Etiquetas

, , , , , ,

Tiziano

 

57
EL CONDE ALEMÁN

Alta, alta va la luna
cuando el sol salir quería,
cuando el conde Alemán
él con la reina dormía.
Alta, alta va la luna
cuando el sol alboreaba,
cuando el conde Alemán
él con la reina holgaba.
No lo sabe hombre del mundo,
cuantos en la corte había,
si no era la su hija
que a los sus pies bien dormía.
No lo sabe hombre del mundo
cuantos en la corte estaban,
si no era la su hija
que lo veía y callaba.
—Si algo visteis, Belisenda,
encubridlo y enceladlo
os dará el conde Alemán
manto de fino damasco.
Si algo visteis, la mi hija,
enceladlo y encubridlo,
también la reina tu madre
os dará ajuar cumplido.
—¡El diaño lleve el ajuar
y ese manto de damasco!,
¡aún tengo a mi padre vivo
y me quieren dar padrastro!
De que él venga de misa
yo todo he de decirlo:
que en vida del rey mi padre
tomasteis nuevo marido.
De que él venga de misa,
yo todo he de contarlo:
que en vida del rey mio padre
tomasteis nuevo amado.
—¡Malhaya sea, mi hija,
la leche que yo os diera!
—¡Malhaya sea el pan
que de mi padre comierais!-
Estando en estas palabras,
el buen rey que llegaría.
Topó a la niña llorando,
de ella se amancillaría:
—¿Por qué lloras, Belisenda,
quién a ti te ha hecho mal?
—Vino el conde Alemán,
conmigo quiso burlar.
Estando en la mi puerta,
en mi bastidor labrando,
pasó el conde Alemán,
me tiró de mis trenzados.
—Así ríen, la mi hija,
así ríen los muchachos.
—De detrás de esos reires
acontecen muchos daños.
—Si os place, la mi hija,
haré al conde matarlo.
—No lo matéis, el mi padre,
ni lo quisierais matar,
el conde es niño y muchacho,
del mundo quiere gozar;
desterradlo de estas tierras,
que en ellas no coma pan.

——Este romance, del que hay versión del siglo XVI, incorporada al Cancionero de romances de Amberes en 1550, sólo ha llegado por vía oral hasta el siglo XX gracias a tres ramas de la tradición panhispánica: la judeo-española de Oriente (conozco versiones de Istib, de Salónica y de Jerusalén), la judeo-española de Marruecos y la gallego-portuguesa. De España sólo tengo presente dos versiones: una de Piñor (Orense), en gallego, que recogió Victor Said Armesto en 1904, y otra versión de Herrera de Alcántara (Cáceres), en el portugués local, que recogió Jesus Bal en 1931 (de boca de Antonia Nevado, de 40 años).

——Me atengo, en mi versión antológica, a la tradición sefardí, aunque, en su desenlace, se aparta completamente de la versión antigua, ya que, a fin de dulcificar la figura de la infanta, evita la cruel escena del ajusticiamiento del joven conde a la vista de su amante, que la tradición portuguesa y gallega conserva. No he querido traducir versos al español, que sólo existen en portugués y en gallego, como son éstos:

—Não quero vestidos d’ouro
cá os tenho de damasco,
ainda meu pai é vivo
ja me querem dar padrasto!
As mangas desta camisa
não chegue eu a romper,
se, em vindo meu pai da missa,
se lho eu n ão for dizer!—
—Venha embora, meu pai,
boa seja a sua vinda.
que eu tenho que lhe contar
uma grande maravilha:
estando eu no meu tear,
tecendo seda amarela,
veio o conde de Alemanha
três fios me tirou dela!
—Cala-te lá, minha filha,
isso não há que estranhar,
o conde é rapaz novo,
isso seria a brincar.
—Leve o diabo o seu brinquinho,
mal o haja o seu brincar!
Pegou-me a mim nos braços,
a cama me quis levar!
—Cala-te lá, minha filha,
e pãe-me de almoçar,
que amanhã por estas horas
vai o conde a degolar.—
—Venha ver, ó minha mãe,
venha a ver a fidalguia,
com a cabeça num prato
e o sangue numa bacia—
—Mal o hajas, minha filha,
mais o leite que mamaste,
a uma cara tão linda
que morte lhe tu causaste!
—Cale-se lá, mimha mãe,
não a faça eu calar:
a morte que teve o conde
não lha faça eu levar!
Eu sujei a minha cara
para a sua alimpar.

Diego Catalán

En portada: dibujo de Tiziano

Publicado  22 de octubre de 2007 – 15:50.

Romances publicados:

** 1.- La bella en misa

** 2.- La muerte ocultada

** 3.- El caballero burlado

** 4.- La infantina

** 5.- El prisionero

** 6.- Espinelo

** 7.- Ogier y Roldán

** 8.- El moro Búcar ante Valencia

** 9.- Muerte del duque de Gandía

**10.- Muerte del Maestre de Santiago

**11.- La merienda del moro Zaide

**12.- Cercada está Santa Fe

**13.- Por la ribera del Turia

**14.- El enamorado y la muerte

**15.- El rey Rodrigo pierde el reino

**16.- Lanzarote y el ciervo de pie blanco

**17.- Gaiferos libera a Melisendra

**18.- Paris y Elena

**19.- Aliarda

**20.- El caballo robado

**21.- El rey chico y la mora cautiva de Antequera

**22.- Durandarte envía su corazón a Belerma

**23.- El infante don García

**24.- Grifos lombardo

**25.- Gerineldo

**26.- La condesita

**27.- La condesa de Castilla traidora

**28.- Nacimiento de Bernardo

**29.- Marquillos

**30.-La vuelta del navegante

**31.- El conde Dirlos

**32.- Penitencia de Rodrigo

**33.- Enamorada de un muerto

**34.- La guarda cuidadosa

**35.- La canción del huérfano

**36.- Flérida y don Duardos

**37.-El desdeño del amor

**38.- Paridlo, infanta, paridlo

**39.- Cómo no cantas, la bella

**40.- Bodas de sangre

**41.- Alabóse el Conde Vélez

**42.- Silvana

**43.- Bernal Francés

**44.-Sacrificio de Isaac

**45.- Nacido nos ha un bailico

**46.- La noble porquera

**47.- La caza de Celinos

**48.- El veneno de Moriana

**49.- Bodas se hacían en Francia

**50.- Don Manuel y el moro Muza

**51.- Don Diego y el moro que retó a Chamartín

**52.- Mientras yo podo las viñas

**53.- La Gallarda matadora de hombres

**54.- El cautivo y el ama buena

**55.- La serrana de la Vera

**56.- El Cid pide parias al moro

**57.- El conde Alemán

**58.- El pajecico sacado del mar

**59.- El infante vengador

**60.- Valdovinos sorprendido en la caza

**61.- Quejas de doña Urraca

**62.- El hijo póstumo

**63:- Una fatal ocasión

**64.- Juan Lorenzo, cuernos de oro

**65.- El Mostadí