feudalismo

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feudalismo La historia, definicioó n, caracteríósticas, e influencia del feudalismo Martínez Solorio Alexis Anthony 5AE


Directorio Esta revista veremos todo acerca del feudalismo su historia características su economía, la división social y la manera en cómo ha influido en el mundo moderno.


Índice -definición del feudalismo pag.3 - características del feudalismo pag.5 - economía del feudalismo pag.10 - historia del feudalismo pag.11 Antecedentes y origen pag.11 Auge del feudalismo pag.12 Decadencia y caída del feudalismo pag.13 -estructura social del feudalismo pag.16


¿Qué es el feudalismo? El feudalismo fue una forma de organización social y política basada en las relaciones de vasallaje entre los vasallos y los señores feudales. El feudalismo tiene sus orígenes en la decadencia del Imperio Romano, y predominó en Europa durante la Edad Media. El término feudalismo deriva de la palabra feudo (contrato entre los soberanos o los señores feudales y los vasallos y también territorio o dominio), que proviene del latín medieval, feodum o feudum. La palabra 'feudalismo' también hace referencia a la época feudal, que se sitúa en Europa entre los siglos IX y XV.


Definición de feudo Feudo es una tierra, bien o derecho otorgado por un señor feudal a su vasallo a cambio de la prestación de una serie de servicios. El término feudo proviene del latín feudum. El feudo era comprendido por tierras cultivables, bosques, fincas, villas y varias parroquias. La parte más importante del feudo era el castillo o fortaleza que lo delimitaba, asimismo, contaba con edificios, patios, almacenes, talleres, establos, hornos y molinos. En las cercanías del castillo se situaban las villas y humildes casas de los siervos y capilla. En referencia a lo anterior, debido a las grandes extensiones de tierra, la economía feudal se basaba en la agricultura, ganadería, artesanado y comercio. El señor feudal es amo de las tierras y de los campesinos, además, su estilo de vida, mentalidad y valores eran determinados por la función militar. Asimismo, los vasallos son plebeyos o un noble de categoría inferior que dependían del señor feudal y su principal deber era guardarle fidelidad, así como, pagar impuestos, tributos, ayudarlo en todas las labores que fuese necesario, sea político o militar y, en caso de violar alguna obligación como: faltarle respeto al señor o a su mujer era acusado de felonía. No obstante, los hijos de los vasallos podían ser educados en la corte señorial y en el arte militar. En relación a lo anterior, no debe confundirse la figura del vasallo con el siervo, ya que el siervo era una persona que pertenecía al pueblo llano, con condiciones similares a los esclavos, con la diferencia de que no


eran vendidos junto a las tierras y jurídicamente era un hombre libre. Los siervos en el momento de abandonar la tierra debían de solicitar autorización al señor feudal. El feudalismo en un principio tuvo un carácter vitalicio, extinguiéndose a la muerte de cualquiera de las partes, pero a partir del siglo XI pasó a ser hereditario.

El feudalismo impregnó a todos los ámbitos de la vida medieval, un ejemplo significativo lo constituye la poesía trovadoresca, cuyo lenguaje utiliza voces y expresiones propias del documento jurídico o del código feudal como: “el sentimiento de un poeta-vasallo a una mujer-dama”


El señorío territorial Todos los feudos giraban alrededor de la residencia habitual del señor feudal: el castillo o la abadía. Los nobles raramente cultivaban todas sus tierras. Por eso concedían una buena parte de ellas a otras personas. Conceder la tierra equivalía a adquirir un poder: el de participar en los recursos de las familias a quienes se les entregaba. La tierra cultivable se dividía en tres partes diferentes:  

La reserva eran las tierras de uso exclusivo de señor: él las explotaba directamente, empleando una mano de obra en su mayoría servil. Todos los productos de la reserva caían en manos del señor. Los mansos eran pequeñas parcelas confiadas a campesinos libres, colonos, que a cambio, trabajaban unos determinados días al año para el señor y le daban una parte de su cosecha o dinero. También a los siervos se le entregaban parcelas para cultivar, en ese caso se hablaba de mano servil. Las tierras comunales de aprovechamiento común eran, fundamentalmente, bosques y pastos para el ganado.


