Los Tres Tiempos de la Salvación


Cuando llegamos a ser cristianos por primera vez la mayor parte de nosotros solamente puede pensar de un tipo de salvación, la salvación de nuestras almas. En nuestro estudio bíblico tratamos automáticamente de encajar este significado en cada uso de la palabra. Pero pronto nos damos cuenta de que no siempre encaja.

Entonces nos llegamos a dar cuenta de que la salvación es una palabra muy general que significa liberación, seguridad, o salud. En Filipenses 1:19, por ejemplo, Pablo la utiliza con respecto a su esperada liberación de la prisión:

Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación.

En Filipenses 2:12 la salvación significa algo muy diferente; significa la solución de un problema que se había suscitado en la iglesia de Filipos. Había surgido un serio caso de desunión (Fil. 2: 1-4; 4:2). Pablo recuerda a los cristianos que la respuesta al problema era que todos ellos adquirieran la mente humilde y sacrificada del Señor Jesús. Entonces les dice en el versículo 12:
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.

En otras palabras: «Os he mostrado el camino de la liberación del problema en que estáis sumidos. Ahora trabajad en su solución con temor y temblor.»

Hay tres pasajes en los que se utiliza salvación para describir la liberación de morir ahogado:

Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y habían echado el esquife al mar, aparentaban como que querían las anclas de proa Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros. (Hch. 27:30, 31).

Por la fe, Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase (He. 11:7).

. . . fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua (1 P. 3:19,20).

Pero los usos de la palabra «salvo» y «salvación» en que estamos primariamente interesados son aquellos que tienen que ver con la liberación del pecado. Este es el significado más normal en el Nuevo Testamento.

Tenemos que aprender aquí a distinguir los tres tiempos de la salvación: pasado, presente y futuro:
Pasado: Fui salvado de la pena del pecado.
Presente: Estoy siendo salvado del poder del pecado.
Futuro: Seré salvado de la presencia del pecado.

Tiempo pasado
Hay aquí algunos versículos que hablan principalmente de la salvación de la pena del pecado:

«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios» (Ef. 2:8).

[Dios] quien nos salvó y llamó con llamamiento santo (2 Ti. 1:9).

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Tit. 3:5).

Nota: En estos tres ejemplos la palabra «salvo» está en tiempo pretérito. No obstante, hay otros versículos que hablan de nuestra liberación de la pena del pecado que no se hallan en tiempo pasado.

y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hch. 4:12).

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo (Ro. 10:9).

Así que, uno tiene que decidir por el contenido del versículo más que por el tiempo del verbo si lo que allí se significa es el tiempo pasado de la salvación. Si de lo que se trata es de la liberación de-una-vez-por-todas de la condenación del pecado, entonces se sabe que es el tiempo pasado de la salvación.

Tiempo presente
Aunque es verdad que he sido salvado, también es cierto que estoy siendo salvado cada día. He sido salvado de la condenación; estoy siendo salvado de daño. He sido salvado de la paga del pecado; estoy siendo salvado del poder del pecado. He sido salvado mediante la obra acabada de Cristo en la Cruz; estoy siendo salvado mediante Su vida y ministerio en mi favor a la diestra de Dios. Esto es lo que se quiere decir, por ejemplo, en Ro. 5:10

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. (Ro. 510)

El tiempo presente de la salvación es muy igual a la santificación; el proceso de ser separados del pecado y de la contaminación y ser acercados hacia Dios. Es acerca de esta salvación como un proceso continuo que leemos en

Por lo cual puede también salvar completamente a los que por medio de él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. (He. 7:25)

Tiempo futuro
Finalmente, existe el aspecto futuro de la salvación. Cuando nos encontremos cara a cara con el Señor seremos salvados de la presencia del pecado. Nuestros cuerpos serán redimidos y glorificados. Los siguientes versículos describen la gloriosa consumación futura de nuestra salvación:

Porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos (Ro. 13: 11).

Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Ts. 5:8,9).

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan (He. 9:28).

[Vosotros] que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero (1 P. 1:5).

Los tres tiempos
Si se encuentra dificultad en acoplar un versículo a uno de los tres tiempos, recuérdese que podría ser aplicable a los tres tiempos a la vez. Aquí tenemos un par de ejemplos:

y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt. 1 :21).

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Ef. 1:13).

Así que, en casos como estos no se tiene que escoger, debido a que se aplican con la misma fuerza a las tres fases de la salvación.

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Tomado de: ¿Cuál es la diferencia? Por William MacDonald

Un comentario en “Los Tres Tiempos de la Salvación

  1. Gracias por exponer estos temas bíblicos tan importantes dentro de nuestra sana doctrina cristiana, bendiciones por ello. He utlizado varios temas expuestos por Uds., para compartir con mis hermanos ya que son muy fundamentados en la Palabra de Dios.

    Bendiciones

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