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Quizás quieras hacer algo de dinero adicional refinando tu propio oro en casa, o tal vez eres un joyero que quiere refinar el oro para tu negocio. Existen muchas formas de refinar el oro a pequeña escala siempre y cuando tomes las medidas de seguridad adecuadas. Este artículo te enseñará a refinarlo utilizando el método del agua regia.
Pasos
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Coloca la joya o pepita de oro dentro de un crisol. La mayoría de crisoles son hechos de grafito, lo que les permite soportar la fundición del metal en su interior.
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Ubica el crisol sobre una superficie a prueba de fuego.
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Aplica un soplete de acetileno sobre el oro. Apunta la flama hasta que el oro esté completamente derretido.
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Toma el crisol utilizando tenazas.
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Separa el oro en pequeños trozos y deja que se endurezcan. A esto se le llama "separando las partículas". Si vas a refinar piezas pequeñas de joyería como anillos, puedes simplemente derretir la pieza sin separarla en trozos más pequeños.Anuncio
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Escoge un recipiente adecuado.
- Necesitarás 300 mililitros de espacio en el recipiente por cada onza de oro que quieras refinar.
- Utiliza recipientes de plástico grandes y resistentes o envases hechos de pyrex.
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Utiliza equipo de protección.
- Colócate un par de guantes de goma para proteger tus manos del ácido. Usa los guantes en todo momento mientras manipulas cualquiera de los químicos mencionados en este artículo.
- Utiliza un delantal de goma para proteger tu ropa.
- Utiliza gafas de protección para cuidar tus ojos.
- Considera utilizar una mascarilla para prevenir la inhalación de gases tóxicos.
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Coloca los recipientes al aire libre en un área ventilada. El proceso de reacción entre el ácido y el agua regia producen fuertes gases tóxicos que son extremadamente peligrosos.
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Vierte 30 mililitros de ácido nítrico por cada onza de oro dentro del contenedor. Deja que el ácido reaccione con el oro durante 30 minutos.
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Agrega 120 mililitros de ácido clorhídrico o muriático por cada onza de oro en el recipiente. Deja que la solución repose durante la noche hasta que todos los gases se hayan disipado.
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Vierte ácido en otro recipiente.
- Asegúrate que ninguno de los trozos de oro se vertieron con el ácido pues eso contaminará el oro.
- El ácido deberá tomar un color esmeralda verdoso claro. Si el color es turbio, quizás deberías verterlo utilizando un embudo de Büchner.
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Calienta un litro de agua y agrégale una cucharada con 453 gramos de urea. Continúa calentando la mezcla hasta que hierva.
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Agrega de forma gradual la mezcla de agua y urea al ácido.
- La mezcla de ácido burbujeará mientra agregas el agua y la urea. Agrega la mezcla lentamente para que el burbujeo del ácido no provoque que este se salga del recipiente.
- La mezcla de agua y urea neutralizan el ácido nítrico, pero no el clorhídrico en la solución.
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Añade un precipitante especial para el oro en un litro de agua hirviendo, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- En general, añadirás 1 onza de precipitante por cada onza de oro que estés refinando.
- Evita colocar tu rostro cerca del recipiente cuando esté abierto. El olor es fuerte y repugnante.
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Agrega lentamente la solución de agua y precipitante al ácido.
- El ácido se volverá de color marrón oscuro, lo que es causado por la separación de las partículas de oro.
- Espera 30 minutos para que la solución trabaje sobre las partículas de oro.
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Sumerge un agitador en la solución de ácido.
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Coloca una gota de la solución sobre el extremo de una toalla de papel.
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Coloca una gota de líquido para detectar metales preciosos sobre la gota de ácido. Si esta se pone púrpura, entonces necesitas darle más tiempo al precipitante para que actúe ante de deshacerte del ácido.
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Vierte el ácido en un recipiente limpio tan pronto como el ácido este limpio de partículas de oro disueltas.
- El ácido se debe ver de color ámbar con algo parecido al barro en el fondo del recipiente.
- No arrojes el barro fuera del ácido. Este "barro" es oro puro.
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Agrega agua del grifo al barro restante en el recipiente. Agita el agua y deja que el barro se asiente.
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Vierte el agua dentro del recipiente en el que has vertido el ácido.
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Lava el oro 3 o 4 veces con el agua y vierte el exceso de agua.
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Enjuaga el oro con agua de amoniaco. Podrás ver gases blancos saliendo del oro. Asegúrate de proteger tus ojos y evita inhalar estos gases.
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Lava el amoniaco del oro con agua destilada.
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Vierte el oro en un vaso de precipitados. Echa todo lo que queda del agua destilada hasta que solo quede el oro.Anuncio
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Coloca el vaso de precipitados sobre una hornilla. Enciende la hornilla y deja que el vaso de precipitados se caliente de forma gradual para que el cambio de temperatura no provoque que se reviente.
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Continua calentando el oro hasta que este tome la consistencia del polvo.
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Vierte el oro en varias capas de papel toalla. Envuelve el contenido en las toallas y remójalas en alcohol.
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Ubica el oro en un crisol de grafito y derrítelo. El oro tomará la apariencia de un metal y, si realizas el procedimiento correctamente, se encontrará al 99% de pureza.
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Vierte el oro en una lingotera. Ahora puedes llevárselo a un joyero o a un vendedor de metales preciosos para intercambiarlo por dinero si lo deseas.Anuncio
Consejos
- Refinar tu propio oro antes de venderlo puede ahorrarte una cantidad significativa de dinero.
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Advertencias
- Asegúrate de conocer cualquier ordenanza de tu municipio con respecto a cualquiera de los químicos que utilizas para refinar el oro.
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Cosas que necesitarás
- Joyas o pepitas de oro
- Un crisol de grafito
- Soplete de acetileno
- Al menos 3 recipientes resistentes de plástico o pyrex.
- Guantes de goma
- Delantal de goma
- Gafas de protección
- Una mascarilla
- Ácido nítrico
- Ácido clorhídrico o muriático
- Urea
- Un Precipitante especial para el oro
- Un Agitador
- Toalla de papel
- Líquido de detección de metales preciosos.
- Agua de amoniaco
- Agua destilada
- Un vaso de precipitados
- Una hornilla
- Una lingotera
Acerca de este wikiHow
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