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El Tipo Psicológico y la dualidad Introvesión/Extroversión

Tipos Psicológicos (1921)

Jung describe los Tipos Generales y las Funciones Psicólogicas caracteres, que en un principio fueron amores profundos y deleites irreflexivos matizados por la fascinación y la ceguera parcial del amor a primera vista. La oposición de los Tipos está allí, a la vuelta de la esquina y nos espera siempre hasta que hagamos la tarea de, aunque sea por una vez, de asomarnos a las bondades del contrario y tomar de este lo que nos pueda ser útil y adaptativo.

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El planteamiento del Tipo psicológico surge, por un lado, de la experiencia de C.G Jung obtenida tanto en la práctica psiquiátrica y neurológica, como de su contacto con personas de todos los estratos sociales, de sus discusiones con colegas, amigos y adversarios, de su autoobservación y autocrítica sobre su manera de pensar y teorizar.

Tenemos ciertas preferencias innatas en la forma de aproximarnos al entorno, percibirlo, y tomar decisiones; Jung plantea que hay mucho de azar personal en la formación de teorías y conceptos científicos, lo cual nos asoma al planteamiento de “la ecuación personal psicológica”, es decir “vemos aquello que mejor podemos ver desde nosotros mismos”.

De acuerdo al planteamiento original del Tipo, la polaridad fundamental de extroversión-introversión -que son actitudes de la conciencia- se refiere a la forma en cómo el individuo prefiere aproximarse a la realidad. Diría C.G Jung, los extravertidos están

condicionados por los objetos de sus intereses y los introvertidos

por los objetos de su interior. A estas polaridades, extraversión

vs. introversión se refirió como los Tipos G enerales. Myers y

Briggs 37 dirían que los primeros recargan su energía en contacto

con el afuera, las personas y el entorno; y los segundos en contacto consigo mismos, a través de la reflexión y la contemplación. Jung deja claro que, dado que todos nos inclinamos preferentemente hacia uno de los dos lados, tenemos una tendencia natural a comprender todas las cosas en el sentido de nuestro propio Tipo. Todas las polaridades del Tipo son innatas, y por tanto vamos a tender a observarlas en los

37 Kirby, L ;Myers K. (1993) Una Guía para entender Myers Briggs Type Indicator. CCP Inc. California.

La conciencia

introvertida ve,

desde luego, las

condiciones

externas, pero

escoge como

decisiva la

determínante

subjetiva. individuos desde muy pequeños. Es importante dejar claro que muchas veces en una familia se puede observar alguna predominancia en las preferencias, pero de una misma madre puede nacer descendencia que presente variedad de Tipos.

Siguiendo el planteamiento original, tenemos entonces que a los Tipos Generales se les clasifica por su actitud frente al objeto, de acuerdo C.G Jung (1921): El extravertido tiene un comportamiento posit ivo con e l objeto, afirma la importancia del objet o, en la medida e n que continuamente orienta su actitud subjetiva hacia e l objet o y la refiere a él. El valor poseído por e l objet o, no es nunca suficiente para el e xtravertido y por ello es necesario ele var s u valor. Tienen la propiedad de prodigarse constantemente y expandirse en todo. Cuando lo preponderante es orientarse por el objeto y por los datos objetivos, de suerte que las decisiones y acciones más frecuentes y principales no s on orientadas por opiniones subjetivas, sino por circunstancias objet ivas, hablamos de actitud extravert ida.

Por otra parte, encontramos descrito en este mismo texto la actitud introvertida donde Jung plantea que: El comportamient o que el introvertido tie ne con e l objeto es una actitud abstractiva, en el fondo siempre tiende a sustrae r de l objeto la libido, como si temiese una preponderancia del objeto. Afirma la importa ncia del objet o, en la medida e n que continuamente orienta su actitud subjetiva hacia el objeto y la refiere a él. Al introvertido se le interpone entre propia percepción de l objeto y su propia actuación, un punt o de vista subjetivo, que impide q ue la actu ación adopte un carácter correspondiente a los dat os objet ivos. La conciencia introvert ida ve, desde lue go, las condiciones externas, pe ro escoge como de cisiva la determínante s ubjetiva.

