María Díaz Lorente, directora de Medicina e I+D en Boehringer Ingelheim España.

España será el segundo país más envejecido del mundo en 2050, según las previsiones de diversos organismos internacionales. Este dato, unido al avance de la obesidad y a los problemas de salud mental, plantea numerosos desafíos sobre cómo asegurar la calidad de vida de la población y, de forma asociada, cómo garantizar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.

En la actualidad, más de 22 millones de personas sufren una enfermedad crónica en nuestro país. Cifra que aumenta exponencialmente a nivel mundial y que han hecho que la OMS alerte del desafío que supone la cronicidad al cumplimiento de la Agenda 2030.

Los mayores de 55 años concentran la mayoría de los diagnósticos en afecciones como la insuficiencia cardíaca (IC), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la diabetes, la enfermedad renal crónica (ERC) o el cáncer, donde la cronificación de la enfermedad hace que ya podamos hablar de ‘largos supervivientes’.

Afortunadamente, cada día contamos con más herramientas para hacer frente al reto que plantea la cronicidad. Así, por ejemplo, la pandemia de la COVID-19 evidenció que uno de los pilares para mejorar la calidad de vida de los pacientes es la digitalización de la salud. En este sentido, destaca la integración de las nuevas tecnologías como recurso asistencial (como la telemedicina), adecuándolas a las necesidades de cada paciente para reducir complicaciones médicas y fomentar la adherencia.

La formación continuada de los profesionales sanitarios, con recursos y herramientas que les permitan un mejor manejo de los pacientes crónicos, especialmente los pluripatológicos, es otra herramienta de gran valor. Por otro lado, el empoderamiento de los pacientes crónicos, cada vez más informados y conscientes de la importancia del autocuidado, supone otro as en la manga para combatir la cronicidad.

Desde Boehringer Ingelheim, llevamos más de 70 años en España velando por mejorar la salud de las personas con enfermedades crónicas. En colaboración con otros agentes del sector, e impulsados por nuestro propósito de transformar la vida de las generaciones presentes y futuras, de la mano de la innovación constante, nos focalizamos en la búsqueda de tratamientos que mejoren la calidad de vida de las personas.

Fieles a este propósito, el año pasado batimos un récord de inversión en I+D+i en nuestro país, con un volumen que ascendió a más de 46 millones de euros, un 8,2 por ciento más que en el año 2021, datos que subrayan el compromiso de Boehringer Ingelheim con las necesidades de los pacientes y sus familiares.

Conscientes de que la cronicidad afecta y afectará a un alto porcentaje de la población española, seguimos empleando todos los medios a nuestro alcance para mejorar la calidad de vida de los pacientes. La innovación y la digitalización nos asisten.