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El estado de Colima se caracteriza por ser uno de los más pequeñ os del pai ́s, con una extensión

aproximada de 5 543 km2. A pesar de comprender 0.3% de la su-


perficie de México, su fisiografía y climas facilitan la presencia de una importante diversidad de ecosistemas en los que habitan gran variedad de organismos. Coli-
ma se caracteriza por su importante exposición a fenómenos naturales, como sismos, erupciones volcánicas y huracanes, que pueden tener un impacto sobre la
biodiversidad estatal.
Sin embargo, las principales amenazas al capital natural de Colima son aquellas relacionadas con las actividades humanas, como el cambio de uso de suelo. Se sabe
que en 25 añ os se deforestó o alteró 25% de la cobertura vegetal del estado para convertirla en áreas agri ́colas o de pastoreo; este valor está por encima del pro-
medio nacional y equivale a perder anualmente 0.58% de algún tipo de vegetación.
Ante esa situación, conscientes de la problemática ambiental que enfrenta el estado y de los retos que suponen mantener un balance entre el desarrollo económi-
co y social de la entidad y la conservación y aprovechamiento sustentable de su biodiversidad, el Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del
estado de Colima (IMADES), contactó a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) para elaborar un diagnóstico de la biodiver-
sidad del estado y, posteriormente, la respectiva Estrategia Estatal de Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad.
Finalmente, tras un esfuerzo de colaboración sin precedentes para el estado, en el que participaron 49 instituciones estatales, nacionales y extranjeras, y cerca de
200 autores, Colima ha cumplido con la primer meta de este proceso mediante la publicación de La Biodiversidad en Colima: Estudio de Estado, obra que constituye
el compendio más completo y actualizado de información sobre la diversidad biológica de Colima.
El Estudio está conformado por una sección introductoria y 12 secciones con sus respectivos capi ́tulos, referencias bibliográficas y anexos. Además, se ha incluido
una sección con los resúmenes curriculares de los autores participantes.
Cada capi ́tulo incluye cuadros, figuras y estudios de caso que ayudan al lector a tener una comprensión integral e ilustrada del contenido de la obra. Los anexos
incorporados en el cd que acompañ a al Estudio permiten complementar el conocimiento, proporcionando información técnica y científica a detalle.
Para la elaboración de esta obra se utilizaron 9 612 533 registros del Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad de México (SNIB) de la CONABIO. Sin
embargo, la principal fuente de informa-
ción fue el conjunto de datos recabados
por los investigadores de las diferentes
instituciones que colaboraron en la pre-
sente obra. Se contabilizan 6 084 espe-
cies pertenecientes a diversos grupos
biológicos.
Todos los registros aportados fueron
revisados por la Subcoordinación de
Catálogos de Autoridades Taxonómicas
de la CONABIO, con la finalidad de validar
o actualizar las nomenclaturas utilizadas y
confirmar la presencia de las especies en
la entidad.
Por último, es importante señalar que La
Biodiversidad en Colima: Estudio de Esta-
do, presenta por primera vez un diag-
nóstico completo y actualizado del patri-
monio biológico del estado. Se trata de
un documento que sentará las bases para
el diseño de las acciones y estrategias
que aseguren la conservación y el uso
racional y sostenido de la diversidad
biológica, ello a través del desarrollo de
una segunda fase: la Estrategia Estatal
para la Conservación y el Uso Sustentable
de la Biodiversidad del Estado de Colima
(ECUSBE-COL).

Coordinación de Estrategias de Biodiversidad y Cooperación-CONABIO. 2021. Resumen de La biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. CONABIO, México.
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Colima significa “lugar donde domina el dios del fuego”, en alusión a los volcanes que circundan el paisaje. El estado ocupa una extensión
territorial aproximada de 5 542.74 km2, que corresponde a 0.3% del territorio nacional (es la cuarta entidad más pequeña del país, en cuanto
a superficie territorial se refiere). Sus límites son el estado de Jalisco al oeste y noreste, el estado de Michoacán al este y el océano Pacífico al
sur.

Cuenta con un litoral de aproximadamente 140 km de longitud en el océano Pacífico; forma parte de las provincias fisiográficas Faja Volcáni-
ca Transmexicana y la Sierra Madre del Sur. Derivado de la conjunción de estos elementos físicos, se diferencian dos sectores principales: el
oriental y el occidental. El primero presenta condiciones topográficas suaves, ya que en mayor proporción se conforma por llanuras y valles,
mientras que en su porción occidental dos terceras partes las constituyen lomeríos y sierras.

Por su posición colindante con el océano Pacífico el clima predominante es cálido subhúmedo, presente en la zona costera y en el valle
de Tecomán, ocupando 78% de la superficie estatal. Sin embargo, éste cambia a un clima semiseco, eso en la transición de la llanura costera
hacia la sierra, donde disminuye la temperatura al alcanzar mayores altitudes en el volcán de Colima, generando un clima templado. La preci-
pitación media anual es cercana a los 1 000 mm, con temperaturas promedio de 26 °C.

La temporada de lluvias ocurre de junio a octubre. En este periodo se presenta 90% de la precipitación, 5.9% se presenta de enero a mayo y
4.1% restante de noviembre a diciembre, con periodos de transición de lluvias irregulares y dispersas.

