Carné de Estudiante Internacional

Las ventajas de prepararte antes de un examen

Las ventajas de prepararte antes de un examen

Solo de leer el título dan ganas de deslizar y pasar del tema, pero como en teoría todos coexistimos con las temporadas de exámenes, no es tan descabellada la idea de echarle un vistazo al asunto. Puede parecer que no existen ventajas en eso de prepararte antes de un examen y menos cuando hace buen tiempo, pero lo cierto es que sí y todos en el fondo lo tenemos más o menos claro.

Cada quien tiene su personalidad, muchos prefieren una presentación, otros prefieren un examen, algunos entregar algún informe y hay quienes directamente prefieren no pasar por esto. Pero sea cual sea el método de evaluación no hay necesidad de tentar a la suerte, siempre es mejor conocer y asumir las ventajas de prepararte antes de un examen.

Yo estudié en un cole de monjas y aparte de todo el rollo de la caligrafía, los bordados, la comunión, los rezos, la falda hasta la rodilla, las canciones de misa y el temido embarazo adolescente, me taladraron la conciencia con “las ventajas de prepararte antes de un examen” hasta el punto que en todas las charlas surgía el “verdadero significado” de la palabra estudiante, que era: Estudia Antes. No sé si viene del latín, del griego o alguna historia de esas, tampoco sé si fue una idea salvaje que le llegó a la profesora y se apropió del término, pero lo cierto es que algo de lógica tiene.

Te voy dejar algunos datos que pueden pasar como ventajas de prepararte antes de un examen. ¡OJO! No he sacado esto de un estudio realizado por la Universidad de Harvard en el año 2012, ni de un pergamino histórico salvado del fuego en la biblioteca de Alejandría. Son solo trucos que me funcionan cada vez que tengo algún tipo de prueba y decido pasar de dejar mis resultados en manos del destino.

Ventaja nº 1: Puedes elegir tu horario

A menos que estés opositando a Inspector de Hacienda o a Notaría, puedes elegir tu horario. Si trabajas, puedes apañarlo con tu jornada o decidir si prefieres madrugar, trasnochar o saltarte la siesta. Dentro de lo que es estudiar, son varias las ventajas de prepararte antes de un examen, no todo en el mundo de los estudiantes es dictadura. ¡Puedes elegir!

Ventaja nº 2: Te dará tranquilidad

Siempre que estudies antes, como decía la monja de mi cole, vas a estar tranquilo. Las probabilidades de que te abrumes y te quedes en blanco se reducen cuando entiendes las ventajas de prepararte antes de un examen y sigues un plan de estudio previo antes de tener tu cita con el conocimiento.

Ventaja nº 3: Asimilas mejor el conocimiento

Otra de las ventajas de prepararte antes de un examen, es que de verdad aprendes y asimilas el material de estudio. Aunque no sea lo que buscas y hasta sin darte cuenta aumentas tu concentración y saber que sabes cosas, crea esa sensación de seguridad y vas más confiado a tu prueba.

Ventaja nº 4: Puedes medir tu rendimiento

Descubres tus límites y capacidad de trabajo. Dentro de las ventajas de prepararte antes de un examen está la posibilidad de medir tu rendimiento e ir siguiendo de cerca tus objetivos hasta logar su cumplimiento.

No existe el método de estudio perfecto. Así como “de la moda lo que te acomoda”. Encuentra cuál es el método que hace match contigo e id a por un café. Desde el Carné de Estudiante, queremos enviarte mucho ánimo en la siguiente temporada de exámenes y lógicamente en las futuras. Además de todo lo que te he contado, es buena idea apoyarte en bibliotecas virtuales, puedes echarle un vistazo a la de Perlego, está muy guay y además tenemos una súper promo que seguro te mola.

Soy de las que piensa que un examen no debería condicionar el éxito de una persona, ni mucho menos determinar el conocimiento que pueda tener alguien sobre un tema específico. Podemos prepararnos bien por largo tiempo para una prueba y la noche antes pasarlo fatal y que el reflejo se presente en el resultado de la prueba. O puede que no tengamos idea del tema, pero tenemos suerte o la habilidad de memorizar las cosas sin comprenderlas y sacar una A+. Para no irme muy lejos, te dejo un ejemplo cotidiano y me iré lentamente… El examen de conducir.

En fin, el mundo y su lado irracional. Pero mientras este siga siendo nuestro sistema de evaluación tenemos que cogerle el tranquillo, intentar seguir el ritmo y dar nuestro mejor esfuerzo, que al final sin importar el resultado, es lo que nos queda.