Episoder

  • Hablar del sentido espiritual que debe tener la navidad para nosotros suena raro en medio de la corriente de este mundo, porque en ella se sobrevalora lo material, lo corruptible, lo que no permanece y lo que se ve; y se suele menospreciar lo verdadero y el regalo más grande que ha existido en el mundo.

    ¿Pero cuál es ese regalo y qué implica para nosotros?

    Pues Jesús lo dijo cuando afirmó que:

    Juan 15.13
    “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”

    Así, la muerte y resurrección de Jesús son el mejor regalo que se nos ha dado porque con Él recibimos la esperanza que necesitamos para vivir.

    La esperanza de perdón, de reconciliación con el Padre, de vida eterna, de un futuro glorioso, de una herencia incorruptible, así como la esperanza de nunca estar solos, de dominar nuestra carne y de vencer al mundo y a su príncipe.

    Porque Jesús dijo:

    “Yo, la Luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas” (Jn.12.46) “No se pierda, sino que tenga vida eterna" (Jn. 3.16) “y reciba el derecho de ser hijo de Dios.” (Jn. 1.12) (NBLA).

    Así que hermanos, Jesús es el mejor regalo que como seres humanos podemos recibir, porque gracias a Él las tinieblas de nuestro corazón y conciencia fueron removidas, el velo que había en nosotros y que no nos permitía comprender las verdades del Reino divino fue quitado, fuimos liberados de la ceguera espiritual y nos dio la capacidad de ver la gloria, la majestad, hermosura y belleza de nuestro Dios; de comprender su amor, su misericordia, su gracia, y su deseo de bien y no de mal para nosotros.

    Pero claro, como todo regalo, él puede ser aceptado o despreciado…

    Y bienaventurados los que aceptamos a Jesús, pero malditos los que lo desprecien, porque no entienden su condición, su inmundicia, que Dios está en contra de ellos por su pecado, y porque no se les permite ver la perla más hermosa del universo y de la historia.

    De ahí, que, así como esa luz aplica para nosotros como fuente de esperanza y certeza, para los que no creen será la base de su condena eterna, porque en el día final escucharán contra ellos este juicio:

    Jn. 3.19-20 NBLA
    “La Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo malo odia la Luz, y no viene a la Luz para que sus acciones no sean expuestas.”

    Así en el día del juicio, cuando ya no haya más navidades, ni noches buenas para los incrédulos,…

    Escucharán que están condenados…

    Porque se amaron más a ellos mismos que a Dios y prefirieron sus obras malas que seguir la voluntad de su Creador.

    Por eso si haces parte de ese grupo, necesitas arrepentimiento de pecados, reconocer la santidad de Dios y aceptar el regalo de Jesús para que por medio de su sacrificio seas reconciliado con el Creador.

    Pero si hacemos parte de los que ya han recibido el mejor regalo del mundo, entonces podemos gozar y disfrutar de la esperanza y bendiciones que Jesús compró para nosotros.

    Ministerioumcd.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • Muchas aprovechan la navidad para celebrar la unión familiar, para recordar tradiciones o disfrutar del ambiente festivo que se siente en esta época, por eso, cada vez resulta más común que nos alejemos del sentido espiritual que tiene este tiempo, y que llevemos la festividad al extremo, perdiendo de vista la persona a la que celebramos: Jesús.

    Por eso es bueno preguntarnos…

    ¿Qué celebramos en la navidad?

    Y que recordemos la obra y naturaleza de Jesús; y para eso, en esta oportunidad vamos a hacerlo, considerando las palabras de Simeón, un hombre entrado en años, justo y piadoso, en quien moraba el Espíritu Santo, y que había esperado por muchos años el nacimiento de Jesús, porque se le había prometido que vería al Salvador antes de morir.

    Y cuando llegó el día en el que lo conoció, se refirió a Él diciendo:

    Lucas 2.29-32
    “Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra; Porque mis ojos han visto Tu salvación. La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz de revelación a los gentiles, Y gloria de Tu pueblo Israel.”

    Estas palabras de Simeón expresaron el gozo, descanso, adoración y agradecimiento que sentía por haber sido testigo de Aquel que cumpliría la obra de reconciliación entre el hombre y Dios, Aquel Sacerdote que por fin tendríamos para interceder por nosotros y que se entregó como un Cordero manso, motivado por su amor al Padre y a su creación.

    Porque el día que Jesús nació…

    La luz llegó al mundo, la luz eterna y verdadera iluminó las tinieblas.

    Por eso en este tiempo celebramos que…

    Se cumplió la promesa de traer luz a las tinieblas

    Porque Isaías había profetizado que el pueblo que andaba en tinieblas vería la luz, y los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz les resplandecería (Is. 9.2); y porque, aunque las tinieblas cubrían toda la tierra, amanecería sobre ella, llegaría la luz y por fin resplandecería (Is. 60.1-2).

    Pero ¿por qué celebrar en navidad la luz, si ella es algo que tenemos todos los días?

    Bueno, porque la verdad es que, aunque tenemos luz y vemos la realidad física y material que nos rodea, nuestra naturaleza pecaminosa nos ciegos a la realidad espiritual. Para darnos cuenta de esto, basta como dice Pipper, que veamos una de las maravillas de la creación, y no podamos ver en ella a su Creador.

    Porque somos ciegos espirituales (Pr. 4.19) como consecuencia del pecado (Sof. 1.17), y también por la influencia de Satanás en el mundo, quien ha cegado el entendimiento de los incrédulos para que no vean el resplandor de la gloria de Dios (2 Co. 4.4); y por culpa de nuestra incredulidad y necedad, que hacen que se endurezca nuestro corazón y no creamos la Palabra de Dios (Ef. 1.17-18).

    Por esto, es que, para poder ver el reino de Dios, considerarlo, vivir conforme a Él y esperarlo, necesitamos nacer de nuevo, nacer en el Espíritu, que Dios nos haga resplandecer su luz y que ilumine nuestro entendimiento para que seamos sensibles al pecado y reconozcamos la necesidad de un Salvador que nos reconcilie con el Padre (Jn. 3.3).

    Y esa luz que nos debe resplandecer es la luz de Jesús…

    De tal forma que con Él ya no andemos más en tinieblas, sino que tengamos la luz de la vida.

    Así, las preguntas que debemos hacernos son: ¿Ya fuimos iluminados por Jesús? ¿Hemos visto nuestro estado de pecado a la luz de su santidad? Y ¿reconocemos que necesitamos un Salvador?

    ministerioumcd.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • Mangler du episoder?

    Klikk her for å oppdatere manuelt.

  • 54 - ¿Cómo mantener tu rostro hermoso?

     

    Proverbios 15:13-15
    “El corazón alegre hermosea el rostro;
    Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.
    El corazón entendido busca la sabiduría;
    Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.
    Todos los días del afligido son difíciles;
    Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.”

     

    Muchos buscan la manera de mantener un rostro hermoso. Millones de personas han buscado fórmulas especiales para crear cremas que favorezcan la belleza y la juventud, otros recuren a procedimientos quirúrgicos para lograr mejoras en las líneas faciales por medio de cirugías plásticas, y mucho más. Pero no importan cuan efectivo parezcan ser esos tratamientos, la verdad es que, cuando una persona se encuentra afligida o con congoja, su rostro siempre estará sin brillo y sin atractivo (Pr. 15:13, 15).

     

    Aunque muchas veces no ponemos atención a estos detalles, podemos mirar que si existe una diferencia claramente marcada entre el aspecto del rostro de una persona que se encuentra alegre y otra con tristeza o aflicción. Si observamos con detenimiento, podremos reconocer que las fotos de aquellos que modelan para comerciales o anuncios publicitarios son llamados a sonreír, para hacer atractivo el mensaje que se comunica con la publicidad, ¿por qué? Porque “el corazón alegre hermosea el rostro”. (v. 13)

     

    Pero, entonces, ¿cómo mantener el rostro hermoso acompañado de un “corazón alegre”? La verdad es que la Biblia nos enseñas dos principios importantes: El Gozo y el Contentamiento. Aunque ambos parezcan ser similares, lo cierto es que sí tienen su diferencia, pero se complementan, y sobre todo, el segundo es resultado del primero.

     

    El gozo viene del enfoque de mirar hacia Quien está en control de todo, o sea Dios (Hab. 3:16-19); mientras que el contentamiento es mirar a lo que tenemos a nuestro lado, y que lo que tenemos, sea poco o mucho, es gracias a lo que Dios nos da (Fil. 4:10-12). Es decir, el gozo tiene enfoque en el Dador, el contentamiento en las circunstancias y/o recursos que Dios nos permite tener o vivir.