La abadía como feudo Hacia el siglo XI, a los vasallos de gran importancia se les entregó con mucha frecuencia en feudo una iglesia con su abadía. Con este tipo de feudo, los vasallos percibían todas las rentas que surgían del dominio de éste o del propio ejercicio del ministerio eclesiástico: los diezmos, que eran la décima parte de la iglesia, y las ofrendas de los fieles, entre otras rentas más. Estas rentas de naturaleza eclesiástica y especialmente, los diezmos, figuraron entre los objetos más codiciados para su concesión en feudo, pues con ellos se podían amasar grandes fortunas. El derecho sobre el feudo Uno de los problemas que se plantean los historiadores al estudiar el feudo es el tipo de derecho que tenían sobre el feudo, el señor que lo otorgaba y el vasallo que lo recibía. Al principio del periodo feudal, la naturaleza de este derecho no ofrecía dudas: el señor era el propietario y el vasallo sólo tenía derecho al usufructo del feudo, es decir, a apropiarse de su producción, pero sin hacer ningún tipo de cambio sobre este territorio. Sin embargo, a lo largo del feudalismo, el vasallo adquirió cada vez más poder sobre el feudo, pues su servicio era indispensable para las empresas políticas o militares del señor. Por eso, a la larga, los vasallos dispusieron de sus feudos a su antojo: lo desmembraron para repartírselo a sus hijos y modificaron sus cultivos según sus propias necesidades. La herencia de un feudo El contrato de vasallaje podía renovarse entre los herederos: por eso el feudo también se heredaba. Para reglamentar esta herencia, en casi todos los países se estableció una costumbre: la primogenitura. Sin embargo, como el feudo fue cada vez más visto por el vasallo como un elemento de su fortuna personal, el vasallo intentó beneficiar a todos sus hijos con sus bienes territoriales, y no sólo al mayor. Por eso, a la larga, los feudos tendieron a fragmentarse enormemente, sobre todo en países como Francia y Alemania .


Características del feudalismo A nivel social, político y económico, el feudalismo presentaba una serie de características semejantes durante la Europa medieval: Políticamente, el feudalismo se caracterizaba por la descentralización del poder, el papel influyente de la Iglesia y el poder que ejercía la nobleza a través de relaciones de lealtad y protección que ofrecían al rey a cambio de dominios y títulos nobiliarios. A nivel social, la sociedad estaba jerarquizada de forma piramidal en estamentos sociales. Por un lado, los privilegiados, (entre los que se encontraba la realeza, la nobleza y el clero) y por otro lado, los no privilegiados (los siervos y los villanos).

1. Distinción de clases sociales


Durante el feudalismo la organización social se dividía en tres grupos principales que debían seguir las órdenes del rey. La nobleza: estaba integrada por aquellos que eran dueños de grandes extensiones de tierras que habían ganado como producto de sus trabajos militares y de seguridad. El clero: estaba formado por los representantes de la iglesia católica quienes se encargaban de los asuntos religiosos y de regir el comportamiento de las personas. Los siervos: era el grupo social más pobre donde se agrupaban los encargados, los campesinos y todos aquellos que debían cultivar las tierras, criar animales y hacer trabajos artesanales. El rey, por su parte, estaba por encima de estos grupos sociales.

2. Vasallaje El vasallaje consistía en la relación que se establecía entre un hombre libre “vasallo”, y otro hombre libre “noble”, basada en un compromiso recíproco de obediencia y servicio por parte del vasallo, y las obligaciones de protección y manutención por parte del noble. En consecuencia, como forma de pago los nobles cedían una porción de sus territorios a los vasallos, las cuales se denominaron feudos. Estas tierras eran trabajadas y puestas a producir de manera obligatoria y gratuita por los siervos. La finalidad de los feudos era consolidar una estrecha relación o vínculo entre el vasallo y su señor. Por tanto, un señor feudal podía tener tantos vasallos como quisiera según las extensiones de sus tierras e, incluso, llegar a tener más poder que el rey.

3. Guerras y enfrentamientos constantes


Durante el feudalismo el poder y el control de los territorios se alcanzaban a través de los enfrentamientos en batalla, ya que era la única manera de obtener mayor riqueza y crecimiento económico. El vencedor se quedaba tanto con las tierras como con los siervos del vencido, de esta manera aumentaba su riqueza, la producción agrícola y la posibilidad de tener más vasallos. Ahora bien, en la época del feudalismo los matrimonios eran pactados con anterioridad entre las familias a fin de acrecentar su poder y estatus. En consecuencia, se dio lugar a un gran número de relaciones complejas que, a fin de obtener más poder económico y material, justificaban las guerras para reivindicar la dinastía de un territorio.

4. Economía en el feudalismo

A lo largo del feudalismo no existió un sistema monetario con el cual comprar o vender algún bien o servicio, ni un sistema industrializado. Por lo tanto, la economía se media a través de la producción de la agricultura, cría de animales y el pago de tributos que debían hacer los siervos.

