fundamento de la distinción legal entre la posesión y la detentación, siendo la
primera la que se ha definido previamente y la segunda, aquella que se tiene sin el
ánimo de poseerla en nombre propio.

Es, en todo caso, un poder de hecho tutelado jurídicamente, de tal manera


que la posesión desde un punto de vista común significa un poder de hecho que
puede definirse con relación a los poderes fundados en el Derecho.

4. Naturaleza Jurídica de la Posesión

Cuando se trata de determinar la naturaleza de una figura jurídica siempre


surgen diversas posiciones doctrinarias, cosa que sucede con la posesión
igualmente. A tal efecto se distinguen cuatro teorías, las cuales se especifican a
continuación.
a) Teoría Empírica de la Posesión: Sus postuladores, Pothier, Aubry et Rau y
Bonfante, sostienen que la posesión es un poder de hecho, puesto que se basa en
circunstancias materiales, fijándose en el hecho de que una persona que no es
propietaria del bien pueda aprehenderlo. Lógicamente, fijándose que en la práctica
existían perturbaciones a la misma, no dejaron de lado los efectos jurídicos que
produce el ejercicio de la posesión, de los cuales, el más inmediato es la facultad
de accionar la jurisdicción a través de los interdictos.

b) Teoría Jurídica de la Posesión: Por su parte, Ihering, en contraposición a la


teoría anterior, se basa en que la posesión es un derecho, porque hace un estudio
sobre el derecho subjetivo; parte de la teoría del interés, puesto que dice que los
derechos existen para garantizar los derechos de la vida, ayudar a sus
necesidades y alcanzar sus fines. Además, agrega dos elementos, uno sustancial
que es el fin práctico querido por la persona y uno formal, que tiene que ver con la
protección jurídica. Concluye Ihering diciendo que el derecho subjetivo no es más
que un interés jurídico, por lo que la posesión es un interés jurídico tutelado por la
ley.

c) Teoría Mixta o Ecléctica: Savigny, su principal exponente, considera que la


posesión posee dos aspectos, uno estático y otro dinámico. En cuanto al aspecto
estático, es un simple hecho porque nace de circunstancias materiales, y tiene un
aspecto dinámico con relación a sus efectos, puesto que al ver que existen efectos
jurídicos, como es el caso de la tutela judicial, es un derecho.

d) Teoría del Derecho Real Provisional: Parte de la doctrina alemana,


representada por Von Thur, considera que todo poder sobre una cosa que está
dotado de acciones es un derecho pero, a pesar de ello, existe una diferencia
entre la posesión y la propiedad, siendo ésta un derecho real definitivo, en tanto
que la posesión es un derecho real provisional. Es decir, es la posesión un
derecho más débil frente al derecho de propiedad.

5. Elementos de la Posesión
De conformidad con la teoría acogida por el legislador venezolano, la
posesión propiamente dicha implica dos elementos, uno material y otro
psicológico: el “corpus” y el “animus”, respectivamente.

Por costumbre, desde el derecho romano, se han consagrado estos dos


elementos, es decir, el físico o corporal conocido como corpus, que consiste en la
relación fáctica entre el poseedor y la cosa sujeta a su voluntad y otro, de
naturaleza intencional, llamado animus, referido a la intención de poseer.

Sobre este punto, la doctrina plantea la existencia de concepciones que


discute y pretende brindarle más importancia a uno de los elementos respecto del
otro. De tal manera que son dos las corrientes principales que versan sobre la
materia.

a) Teoría Subjetiva: Planteada por Savigny en 1803 en la que señala que,


existiendo ambos elementos, el ánimo no es la simple intención de poseer, sino
que se exige un ánimo calificado, es decir, que la persona tenga intención de
poseer la cosa como si fuera propia. El elemento o determinante calificador de la
posesión es, pues, el “Animus Domini”, porque tomó en cuenta lo que se dijo en el
derecho romano, que era que el poseedor se comportara como el verdadero
propietario.