     

    La vida siempre nos traerá dolor, aflicción, pruebas, angustia, ansiedad, etc. Pero cuando crecemos en nuestra fe, y aprendemos a mirar la vida desde la perspectiva correcta con la ayuda de Dios, aprendemos que no importa lo que esté a nuestro alrededor, nuestro rostro siempre puede estar hermoso porque nuestro corazón está alegre, y con ello podemos disfrutar la vida de una manera más abundante (“… Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.” v. 15).

     

    Algo que puede afectar más las facciones de nuestro rostro es la amargura, eso sí que afecta realmente nuestras líneas faciales, y muchos nos dejamos envolver por ese sentimiento que destruye nuestra vida espiritual, que nos aleja del verdadero gozo, y que nos puede llevar al odio y el rencor (Ef. 4:31; He. 12:15). Por eso debemos aprender a traer a nuestra vida el gozo y el contentamiento.

     

    La Biblia nos recuerda que debemos vivir siempre gozosos (Fil. 4:4), que, si tenemos algún afán o dificultad, debemos orar por ello (Fil. 4:6-7), y que, si no podemos enfrentar algo fácilmente, que recordemos que Dios “tiene cuidado” de nosotros (1 P. 5:6-7), y que solo en Jesús encontraremos descanso para nuestra alma (Mt. 11:28-29), pues Él es nuestro Pastor (Sal. 23).

     

    «Junto al Señor y confiando en Él todo el tiempo nuestra vida siempre estará llena de gozo y contentamiento, lo que transforma aún nuestro rostro» -Ministerio UMCD-

     

    #JoyasDeSabiduría #Consejo #Reprensión #Provecho #Humildad #Rebeldía #Disciplina #Corrección #Escuchar #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

     

    MinisterioUMCD.org



    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 53 - ¿Cuánto valoramos la reprensión de otros?

     

    Proverbios 15:5
    “El necio menosprecia el consejo de su padre;
    Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.”

     

    Proverbios 15:10-12
    “La reconvención es molesta al que deja el camino;
    Y el que aborrece la corrección morirá.
    El Seol y el Abadón están delante de Jehová;
    ¡Cuánto más los corazones de los hombres!
    El escarnecedor no ama al que le reprende,
    Ni se junta con los sabios.”

    Proverbios 15:20-22
    “El hijo sabio alegra al padre;
    Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
    La necedad es alegría al falto de entendimiento;
    Mas el hombre entendido endereza sus pasos.
    Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
    Mas en la multitud de consejeros se afirman.”

     

    Desde niño he tenido una animadversión hacia la amonestación de otros hacia mí. Nunca me he sentido cómodo cuando alguien me viene a decir algo que estoy haciendo mal o que deseo hacer y me previenen de lo malo de esa dirección. Y creo que ese sentimiento es común en muchos.

     

    Sobre todo, cuando estamos creciendo, y más que nada en nuestra juventud y al inicio de la etapa de adultos, cada persona que forma pensamientos firmes sobre alguna decisión rechaza con frecuencia la advertencia que otros le quieran dar. Nos ponemos tan negativos que ni siquiera escuchamos lo que nos dicen, menos meditamos en eso. ¿Pero es correcta nuestra actitud? Es evidente que, sin entrar en mucho razonamiento, y más con la experiencia de los años, sabemos que no es beneficioso ese comportamiento.

     

    Pero la reprensión es más molestosa para aquel que está caminando en pos del pecado (Pr. 15:10). Ni aún la disciplina hace mucho efecto, al contrario, la rebeldía interna impulsa a la persona a encapricharse con sus deseos. La Biblia, aunque parezca duro ante nuestros ojos, inclusive alienta a la corrección con muerte para aquel que persiste en su mal camino (“… hasta merece la muerte quien no acepta ser corregido.” TLA)

     

    ¿Cuál es el motivo de la corrección, la reprensión o la disciplina? Pues es claro que el evitar que esa persona persista en el pecado.

     

    Para una persona sabia o prudente el escuchar el consejo de otros es bueno, y le ayuda a mirar desde otras perspectivas sus decisiones, y basa su caminar en función del buen consejo final; pero muchos preferimos nuestra necedad, y es allí donde caemos en la categoría rebeldes.

     

    No dejemos que nuestra rebeldía tome control de nuestras acciones. Aprendamos a ser humildes y sabios al escuchar la reprensión de otros, nunca desvaloricemos lo que los demás tienen que decirnos, tomemos tiempo para sopesar nuestros pensamientos con la Palabra de Dios, y busquemos consejo en sabias y piadosas personas, y entonces concluyamos si nuestros deseos y acciones son correctos o no, y si no son buenas, entonces corrijamos nuestro caminar en pos de lo bueno, justo y piadoso (Pr. 15:21-22).

     

    «Aunque muchas veces nos sea difícil escuchar el consejo de otros, ser sabios es escuchar con atención y de buen ánimo la reprensión provechosa» -Ministerio UMCD-

     

    #JoyasDeSabiduría #Consejo #Reprensión #Provecho #Humildad #Rebeldía #Disciplina #Corrección #Escuchar #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

     

    MinisterioUMCD.org



    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 52 – Nunca será bueno el dinero mal habido

     

    Proverbios 15:6-9
    “En la casa del justo hay gran provisión;
    Pero turbación en las ganancias del impío.
    7 La boca de los sabios esparce sabiduría;
    No así el corazón de los necios.
    8 El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;
    Mas la oración de los rectos es su gozo.
    9 Abominación es a Jehová el camino del impío;
    Mas él ama al que sigue justicia.”

    Hace muchos años atrás un amigo de la familia que vivía muy lejos de la capital me pidió un favor, él tenía un equipo industrial que tenía que ser reparado, y me solicitó que vaya a un taller especializado que se encontraba en la ciudad a pedir una cotización del trabajo para ver si le convenía pagarlo. Cuando me dieron el precio estimado de la reparación mi amigo aceptó y envió el dinero para el trabajo.

     

    Mi problema comenzó cuando, mientras iba a realizar el pago para que inicien el trabajo, una persona que iba conmigo me dio la sugerencia de pedir descuento ya que era mucho dinero, y que sí la empresa aceptaba, me “aconsejó” que nos repartiéramos ese dinero entre nosotros, porque el dueño del equipo ya había pagado. La codicia en ese instante me ganó y acepté la sugerencia. Nos dieron un buen descuento y nos repartimos ese dinero.

     

    Lo que no sabíamos era que varias semanas después nos llaman del taller indicando que no pudieron realizar el trabajo por falta de un repuesto, y que devolverían el equipo y el dinero. Ese fue el gran problema, ya que nosotros dos ya habíamos gastado el dinero, y la otra persona no quiso cooperar para devolverlo, y todo lo que recibimos del descuento lo tuve que pagar yo. Terrible recuerdo de una mala decisión mía.

     

    La corrupción está destruyendo nuestras sociedades, la codicia y el poder están envolviendo a nuestros gobernantes y a las organizaciones criminales en un deseo inapropiado de hacer cualquier cosa por logra dinero y control, y aunque parecería que eso trae mucho beneficio, la verdad es que detrás de ese deseo incontrolado, sí existen consecuencias que tarde o temprano tendrán que ser pagadas.

     

    Nunca el dinero mal habido traerá paz. La conciencia de las personas que hacen mal siempre los mantendrá inquietos, y aunque aparentemente vivan un período de prosperidad y bonanza, lo cierto es que tarde o temprano se descubrirá lo que hacen o vendrá alguien más y les hará pagar de alguna forma lo mal que han hecho.

     

    En cambio, para el justo, la vida tranquila de una conciencia en paz y una prosperidad bíblicamente apropiada son su gran confianza. La idea de “gran provisión” no necesariamente tiene que ser considerada por su cantidad, sino más bien, por su calidad. Cualquiera que sea su ganancia, lo que se trae a casa, mientras haya sido obtenido de una manera apropiada, siempre será de gran valor moral y ético, y es ahí donde su valor incalculable se encuentra.

     

    No nos dejemos llevar por la codicia o avaricia, no nos dejemos envolver por la maquinaria de la corrupción que está destruyendo a nuestras sociedades. Recordemos que tarde o temprano, aunque la justicia del hombre falle para atrapar al “impío”, ellos mismos están atrapados por su conciencia y temores (Pr. 15:6), y Dios mismo, como sucedió en mi caso, les hará pagar también. Recordemos que el Señor mira el camino de todos nosotros, atiende solo las oraciones “de los rectos” y se deleita con el “que sigue justicia” (Pr. 15:8-9).

