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Psicología y salud mental

¿Buscas la pareja perfecta y persigues una quimera o prefieres crear una relación significativa y sólida?

Pareja perfecta
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 02.11.23

Buscas la pareja perfecta, ¿verdad? Tu ‘yo’ racional sabe que es algo que realmente no existe, pero en secreto, en tu parte más emocional, anhelas tener una relación amorosa como las de las películas o las de las fotos de Instagram. Veamos qué hay de real en esas imágenes de cuento de hadas que a menudo creamos y que entre todos alimentamos, y que terminan llevándonos a la frustración.

El espejismo de los famosos

Ves a los Beckham, Victoria y David, bailando juntos Islands in the Stream en el nuevo documental Beckham que ha estrenado Netflix el pasado octubre, del que te dejamos una pequeña muestra a continuación, y piensas que te gustaría ser como ellos, sin recordar que han vivido situaciones de infidelidad y muchos años de terapia. 

También ves cómo Ben Affleck mira amorosamente a Jennifer López y tampoco tienes en cuenta que incluso en algunas entrevistas ellos mismos han comentado que su vida en común no es un lecho de rosas y que uno de sus acuerdos es ir a terapia de pareja.

Will Smith y Jada Pinkett, Katy Perry y Orlando Bloom, Beyoncé y Jay-Z, Neil Patrick Harris y David Burtka, Megan Fox y Brian Austin, Chrissy Teigen y John Legend, Pink y Carey Hart, Michelle y Barack Obama. Todas estas parejas y muchas más declaran que sus relaciones no son fáciles, y de hecho han acudido a la terapia para ‘crear’ esa perfección.

En definitiva, todas ellas constituyen testimonios que demuestran que, incluso las que creemos que son exitosas y modélicas, se enfrentan a grandes desafíos y se deciden a trabajar por mejorar.

Definamos ‘perfecta’

Así que, antes de continuar, lo primero que debemos hacer es preguntarnos ¿qué es una relación perfecta? Quizás pienses que es una en la que no hay conflictos tan grandes como los que tú percibes que vives, en la que no tienes que decirle al otro cien veces que no deje la ropa tirada, en la que no sientes que “llevas el peso de toda la casa en solitario”.

Seguramente creas que es aquella que no necesita ir a terapia porque las dos partes se entienden totalmente, no se ven obligados a pedirse las cosas, porque uno sabe lo que quiere el otro y se lo da. Son las que, además, no viven problemas serios que hagan tambalear la relación, como una infidelidad. Las parejas perfectas, según esta fantasía, son felices con lo que tienen en casa y jamás sienten tentaciones con terceros.

Y, por supuesto, son aquellas en las que siempre hay un deseo ardiente mutuo, así como ganas de tener intimidad a menudo y seguramente a la vez. Nunca tienen que rechazar a la otra persona ni sentirse rechazados, porque el deseo y la excitación están presentes siempre en ambos. ¿Algo más?

Un buen ejercicio para las dos partes

Te hacemos una propuesta: párate un momento y ve a por un boli. Piensa qué es una relación perfecta para ti y escríbelo. Y si luego comparas esta reflexión con la que haga tu pareja, sería un ejercicio muy enriquecedor para ambos.

Y tú, ¿qué opinas en lo más hondo de tu corazón?

Llegados a este punto, entonces, ¿es realista plantearse que existe una pareja perfecta? Para la terapia, creer que tal cosa existe es como pensar que si deseas algo con suficiente fuerza lo vas a conseguir, sea lo que sea, y que si no lo logras es porque no lo has deseado con la intensidad debida. O cuando decimos que, si sabemos gestionar las emociones, no vamos a sufrir por una ruptura. Pues bien, estas creencias resultan muy dañinas.

Nos empeñamos en buscar al compañero ideal cuando deberíamos centrarnos en buscar a una persona que sea buena para nosotros y viceversa, nosotros para ella. Las relaciones humanas son muy complejas y están llenas de matices. Cada pareja tiene su forma de estar, de compartir, de avanzar. Nos centramos mucho en conseguir la perfección cuando realmente lo que más nos va a ayudar a estar en el mundo es abrazar las imperfecciones. Las nuestras y las de nuestro compañero o compañera.

Y, ojo, no nos referimos a una aceptación literal, o una rendición absoluta que nos lleve a conformarnos con lo que tenemos. Hablamos de una propuesta de mejora personal, de cuidado de las relaciones y, desde ahí, ya sí podemos admitir la imperfección como parte de la vida y de los individuos.

Conclusiones sobre estas creencias

En resumen, esta creencia de la pareja perfecta, como otras, es más perjudicial que beneficiosa. Porque nos hace centrarnos en algo que deseamos y que es irreal, que no existe, en lugar de poner esa intención en crear relaciones significativas, en mejorar la comunicación que estamos teniendo, o desarrollar empatía hacia el otro y la propia autoestima para crear vínculos fuertes. La otra forma de pensar nos llevará siempre a la insatisfacción y la frustración.

¿Qué opinas? ¿Quieres seguir luchando por una pareja perfecta o prefieres luchar por una real? Lo cierto es que no hay un solo camino ni una sola forma de tener una relación exitosa. Y, a veces, lo que pensamos que es un matrimonio estupendo de treinta años, puede ser una tortura para los que lo viven, no podemos saberlo. La verdadera belleza del vínculo amoroso entre dos radica en su autenticidad, en el aprendizaje, en su crecimiento y en las vivencias, ¿no crees?

Fátima Gallardo
Terapeuta de pareja y divorcio sano
Creandodialogos.com