Para Savigny, en ese sentido, el corpus era la posibilidad física de actuar sobre la
cosa, aunque ésta no esté al alcance de la mano de la persona que tiene la
intención de ejercer la posesión.

b) Teoría Objetiva: Formulada por Ihering, indica que la posesión existe cada vez
que se establezca una relación espontánea de la persona con la cosa, sin importar
la intención de la persona de querer la cosa. Esta teoría se contrapone a la
anterior en cuanto a que el elemento más importante es el objetivo, puesto que
el corpus cumple con la función de dar a conocer a los terceros la intención de la
persona de poseer la cosa, es decir, el corpus lleva implícito el animus.

Ihering llegó a decir que siempre que hubiese relación espontánea hay posesión,
de lo contrario habría una mera detentación.
Semejanzas entre ambas teorías

 Las dos admiten la existencia de los dos elementos.

 Las dos señalan la existencia de relaciones posesorias y otras de mera


detentación.

 Ambas producen los mismos efectos.

Diferencias entre ambas teorías

 Para la Teoría Subjetiva el elemento calificador es el animus domini, en


tanto que para la Teoría Objetiva es el corpus.

 En la Teoría Subjetiva cada elemento es autónomo; en la Teoría Objetiva


el corpus lleva implícito el animus.

 En cuanto a la tutela jurídica, para Savigny, la persona debe tener la


intención de poseer, caso contrario no tendría derecho a los interdictos. Para
Ihering toda persona poseedora tiene derecho a los interdictos.

 Es más fácil, para Ihering, probar en el caso de un conflicto judicial sobre la


posesión la relación con la cosa, que el animus requerido por Savigny.

Posición del Derecho Civil Venezolano

Tomando en consideración lo expuesto por el legislador venezolano en el


Código Civil Venezolano vigente, a través de sus artículos 771, 772, 783, 785 y
786, se desprende que la teoría acogida por el derecho civil venezolano es la
objetiva.
Observando que en el artículo 771 sustantivo civil se define la posesión
como “la tenencia de una cosa o el goce de un derecho que ejercemos por
nosotros mismos o por medio de otra persona.” Es visible que no se exige el
animus domini como elemento clarificador de la posesión.

En los artículos 783, 785 y 786 del mismo cuerpo normativo se reputa como
verdaderos poseedores a los que ejercen un poderío material sobre la cosa, sin
tomar en cuenta la intención que tengan sobre ella. Finalmente, el artículo 772,
ejusdem, se corrobora la posición objetiva de los elementos al requerirse, de
manera sine qua non, “la intención de tener la cosa como suya propia.”, para
poder calificarse la posesión legítima.

6. Objeto de la Posesión

A pesar de que en el artículo 771 del Código Civil Venezolano el legislador


consagra como objeto de la posesión “… la tenencia de una cosa, o el goce de un
derecho…”, no todas las cosas ni todos los derechos son objeto de posesión, por
lo que es necesario señalar cuáles pueden serlo y cuáles no.

a) Pueden ser objeto de posesión

a. Las cosas corporales dentro del comercio, apropiables (muebles e inmuebles), las
cosas susceptibles de tráfico jurídico y las universalidades de muebles.

b. Las cosas incorporales, por ejemplo, la marca o los derechos de autor.

c. Los derechos reales.

d. Los derechos de crédito.

e. Bienes patrimoniales del Estado (Art. 1960 del Código Civil Venezolano).

b) No pueden ser objeto de posesión


a. Las cosas cuya propiedad no puede adquirirse (Art. 778 del Código Civil
Venezolano), por ejemplo, los bienes extra-commercium.

b. Los derechos personalísimos, de familia, políticos, electorales y los de crédito que


se agotan recibiendo una prestación de tracto único.

c. Bienes no patrimoniales del Estado.

7. Diferencias entre Posesión y Propiedad

a) La posesión subsiste en la medida en que se ejercite, en tanto que la propiedad es


un poder y un derecho jurídico estable que subsiste con independencia de su
ejercicio.

b) La propiedad, en principio, lleva implícita la posesión, la situación inversa no se


da.

c) Los actos que puede ejercitar el poseedor dependen del tipo de posesión que
ejercite, pero en ningún caso son iguales a los que puede ejercer el propietario.

d) La posesión está tutelada por acciones posesorias (interdictos), las cuales se


realizan por juicios especiales; la propiedad está tutelada por acciones reales, las
cuales se ventilan por procedimientos ordinarios.

e) Resulta más fácil probar la posesión que probar la propiedad.

f) Goza de mayor relevancia la propiedad que la posesión.