     

    «En la ganancia mal habida nunca hay verdadera prosperidad, solo hay problemas, intranquilidad, y detrás de ello vendrá la justicia divina» -Ministerio UMCD-

     

    #JoyasDeSabiduría #Corrupción #Deshonestidad #Dinero #Ganancia #Riquezas #Pecado #Avaricia #Codicia #Impío #Pecador #Paz #Tranquilidad #Honestidad #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

     

    MinisterioUMCD.org



    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 51 – Con quietud apaga un “incendio”

     

    Proverbios 15:1-4
    “La blanda respuesta quita la ira;
    Mas la palabra áspera hace subir el furor.
    La lengua de los sabios adornará la sabiduría;
    Mas la boca de los necios hablará sandeces.
    Los ojos de Jehová están en todo lugar,
    Mirando a los malos y a los buenos.
    La lengua apacible es árbol de vida;
    Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.”

     

    Tal vez usted pensando en que la quietud realmente podría apagar un incendio, y aunque siempre es bueno mantener la calma ante el peligro para saber como responder, el versículo que estamos estudiando hoy hace referencia al “incendio” de un corazón iracundo y lleno de violencia (v. 1).

     

    En una respuesta amable, lo que se hace es no permitir que la ira tome control del diálogo, sino que se apaciguan los ánimos y se consigue, en términos más tranquilos, dialogar y buscar acuerdos.

     

    Eclesiastés nos dice que no nos debemos apresurar a enojarnos “porque el enojo reposa en el seno de los necios” (Ec. 7:9). Eso quiere decir que una persona que no puede controlar su ira es necia, y en esa necedad puede hacer mucho daño. Al contrario, una persona sabia comprende que es bueno controlarse, y por eso, actúa prudentemente, lo que trae gran beneficio (Pr. 16:32).

     

    Pero ¿cómo se logra beneficio en una respuesta blanda? Cuando uno responde con quietud, hace que la persona que viene con violencia reaccione con asombro, lo que le permite mirar que no debe existir ánimo de contienda para dialogar. Es en esa quietud en donde el iracundo no haya espacio para su ira, y comprende que no va a lograr nada con mantenerse airado. La tranquilidad de la respuesta lo deja expuesto a que se halla envuelto en una ira que no beneficia, y por lo tanto se apacigua porque se encuentra vulnerable.

     

    Pero cuando la respuesta es áspera, entonces es cuando se “hecha leña al fuego”, y por lo tanto se agitan más los ánimos, pudiendo llegar al descontrol y a una violencia más destructiva.

     

    Además, el sabio encontrará palabras que serán apropiadas para responder (v. 2). Una respuesta sabia y tranquila dice mucho de la persona que habla. Como el sabio comprende que no se logra nada con conflictos, entonces meditará para responder, y su respuesta irá con un tono que desarmará al airado.

     

    También, “la lengua aplacible” puede ayudar a curar heridas en el alma de la persona airada (v. 4). La palabra “apacible” en el original hebreo se refiere a una “lengua” que trae medicina, remedio, curación o salud (“Las palabras que brindan consuelo son la mejor medicina…” NTV). Por ello, una respuesta apropiada puede no solo tranquilizar a la persona airada, sino que puede producir un efecto aún más favorable al brindarle consuelo, alivio, aliento. Pero una lengua perversa “es quebrantamiento de espíritu”, haciendo mayor daño.

     

    Nosotros tenemos la oportunidad de escoger cualquiera de las dos respuestas, o una airada o un amable. Como hemos visto, la amable siempre traerá bien, y si somo sabios, aun podremos ayudar al airado a encontrar paz en medio de su frustración o indignación.

     

    Proverbios 15:18
    “El hombre iracundo promueve contiendas;
    Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.”

     

    «Responder con ira ante el airado incrementa el conflicto, la quietud se halla con nuestra respuesta amable» -Ministerio UMCD-

     

    #JoyasDeSabiduría #Respuesta #Amabilidad #Amable #Ira Airado #Iracundo #Necio #Conflicto #Paz #Tranquilidad #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

     

    MinisterioUMCD.org



    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • ¿Te gustaría saber lo que te deparará el futuro?, o ¿te gustaría saber con certeza qué

    es aquello que Jesús espera que hagas como cristiano?, pues, hay un momento en la vida de Jesús que nos permite tener respuesta a estas dos preguntas, y nos provee de la paz y el propósito que todos buscamos, considerémoslo en…

    Hechos 1.6-8
    “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

    Así como suele pasarnos a nosotros, los Apóstoles también estaban preocupados por el futuro, y lamentablemente, justo antes de la ascensión de Jesús, seguían confundidos por no entender el plan de Dios; por eso le preguntaron cuando establecería su reino en la tierra.

    A lo que Jesús respondió diciéndoles, que eso era algo que solamente el Padre conocía.

    De ahí que entendamos que Dios no nos ha concedido saberlo todo…

    Y que la incertidumbre que los Apóstoles sintieron se parece a la incertidumbre que nosotros vivimos en algunas áreas de la vida, porque como ellos, no conocemos el futuro y tampoco podemos controlarlo.

    De este modo, no debemos preocuparnos por lo que está bajo el dominio de Dios, más bien, debemos creer y hacer lo que Dios ya nos ha revelado, teniendo como base su Palabra, de tal forma, que el futuro no nos preocupe, sino que nos lleve a confiar en Él y en su soberanía.

    Y una de las cosas que Él ya nos permitió conocer, es el llamado que tenemos todos los hijos de Dios, todos los que hemos creído en Jesús como nuestro salvador. Ello es…

    Ser testigos suyos hasta los confines de la tierra

    Porque Dios quiere reconciliar a todos los hombres consigo mismo a través de Jesús, y por ello, nuestro testimonio acerca de Él representa la llave que abre la puerta para que muchos sean reconciliados y pasen de muerte a vida.

    Pero claro, este milagro de vida no es un suceso común, por el contrario, es totalmente extraordinario, y por eso necesitamos…

    El poder del Espíritu de Dios para hacerlo.

    Porque el hombre natural, aunque viva físicamente, está muerto espiritualmente, por eso no ve la realidad espiritual y no conoce a Dios, porque ama las tinieblas, el pecado y la maldad, y siente un profundo placer en ello, y por eso no quiere acercarse a la luz, a Dios.

    Así que ese poder que recibimos del Espíritu Santo debemos usarlo para ser sus testigos, pero no como unos que lo hacen de acuerdo con su conveniencia, sino como uno que está dispuesto a morir a favor de quien testifica.

    Así es que, siguiendo este llamado, debemos plantar iglesias en todos los lugares posibles, iglesias conformadas por testigos de Jesús que le hablen de Él a quienes no lo conocen para que se convierten en discípulos suyos, y con eso el conocimiento de Jesús crezca y crezca hasta el día de su regreso.

    La pregunta es:

    ¿Estamos atendiendo el llamado que Jesús nos hizo a ser sus testigos, y estaríamos dispuestos a morir a nosotros mismos con tal de serlo?

    Pues la verdad es que debemos estarlo, porque es lo que nuestro Señor nos ha llamado a hacer, pero no debemos hacerlo por obligación, sino más bien por amor, y con esperanza, con la seguridad de su regreso y de que un día su reino será establecido, y seremos recompensados con sus palabras de agrado y reconocimiento como resultado de nuestro sacrificio por Él.

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • ¿Qué nos hace vencedores?

    Es común que digamos que no sabemos lo que nos depara el futuro y que en un sentido pesimista se diga que “un pueblo que no conoce su historia está destinado a repetirla”, pero nuestra realidad como cristianos no es así de desesperanzadora y negativa, porque en la historia de Jesús y en su Palabra hallamos el gozo y esperanza que su ascensión y su regreso nos infunden, de tal forma que vivamos como vencedores y no como derrotados.

    De ahí que, para entender mejor estas verdades, consideremos el siguiente pasaje:

    Hechos 1.9-11
    “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”

    Luego de que Jesús cumplió acá en la tierra con todo el plan divino, debió ascender al cielo para presentarse ante el Padre, hecho que comprobó que su obra de justicia y pago por nuestros pecados había sido aceptada por Dios; y que, gracias a ello, todos los que confiamos en Él como nuestro Salvador, podemos acercarnos a Dios como nuestro Dios y como nuestro Padre.

    Tal como Jesús se lo expresó a María Magdalena antes de ascender al cielo: “… «Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: “Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes”». (Juan 20.17)

    Y es que su ascensión…

    Ya había sido predicha por Él mismo (Jn. 14.28-29), y se cumplió con total precisión, tal como se cumplieron todas las demás profecías que se habían declarado de Él.

    Y aunque la ascensión fue narrada con una gran sencillez, una vez más debemos agradecer a Dios por aquellos hombres que fueron testigos de ese momento, porque gracias a su testimonio, podemos aceptar la veracidad de ese suceso y así creer en Jesús y su obra de salvación.

