Una visión de la fenomenologia desde Husserl, Lyotard, Heidegger y Foucault

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Una visión de la fenomenologia desde Husserl, Lyotard, Heidegger y Foucault

Elaborado por: Jorge Alberto Villeda Bojorque

Introducción

La fenomenología, representa, para la filosofía contemporánea un ingrediente muy importante, sea como método o como posición teórica reflexiva para entender los fenómenos en que se compone el mundo.

Algunos reclaman, la autonomía de la fenomenología de la filosofía y otros a su inversa, otros dirán, en cuanto al tema de la ciencia, que la filosofía se encentra en un escalafón superior a  la misma, y que su papel es el de regir a todas las ciencias. También se dice que la filosofía no es ciencia. Estas opiniones varían según, el tiempo y la vertiente científica e ideológica en que cada crítico se encuentre, no obstante, si existe algo, en que nos podemos poder de acuerdo: estudiar la filosofía, la fenomenología y su papel en las ciencias, es imperativo para entender las relaciones en que se desenvuelve el mundo.

Este trabajo, tiene como objeto, establecer los conceptos y métodos en que la fenomenología se ha desarrollado en comparación con las ideas de Foucoult, Husserl, Heidegger y Lyotard, para ello, primero, analizaremos las categorías fundamentales, segundo, trataremos de buscar  la metodología implementada por cada autor y tercero, compararemos las posturas teóricas.

La estructura lógica del trabajo posee, tres momentos; el primero, es el breve análisis de Husserl, la fenomenología y la ciencia, el segundo, es la perspectiva de la idea de ciencia en Heidegger, Foucault y Lyotard y un tercer momento que corresponde a una opinión personal en cuanto a los temas referidos.

Husserl; la ciencia y la fenomenología.

La fenomenología de Husserl, es a la vez un método y un modo de ver el mundo, que  están relacionados íntimamente. El método en Husserl lo encontramos, cuando sometemos al psicologismo, a una crítica radical y depuradora, para ello es necesario argumentar que las leyes lógicas se sustentan en una lógica pura y no empírica y trascendental.

La abstracción de ciertos actos, como el juicio y la inferencia, son actos de naturaleza intencional y no empíricos, que tiene su correlato ejemplificado de manera concordante con la conciencia intencional, esta conciencia aprehende puras significaciones, en cuanto son dadas.

La creencia del mundo natural, como suposición, es necesaria para proseguir un método fenomenológico, no obstante, estas creencias y las proposiciones, que dan lugar a las mismas, se deben de poner entre paréntesis, por medio de la epoje fenomenológica. En el signo del epoje, es que, es necesario abstenerse de realizar juicios espacio-temporales del mundo.

“El método fenomenológico consiste, pues en, re-considerar todos los contenidos de la conciencia…  y se procede a imaginar en cuanto son puramente dados.” (1) lo dado es el correlato de la conciencia intencional.

Re conocer toda intuición primordial es una fuente legitima de conocimiento, por ende, lo que se acepta como intuición, debe de ser aceptado, pues es, lo que se ve y lo que se presenta, en los limites que se entiende  la conciencia.

La fenomenología, como positivismo absoluto,  “se coloca antes de toda creencia y de todo juicio para explorar simplemente  y pulcramente lo dado.” (2). Con la fenomenología es posible la realización de la reducción eidética, lo resultante de tal reducción, son las esencias, que son dadas solo por la intuición fenomenológica.

La reducción eidética es solo la primera fase de la reducción fenomenológica, donde se incluye la reducción trascendental, es necesario que la conciencia se vuelva sobre sí misma, para que su pureza intencional sea, abstraída fácilmente, por ende el supuesto de la puesta en paréntesis de la existencia misma de la conciencia, resulta muy necesario.

 

En ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, la empresa de Husserl reside en mostrar a la fenomenología pura, como la ciencia fundamental de la filosofía, “se llama a si misma ciencia de fenómenos” (3) y se distingue, así misma, de las otras disciplinas científicas en su objeto de estudio que son las esencias, por ello el adjetivó calificador, por sobre el cual recae es “ciencia de esencias”

Mientras la psicología estudia los fenómenos psíquicos, la ciencia natural los fenómenos físicos y la ciencia cultural los fenómenos naturales, corresponde solo a la fenomenología el  compendio, de todas las significaciones posibles de fenómenos.

La distinción entre fenomenología con psicología, es evidente, puesto que la primera, por razones de principio, no puede entrar en la segunda, de igual forma, hay que mencionar que la psicología es una ciencia empírica, puesto que es una ciencia de hechos y de realidades.

La relación de la fenomenología con las demás ciencias, es la tarea principal de este ensayo, por ello abordaremos algunas críticas de Husserl hacia las diversas ramas científicas.

En contraposición a las posturas psicologistas, es que Husserl, pretende fundar su fenomenología “aquí se fundara la fenomenología pura o trascendental no como una ciencia de hechos, sino como una ciencia de esencias.”(4) que, como ciencia eidética, busca conocimientos esenciales y no fijar hechos. Se debe de considerar eidética, esta ciencia, puesto que se relaciona con fenómenos trascendentalmente reducidos.

La fenomenología debe fundarse como ciencia apriorística y eidética, que busca esencias. El conocimiento natural es, una de las vías de abstracción del conocimiento en cuanto tal, por ello la intuición en que se realiza tal estructura, debe de clasificarse como la primera esfera del conocimiento, que en conjunto con la percepción constituyen, la forma de conocer el fenómeno.

Dentro de la clasificación de las ciencias, tenemos a las ciencias del mundo o de la actitud, que son en sí, las ciencias naturales, por su parte, las ciencias de la naturaleza material, pertenecen a las ciencias del espíritu, como son la historia, la sociología y las ciencias culturales.

Las ciencias de hechos y las ciencias de esencias, guardan un fundamento de mutua relación entre sus enunciados, ya que  “hay entre el objeto individual y la esencia, según la cual corresponde a cada objeto individual una esencia como su esencia, lo mismo que, a la inversa, responden a todo esencia individuos posibles, que serian los casos particulares y facticos de ella.” (5)

Hay ciencias de esencias puras, como la lógica y la matemática pura y las teorías puras del tiempo, del espacio y del movimiento, ellas son así, es decir puras, ya que “en ellas no se puede tomar la función de experimentación en cuanto experiencia, esto es, en cuanto forma de conciencia que aprehende o pone la realidad o la existencia.”(6)

Para Husserl, los conceptos de ciencia de hechos y ciencia empírica son equivalentes, por su parte en las ciencias eidéticas, en sus axiomas esenciales, cabe el proceder exclusivamente eidético, que busca llegar a la concreción, mediante la inferencia pura de sus axiomas.