5. Pago de tributos por parte de los siervos


Durante el feudalismo se implantó el pago de tributos para el señor feudal o el rey, el cual debían hacer los siervos, “en especie”, como pago por el derecho de vivir en esas tierras y para financiar las labores. Este pago se realizaba con sacos de los granos cultivados, animales de cría, toneles de vino, tinajas de aceite, entre otros. Los vasallos, por su parte, también debían pagar con tributos de cuotas mucho mayores que los siervos. Asimismo, se debe mencionar el pago del diezmo, el cual se consideraba una contribución para el sustento del clérigo.

6. El poder del clero en el feudalismo En el feudalismo la iglesia católica era la única institución que tenía más poder que el rey. La autoridad de la iglesia no se cuestionaba, tanto así que se creía que los reyes eran impuestos por Dios y por tal razón tenían un derecho divino. Solo el Papa, como representante de Dios en la Tierra, era quien podía sancionar o destituir al rey. Por ello, en innumerables ocasiones, era el clérigo el que tomaba las decisiones y no propiamente el rey.

7. La cultura durante el feudalismo


Durante el feudalismo se impuso el cristianismo a través del poder influyente de la iglesia católica, de hecho, solo quienes formaban parte del clérigo tenía derecho a diversos conocimientos culturales. Los nobles, por el contrario, solo podían instruirse en el área militar y de combate. Los siervos y campesinos, generalmente, eran analfabetas y solo practicaban y profesaban la fe cristiana.

8. Sistema social cerrado El feudalismo también se caracteriza por haber tenido un movimiento social cerrado, es decir, con escasas posibilidades de movilidad de clase social. Quien nacía como siervo, sería siempre siervo. Esto fue una consecuencia del sistema feudal para mantener la seguridad del feudo y evitar las invasiones en caso de guerras o enfrentamientos por las tierras. Sin embargo, había personas que podían alcanzar un estatus mayor, por ejemplo, un caballero con un buen record militar podía prosperar y tener vasallos.

Economía en el feudalismo La economía feudal


La economía feudal poseía un carácter mayoritariamente agrícola. Ello resultaba lógico en un contexto de intensificación de la vida rural, basado en las relaciones de vasallaje y de servidumbre. Tras la caída del Imperio Romano, que se sustentaba sobre una importante red urbana, se frenó el desarrollo económico. Sin embargo, a partir del siglo X comenzaría un proceso de innovación en la tecnología agrícola, que se intensificaría a partir del siglo XII. Entre los avances podemos destacar la mejora de los molinos de agua, que se generalizaron; en la Península Ibérica, bajo dominio musulmán, se perfeccionaron las técnicas de irrigación, con extensas redes de acequias. También se mejoraron los métodos de enganche para los animales, lo que facilitó el cultivo. El barbecho se extendió por el centro de Europa, lo que permitió, mediante la rotación del suelo, una mayor eficiencia en la producción agrícola. Estos avances que, poco a poco, se desarrollaron y expandieron por Europa, significaron un aumento de la producción. Con ello, se pusieron las bases para que se produjese un aumento demográfico, parejo a una producción cada vez mayor. El excedente y las libertades permitieron el desarrollo del comercio De forma paralela, se instauró una cierta libertad, dado que los siervos, cada vez menos, se veían obligados a trabajar las tierras de los señores de forma permanente. Y, cada vez más, estas prestaciones pasan a ser aportaciones al señor en dinero, en especie o en oro y plata. Al mismo tiempo, proliferan los arrendamientos de tierras, que son trabajadas por los campesinos para ellos mismos, a cambio de una renta. El aumento de producción, que generó un excedente, y una cierta libertad por parte de los siervos, permitió el desarrollo de un mercado incipiente y arcaico. No obstante, con el paso del tiempo, este hecho permitiría un nuevo renacer urbano que, a partir del siglo XIV, comenzaría a alumbrar el nacimiento de una nueva época: el Renacimiento.


Por tanto, se puede afirmar que el feudalismo fue diverso. En cada territorio revistió unas particularidades concretas. Al mismo tiempo, no se mantuvo inmutable, sino que sufrió cambios importantes, según se desarrollaban nuevas técnicas, formas de producción y nuevos mercados. .