8. Justificación de la Posesión
Existen múltiples razones para justificar la consagración normativa de la
posesión; entre ellas se destacan:

a) De orden práctico: El legislador vio la conveniencia de su consagración puesto que


en la práctica es corriente la utilización constante de bienes por parte de las
personas, sean propietarias o no de los mismos.

b) De orden socio-jurídico: La posesión puede ser ejercida tanto por el propietario


como por otra persona. Como a primera vista resulta un tanto difícil determinar tal
situación, se consideró lesivo el no consagrar la posesión, pues su no
reconocimiento resultaría dañoso para la paz social.

c) De orden económico: La posesión es la actuación de las energías productoras de


un bien que resultan económicamente más beneficiosas para la vida de un país,
es decir, la posesión resulta más útil que la vacía titularidad de una cosa
determinada.

9. Efectos Generales de la Posesión

a) Toda posesión está jurídicamente por medio de las acciones interdictales y, en


algunos ordenamientos además, por la autodefensa o acción directa.

b) La aplicación de la disposición consagrada en el artículo 775 del Código Civil


Venezolano, a saber, “En igualdad de circunstancias es mejor la condición del que
posee.”, desempeña un papel importante en materia de procedimientos
reivindicatorios cuando el actor no prueba plenamente su derecho de propiedad.

c) El poseedor tiene derecho al reembolso por concepto de mejoras realizadas.