El ideal práctico, en que se debe de basar, todo proceder eidético, reside en prestar a toda ciencia, con fundamentos eidéticos, el más alto nivel de racionalidad, por ende hay un ideal epistemológico-practico. “la ciencia eidética excluye en principio todo tomar en cuanta resultados de la ciencias empíricas.”(7) por ello toda ciencia, que sea eidética, guarda independencia de toda ciencia de hechos, no obstante en la ciencia de hechos, tal relación, es contraria.

Desde el punto de vista epistemológico-practico “…cuanto más se acerque una ciencia empírica al nivel racional, al nivel de la ciencia exacta… cuanto más alto sea el grado en que disponga de disciplinas eidéticas, como base y sirvan de ellas para sus fundamentaciones, tanto más se acreditaran el volumen y la fuerza de sus resultados epistemológicos-prácticos.” (8)

Las ciencias de hechos, tienen especiales fundamentos teóricos en ontologías eidéticas, que se fundan en conocimientos ramificados mediante regiones. El contenido de conocimientos, se refieren a todos los posibles objetos de la región. A toda ciencia en general, le corresponde un Eidos captable en su pureza. Para que las ciencias eidéticas se formen de igual modo, con todas las ciencias, es preciso que desarrollen las disciplinas ontológico-formales.

Por su parte, en la ontología de la naturaleza, entendiéndola desde el plano de la ciencia eidética, vemos a las esencias como objetos, no obstante su estudio se refiere a la cosa misma, frente a las propiedades relacionales de la cosa.

Las ciencias, tiene la peculiaridad de ser contempladas en regiones, y su distribución se enfatiza, en medida en que la intuición lleva a cabo, la repartición de las regiones, por ello todo ser individual intuitivo en regiones, tiene el problema de determinar, dentro del circulo de nuestras intuiciones individuales, las concreciones a hacerse de la misma.

“el problema de una radical clasificaciones de las ciencias es en esencia, el problema de la división de regiones…” (9), por ello, es preciso establecer, mediante la reducción eidética de los fenómenos, una clara distinción de las regiones.

Todo lo anteriormente explicado, según Husserl, esta “libre de toda relación de dependencia respecto de una ciencia tan discutible y sospechosa como la filosofía.”(10)

Ahora bien, la discusión con el empirismo, se centra en el hecho de que niega las ideas, las esencias, los conocimientos esenciales, no obstante esta hostilidad hacia las ideas, es peligrosa para el avance de las ciencias empíricas, ya que no permite la fundamentación eidética en las mismas, puesto que las ciencias de esencias, son indispensables para el progreso de la ciencia empírica.

El empirista cree “que toda ciencia tiene que partir de la experiencia, que fundar su conocimiento indirecto en una experiencia directa, así ciencia autentica y ciencia empírica son para el empirista una misma cosa.” (11) este es el gran problema, sobre el cual, el empirismo cae, en su ingenuidad.

Pero el principal error de la argumentación empirista “radica en identificar o confundir la fundamental exigencia de un volver a las cosas mismas, con la experiencia de fundar todo conocimiento en la experiencia.” (12)

Husserl, rechaza la identificación entre ciencia general y ciencia empírica, cuando sustituye el concepto de experiencia, por el más general de intuición, ya que la experiencia solo se da en ciertas cosas singulares y no universales, por esto la evidencia esencial, no puede fiarse de la inducción y de los raciocines indirectos por los cuales, llega la ciencia empírica a sus proposiciones generales. Las tesis fundamentales del empirismo necesitan un análisis y una extensa clarificación de sus fundamentos más esenciales, así como la fundamentación de métodos más rigurosos. El positivismo por su parte, está lleno de muchos prejuicios dañinos para la ciencia en general.

Por otra parte, el investigador de la naturaleza, critica y habla de lo eidético, como que fuera un escéptico, no obstante utiliza sus metodologías en forma dogmatica, no obstante, en lo general, han renunciado o superado, el escepticismo, ya que la ciencia natural prefiere ajustarse a un método. No obstante, la ciencia natural, dejo lugar a nuevas reflexiones escépticas y dejo tendencias que se involucran mucho en su región de trabajo.

La investigación científica, es uno de los fundamentos esenciales, por lo cuales, una ciencia indaga, el saber percibido en los fenómenos y datos observados, pero es necesario llevar a cabo una división en el campo de las investigaciones científicas: “a un lado están las ciencias de la actitud dogmatica, vueltas hacia las cosas y despreocupadas de todo problema epistemológico y escéptico, partiendo del darse originario de sus cosas… por otro lado están las investigaciones científicas de la actitud epistemológica… que se ocupan de los problemas escépticos del a posibilidad del conocimiento, y los resuelve ante todo en general.” (13)

Es necesario, cuidar, que algunos prejuicios epistemológicos y escépticos, impidan la marcha constante de la investigación científica.

En las meditaciones cartesianas, Husserl, hace énfasis sobre uno de los grandes impulsadores de la fenomenología: Descartes., no obstante la fenomenología de Husserl, se ve obligada, en gran medida de rechazar, la mayoría del contenido teórico de la filosofía de Descartes.

Sin embargo, de las meditaciones de Descartes, es preciso sacar, una de las ideas directrices de  su doctrina: “su meta es una completa reforma de la filosofía.” (14). Para Descartes es preciso realizar una reforma completa de la filosofía, con el fin de elevarla a un rango superior de cientificidad.

Todas las demás ciencias, por ende, deben de ser, miembros que están en constante participación, de la ciencia primigenia, que es la filosofía. Solo mediante su relación con la filosofía, es que las ciencias pueden llegar a ser autenticas.

“se necesita, por tanto, una reconstrucción radical que satisfaga la idea de filosofía subjetivamente orientada.” (15), así se traduce, en Descartes, la exigencia de una nueva filosofía, no obstante Husserl, reflexiona sobre el modo como podría encontrar un método progresivo capaz de conducir a un saber varadero.