Antecedentes, origen y desarrollo del feudalismo En el siglo V cae el imperio que había dominado Europa occidental desde el siglo I: el Imperio Romano. El territorio deja de estar unificado y se divide en el Imperio Romano de Oriente y el Imperio Romano de Occidente. El primero avanza cultural e intelectualmente a la par de la institucionalización del cristianismo, y termina hasta la caída de Constantinopla en el siglo XV. El segundo queda como consecuencia de permiten la transición anterior ocurrió luego tuvieron lugar en los otras cosas generó el esclavos.

destruido varios siglos antes, las invasiones bárbaras que final hacia la Edad Media. Lo de numerosas guerras que siglos V y VI, lo que entre aumento del número de

Lejos de incorporarse a las tradicionales haciendas esclavistas que eran características de la antigüedad romana, muchos de estos esclavos se convirtieron en tenientes libres. No obstante, ante el derrumbe de las haciendas, muchos de ellos fueron dispersados en las distintas tenencias, dando lugar a la servidumbre. Esto representa uno de los inicios del feudalismo. Pero ya en la Antigua Roma empezaban a generarse relaciones de producción basadas en el tributo o el impuesto que imponían los propietarios de un campo sometido. El análisis del feudalismo más clásico planeta que este último surgió a partir de una relación basada en la servidumbre y la autoridad política coercitiva que ejercen los tenientes y el señorío inaugurada en la Edad Media como consecuencia de la expansión del esclavismo. Sin embargo, otras perspectivas agregan que en la época tardía del Imperio Romano ya existía una sociedad que empezaba a ser dominada por el modo de producción feudal, basado en el pago en especie de un impuesto sobre la tierra, que posteriormente se convirtió en una renta.


Auge del feudalismo El Feudalismo en la Edad Media El feudalismo en Europa marca el paso del fin del Imperio Romano a una nueva forma de gobierno monárquico basado en el dominio de las tierras y a una nueva época conocida como la Edad Media. El feudalismo comenzó en la Europa occidental como un enfoque militar en el que los señores feudales impartían justicia, administraban y protegían sus territorios con la fuerza armada que poseían pero finalizó con extensiones de tierra que estaban a nombre de un señor feudal que terminó cultivando sus tierras y pagando por protección para sus feudos. El feudalismo se expandió por países de Europa como España, Francia, Inglaterra, Italia, Portugal, entre otros. Su época de apogeo fue entre los siglos XII y XIII.

La dinastía Carolingia Fue el representante de la dinastía Carolingia, Carlos Martel, quien a finales del siglo VIII cede a sus nobles algunos derechos sobre la tierra, de manera que pudiera asegurar los ingresos necesarios para mantener al ejército. A cambio de esto, el noble o vasallo tendría que rendirle tributo y agradecimiento. A este intercambio se le llama “feudo”, y al propietario


“señor feudal”. Esto permite el desarrollo de una relación entre el señor y el vasallo, así como la expansión de la pirámide feudal. El feudalismo se asienta finalmente hacia el siglo X, mientras la aristocracia se encuentra en estrecha relación con el cristianismo. En este contexto el papa tiene poderes y privilegios especiales como representante de Dios en la tierra, y es precisamente el papado quien a finales del siglo XII tiene el mayor número de vasallos feudales.

Crisis y decadencia Con el paso de los siglos el feudalismo se convirtió en un sistema abusivo, rígido y muy complejo. Su estructura original, en donde solía generarse una cadena de lealtades y relaciones personales, comienza a convertirse en una monarquía centralizada. Entre otras cosas, los feudos empiezan a heredarse, lo que hace que se pierdan los vínculos entre vasallo y señor. Las instituciones religiosas y el alto clero toman poder administrativo, económico y militar; los reyes se sirven de la organización feudal para mantenerse en la cima de la pirámide. Además, la protección militar que se otorgaba anteriormente, comienza a ser sustituida por el intercambio monetario; con lo que se abría la puerta al comercio. El desarrollo de armas de infantería y de las técnicas agrícolas hicieron que no fuera indispensable entablar relaciones basadas en la guerra, y permitió entablar relaciones más basadas en el desarrollo económico. Finalmente el feudalismo como sistema social, político y económico decae a partir de conflictos armados como las cruzadas; y conflictos sanitarios como la aparición de enfermedades graves como las pestes. A ello se le sumó el desgaste de las tierras de cultivo, a la par del aumento de posibilidades de arrendar tierras que dieron más independencia al campesinado, así como la apertura de nuevas rutas que generan migración y el crecimiento poblacional.

Todo esto se puede resumir en los siguientes puntos. 

Las malas condiciones de vida de los pobladores de los feudos (pestes, hambrunas, guerras) dejaban los terrenos sin vasallos para trabajar el


campo y las cosechas cada vez eran menores por el deterioro de la tierra. 

Las cruzadas realizadas como expediciones a Jerusalén para liberar la tierra santa de los musulmanes dejaron muchos territorios sin protección y sin señor feudal que velara por la producción de éstos.

El crecimiento de la clase burguesa. Esta clase desarrolló el comercio y poco a poco fue tomando poder económico para mantenerse fuera del alcance de los señores feudales.