En la entidad se presentan siete órdenes de suelos, de los cuales los Inceptisoles, Molisoles, Vertisoles y Entisoles resultan de mayor impor-
tancia, social y económica, por ubicarse en zonas de uso agrícola, así como en regiones relevantes por su cobertura vegetal y topografía.
Además, existen gran variedad de yacimientos minerales, tanto metálicos como no metálicos, por lo que Colima es el segundo productor de
hierro en México; otros minerales no metálicos como calizas, yesos, sales y dolomitas son también de interés.

En Colima confluyen dos regiones hidrológicas: Costa de Jalisco y Armería-Coahuayana. A nivel de cuenca se presentan tres cuencas: río Ar-
mería, la más grande en extensión; la cuenca del río
Coahuayana y la del río Chacala-Purificación. Los principa-
les cuerpos de agua están formados por las lagunas
de Cuyutlán, Alcuzahue y Amela, y de los esteros Potrero
Grande, Tecuanillo y Boca de Pascuales. También hay
diversos manantiales localizados en la sierra del volcán de
Colima dan origen a los escurrimientos de los ríos Armería
y Coahuayana, y varios de sus afluentes.

Las aguas subterráneas en el estado se delimitan princi-


palmente en dos zonas, la del valle de Colima y la de la
zona costera. La primera tiene una superficie aproximada
de 1 280 km² y está constituida por depósitos aluviales
como gravas, boleos, arenas, limos, arcillas y cenizas. En
lo que respecta a la zona costera los acuíferos están cons-
tituidos por una mezcla de arenas, boleos, gravas y, en
menor proporción, por limos y arcillas.

La región norte del estado es una de las zonas de mayor


precipitación pluvial, registrándose lluvias del orden de
900 a 1 300 mm anuales, dependiendo de elevaciones
relativas. Se puede considerar que esta zona norte es de
las principales zonas de recarga de los mantos freáticos
que conforman el sistema hidrológico en gran parte de la
entidad.
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De acuerdo a datos del 2010, Colima cuenta con una población de 650 555 el melón, el jitomate y el chile verde, que en conjunto reúnen 52% del valor
habitantes, distribuidos en 1 273 localidades y concentrados en 10 munici- total de este tipo de cultivos. En el caso de la actividad pecuaria, la produc-
pios: Colima, Manzanillo, Tecomán, Villa de Álvarez, Armería, Cuauhté- ción de carne en canal representa 81.1% de su valor total, y al interior de
moc, Comala, Coquimatlán, Minatitlán e Ixtlahuacán. El 51% de la población esta última actividad la carne de aves representa 57.8% y la porcina 32.5%.
son mujeres y 49% hombres. La población ocupada en 2010 fue de 128 913 En cuanto a la actividad forestal maderable sobresale la explotación de
personas. las latifoliadas y las coníferas, con 23% y 7.1% del valor total producido,
respectivamente, mientras que en la actividad pesquera el mayor valor
En el ámbito nacional Colima es la segunda entidad menos habitada, sólo
producido proviene del atún, el barrilete y el camarón cultivado, con 63.3,
está por debajo de Baja California Sur. No obstante, en 2010 Colima contó
16.9 y 7.2% del valor total, respectivamente.
con una densidad de población de 116 habitantes por km2, ubicándose
entre las 10 entidades más densamente pobladas del país. Por su parte, el sector secundario (también denominado industrial) está
conformado por las actividades de transformación, tales como la manufac-
Aproximadamente 90% de la población del estado se asienta sobre llanuras
tura de productos, e incluye la producción de electricidad, construcción y
y valles que constituyen 38% de la extensión territorial. El 10% restante se
abastecimiento de agua, entre otras actividades. En 2006 el sector secun-
encuentra distribuida en 72% del territorio, el cual está constituido por
dario contribuyó con 33.6% de la producción económica total del estado.
sierras, lomeríos y mesetas.
El sector terciario, o de servicios, incluye las actividades de servicios de
Con datos del 2010, en Colima sólo 4 089 personas mayores a cinco años
hotelería, restaurantes, bancarios, de educación, transporte, turismo y
hablaban alguna lengua indígena, lo que representa 0.6% del total de po-
comercio de bienes y servicios finales. En 2006 el sector terciario contribu-
blación y 1% de la población de cinco años y más en la entidad; de ellos,
yó con 53.5% de la producción económica total del estado.
34.8% lo hacían en náhuatl, 19.4% en mixteco, 9.9% en purépecha, 7.0% en
zapoteco, 2.5% en mazahua 1.3% en otomí, 1.3% en amuzgo y 1.2% en Colima es el segundo productor de hierro en México y tiene importantes
maya. reservas aún por explotar. Los minerales no metálicos son de gran impor-
tancia, en ocasiones con más rentabilidad que los metálicos, siendo los más
La población de habla indígena se encuentra distribuida espacialmente en
atractivos las calizas, yesos, sales y dolomitas.
los 10 municipios del estado. Por ejemplo, Tecomán y Manzanillo son las
localidades que concentran la mayor cantidad de población indígena, con
39.5 y 28.6% del total estatal. Por su parte, Ixtlahuacán, Coquimatlán y
Armería presentaron un número reducido de población indígena; 0.2, 0.7 y
3%, respectivamente, con respecto al total estatal.

