¡Hola, gaiatitanos! Estamos de vuelta con la sección de Mineral de la Semana que pronto se va a convertir en Mineral del Mes probablemente, debido a tareas diversas que ocupan el tiempo de vuestra servidora 😀 Pero suficiente con las quejas porque hoy os he preparado un mineral bastante raro y curioso con la historia que os va a contar.

Se trata del natrón. Es un carbonato de sodio muy hidratado, es decir que tiene bastantes moléculas de agua en su red cristalina. Su fórmula química es Na₂CO₃10H₂O.

Su etimología es de lo más interesante. Seguramente pensaréis que viene del latín natrium que significa sodio y no os estaríais engañando. Es así. Peeero… Si volvemos más atrás en los tiempos nos encontramos con la siguiente historia.

Volvemos 3000 años antes de Cristo, lo cual serían 30 siglos antes de Cristo (¿os lo podéis imaginar?). Es más que el tiempo que estamos viviendo después del nacimiento de Cristo, ya que actualmente estamos en el año 2023, es decir en el siglo 21. ¿Ya os distéis cuenta del tiempo? Bien. Estamos en el valle del Nilo. En aquel momento florecía el estado de Antiguo Egipto con su escritura jeroglífica. Y tenían una palabra: NTR. Sí, así de simple. NTR. Se pronunciaba necher o neter. Esta palabra era un concepto de lo divino, lo puro, de Dios. De allí proviene la palabra natura, por cierto.

La palabra pasó por el idioma acadio (nitru), por el arameo (nithra), por el hebreo (neter), por el fenicio y el griego (nitro) y por el latín (natrium). En España la palabra natrón entró a través del idioma árabe.

El principal lugar de extracción de esta sal era la zona de Uadi Natrun, en Egipto.

En la literatura cristiana, este sitio es conocido como Scetis o Skete en griego antiguo. Es uno de los tres centros monásticos cristianos primitivos localizados en el desierto del noroeste del delta del Nilo, junto a los otros dos centros monásticos Nitria y Kellia. En Scetis los monasterios todavía permanecen en uso, mientras que en Nitria y Kellia sólo hay restos arqueológicos.

Ahora subimos en la máquina del tiempo y volvemos al siglo 18 (sí, lo pongo en números árabes para facilitar la lectura que con los números romanos siempre nos paramos a pensar qué número era y eso que años son… 😀 ). El químico francés Jean-Antoine Chaptal, cuyo nombre está escrito en el primer piso en la cara orientada al norte de la Torre Eiffel, dio el nombre al elemento químico nitrógeno (N) ya que generaba «nitre» o salitre que era la mezcla de nitrato de potasio KNO₃ y nitrato de sodio NaNO₃. Por lo tanto, el término nitrógeno se refería tanto al nitrógeno (N), como al sodio (Na).

En el mismo siglo, la química del nitrógeno fue descubierta por el médico, químico y botánico escocés Daniel Rutherford. ¿A alguien más le suena este apellido? Rutherford… escocés… Sería interesante investigar si existe parentesco con el Director General de la Compañía de Azifre y Cobre de Tharsis Ltda en Huelva, Andalucía – William Paterson Rutherford. Lo dejo como tarea para el lector 😀

Los antiguos egipcios usaban el natrón para la momificación, así como en la limpieza de la vivienda y la higiene del cuerpo (jabón). Además, fue utilizado en la fabricación de cerámica vítrea. Dadas sus cualidades bactericidas, es utilizado hoy en día como conservante en el curado de carnes y embutidos.

Y ¿dónde se forma el mineral natrón? Se suele formar en ambientes áridos en lagos ricos en sodio, en sus márgenes o en el fondo en épocas frías, y, además, se ha encontrado como eflorescencia (cristales de sales en superficie de un material poroso) en lavas de volcán.

Ahora, ¿podéis imaginar de dónde es esta imagen? ¿Creéis que se trata de Rio Tinto?

Sería el «Río» Tinto de África (localizado entre Tanzania y Kenia) que de río no tiene nada porque es un lago salado endorreico (lago sin salida) y tinto sí, pero no por los óxidos de hierro, sino por algas, y el lago está rico en natrón. Otra diferencia con Rio Tino es que tiene un pH alcalino altísimo (de 9 a 10.5) y unas elevadas temperaturas del agua (hasta 60º) debido a los numerosos géiseres (fuentes hidrotermales). Una similitud con las marismas de Huelva es que hay flamencos que se alimentan con las algas del lago.

Al sur de este lago se encuentra el volcán Ol Doinyo Lengai que es el único volcán activo con una composición de lava carbonatada, o la denominada «lava blanca». Es la lava más fluida del mundo, ya que tiene viscosidad parecida a la del agua y la lava más fría (sólo 590ºC).

Para ver otro ejemplo de natrón asociado a lavas volcánicas no tenemos que irnos muy lejos… Aquí en España tenemos el ejemplo del Volcán de la Crosa en Girona, cuyo período eruptivo se sitúa entre los 7.9 y 1.7 millones de años (Ma). Tiene el cráter más ancho de la Península Ibérica (>1200 m) y uno de los más grandes de Europa.

Es muy bello ver el natrón bajo rayo ultravioleta porque, como otras sales, posee la propiedad de fluorescencia.

Y por último, ya que trabajo en yacimientos de cobre, os dejo con la curiosidad de que existe la chalconatronita con la fórmula química Na₂Cu(CO₃)₂·3H₂O, igual que el natrón, pero con cobre y con menos moléculas de agua, es decir, menos hidratado. Lo interesante de este mineral es que se puede considerar antropogénico porque aparece sobre los artefactos de bronce enterrados durante siglos como son las antiguas tumbas egipcias.

Os dejo con algunos vídeos y artículos interesantes:

Minerales nuevos creados por humanos