 

La presencia de las invasiones musulmanas en territorios europeos .


Estructura social del feudalismo La estructura social de la sociedad feudal estaba conformada por tres grupos sociales. Estos eran: la nobleza guerrera, el clero y los campesinos. La nobleza guerrera, estaba integrada el Rey y los grandes señores feudales que eran parte de la nobleza. Dentro de este grupo se incluye los caballeros. El clero estaba conformado por los altos prelados (cardenales, arzobispos, y abades) y los monjes y clérigos. El grupo de los campesinos estaba integrado por los siervos y los villanos, que eran pobladores de los feudos que podrían trabajar las tierras y también practicar otras profesiones.

La Nobleza Guerrera


La nobleza feudal estuvo constituida por señores y vasallos que participaban de las relaciones de vasallaje: a su cabeza estaba el rey, que no era vasallo de nadie y que, teóricamente, era señor de todos. Entre los miembros de la nobleza había grandes diferencias, aunque todos formaban parte de la aristocracia. Los grandes vasallos eran los condes, vizcondes, duques y marqueses dueños de extensos feudos. En el nivel intermedio, se encontraban los vasallos de los vasallos o vasvessores, con feudos más pequeños. Por último existían los vasallos menores, los caballeros, que eran la mayoría. Éstos no tenían feudo ni vasallo, pero iban a la guerra a caballo y con un equipo de armas importante. Toda la nobleza feudal era guerrera por necesidad, por deseo de aventura y por avidez de botín, y se educaba en este espíritu. La guerra representaba para ella una perspectiva de fama y de fortuna, en tanto la paz era considerada una desdicha. La morada feudal, el castillo, estaba concebido para las exigencias de defensa y de combate. Las ocupaciones cotidianas se limitaban a la administración de justicia y a la vigilancia de os subordinados. Los periodos de ocio eran prolongados, y durante los mismos el señor se dedicaba a las diversiones, sobre todo a la caza y a los torneos. Los castillos Al comienzo los castillos eran de madera. Recién hacia el siglo XII se hicieron de piedra. El castillo se construía sobre una cima y era un lugar amurallado y rodeado de un profundo foso salvado por un puente levadizo. En su interior había un patio que comunicaba con las diferentes estancias del castillos: los pabellones para la tropa y los servidores, el almacén, los establos y la capilla. La parte más importante era el edificio que servía de vivienda al noble y a su familia. En ella destacaba la torre del homenaje, la de mayor elevación. La vida en el castillo resultaba generalmente incómoda e insalubre debido a los


rudimentarios medios de que se disponía, la escasa aireación y la falta de higiene. Asimismo, era una vida monótona, sobre todo para las mujeres, que apenas salían del castillo. Los torneos Para compensar las horas de tedio en el castillo, los señores feudales organizaban con frecuencia cacerías y torneos. El torneo era la diversión predilecta. Se celebraba en las proximidades del castillo, donde acudían numerosos nobles de otras comarcas que instalaban sus tiendas ahí. Entonces, los guerreros más diestros y vigorosos se preparaban para el combate. El torneo duraba normalmente dos días. El primero se dedicaba a los combates individuales entre los nobles: cabalgando a gran velocidad dos nobles se enfrentaban, armados con una lanza de madera. El que derribaba a su contendor, era el triunfador. El segundo día, en cambio, se celebraban enfrentamientos entre unidades completas de guerreros. Con cierta frecuencia, algunas personas morían en los torneos. Aun así, a lo largo de este peligroso juego se realizaban grandes banquetes y bailes.

El Vasallaje La vinculación de relación social a la nobleza feudal se llamó vasallaje. El origen del vasallaje, que fue un vínculo personal de hombre a hombre, se remonta a los pueblos germánicos, cuyos miembros se vinculaban al rey por lazos de fidelidad personal. En los reinos francos, el vasallo ofició de guerrero y fue utilizado por los