Cuando se medita, sobre alguna cuestión, se lleva a cabo una crítica metódica, en donde la duda pone las diversas posibilidades a estudiar, a Descartes se le debe la terminología de duda metódica, en el discurso del método, establece los pasos para poder formular un pensamiento certero.

En Husserl, con ayuda del método, es que podemos encontrar la certeza del pensamiento sensible en la experiencia, que se fundamenta en la vida natural, es por ello, que, el que medita, se mantiene a sí mismo, en el ego puro de sus cogitaciones.

Tanto para Descartes, como para Husserl, es preciso que exista uno nuevo comienzo radical de la filosofía, en Husserl, por su parte, solo con la crítica a las ciencias positivas, es que tal argumentación se puede validar, pero también es necesario que estas, experimenten una fundamentación racional hacia las meditaciones.

Descartes, por su parte, da una vuelta radical del objetivismo ingenuo, al subjetivismo trascendental, para así formular todo un sistema teórico, que funda en una filosofía racionalista.

En cuanto, a la consideración, de la unidad de la filosofía occidental, hay que declarar, a palabras de Husserl, que tal percepción, está en una decadencia, que se remonta desde épocas precedentes, hasta épocas modernas. Esto se debe al conjunto de sus problemas y sus métodos y por eso “en lugar de una filosofía viviente de modo unitario, tenemos una literatura filosófica que crece hasta la desmesura, pero casi sin coherencia interna; en lugar de una serie de discusiones de teorías en conflicto…” (16)

Por esto, en la filosofía de hoy, existen pseudoposiciones y pseudocriticas, donde existen numerosos de congresos de filosofías, donde los filósofos se reúnen, pero no así, lo hacen las filosofías.

Estas carencias, teóricas, espirituales y sistemáticas metódicas, hacen que el ideal de unidad de la filosofía, se encuentre, cada vez más, alejado de las pretensiones de Descartes y Husserl.

Husserl, argumenta que para establecer la idea-fin directriz de una fundamentación absoluta de la ciencia, es preciso olvidar y dejar por fuera todas las estipulaciones previas, que hasta ahora tienen validez de ciencia, con el fin de establecer una ciencia nueva y concordante con las exigencias mas intimas del trabajo científico.

La idea directriz  de las meditaciones de Husserl ,”será, como la de Descartes, la de una ciencia, que hay que fundamentar con radical autenticidad y.. en última instancia, la de una ciencia universal.” (17)

Pero para Descartes el ideal de ciencia, es por ejemplo, la geometría y la matemática, donde la ciencia universal tiene la forma de un sistema deductivo que se apoya, a la vez, en un sistema axiomático, que es el axioma de la absoluta auto certeza del ego y el axioma innatista del ego en sí. Según Husserl, es necesario tomar las precauciones debidas del sistema cartesiano

Husserl, estable que el concepto de ciencia, que él intenta fundamentar, no debe de formarse mediante una comparación comparativa entre los diversos conceptos de ciencia existentes. “el sentido de toda nuestra consideración involucra el hecho de que no son la misma cosa las ciencias en cuanto hecho de la cultura, que las ciencias en el sentido varadero y autentico…” (18), ya que las primeras llevan en su contenido, un cumplimiento de efectividad, por eso las ciencias en cuanto hecho de la cultura yacen una idea autentica de ciencia.

Para lograr comprender los argumentos de una autentica ciencia, es necesario, una aclaración de la actividad judicativa del juicio mismo, para ello es necesario distinguir entre los juicios inmediatos y mediatos. En los juicios mediatos existe una referencia de sentido a otros juicios, es decir en su existencia, se presupone en otros juicios, el juicio inmediatos lo contrario, es por ello entonces que el juicio es una cosa meramente presumida o bien un objeto lógico meramente presumido.

Los científicos, de hoy en día, no quieren simplemente juzgar juicios, sino fundamentarlos, ya que la validez el conocimiento científico, reside en la argumentación perfecta de los juicios, que según el científico moderno, ejemplifica la certeza  verdad.

Para descubrir el sentido final de la ciencia, es preciso distinguir, por una parte el juicio y la evidencia y por otra parte el juicio predicativo y la evidencia pre-predicativa. Toda evidencia predicativa implica evidencia pre-predicativa. Por su parte, la ciencia quiere fijar el juicio y la verdad, pero la expresión en cuanto tal tiene su propia adecuación, puesto que  lo dado en sí mismo, posee su propia evidencia, no obstante también es parte codeterminante de la idea de verdad científica.

Husserl acepta una de las tesis de Descartes, en cuanto a la ciencia universal “reconocemos que la idea cartesiana de una ciencia y, a la postre, de una ciencia universal que parte de una fundamentación y justificación absoluta, no es otra cosa, que la idea que constantemente dirige a todas las ciencias a su tendencia de universalidad.” (19)

La ciencia y su tendencia de universalidad, se ejemplifica en el proyecto de Husserl de elaborar una ciencia que sea cúspide rectora y a la vez órgano unificador de todos los conocimientos de la humanidad.

No obstante, “…la ciencia no logra de facto realizar un sistema de verdades absolutas, viéndose obligada a modificar continuamente sus verdades; pero de todos modos, persigue la idea del a verdad absoluta… y en consecuencia vive en un horizonte infinito de aproximaciones de tiende a esta.”(20). De esto, derivamos la idea de que la ciencia, debe de buscar el fin esencial de la verdad, no obstante, casi paradójicamente, su intento es nulo, puesto que la verdad como concreción no es posible, ya lo menciona antes, Comte en el espíritu positivo.

Para Husserl, no es posible admitir o formular como valido, ningún juicio que no se haya sacado de la evidencia de las experiencias, es por ello entonces, que las ciencias se deben de fundar en la concordancia de los objetos lógicos y las cosas correspondientes entre si, a fin de que se estudien las cosas mismas. El principio metódico normativo de la evidencia, es sin duda una absoluta seguridad para las ciencias.

Por otra parte, desde la visión de Husserl, en la introducción de la fenomenología como ciencia estricta.

La palabra filosofía siempre ha presentado varias ambigüedades, su definición, precede en la mayoría de casos, sino en todos, a la tendencia por la cual, un autor en determinado establece una crítica. Para superar la crítica que establece Husserl en las mediaciones metafísicas, hacia la filosofía, se requiere el ideal una filosofía como ciencia estricta, pero para establecer esto, es fundamental que se ponga claro, el contenido y el alcance que involucra tal ideal, de esto es precisamente, lo que trata este libro.

