Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua falacia es un “engaño, fraude o mentira”, o sea, un argumento que se esconde bajo algo, en especial cuando se pone de manifiesto su falta de verdad.

Es un razonamiento falso que tiene la intención de engañar o de causar daño a una persona. A pesar de partir de premisas verdaderas las conclusiones a que llega son falsas. Este es un concepto que se utiliza frecuentemente en la Lógica.

La falacia es una argumentación incorrecta, aunque puede resultar persuasiva porque tiene toda la apariencia de un razonamiento lógicamente estructurado. Allí está el peligro. Generalmente parte de premisas verdaderas, pero llega a conclusiones falsas. Sólo un examen cuidadoso de ella puede descubrir el engaño.

Visto así, una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto, pero con apariencia de razonamiento correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser convincente o persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que vulneran alguna regla lógica. Así, por ejemplo, se argumenta de una manera falaz cuando en vez de presentar razones adecuadas en contra de la posición que defiende una persona, se la ataca y desacredita: se va contra la persona sin rebatir lo que dice o afirma.

No debemos confundir validez y verdad, como ya hemos visto y las falacias se caracterizan porque algo falla en el razonamiento mismo, es decir, o falla la forma y falla el contenido o significado —la materia— de los argumentos supuestamente lógicos o válidos. Así en algunos casos el problema es la ambigüedad de algunos términos, que nos permitía utilizarlos con dos sentidos distintos en distintas premisas, con lo que al final llegábamos a una conclusión disparatada. Otras veces, en cambio, lo que están mal son las premisas (partimos de premisas falsas que nos parecen verdaderas).

Finalmente, hay veces en que lo que está mal es la relación misma entre las premisas (que no es lógica).

Antes de ver algunas de las falacias más utilizadas, debemos mencionar los dos grandes tipos de falacias que podemos encontrar: las falacias formales y las falacias no formales. Las falacias no formales son las que “engañan” basándose en el contenido de la premisa. En cambio, en las falacias formales, es la relación entre las premisas la que invalida el argumento.

Veamos pues unos tipos de falacias utilizadas frecuentemente en el campo de la política diaria.

.- Argumento ad hominem

En lógica se conoce como argumento ad hominem (del latín, “contra el hombre”) a un tipo de falacia que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de ésta. Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una postura señalando una característica o creencia impopular de esa persona.

Una falacia ad hominem tiene esta estructura:

  • A afirma B;
  • Hay algo cuestionable (o que se pretende cuestionar) acerca de A,
  • Por tanto, B es falso.

No se debe caer en el error de pensar que por existir un argumento ad hominem la afirmación de B es siempre verdadera (esto es también una falacia conocida como argumento ad logicam), el argumento de desacreditar al orador no prueba nada acerca de la veracidad de B, por lo que B puede ser tanto verdadera como falsa, el argumento no ofrece ningún indicador de cuán verdadera es B, y por lo tanto no es un aporte para resolver la veracidad de B.

El mero hecho de insultar a una persona dentro de un discurso —de otro modo racional— no constituye necesariamente una falacia ad hominem. Debe quedar claro que el propósito del ataque sea desacreditar a la persona que está ofreciendo la afirmación, para luego rebatir la afirmación como si fuera una consecuencia lógica de lo primero.

Una falacia ad hominem es una de las falacias lógicas más conocidas. Tanto la falacia en sí misma como la acusación de haberse servido de ella (argumento ad logicam) se utilizan como recursos en discursos reales. Como una técnica retórica, es poderosa y se usa a menudo —a pesar de su falta de sutileza— para convencer a quienes se mueven más por sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas. Se atacan, así, no los argumentos propiamente dichos, sino al hombre que los produce y, más concretamente, su origen, raza, educación, riqueza, pobreza, status social, pasado, moral, familia etcétera.

Por ejemplo:

Diálogo entre dos personas

  • A: “El Estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los individuos”.
  • B: “Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace el Estado”.