reyes, como Carlomagno, para afianzar su poder en el reino. En la época feudal, el vasallaje dejó de ser una práctica necesariamente vinculada al rey y pasó a convertirse en un contrato o compromiso verbal entre dos hombres libres: el primero solicitaba protección al señor, y éste, más poderoso, se la daba. De esta manera, se fue formando una jerarquía social, cuya característica principal consistió en que los hombres libres se convertían en vasallos de otros más poderosos. Los deberes y los derechos A través del contrato de vasallaje, el señor adquiría poder sobre el vasallo, pues éste le prometía fidelidad, obediencia y respeto pero este contrato determinaba, también, ciertas obligaciones y derechos por ambas partes. Mientras el vasallo se comprometía a apoyar a su señor con consejos y ayuda militar y económica, el señor, por su parte, se comprometía a proteger al vasallo y a entregarle una compensación material que dependía de su generosidad: caballos, armas, vestidos lujosos y sobre todo,, tierras. Deberes mutuos entre el señor y el vasallo Los deberes del vasallo eran llamados auxilium y consilium. El auxilium consistía, principalmente, en cumplir con un servicio militar 40 días al año. Ciertos vasallos sólo prestaban este servicio personalmente, pero otros eran ayudados por caballeros: sus propios vasallos, que se convertían en subvasallos de su señor. Al cumplir con el servicio militar, el vasallo participaba en guerras o vigilaba el castillo del señor. Además, existían otros servicio propios del auxilium como ayudar económicamente al señor, administrar los dominios feudales, transmitir mensajes o ser parte de la escolta del señor. A través del consilium, en cambio, el vasallo aconsejaba a su señor, para lo cual acudía ante él cada vez que éste se lo pedía. Los deberes del señor eran proteger y mantener a su vasallo. A través de la protección, el señor estaba obligado a defender de us enemigos y proteger ante la corte a su vasallo, asistirlo con proteger ante la corte a su vasallo; asistirlo con sus consejos y ser justo con él. A través de la manutención, el señor debía mantener al vasallo en su castillo o concederle un feudo. Las ceremonias vasalláticas: homenaje e investidura El vasallaje se confirmaba a través de dos ceremonias: el homenaje y la investadura. En el acto de homenaje, el futuro vasallo se arrodillaba ante su señor; le juraba fidelidad ofreciéndole combatir a su lado y otorgarle toda clase de ayuda, y le pedía que lo aceptara como vasallo. Si el señor aceptaba se daba paso a la investidura. En la ceremonia de investidura, el señor tomaba las manos del vasallo entre las suyas y le preguntaba si quería ser su hombre: el pacto se sellaba con un beso en la boca y con la cesión de parte del señor de una espada, un ramo de flores o un


puñado de tierra que simbolizaba la entrega de tierras o algún otro objeto a su vasallo. Si cualquiera de las partes violaba el juramento del vasallaje pasaba a ser un felón, o traidor: en la Edad Media la traición era considerada el peor de los delitos que un hombre podía cometer. El contrato de vasallaje se mantenía hasta la muerte de una de las partes. Sin embargo, los herederos podían renovarlo repitiendo las ceremonias. Por otro lado, un vasallo podía realizar este contrato con varios señores y adquirir, por lo tanto, varios feudos. Cuando esto ocurría, el vasallo le debía fidelidad total solo a uno de sus señores al que le entregaba homenaje absoluto: el homenaje ligio.

La Caballería Desde el siglo XI, los combatientes a caballo se convirtieron en los protagonistas fundamentales de la guerra. El auge de la caballería se debió, en gran parte, a algunas innovaciones técnicas como, por ejemplo, el estribo, que facilitó el movimiento del jinete. En su origen, los caballeros eran campesinos libres que podían comprar y mantener armas y caballos, lo que era sumamente costoso. Estos hombres se ponían al servicio de los señores feudales, para formar parte de sus ejércitos privados. Con el tiempo, la caballería se convirtió en un grupo cada vez más cerrado al que solo podían acceder los nobles.


Ceremonia para ser caballero Como en la época feudal la gente no sabía leer ni escribir, los contratos escritos casi no se usaban, la gente confirmaba todo a través de ceremonias. Mediante una de ellas se ingresaba a la caballería después de un largo período de aprendizaje como escudero, sirviendo al lado de un señor. El acto comenzaba en la noche, cuando el futuro caballero permanecía despierto al lado de sus armas, velándolas. A la mañana siguiente, después de oír misa y comulgar, se armaba al caballero. Después de jurar cumplir todas sus obligaciones propias de tal condición, su padrino le calzaba la espuela derecha y con la espada, le daba un golpe en la nuca: el espaldarazo. Así, se ingresaba a la caballería.

Cultura del feudalismo En la época

Medieval, la cultura era dominada y

administrada

por el poder religioso, solo el clero fue

quien

desarrolló monasterios para el estudio de

las artes

liberales (lógica, gramática, retórica,

aritmética,

geometría, música y astronomía); creó

universidades

en Europa y formaciones para estudiar la

filosofía, la

literatura y la teología. Un ejemplo de

estas casas de

estudio es la universidad de Boloña

creada en

1088.


En la cultura feudal también se desarrolló el estilo arquitectónico románico y gótico que aún permanece presente en algunos castillos y catedrales europeas de países como Francia, España o Italia.