La filosofía no puede inspirarse en ninguna de las ciencias existentes, por ello Husserl aborda, en las distintas tendencias de la ciencia y la investigación científica, con el propósito de clarificar, el camino, para lograr una filosofía rigurosa.

Los seres humanos de ciencia, aspiran a un saber objetivo, apoyado sobre la experiencia, para  así, poner su fundamento, al alcance de todos, también aspira a alcanzar, la conciencia inmediata de la verdad y  aspira a la filosofía, en medida esta, se relaciona con las  evidencias.

Un método de la filosofía como ciencia rigurosa debe de atenerse a los datos de la experiencia y no abandonar el terreno de las evidencias, tiene que ir, por supuesto, a las cosas mimas mediante la intuición. Mediante la descripción eidética y el poner entre paréntesis la existencia fáctica del hecho empírico, es que es posible aprehender la esencia de las cosas.

La conciencia, se caracteriza por la intencionalidad, por la referencia de lo objetivo, donde la fenomenología se expone como un despliegue del yo, como una exegesis del ego, donde la intersubjetividad juega un papel muy importante. Un aspecto es, muy importante en el método de Husserl, la reducción eidética que  se funda en el método trascendental.

El objeto de la filosofía, en Husserl, es la esencia, puesto que ocupa una posición central en su doctrina. La esencia es el objeto mismo, con sus contenidos, pasando como unidad objetiva de significación.

Para llegar a la esencia, se necesita de la experiencia, no obstante, para ello, es preciso distinguir entre las ciencias fácticas y las ciencias eidéticas, donde debe de imperar una prioridad entre  la esencia sobre el hecho.

Lyotard, Heidegger y Foucault; su posición sobre el tema de la ciencia y la fenomenología

Jean Francis Lyotard , es un filosofo, pos moderno, revisionista de las teorías de Husserl, que pretende  justificar la implementación de la fenomenología en las ciencias. Para encontrar su metodología y su concepto de ciencia, es preciso, primeramente, abordar su  obra “la fenomenología” con el fin de esclarecer todos los supuestos teóricos en que se encuentra la fenomenología en relación con las ciencias.

Lyotard asegura encontrar el verdadero sentido y la unidad de la fenomenología en sus postulados teóricos, no obstante,  encontrar una definición objetiva de la fenomenología, no es congruente, ya que la fenomenología es un “movimiento” un “estilo, así lo define Lyotard, citando a Ponty.

La fenomenología como movimiento, post husserliano, ha germinado en un subjetivismo e irracionalismo, no obstante su lucha contra el psicologismo y el pragmatismo, es hoy en día, una de las herencias de la fenomenología de Husserl. Lyotard afirma que la posibilidad de la mathis universalis cartesiana, se encuentra en Husserl y se exalta en la negación de la sistematización metafísica.

La fenomenología tiene “una poderosa confianza en que la ciencia impulsa a la voluntad a sentar sólidamente sus fundamentos, a fin de estabilizar todo su edificio y evitar una nueva crisis.”(21)  La crisis de la que se habla, es aquella en que la ciencia se ve sumergida cuando no cuenta con una fenomenología.

Hay que señalar, que las reflexiones de Lyotard se retendrán en el campo de las ciencias humanas y su relación con la fenomenología serán aplicadas, solamente a estas esferas del conocimiento.

La importancia de la fenomenología, es históricamente un proceso inacabado y abierto, que pretende establecer definiciones más propias del mundo de la ciencia, para ello es preciso reconocer a Husserl, como el primer fenomenólogo.

Husserl, desde la visión de Lyotard, lucha contra un psicologismo que identifica el sujeto del conocimiento y el sujeto psicológico, es decir contra un escepticismo psicologista. Este tipo de escepticismo se apoya en un empirismo, que es a la vez contradictorio, ya que al postular que la experiencia es la única base del conocimiento y de la verdad, también es necesario, consecuentemente, afirmar esta tesis con la experiencia, es por ello entonces que la tesis del escepticismo psicologista es contradictoria.

Restituir la validez de la ciencia eidética, es condición, según Lyotard para el desarrollo progresivo de las ciencias empíricas, puesto que “a toda ciencia empírica le corresponde una ciencia eidética concerniente al eidos regional de los objetos estudiados por ella, y la misma fenomenología es definida en esta etapa del pensamiento husserliano, ciencia eidética de la región conciencia.”(22)  Por ello en todas las ciencias empíricas se encuentra implicada una  esencia de la conciencia.

Por otra parte, Lyotard realiza críticas a Husserl, ya que lo acusa de formar una propedéutica de la fenomenología en las ciencias del espíritu, no obstante se logra tal superación, en las investigaciones lógicas cuando se esclarece la función de la filosofía.

Mediante la eidética formal, es que Husserl, pretende fundar el saber en un  logicismo, que  parte del sistema de las esencias, para desarrollar la ciencia lógica en mathis universalis y de constituir a partir del objeto una ciencia  de las ciencias.

Todo lo señalado anteriormente, por Lyotard, se funda en la descripción de la idea de ciencia y método en Husserl. Ahora pasaremos a analizar la relación de la fenomenología  con la psicología, la sociología y la historia.

El problema de las ciencias humanas y de la ciencia en general, constituye el centro mismo en que se debe de fundar el pensamiento fenomenológico, así lo presume Lyotard, no obstante, esto no es nuevo en la fenomenología, puesto que Husserl “intenta restituir su valor a la ciencia en general, y las ciencias humanas su posibilidad, a partir de la crisis del psicologismo, del sociologismo y el historicismo.” (23), como se analiza particularmente en la filosofía como ciencia estricta.

La fenomenología fundamenta las ciencias humanas, en el sentido que es una introducción lógica a las mismas, ya que intenta definir eidéticamente su objeto antes de toda experimentación, en el sentido que aprehende la significación, fundamental procediendo del análisis crítico de los instrumentos mentales empleados. Es por ello que las ciencias eidéticas corresponden a las ciencias humanas.

La fenomenología en relación con la psicología, guarda una interlocución con la metodizacion de la psicología objetivista, donde el yo, deja de tener un puesto privilegiado en el conocimiento de sí mismo, es por ello que la conciencia constituye de por si, un saber de la conciencia.

