La empatía no solo es buena compañera a la hora de diseñar un producto o servicio que se adapte a lo que el usuario quiere, sino a la hora de liderar a un equipo, y en estos tiempos, aún más.

Ten en cuenta estos tres puntos si quieres ayudar y acompañar a tu equipo a un lugar mejor del que está hoy.

 

Tu Google Calendar es un vaso de agua… y no debe rebosar

Si con la situación de pandemia por la que estamos navegando te encuentras con miles de videollamadas y una agenda más atestada de tareas de lo que ya es normal… tu vaso de agua va a rebosar. 

Procrastinación: palabra maravillosa referida a posponer una tarea que, generalmente, no queremos o nos cuesta hacer.  

A pesar de que la procrastinación se ve habitualmente como mala compañera, nuestro consejo en esta situación es que no intentes hacerlo todo: ponte como objetivo aplazar lo no urgente a la próxima semana o incluso más tarde, de forma que cuentes con un 30% de capacidad por si surgen cosas inesperadas. Haz hueco en tu vaso.

 

Sé consciente: los ánimos pueden estar a flor de piel

A una parte de tu equipo (o a todo) le da tranquilidad trabajar. Cuando el mundo se nos vino abajo el pasado marzo, seguir trabajando era el punto familiar en su día a día, ese clavo al que aferrarse cuando todo lo demás estaba fuera de control. 

Pero llevamos 8 meses en una situación de estrés a la que, de momento, se le ve un final incierto. Muchos han estado trabajando en casa, en ocasiones solos y/o en lugares pequeños e incómodos. Muchos no han recibido un abrazo o un beso desde marzo. Y no están bien. 

Por eso debes prestar atención a niveles inusuales de conflicto, a fechas tope que no se cumplen, al estrés por la carga de trabajo. Puedes decidir no atribuirlo al bajo rendimiento y escuchar a la gente sobre qué necesita. Ayudarles a descargar su Trello. O quizás al contrario, asignarles más tareas, si lo que necesitan es estar ocupados. 

En ciertos momentos, y este es uno de ellos, hay que dar prioridad a la empatía antes que a la contabilidad, a los KPIs, a los informes de productividad. No porque no sean importantes, sino porque como jefe puedes estar confundiendo a personas heridas con “malos empleados”. Y este es un error que nunca deberías cometer. 

 

Lidera de verdad

Siempre necesitamos un buen liderazgo, pero nunca antes había sido tan evidente. Tu equipo necesita que unas los puntos, que veas dónde está, que le recuerdes el significado de su trabajo. ¿Cómo hacerlo?

  • Reconoce la situación que estamos atravesando, habla con tu equipo y utilizando el medio que creas más adecuado, aunque sea por slack. Muchas veces a las personas les cuesta no exteriorizar algo que les está preocupando. 
  • Hazles conscientes de que estás disponible para apoyarlos, proporciona alternativas: un tiempo de descanso, posponer una fecha tope, realizar alguna actividad de equipo en la distancia, proponer una charla en horario de oficina o en una llamada de equipo, dar pautas específicas relacionadas con el cuidado mental y no solo físico (porque no solo de mascarillas vive el hombre)… en definitiva, preguntar, escuchar, empatizar y encontrar alternativas adaptadas a las necesidades. Un poco como con tus clientes o usuarios, ¿no? Se trata de tu equipo. 
  • Y cuando decimos que lideres de verdad, lo decimos con todo el sentido de la palabra. Que a tu equipo le llegue que le estás entendiendo. Sin fingirlo. Si no eres la persona con el cargo de mayor responsabilidad en la empresa y no hay mucho que la empresa vaya a hacer en este sentido, también lo debes comunicar a tu equipo. Las empresas se componen de personas y necesitan entender el por qué y el cómo. 

Por eso, mientras dure esta situación, presta atención a las personas más que nunca. Utiliza esta experiencia desafortunada para mejorar como persona, como líder, como compañero.  Avanza, explora y encuentra caminos que quizás no hayas transitado antes, pero que pueden llevarte a nuevos sitios. Lidera con intuición, escucha y mucha empatía.

 

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