En términos más coloquiales, observamos que el extrovertido, es ¡el alma de la fiesta! Es la típica persona de acción, le gusta salir en grupos grandes, suele tener muchos amigos, pero no todas sus relaciones tienen el mismo nivel de profundidad. Le gusta asumir puestos de primera plana y disfruta de ello, a veces sus opiniones pueden ser atropelladas por falta de reflexión, pero es una persona muy orientada a resolver mediante la acción. Aprende mejor a través de la conversación, la interacción y el

Introversión/Extroversión trabajo en equipo. Su mayor desafío es aprender a tomar acciones meditadas, aprender a escuchar y saber aquietarse para no derrochar energía demás.

El introvertido, es un tipo de persona reflexiva que prefiere pensar antes de actuar. Se rodea de pocos amigos, pero desarrolla relaciones en profundidad y auténticas. Es el tipo de persona que aprende mejor leyendo y pensando, no es el que toma primero la palabra, pero cuando va a opinar suele darnos una perspectiva meditada y profunda del problema. Es reservado y prefiere mantenerse tras bambalinas. Su mayor desafío es saber hacerse notar cuando es preciso, y aprender a drenar el estrés con dosis oportunas de soledad y meditación para evitar expresiones inadecuadas de ira o de hastío.

Existen otros aspectos del Tipo que son las func iones psicológicas de percepción, procesamiento de información y de toma de decisiones, las primeras se refieren a la sensación y la intuición y las segundas al pensamiento y el sentimiento. La introversión y la extroversión se combinan con estas funciones y de la combinación de todas estas polaridades surgen distintos Tipos psicológicos, ó dicho de otra forma, distintos Tipos de personalidad.

¿Cómo saber hacia que polo estamos? La respues ta viene dada por un proceso reflexivo de entender cuál es nuestra preferencia, y conceptualmente ver qué nos define mejor. De acuerdo a la metodología y a la experiencia de Myers y Briggs es preferible que esta reflexión se realice luego de que la persona tenga 18 años, ya que aproximarse a l Tipo requiere un mínimo nivel de auto conocimiento. Y aunque en mi observación de la cotidianidad, con frecuencia encontramos preferencias marcadas, muchas veces podemos encontrar actitudes y funciones indiferenciadas, unas veces eso se le puede atribuir a idealizar una actitud del entorno, y en el caso de las funciones puede tener que ver a una percepción relacionada con una inteligencia superior, o haber crecido en una familia con una marcada tendencia a resolver los problemas de una u otra forma, entre otras. Pero esto ya es materia de otra reflexión.

No podemos dejar de mencionar que la actitud extravertida está muy favorecida y sobrevalorada en la cultura occidental, se asocia la extraversión al éxito, a saberse desenvolver, al esta tus y el poder. Con frecuencia encontramos que en las aulas de clase más de una vez los estudiantes con actitudes más extravertidas son los preferidos de los profesores, sobre todo en culturas latinas y especialmente caribeñas. Por eso, idealizar este polo del Tipo puede hacer que muchas veces cuando uno esté explorándolo, haya más de uno que por temor a rechazo en la familia o en el trabajo, tienda a escogerlo. Sobre todo , si es un introvertido moderado y no profundo.