    Pero nuestra confianza en Jesús no solo se basa en el testimonio de su ascensión, sino también en…

    La promesa de su regreso

    Promesa que comunicaron los ángeles que estuvieron entre los discípulos, cuando les dijeron que, así como habían visto ir a Jesús, Él también regresaría.

    Porque Él volverá un día, pero ya no lo hará como el cordero manso que se sometió a su muerte sin decir una sola palabra, sino que lo hará para gobernar, para reinar, para hacer justicia y darle el pago que merecen aquellos que se revelan y no creen en Él.

    Así, el plan divino no acabó con la ascensión de Jesús…

    Por el contrario, siguió su curso y lo seguirá hasta su regreso; y nosotros no estamos acá como huérfanos, abandonados por nuestro Señor, dejados a la deriva en este mundo, sino que tenemos la promesa de su regreso, de su recompensa en el Reino, y a su Espíritu, con el que podemos llevar a cabo la obra que nos encargó, de arrebatar de los poderes demoniacos las almas de aquellos hombres llamados para salvación.

    Entonces, hermanos, todos nosotros somos más que vencedores, porque su ascensión testifica de su victoria sobre el pecado y la muerte, y porque el futuro nos aguarda su reino, un tiempo de justicia y paz del que gozaremos cuando Él regrese y domine sobre todo y todos.

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • ¿Qué sabes sobre el bautismo con el Espíritu Santo? ¿Crees que fuiste bautizado con Él cuando confesaste a Jesús como tu Señor? O ¿Para qué piensas que es necesario aquel bautismo?

    Pues la porción de la Biblia que consideraremos a continuación se refiere a la instrucción que Jesús le dio a sus Apóstoles para que recibieran la promesa del Padre y fueran bautizados con el Espíritu; y ella nos ayudará a dar respuesta a las preguntas que acabamos de hacernos.

    Hechos 1.4-5

    “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”

    Se aproximaba la ascensión de Jesús y estas fueron algunas de las últimas palabras que Jesús declaró mientras estuvo en la tierra; y con ellas le ordenó a los Apóstoles permanecer en Jerusalén, esperando la promesa del Padre (El Espíritu Santo).

    Pero ¿Por qué Jerusalén?

    Porque ella sería el epicentro de la fiesta de Pentecostés, en la cual varones Israelitas, residentes y extranjeros, se presentarían en el templo para celebrar delante de Dios la cosecha (Ventura. 1985).

    Una fiesta que le daría vuelo al ministerio cristiano y le permitirían revelar su gloria y poder delante de todas las naciones.

    Y que al final permitió que multitudes fueran testigos de la morada del Espíritu de Dios en los cristianos, por medio de…

    El bautismo con el Espíritu Santo

    Que produjo una llenura del Espíritu de Dios en todos los que estaban reunidos y expectantes por recibir la promesa de su Espíritu.

    Recibiendo así la promesa del otro consolador, quien era y es en su naturaleza igual a Jesús y a Dios Padre; y que estaría entre ellos y en ellos para darles el poder que necesitaban para vivir la nueva vida a la que habían sido llamados.

    De tal forma que…

    La Iglesia de Jesús comenzara su ministerio

    Su llamado a proclamar la palabra de Dios y abrir los candados espirituales de los corazones de hombres llamados a salvación.

    Por medio de estos creyentes, que fueron bautizados con el Espíritu Santo, gracias a su confesión de fe; resultado de haber comprendido la palabra de Dios, su estado de pecado, su necesidad de arrepentimiento y de reconciliación con el Dios santo, santo, santo.

    De ahí que como ellos, nosotros los creyentes también seamos bautizados con el Espíritu en el mismo instante de nuestra conversión; bautismo que aunque no vemos, es un hecho espiritual que nos añade a la iglesia de Jesús y nos hace nacer de nuevo para su gloria.

    Gloria para la cual vivimos como hijos suyos, pero que nos resulta imposible reflejar sin su Espíritu Santo, por eso, gracias a Él somos capacitados para entender las verdades del reino de Dios y proclamarlas, porque ellas son las únicas que pueden traer buenas nuevas a los afligidos, libertad a los cautivos y salvar a los hombres del tiempo de castigo y juicio que se avecina (Is. 61.1-2).

    Así que…

    Si hemos creído en Jesús como nuestro salvador…

    Hemos sido bautizados con el Espíritu de Dios, Él mora en nosotros y somos parte de la Iglesia de Jesús, con lo cual tenemos todo lo necesario para vencer el pecado y unirnos a nuestros hermanos en Cristo para proclamarlo y ser testigos suyos; pero solo a través del poder del Espíritu, porque de otra forma, no podremos cumplir nuestro llamado como Hijos y miembros de su Iglesia.

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • Resulta muy interesante que Lucas, el escritor del libro de los Hechos de los Apóstoles, comience aquel escrito que narra la primera parte de la historia de la Iglesia, refiriéndose al mensaje, obra, vida, muerte y resurrección de Jesús; porque con eso podemos comprender lo importante que son estas doctrinas para nuestra fe y para la Iglesia.

    Por tanto, queremos considerar un aspecto del milagro de la resurrección, porque ella hace parte de las buenas nuevas del Evangelio y es una noticia que además de implicar una profunda realidad teológica, también tiene una poderosa verdad para nuestra vida diaria.

    Considerémoslo en:

    Hechos 1.3

    “A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios”

    En este pasaje notamos la reproducción que Lucas hizo del testimonio de muchos, entre ellos los Apóstoles, que vieron a Jesús resucitado y fueron testigos de su victoria sobre la muerte; siendo esto una prueba más de la veracidad, confianza y credibilidad de este hecho.

    Porque como lo dijo Lucas, “se presentó vivo” a estos hombres luego de su crucifixión, lo cual es un hecho que nos debe reconfortar y dar esperanza, porque gracias a la vida de nuestro Salvador, vivimos aunque estemos entre muertos.

    Pero ¿cómo supieron estos hombres que Jesús estaba vivo y no era un espíritu?

    Porque Jesús demostró estar vivo y lo hizo con muchas pruebas convincentes e indudables que fueron determinantes. Como cuando:

    Los discípulos le escucharon recordando sucesos del pasado (Lc.24.44), le vieron emocionándose (Lc. 24.25), ejerciendo su voluntad (Jn. 20.17), comiendo (Lc. 24.42-43), cocinando (Jn. 21.12-13), enseñando sobre el Reino de Dios (Lc. 24.44-49) y sobre el cumplimiento de la profecía de su vida, muerte y resurrección (Lc. 24.13-35).

    Resurrección que probó que Él era y es el Cristo, el salvador esperado, el llamado de Dios para libertarnos de la esclavitud y dominio del pecado; el Santo que no vería corrupción y vencería las tinieblas (Sal. 16.10, Hch. 2.27) y el mismo que transformaría nuestra muerte en vida.

    Porque si Él venció la muerte entonces…

    Nosotros también la venceremos en Él; porque si Él fue declarado justo por Dios, nosotros también somos declarados justos en Él, Y porque así como fue capaz de transformar la vida de tantos por medio del mismo poder que le permitió resucitar, también será capaz de transformar la nuestra.

    Tal como transformó la de Maria Magdalena, una mujer poseída por siete demonios, sumergida en la tristeza y desesperanza, a quien convirtió en una mujer adoradora de Dios y seguidora suya, gracias al amor con el que Él la trató.

    O como transformó la de Pedro, quien vivió con una gran culpa y decepción luego de haberle negado, pero que al encontrarse con Él, fue consolado a través de su perdón.

    O como lo hizo con Tomás, uno de los más incrédulos, porque escuchando del Cristo resucitado, necesitó ver y tocar las llagas de Jesús para que su mente y corazón fueran transformados y se convirtieran en tierra fértil; y luego de ello diera fruto para la gloria de Dios.

    Así, el hecho de la resurrección de Jesús, no solo es un evento histórico y teológico clave, base para nuestra fe y para la Iglesia, sino también definitivo, transformador y penetrante para nosotros, los que creemos en Él.

    Ver más en... ministerioumcd.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • 50 – Unas lecciones para el “rey”

     

    Proverbios 14:28, 31-35
    “En la multitud del pueblo está la gloria del rey;
    Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe. […]
    El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor;
    Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
    Por su maldad será lanzado el impío;
    Mas el justo en su muerte tiene esperanza.
    En el corazón del prudente reposa la sabiduría;
    Pero no es conocida en medio de los necios.
    La justicia engrandece a la nación;
    Mas el pecado es afrenta de las naciones.
    La benevolencia del rey es para con el servidor entendido;
    Mas su enojo contra el que lo avergüenza.”

