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El ministro de Defensa, Patricio Zambrano, anunció que desde febrero próximo se efectuará la convocatoria para la conscripción de mujeres de entre 18 y 21 años que deseen cumplir con el servicio militar voluntario. Además, el tiempo de acuartelamiento volverá a ser de un año, a diferencia del recorte a 6 meses que se ordenó durante el gobierno anterior.
“El incremento se decidió para que los soldados que ingresen tengan oportunidad de especializarse; esperamos que en el próximo llamamiento podamos contar con mujeres para que se integren a la construcción de nuestras Fuerzas Armadas”.
Zambrano aclaró que el programa continúa manejándose como un servicio, “no es obligatorio, pero es la forma como la sociedad se introduce a su Ejército”. El Ministro, en diálogo con EL TELÉGRAFO, aseguró que la institución seguirá laborando con el mismo número de efectivos. “Estamos viendo cuáles son las necesidades específicas y no hay una proyección de reducción de personal; al momento contamos con 42.000 efectivos”.
El funcionario se refirió a que el sostenimiento de las Fuerzas Armadas está garantizado con el presupuesto asignado por el Gobierno central, con lo cual se asegura el pago de salarios, denominado gasto corriente, así como el de inversión. Aclaró que a pesar de que en general se ha recortado el presupuesto de todos los ministerios, “esperamos que la proforma presupuestaria sea aprobada pronto en la Asamblea Nacional, con lo cual el recorte será del 5% total, pero en el gasto de inversión”, aseguró.
No obstante, Zambrano dijo que el presidente Lenín Moreno está apuntalando el reforzamiento de las capacidades operativas. “Hemos conversado con el alto mando militar para estructurar una propuesta de crecimiento y modernización”.
Por este motivo se destinarán los recursos necesarios para el tema del equipamiento, armamento, “incorporación de aviación supersónica; de todo eso hemos hablado, pero vamos a ver hasta dónde alcanzan las cobijas”. Lo primordial por el momento es la renovación de equipamiento, es decir cascos, mochilas y chalecos. “La última vez que se hizo adquisición de este tipo fue hace unos 20 años y esos elementos necesitan actualizarse”.
Zambrano puntualizó que las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas tienen claro el rol que cumplen en la defensa de la soberanía.
Pero también complementan su servicio con otras tareas de apoyo, como la lucha contra el narcotráfico, la defensa del medio ambiente, el combate al contrabando, la minería ilegal, “fortaleciendo la relación ciudadanía-Fuerzas Armadas”. En 2015 ya se firmó un convenio de cooperación entre militares y policías, por eso, según Zambrano, se trabajó en centros de operaciones coordinando la lucha contra la delincuencia, “que es una obligación de todos para el bien del país”.
Resaltó que al interior de la institución viven un momento de diálogo, y que “por eso se han propuesto reformas a normativas como el Código Orgánico Integral Penal (COIP), para incorporar el trabajo del control de los delitos en el mar, que no está regulado por el marco legal; o reformas a la ley del Issfa, que han sido planteadas por los propios militares”. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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