CLASES DE POSESIÓN.
Posesión Natural: (de tentación o posesión precaria); este tipo de posesión es
sinónimo de tentación constituye una clasificación de valor teórico pues no tiene
relevancia en el derecho positivo, y es aquella que se da en nombre del dueño,
aun cuando se encuentra protegida por ciertas acciones tutelares, no puede servir
de base para la adquisición del dominio. Es una mera de tentación y no requiere
más que el elemento material (corpus).
Posesión Civil o propia; se refiere al goce de un derecho o el disfrute de una
cosa, unidos a la intención de tener la cosa o el derecho como propios. Esta
especie de posesión exige la conjunción del corpus y el animus.
Posesión legitima; se da cuando concurre la continuidad, que sea pacífica,
pública, no equivoca y con la intención de tener la cosa como suya propia. Artículo
772 del Código Civil. La posesión legítima supone la existencia de todos los
requisitos exigidos por la ley entre los cuales se encuentran los siguientes
elementos:
1. Continuidad.
2. No interrupción.
3. Pacífica.
4. Pública.
5. No equivoca.
6. Y con la intención de tener la cosa como suya propia.
La continuidad: consiste en que el poseedor ejerza su poder de hecho en toda
ocasión o momento en que lo hubiera hecho el propietario (o titular del derecho de
que se trate). La discontinuidad consiste en no ejercer así su poder de hecho. En
su forma más extrema, o sea, cuando el poseedor no ejerza su poder de hecho
nunca, la discontinuidad no es ya un simple vicio de la posesión sino que implica
la pérdida de la misma por pérdida del elemento "corpus". Es una cuestión de
hecho que debe apreciarse en cada caso, al cabo de cuanto tiempo de no ejercido
el poder de hecho debe entenderse que se ha abandonado la cosa.
La discontinuidad se diferencia de la interrupción de la posesión en que aquella
proviene de la conducta del poseedor mientras que la segunda ocurre por una
causa ajena a él (por ej.: el despojo realizado por un tercero, hechos de la
naturaleza que impiden ejercer el poder de hecho sobre la cosa, entre otras.
La pacificidad: de la posesión consiste en que el poseedor actúe sin la
contradicción u oposición de otro que esté animado de una intención rival a la
suya (así, por ej.: el acto del ladrón que a la fuerza penetre en una casa con el
propósito de robar no transforma la posesión del poseedor de la casa asaltada en
una posesión violenta porque el ladrón no tiene la intención de pasar a poseer el
inmueble).
Publicidad de la posesión: consiste en que el poseedor realice su actuación
posesoria sin ocultarla, tal como suelen hacerlo los verdaderos titulares de los
derechos, sin que sea necesario que realice actos especiales con el solo fin de
darla a conocer. También es de observar que aun cuando en el Derecho Romano
la clandestinidad en la adquisición de la posesión la viciaba para siempre, nuestra
Ley dispone que no "pueden servir de fundamento a la adquisición de la posesión
legítima los actos... clandestinos; sin embargo ella puede comenzar cuando ha
cesado la... clandestinidad" (C.C., art. 777). Es pues un vicio temporal.
La inequivocidad: La posesión es un concepto sobre el cual existen
discrepancias. De acuerdo con una vieja concepción, significaría que no existan
dudas sobre los elementos de la posesión, el "corpus" y el "animus"; pero según
una opinión más reciente consiste en que no existan dudas sobre el "animus", de
modo que la posesión será equívoca cuando los actos de goce pueden explicarse
sin presuponer dicho "animus".
ADQUISICIÓN Y TRANSMISIÓN DE LA POSESIÓN.
Surge toda vez que la actuación de la persona que se coloca frente a una cosa
en actitud de propietario o de titular de otro derecho real sin que ese supuesto
pueda ser transmitido.
Modos de adquirir la posesión
a. Originaria:
Es aquella que se produce por un acto unilateral del quien la adquiere, sin
necesidad de que concurran su voluntad y un poseedor precedente. Es necesario
que exista una conducta que constituya respecto de la cosa el supuesto de hecho
posesorio, o sea, la conjunción del "corpus" o del "animus".
b. Derivativa
Surge cuando existe un poseedor anterior que interviene a través de la tradición o
entrega de la cosa.
Tradición
Consiste en la entrega de una cosa para trasladar a quien recibe la posesión de la
misma, la cual puede producir algunos efectos jurídicos que pueden confundirla,
pero es necesario que reúna ciertas características para la producción de dichos
efectos.
Formas de hacer tradición:
a) La tradición puede hacerse mediante la entrega efectiva, material o corporal de
la cosa, ella no implica un negocio jurídico porque sus efectos no se fundan en el
contenido de las declaraciones de voluntad, sino que es uno de los actos que se
puede denominar acto real están en función de que se produzca un resultado de
hecho que bien se traduce en la entrega material u ocupación material de la cosa,
la cual debe concurrir con la voluntad del poseedor precedente; y ello explica que
para adquirir la posesión por este concepto, basta también la capacidad de
entender y querer.
b) La tradición consensual consiste en un acuerdo donde el adquiriente se
encuentra en una situación que le permita poder ejercer su poder sobre la cosa,
pero debe ser de igual forma un acto real. Donde reine fundamentalmente la
entrega y ocupación de la cosa entregada consensualmente, con la voluntad del
precedente poseedor. (Ejemplo: el arrendamiento de una tienda)
c) Existe otra forma de hacer tradición que puede ser denominada simbólica o
fingida, la cual consiste en no hacer entrega efectiva de la cosa, pero le ofrece la
posibilidad de poseer esa cosa de forma segura.
CAPACIDAD PARA ADQUIRIR LA POSESIÓN.
Las personas físicas o de existencia visible tienen capacidad reconocida por la ley
para adquirir la posesión.
EFECTOS DE LA POSESIÓN.