En este caso B atacó la moral de A, pero no dijo nada sobre las necesidades básicas. Se dice entonces que el argumento usado por B es una falacia, porque no prueba falsedad, sino que intenta generar la sensación de falsedad.

Ejemplo 2:

  • A: los triángulos tienen 4 lados
  • B: usted nunca estudió geometría, no tiene razón en lo que dice

Efectivamente el razonamiento de A es falso, pero no porque no haya estudiado geometría, sino porque el triángulo tiene 3 lados.

.- Argumentum ad ignorantiam

En lógica, un argumento ad ignorantiam, o argumentum ad ignorantiam, también conocido como llamada a la ignorancia, es una falacia que consiste en sostener la verdad (o falsedad) de una afirmación alegando que no existe evidencia o prueba de lo contrario, o bien alegando la incapacidad o la negativa de un oponente a presentar pruebas convincentes de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan su argumento en el conocimiento, sino en la ignorancia, en la falta de conocimiento. Esta impaciencia con la ambigüedad suele criticarse con la frase: «la ausencia de prueba no es prueba de ausencia»; es decir, se comete esta falacia cuando se infiere la verdad o falsedad de una proposición basándose en la ignorancia existente sobre ella.

Otro ejemplo:

    • “X” es un motivo de debate o discusión.
    • “X” es un hecho no demostrado.
    • Por lo tanto “x” no es cierta.

El error reside en dar por hecho de que algo no es cierto o es cierto porque no se ha demostrado lo contrario. La ignorancia o desconocimiento de un hecho no es motivo suficiente para desmentir lo contrario con asertividad. Un ejemplo de este tipo de falacia sería:

“Como no se ha encontrado vida extraterrestre, no existe vida fuera de la Tierra”.

.- Argumentum ad consequentiam

Es una falacia lógica que implica responder a un argumento refiriéndose a las consecuencias negativas del mismo. Puede tener dos estructuras análogas:

  1. A tiene como consecuencia B, que es algo negativo o indeseable.
  2. Por tanto, A es falso.

O bien, de forma opuesta:

  1. A tiene como consecuencia B, que es algo positivo o deseable.
  2. Por tanto, A es verdadero.

Es una falacia porque basar la veracidad de una afirmación en las consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo, categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador, y no a la verdad de los hechos.

Algunos ejemplos son:

  • «Esa frase motivacional tiene razón, ya que, si así no fuera, mucha gente perdería la esperanza y las ganas de vivir.»

Refutación: El hecho de que la gente pudiera perder esperanza o ganas de vivir si la frase motivacional fuese falsa no aporta validez a este argumento.

  • «¿Que a Hans le gustan los hombres? No, eso no puede ser; su padre lo mataría.»

Refutación: Que el padre de Hans pudiera tomarse muy a mal la homosexualidad de su hijo no invalida en absoluto la afirmación de que Hans sea homosexual.

  • «El presidente no ha robado fondos del Estado, porque de lo contrario habría perdido las elecciones.»

Refutación: El hecho de que la implicación del presidente en algún asunto turbio pudiera suponer efectivamente perder las elecciones no invalida la afirmación de que lo esté.

Falacia Ad Verecundiam o magister dixit

Otro de los tipos de falacias que debes conocer es el argumento Ad Verecundiam. También conocida como Falacia de autoridad, esta falacia vincula la veracidad a la autoridad de quien defiende una premisa. Estructura:

    • “X” persona tenía “Y” cargo o profesión y dijo “Z”,
    • Por lo tanto “z” es real o irreal.

El ejemplo con argumentos reales sería: “El cielo es azul porque así lo dijo Newton, científico reconocido”.

@notialternativo

Bibliografía

-https://www.esneca.com/blog/7-tipos-falacias/

-https://www.edu.xunta.gal/centros/cafi/aulavirtual/pluginfile.php/43762/mod_imscp/content/3/las_falacias.html

-Wikipedia

 

Fotos fuentes externas

Total Views: 360 ,

By admin