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SEGUNDO MANDAMIENTO 11 - 02 – 2023

“Adorarás solo a Dios”


“No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra ni en las aguas
debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas, ni les darás culto, porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.
Éxodo 20:4-6

INTRODUCCIÓN

El segundo Mandamiento trata básicamente de 2 cosas: Los ídolos y la Adoración. ¿Qué es un ídolo? Voy a leer la
definición que nos da Elena G. de White: “Cualquier cosa que los hombres deseen y en la cual confíen, porque
consideran que tienen poder para ayudarlos y hacerles bien, los aparta de Dios, y para ellos es un ídolo”. (Mensajes
Selectos, Tomo 3, pág. 377).

a.Cuando nosotros adoramos ídolos, entonces caemos en la idolatría. Es decir, damos más valor a las cosas que a
Dios. Tal vez algunos dirán: “Pero pastor, hoy día en pleno siglo XXI no tenemos ídolos”. Pero yo les digo que ¡Si
hay ídolos! Algunos tienen sus ídolos en sus garajes. Otros viven con sus ídolos, y otros más tienen sus ídolos
guardados en una caja de seguridad en un banco.

b. Los arqueólogos, dicen que en todas las civilizaciones a través de la historia de la humanidad existieron ídolos.
En sus excavaciones han descubierto que, en las casas del cercano oriente, había pequeños altares donde ponían
sus ídolos y los adoraban. En Palestina en los tiempos bíblicos había tres ídolos principales: El primero se llamaba
Baal el ídolo del sexo; el segundo se llamaba Mammón el ídolo de las riquezas, del dinero; y el tercero se llamaba
Moloch, el ídolo de la violencia.

c. Hoy día no tenemos ídolos de piedra, de madera o de metal como en aquellos días, pero sí tenemos ídolos
mentales y muchos de nosotros gastamos cantidad de dinero para ir al cine o rentar cintas de video y ver películas
en las que los personajes más importantes son ídolos del sexo, las riquezas, el dinero y la violencia.

I. CUIDADO CON LOS IDOLOS


En Deuteronomio 4:15 que el Señor nos dice: “Tengan pues mucho cuidado”. ¿Por qué el Señor nos está diciendo
eso? Una de las razones por las que el Señor dio los 10 Mandamientos a su pueblo era con el propósito de que
fueran un cerco de protección.
El Señor en este segundo Mandamiento, al advertirnos que debemos tener mucho cuidado de no tener sustitutos,
nos quiere proteger de los peligros de la idolatría y sus consecuencias. Veamos los 4 grandes peligros de la
idolatría:

1.Los ídolos te desilusionarán

a. Jeremías 10:14 en la versión La Biblia al Día dice: “Los ídolos defraudan al que los
fabrica. Son imágenes engañosas y sin vida”. Los ídolos modernos hacen promesas, pero después nos damos cuenta
que no pueden cumplir lo que prometieron.
La red social nos dice: “Mira, lleva esta etiqueta, esta ropa y vas a ser muy popular.
Compra este producto y vas a tener mucho éxito. Tome esta cerveza y te vas a sentir mejor. Usa esta pasta de
dientes y vas a tener una sonrisa sexy”. Pero siempre nos desilusiona porque promete mucho y después nos damos
cuenta que nunca cumple.

b. Cuando nosotros empezamos a darle el lugar a una persona, a un objeto o a un producto que toma el lugar
de Dios, vamos a tener una gran desilusión, porque los ídolos siempre nos van a desilusionar.

2. Los ídolos te van a dominar

a. Si no tenemos cuidado, nuestras vidas van a terminar controladas por esos ídolos.
En 1 Corintios 12:2 en la versión La Biblia al Día dice: “Antes de conocer a Cristo se dejaban arrastrar
ciegamente tras los ídolos mudos”.

b. “Arrastrar ciegamente”. Eso que amamos más que a Dios, comenzará a dominarnos, a arrastrarnos y empieza
a ejercer un control sobre nosotros. Hoy día la palabra que nosotros tenemos para “ídolo” es la palabra “adicción”.
Podemos estar adictos al sexo, al trabajo, a un deporte, al alcohol o las drogas, etc.

c. Debemos tener cuidado con muchas de esas cosas que llegan a ser una adicción en nuestras vidas, porque
eventualmente eso comenzará a controlarnos. Muchos dirán: ¡Ah, pero yo puedo dejar eso cuando quiera! Pero la
verdad es que no se puede, porque la adicción (los ídolos) comenzarán a dominar tu vida.

