Departamento Editorial

Complementando lo expuesto en la segunda parte, los polinomios de Zernike se representan en una pirámide que incluye un superíndice de frecuencia angular y un subíndice de orden radial. También, están asociados a una escala de colores en la cual el verde azulado indica un nivel de medida de 0 micras y una ausencia o mínima aberración, correspondiendo al nivel más cercano a la emetropía. En cuanto a los colores cercanos al azul, estos indican un frente de onda lento, retrasado en micras con respecto al ideal de referencia, mientras que los colores cercanos al amarillo muestran frentes de onda rápidos adelantados con respecto a la referencia.1,2

En cuanto a la ubicación de la aberración en la pirámide, es importante prestar atención, puesto que, si encuentra en la parte central, afectará más la calidad visual en comparación con si se ubica en el extremo periférico de la pirámide. Este aspecto se puede identificar mediante el superíndice (m), donde valores más altos indican una ubicación más periférica del componente de aberración. Es importante resaltar que cada fila corresponde a un orden de polinomio determinado por su componente de aberración (n) y cada columna (m) es en sí un cambio de frecuencia meridional. Ahora bien, cuando los armónicos de fase se expresan bajo la función coseno, corresponden a frecuencias meridionales positivas, mientras que los de fase seno serían frecuencias negativas.1

Asimismo, es importante señalar que las en la pirámide se pueden identificar con el índice “j”, que indican el orden estricto de aparición en la pirámide. Una analogía podría ser el número atómico de la tabla periódica. Por ejemplo, en la cúspide Z tendía j0 en la segunda fila están Z y Z, serían en orden j1 y j2, y así sucesivamente. Ver Figura 1 donde se pueden identificar los índices j, el superíndice m y el subíndice n.1,3

CLASIFICACIÓN DE LAS ABERRACIONES EN LA PIRÁMIDE

Existen 3 grupos a saber:

Aberraciones constantes

Corresponden a los órdenes 0 y 1 y se caracterizan por ser aberraciones invariables que no afectan la calidad visual a pesar de tener un leve adelanto o retraso con respecto a la pupila de salida como el pistón (j0) una inclinación horizontal como “tilt” (j1) y vertical como “tip” (j2). Estos pequeños cambios rotacionales y traslaciona les del sistema óptico se pueden compensar naturalmente con los movimientos oculares y no representan cambios negativos en la visión.1,3

Aberraciones de bajo orden

Se considera que las ametropías son aberraciones de bajo orden, correspondientes a las posiciones j3, j4, y j5, donde j3 y j5 pertenecen al astigmatismo y j4 es una aberración de desenfoque. Se ubican en la fila 2 (orden n 2), y en el caso de j4, se ubica la esfera predominante de disminuir visión generando emborronamiento en todos los meridianos visuales (Z) Para el astigmatismo, j3 (Z ) corresponde a un astigmatismo oblicuo y j5 (Z ) representa un astigmatismo vertical, donde el emborronamiento será mayor según el eje vectorial promedio del frente de onda. Se entiende que la aberración óptica aumenta en relación directamente proporcional al error refractivo y al tamaño pupilar. Finalmente, este tipo de aberraciones se corrigen con medios ópticos tales como anteojos, lentes de contacto o el efecto de la cirugía refractiva.1,3

Aberraciones de alto orden

Se identifican a partir del tercer orden (n3) y no tienen un límite establecido, aunque se afirma que hasta el sexto orden son relevantes con influencia directa en la óptica ocular. La corrección de estas aberraciones no es convencional como en las aberraciones de bajo orden. Entre las aberraciones de este tipo que merecen la pena destacar, está el “trefoil”, que corresponde a un astigmatismo triangular de tres ejes de distorsión, de lo cual se compara con un trébol. (j6,Z y j9 Z ). Los humanos con esta aberración tendrán sintomatología como visión de halos, y glare.1,3

También en la tercera fila (n3) se encuentra la aberración en “coma”, que recibe su nombre porque al observar un punto, la distorsión es parecida a un cometa o al signo de puntuación. Se ubica a nivel paracentral, y corresponde a diferencias en el frente de onda central con respecto al periférico. Aunque pueden tener una esfericidad central exacta, se distribuyen aberradamente a través de una periferia diferente, generando la distorsión alargada en un punto prevalente. También se describe que la coma se manifiesta en pupilas de diámetro grande. Se ha reportado que este tipo de aberraciones representan un gran inconfort para la visión y pueden ser consecuencia de irregularidades en la córnea como queratocono, cirugía refractiva descentrada o lentes intraoculares ectópicos. En la pirámide de Zernike se ubican en las posiciones j7 Z (coma vertical) y J8 Z (coma horizontal).1,3

En j12 Z se encuentra la aberración esférica primaria, indica una aberración de orden 4 como lo indica su coeficiente de Zernike, genera cambios en el enfoque periférico de la retina de manera simétrica. El enfoque puede ser variable, la multifocalidad está comprometida y puede haber visión de halos. El tamaño de la pupila afecta de manera importante la imagen. En el orden 4 también se encontrará la aberración tipo cuadrafoil se las posiciones j10, Z para un cuadrafoil oblicuo y j14, Z para un cuadrafoil vertical, indicando un eje más de distorsión en el frente de onda con respecto al tetrafoil.1,3

Con base en lo anterior se ubicará, e identificarán las aberraciones en la pirámide, su posible impacto en la calidad visual, la forma de abordar la reducción de estas y el pronóstico visual.

REFERENCIAS

1. Olarte RV. Entendiendo e interpretando las aberraciones ópticas understanding and Interpreting Optical Aberrations. Cien Tecnol Salud Vis Ocul [Internet]. 2011;9(2):105–22. Available from: www.dorronsoro.net

2. Vacalebre M, Frison R, Corsaro C, Neri F, Conoci S, Anastasi E, et al. Advanced Optical Wavefront Technologies to Improve Patient Quality of Vision and Meet Clinical Requests. Polymers (Basel). 2022;14(23).

3. Tomas J. Aberrometría ocular : aplicaciones clínicas y limitaciones de los sensores de frente de onda. Cienc Tecnol para la Salud Vis y Ocul. 2014;12(2014):93– 105.

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