En Colima 32.3% de la población vive en condiciones de pobreza moderada,


y sólo 2.5% en pobreza extrema. En lo referente a los indicadores de margi-
nación, en el año 2010 el índice de marginación del estado fue de -1.10,
contando con cuatro municipios (Colima, Cuauhtémoc, Manzanillo y Villa
de Álvarez) con grados muy bajos de marginación, cuatro más
(Comala, Coquimatlán, Minatitlán y Tecomán) con grados bajos de margi-
nación, y sólo dos (Armería e Ixtlahuacán) con grados medios de margina-
ción, destacando que no existe en la entidad algún municipio considerado
de alta o muy alta marginación.

El sistema económico de Colima se clasifica en tres sectores productivos:


primario, secundario y terciario. El sector primario incluye las actividades
agrícolas, pecuarias, silvícolas y las de caza y pesca, las cuales dependen
ampliamente de los recursos naturales y se caracterizan por contar, en
términos generales, con tecnologías poco actualizadas. En 2006 el sector
primario contribuyó con 6.1% de la producción económica total del estado,
por lo cual, se sitúa como la parte productiva más débil de la economía
colimense. La poca importancia, en términos de producción, se relaciona
con la presencia de unidades de producción primaria que utilizan tecnolo-
gía obsoleta, lo cual da lugar a bajos niveles de productividad y valor agre-
gado.

En la actividad agrícola, los productos perennes representaron 78% del


valor total de la producción agrícola en el estado, sobresaliendo los cultivos
de limón y plátano, que en conjunto representan 33.2% del valor total de
éstos. Un 66.7% restante corresponde a los cultivos cíclicos, sobresaliendo
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Ámbito municipal
La entidad cuenta con la siguiente legislación:  Reglamento Interno de la Comisión Municipal de
Ecología del Municipio de Colima.
Leyes estatales

 Ley de Preservación Ambiental del Estado de Colima  Reglamento Ambiental para el Desarrollo Sus-
tentable del Municipio de Colima.
(LPAEG).

 Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable.  Reglamentos de preservación ambiental y del


equilibrio ecológico de los municipios de Cuauh-
 Ley estatal para la protección a los animales. témoc, Coquimatlán, y Villa de Álvarez.

 Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable  Reglamento General del Parque Acuático El
Salto, municipio de Minatitlán.
 Código Penal del estado de Colima (artículo 2443
contempla los delitos ambientales).  Reglamento de Ecología del municipio de Man-
zanillo.

 Reglamento de Ecología del municipio

El ordenamiento ecológico del territorio (OET) de esta entidad tiene como objetivo la
planeación en el uso del suelo y de los recursos naturales. Uno de sus principios es hacer
compatibles el desarrollo con la conservación de la biodiversidad. En el territorio conflu-
yen múltiples actividades y actores que realizan diversas actividades, lo que busca el OET
es hacerlas compatibles con las características físicas, biológicas y sociales.

Las unidades de gestión ambiental (UGA) son porciones del territorio en las cuales se
establece una política de manejo, con base en las aptitudes y diversas estrategias para
asegurar el cumplimiento de sus objetivos. Los escenarios de tendencia generados
durante la elaboración del OET en Colima indican una disminución en las selvas y aumen-
to de las áreas agrícolas. En el OET de Colima se definieron 132 UGA.

Se cuenta con las siguientes instituciones:

 IMADES: Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de


Colima
Programa regional de ordenamiento ecológi-
co y territorial de la subcuenca Laguna
 Comisión de Ecología (municipio de Colima)
de Cuyutlán
 Dirección de Ecología del ayuntamiento de Colima
Gestión ambiental en la Universidad de
Colima  SEDER
 SECTUR
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En la parte continental del estado se ubican seis áreas naturales protegidas (ANP) que engloban diferentes esquemas de conservación y que en con-
junto abarcan 4.1% de su área (22 483 ha). Estas ANP albergan en su mayoría a bosques templados, ya que están ampliamente distribuidos; incluyen
entre 50 y 100% de la superficie de cada una de ellas.

También se encuentra la declaratoria de cuatro islas que conforman el Archipiélago de Revillagigedo. Además de la declaratoria de ANP, la Sierra
de Manantlán es considerada una región terrestre prioritaria, así como área de importancia para la conservación de las aves; en esta última se inclu-
yen además al Volcán de Colima e Islas Revillagigedo.

En Colima en el año 2016 se registraron 6 603.6 ha incorporadas a los programas de pago por servicios ambientales, correspondiendo 5 151.6 ha
a pagos por servicios ambientales hidrológicos (PSAH) y 1 452 ha al programa para desarrollar el mercado de servicios ambientales por captura de
carbono y para fomento del establecimiento y mejoramiento de sistemas agroforestales (PSA-CABSA). Estos programas benefician a 22 predios que
corresponden a seis ejidos, una comunidad indígena y 15 pequeños propietarios. Las áreas beneficiadas por el PSAH y el PSA-CABSA se encuentran
localizadas en el volcán de Colima, Cerro Grande y los alrededores de Minatitlán, mientras que los apoyos específicos para sistemas agroforestales se
localizan en el municipio de Manzanillo. Los ecosistemas mejor representados en las áreas bajo conservación, por medio del pago por servicios am-
bientales, corresponden a bosques templados y selvas secas subcaducifolias.
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Deterioro de la vegetación y los impac- En el estado se presentan siete zonas ecológicas. Predominan las áreas cálidas subhúmedas asociadas a los
tos de las actividades antropogénicas elementos tropicales; también zonas templadas subhúmedas y frías, vinculadas con áreas de serranía y volca-
nes, que se elevan a gradientes de más de 2 800 msnm; asimismo, se presentan zonas de humedales y la
zona de suelos halo-gipsófilos, que responden a ciertos factores limitantes del sustrato, como la presencia de
agua, sales o minerales.