     

    El destino de una nación, de un pueblo o una ciudad, aún de una organización o del vínculo más íntimo como la familia, depende en gran parte del liderazgo de aquel a cargo. Sea un presidente, un gobernador, un alcalde, un gerente, el propietario de un negocio, sobre todo, el rumbo de un hogar, está a cargo de un líder.

     

    Es la visión del líder y la manera como conduce y encamina esa visión en su organización es lo que dará la dirección y traerá el éxito de aquello a lo que representa y guía. Pero no siempre la persona a cargo está caminando bajo las directrices correctas, y es su comportamiento y su trabajo lo que afecta en gran manera el desempeño de aquello sobre lo que dirige.

     

    Los versículos que estamos estudiando nos enseñan algunos principios que pueden ser una guía de cómo está cumpliendo su desempeño el “rey”:

     

    1.      Su popularidad: Un “rey” que tiene muchos seguidores expresa que tiene aceptación entre los suyos. Es bueno siempre mirar si somos aceptados por todos para saber si ellos confían o no. (v. 28)

    2.      Su buen trato a los demás: Si el “rey” es despiadado o maltrata mucho a los que están bajo su liderazgo, entonces tiene un problema de falta de prudencia en la manera de dirigir, y eso no le agrada a Dios, menos lo honra (v. 31-32; Ef. 6:9). Recordemos que el “rey” es representante de Dios, ya que Él es quien le ha permitido obtener ese cargo. (Dn. 4:32)

    3.      Su buen entendimiento: Si el “rey” es sabio, comprende que necesitará de Dios para entender el mejor camino para hacer las cosas. Dios es Quien puede darle sabiduría y prudencia (1 R. 3:5-13), pero si el “rey” es necio, entonces lo que hará no será prosperado (v. 33).

    4.      Su justicia y rectitud: El “rey” debe ser justo para juzgar y recto para actuar. Cuando el “rey” decide caminar en pos del pecado o de la injusticia, entonces eso se reflejará en la vida de aquellos que lo siguen, y esto es una vergüenza para quienes están bajo su liderazgo (v. 34). El “rey” debe reflejar el carácter de Dios en todo aspecto.

    5.      Su agradecimiento en reconocimiento: Un “rey” debe saber tratar con reconocimiento a aquellos que le sirven fielmente, y buscar que todos cumplan sus responsabilidades con altura para que beneficien a todos. Un “rey” también sabrá impartir disciplina para aquellos que “lo avergüenzan” (v. 35).

     

    Como hemos podido aprender, el líder debe saber actuar, gobernar y guiar a su pueblo para que su liderazgo sea de bendición para quienes lo rodean. Sea que estemos en el trabajo, en la iglesia, en algún cargo público, pero sobre todo en el hogar; aquellos que somos líderes tenemos una gran responsabilidad a cargo, y por eso debemos responder con diligencia y buena conducta ante Aquel quien nos ha brindado la oportunidad de servirle como líderes, es decir, a Dios.

     

    «Un buen líder debe comportarse a la altura del encargo otorgado por Dios, el no cumplirlo correctamente afrenta al Señor y trae deshonra a quienes lidera y sirve» -Ministerio UMCD-

     

    #JoyasDeSabiduría #Líder #Diligencia #Liderazgo #Comportamiento #Familia #Responsabilidad #Cumplimiento #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

     

    MinisterioUMCD.org



    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 49 - ¿Ha perdido usted los estribos?
     
    Proverbios 14:29-30
    “El que tarda en airarse es grande de entendimiento;
    Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.
    El corazón apacible es vida de la carne;
    Mas la envidia es carcoma de los huesos.”
     
    “Perder los estribos” es una frase que está relacionada con la falta de control de la ira, y que nos lleva a descontrolarnos, y hace referencia al gran peligro que un jinete puede correr como cuando un caballo se desboca y el jinete pierde contacto con los estribos.
     
    Y el problema no está en la ira en sí, porque podemos airarnos ante alguna injusticia (Ef. 4:26), el problema es que la ira tome control de nuestro comportamiento y con ello pequemos. Pero en el pasaje de hoy, la Biblia nos enseña que la ira puede ser retenida o uno puede llegar a tardarse “en airarse” (v. 29), es decir, llegar a controlarse antes de actuar sin control apropiado.
     
    Ahora, la paciencia está relacionada con el “entendimiento” o la sabiduría. Una persona sabia comprende que:
    1.      La ira no puede ayudar mucho en momentos de dificultad.
    2.      El entendimiento completo de lo que pasa es necesario antes de actuar.
    3.      El saber actuar después de lo que se ha averiguado del problema nos llevará a buscar siempre la mejor solución, y
    4.      El entendido siempre sabe que el perdonar y aprender a manejar las cosas van a ser al final más provechosas que cualquier otra cosa.
     
    Por el contrario, cuando una persona no es sabia, expresa su “necedad” con la manera de responder ante algo desagradable:
    1.      No actúa prudentemente porque no quiere averiguar profundamente el problema antes de actuar.
    2.      Piensa que el actuar airado es correcto sin importarle las consecuencias.
    3.      Aunque le quieran explicar lo que pasa, porque es necio, no va a escuchar ninguna razón.
    4.      Considera que el perdón no es una opción para las relaciones, y
    5.      Como no considera que él está presente ante el Juez Supremo, entonces piensa que es un juez “competente” para aplicar su propia justicia descontrolada.
     
    La persona que aíra fácilmente y que no puede controlarse, no solamente que expresa su necedad, sino que remarca que realmente es necio. La palabra enaltecer (v. 29b) quiere decir exalta o eleva su necedad, o como otra versión de la Biblia nos dice, “ser impaciente es muestra de gran estupidez” (DHH).
     
    Cuando una persona no puede controlar su ira, entonces le está gritando al mundo a que se aparte de él porque no puede controlarse, y eso es levantar el anuncio de que es grande en necedad.
     
    «La ira descontrolada solo expresa a todos lo necio e insensatos que somos. Si controlamos la ira manifestamos prudencia» -Ministerio UMCD-
     
    #JoyasDeSabiduría #Enojo #Descontrol #Necedad #Insensatez #Prudencia #Control #Paciencia #Perdón #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios
     
    MinisterioUMCD.org


    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 48 – Hagamos que la justicia prevalezca
     
    Proverbios 14:25-27
    “El testigo verdadero libra las almas;
    Mas el engañoso hablará mentiras.
    En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
    Y esperanza tendrán sus hijos.
    El temor de Jehová es manantial de vida
    Para apartarse de los lazos de la muerte.”
     
    ¿En algún momento le tocó cumplir la función de testigo para alguna actividad en la que se requería de sus palabras para confirmar o negar un hecho? ¿Alguna vez ha tenido que asistir en algún proceso judicial dónde el testigo llamado a confirmar lo sucedido mintió ante el juez?
     
    A la oficina de recursos humanos de una compañía llegó un trabajador a presentar una queja en contra del comportamiento de alguien más. Su reclamo fue escuchado, pero para poder confirmar lo que se estaba diciendo se le preguntó al denunciante si había testigos de lo sucedido, a lo cual el denunciante afirmó que sí. Se llamó el testigo, y aunque esa persona había visto lo que sucedió, para evitar problemas y no querer estar en líos con nadie, dijo que no había visto nada, lo cual impidió que se tomaran más acciones, y todo quedó ahí, sin ninguna acción. Las dos partes dieron sus versiones, y ningún testigo pudo confirmar nada, por lo que no hubo forma de comprobar quien decía la verdad.
     
    Talvez usted nunca ha tenido que participar como testigo o nunca ha requerido de alguien para que testifique en su favor, pero todos hemos visto muchas veces como los testigos cumplen una función muy importante en los procesos legales, pero no siempre se hace justicia por falta de sinceridad de los testigos.
     
    Cuando los testigos no cumplen con su obligación de decir la verdad, lo que produce su acción es dejar que la injusticia prevalezca y que los que sufrieron daño pierdan definitivamente. Algunos testigos mienten por temor a sufrir algún daño o para no afectar las relaciones con aquel a quien encubre con la mentira. A veces el testigo habla de manera falsa para favorecer al demandante, por tratar de buscar un beneficio en contra de la persona acusada injustamente, y eso también está mal. Pero debemos ver que hay más de una persona afectada con la mentira.
     