La fenomenología  coincide con el objetivismo en ciertas críticas a las tesis introspeccionistas, esto es, en cuanto al contenido de la conciencia y a la falta de definición sobre el psiquismo.

Uno de los problemas centrales de la fenomenología consiste en definir como existen objetos para mi, y por ello se justifica la afirmación que la  intencionalidad constituye el eje del pensamiento fenomenológico.

La gestalt,  de entre todas las escuelas psicológicas, es la que más se ha acercado a las tesis de la fenomenología, puesto que los psicólogos de la forma, son en cierto sentido discípulos de la fenomenología de Husserl. Estos psicólogos de la forma, relacionan sus teorías en gran medida con la fisiología, en cuanto al problema del cuerpo. La psicología de la percepción, por su parte, se preocupa en, que es la cosa, en tanto significación y en tanto está constituida. En la fisiología, solo los métodos de Goldstein satisfacen totalmente los requisitos de la fenomenología.

La fenomenología en relación con el psicoanálisis, se funda desde la crítica de Sartre a las funciones y metodologías de las posturas psicoanalíticas, esta crítica es dual, puesto que por un lado se critica de objetivista a Freud, y por otro lado de casualista. De esta crítica al psicoanálisis, se desprende la necesidad de hacer una revisión de la noción de inconsciente.

El método correspondiente a las ciencias humanas, es aquel que se acerca más con la ciencia experimental, en el sentido en que se intenta mostrar las relaciones constantes entre los fenómenos, es por ello que, es indispensable multiplicar las observaciones, este método se funda en la investigación de las condiciones del fenómeno

En cuanto a la relación de la fenomenología con la sociología, Lyotard nos dice lo siguiente: “la fenomenología no propone una sociología. Propone una reelaboración, una interpretación, critica y constructiva de las investigaciones sociológicas. No existe una sociología fenomenológica, existe una filosofía que solo habla, como la sociología, del mundo, de los hombres y del espíritu.” (24)

El intento de Lyotard, en relación con la sociología, es reformular sus tesis principales, desde la visión de la fenomenología, con el fin de reclamar en la sociología, una ciencia mas concordante y fiel a lo social.

Toda ciencia, debe de empezar su fundamento, en establecer un sistema de esencias obtenidas por variaciones imaginarias y confirmadas por variaciones reales, es decir por una experimentación. Lo que se debe de hacer para que este proceso se lleve a cabo, es renunciar a la inducción empirista y hacer de las ciencias algo eidético.

El gran problema en que recae la sociología y la psicología, es que tratan al ser humano como una cosa y por ello afirman a priori, que el método natural vale, paralelamente para los fenómenos físicos y los fenómenos humanos. Es por ello que es necesario ir a las cosas mismas, para así poder crea una interpretación concordante con el sentido mismo de lo estudiado.

La sociología presenta en sus fundamentos teóricos un problema muy importante “el problema sociológico, propiamente dicho, al menos tal como lo plantea la fenomenología, este problema antes que de método, lo es de ontología: solo una definición eidética adecuada de lo social permite una aproximación experimental fecunda.” (25)

La necesidad de relacionar la reflexión eidética con la sociología, es un imperativo que la sociología debe de acatar, para así poder fundamentar su saber, no obstante es necesario, de igual modo, elaborar teorías a priori de lo social.

Tratar lo social como un objeto, es lo que impide que la sociología, sea una ciencia concordante con el hecho social, “no obstante para el fenomenólogo lo social no es objeto en manera alguna: es tratado como vivencia y se trata, en este caso, de describir la vivencia  para reconstruir su sentido.” (26)

Comprender las características esenciales de la sociología, es el fundamento por el cual el desarrollo de la mismas, se funda, sin embargo solo con el cambio de paradigma y la implementación de la fenomenología a su constitución misma, es posible comprenderla.

La fenomenología en relación con la historia, empieza desde la interrogación sobre la conciencia de la historia, la cual no proviene de la experiencia natural referida al desarrollo del tiempo, los sujetos solo son temporales e históricos en la medida en que tal característica se encuentra en su ser.

En cuanto a la historicidad de los objetos, Lyotard, parte de las tesis de Heidegger en que estos, solo resultan históricos, porque su procedencia se debe a una humanidad, a una subjetividad que ha estado presente, es decir el objeto es histórico, solo si se relaciona con la humanidad.

La conciencia no es histórica, por el hecho de que participa del tiempo, como los objetos y las demás cosas, es histórica porque ella misma es tiempo, pero esta conciencia, siempre es conciencia de algo, que se revela bajo el manto de las intencionalidades, la conciencia es, en este sentido, corriente de vivencias.

El problema de la ciencia histórica radica en lo siguiente: “puesto que la historia no puede ser dada al sujeto por el objeto, el sujeto debe de ser histórico en sí, no por accidente, sino por manera originaria.”(27) puesto que los objetos solo son históricos, en  el sentido en que se relacionan con la humanidad y el sujeto es a la vez conciencia de algo, parece ser que la historicidad resulta inherente al ser humano.

La posibilidad de la historia en la conciencia reside en que ella misma es historia, ella misma es participe del devenir del tiempo, puesto que el tiempo no fluye en la conciencia, sino es por el contrario, la conciencia fluye en el tiempo.

El historiador, se ve subsumido, en una necesidad de elaborar conceptualmente el devenir, sin embargo esto no constituye una filosofía, sino una metodología científica, esto es porque la realidad histórica no está definida, como el caso de la realidad física, es más bien porque siempre está inacabada.

Los investigadores de la ciencia histórica, deben de vivir su cotidianidad  en un ámbito social ya que “la historicidad del historiador y su inserción en una coexistencia social, no prohíben que se elabore la ciencia histórica, son por el contrario, las condiciones de su posibilidad.” (28)

La fenomenología, no propone  una filosofía de la historia, propone una recuperación reflexiva de los datos de la ciencia  histórica, un análisis intencional de la cultura  y de los periodos definidos por esta ciencia.

En cuanto a la relación de la fenomenología con las tesis marxistas, hay que señalar que sus diferencias son abismales, en primer lugar el marxismo, se niega a separar el ser y el sentido, en segundo lugar eleva a la conciencia a un rango puramente material, no obstante, Husserl y Lenin, tiene una semejanza: ambos luchan contra el psicologismo de Mach y todas las formas de relativismo escéptico, según luckas, esta posición nace  de la necesidad de liquidar el idealismo objetivo. La lucha de Husserl con Mach y los formalistas es para introducir el concepto de intuición.