d. Te arrastran ciegamente porque tú no entiendes lo que está pasando. Cuántas personas por la atracción
de una promoción en el trabajo, dejan de ser fieles al Señor, y hasta quebrantan el sábado. Cuántas personas por
querer ganar algo de dinero echan por la ventana sus convicciones y sus valores y su lealtad con el Señor. Cuántas
personas porque tienen la promesa de la fama comprometen su integridad.
3. Los ídolos nos deforman

a. Los ídolos no solamente nos desilusionan y nos dominan, sino que los ídolos también nos deforman.
El Salmo 115 es un salmo que nos habla de la falsedad de los ídolos, en el versículo 8 dice: “Semejantes
a ellos serán los que los hacen, y confían en ellos”. Los ídolos empiezan a deformar nuestra vida y no
podemos llegar a ser lo que Dios quiere que seamos.

b. ¿Recuerdan que una vez un joven rico llegó a Jesús? Él le dijo: “Maestro, ¿qué debo
de hacer para heredar la vida eterna?” Y Jesús le respondió: “Ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y
tendrás la vida eterna”. En otras palabras, Jesús sabía que ese era el ídolo de su vida. Su ídolo era su cuenta en el
banco, eran sus riquezas, y Jesús le dijo: “Tú tienes que estar dispuesto a dejar todo, y luego sígueme”. La respuesta
de Jesús le cayó a ese joven como una roca. Dice la Escritura que ese joven contó el costo y decidió no seguir al
Señor y se “fue triste porque tenía mucho dinero”. ¿Cuántos de nosotros nos vamos tristes y no estamos dispuestos
a entregar todos esos ídolos al Señor?

c. En un programa de televisión entrevistaron al famoso cantante venezolano José Luis Rodríguez, el Puma,
acerca de su vida. El Puma contaba en la entrevista que él tiene un hermano cuya vida pasada era una vida de
pecado y de violencia. No podía abrir la boca sin proferir toda clase de malas palabras y maldiciones. Su cuerpo
estaba marcado de cicatrices de bala, cortaduras y golpes. Pero un día para sorpresa suya, encontró que su hermano
había cambiado radicalmente. José Luis Rodríguez profundamente extrañado le preguntó qué había sucedido,
entonces su hermano le dijo que había conocido a Jesucristo y Él había cambiado su vida.

d. El cantante profundamente impresionado por la conversión de su hermano estudió la Palabra de Dios


y se convenció de la verdad, y cada vez que terminaba uno de sus conciertos hablaba de Dios, pero sus
empresarios le dijeron que debía dejar eso porque de lo contrario su carrera iba a fracasar, y que las cosas del
mundo, de la farándula no iban de la mano con las cosas espirituales. Él tuvo que hacer una decisión, pero al llegar
el momento de la decisión el optó por su carrera artística, la fama, el dinero.

e. ¿Qué es lo que tú necesitas entregar? Muchos dirán: Yo sé que mi novia no es cristiana y que ella no quiere
saber nada de mi iglesia. Yo sé que no me conviene, pero yo quiero mantener esa relación, quiero seguir con ella.
Eso ha llegado a ser tu ídolo.

f. Otros dirán: Señor, yo sé que este hábito no me conviene, que está dañando mi cuerpo, pero no puedo dejarlo.
Ese hábito ha llegado a ser tu ídolo.

g. Otro puede decir: Señor, yo sé que este trabajo no es bueno para un cristiano, yo sé que da mal testimonio,
pero necesito ese trabajo. Ese trabajo ha llegado a ser tu ídolo.

4. Los ídolos nos hacen creer que podemos controlar a Dios

a. Recuerdo una anécdota que leí de un pequeño niño que quería una bicicleta nueva para navidad y le dijo a su
mamá: “Mamita, yo quiero una bicicleta nueva”. Entonces la madre le dijo: “ora a Jesús y pídesela”. Entonces el
niño se fue a su cuarto y comenzó a orar: “Querido niño Jesús, yo he sido perfecto durante todo el año pasado y
quiero que me regales una bicicleta nueva”. Pero el niño sabía que eso no era verdad. Entonces empezó a orar otra
vez: “Querido niño Jesús, yo he sido bueno la mayoría del año pasado y quiero que me regales una bicicleta nueva”.
Pero él sabía que no era verdad. Así que empezó nuevamente: “Querido niño Jesús, yo quiero ser un buen niño”,
pero él sabía que eso tampoco era verdad porque él no quería ser un niño bueno, así que salió del cuarto y fue a la
sala donde había una estatua de la virgen María, la agarró y la envolvió en una toalla y la metió debajo de la cama
y dijo: “Querido Jesús, si tú quieres ver a tu mamá una vez más, quiero que me regales una bicicleta”.
b. Bueno, esto en labios de un niño nos parece gracioso, pero nosotros somos así como ese niño. Queremos
manipular al Señor. Cuantas veces le hemos dicho al Señor: “Señor, tú me debes esto”. ¡Señor, tú recuerdas lo que
yo hice por ti el año pasado! Tratamos de hacer un trato con él, y le decimos: “Si tú me das esto o aquello, yo te
voy a ser siempre fiel”. Tengamos cuidado de obrar así, porque eso es querer manipular a Dios y eso es un pecado
que desagrada grandemente al Señor.
c. La mayoría de nosotros en lugar de querer tener un Dios, queremos un genio como en los cuentos de
“Las mil y una noche”. Queremos tener un genio como de Aladino y la lámpara maravillosa. Muchos
queremos lo suficiente a Dios para que Él nos bendiga, pero no lo suficiente para que Él controle nuestras
vidas.