I. La Ley enuncia como principio general de protección a la posesión que en


igualdad de circunstancias es mejor la situación del que posee (C.C., art. 775).
II. Pero además el ordenamiento jurídico establece toda una serie de efectos
específicos de la posesión.
1° El efecto más típico de la posesión es que el poseedor por el solo hecho de
serlo, tiene el derecho de seguir poseyendo mientras no sea vencido en juicio
petitorio. Esta protección, que no se concede por igual a todos los poseedores, es
la llamada protección interdictal porque se hace valer mediante unas acciones
especiales llamadas interdictos que estudiaremos en el próximo capítulo.
Obsérvese que, se trata de una protección provisional en el sentido de que cesa
cuando enjuicio petitorio se declara que la posesión está en contradicción con la
propiedad u otro derecho.
2° La Ley coloca al poseedor en posición de demandado en los juicios
petitorios con lo cual la carga de la prueba recae sobre el no poseedor.
3° La Ley protege al poseedor en el plano probatorio al establece una serie de
presunciones que le favorecen. Son éstas:
A) La presunción de no precariedad. "Se presume siempre que una persona posee
por sí misma y a título de propiedad, cuando no se prueba que ha comenzado a
poseer en nombre de otra" (C.C., art. 773). En consecuencia, el poseedor sólo
tiene que probar el corpus de su posesión para que se le considere poseedor
propiamente dicho y a título de dueño. Corresponderá a su contraparte, si fuere el
caso, probar que aquél comenzó a poseer en nombre de otra persona.
B) La presunción de posesión intermedia: "El poseedor actual que pruebe haber
poseído en un tiempo anterior, se presume haber poseído durante el tiempo
intermedio, salvo prueba en contrario" (C.C., art. 779). Obsérvese que esta
presunción sólo favorece al poseedor actual.
C) La presunción de posesión anterior. "La posesión actual no hace presumir la
anterior, salvo que el poseedor tenga título; en este caso se presume que ha
poseído desde la fecha de su título, si no se prueba lo contrario" (C.C., art. 780).
Es obvio que quien pretende invocar esta presunción debe probar su posesión
actual, su título y la fecha de éste.
D) La presunción de buena fe: "La buena fe se presume siempre; y quien alegue la
mala, deberá probarla" (C.C., art. 789.). Sin embargo existe una presunción de
signo contrario: "Cuando alguien ha comenzado a poseer en nombre de otro, se
presume que la posesión continúa como principió, si no hay pruebas de lo
contrario" (C.C., art. 774).
Así quien comenzó a poseer en nombre de otro y después alega que posee por sí
mismo tendrá que probar la conversión de su posesión o la interversión de su
título.
4° Aun cuando la Ley obliga al poseedor a restituir la cosa cuando sea vencido
enjuicio de reivindicación, le otorga en las condiciones que veremos, el derecho a
ser indemnizado por las mejoras que ha hecho de la cosa, robustecido a veces
con un derecho de retención, y el derecho a hacer suyos ciertos frutos.
A) El poseedor puede reclamar por las mejoras, la suma menor entre el monto de
las impensas y el mayor valor dado a la cosa siempre que las mejoras existan al
momento de la evicción (C.C., art. 792). Estas reglas rigen por igual a la posesión
de buena o de mala fe. El mayor valor ha de determinarse no por la diferencia
entre el que tenía la cosa cuando pasó al poseedor y el que tiene cuando vuelve al
propietario sino por la diferencia entre el valor que tendría la cosa sin la mejora y
el que ha adquirido con ella en el momento de su restitución. Ahora bien, al
poseedor de buena fe (no al de mala) corresponde el derecho de retención de los
bienes por causa de mejoras realmente hechas y existentes en ellos, con tal que
las haya reclamado en el juicio de reivindicación (C.C., art. 793). Estas reglas
relativas a las mejoras revelan que el poseedor tiene derecho con tanta mayor
razón a los gastos de conservación que hubiere hecho en la cosa. En cambio,
nada puede reclamar el poseedor, aunque sea de buena fe, por concepto de
gastos suntuarios', pero puede llevarse los adornos con que hubiese embellecido
la cosa siempre que esta no sufra deterioro.
B) "El poseedor de buena fe hace suyos los frutos y no está obligado a restituir
sino los que percibiere después de que se le haya notificado legalmente de la
demanda" (C.C., art. 790). Obsérvese que este efecto no queda excluido por el
hecho de que el poseedor conozca de la existencia de la demanda si esta no le ha
sido legalmente notificada. La regla está redactada para quien posee a título de
propietario. En caso de posesión de otros derechos, el poseedor de buena fe sólo
podrá hacer suyos los frutos que le hubieren correspondido si hubiera sido titular
del derecho que posee. El poseedor de mala fe, en cambio, debe restituir todas las
frutas percibidos sin que al parecer tenga derecho a que se le reconozcan los
gastos necesarios hechos para la producción de los mismos.
5° La posesión puede conducir a la adquisición de la cosa o derecho poseído a
través de varias instituciones:
A) La ocupación y la usucapión de las que trataremos al estudiar los modos de
adquirir la propiedad;
B) La indicada regla que atribuye al poseedor de buena fe no la cosa o derecho
poseído sino 1 os frutos percibidos antes de que sea legalmente notificado de la
demanda; y
C) Las normas relativas al efecto de la posesión en materia de muebles por su
naturaleza y de títulos al portador que no constituyan universalidades (C.C., art.
794 y 795), normas que por su importancia estudiaremos en el próximo acápite.
6° El poseedor puede oponerse al embargo de la cosa o derecho que posee
cuando la medida ha sido dictada en un juicio en el cual él no es parte, siempre
que lo haga dentro de la oportunidad señalada por la legislación procesal, en los
casos y con los efectos que la misma indica.
7° "Cuando por diversos contratos se hubiese alguien obligado a dar o entregar
alguna cosa mueble por su naturaleza, o un título al portador, a diferentes
personas, se preferirá a la persona que primero haya tomado posesión efectiva
con buena fe, aunque su título sea posterior en fecha" (C.C., art. 1162).