A la fenomenología le interesa del marxismo, los problemas relacionados con la lucha de clases y el sentido de la historia. Uno de los marxistas revisionistas, que se acerca a las tesis de la fenomenología es Thao.

En cuanto al tema de la historia “la fenomenología al postular una historia ambigua, postula su propia ambigüedad dentro de la historia.”(29) es decir, la posición, referente al problema de la conciencia, vuelve a la historia subjetiva.

Estudiar los fenómenos tal como se presentan a la conciencia, es la tarea primordial que ha tenido la fenomenología durante sus años de formación, Lyotard, siguiendo una tradición critica a Husserl, intenta fundamentar una fenomenología, encaminada a guiar a las ciencias sociales, no obstante tal objetivo, solo será posible con la interpretación fenoménica del mundo.

Analicemos, ahora las nociones de metodología y ciencia en relación con la fenomenología en Heidegger.

Heidegger es uno de los filósofos más importantes. Es un integracionista de la historia occidental, y después de él, existe otra noción de la verdad y de la ciencia moderna, su aporte en la filosofía contemporánea debe de ser considerado. Uno de sus aportes más importantes es de haber dado una nueva interpretación del ser humano. Su libro, ser y tiempo, ha tenido influencia en muchas áreas del saber, y su meditación sobre el dominio de la técnica moderna, ha relacionado el mundo histórico.

Heidegger propone una idea controversial: la ciencia no puede pensar. En ¿qué significa pensar? se propone esta idea, de forma positiva, en pro de la esencia de la ciencia, cuando se hace la separación de pensar y ciencia, el pensar es referido al pensar filosófico, por ello la ciencia no piensa en este sentido y  no  puede pensar, tampoco, con sus propios métodos. La carencia de pensamiento en la ciencia es un argumento muy sólido que constituye el eje central de una epistemología, con carácter ontológica, que ha olvidado introducir el ser en la reflexión científica.

Se necesita una ontologizacion de las ciencias, en el sentido que se necesita comprender lo que es el ser de la ciencia, para luego comprender la ciencia misma, no obstante nada de esto es posible, puesto que al no poder tener acceso a la estructura misma de la ciencia, el ser esta siempre oculto a la ciencia.

En el ensayo “ciencia y meditación” de Heidegger, se hace énfasis, a una de las manifestaciones de que la ciencia no piensa, la cual reside en que la ciencia no está en condiciones de autodefinirse recurriendo a los métodos que pone en juego en cuanto ciencia, este enunciado es aplicable a todo ciencia. Ya que las ciencias no puede autodefinirse por sus métodos, se les hace imposible definir, sobre aquello que reflexionan. La naturaleza, la historia, el hombre y la lengua son esferas que para la ciencia son inabarcables o irrodeables.

Desde lo inabarcable e irrodeable, se deriva que el asunto del pensar filosófico, es también inaccesible para las ciencias, esto es, lo que Heidegger denomina como “situación latente” de la ciencia.

Para Heidegger hay dos modos de pensar: el pensar calculante y el pensar meditativo, la ciencia es un modo de pensar calculador, no obstante en ella, no hay, pensar meditativo, ya que no se pregunta por el pos del sentido de todo en cuanto es.

El pensar meditativo, va tras el sentido del acontecer, este no es científico. Reflexionar sobre el sentido, es la esencia misma de la meditación. La meditación es pensar en la dirección del camino en que el ser mismo nos ha encaminado. La gran diferencia entre ciencia y pensamiento es que en la ciencia el investigador necesita nuevos descubrimientos y ocurrencias, y el pensador por su parte, solo necesita de un pensamiento único.

Pasemos ahora a analizar, la posición metodológica y científica propuesta por Michel Foucault en la “arqueología del saber”.

La filosofía de Foucault, se desenvuelve dentro del estructuralismo francés, al menos en cuanto al rechazo de atenerse a los fenómenos superficiales de los que se ocupan generalmente los historiadores y algunos propulsores de las ciencias sociales.

De igual forma, encontramos en Foucault, la tendencia de encontrar campos, dentro de los cuales, se encuentra el comportamiento humano, el cual es regido por reglas, donde, tales reglas, no son hechas por el propio ser humano, sino por las condiciones de posibilidad. Foucault, se apoya de los datos históricos para representar su discurso, pero niega que las ideas, en cuanto modo de ver el mundo, sean función de la historia misma.

La arqueología del saber, es un sistema construido por una serie de discursos, en el cual se manifiestan las regularidades, estas regularidades incluyen discontinuidades, cortes umbrales y limites.

Es por ello, que es preciso, para Foucault, estudiar los discursos. Estos discursos no los forman los hombres, sino que es, el discurso mismo el que forma al hombre y lo aloja dentro de el.

La arqueología, representa para Foucault, un modelo de arches (arje) o principios, esta, al igual que la historia de las ideas, examina realidades que se entrecruzan con instituciones, no obstante, es necesario señalar que la descripción arqueológica no se debe de confundir con la historia de las ideas.

Por lo siguientes motivos: 1) la arqueología no aspira a definir imágenes y pensamientos, Sino los propios discursos 2) la arqueología no trata de descubrir transiciones continuas o génesis, sino los discursos en su especificidad.3)  la arqueología es definición de tipos y reglas de prácticas discursivas que atraviesas obras individuales, no es psicología, antropología o sociología. 4) la arqueología es la descripción sistemática de un discurso-objeto.

El discurso es “lo que se dice”, el cual no se confina estrictamente a los actos lingüísticos, sino también al “modo de ser de los objetos”, en cuanto se circunscriben al saber posible y al campo de la experiencia. El discurso se relaciona, con la espíteme, puesto que es el paradigma, en el cual se funda la organización del mundo. El discurso  establece una serie de procedimientos y líneas divisorias de lo admitido y lo no admitido

Para entender el discurso, hay que tener en cuenta, la especificidad y la exterioridad, la primera corresponde a evitar suponer que el mundo se nos manifiesta de cierto modo que solo hay que tratar de descifrar las providencias pre discursivas y el segundo corresponde, a que no hay que partir de un discurso para alcanzar un núcleo de significaciones, sino más bien partir de su aparición y su regularidad con el fin de examinar las condiciones de su posibilidad.