Las actitudes y

funciones

psicológicas de

nuestra

preferencia

representan

nuestros aspectos

más conscientes

mientras que las

que menos

usamos, son

funciones que

están sumergidas

en el inconsciente,

o están en Sombra Las actitudes y funciones psicológicas d e nuestra preferencia representan nuestros aspectos más conscientes mientras que las que menos usamos, son funciones que están sumergidas en el inconsciente, o están en Sombra; por decirlo de una manera práctica, son las funciones en las que tenemos meno s pericia, son más “torpes”. Sin embargo, aunque no sea de nuestra preferencia una actitud o función, la realidad nos demanda y nos exige utilizar todas las actitudes y funciones, al menos a veces. A lo largo de la vida, casi de manera automática, vamos i ncorporando elementos de ese polo en el que no nos es tan fácil desenvolvernos, pero es menester incorporar algunos de sus elementos, para estar más adaptado. Y aquí ya se puede aterrizar en el tema de lo cotidiano: Cómo al abrir la puerta y al salir a la calle me consigo con esta lidia del extravertido versus el introvertido.

A continuación, paso a describir una historia común: En una fiesta o en un salón de clases, dos personas, ella extravertida y él introvertido, se conocen, se gustan, se tientan y se fascinan.

Ella tiene esa picardía, esa velocidad, esa facilidad al hablar y expresar con el lenguaje, cosas que siente o piensa. Ella le habla a él y lo encanta, él siente que con e lla prácticamente puede pasar horas y días hablando, que lo que ella le dice es de su absoluto interés, que se entretiene y se divierte, algo dentro de él se mueve hacia ella de una forma que él no logra entender, pero no puede evitar, sólo sabe que quiere pasar su tiempo con ella sin importar lo que tenga que suspender o a qué l ugares tenga que

ir. Puede ir a una discoteca todas las semanas, ir a lanzarse en parapente, amanecer un sábado en un desayuno con sus amigos del colegio, ir a un partido de football a media tarde de su hermanito y concluir el día con una cena en casa de su familia.

Él para ella, por otro lado, resulta tan atento, es el mejor escucha que nunca haya tenido. La comprende, la contiene, la puede ayudar a organizar sus ideas, le da opinio nes de cosas que a ella nunca se le hubiesen ocurrido, algunas soluciones lógicas y creativas, conque él sólo la mire, ya ella se siente más tranquila, comienza a necesitar que él la acompañe y esté la mayor parte del tiempo junto a ella, no se quiere sepa rar nunca de él y no sabe por qué.

Queda claro que, en términos de psicología profunda, en este proceso amoroso pasan muchas otras cosas además de la extraversión e introversión, acompañan las otras funciones, las historias inconscientes familiares que ad erezan el encuentro, entre otras variables, al fin y al cabo el Tipo no lo explica todo. Pero volviendo a enfocarnos en estas dos actitudes conscientes, vayamos ahora a lo que no se vio, a aquello que no estaba tan a la vista en el proceso de enamoramiento por el afán de conquista.

Resulta que exactamente ese ingrediente que enamora, es el que luego separa, si no ponemos en la mesa palabras como empatía, comprensión y aceptación.

Esta encantadora historia de amor, donde todo eran luces y flores, finaliza en un acto nupcial: se juntan, se casan, y allí en la cotidianidad, donde la rutina los envuelve… comienzan las batallas más feroces porque ella sólo quiere estar en la calle, no para un fin de semana en casa, llega del trabajo y busca en él esa fiel escucha para hablar de sus problemas con el jefe y los compañeros, o la historia de cómo un señor la ayudó a cambiar un caucho, o de cómo rebajó veinte kilos una compañera en un mes, yendo con un reconocido homeópata. Él viene cansado de todo un día de trabajo, quiere estar en contacto con sus reflexiones y pensamientos, quiere escuchar música, tal vez leer o ver televisión un programa de su interés, y no tiene deseo de escuchar un parloteo que siente que le taladra los oídos. Ella comienza a resultar irritante y él aburrido. Comienzan a salir a la

luz los obscuros aspectos de la naturaleza de cada uno, no midieron, no se molestaron mucho en mover el foco de lo que iluminaba sus rostros en cada encuentro de noviazgo, a aquello que probablemente asomaba pero no era tan necesario tener en cuenta.

