¿El mal humor crónico puede ser una enfermedad?

Frase de la semana
“La amargura y el orgullo son hermanos gemelos; el mal humor y la irritabilidad son sus inseparables acompañantes”. Madre Teresa de Calcuta

Atención malhumorados: el mal humor crónico puede indicar que algo no está bien.

Opinan los especialistas que es difícil definir si el mal humor crónico o la tristeza pueden llegar a ser definidos como enfermedad. Sin embargo, se debe les debe prestar atención cuando éstos persisten y comprometen la vida normal del paciente.

Todos tenemos día en los que andamos malhumorados. Todos tenemos días malos en los vemos todo negro o nos enojamos por cualquier pavada. Pero una cosa es esto, que pasa de vez en cuando, y otra es vivir malhumorado. 

¿Cómo es un malhumorado? Es alguien que suele estar irritable, ensimismado, con cara de pocos amigos. Suele ser pesimista, negativo en todo, aguafiestas, y rezongón. Son personas que andan con el ceño fruncido y a las que cuesta sacarles una sonrisa. A los malhumorados les resulta difícil sentir placer y tienden a pasarla mal en todas partes. Parecen estar siempre a disgusto y generan un clima de tensión a su alrededor. Y lo peor es que hacen que los demás se sientan incómodos, tensos y con temor a empeorarles el humor. 

El mal humor  impide disfrutar de la vida, afecta las relaciones, influye en la conducta y el desempeño y daña la salud.

Muchas personas toman con naturalidad esta forma de ser. Dicen, “soy así: malhumorado”. Pero el mal humor no es natural. Una persona que se siente bien física y emocionalmente tiende a estar de buen humor. Sentirse bien es estar contento y a gusto con la vida.

El mal humor es un estado de ánimo negativo. Si se trata de un estado crónico hay que tomarlo en serio, ya que indica que algo no está funcionando bien.

Es necesario que un profesional establezca cuál es la causa del mal humor crónico. Puede tratarse de una causa química, hormonal, física, o psicológica. O, claro está, puede ser una combinación de varias de estas causas.

Vivir con un malhumorado
Puede ser su hijo, su hija, su esposa, su marido, su papá o su mamá. La cuestión es que vivir con un malhumorado es un infierno. La vida se vuelve difícil y se van perdiendo las ganas de hacer cosas. 

La persona malhumorada suele arruinar todos los planes. Siempre ve el lado oscuro de las cosas y suele estar en contra de todo. 

Es importante recordar que el mal humor es contagioso.

Una mala palabra, un gesto, un silencio prolongado o cualquier cosa que molesta a una persona y que ésta transmite a los demás con su expresión corporal, puede ser suficiente para que el mal humor se instale en el ambiente y todos los allí reunidos acaben de mal humor.

Si en su casa hay un malhumorado cuídese y cuide a los demás miembros de la familia. Que el mal humor no se convierta en un estilo de vida ni en un ejemplo a seguir. 

La exposición repetida al mal humor de los otros puede dañar nuestra salud mental.

Según un estudio científico dirigido por psiquiatras de la Universidad de Adelaida, en Australia, la depresión y el sentido de soledad pueden iniciar un proceso de contagio emotivo, similar al de otras enfermedades.

La investigación, liderada por Tarun Bastiampillai y publicada en el «Australian and New Zealand Journal of Psychiatry», ha realizado una revisión de numerosos estudios anteriores sobre humor y salud, incluido uno estadounidense a gran escala de una duración de 32 años.

El trabajo concluye que la salud mental puede agravarse no solo por el humor negativo de amigos inmediatos y familiares, sino también de contactos virtuales.