Debido a esas intrincadas variaciones ambientales se presentan 14 tipos de vegetación, de acuerdo con la
clasificación propuesta en el Inventario Nacional Forestal: selva baja caducifolia, selva alta o media-
na subcaducifolia, selva baja espinosa perennifolia (vegetación de galería), pinar-encinar, pinar, encinar,
bosque mesófilo de montaña, matorral espinoso, pastizal, sabana, palmar, manglar, carrizal-tular y vegeta-
ción flotante.

La vegetación en ambientes costeros marinos está representada por casi la mitad de los tipos de vegetación
presentes en la entidad, siendo relevante mencionar aquella capaz de soportar la concentración alta de sal,
como el manglar, vegetación halófita y de dunas. Asimismo, en el ambiente marino las comunidades de algas
rojas dominan la composición de especies.

Selva baja caduci- Este tipo de vegetación constituye el límite térmico e hídrico Lysiloma microphyllum, L. acapulcensis, Bursera penicillata, B.
folia de los tipos de vegetación de las zonas cálido-húmedas. Se kerberi, B. grandifolia, B. denticulata, B. odorata, Bocconia
presenta en zonas con promedios de temperatura anuales spp., Trichilia colimana, Erioxylum palmeri, Piptadenia constric-
superior a los 20 °C y precipitaciones anuales de 700 a 1 200 ta, Albizia occidentalis, A. tomentosa, Gliricidia sepium, Senna
mm. Esta comunidad vegetal se desarrolla preferentemente atomaria, S. mollis, Acacia cochliacantha, Cochlospermum
en terrenos de ladera, pedregosos, con suelos bastante so- vitifolium, Ceiba aesculifolia, Cordia elaeagnoides, C. alliodora,
meros, arenosos o arcillosos, con buen drenaje superficial y Cyrtocarpa procera, Heliocarpus terebinthinaceus, Plumeria
sustratos geológicos variables . mollis, Amphipterygium adstringens, Caesalpinia platyloba y
Lonchocarpus eriocarinalis

Selva alta o me- Este tipo de vegetación se encuentra sobre sustratos geológi- Brosimum alicastrum, Hura polyandra, Cnidoscolus sp., Syde-
diana subcaduci- cos como andesitas del terciario, rocas ígneas intrusivas de roxylum cartilaginea, Enterolobium cyclocarpum, Ficus glabra-
folia granodiorita y calizas del cretácico de origen sedimentario; ta, F. padifolia, F. involuta, F. mexicana, Licania arborea, Side-
sobre suelos tipo regosol eútrico. roxyion capiri, Trichilia hirta, Bursera simaruba, B. arborea,
Calaenodendron mexicanum, Tabebuia palmeri, Orbignia cohu-
ne, Hymenaea courbaril y Cordia elaegnoides

Selva baja espino- Esta denominación se refiere a las agrupaciones arbóreas que Alnus jorullensis, Brosimum alicastrum, Pithecellobium lanceo-
sa perennifolia se desarrollan a lo largo de corrientes de agua más o menos latum, Guazuma ulmifolia, Lonchocarpus sp., Ficus cotinifolia,
permanentes. En la mayor parte de los casos esta vegetación F. goldmanii, Salix humboldtiana, S. mi crophylla, Lysiloma
ha sufrido intensas modificaciones debido a la acción del divaricata, Heliocarpus terebinthinaceus, Fraxinus uhdei y
hombre, incluyendo la introducción de plantas exóticas. Clusia salvinii

Selva baja espino- Esta denominación se refiere a las agrupaciones arbóreas que Alnus jorullensis, Brosimum alicastrum, Pithecellobium lanceol
sa perennifolia se desarrollan a lo largo de corrientes de agua más o menos atum, Guazuma ulmifolia, Lonchocarpus sp., Ficus cotinifolia,
permanentes. En la mayor parte de los casos esta vegetación F. goldmanii, Salix humboldtiana, S. microphylla, Lysiloma
ha sufrido intensas modificaciones debido a la acción del divaricata, Heliocarpus terebinthinaceus, Fraxinus uhdei y
hombre, incluyendo la introducción de plantas exóticas. Clusia salvinii

Bosque mesófilo Este es un tipo de vegetación que se encuentra en los sitios Ilex brandegeana, Tilia mexicana, Dendropanax arboreus,
de montaña más húmedos y menos fríos que los bosques de coníferas y Fraxinus uhdei, Styrax argenteus, Quercus crassifolia y Clu-
encinares templados, y se confina principalmente a cañadas sia salvinii
protegidas y laderas de pendientes pronunciadas. Se trata de
una comunidad siempre verde, donde se mezclan elementos
caducifolios y perennifolios .
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Continuación.