La relación entre la arqueología y el análisis de la ciencia, es la pregunta capital, que Foucault intenta responder, en la medida en que se desarrolla todo su discurso, no obstante es preciso señalar a palabras de Foucault que: “yo no he presentado jamás la arqueología como una ciencia, ni siquiera como los primeros cimientos de una ciencia futura.” (30) la pretensión de la arqueología es estudiar la ciencia misma

Las disciplinas son “un conjunto de enunciados que copian su organización de unos modelos científicos que tienden a la coherencia y a la demostratividad, que son admitidos, institucionalizados, trasmitidos y a veces ensañado como una ciencia.” (31), no obstante hay que señalar que la arqueología no describe disciplinas, pero esta si distingue las positividades de las mismas y las formaciones discursivas.

Foucault, a lo largo de su análisis arqueológico, utiliza la historicidad, para  analizar ciencias como la psiquiatría, la historia natural, la astronomía, la medicina clínica, etc., para así esclarecer cuales tienen el titulo de ciencia y cuáles no, por  ejemplo, la medicina clínica y la anatomía patológica no son ciencia, pero la física, la fisiología, la microbiología si lo son.

Para analizar el saber y el conocimiento, es necesario involucrar las positividades. En las positividades,  se muestra de acuerdo con que regla, una práctica discursiva puede formar grupos de objetos, conjuntos de enunciados, juegos de conceptos y series de elecciones teóricas. Esto es un “previo” a lo que será posteriormente, la constitución de una ciencia, y un saber. “Existen saberes que son independientes de la ciencia, pero no existe saber sin una práctica discursiva definida; y toda practica discursiva puede definirse por el saber qué forma.” (32)

La arqueología busca recorrer el eje práctica discursiva-saber-ciencia, con el fin de lograr comprender los postulados que componen los diversos ingredientes en que se relaciona el saber y el método de Foucault.

Es menester, para esta investigación separar los dominios científicos y los territorios arqueológicos. Al primero, solo pertenecen “las proposiciones que obedecen a ciertas leyes de construcción; unas afirmaciones que tuvieron el mismo sentido, que dijeron la misma cosa, que fuesen tan verdades como ellas, pero que no nacieran de la misma sistematicidad.”(33), por su parte, en el territorio arqueológico, pueden caber textos literarios y filosóficos, también como textos científicos, en el sentido que el saber no entra tan solo en las demostraciones.

Toda ciencia se localiza en un campo del saber y desempeña su papel dentro del mismo, dependiendo el papel que tenga cada ciencia, así será su formación discursiva. “en toda formación discursiva se encuentra una relación especifica entre ciencia y saber; y el análisis arqueológico… debe mostrar positivamente como una ciencia se inscribe y funciona en el elemento del saber.”(34)

Por otra parte, la relación de la ideología con la ciencia, se plantea desde la práctica discursiva, no obstante, esta no es propia de una sola cientificidad, en el sentido que esta, se puede presentar en muchas disciplinas científicas.

La ideología se muestra o se revela, en una ciencia, mediante el análisis de sus contradicciones, sus lagunas y sus defectos teóricos.

Cuando una ciencia se individualiza, es decir, cuando tiene un sistema solido de enunciados, en su constitución, llega al umbral de la positividad, el cual pretende, establecer nombras de verificación.

Por su parte, el umbral de epistemologizacion y el umbral de la  cientificidad, declaran la validez proposicional en la construcción de un saber en especifico, la distribución de estos umbrales, dependerán del desarrollo del estudio de cada ciencia y su temporalidad no es ni regular ni homogénea. Estos umbrales de la cientificidad se vinculan, en ciertas ocasiones, de la transición de positividades.

Es necesario, reconocer en las ciencias, unas prácticas discursivas, que tienen sus distintos niveles y umbrales, no obstante existen una ciencia que, se aleje de lo anteriormente afirmado:

“no hay, sin duda, más que una ciencia en al cual no se pueden distinguir estos diferentes umbrales ni describir entre ellos semejante conjunto de desfases: las matemáticas: única practica discursiva que ha franqueado de un golpe el umbral de la positividad, el umbral de la epistemologizacion, el de la cientificidad y el de la formalización.” (35)

No obstante, esto no quiere decir, que se debe de tomar el discurso matemático, como una especie de prototipo a seguir, de todas las ciencias, puesto que cada ciencia, en sus estamentos específicos, poseen grandes diferencias de grado.

Para analizar, el despeño de las ciencias, acudiendo al método histórico, en necesario estudiarlo mediante la episteme que es “el conjunto de las relaciones que se pueden descubrir, para una época dada, entre las ciencias cuando se analiza en el nivel de las regularidades discursivas.” (36) En este sentido la representación de la episteme, es también, conjunto de relaciones que en una época especificas, determinan prácticas discursivas.

La episteme, hace posible, dentro de las positividades  de las prácticas discursivas, la existencia de figuras epistemológicas y la existencia de la ciencia misma. Sin episteme, no podríamos hablar ni siquiera de categorías científicas, es por ello que su relación con la ciencia es necesaria.

El fin primordial, que trata de describir la arqueología de Foucault “no es la ciencia en su estructura especifica, sino el dominio, muy diferente del saber.” (37) este, saber, en relación con las figuras de epistemológicas y científicas.

La arqueología, no debe de presentarse, como una investigación de los orígenes de la ciencia  y sus aprioris formales, ni mucho menos como una especie de fenomenología histórica, puesto que si cayera en esta ultima pretensión, no haría nada más que descubrir una serie de hechos empíricos.  La arqueología debe de liberar a la historia de la empresa fenomenológica.

Opinión personal

Las ciencias, son en su conjunto, sistemas sistematizados metodológicamente, apelando a una definición general del concepto. La ciencia equivale etimológicamente al saber, no obstante, no todo saber es ciencia, por ello existen saberes especializados, que avalan su existencia por comunidades científicas.

Unificar a las ciencias, en un solo lenguaje,  ha sido la labor utópica, que muchos científicos y filósofos han pretendido. El sueño de regir el mundo mediante un saber único, parece desvanecerse, cuando encontramos la interdisciplinariedad.