Ejemplos de países feudales en la antigüedad A continuación se presentaran ejemplos de feudalismo en Europa:

El feudalismo en Francia El feudalismo se instala en Francia en el año 700 d.C. luego de la caída del Impero Romano, convirtiéndose en la forma clásica de la servidumbre del Medioevo. El feudalismo francés fortaleció la monarquía y la iglesia católica en el territorio desarrollando un absolutismo unitario y centralista que tuvo que batallar con muchas revueltas campesinas y de invasores que provenían de otras tierras. A pesar de todos los enfrentamientos sociales el territorio francés expandió sus territorios al este y logró hacer alianzas con otros países a nivel comercial. El régimen feudal vio su fin en la revolución francesa del año 1789.

El feudalismo en España El feudalismo nace en España con la caída del imperio romano en tierras españolas. Al igual que en Francia, España era un país que poseía muchos reinos que poco a poco fueron


consolidados en la nación que es hoy en día. Sin embargo, el feudalismo ocupó su rol en la edad media para proteger las monarquías y para afianzar el poder de la iglesia en las decisiones de estado. La revolución francesa es tomada como referencia de cambio en España para salir de sistema feudal presente y dar paso a un nuevo sistema de gobierno enfocado en el sistema capitalista donde la burguesía jugaba un importante rol en la economía del país. A pesar de haber cambiado el sistema feudal en España, esta nación conservó a sus Reyes y miembros de la monarquía como parte de su patrimonio cultural y como jefes de estado.

El feudalismo en Hungría El Reino de Hungría fue fundado en el año 1000 por su Rey San Esteban I y tuvo estrechas relaciones comerciales con otros países europeos en la Edad Media. Hungría contaba con un reino de grandes dimensiones, que abarcaba parte de los territorios de Croacia, Eslovenia, Transilvania, y Eslovaquia. También tenía una estabilidad económica y un fuerte poderío militar haciendo de este reino uno de los más fuertes de Europa para ese momento. El rey era quien ofrecía las tierras y podía trasladárselas a otro señor feudal si lo consideraba necesario a modo de recompensa o castigo a sus siervos. A diferencia de otros países europeos como Francia, Inglaterra o Alemania no existía un señor por debajo del rey que otorgara las tierras. El rey de Hungría trataba a los nobles como miembros de su familia y tenía una relación muy cercana con ellos que le permitía afianzar los lazos de fidelidad con sus nobles. Los enfrentamientos que se dieron en la época feudal de Hungría no se dieron por señores feudales sino entre familiares de la realeza que se disputaban por obtener el poder absoluto del reino. Es así como en 1300, al morir el último noble de la Casa real, Andrés III de Hungría, la nobleza aprovecha el debilitamiento del reino para crear pequeños reinos


pero no llegan a conformarse en un estado feudal, dejando a un lado, esta forma gobierno para adaptarse a otra enfocada en el capitalismo.

Consecuencias del feudalismo La implantación del sistema feudal trajo como consecuencia que el poder central del

Rey fuera cada vez más débil en los feudos porque los señores feudales hicieron de sus territorios mini Estados, donde la economía era independiente del reino y ellos eran los reyes de sus terrenos. En este sentido, los reinos se fueron fragmentando poco a poco. El abuso de poder de los señores feudales ocasionó muchas revueltas entre los campesinos quienes eran muchas veces maltratados o vendidos por sus amos. La Iglesia quiso detener el abuso de la nobleza pero poco a poco terminó cometiendo los mismos errores. Estos dos factores, sumado a las cruzadas y las invasiones bárbaras generaron la caída del feudalismo.

Importancia del feudalismo El sistema feudal tuvo gran importancia en su época para la protección de muchos reinos de Europa. Es su inicio, sus basamentos estaba ligados a la lealtad, al honor y al heroísmo de los señores feudales a su Rey y a los valores de la religión católica pero lamentablemente estos ideales fueron decayendo con esta forma de gobierno. Esto también generó un tipo de estratificación social ligada al poder militar y la posesión de las tierras que años después se corrompería por el abuso de poder, las invasiones y las cruzadas.