    1.      En primer lugar, está el afectado, quien, por falta de sinceridad tiene que sufrir el daño de la injusticia en su contra.
    2.      En segundo lugar, está el juez, porque al ser engañado le impide impartir justicia.
    3.      En tercer lugar, el culpable o quien hace mal también es afectado, porque el hecho de que no se haya confirmado su mal comportamiento le permitirá seguir haciendo daño sin aprender la lección de su error, y no le permitirá arrepentirse ante Dios y los demás.
    4.      En cuarto lugar, está el testigo falso, quien por decidir mentir ha pecado contra Dios, contra el perjudicado y contra el juez, lo que le traerá problemas si se llega a descubrir que ha mentido por actuar como cómplice; aunque Dios ya lo sabe todo.
     
    Cuando la Biblia nos dice que “el testigo verdadero libra las almas”, lo que nos quiere decir es que la justicia prevalece, y los que han sufrido daño son restituidos, aunque quien ha hecho daño sea alguien muy cercano al testigo o pueda traer consecuencias posteriores. Siempre es bueno decir la verdad, siempre, a pesar de las consecuencias. Pero muchos engañan hablando “mentiras”, y eso afecta el resultado de la justicia.
     
    Siempre habrá una persona que hace el bien y otra que hace el mal, por eso siempre debemos decidir hablar con la verdad y ponernos de lado de la justicia. ¡Hagamos que la justicia prevalezca!
     
    «El testigo falso trae mal en contra del perjudicado, engaña al juez, permite que el injusto salga librado, y todo eso le traerá consecuencias ante Dios. Decir la verdad siempre será correcto» -Ministerio UMCD-
     
    #JoyasDeSabiduría #Testigo #DecirLaVerdad #Mentir #Juicio #Justicia #Perjuicio #Engaño #Verdad #Castigo #Correcto #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios
     
    MinisterioUMCD.org


    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 47 – “Menos palabras y más acción”
     
    Proverbios 14:23
    “En toda labor hay fruto;
    Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.”
     
    «Hace algunos años hubo un naufragio cerca de la costa de Toscana. En el informe de uno de los miembros de la guardia toscana se encuentra lo siguiente: “Presté cuanta ayuda me fue posible con mi bocina. Sin embargo, se encontraron muchos cadáveres en la costa la mañana siguiente al día del naufragio.”»[1] En otras palabras, lo único que hizo fue hablar, pero nunca intervino físicamente para ayudar a las personas en el naufragio.
     
    Esta ilustración nos da una idea de lo poco útil que representan las muchas palabras cuando ellas no van acompañadas de acciones. Es muy interesante ver cómo la Palabra de Dios nos dice que “en toda labor hay fruto”, pero no en hablar mucho, éstas más bien “empobrecen” (v. 23). Cuando crecía escuchaba un dicho que decía: “Menos palabras y más acción”.
     
    Siempre el trabajo trae fruto, y aunque el esfuerzo que demanda esa labor puede ser grande, el resultado es lo que trae beneficio a nuestra vida. Pero muchos viven soñando o anhelando alcanzar metas, algunos hablan mucho de esos sueños y viven planificando en sus mentes lo que hicieran con ello, pero sin un trabajo concreto para desarrollar esos sueños, o sin un esfuerzo acompañado con esos planes, todo lo que se logra es pérdida.
     
    Se pierde energía pensando tanto en los sueños que se quisiera alcanzar, pero que no se concretan. Se pierde tiempo valioso al hablar con tanta pasión y muy frecuentemente sin hacer nada más que hablar. Se pueden perder oportunidades en otras cosas, cuando solo se sueña con aquello que se anhela y se pierde el enfoque de nuevas cosas provechosas. Se pierde dinero cuando no se hace nada más que vivir hablando. En sí, “el hablar mucho y no hacer nada, empobrece” (NBV).
     
    En la vida espiritual también esto puede ser pérdida. Muchos hablamos de cuanto anhelamos hacer esto o aquello por el Señor, pero si sólo hablamos y no hacemos nada, entonces estamos perdiendo. Decimos que queremos crecer espiritualmente, que deseamos aprender más de la Biblia, que deseamos alcanzar a más personas para Cristo, que deseamos hacer esto en nuestra iglesia, etc., etc., etc. Pero nada se logra con solo decirlo, debemos tomar acciones.
     
    Algunos solo pasamos orando por algo, pero no hacemos nada al respecto, y eso también puede hacerse vano si detrás de las oraciones no existe una verdadera intención de hacer algo si Dios nos diera la oportunidad.
     
    Entonces, ¡manos a la obra! Es hora de actuar, de poner en prácticas nuestros deseos, ya no hablar tanto de ellos, sino a comenzar a trabajar para alcanzar lo deseado. Es momento de dar los pasos necesarios para lograr eso que está en nuestra mente y que de nuestros labios no han pasado. Es momento de hacer real este proverbio para nuestro bien: “Si trabajas duro, sacarás provecho…” (PDT).
     
    «Se pierde energía, tiempo, dinero, y otras oportunidades cuando solamente hablamos de algo y no hacemos nada para lograrlo. ¡Es hora de menos palabras y más acción!» -Ministerio UMCD-
     
    #JoyasDeSabiduría #Desperdicio #Palabrería #MuchasPalabras #Hablar #Actuar #Planificar #Provecho #Acción #Pérdida #Tiempo #Recursos #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios
     
    MinisterioUMCD.org
     
    https://ministerioumcd.org/2021/11/02/menos-palabras-y-mas-accion/

    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • 46 - ¿Trata por igual al rico y al pobre?
     
    Proverbios 14:19-22
    “Los malos se inclinarán delante de los buenos,
    Y los impíos a las puertas del justo.
    El pobre es odioso aun a su amigo;
    Pero muchos son los que aman al rico.
    Peca el que menosprecia a su prójimo;
    Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
    ¿No yerran los que piensan el mal?
    Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien.”
     
    ¿Le ha pasado a usted que, cuando viene una persona importante a nuestra casa preparamos lo mejor que tenemos y arreglamos la mesa con nuestra mejor vajilla, pero cuando viene alguien con menos “bienes o intereses” no prestamos mucha atención a esos detalles?
     
    Aunque no lo hagamos intencionalmente, pero lo que estamos haciendo es acepción de personas, tratamos a unas con mucha importancia a otros no, y más cuando nuestros huéspedes pueden tener diferencias de bienes entre ellas. Tenemos una tendencia común, pero no correcta, a tratar a las personas con diferenciación dependiendo de su estado social, político o económico.
     
    El dinero o las riquezas influyen nuestra manera de comportarnos con los demás. Cuando existen intereses de por medio, muchos miramos a las personas con riquezas de una manera que nos atrae. Buscamos en sus bienes nuestros propios intereses y en lo que ellos nos puedan beneficiar, por lo que nuestra amistad o relación está basada en sus bienes, mas no en la persona en sí.
     
    Por otro lado, al pobre, a la persona que no tiene dinero o que no puede ofrecerme “ningún bien”, a ellos no lo consideramos valiosos. Muchas veces esas amistades no prosperan porque no me trae algún beneficio, y eso es discriminación.
     
    Ahora, si usted es rico, las personas lo buscan muchas veces, no por quien es usted, sino por su propio dinero; ellos están esperando a ver que les puede ofrecer. Pero si usted es pobre o de pocos recursos, las personas que están a su lado no lo estiman porque no lo consideran “valioso”. (v. 20)
     
    Ninguno de estos comportamientos es apropiado. Si miramos al Señor Jesucristo, Él comió con ricos (Lc. 19:1-10) y pobres (Lc. 6:17-26) por igual; para Él, lo que le importaba no era lo que ellos le podían brindar, sino lo que Él mismo les podía dar. Jesús se interesaba por el alma de cada uno de ellos, y le daba lo mejor que les podía dar: Su amor, el perdón de pecados, y la vida eterna.
     
    La Biblia nos dice que “peca el que menos precia a su prójimo” (v. 21a). Nuestro menosprecio no solo puede darse por aquel que tiene poco dinero (v. 21b), sino que muchas veces lo hacemos por el que tiene mucho dinero, y lo despreciamos por envidia o porque algún día recibimos un maltrato de alguien que tenía dinero o poder.
     
    Todos deberían ser tratados por igual, todos deben ser amados, respetados y honrados. El hacer acepción de personas por sus bienes es un pecado que no nos conviene. La próxima vez que esté con un rico, trátelo con amor por quien es, no por lo que tiene; y si es pobre, trátelo como si fuera rico, porque esa persona vale mucho, porque Dios lo ama y cuida de él también.
     
    «Hacer acepción de personas por los bienes que posee es pecar contra Dios y nuestro prójimo» -Ministerio UMCD-
     
    #JoyasDeSabiduría #Discriminación #Amistades #Ricos #Pobres #AmorAlPrójimo #Igualdad #Amor #Cuidado #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios
     
    MinisterioUMCD.org
     
    https://ministerioumcd.org/2021/11/01/trata-por-igual-al-rico-y-al-pobre/


    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message

  • ¿Alguna vez han cuestionado tu fe en Jesús o tu mismo has dudado de ella?, ¿has considerado filosofías y teorías humanas como más ciertas, porque la mayoría las afirman y dicen que se basan en la “evidencia”?