En esta historia, si al final no se plantea un proceso de negociación, donde él pueda tener un espacio para introvertir en el día a día y le dé a ella sus espacios para extrovertir sin que él esté; y algunas veces estando él aunque le pese, si ella no comprende que él tiene derecho a pasar todo un domingo leyendo y encontrase con él en un espacio al final del día donde se puedan incorporar los dos, el destino de ellos pudiera ser tras infinitas batallas; la separación. Más aún, si él no entiende que ella está en su vida para que él se abra e incorpore esa otra manera de relacionarse con los objetos, y ella entienda que él está en la de ella para que se detenga, reflexione y piense.

Los opuestos que se atraen y no terminan por repelerse, pudiera ser la historia d e los opuestos que deciden aprender del otro, e incorporar para su adaptación ese elemento que traen en potencia, y que deberían aprender a desarrollar para crecer, y finalmente ver que nunca la vida es sólo c omo yo una de las partes la ve.

Hago una segunda ilustración para ver cómo nos relacionamos con el otro polo del Tipo dentro de nosotros mismos.

Cito el sueño de una persona introvertida profunda, que además está cómoda con su preferencia, que tenía todo a la mano para no molestarse en tener que trata r de abrir nuevas relaciones, pero por razones laborales, tuvo que irse lejos de su casa, cambiar por completo su entorno y enfrentarse a una situación en donde debe hacer un nuevo grupo de trabajo, un nuevo grupo de amigos y una nueva red social de apoyo. Tengamos en consideración lo descrito en párrafos anteriores sobre los extrovertidos y los introvertidos como características.

“Mi mamá que jándose de que mi he rmana se come t odo de la nevera, mie ntras e lla lo hace y o le digo a mi mamá que la de je tranquila, que no la moleste. Mi me jor amiga de la universidad

comiéndose un pollo e mpanizado con vegetales, dicie ndo lo bueno que le quedó y yo queriendo probarlo”

Tanto a la hermana como a la mejor amiga, la soñante las describe como dos personas muy extrovertidas, en oportunidades se queja de que son invasivas, y producto de su expansividad, muchas veces se ha molestado y ha tendido a alejarse. En cualquier caso dentro de esta imagen hay dos personas cercanas, que tienen una actitud consciente muy diferente a la de ella, y se están pudiendo alimentar, a la primera de hecho la defiende para que su mamá (quien es tan introvertida como ella) la deje comer en paz. Y de la segunda, quiere probar su plato. Comer de lo que ella no puede comer con facilidad, y ella desea probar pero no puede.

Sin duda alguna podemos entrar en este sueño desde el tema del complejo materno, pero también podemos entrar desde los aspectos que ella necesita fortalecer y nutrir para adaptarse en este momento a las nuevas demandas de su entorno, ella conscientemente desea que eso pase, y necesita que pase. Por eso en esta imagen, la paciente se mueve para que eso ocurra a toda costa, ya que su herma na y amiga pudieran representar ese lado extravertido que ella tanto necesita nutrir en este momento de su vida.

Cuando ponemos el lente del Tipo Psicológico en la vida cotidiana, en el lenguaje sencillo, podemos comprender el porqué de muchas actitudes. Apoyarnos en ese lente como terapeutas, nos permite ayudar al otro a ampliar su imagen de la realidad, a entender que no es sólo su punto de vista el que cuenta, y de hecho a que entienda que es justo por su cerrado punto de vista, que le suceden algunas cosas que considera karma o mala suerte.

Miembros AVPA

Bendayan, Gertrudis O. de Caldera Tosta, Luis Capriles, Norma Colmenares Martín, Gioconda Colón, Isabel Cova, Sylvia Fernández, Mariano Herrero, Delia Himiob, Gonzalo López, Tibisay Morandini, Laura Planchart, Maria Leonor de Pulgar, Luis Rísquez Thielen, Diana Rísquez, Fernando Rojas, Beatriz Sanz, Luis () Sarquíz Sanchez, Nancy J. Segura, Pere Suárez, Alejandro () Turbau, María Teresa Vigas Díaz, Andrés Jorge Yzcadar, Pedro

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