Influencia y actualidad del feudalismo En este caso dejare una pequeña opinión EL FEUDALISMO NO HA DESAPARECIDO DEL TODO

El sistema feudalista (siglos IX al XV), aquel que en la Edad Media estaba la plebe, que cuidaba los campos del señor feudal (una especie de mini-rey), los nobles que estaban en el castillo que no hacían nada, sino comer y divertirse por que habían tenido la suerte de nacer de padres nobles, y el Rey del castillo, que ofrecía protección a la plebe de ataques de otros pueblos o países a cambio de que le cuidaran la tierra y a cambio del famoso derecho de pernada (que es aquel que el rey tenía derecho a acostarse con la recién casada en su noche de bodas), se supone que desapareció hace ya varios siglos. Pues no. Y Oconowocc es la encargada de denunciar este hecho. Me explico. Hay ahora un “feudalismo moderno”, pero feudalismo al fin y al cabo, que es el dar su adoración o su asombro o su pelotería a los “nobles” modernos de ahora. Por ejemplo, vi en la televisión cómo la Duquesa de Alba la sacaban a bailar agarrada


de la cintura por que la pobre se cae de lo estropeada que está y la “plebe” le empezaba a aplaudir, como si fueran marionetas o monos de feria.

Otro claro ejemplo: la semana pasada se casó el hijo del difunto presidente de Antena 3. Como son “nobles”, el mismo Antena 3 y muchas personas que ni siquiera sabrán quién se casaba ni quién era se agolpaban en las vallas de protección como si fueran a ver una mascletá. Los pobres, viendo cómo se divierten los ricos. Y los políticos de algunos países son como los reyes feudales que les dicen a la plebe cuatro o cinco chorradas para que les voten y la plebe muchas veces se lo traga. Y si por alguna de aquellas no les gusta lo que la plebe ha votado, se inventan leyes para que sí o sí puedan seguir gobernando (véase caso Hugo Chávez en Venezuela). Y hay muchos otros casos. No soy ni monárquico ni anti-monárquico, realmente me da igual, pero cuando se casan los príncipes (nobles que han nacido nobles porque sus padres eran nobles) se casan, o las infantas se casan, miles de personas se agolpan para jalearlos y aplaudirlos, como si por gritar mucho se les fuera a pegar algo de sus riquezas. Lamentable. Por eso digo y afirmo: el feudalismo no ha desaparecido del todo, siguen habiendo gente “superior” y los demás, “inferiores” de categoría.


Opiniones sobre el feudalismo La Edad Media: la vida feudal Ramón Sánchez Parra, presidente del Cabildo Superior de Cofradías de Murcia

La Edad Media es una época aburrida y gris. Penumbra románica por temor a epidemias e invasiones. Los nobles: duques, marqueses y condes se refugian en sus fortalezas poniendo fin al ocio estival, a los baños y a los aperitivos con cerveza y pescaíto fríto. Las reparadoras zambullidas quedan limitadas a inmersiones en los fosos que rodeaban las murallas de los castillos y la gastronomía encuentra su baluarte en los platos de caza. Los monasterios, conventos y abadías se llenan de monjes y frailes como garantía del sustento. Y la Iglesia se convierte en la reserva cultural de Europa. Monjes escoceses crean un licor que será fundamental en los siglos venideros: el güisqui. La hueva y la mojama con almendras se ve sustituida por golosos postres: sequillos, orejas de fraile,


ombligos de reina, miguelitos de La Roda y un sinfín de galguerías nacen en los claustros mientras el hambre se apodera de siervos y colonos. En los mejores parajes de los territorios feudales se levantaban los castillos, como las guerras eran incesantes, convertían sus moradas en fortalezas. Los señores vivían rodeados de multitud de criados y guerreros, mientras las damas, tapadas hasta el moño, soñaban con las historias que narraban juglares y trovadores. Pelear se había convertido en un deporte y en una diversión. Y si no tenían con quien luchar, peleaban con los feudos vecinos. Los únicos entretenimientos eran los rudos torneos y las cacerías. Por aquel entonces, los únicos que practicaban el turismo era las hordas vikingas que, procedentes del norte, asolaban ciudades y territorios, dándose a la molicie y a la cerveza, pasándolo de muerte. La vida transcurría lenta, entre partidas de ajedrez, salmos y cantares como el cantar del Mío Cid, la canción de Rolando o los Nibelungos. No, Conchita Velasco todavía no cantaba La chica ye-yé y mucho menos el Dúo Dinámico amenizaba las verbenas con sus chalecos rojos. Tiempo de mitos y leyendas donde la vida monástica era un oasis de paz y mendrugo.

Opinión rápida El feudalismo fue un sistema tanto social como económico el cual fue la base de la economía de la edad media en la cual quienes estaban al mando eran la nobleza (rey o señor feudad) después estaba el clero y al final estaban los siervos. Era un sistema don la diferencias sociales eran muy evidentes siendo los siervos campesinos, ganaderos o tenían trabajos artesanales mientras los del clero eran los encargados de la religión y eran encargados del comportamiento de las personas y la nobleza eran los que ponían las leyes


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