La filosofía por su parte, se halla en una relación de constante mutuo intercambio con respecto a la ciencia, puesto que esta, por una parte, proporciona a la ciencia, reflexiones e investigaciones, que se fundan sobre una base de  teoría del conocimiento y  epistemología. La ciencia proporciona a la filosofía, el objeto mismo de estudio, ya que la filosofía, al estudiar sus supuestos, guarda relación reciproca.

Decir que la relación de la filosofía con la ciencia, es solamente de índole histórica, es caer en un reduccionismo. El calificativo de “madre de las ciencias”, no puede reducirse, solamente a origen histórico (génesis de la ciencia) de pretensión discursiva y científica, sino que, la filosofía en sí misma, por llegar a un momento de abstracción muy alto,  y al tratar de los supuestos mismos de que conforman y determinan la realidad en su totalidad, es a lo suma, una ciencia de ciencias.

La visión totalizadora, de la filosofía, ha sido una empresa con muchos problemas, ya que al tratar de abarcar todos los conocimientos de una manera general, sus objetivos específicos no se han esclarecido.

La fenomenología por su parte, es una forma de filosofía, que estudia los fenómenos tal como se presentan a la conciencia. El estudio de los objetos, en tanto se presentan, es para la fenomenología una empresa muy importante.

La fenomenología, presupone resolver,  la mayoría de los problemas filosóficos apelando a la experiencia intuitiva. En la experiencia intuitiva, las cosas se muestran de una manera más originaria.

¡A las cosas mismas!, Dice el logo por el cual el fenomenólogo interviene en la realidad. Es Husserl, quien en la modernidad, apela a la fenomenología como método, es por ende que para nuestro estudio, fue necesario ir a las ideas de este autor.

Husserl redefinió lo que se tenía planteado en la fenomenología. Primero la convirtió en una especie de psicología descriptiva, para luego desembocar sus ideas en una ciencia de esencias, que se traduce, en su implementación metódica, como un reduccionismo eidético.

La influencia de Husserl, en las ciencias sociales, se debe  al método propuesto. El método trascendental reduccionista y eidético, es el preferido por muchos investigadores contemporáneos, por ejemplo Lyotard al establecer su crítica a las ciencias sociales, psicológicas e históricas, parte de una visión fenomenológica del mundo, que es en buena parte heredada de Husserl.

Otro ejemplo es el de Heidegger, quien parte de una crítica constante a la fenomenología, y como estudiante de Husserl, Heidegger conocía muy bien la empresa que pretendía fundar Husserl, no obstante este, se enfoco en fundar una teoría ontológica, que lo llevara a explicar los diversos modos en que se presenta el ser y el ser-ahí y su relación con los demás entes.

Foucault, por su parte, no parte de una fenomenología,  y por ende muchos menos del método Husserliano, puesto que su pretensión, es el estudio de  las diversas prácticas y formaciones discursivas desde el método arqueológico. El método arqueológico, estudia las cosas dichas en sus emergencias y trasformaciones y no trata de especular sobre la totalidad de las cosas.

Desvelar la verdad, mediante una investigación científica, es sin duda, uno de los fines primigenios, a que aspira la comunidad científica. El progreso y desarrollo científico de la humanidad, depende de la rigurosidad de los métodos, no obstante, cabe decir, que no existe un método general, que sirva para solucionar todos los problemas, como lo decía Feyerabend, en el anarquismo metodológico.

Los métodos varían según la destinación aplicativa que tengan. Y su importancia es de orden teleológico, en el sentido que solo mediante el éxito aplicativo de sus  postulados teóricos, es que podemos afirmar su veracidad en la praxis.

El método arqueológico y el método fenomenológico, representan ambos, una herramienta útil para las ciencias sociales. De igual forma, la analítica existenciaria, es a lo sumo, una visión que contribuye de manera radical a resolver los problemas ontológicos en las ciencias. El olvido del ser por parte de la ciencia y la ausencia del trasfondo ontológico a cada una de las preguntas esenciales de la ciencia, es el merito de Heidegger, como contribución a las ciencia en general.

Creo, que el método fenomenológico  es, en esencia, la herramienta más importante que la fenomenología de Husserl ha mostrado, no obstante separar el psicologismo de sus postulados teóricos, resulta casi imposible. El rechazo al psicologismo es evidente, no solamente en Husserl, sino también en Lyotard.

Por su parte, la intromisión de la fenomenología en la filosofía, corresponde a algo más metódico  y pragmático que analítico. Esta intromisión se debe claramente a Husserl, no obstante, hay que señalar que el proyecto de crear una filosofía como ciencia estricta, es una emancipación del papel de la filosofía en la ciencia. Este último punto, y el método fenomenológico, es la ganancia que recibe la filosofía de parte de Husserl.

Pie de página

1) Diccionario de filosofía Ferrater Mora, tomo 2, editorial Ariel, Colombia; Pg.  1240

2) Ibíd., Pg. 1241

3) Husserl, Edmund,(1962) ideas relativas a una filosofía pura y una filosofía fenomenológica; editorial fondo de cultura económica, pg7

4) Ibid, Pg. 10

5) Ibid, Pg.  27

6) Ibid, Pg. 28

7) Ibid, Pg. 29

8) Ibid, Pg.  31

9) Ibid, Pg. 45

10) Ibid, Pg.  46

11) Ibid, Pg. 48

12) Ibid, Pg. 49

13) Ibid, Pg. 62

14) Husserl, Edmund, (1973) meditaciones cartesianas, ediciones paulinas, España Pg. 34

15) Ibid, Pg. 34

16) Ibid, Pg. 38

17) Ibid, Pg.  41

18) Ibid, Pg.  43

19) Ibid, Pg. 47

20) Ibid, Pg.  48

21) Lyotard, J.F (1973) la fenomenología, editorial universitaria de Buenos Aires, Argentina pg. 5

22) Ibid, Pg.10

23) Ibid, Pg.24

24) Ibid, Pg.41-42

25)  Ibid, Pg.39

26) Ibid, Pg. 42

27) Ibid, Pg.  46

28) Ibid, Pg.  52

29) Ibid, Pg.  58

30) Foucault, Michel, (2010)  la arqueología del saber, siglo xxi editores, México, pg 267

31) Ibid, Pg.  232

32) Ibid, Pg.  237

33) Ibid, Pg.  238

34) Ibid, Pg.  240

35) Ibid, Pg.  245

36) Ibid, Pg.  249

37) Ibid, Pg.  254

Elaborado por: Jorge Alberto Villeda Bojorque

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