POSESIÓN DE BUENA FE

Es poseedor de buena fe quien posee como propietario de fuerza de justo titulo,


es decir de un titulo capaz de transferir el dominio, aunque sea vicioso, con tal que
el vicio sea ignorado por el poseedor (art: 788 del cc). Pero nuestra ley es más
exigente al definir la posesión de buena fe porque requiere que la misma se apoye
en justo titulo.
Justo título: es cualquier acto o hecho que por su naturaleza sea susceptible de
hacer o adquirir la propiedad o derecho aun cuando en el caso concreto no
produzca ese efecto debido a un vicio cualquiera. Dicho título debe existir de
hecho. Ahora bien si en el titulo existe un vicio es necesario que el poseedor lo
ignore para que la posesión sea de buena fe.
En nuestro derecho: el momento decisivo para juzgar la buena fe, es el
momento en que se adquiere la posesión.
La dificulta de la prueba de buena fe: explica que el legislador haya establecido
una presunción "la buena fe se presume siempre que alejen la mala fe" (deberá
probarla).
Posesión en materia de bienes muebles: nuestro derecho consagra que la
posesión de vienen muebles, equivale al título siempre que se trate de una
posesión de buena fe, ello implica que en las condiciones no pueden reivindicar
las cosas de terceros que posean de buena fe el bien mueble correspondiente.

POSESIÓN EXCLUSIVA Y COPOSESIÓN.

Esta clasificación en realidad no distingue entre una clase de posesión y otra sino
que se establece en función del número de sujetos de una misma posesión. Por
ello estudiamos el tema al tratar de los sujetos de la posesión y consideramos que
no se trata de distintas clases de posesión.

PÉRDIDA DE LA POSESIÓN.

1° La pérdida de la posesión puede ocurrir de tres maneras: por desaparición


simultánea del "animus" y del "corpus", por pérdida del "corpus" sólo o por la
pérdida del "animus" sólo.
2° Casos típicos de la pérdida de la posesión por desaparición de ambos
elementos son el abandono de la cosa por el poseedor, su enajenación seguida de
la tradición de la cosa y el perecimiento total de la cosa.
3° Se pierde la posesión por desaparición de sólo el "corpus" cuando la cosa cae
en el dominio público o cuando un tercero se apodera de ella.
4° Ejemplo de la desaparición de la posesión por pérdida de solo el animus es el
caso del "constitutum possessorium", arriba mencionado.

Coposesión
[DCiv] Cotitularidad o pluralidad de titulares en la posesión de una cosa.
fiSi CC, art 445.
Posesión.

Es la situación producida por la concurrencia de varios sujetos en una


misma posesión. Esta pluralidad de poseedores sobre una misma cosa
o derecho hace imprescindible la indivisión. Se trata de la transposición,
al ámbito posesorio, de la cotitularidad o comunidad de derecho. La
coposesión ha de recaer en la cosa y cada coposeedor lo es de la cosa
entera. No obstante, actuará teniendo en cuenta la limitación que
conlleva la concurrencia con los demás cotitulares de la posesión.
Conviene distinguir la coposesión de la concurrencia de posesiones o
situación de pluralidad de posesiones sobre la cosa.

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