Pinar-encinar Bajo esta denominación se incluye una mezcla de especies de Pinar-encinar: Pinus oocarpa, P. maximinoi, P. douglasiana,
Pinar Pinus spp. y Quercus spp. Este tipo de vegetación se desarrolla en P. pseudostrobus, P. herrerai, Quercus magnoliifolia, Q.
Encinar altitudes de entre 1 000 y 2 500 msnm, sobre suelos de profun- castanea y Q. rugosa
didad variable, en clima templado. En Colima este tipo de vege-
tación se encuentra distribuido en la porción norte del estado, Pinar: Pinus devoniana, P. montezumae, P. hartwegii, P.
en las faldas del volcán, al noroeste de la población de Quesería, maximinoi, P. pseudostrobus, P. rudis y P. ayacahuite
norte de Los Colomos, noroeste de Zacualpan y sureste de Mina-
titlán. Encinar: Quercus magnoliifolia, Q. castanea, Q. emory, Q.
praeco, Q. crassifolia y Q. rugosa. Como especies acompa-
ñantes se encuentran, Clethra mexicana, Clusia salvinii,
Gaudichaudia macvaughii y Bunchosia lanceolata

Sabana Son praderas de gramíneas sin árboles o con árboles esparcidos, Crescentia alata, Andropogon, Paspalum, Digitaria
que en la vertiente del Pacífico se distribuyen desde la frontera
con Guatemala hasta el sur de Sinaloa, en sistemas como la
Depresión Central de Chiapas y en planicies y declives bajas del
Pacífico .

Palmares Esta vegetación está formada por palmas altas de ho- Attalea butyrace, A. cohune, Sabal mexicana, Acrocomia
jas pinnatífidas que se encuentran en los declives y planicies del aculeata, Attalea butyracea, Ficus padifolia, F. glabrata, F.
Pacífico, por lo común en zonas cercanas a la costa, en agrupa- glaucescens, F. lentiginosa, Brosimum alicastrum, Dendro-
ciones casi puras en las áreas inundables o con capa freática panax arboreus, Enterolobium ciclocarpa y Bursera simaru-
muy superficial, sobre todo en Colima, Jalisco y Nayarit. A la ba
mayoría de las especies de palmas les favorece la perturbación
humana, principalmente las talas y el fuego .
Manglar El manglar es un tipo de selva uniforme que se presenta en las Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa, Avicennia
orillas bajas y fangosas de las costas, alcanzando su mejor desa- germinans, Conocarpus erecta y Bravaisia integerrima
rrollo en los esteros o penilagunas costeras y en los estuarios de
los ríos bajo influencia de agua salobre. Soporta cambios fuertes
de nivel de agua y salinidad, excepto en lugares rocosos, areno-
sos o sometidos a fuerte oleaje .

Carrizal-tular Este tipo de vegetación está constituida por agrupaciones den- Eichhornia crassipes y Nymphaea ampla
sas de plantas herbáceas enraizadas en el fondo de lugares más
o menos pantanosos, pero cuyas hojas largas y angostas, incluso
buena parte de los tallos, sobresalen de la superficie del agua
(halófitas) .

Pastizales Los pastizales o zacatales son comunidades vegetales donde las Cathaestecum breviflorum, Setariopsis auriculata, Aristi-
especies dominantes son las gramíneas. Mientras la presencia da adscensionis, Aristida jorullensis, A. ternipes, Axonopus
de algunas especies está determinada claramente por el clima, centralis, A. compressus, Brachiaria plantaginea, Diectomis
otras son favorecidas, al menos en parte, por las condiciones del fastigiata, Digitaria ciliaris, D. horizontalis, Hackelochloa
suelo o bien por el disturbio ocasionado por humanos y sus granularis, Hilaria ciliata, Ixophorus unisetus, Heteropogon
animales domésticos (sobrepastoreo). contortus, Panicum fasciculatum, Paspalum notatum, P.
paniculatum y Setaria geniculata

Matorral espi- Son bosques bajos, cuyos componentes, al menos en gran pro- Acacia cymbispina, Achatocarpus gracilis, Bursera instabi-
nozo porción, son árboles espinosos. Se desarrolla comúnmente en lis, Caesalpinia coriaria, Croton alamosanus, Pachycereus
lugares con climas más secos que el correspondiente a la selva sp., Pithecellobium dulce, Ruprechtia fusca y Ziziphus
baja caducifolia, pero más húmedo que el del matorral xerófi- amole
lo. Se localizan en enclaves, en las llanuras costeras que se
extienden desde cerca de Tomatlán a Tecomán .
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En Colima se han registrado 77 especies de hongos, pero aún es escasa Fabaceae o Leguminosae es una de las familias con mayor rique-
la información de sus ambientes. za de especies en Colima, donde se han registrado 291 especies (17% del
total nacional). Las leguminosas favorecen la fertilidad del suelo por las
El conocimiento sobre la flora se encuentra en formación y requiere de asociaciones que realizan con bacterias. Dalbergia congestiflora, D. gra-
impulso para documentar el territorio de Colima. Se cuenta con escasa nadillo, Platymiscium lasiocarpum se cuentan en peligro de extinción
información sobre las poblaciones en riesgo, sobre todo aquellas de y Erythrina coralloides es amenazada.
distribución restringida.
Las plantas con flores compuestas (Asteraceae) son la segunda familia
Las Pteridofitas y las 17 familias de plantas vasculares acumulan 2 236 con mayor riqueza de especies y la primera en número de géneros. Se
especies. La mayor riqueza se incluye en Leguminosae, Asteraceae y registran 271 especies que presentan diversos grados de endemismos,
Poaceae. Las Pteridofitas incluyen plantas antiguas como los helechos dos restringidas a Colima, seis exclusivas del archipiélago Revillagi-
que no presentan flores y poseen tejido vascular desarrollado; se citan gedo. La especie Zinnia violácea está catalogada como amenazada.
36 géneros y 109 especies.
Los copales y cuajilotes (Burseraceae) son árboles y arbustos del bosque
La familia Acanthaceae incluye 41 especies nativas. Se conoce una espe- tropical caducifolio. Se tienen 23 especies (13 cuajilotes y 10 copales),
cie endémica para Colima y dos del género Justicia en proceso de des- que representan 23% de la diversidad nacional. La especie Burse-
cripción; otras seis especies son endémicas regionales. ra macvaughiana está restringida a Colima y Jalisco.

