Sólo hay una fuerza motriz: el Deseo
El deseo es uno de los motores primarios de la motivación, ya que junto con la creencia tiene el poder de desencadenar acciones concretas en tu día a día para alcanzar tus metas.
El deseo permite cristalizar tu pensamiento hacia tus ilusiones más poderosas.
También provoca que dejes de procrastinar y auto-sabotearte de forma rutinaria y actives tu pro-actividad en beneficio de tus objetivos.
El deseo facilita la imaginación y la creatividad a través del proceso de desarrollo de tus metas personales y profesionales.
Y por descontado, te facilita la adquisición de los hábitos que te van a permitir conseguir todo lo que desees.
El deseo está determinado por tus inquietudes personales, y éstas deben convertirse en Metas. Y por todo ello, el deseo se considera la fuerza motriz por excelencia y así nos los hace saber Aristóteles con su reflexión.
¿Das cobertura a tus deseos? o ¿eres de los que cree que no es posible obtener todo lo que se desea de forma ferviente?
Desarrolla metas sobre tus deseos y empieza a dirigir tu vida hacia tu ideal propio.