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Cromatografía líquida de alta resolución (HPLC)

La cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) es una técnica muy potente que puede utilizarse para identificar, cuantificar o purificar los componentes de una mezcla.

Como se muestra abajo, la HPLC utiliza una columna que contiene partículas redondas que forman la fase estacionaria, además de un disolvente (o fase móvil) que se desplaza a la fase estacionaria de la columna gracias a la presión generada por la bomba.

Los resultados de la HPLC se registran en forma de cromatograma. Los componentes que interactúan menos con la fase estacionaria se mueven más rápido y tienen un tiempo de retención más corto. Los componentes que interactúan más con la fase estacionaria se mueven más despacio y tienen un tiempo de retención más largo.

Diagrama que muestra el flujo de una máquina de HPLC. A la izquierda, un matraz con disolvente representa la fase móvil. Una flecha negra que sale del disolvente atraviesa una bomba. Después de la bomba, se inyecta el contenido de un recipiente que alberga la muestra con los compuestos A, B y C, uniéndose a la flecha negra que va hacia la columna que contiene la fase estacionaria. La columna de la fase estacionaria muestra un punto azul que se mueve más despacio que tres puntos verdes, y cuatro puntos rojos que son los que más rápido se mueven por la fase estacionaria. Una flecha negra sale de la fase estacionaria hacia un detector, representado por un cuadrado verde con un rectángulo marrón dentro. Una línea de puntos conecta el detector a un ordenador que muestra un cromatograma con un pico rojo primero, luego uno verde y, finalmente, uno azul. Por último, una línea negra sale del detector y termina en un vaso de precipitados para residuos.

Figura 1: Componentes de una máquina de HPLC.

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