Estudio florístico del rancho El Jabalí

Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)

Coleópteros de Cerro Grande, Minatitlán


(Passalidae, Scarabaeidae, Melolonthidae, Tr
ogidae y Silphida) Hongos SD SD 77 SD
Moscas nectarívoras Pteridofitas 1009 91 110 10
de Ixtlahuacán (Syrphidae)

Las islas mexicanas y sus tesoros: la culebra Gimnospermas y


SD SD 2 236 SD
nocturna de Isla Clarión angiospermas
Aves de Nogueras, Comala
Otros invertebra-
SD SD 1 077 SD
Riesgo de extinción de los pumas por una dos
potencial explosión del Volcán de Colima

Un pequeño gran problema: ratones caseros


Arácnidos SD SD 52 SD
en Isla Socorro
Insectos SD SD 1 237 SD
Peces SD SD 504 SD
Gramíneas 1182 141 264 22
Cactáceas 669 23 36 5
Orquídeas 1200 58 103 8
Libélulas 349 55 91 2
Anfibios 361 28 35 9
Reptiles 804 89 117 14
Aves 1096 317 508 40
Mamíferos 535 122 131 24
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Son aún incipientes los estudios sobre la diversidad genética de poblacio- No obstante la escasez de estudios de diversidad genética, algunos tra-
nes naturales en Colima. De manera general tales estudios se refieren a bajos de exploración etnobotánica en comunidades rurales han detecta-
extensiones territoriales locales y es muy raro que hagan mención a do diferentes parientes silvestres y criollos de cultivos básicos y plantas
ecosistemas particulares. Los estudios existentes básicamente consisten comestibles importantes en Colima, como: el maíz silvestre
en inventarios de especies silvestres, tanto vegetales como animales, (Zea diploperennis, Zea mays var. parviglumes), el frijol (Phaseolus spp.),
con importancia económica y que son aprovechadas por recolectores y la calabaza (Cucurbita spp.), el tomate milpero (Physalis spp.), el jitoma-
cazadores de las comunidades rurales y centros urbanos. En sentido te de Comala (Licopersicum sp.), el chaltomate (Solanum lycopersicum
estricto son prácticamente inexistentes los estudios sobre la diversidad var. cerasiforme), el chayote (Sechium edule), el maguey (Agave spp.), el
genética de las poblaciones nativas, basados en la aplicación de técnicas camote dulce (Ipomoea batata), camote del cerro (D. remotiflora), la
modernas; sólo se han documentado algunos estudios de caso sobre la charahuesca (Dahlea spp.), la jícama silvestre (Pachyrrhizus sp.), la papa
diversidad morfológica y citogenética de: camote del cerro de guía (Dioscorea sp.), el quelite (Amaranthus spinosus y A. hibridus), la
(Dioscorea remotiflora), chan (Hyptis suaveolens), pitahaya yuca (Manihot sp.), el guaje (Leucaena spp.), el chán o chía gor-
(Hylocereus spp.) y pitayo (Stenocereus queretaroensis). da (Hyptis suaveolens) y la chía (Salvia hispanica).
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La acuacultura se visualiza como una actividad con potencial para proporcionar aporte proteico y generar ingreso
económico a las comunidades; sin embargo, una constante en este tipo de actividad es carecer de las concesiones
del uso del agua, lo que contribuye a la sobreexplotación de las aguas superficiales y subterráneas y la generación
Combate al tráfico ilegal de psitácidos
de aguas residuales, orgánicas e inorgánicas, que causan enriquecimiento de nutrientes y alteracio-
Deforestación y fragmentación de los nes físicoquímicas en los ecosistemas acuáticos.
hábitats de las parotas en las ciudades de
Villa de Álvarez y Colima La descarga de aguas residuales sin tratamiento, derivadas de fuentes domésticas, turísticas o industriales, ha
ocasionado eventos de incremento de compuestos químicos que afectan los ciclos biológicos. En esta sección se
presenta un estudio de caso donde se documentó el efecto del aumento de nutrientes y su vinculación con el
cambio de especies de microorganismos nocivos o tóxicos en los ambientes, lo que puede generar la mortandad
de peces y daños a la salud humana por el consumo de especies con presencia de estos microorganismos.

Los arrecifes coralinos presentes en la entidad sufren amenazas directas e indirectas que inciden en su salud. El
cambio de uso de suelo realizado en la parte continental genera una deposición excesiva de sedimentos que inci-
den en los mecanismos de defensa de los corales e incrementos en su gasto energético. En los sistemas coralinos
de La Boquita y Carrizales se han documentado afectaciones, que se manifiestan en decoloración debida a la desa-
parición de organismos asociados al coral. El turismo es otra actividad que ha mostrado efectos diferenciados en
estos dos sistemas; en La Boquita el aporte de sedimentos es el principal factor de amenaza y es derivado de la
infraestructura turística; mientras que en Carrizales las afectaciones son causadas principalmente por embarcacio-
nes.