    Pues la verdad es que no está mal cuestionar nuestra fe y preguntarnos si estamos creyendo lo correcto o no, por eso queremos hacer un ejercicio imaginario, uno que nos lleve al estrado de nuestra conciencia, para que consideremos algunas pruebas, y veamos cómo ellas defienden por sí mismas nuestra fe en Jesús.

    Para esto queremos usar como base el ejemplo de Jesús cuando fue rechazado por lo Fariseos; quienes afirmaron que su testimonio era falso y no era digno de ser creído, este suceso se nos narra en:

    Juan 8.13-14,17-18

    “Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy” Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí”

    En ese momento, los Fariseos negaron el testimonio de Jesús con dos argumentos; afirmando que su testimonio no era verdadero, y que como solo era dicho por Él y no había nadie más que lo apoyara, entonces no debía ser aceptado.

    Pero Jesús usó el mismo argumento de los dos testimonios que usaron ellos para responderles; diciendo que así como Él daba testimonio de sí mismo, Dios el Padre también testificaba a su favor.

    Y si bien esta respuesta de Jesús es suficiente para que la fe sea apuntalada en nuestro corazón; por la gracia de Dios, hoy tenemos el testimonio de muchos hombres, como los Apóstoles y otros discípulos de Jesús, que testificaron a su favor y que se suman para proveernos confianza en cuanto a nuestra fe cristiana.

    Y como si esto no fuera poco, también tenemos el testimonio de los milagros de Jesús, que fueron permitidos por Dios para que con ellos se avalara a su mensajero y su mensaje, tal como lo reconoció Nicodemo, un Fariseo ilustre que una noche se acercó a Jesús y le dijo:

    «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las  señales que Tú haces si Dios no está con él» (Jn. 3.2).

    Así las cosas, tenemos para llevar delante del “juez” de nuestra fe, no solo el testimonio de hombres como Lucas, sino también el de los Apóstoles, el de Jesús mismo, el de Dios, y el testimonio de muchos milagros que Jesús hizo en el nombre de Dios.

    ¿Será que con esto ganaríamos la disputa?

    Si, porque no solo dos dan testimonio verdadero de Jesús, sino cientos más, entre ellos Dios mismo.

    Por tanto, aunque no vimos a Jesús, ni le oímos personalmente, podemos confiar en el testimonio de muchos que si le vieron y oyeron, y que se dieron a la tarea de registrar todo lo relacionado con su vida y enseñanza.

    Lo que nos permite estar tranquilos, porque el fundamento de nuestra fe y de la Iglesia es confiable, seguro y muy resistente. Por eso en vez de avergonzarnos, podemos decir lo que el Apóstol Pablo dijo: “no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación” (Ro. 1.16)

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • Alguna vez te has preguntado ¿Por qué Jesús, luego de su resurrección, debió estar cuarenta días entre los Apóstoles y discípulos?, y ¿de qué forma esto nos impacta a nosotros y a su Iglesia?

    Pues demos respuesta a estas preguntas a partir de lo que nos dice:

    Hechos 1.1-2

    “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido”

    Es muy interesante que Lucas, quién escribió, inspirado por el Espíritu de Dios, el libro de los Hechos de los Apóstoles y el evangelio que lleva su nombre, nos recuerde que en ese primer tratado escribió acerca de lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar.

    Porque con ello nos ayuda a entender que la obra y enseñanza de Jesús son la base de nuestra fe cristiana y de su Iglesia, y que el testimonio de Lucas, así como el de los Apóstoles y profetas, es el canal que Dios usa para permitirnos conocer su obra y carácter.

    Y me gusta que refiriéndose a Jesús, haya usado el verbo “comenzó”, porque deja ver que esos años que Él vivió entre nosotros, solo fueron el comienzo de su obra como el Dios encarnado, una obra que no se ha acabado, que no se ha frenado, y en la que Jesús sigue comprometido por completo a través de su cuerpo, la Iglesia.

    Además, que Lucas haya dado testimonio de Jesús…

    Aporta argumentos a favor de la veracidad y seguridad de nuestra fe, porque aunque Lucas no hizo parte de los doce Apóstoles, y al parecer tampoco de los discípulos de Jesús durante su vida, su testimonio sobre Él, es una prueba que se une a muchas más para que nos sintamos seguros de nuestra creencia en el Hijo de Dios.

    Y también nos ayuda a entender que Jesús no paró de enseñar mientras estuvo con vida entre nosotros, porque sabía que era necesario que sus Apóstoles recibieran la instrucción necesaria sobre el reino de Dios, para que sus corazones se mantuvieran enfocados, motivados y creyendo en la certeza y el cumplimiento del plan divino.

    De igual forma, era necesario que estos hombres recibieran de Él, mandatos muy importantes que definirían el curso de su Iglesia; tan importante era esto, según el texto griego, entregárselos era un requisito que Jesús debía cumplir antes de ser recibido por el Padre en el cielo.

    Pero ¿Por qué fue importante que Jesús les diera esos mandatos?

    Porque como sabemos, Jesús no fue un escritor de libros o un productor de videos y contenido para redes sociales, Jesús fue y es el Salvador, el Maestro y el Señor; por lo que encargó en otros la misión de reproducir su obra y enseñanzas, y llamó a estos doce hombres para que estuvieran con él, predicaran su mensaje de salvación (Mc. 3.13-14), y fueran el fundamento de su Iglesia (Ef. 2.20).

    Pero ¿qué tiene que ver esto con nosotros?

    En que la base de nuestra fe se halla en el evangelio de Jesús; y que así como sucede en un edificio, donde sus fundamentos tal vez son imperceptibles, pero definen su seguridad y estabilidad, así mismo, el testimonio Apostólico que nos comunica las buenas nuevas de Jesús, nos provee la seguridad que nuestra alma requiere.

    Seguridad que le aportará a nuestra vida la firmeza necesaria para resistir los embates del mundo, los ataques malignos y nuestra propia debilidad, porque como lo dijo Jesús, separados de Él no podemos hacer nada, así, dependemos en todo de aquel que es la vid y de sus raíces para mantenernos firmes y con fruto aun en medio de la sequedad.

    «La base de nuestra fe se halla en el evangelio de Jesús» - Ministerio UMCD -

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • ¿Qué piensas cuando escuchas la palabra Iglesia?, ¿sientes que es algo anticuado, o crees que ella hace parte del plan de Dios para nuestra era?

    Pues lamentablemente muchos piensan que ella es una institución corrupta y mal intencionada, de la que no podemos confiar y a la que no debemos pertenecer, gracias a muchos que por sus obras han deshonrado el nombre de Dios y a la Iglesia, pero, como veremos, ella fue instituida por el mismo Jesús.

    Por tanto, ¿cuál era el plan que Jesús tenía con ella? ¿Cómo debía llevarse a cabo ese plan? Y ¿en manos de quienes quedaría encargado? Pues eso es lo que queremos considerar, tomando como base…

    Mateo 16.18-19
    “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”

    Una de las labores de Jesús luego de su ascensión ha sido edificar su Iglesia.

    Pero: ¿Qué es la Iglesia?

    Ella es la comunidad de todos los creyentes en Jesús, que están unidos por el lazo de la fe y de la obra del Espíritu Santo (Ventura. 1985). Así, todos los que declaramos a Jesús como nuestro salvador, somos miembros de su Iglesia.

    Y aunque la frase “sobre esta roca edificaré mi iglesia” ha sido malinterpretada históricamente, podemos creer que la roca sobre la cual la Iglesia está siendo edificada es Jesús mismo (Dt. 32.3-4; Sal. 94.22).

    Ahora, ¿cómo se produce nuestra unión a la Iglesia de Jesús?

    A través de la obra de Dios Espíritu Santo, quien nos une al cuerpo de Cristo (la Iglesia), en el momento en el que ilumina nuestra mente con la verdad del evangelio de Jesús, nos convence de pecado, nos lleva al arrepentimiento y a confesar que Jesús es nuestro Señor.

    Por eso, cuando creemos en Jesús como nuestro salvador, somos añadidos a la iglesia universal e invisible de Jesús, y con esto, se espera que tomemos la decisión de unirnos a su iglesia visible, a una iglesia local en nuestra ciudad que lo adore y lo proclame.

    Y ¿cuál es el propósito de la Iglesia?