II. BENEFICIOS DE LA VERDADERA ADORACIÓN


Una definición que nos da el diccionario de la palabra adorar es: “Dar mi alto amor y devoción”. Solamente Dios
merece esa verdad, porque Él nos hizo. Ninguna carrera, ninguna cosa merece esa lealtad. Solamente Dios, Porque
Él nos creó, y la verdadera adoración trae beneficios para el mayordomo fiel, y voy a mencionar 3:

1. La verdadera adoración trae deleite


a. Cuando nosotros ponemos a Dios en primer lugar en todo y le amamos antes que, a cualquier cosa o cualquier
persona, entonces el Señor comenzará a darnos esa satisfacción que tanto buscamos en esta vida. El Salmo 37:4
nos dice: “Pon así mismo tu delicia en Jehová, y él te concederá las delicias de tu corazón”.
b. He escuchado a muchas personas decir: ¡Ojalá yo hubiera entregado mi vida al Señor antes! ¡He perdido tanto
tiempo, y por fin he encontrado lo que buscaba!
Romanos 10:11 dice: “El que confía en Él, no quedará defraudado”.

2. La verdadera adoración trae libertad


a. La Biblia nos dice que cuando nosotros entregamos nuestras vidas al Señor, vamos a experimentar una libertad
como jamás en la vida hemos experimentado antes.

El Señor Jesús mismo dijo en Juan 8:31,32,36: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente
mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. …Así que, si el Hijo os liberta, seréis
verdaderamente libres”.

b. ¿Qué quiere decir esto? Primero, quiere decir que, si yo pongo a Dios primero en mi vida y en la vida de mi
familia, viviré solamente por lo que Dios espera de mí. Muchos vivimos como esclavizados por las expectaciones de
otros, por lo que la sociedad espera de nosotros, la fama que alcanzamos, la riqueza, la posición social y tantas
cosas más, pero cuando entregamos nuestra vida al Señor, vamos entonces a vivir solamente para Él.

c. En segundo lugar, el Señor nos va a libertar de nuestro pasado. Todos tenemos un pasado no tan bueno y otros
hasta un presente. En muchos pasados o presentes, le hemos fallado al Señor. Pero si confieso mi pecado, este será
perdonado, puedo entonces vivir con propósito y puedo romper con las adicciones y malos hábitos e idolatrías.

d. Puedo vivir libre aún para el futuro porque ya no tengo que temer a la muerte porque yo sé a dónde
voy. Entonces estoy libre en el Señor.

3. La verdadera adoración me desarrollará

a.El tercer beneficio que recibimos cuando adoramos solamente a Dios es que me desarrollará, me ayudará a
llegar a ser lo que Dios quiere que sea. Entonces nuestro potencial será mucho mayor.

b. En 2 Corintios 3:18 dice: “Y Todos nosotros, mirando a cara descubierta como un espejo la cara del Señor,
vamos siendo transformados de gloria en gloria a la misma imagen, como por la acción del Señor, del Espíritu”.
Cuando los mayordomos adoramos solamente a Dios, nos vamos pareciendo más a nuestro Salvador. Esa es la
meta del Señor para nuestras vidas. Que nos parezcamos más a su hijo Jesucristo para que las virtudes y las
características de Jesús lleguen a ser también nuestras virtudes y nuestras características.

CONCLUSIÓN
Hay personas que han venido hoy y que tal vez tienen muchos sustitutos en su vida y adoran a un dios que no es
el verdadero. Yo les invito a poner al verdadero Dios en su vida. Primeramente, admita su necesidad espiritual y
reconozca: “Soy un pecador”. Arrepiéntase. Vuélvase de su pecado, quite esos sustitutos que hay en su vida, y con
la ayuda de Dios, comience a vivir para agradarle. Crea que el Señor Jesucristo murió en la cruz y resucitó
por usted porque dice la Escritura: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados
y para limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9). ¡Hazlo hoy mismo, porque mañana será demasiado tarde!

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