En Colima se presentan poblaciones de tres de las cinco especies de tortugas marinas que habitan en México, cuya
abundancia ha disminuido desde hace varias décadas; si bien en parte debido a su historia de vida que las hace
vulnerables, pero principalmente ocasionadas por la pesca y el comercio ilegal, el saqueo de hembras y sus nidos, y
la modificación y degradación de su hábitat, tanto en su ambiente terrestre como acuático.

En ambientes terrestres el principal factor que amenaza la permanencia de la biodiversidad es el cambio de uso de
suelo. Casi una cuarta parte de la superficie estatal ha tenido cambios en 24 años. En este periodo la cobertura
forestal se redujo en 20%; 62% de la deforestación estatal se vinculó con cambios de terrenos forestales a agríco-
las, 34% con actividades pecuarias y 1.4% con urbanización. Los tipos de vegetación con mayor afectación han sido
las selvas bajas y medianas; mientras que por su extensión, la vegetación de galería, dunas costeras, la vegetación
de suelos salinos y yesosos, y los cuerpos de agua, han visto disminuida considerablemente su extensión respecto
a su superficie total; el fuego, las plagas y el pastoreo intensivo también son causas de degradación de la vegeta-
ción.

Se calcula que en 1976 la superficie forestal en el estado era de 3 633.26 km 2, cantidad que para el año 2000
quedó reducida a aproximadamente 2 916.12 km2, lo que representa una pérdida de 717.13 km2 de bosques
(considerando manglares, palmares, selvas bajas y medianas, bosques de galería, mesófilo de montaña, encino,
pino y pino-encino) y 95.71 km2 de otros tipos de vegetación natural, para este periodo de tiempo. Esos 812.84
km2 totales corresponden a una tasa promedio de deforestación anual de 0.58% de la superficie total del estado,
valor por encima del promedio nacional.

La deforestación estatal se debió a procesos de cambio de uso de terrenos forestales a agricultura, 34% estuvieron
asociados a las actividades pecuarias, 1.4% a urbanización y el resto a otras actividades como la minería. Las cober-
turas que se incrementaron en superficie fueron principalmente la agricultura de temporal con cultivos permanen-
tes y semipermanentes, la agricultura de riego, los pastizales inducidos y cultivados y los asentamientos humanos,
mientras que las coberturas que disminuyeron en mayor medida fueron las que corresponden a selvas bajas y
medianas.

También se ha identificado al comercio ilegal como una actividad que pone en riesgo la vida silvestre en el estado.
Desde el año 2000 se han asegurado ejemplares de flora y fauna. De las plantas, los ejemplares de la fami-
lia Cactaceae han sido los más afectados, mientras que para la fauna fueron las aves y los reptiles. Especial aten-
ción requiere el grupo de los Psitácidos (pericos y guacamayas), los cuales son extraídos de sus nidos para su co-
mercio ilícito, por lo que estas especies se encuentran en riesgo. Los efectos del comercio ilegal y la caza podrían
ser más acentuados sin una vigilancia y coordinación interinstitucional en la materia.

El estado se caracteriza por la importante exposición a peligros de tipo sísmico, volcáni-


co, hidrometeorológico y antropogénico, lo que genera importantes riesgos en sectores de la población y en la
infraestructura, dentro de determinadas áreas. Desde el punto de vista tectónico, Colima está condicionado a los
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fenómenos generados por el proceso de subducción de las placas Rivera


y Cocos, bajo la placa de Norteamérica. Esto genera zonas de extensión
como el graben de Colima y zonas de compresión como la región costera
paralela a la Trinchera Oceánica, las cuales originan regiones de alta
sismicidad que han provocado sismos de alta magnitud durante el último
siglo.

Por otro lado, la posibilidad de ocurrencia de un tsunami en Colima es


latente, ya que en la mayoría de los casos el tsunami se origina por los
desplazamientos verticales extensos del fondo marino en las zonas de
hundimiento de los bordes de placas tectónicas; por lo tanto, ocurre de
forma simultánea con sismos de tipo tectónico con magnitud cercana o
mayor a los siete grados Richter y cuyo foco se localiza a poca profundi-
dad del océano (no más de 60 km).

El complejo volcánico de Colima es otra manifestación tectónica en el


estado, ya que en la región norte se localiza uno de los volcanes más
activos del país. El volcán de Fuego de Colima es un estratovolcán (tipo
de volcán cónico, compuesto por múltiples capas de lava endureci-
da, piroclasto y cenizas), de composición andesítica, que alcanza una
altura de 3 860 msnm y es considerado el volcán más activo de México
gracias a los más de 40 eventos eruptivos de consideración, de tipo
explosivo y efusivo, ocurridos a lo largo de los últimos 500 años. Existen
90 centros de población, tanto de Colima como de Jalisco, que se en-
cuentran directamente involucrados en el área de afectación de los
volcanes. El número de posibles afectados es de aproximadamente 275
mil en Colima y 140 mil en Jalisco.

En el volcán de Fuego de Colima, un número significativo de poblaciones


se encuentran amenazadas por la formación de lahares. Estos fenóme-
nos pueden provocar grandes daños ambientales y económicos al cubrir
campos fértiles, casas y edificios. Los árboles, peñascos y otros escom-
bros que recogen estos flujos, a su paso pueden arrasar con cualquier
objeto a nivel del suelo. Por esta razón los lahares representan uno de
los peligros volcánicos más importantes y que más afectación causan a
las poblaciones humanas y a la biodiversidad.

