Este poema celebra el 48 aniversario del colegio Remigio Morales Bermúdez. El autor expresa su orgullo y agradecimiento por el colegio, donde pasó su niñez y aprendió valores. Recuerda con cariño los momentos y travesuras compartidas con sus compañeros, que serán recuerdos que nunca olvidará. Desea que el colegio siga formando a grandes alumnos y ocupando el primer lugar.