La insubordinación

La insubordinación laboral ocurre cuando un empleado no sigue las órdenes de un supervisor. Implica un desafío directo al derecho de la dirección de dirigir la empresa y suele ser uno de los motivos por los que se despide a los trabajadores.

La insubordinación también se produce cuando un empleado agrede verbalmente a un supervisor. Dentro de los actos de insubordinación, podemos destacar los siguientes:

  • Desdén directo hacia la autoridad del jefe
  • Desobediencia a las órdenes del jefe

La disciplina ante la insubordinación suele experimentar cambios en función de la seriedad de la insubordinación y la existencia o no, de diversos factores. Estos factores incluyen el historial laboral del empleado, su antigüedad y si fue provocado por una agresión verbal por parte del supervisor.

Para justificar las medidas disciplinarias contra un empleado por insubordinación, las empresas deberían considerar documentar:

  1. El supervisor dio una orden directa al subordinado, ya sea verbalmente o por escrito.
  2. El empleado se negó a obedecer la orden, ya sea verbalmente o simplemente no haciendo lo que se le había pedido. Las medidas disciplinarias por la primera muestra de insubordinación van desde aplicar la primera etapa de un procedimiento disciplinario progresivo hasta la inmediata suspensión o el despido.

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Seguramente pensarás en situaciones en las cuales, no es posible acatar una orden, aún cuando provenga del supervisor o encargado. Pues bien, existen dos excepciones que permiten que un empleado desobedezca una orden directa. Estas son: las actividades ilegales y las cuestiones de seguridad.

Una insubordinación aceptable, por decirlo de alguna manera, ocurre cuando el empleado tiene una causa razonable para desobedecer las órdenes de su superior. Un ejemplo de lo mencionado sería negarse a trabajar en la oficina cuando se ha realizado una fumigación con sustancias que son perjudiciales para la salud del personal, ya que es bien sabido que este tipo de actividades, deben llevarse a cabo preferentemente en horas no laborales.

Aun cuando ciertos castigos por insubordinación  son muy severos, las empresas deberían crear sistemas que permitan a los empleados demandar las acusaciones de comportamiento insubordinado.

Los directivos deben asegurarse de que las acusaciones de insubordinación no se estén utilizando para proteger comportamiento ilegal o poco ético.

Las empresas deben prestar atención a este tipo de comportamientos entre su personal, para evitar a largo plazo problemas que se puedan agravar y perjudicar a la misma.

BIBLIOGRAFÍA

La insubordinación. [Fecha de consulta: 25 de junio de 2015]. Disponible en: http://www.rrhh-web.com/Problemas_con_empleados.html

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