    Arrebatar las almas de aquellos que han sido llamados por Dios a salvación, pero que se hallan bajo el poder de Satanás; de ahí que R.C. Sproul, mencione que las puertas del Hades son una referencia a las puertas del infierno; y nos ayude a entenderlo, explicando que en la antigüedad, las puertas eran un mecanismo de defensa contra los enemigos, por tanto, que las puertas del Hades no prevalezcan contra la iglesia de Jesús, significa que la Iglesia está llamada a ser un ejército ofensivo que ataque los bastiones de Satanás, el cual no podrá soportar el poder que Jesús le ha otorgado a su Iglesia. (Ministerios Ligonier. 2021, 1 octubre).

    Y ¿cómo debe atacar la iglesia el poder demoniaco?

    Usando “las llaves del reino de los cielos”, la predicación de la Palabra de Dios (del evangelio); de ahí que Pablo dijo en Romanos 10.14: “¿Y cómo creerán en Aquel de quién no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique?”, porque a Dios le agradó salvar a sus escogidos por medio de la locura de la predicación de su Palabra (1 Co. 1:21).

    Así, la autoridad que Jesús le dio a su Iglesia para predicarla significa el método que ella debe seguir para cumplir con su propósito en la tierra. Y aunque en estos tiempos creamos que las llaves del reino son los espectáculos de luces, la música, el entretenimiento y un “mensaje relevante”; lo cierto es que lo único que abre el “candado” espiritual es la Palabra de Dios.

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • ¿Cómo respondes cuando te preguntan, quién eres?

    ¿Sueles responder a esta pregunta con lo que haces, o con la profesión que tienes, o con tu responsabilidad como padre o madre de familia?

    Pues la respuesta a esta pregunta es muy importante, porque nuestra identidad define la forma como vivimos y el propósito de nuestra vida. Pero hay algo aún más importante, y es lo que creemos acerca de Jesús, porque ello define nuestra identidad.

    Por eso Jesús indagó de sus discípulos lo que ellos creían acerca de Él, y luego de escuchar de su parte la respuesta correcta, afirmó a Pedro en su identidad y le hizo entender quién era Él; consideremos ese momento en…

    Mateo 16.15-18a
    "Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro…”

    ¿Cómo así? ¿Qué hubo de nuevo en que Jesús dijera que Pedro era Pedro?

    Pues recordemos que ese no era su nombre original, que Pedro se llamaba Simón, y que fue cuando él conoció a Jesús, que le cambió el nombre y le puso Pedro (Jn. 1.40-42).

    Ahora, esto implicó dos cosas:

    Que Jesús tenía autoridad sobre Pedro, porque en la antigüedad se creía que quien nombrara a alguien o algo, tenía autoridad sobre aquello que nombraba. Y… Que Simón había cambiado para ser Pedro, y había cambiado porque su naturaleza lo había hecho, gracias a que había conocido al Salvador, al Cristo, a Jesús.

    Porque cuando conocemos al Salvador, nuestra identidad cambia; lo que somos, lo que nos identifica, a dónde pertenecemos y lo que hacemos, cambia. Ese fue el caso de Pedro, el pasó de ser un pescador común y corriente a un pescador de hombres, pasó de ser un hijo de Abraham a un hijo de Dios, de ser israelita a tener una nacionalidad eterna, y pasó del reino de Satanás al reino de Dios.

    Y eso es exactamente lo que nos pasa a ti y a mí cuando creemos en Jesús como nuestro Salvador y Señor; que nuestra identidad cambia, y somos transformados de manera milagrosa por Jesús.

    Así que, aunque nuestro nombre no haya cambiado el día que confesamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, nuestra identidad si cambió en ese momento; pasamos de ser muertos, ciudadanos del mundo, desesperanzados, despreciados y rechazados; a ser Hijos de Dios, amados, escogidos, llamados, salvados, santos, y un día también seremos resucitados.

    Ahora, esta realidad de nuestra identidad es un factor que explica la forma como vivimos, nuestro éxito o fracaso espiritual y personal, porque como lo dice Jeremy Pierre: es común que nos veamos a través de una identidad que el mundo y nosotros hemos construido, pero que obviamente es pecaminosa, y no, por medio de la identidad que Dios nos da (2019). Y que Paul Tripp también diga que gran parte de la consejería que necesitamos para hacer frente a los problemas que vivimos, no necesariamente debe enfocarse en resolver esos problemas, sino, más bien, en definir nuestra identidad a la luz de la obra de Jesús (2019).

    Ver más en...

    MinisterioUMCD.org

    --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message
  • 45 – Los caminos y sus caminantes

    Proverbios 14:12, 14-16
    “Hay camino que al hombre le parece derecho;
    Pero su fin es camino de muerte…
    De sus caminos será hastiado el necio de corazón;
    Pero el hombre de bien estará contento del suyo.
    El simple todo lo cree;
    Mas el avisado mira bien sus pasos.
    El sabio teme y se aparta del mal;
    Mas el insensato se muestra insolente y confiado.”

    En todo el tiempo que he vivido, y por lo que he podido aprender de la Palabra de Dios, he visto que muchos de nosotros tomamos decisiones que nos llevan a distintos destinos, y muchas veces, no a los que estábamos deseando. A veces terminamos en donde queríamos, pero muchas no. Otras veces lo que creíamos alcanzar no significó realmente lo que creíamos que lo lograríamos, y así terminamos muchas veces alegres por un buen fin; otras, frustrados por lo conseguido; otras, heridos y con pérdida por lo que no obtuvimos.

    Por la experiencia podríamos decir que “tenemos tres c” o tomamos decisiones de tres formas: 1. Dependiendo absolutamente de Dios; 2. Diciendo que dependemos de Dios, pero no lo hacemos sinceramente; y 3. No consideramos a Dios para nuestras decisiones.

    1. Dependiendo completamente de Dios: En este caso, las personas que toman decisiones son creyentes comprometidos, que conocen a Dios y que realmente quieren agradar a Dios. Sus decisiones son tomadas bajo la guía del Espíritu Santo, La Palabra de Dios y la oración. Su fin, obviamente, siempre será estar siempre en la voluntad de Dios.
    2. “Diciendo” que se depende de Dios, pero seguimos nuestros deseos: En este caso, el creyente pone sus propios planes, organiza todo, y lo que hace no es consultar a Dios, sino, pedir que lo bendiga y lo ayude en todo lo que él ya ha decidido hacer. Muchos creyentes lo hacen, pero no han dependido de la respuesta de Dios para hacerlo, solo siguen una “formula” de planear y orar para hacer las cosas. Su fin, no siempre sale lo que se planea, y no todo lo que se logra es la voluntad de Dios.
    3. No consultando a Dios para planear: En este caso, las personas en general, y muchos creyentes también, deciden hacer cosas sin depender de Dios, y esperan que las cosas salgan bien, y si no, le hecha la culpa a las circunstancias, la suerte, y algunos se quejan con Dios porque no salieron las cosas.

    ¿Cuál cree usted que debería ser lo correcto? ¿Cuál de estos métodos es el que usted más frecuentemente utiliza?

    Pero también se encuentran tres tipos de personas quienes van por los caminos: Están los necios o insensatos, los simples, y los sabios (justos, u hombres de bien) (v. 14-16). Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia responsabilidad en cómo caminamos, y cómo buscamos la guía de Dios.

    Por eso, la Palabra de Dios nos exhorta a realmente considerar si es que estamos caminado con Dios o no. Si nuestros pasos van en la dirección correcta o nos hemos engañado a nosotros mismos. Debemos considerar si nuestras decisiones están realmente basadas en lo bueno o es el pecado lo que nos motiva. Por esto, el pasaje de hoy nos dice que “hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (v. 12). Si en verdad queremos ser bendecidos con las direcciones que tomamos, debemos filtrarlo todo por medio de Dios, y si Él considera bueno, entonces caminar en pos de ello (Pr. 3:5-6)

    Dependiendo cuál destino queremos alcanzar, debemos considerar cómo tomamos esas decisiones en la vida. Si deseamos ser bendecidos, entonces debemos buscar y depender de Dios siempre; pero si no queremos someternos a Dios, entonces tengamos en mente que nuestro fin puede ser ese “camino de muerte”.

    «Una decisión tomada sin la guía de Dios puede tener un final inesperado y desastroso si no sabemos realmente a dónde vamos» -Ministerio UMCD-

    #JoyasDeSabiduría #Decisiones #Dependencia #GuíaDeDios #VoluntadDeDios
    #Seguir #Necio #Simple #Pecado #Destrucción #Proverbios #Sabio #Sabiduría #Prudencia #Entendimiento #VidaCristiana MinisterioUMCD.org

    ---

    Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/ministerio-umcd/message