Asimismo, en la región costera la incidencia de ciclones (depresión tropi-


cal, tormenta tropical y huracán, en sus cinco categorías) representa un
riesgo potencial en temporada de lluvias (mayo a noviembre). En este
periodo es frecuente la ocurrencia de inundaciones y deslizamientos de
laderas en las regiones de pendientes escarpadas.

Los problemas en los ecosistemas costeros se deben principalmente a la


modificación de sus características físicas, entre las que destacan: 1)
modificación de la dinámica del ciclo del agua, que conlleva cambios en
diversos parámetros fisicoquímicos; 2) pérdida y eliminación de
la vegetación circundante; 3) cambio de uso de suelo para infraestructu-
ra y obras civiles; 4) contaminación por agroquímicos e industria.
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En Colima ocho grupos de peces representan el 80% de la captura: huachinangos, pargos, cabrillas, sierras, jureles,
lisas, mojarras y roncos. La pesca del atún ocupa el tercer lugar a nivel nacional y el calamar el cuarto sitio. En la laguna
de Cuyutlán se realizan actividades pesqueras en sociedades cooperativas y por permisionarios, organizaciones que Cacería de subsistencia en la región de
han mostrado una tendencia a la baja en los últimos 30 años, situación relacionada con la degradación paulatina que Cerro Grande, Reserva de la Biosfera
ha mostrado este importante ecosistema. Sierra de Manantlán

Otra práctica con gran potencial es la acuicultura, la cual se realiza tanto en los municipios costeros como en Cuauhté-
moc y Coquimatlán. Habitualmente se cultivan especies como camarón, tilapia (especie exótica), bagre y rana, sin
embargo, se han identificado hasta 18 especies nativas potenciales que podrían diversificar la oferta comercial, en
estos y otros sistemas lagunares de la entidad.

La cacería de subsistencia se realiza en poblaciones rurales en situación de pobreza y marginación. Aquí se documenta
la que se realiza en Cerro Grande, ubicado en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán. Ese uso de la fauna silves-
tre se realiza principalmente como alimento, en poblaciones marginadas donde las opciones de aporte de proteínas
son bajas y el núcleo familiar grande; otros usos incluyen el medicinal, como mascota y ornato. Además del autoconsu-
mo, la cacería se emplea para generar lazos o vínculos sociales y se ha identificado que algunas especies utilizadas para
cacería han disminuido sus poblaciones en las últimas décadas, aunque otras han incrementado.

Otra actividad de uso tradicional es la apicultura, en la cual se aprovecha la flora de Colima. Se estima que en los 10
municipios del estado hay 311 especies de plantas con potencial vinculado a la producción de miel; la mayoría son
nectaríferas o nectaríferas-poliníferas; principalmente son árboles y arbustos de 11 familias, donde las leguminosas y
compuestas tienen mayor proporción de especies melíferas. Se pueden distinguir regiones melíferas que concuerdan
con los tipos de vegetación de la zona, de donde es obtenida miel de una gran calidad y considerada para exportación.

La riqueza florística es la base de los recursos forestales no maderables que aprovechan los pobladores de más de 150
especies silvestres, como medicina, alimento y combustible en Cerro Grande. A continuación se enlistas las principales
especies frutales, ornamentales y de especias usadas de manera tradicional en Colima.

pitayo (Stenocereus queretaroensis), pitahaya (Heliocereus spp.),


Especies frutales guayaba (Psidium guajava), arrayán (Psidium sartorianum), papa-
yo silvestre o pajarero (Carica papaya), bonete (Jacaratia mexica-
na), nopal (Opuntia spp.), guamúchil (Pithecellobium dulce), zapo-
te amarillo o huicumo (Pouteria campechiana), mamey (Pouteria
sapota), zapote prieto (Diospyros digyna), chicozapote (Manilkara
zapota), caimito (Pouteria caimito), capiri (Sideroxylum capire),
zapote blanco (Casimiroa edulis), nance (Byrsonima crassifolia),
chupalcojote (Cyrtocarpa procera), cuil (Inga spp.), camichin
(Ficus padifolia), guámara amarilla y morada (Bromelia pinguin y
Bromelia sp.), chocohuistle (Bromelia karatas), cocoyul o coquito
baboso (Acrocomia mexicana), cayaco o coquito de aceite
(Orbignya cohune), ciruelo cimarrón (Spondias purpurea), uva
silvestre roja y morada (Ampelocissus acapulcensis, Vitis tiliifolia),
ahuilote (Vitex mollis), capulín (Prunus serotina), tejocote
(Crataegus pubescens), zarzamora (Rubus sp.), fresa silvestre
(Fragaria sp.), cabezo o cabeza de negro (Annona purpurea),
anona (Annona sp.), ilama (Annona diversifolia), chirimoya
(Annona cherimola), guanábana (Annona muricata) y castaño
(Quercus spp.)

Especias, estimu- achiote (Bixa orellana), orégano silvestre (Lippia sp.), epazote
lantes o sustitu- (Chenopodium ambrosioides), anís (Tagetes sp.), papaloquelite o
tos hierba del venado (Porophyllum viridiflorum), mojo o capomo
(Brosimum alicastrum), cacao (Theobroma cacao), vainilla
(Vanilla sp.), laurel o laurelillo (Litsea glaucenscens) y yerbabuena
dulce (Lippia dulcis)

Ornamentales noche buena silvestre (Euphorbia pulcherrima), acapán


(Abutilon sp.) y algodón de huesillo (Gossipium hirsutum)

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